Capítulo 5: El presentimiento de Cynder
El Windheart surcaba los cielos con una gracia que parecía desafiar la misma naturaleza. Sus alerones, como las alas de los dragones, se movían al compás del viento, adoptando una danza celestial que hipnotizaba a quienes lo contemplaban desde tierra firme. Las velas capturaban cada ráfaga de viento, propulsando al barco con una velocidad asombrosa.
A bordo, los jóvenes dragones y sus nuevos compañeros observaban maravillados el espectáculo que se desplegaba ante sus ojos. La sensación de volar en un barco tan magnífico y poderoso era como sumergirse en un cuento de hadas hecho realidad (bueno, al menos para uno de ellos, quien ya poco a poco se acostumbraba a ese tipo de cosas), donde los límites de la imaginación se desvanecían ante la grandiosidad de la aventura que les aguardaba.
Una vez alejados de Skycity, los jóvenes dragones se dirigían hacia su primer destino como los 'embajadores' de los concejales: dialogar con los líderes de Stonemere. Para ello, su nuevo guía-fan Néstor, guiaba la nave con dirección sureste mientras los demás tenían un par de cosas que coordinar...
"¡Arg!" exclamaba Sparx, poniéndose un parche en el ojo (nadie supo de dónde lo sacó) "¡Bucaneros y doblones de oro! ¡Aquí el capitán Sparx, listo para navegar los mares...!"
"Sparx, estamos navegando los cielos, no el mar" le corrigió Spyro, "Y no es un barco pirata, sino que somos embajadores"
"Ah... que lata..." se desanimó la libélula.
"Disculpa, Néstor" le preguntó Cynder, a su nuevo amigo topo, "¿Cuál era la primera ciudad a la que debíamos ir?"
"¡Joven maestra Cynder!" exclamó este de la emoción, casi tropezando. Esta acción hizo que giraran inadvertidamente y todos se tambalearon por el movimiento del barco. Justo a tiempo, Jhonny y Ray sostuvieron el timón.
"Uff, estuvo cerca" dijo Ray.
"¡Oh, lo siento, lo siento!" exclamó el topo, arrepentido.
"Tranquilo, compañero" le dijo Jhonny, ayudándole a pararse "Todos cometemos errores, es cuestión de confianza. Eres nuestro timonero y parte de este grupo ahora. Así que no te pongas nervioso: háblanos de igual a igual"
"Em... gracias joven maestro..."
"Y eso de 'igual a igual' incluye solo por nuestros nombres" agregó Ray, "Dejemos las formalidades al menos para Stonemere"
"¡Chicos!" exclamó Lyra, quien había salido de la bodega con Thorr, trayendo consigo varios mapas, "Encontramos el mapa que los concejales nos indicaron"
Entre todos, los jóvenes desplegaron el mapa, mostrando todas las regiones, ciudades, pueblos o lugares a los que debían visitar para cumplir con su recién asignada misión.
"Vaya..." dijo Thorr, "Hay bastante trecho entre Skycity y Stonemere"
"Entretanto, creo que podemos distribuirnos las tareas" expresó Lyra, "Después de todo, estaré en el barco hasta que me dejen en Glowridge, así que quiero saber mi función"
"Bien, el capitán decidirá quien le toca cada cosa" dijo Edel.
"¡Arg!" volvió a exclamar Sparx, aun jugando a los piratas "¡De acuerdo, les diré que hacer, mi tripulación!"
"En realidad Sparx..." le dijo Cynder, "Esperamos a alguien más... alto"
Eso causó una nube de risas entre los jóvenes, lo que ridiculizó a Sparx de tal forma que todas las bromas que hizo sobre Spyro en el pasado le habían quedado cortas ahora que él era el más pequeño (eso sin contar a Néstor). Cuando terminaron, entonces volvieron a retomar el asunto, primero proponiendo a Jhonny.
"¿Eh?" preguntó este, "En realidad, paso de ser el capitán hasta que asuma el rol de líder de los guardianes. Por el momento, me conformo con ser el que cocine, ¿qué tal tú Spyro?"
"¿Yo?" preguntó este, "Bueno... no lo sé..."
"Es una buena opción" dijo Edel. Los demás estuvieron de acuerdo con ella, incluso Cynder.
Sabiendo que era decisión por mayoría (solo él que no estaba tan seguro y Sparx, quien quería ser el capitán), Spyro asumió el puesto.
"Bien... tenemos a Jhonny como cocinero" dijo Spyro tratando de organizar todo, "Edel, creo que puedes encargarte de ser la curandera, ¿no es así?"
"De acuerdo" aceptó ella.
"Y, Lyra... ¿puedes hacer de vigía?"
"Claro" dijo ella, "Aunque necesitaré un par de ojos más arriba. Sparx, ¿me quieres ayudar?"
"Vale, con tal de estar lejos de vuestras bromas de los pequeños..." dijo este, aun algo rencoroso por las risas anteriores, "Espero que seas buena conversadora"
Lyra voló hasta la cofa, seguida por Sparx.
"Ja, Sparx no sabe lo que desea..." bromeó Ray, aprovechando la distancia.
"Y Ray..." le dijo Spyro, "Necesitamos que vigiles por babor, pero también debes apoyar a Néstor con la fuente de energía"
"Entendido"
"Thorr... tu vigilarás por estribor, y necesitamos alguien fuerte que pueda cambiar las velas a alerones en caso de emergencia y girar la base del mástil"
"Ya lo tengo en ello"
"Bien, Cynder..." dijo finalmente, "Tú serás la navegante. Conoces bien el movimiento de los vientos y las corrientes de aire"
"De acuerdo... ¿tú donde estarás?"
"Pues... creo que puedo ayudar un poco con la cocina, ¿lo necesitas Jhonny?" preguntó.
"Sí claro, toda ayuda es bienvenida" respondió el joven dragón de fuego.
Teniéndolo todo organizado, cada uno se movió a sus respectivas zonas de trabajo. Dentro, en la cocina Jhonny y Spyro listaban todos los ingredientes, estimando el tiempo que les durarían y cómo distribuirlos y lo que planearían reponer. Aparte, debían preparar el almuerzo.
"Me impresiona siempre tu talento para la cocina" dijo Spyro mientras cortaba un par de vegetales con sus garras, "¿Cómo sabes qué es lo que vas a agregar como ingredientes?"
"Tenía un par de pasatiempos cuando era humano: la escritura, la lectura y la cocina" expresó Jhonny mientras encendía algo de fuego en un horno de piedra, "Entre leer y cocinar, leía libros de cocina. Además, Edel me explicó sobre los vegetales y otras cosas en este mundo, y quise probar varias de ellas con mi modo normal de cocinar"
"Con ese talento me extraña por qué dijiste que eras tan distante antes..."
"Sí... a mí mismo también me cuesta creerlo... nunca entendí porque no lograba socializar con la gente, no tenía tan buenos amigos como lo son ustedes, y me alegro que les guste mi forma de cocinar, por cierto"
"Bien, solo espero ayudarte con lo que quieras, ¿supongo que estará fabuloso, no es verdad?"
"Puedes contar con ello, capitán"
(Mientras...)
"Y una vez Ray se fracturó el ala por accidente luego de que una paloma se chocara con su cara..." le contaba graciosamente Lyra a Sparx, "Se chocó contra un árbol"
"¡Es no es nada!" exclamó este, quien parecía compartir el humor de anécdotas graciosas, "Una vez Spyro se atoró la cabezota con las raíces de un gran árbol, tardamos horas en quitárselas"
"¡HEY!" gritó Ray, desde babor, "¡Los estoy oyendo!"
"Me impresiona que los escuches desde esta distancia y sin contar el ruido del viento" le dijo Thorr.
"Cuando mi hermana empieza a hablar de mis metidas de patas cuando era pequeño, no puedo evitar escucharla"
(Por su parte...)
Cynder estaba al lado de Néstor, revisando el mapa, así como una brújula y un pequeño molino.
"Es asombroso que usemos estos para podernos movilizar..." le dijo Cynder al topo.
"Vamos en un barco para su comodidad y la de sus amigos, señorita Cynder" respondió Néstor, "Estos instrumentos son nuestra mejor guía para llegar a las diferentes islas. Estoy seguro que estarán ansiosos por veros"
La mirada de Cynder se ensombreció un poco, pues aún no había olvidado sus primeras visitas a otros lugares luego de ser liberada del control de Malefor: en la primera, unos piratas la usaron de bestia gladiadora y en la segunda, el jefe Prowlus de Avalar la aprisionó junto a Spyro y Cazador... ¿cuántos pueblos había atacado como 'El Terror de los Cielos'? ¿a cuántos le había hecho daño? ¿qué harían los jefes de otras aldeas o ciudades cuando la reconocieran?
"No se preocupe, señorita Cynder" le dijo para su sorpresa Néstor, "Yo siempre los admiré a ustedes"
"¿Eh?" preguntó ella, extrañada.
"Pues vera... yo solía vivir en Warfang hasta el día del ataque del Golem. Estaba atrapado en un edificio en llamas junto a mis padres... pensé que era nuestro fin, pero luego ustedes vinieron a ayudarnos. Nos mudamos luego del inicio de la nueva era, pero nuestra familia siempre estará agradecida con ustedes"
Cynder no podía creerlo... pero claro: en ese momento ella y Spyro estaban tan ocupados por derrotar al Golem y salvar la ciudad que no podía haber recordado quienes, con exactitud, estaban en aquel edificio en llamas aquel día. Ella dio un suspiro de alivio de creer que, al menos, estaba rodeada de amigos confiables.
(Más tarde...)
Había transcurrido al menos una hora luego de que se distribuyeran los deberes y, junto a Néstor, Cynder estimaba que podrían tardar una hora más. En cualquier caso, luego del arduo esfuerzo de Spyro y Jhonny en la cocina, habían logrado hacer un almuerzo tan grande como un festín para un humano, pero regular para un grupo de dragones, una libélula y un topo. Con todo dispuesto, se sentaron a almorzar juntos en la cubierta.
"¿Esto lo cocinaron entre los dos?" preguntó Lyra, probando un bocado, "¡Está delicioso!"
"Bueno, en realidad Jhonny es el cocinero" corrigió Spyro, "Yo solo ayudé un poco"
"Vamos, no seas tan modesto amigo" le dijo este, "Tu también tienes habilidad en esto"
"Tiene razón, Spyro" le apoyó Cynder, "Está muy rico"
Por su parte, Néstor todavía estaba conduciendo la nave con una sola mano, mientras que con la otra agarraba y comía unos bocadillos que habían preparado para él, tomando en cuenta su alimentación como topo. Le habían invitado a comer sobre la cubierta con ellos, pero no había una isla cercana en la que podían aterrizar por ahora, de modo que continuó navegando y comiendo.
"¿Y dónde consiguieron este tarro de pequeñas polillas?" preguntó Sparx, mientras comía aquello.
"Estaba en una esquina" respondió Spyro, "No sabíamos que pintaba eso allí"
"Al menos, es buena suerte para ti Sparx" dijo Thorr, mientras comía la comida de dragones.
"Cynder, ¿te encuentras bien?" preguntó de repente Edel.
Todos detuvieron su alimentación por unos segundos, al escuchar aquellas palabras. Entonces se fijaron en Cynder, quien se había detenido y tenía los ojos cerrados, con una expresión de dolor o miedo, como si algo malo le estuviera pasando.
"...Terror de los cielos.... Terror de los cielos..." resonaba una voz lúgubre en su cabeza.
Luego, de repente, vio un par de ojos verdes y... se desmayó. De inmediato, Spyro le tomó la levantó.
"¡Cynder!" exclamó, "¡Cynder, responde! ¿Qué sucedió?"
"Déjame ver Spyro..." propuso Edel, acercándose y tomándole el pulso a su amiga, "Se ha desmayado sin duda, pero no encuentro la causa del problema... su pulso en normal..."
"Déjame intentar algo..." también ayudó Jhonny, poniendo una pata en la cabeza de Cynder, "No hay aumento de temperatura, no tiene fiebre"
"Entonces podemos suponer que fue una especie de susto..."
"¿Susto?" preguntó Sparx, algo aterrorizado, "Usualmente ella es la que me causaba terror, pero... ¿qué puede causarle terror a ella?"
"Eso no importa ahora, debemos hacer algo" propuso Thorr.
"Tienes razón" dijo Jhonny, "Spyro, lleva a Cynder al cuarto de curandero. Edel, ayúdala cuanto puedas. Los demás, dejaremos la comida para después, ayúdenme a guardarla..."
(Mientras tanto...)
"¡La encontré!"
"¡Entonces ve y no pierdas ni un segundo más, Malphas!" les dijeron las estatuas.
"Descuiden hermanos..." les respondió este, sosteniendo su bastón-cuchilla, mientras de la gema del primero brillaba, "No olviden que de nuestra magia no escapa ningún dragón..."
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top