Capítulo 28: ¡Engaño! El verdadero plan
Umbra y Saluk se movían rápidamente (sobre todo este último), como si hubieran ensayado este momento durante siglos. El aire dentro de la cueva estaba cargado de tensión mientras se organizaba cuidadosamente los minerales necesarios para forjar la daga ceremonial. Cada elemento fue colocado con meticulosa precisión: plata brillante, acero pulido, un polvo oscuro y maligno que posiblemente antes había sido un cristal oscuro, y finalmente, un cristal resplandeciente (que habían robado de la cueva de Glowridge en aquella ocasión). Este último emitía un tenue brillo, un recordatorio de la pureza que había sido mancillada para crear un arma tan peligrosa.
"Todo está listo, Morgaus" anunció Umbra, dando un paso atrás para mostrar el molde lleno de materiales, "Ahora..."
Inmediatamente, introdujo aquel molde parcialmente en la piscina de lava, haciendo que la plata y el acero se derritieran sobre los demás ingredientes, formando así una mezcla plateada.
"Bien..." dijo Xyron, acercándose a Jhonny, aún inmovilizado por las cadenas y el collar de serpiente, "Es hora de hacer tu parte o ya sabes..."
El joven dragón miró el molde con una mezcla de repulsión y resignación. Sabía que no tenía otra opción. Con un movimiento rápido y preciso, se hizo un pequeño corte en la pata con su garra, dejando que una sola gota de sangre cayera en el molde.
En el instante en que la sangre tocó la mezcla de minerales, todo el contenido se volvió de un rojo oscuro, casi como si el molde hubiera absorbido la esencia de la vida de aquel joven. Un resplandor maligno emanó del molde, y poco a poco, el rojo se fue disipando, transformándose en un plateado brillante, una tonalidad que reflejaba la maldad y la pureza entrelazadas en su esencia.
"Perfecto..." murmuró Morgaus con satisfacción y una sonrisa siniestra formándose en su rostro, "Con esto, la daga estará lista para extraer el corazón del dragón púrpura. Y todo gracias a ti, jovencito"
"Es hora," dijo Xyron con confianza, acercándose a Jhonny. Con un movimiento brusco, le quitó el collar de serpiente que había estado limitando sus poderes, "Ahora, haz lo que debes. Y no intentes nada extraño, o tus amigos lo pagarán"
Jhonny sintió un ligero alivio al sentir que su energía fluía de nuevo, aunque sabía que estaba siendo vigilado de cerca. Miró a sus amigos, quienes seguían atrapados y encadenados, sin poder hacer nada para ayudarlo. Sus ojos se encontraron brevemente con los de Edel, que le devolvió una mirada llena de confianza y apoyo.
Con un profundo suspiro, el joven dragón de fuego bajó la mirada hacia el molde de la mezcla y, con aparente arrepentimiento, extendió su garra derecha. Moviéndose con rapidez, trazó un símbolo en el aire, un martillo con un rayo atravesando la cabeza, concentrando toda su energía mágica en el hechizo.
"Forde Fragile Metallum," murmuró con voz firme, como si las palabras llevaran el peso de una decisión inevitable.
El símbolo flotó en el aire por un momento antes de fusionarse con el molde que contenía la mezcla de minerales y sangre. En el instante en que el símbolo tocó el molde, una luz plateada irradiaba desde el centro, extendiéndose por toda la cueva. El molde vibró con fuerza mientras el hechizo surtía efecto, solidificando y dando forma a la mezcla.
La cueva se llenó de un zumbido bajo y ominoso mientras la energía se condensaba en un solo punto. Luego, en cuestión de segundos, el proceso terminó. La mezcla se había secado y endurecido, revelando una daga plateada, perfectamente formada. Estaba adornada con cristales transparentes y otros de color negro, los cuales parecían absorber la poca luz que quedaba en la cueva, creando un contraste inquietante con el metal brillante.
Umbra fue el primero en acercarse, admirando la obra maestra que ahora reposaba en el molde.
"Una verdadera belleza... y también una herramienta mortal," dijo con una sonrisa satisfecha, entregándosela a Morgaus.
Morgaus, sin apartar la vista de la daga, habló en un tono bajo, pero cargado de intención:
"La daga está lista. Ahora, el destino del dragón púrpura está en nuestras manos."
Jhonny miró la daga con un sentimiento de aberración.
"He hecho lo que pidieron" dijo con valentía, "Ahora liberen a mis amigos, como prometieron"
Xyron soltó una carcajada que resonó en la cueva, su eco llenando el aire de burla y desprecio.
"¿Liberarlos? ¿De verdad pensaste que cumpliríamos nuestra parte del trato tan fácilmente? Eres más ingenuo de lo que creí"
Jhonny, sintiendo un nudo en el estómago, intentó moverse, pero en cuanto dio un paso hacia adelante, Netheron extendió su guantelete. Por tercera vez, estaba atrapado por aquella fuerza invisible, poderosa y opresiva, con la fuerza de la gravedad en su contra y en la mano de su enemigo.
"Con esta daga, el corazón del dragón púrpura será nuestro" anunció Morgaus, levantando la daga triunfante, "El poder definitivo nos abrirá las puertas hacia un nuevo reinado, uno donde ningún dragón podrá detenernos"
Los otros Cazadores se reunieron en torno a Spyro, quien seguía encadenado a la mesa ceremonial, luchando desesperadamente por liberarse. A pesar de su situación, los ojos de Spyro brillaban con una mezcla de desafío y miedo.
Morgaus, con una sonrisa sádica, miró a Spyro desde la cabeza de la mesa.
"Tu sacrificio no será en vano, dragón púrpura" anunció, "Serás recordado como aquel que entregó su vida para que nosotros pudiéramos obtener el poder absoluto. Y créeme, usaremos ese poder para rehacer este mundo como nosotros lo queremos"
Luego, procedió a alzar la daga, cuya hoja brillaba con una luz siniestra mientras la apuntaba hacia el pecho de Spyro. Con una mirada decidida, la dejó caer con fuerza sobre el dragón púrpura. Sin embargo, en el preciso instante en que la daga impactó contra el pecho de Spyro, en lugar de atravesar su escamas y carne, la hoja se partió a la mitad como si fuera un simple palillo impactando contra una dura roca. La otra mitad cayó al suelo
La cueva se quedó en un silencio sepulcral. Los Cazadores miraron incrédulos los restos de la daga rota. Sus ojos se llenaron de asombro y confusión, incapaces de comprender cómo una herramienta tan poderosa había fallado tan estrepitosamente. Morgaus, con la otra mitad de la daga en su mano se había quedado muy confuso.
"¿Qué... qué ha pasado?" balbuceó Xyron, mirando los pedazos de la daga como si esperara que se volvieran a unir por arte de magia, "Esto no debería ser posible"
"Ah, ¿no?" rió Spyro, aún atado.
Antes de que los Cazadores comprendieran qué sucedió, Thorr, ahora libre aprovechó el caos y se lanzó contra Netheron.
"¡Impacto de terrestre!"
Con un movimiento rápido, lo golpeó con su cola de mazo recubierta de maná de naturaleza. El impacto fue tan fuerte que Netheron fue arrojado contra Umbra y ambos fueron arrojados contra la pared contraria. Al distraerse por el golpe, Jhonny se liberó de la fuerza gravitatoria.
"¡Ahora!" exclamó Jhonny y se reunió rápidamente con los demás jóvenes dragones, quienes estaban igualmente liberados de sus cadenas y collares.
"¡Convergencia... Rayo Nocturno!"
El nuevo poder combinando de un rayo se combinó con la energía oscura de Cynder. La técnica resultante era una esfera de energía electrificada envuelta en sombras que avanzó hacia los Cazadores con un estruendoso estallido de luz y oscuridad y estos consiguieron cubrirse a tiempo.
"¡Convergencia... Nube de Vapor!"
De nuevo, la unión del fuego y hielo de Jhonny y Edel generó tal cantidad de vapor que nadie pudo ver nada por unos segundos. Goliat, sintiendo que eso era bastante fastidioso, realizó un fuerte giro de su kanabo, generando una onda de choque que disipó las nubes de vapor, revelando la escena a la vista de todos. Los Cazadores se sorprendieron al ver que Spyro y sus amigos estaban libres, los collares de serpiente y las cadenas ya estaban deshechos.
"No, ¿cómo es posible?" exclamó Xyron, mirando con incredulidad a los jóvenes dragones que ahora estaban libres.
"Creo que es su turno de ser los ingenuos" bromeó Ray, "Nos dejamos capturar para llegar a ustedes"
"Y si preguntas lo de las cadenas y los collares, Xyron..." le dijo Edel, burlándose en su cara, "Recibimos ayuda"
"Sí, no fuimos seis los que entramos por tu trampa de espejos..." continuó Cynder.
Una pequeña lucecilla brilló detrás de ella, revelando a Sparx, quien estaba jugueteando con una llave.
"Jajaja, ¿y quién decía que los pequeños somos inútiles?" preguntó en tono burlón.
Al verla, Umbra se levantó y buscó por todo su cuerpo, pero no encontró la llave.
"¿Cómo...?" preguntó.
"Un hechizo de invisibilidad potenciado con una poción de duración" explicó Spyro, sonriente, "Bien Sparx, eres nuestro héroe el día de hoy"
"¡Ya venía siendo hora de que te des cuenta!" rio Sparx.
"¡Aun así eso no explica por qué la daga no funcionó!" exclamó Morgaus, enojado, tirando los restos de aquella arma a la lava y sacando su verdadera espada.
"Eso es en parte vuestra culpa y en parte la mía" explicó Jhonny, "Se equivocaron cuando usaron mi sangre para hacerlo: no soy un dragón completamente"
Eso tardó en llegar a los oídos de los Cazadores, como si no entendieran qué significaba eso.
"Además" continuó el joven dragón, "Usé un hechizo de forja como ustedes me dijeron, pero mezclado uno de fragilidad. Se emocionaron tanto por el diseño que no se fijaron en su utilidad. Mal por ustedes"
Morgaus estaba tan enfadado que emanaba su aura oscura tan fuerte que se podía ver a su alrededor.
"¡Los mataré a todos!" rugió.
"Fue mi plan" se jactó Spyro, "Entonces, si quieres matar a alguien, tendrá que ser a mi"
"Entonces, hagámoslo más interesante..." dijo Xyron, chasqueando los dedos.
Al instante, 10 espejos se materializaron y sorprendieron a Cynder, Jhonny, Edel, Ray y Thorr. Pero, de igual forma, se llevaron a Goliat, Saluk, Umbra, Netheron y al mismo Xyron, todos desaparecieron detrás de los espejos, dejando a Spyro (junto a Sparx) solo contra Morgaus.
"¡Chicos!" exclamó Spyro. En aquella ocasión, eso no estaba planeado.
"¿A dónde fueron?" preguntó Sparx.
"Solo le pedí a Xyron que los transportara a otra parte de Quegrande" le dijo Morgaus a Spyro, "Tú... eres mío, dragón púrpura"
E, inmediatamente, con un golpe rápido de su espada, agitó el aire. Spyro, sintiendo el peligro, tomó a Sparx y se lanzó al suelo con él.
"Oye colega gracias, pero.. falló el tiro..." le dijo Sparx.
Pero Spyro no respondió y solo miró por encima de ellos. Luego, la libélula miró también en esa dirección esperando ver el techo... si es que hubiera habido uno: con aquel corte, Morgaus había cortado la cueva y ahora se veía el cielo negro y rojo (producto de la zona volcánica).
"Sparx, será mejor que te alejes un poco" le dijo Spyro a su hermano, "Este tipo va enserio. Yo lo derrotaré"
"Ya te digo... hazme un favor y patéale el trasero" dijo Sparx.
Spyro sonrió al mismo tiempo que asentía. Luego, Sparx se alejó volando de allí.
"¿Ya terminaste con tu despedida?" preguntó Morgaus, "Bien, porque será tu último adiós..."
(Mientras, en otra cueva volcánica, aún más grande que la anterior...)
Ray apareció de repente en una caverna iluminada, libre de lava, pero con un suelo rocoso que emanaba un calor sofocante debido a las fisuras rojas (por eso el lugar estaba iluminado) que atravesaban el suelo. El aire estaba denso con la energía volcánica, y el joven dragón eléctrico sentía algo de calor pulsando desde abajo.
"Rayos, eso no me lo esperaba..."comentó.
Sin embargo, su atención se centró rápidamente en la figura que emergió otro espejo que se materializó frente a él, de donde salió otro de los cazadores; el que usaba los dos Chakraam y de nombre Saluk.
"Bien, ahora tú eres mi presa" dijo Saluk, esbozando una sonrisa sardónica y con sus ojos brillando con malicia.
Sin perder tiempo, Ray se lanzó al ataque, sus garras envueltas en electricidad chispeante mientras intentaba alcanzar a su oponente con un rayo fulgurante. Pero Saluk era increíblemente rápido. Con un giro ágil, el cazador esquivó el rayo y se movió a una velocidad asombrosa, primero pateando al joven dragón contra la pared de la caverna. Luego, procedió a lanzar los Chakraam en un aluvión de cortes que apenas pudo esquivar Ray.
El joven dragón apenas tuvo tiempo de reaccionar, lanzando otro rayo en un intento de mantener a Saluk a raya, pero el cazador parecía anticipar cada uno de sus movimientos, deslizándose entre los ataques como si estuviera jugando con él. La velocidad de Saluk era tal que Ray apenas podía seguirle el ritmo, y pronto sintió el ardor en su costado cuando uno de los Chakraam le rozó, dejando una herida superficial.
Ray se detuvo por un momento, jadeando, mientras la adrenalina corría por su cuerpo. Se dio cuenta de que Saluk era mucho más veloz que cualquier oponente al que se había enfrentado antes. El joven dragón eléctrico frunció el ceño, sus pensamientos corriendo a toda velocidad.
"Es increíble... eres más rápido que Vorax," dijo Ray, intentando recobrar el aliento.
Saluk rió con desdén, girando uno de sus Chakraam en su mano.
"Por supuesto que lo soy" presumió, "Y no puedo creer que un debilucho como tú haya logrado vencer a Vorax. Es una desgracia para nuestro nombre"
En lugar de sentirse mal, Ray le devolvió una sonrisa, lo que confundió al Cazador, pues todos los que se había enfrentado y se estaban en aquella situación mostraban aterrados.
"¿Sabes?" le preguntó Ray, "Cuando luché con Vorax me di cuenta de que siempre puedo encontrar a enemigos más fuertes o veloces que yo. Pero, desde lo que pasó en Glowridge, aprendí dos cosas más"
Mientras que hablaba, estaba empezando a temblar. Pero no era de miedo, sino que se movía como si este estuviera zumbando; sus patas empezaban a generar chispas de poco en poco.
"La primera, es que, si quiero proteger a mi familia o amigos, tengo que siempre mejorar y ser más fuerte y rápido que esos enemigos" continuó, "Y la segunda..."
La electricidad formada se transformó desde unas pequeñas chispas hasta una poderosa corriente eléctrica visible que recorría las patas de joven dragón.
"Es hora de dejar de bromear..." finalizó, "Te presento mi marcha relámpago"
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