Capítulo 22: El plan de los Cazadores
(Horas después...)
¿Cómo se siente uno luego de un atropello? Seguramente horrible... Bueno, en el caso de los jóvenes dragones lastimados luego de luchar contra Goliat (y también por haber sido atacados por la espalda por Xyron) era igual o quizá hasta peor. Thorr, a pesar de sus increíbles defensas, sentía un par de huesos dislocados; Ray, por el contrario, los creía rotos; Jhonny sentía tanto sus músculos como huesos gritar de dolor (sobre todo con el golpe que había recibido en la cara, y que volvía a dolerle); por último, pero quizá el peor, Spyro sentía lo mismo que sus compañeros, acompañado con un desgaste de energía similar a la primera vez que peleó contra la Cynder malvada. Por fortuna, percibía un ligero aumento de maná.
Esto último era gracias a que se encontraban en la cueva de la montaña, donde estaban guardadas las gemas espirituales. Estas gemas, con solo irradiar su luz espiritual sobre los jóvenes dragones, les brindaba vitalidad, energía y, sobre todo, curación. Para los dragones (y solo ellos), era un don muy preciado pues tanto heridas como enfermedades se curaban al estar cerca de aquel brillo.
"¿Qué...? ¿Qué me pasó?" se preguntó al levantarse Spyro.
"Vaya, ¿os habéis metido en líos sin mí?" preguntó una lucecita en su cara, igual a...
"¡¿Sparx?! ¿Cómo te has recuperado?"
"Ha sido cosa de mi esposa" interrumpió Zoltian, acercándose por la entrada con Lyra, "Cuando ayudamos a traerlos a este lugar, me di cuenta de que tenían el extracto de savia que necesitábamos. Lo tomé y mi esposa preparó la medicina y se la dio a vuestro pequeño amigo"
"¡Eh! ¿a quién llamas pequeño?" dijo Sparx.
"Ja, mamá siempre fue buena con las pociones..." comentó Ray, también levantándose.
"¿Cómo te sientes, hermano?" preguntó Lyra.
"He tenido mejores momentos" intentó bromear, pero incluso reír dolía, "¿Cuánto tiempo estuvimos así?
"Ya va siendo 4 horas" respondió Zoltian, "Está por oscurecer"
"¡Horas!" exclamó Thorr, quien también se estaba recuperando, "¿Qué pasó con el Bégimo? ¿Y la ciudad?"
"Tranquilos, jóvenes dragones" interrumpió esta vez Terrador, "La ciudad está a salvo, y el Bégimo fue derrotado"
"¿Cómo lo hicieron?"
"Fue vuestra amiga Cynder" respondió Zoltian, "Usó todo su poder de sombra para introducirse en la mente de la bestia y destruirla desde dentro. Por curioso que parezca ese acto, los que lo presenciaron, empezaron a llamarla 'La heroína de los cielos', y me parece muy bueno"
"Bueno, eso contrastará con su apodo anterior y al menos ya nadie le llamará Terror de los Cielos" dijo Ray.
"Me alegra que ya no piensen mal de ella..." suspiró aliviado Spyro, "Por cierto, ¿dónde está...?"
Pero no tuvieron que responderle pues, levantando un poco más la vista podía ver a Cynder, durmiendo plácidamente sobre una cama de paja y al lado de un cristal verde.
"Haber usado todo su maná la dejó mucho más cansada que ustedes, que han recibido un buen daño" explicó Terrador, "Vaya, parece que el más dormilón también está despertando"
Jhonny cabeceó y gruñó ligeramente antes de despertar dando un bostezo. Al tratar de incorporarse, sintió de nuevo el dolor muscular y el cansancio, cosas que, al humano del pasado, le hubieran dejado en cama hasta el día siguiente; se sorprendió de ver a Terrador allí presente, junto a sus agotados compañeros. Estos le explicaron la situación.
"Entonces, ¿sí le llegó nuestro mensaje, maestro Terrador?" preguntó Jhonny.
"¿Mensaje? No he recibido ningún mensaje vuestro" respondió Terrador, "¿Están seguros de que lo hicieron?"
"Sí, mandamos un ave de papel que Jhonny hechizó para que llegara a ti" explicó Spyro, "Recibimos un ataque a bordo del Windheart, un poco después de dejar Stonemere"
"Hum. Pues no, no llegó. Dudo que las habilidades mágicas que te enseñó Ignitus hayan sido las culpables, Jhonny. A mí me parece que es posible que los mismos Hunters los que hayan interceptado vuestro mensaje y evitado que se divulguen noticias sobre su regreso"
Eso parecía tener cierto sentido en los jóvenes dragones, pero todos se habían percatado que nunca habían mencionado a los Hunters y también que Terrador había mencionado 'su regreso'. Esto, sumado a la mención previa de una batalla entre Ignitus y Goliat (que este último había mencionado) despertó la curiosidad en Spyro.
"Terrador, ¿ustedes saben quienes son ellos, verdad?" preguntó, "Ese tipo, el que nos dejó malheridos mencionó haber peleado con Ignitus..."
"Hum... Sí, creo que Ignitus me dijo que se llamaba Goliat" respondió Terrador, sentándose frente a sus estudiantes, "Jóvenes dragones, debido a los hechos acontecidos, debo contarles lo que sé sobre ellos, para que estemos todos prevenidos"
Los jóvenes dragones, sabiendo que aquello era importante, se incorporaron lo suficiente (aunque aún con dolor) para escuchar al viejo dragón guardián de la tierra.
"Como recordarán" comenzó, "Hace varias décadas, quizá hasta siglos (nadie lo sabe exactamente) Malefor, movido por los halagos y su deseo incontrolable de crear y controlar usando su poder, desencadenó las Guerras Oscuras. Normalmente, los dragones a pesar de tener poder no deseamos la guerra, exceptuando a Malefor, claro está. El caso es que el maestro oscuro necesitaba seguidores si es que quería reconstruir el mundo, ya que sería el solo contra un ejército de miles o millones de dragones (al menos al principio). Intentó primero con los troles y criaturas de los pantanos, pero estos eran toscos y sin capacidad para razonar. Entonces, encontró unos aliados potenciales en los simios, quienes antes de las guerras se dedicaban a robar, engañar, amenazar e incluso secuestrar dragones jóvenes, quienes aún no dominaban ni una pisca de sus poderes o que aún no habían ni nacido"
Jhonny pensó en silencio ante los actos de los simios: era similar al lado oscuro de la especie humana.... ¿terminarían las personas malas como aquellos simios?
"Sin embargo, aún había un gran defecto" continuó Terrador, "La alianza de dragones y topos aún los superaba en una cantidad triple. Fue entonces que empezó a darles un poco de sus poderes oscuros a los simios de mayor categoría: los más resistentes, salvajes o perversos. Y, de entre todos ellos, aparecieron Galu, como uno de los generales, junto a un grupo de élite... los que varios llaman Hunters, pero los guardianes los conocíamos como Los Cazadores de Dragones"
"Este grupo, al principio eran solo guerreros de élite... pero incluso los más poderosos dragones teníamos una que otra dificultad para derrotarlos completamente, y en muchas ocasiones, las peleas terminaban en empates. Pero... ellos eran diferentes: primero se dedicaron a robar minerales para forjar sus armas personales como acero y oricalco, lo que los hizo más peligrosos y difíciles. Ante ello, los guardianes de esa época: Ignitus, Cyril, Volteer y yo, por supuesto, libramos fuertes batallas en las cuales, si bien de improviso se escapaban, dejábamos sus armas con un daño considerable. Sin embargo, ellos no se rendían y poco antes del asalto al templo aquella noche... tuvimos a unos nuevos Cazadores, y nos dimos cuenta de que eran, tal vez, peores que el propio Malefor"
"¿Peores?" preguntó Sparx, "¿Qué puede ser peor que un dragón super poderoso y siniestro con poderes para destruir el mundo?"
"¿Quizá sujetos que puedan absorben esa clase de poder y usarlos para su propio beneficio?" argumentó Thorr, dejando a Sparx sin palabras.
"Eso es solo un parte de lo que eran capaces" retomó Terrador, "Antes del ataque del templo, recibimos noticias que algunos dragones habían desaparecido misteriosamente, entre ellos, los dragones de luz. Y no era solo porque el maestro oscuro los quería fuera del camino, sino que los Cazadores los secuestraban para experimentar dolorosamente con ellos"
"¿Experimentar?" preguntó Jhonny, asqueado, recordando a las personas que usaban animales para 'experimentar'.
"Sí, experimentaban como 'extraer' el maná de nosotros. Como no pueden recibir o percibir el maná, decidieron robarla; acto que nos resulta monstruoso: los dragones, como seres de esta naturaleza, no robamos el maná para fines tan egoístas; lo usamos y lo compartimos con la naturaleza, de forma recíproca. Cuando vimos lo que habían hecho, los enfrentamos con todas nuestras fuerzas y logramos herirlos de gravedad, pero se escaparon antes de que pudiéramos acabarlos. Sin embargo, en la pelea nos robaron una gran cantidad de energía y, debido a ello, no estábamos con las fuerzas necesarias para evitar el asalto del templo"
"Entonces... ¿ellos fueron los responsables?" preguntó Cynder, quien ya se había levantado levemente y trataba de caminar hacia ellos, aunque se tambaleaba.
"Cynder, ten cuidado..." le dijo Spyro al ver que aún estaba cansada.
"No te preocupes por mí, ya estoy lo suficientemente mejor como para caminar"
"Me alegra ver que estes bien heroína" le recibió Zoltian, "Te agradará saber que, gracias a tu fuerza, la ciudad se salvó. Pero te contaremos más los detalles luego. Por el momento, señor Terrador, prosiga con lo suyo"
"En realidad, ya no hay mucho que contar luego de la última vez que los vimos antes del ataque al templo" dijo Terrador, "Luego de eso, nos enteramos que ellos planeaban derrocar a Malefor. Sin embargo, pese a ser orgulloso, manipulador y ambicioso, Malefor no es tonto: vio el peligroso potencial de ese grupo, cómo ansiaban poder..."
Esas palabras le hicieron recordar a Spyro los comentarios del ermitaño del Valle de Avalar: Los Simios también habían servido al Maestro Oscuro, pero más por su propia codicia y sed de poder que por una verdadera lealtad hacia él. Así es como Malefor les pagó... condenado a permanecer en la oscuridad... alimentándose del poder de otros, sin nunca llegar a saciarse.
"...y me mandó a convertirlos en piedra cuando era El Terror de los Cielos" terminó Cynder, ante la sorpresa de los adultos y despertando a Spyro de sus recuerdos, "Ya anteriormente he tenido visiones sobre esos recuerdos, mis amigos me ayudaron a recuperarlos"
"¿Y has visto lo que pretendían usar con ese poder?" preguntó Terrador.
"No mucho, pero recuerdo que querían extraer algo de una fuente de poder en Malefor..."
Hubo un segundo de silencio, hasta que Terrador se miraba preocupado.
"Jóvenes dragones, como recordarán, el espíritu y corazón fuerte hace crecer nuestro maná" dijo, "Maná que compartimos con la naturaleza. Pero, en las criaturas vivas, nuestro maná fluye espiritualmente mientras el órgano más importante de todos siga palpitando..."
"El corazón" mencionó Jhonny, ante la sorpresa de muchos, "Sí, lo había leído en algunos textos"
"Sí, el corazón de un dragón no solo es el órgano que lo mantiene a la vida (como todos los seres vivos) sino una fuente de poder mágico interminable. Puede que estes agotado y cansado, como ustedes, pero si siguen vivos, vuestra magia permanece con ustedes. Y, si alguien usara ese poder para sus propios fines... nadie sabe las terribles consecuencias más allá de ser un acto horrible"
Otro segundo de silencio en que, incluso Sparx se veía impaciente por terminar aquella larga charla, pues le causaba algo de suspenso sin saber por qué.
"Entonces, ¿querían arrancarle el corazón a Malefor para tener todo su poder?" preguntó asustada Cynder, a lo que Terrador asintió.
"Pero Malefor ya está fuera de su alcance; al menos, por ahora..." dijo Ray, a lo que, nuevamente, Terrador asintió.
"Y solo hay un dragón púrpura en estos momentos..." inquirió Thorr, girando la vista hacia Spyro, a lo que todos también habían llegado a esa misma conclusión y también le observaban. Spyro, en ese momento, se sintió algo asustado.
"Ya..." dijo Sparx, "Ya sabía que este purpurito se metía en problemas... pero no en tan grandes"
"No temas Spyro" le tranquilizó Terrador, "Ahora que sabemos las intenciones de los Cazadores, tomaremos medidas y enviaremos exploradores a todos los rincones de nuestro mundo. Mientras, asignaremos escoltas en vuestro viaje hacia la última ciudad, Cavescity. Luego de ello, deberéis regresar a toda prisa al templo del dragón para planear el contraataque. Pero por ahora, descansen, jóvenes drag..."
"Un momento..." interrumpió Jhonny, dándose cuenta, "¿Dónde está Edel?"
"Si preguntas por tu noviecita, está afuera, en el otro lado de la cueva" dijo Sparx, "Se recuperó rápido y dijo que quería estar sola"
Jhonny no dudó e ignorando el dolor que atravesaba su cuerpo, se levantó con esfuerzo y se dirigió a buscar a Edel, decidido a encontrarla. El joven dragón salió de la cueva, sintiendo el fresco aire nocturno en sus escamas. La luna brillaba intensamente, bañando el paisaje montañoso con su luz plateada. Sus pasos eran lentos y cuidadosos debido al dolor, pero su determinación era más fuerte.
Al llegar al otro lado de la cueva, divisó a Edel sentada sobre una roca, su silueta iluminada por la suave luz lunar. La dragona parecía melancólica, con la mirada fija en la gema de su collar que reflejaba los destellos de la luna. Jhonny se detuvo por un momento, observándola, sintiendo un nudo formarse en su garganta. Reuniendo fuerzas, se acercó lentamente hasta que estuvo a unos pocos pasos de ella.
"Edel" dijo en voz baja, tratando de no sobresaltarla, "¿cómo estás?"
Edel levantó la mirada, sus ojos brillando con una mezcla de tristeza y sorpresa al ver a Jhonny.
"Jhonny..." murmuró, y la tristeza en su voz era palpable.
"¿Estás bien?" repitió con suavidad, tratando de no ser impertinente.
"Pues..." respondió ella con la misma tristeza, y procedió contarle lo que había escuchado a Xyron.
"¿No estarás pensando en vengarte, verdad?" preguntó él, muy preocupado por ella luego de que Edel terminara el relato del encuentro.
"Quisiera hacerlo, pero..." dijo ella, mirando su gema en su collar, "No sé si tenga lo necesario para hacerlo... me siento débil... ni siquiera Cynder y yo pudimos derrotarle. Aun así, quiero... quiero que pague por lo que le hizo a mi madre"
Jhonny se acercó un poco más, sentándose junto a Edel en la roca. La miró con seriedad y comprensión, sintiendo el peso de sus palabras.
"Entiendo cómo te sientes," dijo con suavidad. "Es decir, tal vez no lo he experimentado, pero sé lo que muchos sienten cuando pierden a alguien querido es una herida profunda, y querer justicia cuando estás frente al responsable, o peor, el culpable, es natural. Pero la venganza no siempre es la mejor solución"
Edel bajó la mirada, soltando la gema de su collar que rebotó con su pecho.
"Lo sé, Jhonny" dijo, soltando una lágrima e intentando limpiarla con su pata, "Pero cada vez que pienso en Xyron y lo que hizo, siento que necesito hacer algo. No puedo simplemente quedarme de brazos cruzados"
Jhonny suspiró, sintiendo la frustración y la tristeza de Edel resonar en su propio corazón.
"No estás sola en esto" le dijo, "Todos estamos juntos en esta lucha. Vamos a enfrentarnos a Xyron y los otros Cazadores, pero debemos hacerlo de la manera correcta, con inteligencia y fortaleza, no con odio"
Edel lo miró, sus ojos llenos de lágrimas que brillaban bajo la luz de la luna.
"¿Y si no soy lo suficientemente fuerte? ¿Y si fallo? Tal vez fue una idea tonta de que quería convertirme en guardiana para ser fuerte..."
Jhonny extendió una pata y tomó la de Edel suavemente.
"No es tonto seguir los deseos de tu corazón" le dijo él, "Y tú me lo hiciste saber cuando decidí quedarme. Y sé que eres más fuerte de lo que piensas y has demostrado una valentía increíble. Además, no estás sola. Nos tienes a nosotros"
Edel asintió lentamente, sintiendo el consuelo en las palabras de Jhonny.
"¿Puedo pedirte un favor?" le preguntó.
"Sí, lo que quieras" respondió él.
"Quiero que, la próxima vez que luchemos, me dejes enfrentarme a Xyron. No es motivo de venganza, solo quiero derrotarlo por la paz hacia mi madre"
Jhonny la miró por unos segundos hasta que dio un suspiro.
"No quiero que te pase nada" le dijo, "Pero yo no soy de los que obligan a sus amigos a estar cerca de él todo el tiempo o el que los abandona si es algo tan importante como esto. Te dejaré enfrentarlo, si me permites estar cerca de ti si me necesitas"
"Sí, gracias, Jhonny. No sé qué haría sin ti."
Jhonny sonrió, aunque el dolor aún estaba presente en su cuerpo.
"Pase lo que pase, no tienes que enfrentarlo sola" le dijo.
Jhonny se inclinó y apoyó su cabeza sobre la de Edel para consolarla. Ella, sintió una sensación de alivio y esperanza, derramando una lágrima no de tristeza... sino de alegría de que alguien respetara sus decisiones, pero se quede junto a ella en momentos críticos.
(Mientras tanto, en la cueva sombría de las ruinas del castillo...)
Morgaus estaba examinando la brillante gema que Xyron y Goliat habían conseguido.
"No está mal" les dijo, "Pero, aunque intentemos ir por el dragón púrpura aún nos falta la última pieza para crear la daga ceremonial. Y, ahora que ese Terrador nos ha vuelto a ver, será difícil encontrar a alguien que..."
"De eso no debemos temer, Morgaus" rio Xyron, "Parece cosa del destino... o de la suerte, pero creo haber visto la última pieza en nuestra visita"
"Así que eso era" le cuestionó Goliat, "Ya me parecía que actuabas raro desde que saliste de la cueva esa. ¿En qué parte lo viste?"
"No estaba en la cueva mi amigo troglodita. Pues resulta, que viaja junto al dragón púrpura..."
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