Capítulo 14: Hacia afuera del mar
"Si se debe adiestrar, necesitará algo como una pelota..." inquirió Jhonny, viendo lo feliz que estaba el Kraken.
"¡No, por favor!" suplicó Sparx, dentro de la esfera-burbuja, que sostenía Cynder, "No más juegos con ese pulpo."
"Sparx... creo que Jhonny estaba hablando de otra pelota..." le tranquilizó Spyro.
"Me parece que necesitará salir pronto de esa burbuja," dijo Ray.
"Thorr, ¿puedes crear una gran roca redonda?" le preguntó el sucesor de guardián de fuego.
"Cuenta con ello," respondió este, clavando sus garras en el suelo marino.
El maná del cuerpo del sucesor de la tierra corrió de su cuerpo hasta el suelo rocoso marino, dibujando un círculo en este
"Necesitarás más energía, creo," le dijo Spyro a Thorr, poniendo una pata en su hombro, "Usa algo del mío."
"Gracias, Spyro," respondió Thorr, sintiéndose más fuerte, "Bien, ahora apártense un poco"
Con todas sus fuerzas, impulsado con el maná de Spyro, Thorr reforzó sus músculos y empezó a sacar un enorme pedazo de roca marina, levantándolo y dejando atrás rastros de sedimentos y algas. Finalmente, Thorr la alzó por completo, revelando una esfera perfectamente redonda y enorme, luego, la depositó con un estruendo a su lado.
"Bien..." dijo el joven dragón, "¿Y ahora?"
Jhonny dibujó un extraño símbolo y exclamó: "¡Flexilis mutatio!"
El símbolo se combinó con la roca, transformando la dura superficie en una más blanda y flexible, dándole la consistencia de una pelota de goma.
"Increíble" comentó Cynder, tocando la piedra, "¡Es blanda! ¿Qué hiciste?"
"Un hechizo que cambia la consistencia a goma" explicó Jhonny, "Solo funciona con objetos"
"¡Bien!" exclamó Spyro, "Ahora llevémosla al Kraken"
Con cuidado, todos juntos empujaron la enorme pelota hacia el Kraken. Coral seguía cantando suavemente, manteniendo al gigante marino en un estado de calma. Luego, cuando esta criatura vio la nueva 'pelota', sus ojos se iluminaron con una alegría infantil.
"¿Creen que le gustará?" preguntó Lyra.
"De seguro que sí" respondió Edel con una sonrisa.
El Kraken movió sus tentáculos con entusiasmo y la atrapó delicadamente. Sus movimientos, que antes eran amenazantes, ahora eran juguetones. El enorme pulpo comenzó a mover la pelota de un lado a otro, claramente complacido.
"¡Lo hicimos!" exclamó Lyra, aliviada y feliz.
"Buen trabajo, equipo," dijo Spyro, dándoles una mirada de aprobación a todos.
"Coral, tu canto fue..." comentó Thorr, admirado, "Hermoso..."
"Gracias, Thorr," respondió Coral, sonrojándose ligeramente, "Me lo enseñó mi madre"
"Bueno, parece que ya tenemos un amigo nuevo," dijo Spyro, mirando al Kraken que jugaba alegremente con la pelota.
"Quizás ahora pueda dejar de pensar en Sparx como su juguete." bromeó Ray.
"¡Sí, por favor!" exclamó Sparx, finalmente relajándose, "Creo que ya he tenido suficiente acción por un día"
Todos empezaron a reír con aquella última broma.
(Un poco después...)
¿Qué tan diferente es llevar un perro a casa de llevar un Kraken a una ciudad marina de dragones? Pues bastante: el Kraken, como un perro agradecido y mimado, empezó a seguir al grupo de dragones, los cuales, sabiendo que este ya no tenía casa (quizá en parte por su culpa), decidieron llevarlo a la ciudad y al castillo de Draguamar. En un principio, la población se mostró asustada, pero entonces el canto de Coral les tranquilizó tanto como al Kraken, al que empezaron a ver de otro modo.
Cuando estuvieron cerca del castillo, el rey Aegir y su comitiva, con algunos soldados, salieron a su encuentro en la entrada. Los ojos del rey se agrandaron al ver al imponente Kraken detrás del grupo de jóvenes dragones, pero su expresión cambió a una de asombro y curiosidad cuando notó la calma del gigantesco pulpo.
"¡Jóvenes dragones! ¿Qué es esto?" preguntó el rey Aeigir, tratando de mantener la compostura.
"Majestad, encontramos al Kraken en la cueva" le dijo Spyro, "Pero logramos calmarlo y, bueno... parece que nos ha seguido hasta aquí"
"Y gracias al canto de Coral" aclaró Edel.
El rey Aeigir miró a Coral, cambiando su consternación (por la sorpresa inicial de haber llevado al Kraken), a un rostro de comprensión.
"Sin lugar a dudas, has heredado la bella voz de tu madre" le dijo el rey a su hija, "Y también su talento de canto mágico. Me llenas de orgullo hija"
"Gracias papá" sonrió Coral.
"Bueno... creo que deberemos irnos ya..." declaró Cynder a su grupo.
"¿Tan pronto?" preguntó Lyra, "¿Por qué?"
"Por el tiempo... calculo que tenemos menos de una hora"
"Vaya, tienes razón..." dijo Jhonny, quien llevaba el fruto que habían ido a buscar, "Pero primero..."
El joven dragón dibujó un símbolo de un objeto reflejado y exclamó: "Geminae"
De inmediato, el fruto se giró y luego otro idéntico apareció en la otra pata del joven dragón.
"Déjame adivinar..." dijo Ray, "¿Hechizo de duplicación?"
"Bueno, casi... hace un gemelo de un objeto" luego, le dio uno de los frutos a Thorr, "Todo tuyo, Thorr"
El joven dragón de tierra comprendió y se acercó a Coral, entregándole el fruto.
"Toma, seguro que lo necesitarán para su huerto" le dijo Thorr a Coral, "Además, creo que ya tienen un protector"
"Muchas gracias por vuestra ayuda" le dijo Coral, recibiendo el fruto.
"No digas eso, tú fuiste la que nos salvaste con tu canto. Y... bueno... yo... quisiera..."
"Descuida, sé lo a que te refieres, pero no puedes quedarte... y yo no puedo que ir mucho tiempo a la superficie... creo que lo entiendes"
El joven dragón de tierra se sintió apenado por eso. Sin embargo, y de improviso, la dragona le besó, haciéndole sonrojar.
"Pero estaré esperándolos en otra ocasión" le dijo, "Hasta pronto"
"¡Le diremos a Flopy que regrese aquí!" dijo Edel.
"Sí, muchas gracias"
Y, teniendo aquella última despedida con su posible alma gemela, Thorr acompañó a sus amigos de vuelta a la superficie. Lo último que lograron ver de la ciudad marina de Draguamar, fue a todos despidiéndose de ellos y más notoriamente al Kraken, quien seguía divirtiéndose con su pelota.
(Mientras tanto, en la superficie...)
"¡Aaahhhh!" estaba gritando Néstor, abrazando a Flopy, el delfín, quien estaba en la orilla de cueva marina, tan asustado como el topo.
¿Qué había pasado? Pues, el topo había terminado hace un tiempo con las reparaciones del barco y había estado jugando un poco con su alegre acompañante en lo que esperaban a los jóvenes dragones de su paseo submarino. De hecho, se había vuelto tan amigos que el delfín había atrapado un pequeño pescado para Néstor el cual, muy a su pesar, no pudo comer pues este era herbívoro. Si bien todo había pasado en completa tranquilidad, cuando Flopy fue en busca del pez, también fue detectado como la presa de un gran tiburón que le había estado siguiendo para cazarlo. Ahora, el delfín estaba acorralado en la cueva y su compañero topo, no queriendo dejarle a su suerte, estaba tratando de protegerle, sin mucho éxito de intimidar al tiburón.
Pero justo entonces... un estallido se escuchó y una gran cantidad de agua salió disparada hacia arriba, con el tiburón aún en ella. Cuando este empezó a caer de nuevo al agua, fue atrapado por Spyro y Jhonny; quienes le había atrapado desde la aleta caudal. Los demás salieron detrás de él, los efectos de las algas casi habían desaparecido por completo y ya casi no mostraban las aletas.
"Parece ser que llegamos a tiempo" dijo Cynder quien había emergido junto a Spyro y los demás. Luego, se volvió hacia Néstor y Flopy, "¿Están ambos bien?"
"Sí muchas gracias por su ayuda" contestó Néstor, "¿Todo bien con Draguamar?"
Cynder le mostró el amuleto con el sello de la ciudad, lo que indicaba que su misión había sido un éxito.
"Toma Flopy" le dijo Edel, arrojándole un pescado pequeño que ella misma había atrapado antes, "Ya puedes volver con Coral, te estará esperando"
El delfín, agradecido por la comida y, aparentemente, escuchando las indicaciones, se despidió con una risa típica de los delfines y se sumergió de vuelta a casa.
"A propósito de pescados y comida..." dijo Spyro a Jhonny, señalando al tiburón, "¿Qué se puede preparar con un pescado de este tamaño?"
"Humm... ¿Qué tal sushi de tiburón?" preguntó el joven dragón.
"No estaría de más aprovecharlo" comentó Ray, acercándose con una mirada decidida, "Podemos preparar un banquete con él."
"Estoy de acuerdo" dijo Lyra, "Un buen festín no estaría mal después de todo esto."
(Unos minutos después...)
Ahora, el Windheart volvía a surcar los cielos, con sus velas desplegadas y relucientes bajo el sol del atardecer. El casco de la nave, recién reparado, cortaba el aire con elegancia, avanzando hacia su siguiente destino con la majestuosidad de un dragón en vuelo. Las velas ondeaban con suavidad, impulsadas por una brisa favorable.
En el timón del barco, Néstor podía volver a tomar el control del barco. Mientras, en la cubierta del barco, los jóvenes dragones disfrutaban del delicioso sushi preparado por el joven sucesor de fuego. Por su parte, Sparx estaba descansando sobre un bollo suave, como si fuera almohada.
"¡Tengan provecho!" anunció Jhonny, colocando dos platillos más sobre la cubierta.
"Esto está increíble" comentó Ray, acercándose y tomando un rollo de sushi.
"Definitivamente, tienes talento para esto" agregó Edel, tomando un trozo y disfrutando del sabor.
"Nadie lo pone en duda" dijo Spyro con una sonrisa, "Aunque creo que tal vez alguien no tenga hambre..."
Con una mirada, señaló a Thorr, quien estaba en la cubierta del barco, aun mirando cómo se alejaban del océano. Ante la situación, Jhonny tomó un poco de sushi en un cazo y se acercó hasta su amigo.
"Hey, ¿te sientes bien?" le preguntó, "Ten, tienes que comer"
"No importa, Jhonny" le respondió este, "No tengo hambre ahora"
"Oye, tranquilo... volverás a verla, eso de seguro"
"¿Cómo puedes estar tan seguro? Yo debo vivir en la tierra y ella en el océano"
"Nada es imposible. Si no, ¿crees que estaría yo aquí con Edel? Si algo he aprendido, es que nada está escrito si se trata del corazón"
Thorr miró a su compañero, entendiendo que aún tenía un rayo de esperanza para volver a ver a Coral y, con los ánimos recuperados, regresó con el grupo, para disfrutar de la comida.
(Mientras tanto, en aquella cueva oscura...)
Malphas estaba usando un nuevo cetro que había forjado, el cual tenía engarzado el collar que le había quitado a Cynder, lanzando una energía oscura hacia dos de las siete estatuas. Lo estaba consiguiendo, pero se mostraba asimismo cansado por tal esfuerzo.
"Maldito dragón de fuego..." musitaba.
Finalmente, a pesar de todo el cansancio, consiguió liberar a sus dos hermanos, que vestían armaduras similares a las suyas. No obstante, ambos llevaban armas diferente: uno llevaba unas cuchillas de garras en las dos manos, con la izquierda con un pequeño orbe oscuro; mientras que el otro llevaba una doble lanza, igualmente decorada en el centro con el mismo tipo de orbe.
"Te tardaste, Malphas, y solo para sacarnos a nosotros dos" dijo el segundo.
"Sí..." dijo el primero, con una voz siseante y fría como serpiente, "Al hermano Xyron no le agrada que lo dejen para el final"
"¿Creen que no lo sé, Vorax?" se quejó Malphas, cansado como estaba, "Tuve que dar parte de mi energía vital, mientras que no contemos con magia de dragones, no hay otra manera"
"¿Y qué pasó con tu orbe?" le preguntó el de la lanza doble.
"Un dragón de fuego lo rompió, Draknar. Pude contener a todos esos dragones... incluso al dragón púrpura... pero ese entrometido... no sé porqué mi magia no le afectó"
"Un espécimen muy interesante sin duda... quizá podamos investigar cuando nos los presentes"
"Entonces, ¿sí iremos a jugar con ellos?" preguntó Vorax, en tono burlón.
"Por supuesto. No olvidemos que nuestro principal objetivo es toda la magia del dragón púrpura. Además, necesitamos bastante magia para despertar a todos junto con la llave de la traidora de Cynder. Pero lo más importante es que los adultos guardianes no nos descubran, o si no tendríamos la sorpresa de nuestro lado"
"En eso puedes estar seguro..." dijo Malphas, soltando de su mano un pajarillo de papel pergamino medio quemado.
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