Capítulo 12: En las profundidades

Una vez pasada la sorpresa inicial de que Coral era la princesa de Draguamar, hija del Rey Aegir, los jóvenes dragones, bajo la voz de Spyro, le explicaron el motivo de su visita, como los embajadores que buscaban unir las ciudades del reino de los dragones. El rey, a comparación del alcalde de Stonemere, era mucho más jovial, agradable y fácil de razonar, más aún con los que se habían vuelto tan amigos de su hija.

"Bueno, verán..." les dijo luego de haber escuchado sus argumentos, "Nuestro reino no ha tenido mucho contacto con vosotros los dragones que vuelan libremente por el cielo o con los topos. Sin embargo, creo que esta nueva alianza que vosotros nos ofrecen puede ser una gran oportunidad para abrir nuestras fronteras... aunque no podamos estar tanto tiempo en vuestro ambiente"

"¿No pueden estar mucho tiempo en nuestro ambiente?" preguntó Thorr, "Entonces, ¿tienen un límite de tiempo al igual que las algas?"

"Yo creo que quiere saber una forma para que Coral venga con él.." susurró Sparx a Ray, en forma de broma. Sin embargo, decidió quedarse callado al ver que Jhonny había girado la cabeza ligeramente.

"En definitiva, mi hija Coral ya les ha mostrado el efecto de las algas que les permiten andan en nuestro ambiente marino" continuó el rey, sin darse cuenta del incidente de la libélula, "Nos dedicamos a cultivarlos en nuestro huerto especial, para ocasiones especiales como vuestra llegada. De igual forma que esas algas, existen otras que nos dan vuestras habilidades para respirar en la superficie por el mismo tiempo"

"Entonces Majestad... ¿acepta la alianza con el resto de ciudades?" preguntó cordialmente Spyro.

La expresión del rey Aegir se iluminó con una sonrisa mientras asentía con la cabeza.

"Por supuesto, jóvenes dragones. Vuestra propuesta es más que bienvenida en Draguamar. Creo que es hora de que nuestro reino se una al resto de las ciudades en unión y prosperidad", respondió con determinación.

"Nos sentimos honrados de haber sido recibidos tan cálidamente en Draguamar, Majestad", expresó Cynder con gratitud.

"Esperamos poder contribuir al progreso y la armonía de su reino", agregó Edel, mostrando su respeto.

Los jóvenes dragones sintieron un alivio profundo al escuchar la respuesta positiva del rey, sabiendo que su misión había sido exitosa al menos en esa parte del reino. Acto seguido, el rey Aegir les entregó un amuleto con forma de concha plateada en el cual estaba cincelada la firma real; con este objeto, así como el pergamino que les había dado el alcalde de Stonemere, estaba asegurada la misión a Draguamar.

"Nos sentimos honrados de haber sido recibidos tan cálidamente en Draguamar, Majestad", expresó Cynder mientras recibía el regalo con gratitud.

"Esperamos poder contribuir al progreso y la armonía de su reino" agregó Edel, mostrando su respeto.

"Entonces... ¿ya se marchan?" preguntó Coral algo decepcionada porque sus nuevos amigos se retirarán. Esto también le llegó profundo a Thorr.

"Bueno... aún tenemos algo que hacer" dijo este.

"Es verdad" continuó Jhonny. Luego, se volvió hacia el monarca, "Disculpe, majestad... ¿podríamos preguntar si vosotros poseen un fruto llamado Marefructus Spiralis?"

Tanto los guardias del rey como este mismo se mostraron sorprendidos por al oír el nombre del fruto que buscaban sus jóvenes invitados. Estos, al notar las reacciones se preguntaron si mejor sería buscarlos por su cuenta o preguntarle a alguien más, hasta que el mismo rey les dijo:

"No tenemos ese fruto en nuestro huerto desde hace años porque es casi imposible de conseguir. Se encuentra en el lugar más peligroso del Océano Lunar: la gruta calavera"

Tan solo escuchar aquel el lugar los dos guardias mostraron un ligero estremecimiento, así como otros súbditos allí presentes.

"¡¿La gruta calavera?!" exclamó Coral, mostrándose igualmente preocupada, "Pero padre... ¡es el hogar del Kraken!"

"¿Qué es un Kraken?" preguntó Ray.

"Una criatura marina de leyenda, parecida a un pulpo o calamar" respondió Jhonny ante el asombro de todos, "Con sus poderosos tentáculos es capaz de hundir un barco en solo segundos"

"Hay que ver... siempre una criatura-monstruo que enfrentar..." musitó Sparx.

"Vaya, parece que estás bastante bien informado, joven dragón" le dijo el rey Aegir, "Sí, la criatura en un calamar tan grande como un dragón adulto. Recientemente, ha destruido una de las torres de vigilancia que queríamos colocar para aumentar la vigilancia alrededor y a las afueras de la ciudad"

"¿No será una criatura inocente pero traumada por algún tipo de malestar?" preguntó Cynder, recordando a la madre grifo.

"Pensamos lo mismo, pero cada uno de los dragones presentes en aquel momento intentamos usar nuestro poder acuático para comunicarnos, pero fue inútil. Es una criatura realmente agresiva y salvaje"

"Podríamos intentar nosotros..." sugirió Spyro, "Jhonny y yo tenemos la capacidad de comunicarnos con criaturas con maná..."

"Tengo el presentimiento que esta criatura es diferente Spyro..." le dijo Jhonny, "Sin embargo, trataremos de hacer lo que podamos como la última vez"

"Bien, si pueden derrotarlo o calmarlo, es suficiente para nosotros" declaró el rey, "Solo les pido, que traigan nuestra paz de nuevo al Océano Lunar. Les diré a unos guardias que los lleven..."

"Yo los llevaré padre" dijo Coral, ante el asombro de todos los presentes. El rey Aegir frunció el ceño, preocupado.

"Coral... entiendo tu deseo de ayudar a tus amigos..." le dijo su padre, "Pero esto es muy diferente la gruta calavera es un lugar extremadamente peligroso; y con una criatura como el Kraken... No puedo permitir que te pongas en riesgo de esa magnitud"

"No puedo dejar que vayan solos a enfrentarse al Kraken" Coral miró a sus amigos con determinación, "Además padre, ya no soy una niña pequeña para que solo me autorices misiones diplomáticas. He entrenado bastante y no puedo quedarme aquí y esperar mientras mis amigos arriesgan sus vidas"

"Señor, prometo proteger a Coral con mi vida" dijo Thorr adelantándose y poniéndose al lado de Coral, "No la dejaré sola en ningún momento".

El rey suspiró, mirando al joven dragón con una pequeña sonrisa, quizá reconociendo que había algo más que valor al decir esas palabras. Asimismo, los demás se adelantaron junto a su compañero.

"Señor, entendemos los riesgos" dijo Spyro, "Pero estamos juntos en esto. No dejaremos que nada le pase a vuestra hija"

El rey Aegir miró a su hija, viendo la determinación en sus ojos. Suspiró nuevamente, resignado.

"Muy bien, hija mía" dijo finalmente, "Pero por favor, manténganse a salvo"

(Unos minutos después...)

"Eso fue muy valiente" dijo Coral.

"Eh... sí..." intentaba decir Thorr, sonrojándose.

Sparx intentaba contener la risa de aquella pareja. Mientras, los jóvenes dragones nadaban hacia aguas más profundas, donde las piedras parecían más oscuras y solo había algunas algas sobre el terreno. Al lo lejos, la ciudad de Draguamar parecía un punto brillante en medio del horizonte oceánico y dentro de poco tiempo le perdieron de vista.

"Por cierto... ¿Cuánto tiempo nos queda bajo el agua?" preguntó Ray.

"Asumo que unas 3 horas más" respondió Jhonny.

"¿Será suficiente para batallar con una criatura como un Kraken?" preguntó Spyro, "Nunca he luchado bajo el agua"

"Tendremos que usar un plan, ya que estamos en desventaja" dijo Cynder.

"¿Estamos en desventaja?" preguntó Edel, "¿Por qué?"

"Bueno, en primer lugar, estamos yendo a su terreno. Luego está el problema que estamos en el ambiente marino, y no estamos acostumbrados a él todavía a excepción de Coral. Y, por último, los poderes de fuego de Spyro y Jhonny merman aquí"

"Oh... rayos, es verdad" dijo Jhonny al darse cuenta de aquella verdad. A modo de prueba, intentó canalizar fuego en sus garras, pero estas no lograban encenderse, "Bueno, entonces trataré de dar apoyo mágico o me dedicaré a buscar el fruto"

"¡Hay vamos!" exclamó de repente Sparx, poniéndose frente a ellos, "Seguro que será cocer y cantar. Después de todos, siempre salen victoriosos. Además, no creo que aquella gruta sea como lo describan y sean rumores locales..."

"Sparx..." intentó advertirle Spyro, pero este no hizo caso y continuó.

"... seguro lo de 'calavera' es una visión borrosa en el mar por muchas algas..."

"Sparx..." intentó advertir esta vez Cynder.

"...y seguro que el calamar ese sería un platillo que el rojito pudiera cocinar..."

"¡Sparx!" exclamaron todos, interrumpiéndolo. Luego, Spyro señaló adelante y la libélula se quedó boquiabierta.

Era claramente la Gruta Calavera y el motivo de ese nombre era obvio y aterrador: la entrada de la cueva estaba marcada por una gran calavera, cuyos huesos parecían haber sido parte de un monstruo marino gigantesco con dientes afilados en tiempos pasados; a su alrededor, restos de algas y percebes se habían adherido a la superficie ósea, dándole un aspecto aún más antiguo y sombrío.

"Bueno..." dijo Sparx girando su burbuja detrás de los jóvenes dragones, obviamente aterrado, "Creo que esta se los dejo a ustedes. Yo estaré esperando a que salgan"

"Un momento Sparx..." le detuvo Spyro, "No puedes irte, te necesitamos..."

"¿De verdad?" preguntó, sintiéndose conmovido de que realmente le necesitaran.

"Claro, esta misión no puede realizarse sin tu ayuda" le dijo También Cynder. De igual forma, Jhonny, Edel, Ray, Thorr, Lyra y Coral estuvieron de acuerdo.

"¿En serio?"

(Unos minutos después...)

Al adentrarse en la cueva, la luz del sol que se reflejaba a través del agua se desvanecía completamente, y medida que avanzaban más adentro, la oscuridad se hacía más densa y opresiva. Pero, como habían dicho Spyro y los demás, tenían a Sparx... como linterna.

"Me alegra ser de utilidad..." comentaba la libélula sarcásticamente.

"Tranquilo Sparx" le dijo Jhonny, "Ya reforcé tu burbuja para ser bastante resistente. Nada malo te puede pasar"

"Uff... gracias rojito"

"Si antes no nos encuentra el Kraken" bromeó Ray, lo que le hizo estremecer a Sparx.

Finalmente, después de navegar por un laberinto de pasajes estrechos y oscuros, llegaron a una bifurcación.

"Bien... ¿hacia dónde?" preguntó Lyra.

"Creo que por la izquierda" propuso Cynder.

"Y yo creo que por la derecha" propuso Edel.

"Bien... separémonos un momento entonces" opinó Jhonny, "Spyro, Cynder, Thorr, Coral y Sparx, vayan por el lado izquierdo. Edel, Ray, Lyra y yo iremos por la derecha"

"Es un buen plan, hagámoslo así" le apoyó Spyro.

"¡Eh! ¿y cómo vas a ver sin mí?" preguntó Sparx.

"Yo me encargaré" dijo Lyra, usando un poco de su maná para crear una pequeña esfera que daba tanta luz como Sparx, el cual empezaba a cuestionarse si fue buena idea dejarse convencer de ir con ellos.

Luego de separarse como hubieron acordado, el grupo del grupo liderado por Spyro, Cynder, Thorr y Coral avanzaba por el pasaje izquierdo, con Sparx nadando en su esfera nerviosamente frente a ellos, funcionando como una linterna. Rara vez, encontraban en las paredes agujeros que daban al exterior, pero eran solamente lo suficientemente grandes para pasar uno a la vez. Finalmente, llegaron a hasta un camino sin salida.

"Bueno, fin del camino" declaró Sparx, quien se había puesto más nervioso cada vez que iban más profundo, "Volvamos a las aguas más claras"

"Tal vez haya una cueva detrás de estas rocas..." sugirió Thorr, intentando acercarse a la pared, pero Sparx le detuvo.

"¡Hay vamos! Este es el fin..." dijo la libélula, tratando de convencer a los demás (sí que estaba asustado, "Miren"

Acro seguido, golpeó la pared con su burbuja (menos mal que Jhonny la había reforzado).

"¿Ya ven? No hay nada de qué preocuparse..."

Hay que aclarar que Sparx estaba de espaldas mientras decía esto. Ni bien se hubo girado para decir que 'no había por qué preocuparse' en la pared había aparecido un gran ojo amarillo con una pupila redonda...

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