Epílogo: Nuevas luces y un largo camino por delante

(Al día siguiente, por la tarde...)

Spyro estaba con Cynder las afueras de la ciudad, contemplando tanto el atardecer del nuevo reino de los dragones como las reconstrucciones superficiales de la cuidad: las torres, los muros, etc. A un lado, el recién ascendido jefe Magnus, estaba coordinando a los topos para evitar que un pedazo más de muro se caiga mientras recibían ayuda de Thorr.

"Parece que se toma en serio su ascenso" comentó Cynder con una risa.

"Sí, aunque se lo merece: sin él, quien sabe que nos hubiera pasado en la lucha" dijo Spyro.

Cynder solo suspiró mientras podían respirar el aire de la paz nuevamente. En todo lo que ha vivido en la oscuridad y la guerra, es revitalizante volver a sentir la luz y la paz en el aire. Ahora, finalmente si Malefor, la paz podría ser más duradera.

"¡Oigan chicos!" les dijo Ray.

"¿Qué sucede, Ray?" le preguntó Spyro.

"¿Saben algo? Hay un dragón que está buscándolos. Dijo que quería despedirse de ustedes antes de irse de viaje"

"¿Quién es?" preguntó Cynder.

"Soy yo" dijo una voz detrás de Ray. Al reconocerla, a Spyro y Cynder casi se les helaron la sangre.

Ahora no llevaba armadura, y sus cicatrices que tenía durante la batalla habían desaparecido. El resto de su aspecto era casi igual: sus cuernos curvados hacia atrás y su cola con cuchilla. Los frascos estaban vacíos, pero no había ninguna duda de que era Mercenario.

"¡¿Tú aquí?!" preguntó Spyro volviendo a alzar su maná. Ray se mostró sorprendido por la actitud de Spyro.

"Woah, tranquilízate Spyro" le detuvo Mercenario, "No vengo a causar problemas, lo prometo. Solo quería despedirme de ambos antes de marcharme"

"¿Cómo confiamos en ti?" preguntó Cynder también algo a la defensiva.

Mercenario no hizo ningún movimiento ni dio señales de querer alzar guardia, estaba completamente desprotegido.

"Si no me creen que estoy libre de la oscuridad, entonces mátame" dijo, "No me defenderé"

Tanto Spyro como Cynder bajaron su guardia. Parecía totalmente sincero.

"Sé... que hice y dije bastantes cosas malas" explicó el dragón, "Pero ahora que soy libre, solo quiero tomar mi propio camino"

Spyro y Cynder se miraron el uno al otro. El dragón púrpura entonces reconoció la redención de Mercenario y le dijo:

"Todos merecen una segunda oportunidad"

"Muchas gracias, Spyro" le dijo Mercenario, "En fin, fue un gusto verlos a ambos. Debo irme"

"Espera, ¿te vas?" le preguntó Cynder, "Habrá celebraciones en la noche"

"Aún no soy tan sociable. Digamos que aún me tengo que redimir muchas cosas más. Y, quiero hacerlo viajando por todas partes. No se preocupen, siempre sé que puedo encontrarlos en el lado de la luz"

Con esto, Mercenario estiró su pata hacia Spyro, quien sintiendo que era seguro, se despidió de él.

"Hasta pronto, Mercenario" le dijo.

"Hasta pronto, Spyro y Cynder" respondió el dragón negro, "Ustedes dos sí que forman una pareja incomparable"

Luego, extendiendo sus alas, se alzó en vuelo con dirección al horizonte. Cynder se quedó contemplando la escena, preguntándose si él también encontrará en sí mismo la fe de la confianza entre sus amigos.

"Seguro que será un gran amigo" le dijo Spyro, "Cuando vuelva, será bienvenido"

"Es por eso que me gustas" contestó Cynder, "Siempre crees en los demás"

(Por su parte...)

Sam estaba caminando de un lado a otro por el templo del dragón. Desde que había llegado, no podía creer lo mucho que el mundo había cambiado. Por ejemplo, luego de despertarse completamente curado de sus heridas, él había sido guiado por sus demás compañeros a un viaje de reconocimiento a los territorios llenos de luz. Como había vivido prácticamente en la oscura antigua Arboleda, era un sueño vivir a la luz del sol. De hecho, se habían divertido tanto hasta que se hubieron cansado. Ash, Rayla y Flint habían regresado a la ciudad, mientras que él (por obvias razones), se había quedado con Nina, Drago y Aurora en el templo.

En estos momentos, estaba dando una vuelta por la biblioteca solo, observando la cantidad de libros que había y cual sería interesante por comenzar. Estaba tan absorto que se tropezó con una cola de un dragón más grande.

"Oye, tranquilo Sam..." le ayudó a levantarse Jhonny, "Deberías estar más atento con tu entorno"

"Lo siento..." se disculpó Sam, "Solo quería ver un libro, aunque es difícil considerando que hay varios..."

"Si vieras la cantidad que hay en el salón del Cronista, agradecerías que haya solo esta cantidad. Además, ¿por qué leer un libro ahora cuando puedes ir a practicar Skyball con tus amigos?"

"Es que quiero aprender como jugar, tiene que haber un libro de eso, ¿no es así? No quisiera hacer el ridículo. Cuando estábamos peleando, sentí que podía hacer grandes cosas y ahora que todo se ha calmado... me siento como un novato..."

Jhonny suspiró mientras esas palabras le hacían recordar hace mucho tiempo.

"Tanto por ver y vivir... tanto que aprender y mucho por convivir..." le dijo, "Sintiéndose novato en todo. Sí, sé lo que es eso: no tenía la suficiente confianza de mis habilidades. No sabía volar, exhalar fuego, conectarme con mi maná y muchas otras cosas. Y ahora mírame, ¿crees que sigo siendo el mismo?"

"Bueno, yo soy el último dragón de luz..." le respondió Sam, "El último de mi especie"

"Un ser especial, lo sé. Pero incluso yo también lo era: soy un humano transformado en dragón"

"¿Humano?"

"Te lo contaré en otra ocasión, pero lo que importa es que me sentía diferente en muchas cosas. De ahí, mi desconfianza. Sin embargo, tenía a mis nuevos amigos para enseñarme. Todo lo que necesitas es dejar de pensar en fallar e intentar, y si no lo logras a la primera, siempre mereces una segunda oportunidad..."

Diciendo eso, sacó un libro de algún lugar y se lo entregó al joven dragón. Este tenía como título: "La fuerza del equilibrio, todos los elementos".

"Eres tan importante para tus amigos como para el equilibrio" explicó Jhonny, "Hablando de eso, ¿cuándo invitarás a mi hija a salir? ¿o es ella es la que te lleva de paseo?"

Sam se sonrojó. Si bien lo había considerado, no tenía algo especial para darle en una primera cita.

"Bueno, vera..."

"No es necesario que me respondas" le interrumpió, "Llévate esto"

Lo que le entregó es un brazalete de plata que simbolizaba dos dragones unidos.

"Una pequeña ayuda" dijo Jhonny guiñando el ojo, "No le digas a Aurora de dónde lo sacaste, ¿prometido?"

"Prometido. Gracias, maestro" le respondió bastante agradecido.

Con ello, salió de la biblioteca bastante feliz, mientras Jhonny le observaba. No muy lejos de allí, Edel le vio irse feliz.

"¿Le diste la ayuda necesaria?" le preguntó ella a su pareja.

"Siempre es necesaria" le respondió este, "En mi caso, tanto Spyro como Cynder fueron los que me ayudaron. Quería agradarte, pero era muy tímido"

"Ya no eres ese tímido. Un poco misterioso a veces, pero así me agradas" luego, su rostro cambió a preocupada, "Aunque... aún estoy sorprendida de que dos veces casi desapareces"

"En la primera, no podía permitir que te pase nada, y no me arrepiento de abandonar mi antigua vida para quedarme contigo. En la segunda, olvidar es mucho más doloroso que morir, preferiría morir otras mil veces más antes de olvidarme de ti o los chicos. Ese es mi camino y retrocederé a mi palabra"

"Te quiero, Jhonny" le dijo Edel.

"Y yo te quiero a ti, Edel" le respondió este, "Gracias a ti y a todos, mi vida tiene un propósito"

(Pov de Nina)

Sam acaba de salir del templo, listo para tener nuevas diversiones con sus nuevos compañeros. Afortunadamente, el campo de Skyball era de las pocas cosas que se habían mantenido a flote como el templo y Skycity.

"¡Oigan chicos!" les dijo el joven de luz, "Estoy listo"

"Ya era hora" le reclamó Nina, "¿Listo para jugar? ¿Encontraste el libro de reglas que necesitabas?"

"Bueno, la cosa es..." respondió este, quedándose sin palabras.

"Déjame adivinar" le dijo Drago, "No lo encontraste. Bueno, que se le va a hacer... hermanita, ¿quieres explicarle a tu novio las reglas?"

"¡Aaaay!" reclamó Aurora frustrada al mismo tiempo que se sonrojaba por lo molesto que se había vuelto su hermano, "¡Cómo te odio cuando haces eso!"

"Ahora sabes que no es gracioso. Además, sé que quieres hacerlo"

Sin reclamar nada, Aurora y Sam se dirigieron al otro lado del campo para que la joven dragona le explicara las normas al novato. Por su parte, Nina se quedó un rato con Drago.

"¿Vas a ser molesto todo el tiempo que los veas juntos?" preguntó.

"Umm..." respondió Drago como tratando de pensar, "Aún creo que me debe otras veinte veces que me molestaba a mi contigo, pero creo que puedo dejarlas pasar. Claro, si eso quieres"

Nina rió. Mientras veía la ciudad de Warfang en el atardecer, creyó ver a un dragón que se iba de la ciudad y a sus padres muy cerca de la salida.

"Es bueno que los tiempos de paz hayan vuelto de nuevo" comentó Nina, "¿Aun crees que haya más enemigos que Malefor?"

"De eso no estoy seguro" respondió Drago, "Pero últimamente escucho más atentamente las lecciones de mi padre: 'El pasado es historia, el futuro es incierto, pero el hoy es un regalo'. Lo que significa que debemos disfrutar la paz por ahora. Y, cuando el tiempo llegue, estaremos listos. ¿Recuerdas? Amigos un día..."

El joven dragón levantó su pata izquierda mientras señalaba su garra. Nina comprendió entonces.

"...amigos toda la vida" completó ella juntando su garra con la suya.

Detrás de ellos, Aurora pareció dar un grito y luego se puso a abrazar a Sam de felicidad.

"Creo que ellos también serán muy buenos amigos" comentó Nina.

Drago no dijo nada, solo sonreía por la felicidad de su hermana menor.

(Pov de Ash)

Por su parte, Ash y Rayla se acababan de despedir de Flint, quien se había ido con su familia recién mudada desde Cavescity. Ya solos se atrevió a preguntarle a Rayla:

"Y bueno...la guerra ya acabó, ¿tienes algo que hacer estos días?"

"¿Eh? ¿Por qué lo preguntas?" preguntó ella.

"Bueno, suponiendo que no tengas nada que hacer, ¿te gustaría que saliéramos algún día?"

"Y ahora, ¿por qué ese cambio? Pensé que estarías esforzándote por vencer a Drago..."

"Naa... ya me aburrí de pelear. Además, Drago anda con Nina; y ahora Aurora está con el nuevo. Entonces, pensé en un cambio. No tiene nada de malo, ¿verdad?"

Rayla rió levemente por eso.

"Yo en cambio, me di cuenta cuando Nina me venció la primera vez" respondió ella, "En fin... si tanto interesa tu nuevo cambio, solo te diré que no tengo nada pensado para estos días. Me encantará salir contigo"

(Por la noche...)

Una lluvia de fuegos artificiales (fabricadas con la colaboración de los topos) ascendió al cielo desde la ciudad de Warfang. Todos los habitantes de la tierra de los dragones podían verlas desde grandes distancias. Y no solo había fuegos artificiales en Warfang, sino también en Cavescity, Skycity (que era otro de los lugares que también estaban en el aire), el congelador de Dante (por fortuna se pudieron encender a pesar del frío), LunaVillage, SilverScale y WildForest.

"¡Eh!" dijo Sparxs quien había llegado con un grupo de libélulas a las celebraciones de la ciudad, "¡Esto sí que es una fiesta!"

Spyro miraba las luces que ascendían: finalmente había acabado todo. Y, lo más importante fue que, al ver a su hija y todos sus amigos, también había nuevas luces que brillaban en la tierra y aún tenían un largo camino por delante...

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