Capítulo 7: La reunión del Gran Consejo
(Al día siguiente...)
El sol empezaba a asomarse por el horizonte, iluminando el cielo de un amarillo intenso para dar inicio al nuevo día... para Spyro y los demás, esperaban que no fuera el último. Afortunadamente, luego del ataque al templo del día anterior, no ocurrió nada más en toda la noche.
Drago se levantó primero que todos y se dispuso a tomar algo de aire fresco. Mientras veía todos los paisajes del reino de los dragones, se puso a mentalizar lo que se cernía sobre ellos: la guerra final contra el maestro oscuro. La última vez que lo enfrentó, había poseído a Nina y los hizo pelear el uno contra el otro... ¿cómo podrían vencerlo esta vez?
"Es normal ponerse nervioso, Drago" le dijo su padre, dándole un pequeño susto, "La guerra es diferente a una simple lucha: es para decidir el destino de muchos, y no solo el tuyo mismo"
"Papá, ¿por qué la guerra te sienta mal, pero estás dispuesto a enfrentarla?" preguntó Drago.
"Si hubieras aprendido lo que yo aprendí en su día, también la repudiarías: muertes, torturas, discriminación, esclavitud, y muchas cosas más. Y todo... ¿por qué? Riquezas, territorios, deseo de poder, odio que genera más odio. Cosas tan vanas que cegaban y vieran la realidad que todos compartíamos la vida..."
Hubo un minuto de silencio, hasta que luego dijo:
"Pero esta guerra es para evitar que esa oscuridad que aún percute en mi mundo se extienda hasta este. Esto es para evitar que la oscuridad gane: la guerra entre la luz y la oscuridad"
"Y, ¿tenemos que superar nuestras pruebas para poder ayudar?" preguntó Drago.
"Se dice que, para enfrentar la oscuridad exterior, se necesita primero enfrentar la interior"
"Y, ¿cómo la enfrentaste tú?"
Jhonny dio un largo suspiro recordando aquello.
"Después de que fuéramos los designados por los anteriores guardianes" dijo, "Enfrentamos las otras pruebas... En mi caso, vi mi oscuridad: me vi... como un humano otra vez"
"¿Y que tan malo fue eso?"
"Fue horrible, duro y me hirió el corazón. Mi oscuridad me hablaba que era humano y nunca podía ser como un dragón... era una tortura para mí: tanto había luchado y compartido, pero allí estaba, echándome en cara quien era..."
"Y, ¿cómo ganaste?"
"Me acepté a mí mismo: quizá no era dragón, quizá tampoco era humano... era yo mismo. En ese instante, mi sombra se transformó en dragón también y luchamos. Fue una batalla que casi pierdo, pero sabiendo que quería ser quien yo era y sabiendo que tu madre me amaba, no me pude rendir... y ahí fue donde descubrí la esencia de mi maná"
"Entiendo, pero... sé que no soy el mejor alumno en comparación de Aurora, pero quisiera tener una explicación más sobre eso que llaman la esencia del maná"
"De acuerdo, pero espero que no te quedes dormido, ¿vale?"
"Vale"
"Está bien. Como ya les enseñamos, el maná es la principal fuente de energía para los espíritus de la naturaleza. Es producida por el mundo y actúa como la fuerza vital del planeta, hasta ahí claro, ¿verdad?"
"Sí"
"Bien, como ya lo habrán notado, en batallas anteriores, las gemas espirituales brindan esa energía y a veces podemos encontrarlas en grandes cantidades. Sin embargo, reponerlo completamente una vez que se ha agotado requiere de una cantidad considerable de tiempo. Las gemas espirituales no salen de la tierra así porque así"
"Bueno, nosotros tenemos toda una cámara de ellas"
"Es cierto, y es usada en casos de agotamiento extremo. Pero, como dice la regla número tres del maná, el espíritu del guerrero la hace crecer. Eso es porque también somos parte de la naturaleza. Sin embargo, a veces lo ignoramos, y solo unamos una pequeña cantidad de ella"
"Y... ¿usarla con todo su poder es encontrar la esencia de la misma?"
"Así es. Si tengo que comparar a los humanos con los dragones habitantes de este mundo, es que se parecen la posesión de los sentidos: vista, oído, gusto, olfato y tacto. Luego, el sexto supera la percepción: allí es lo que permite hacer uso del maná, aunque muchas culturas lo llaman por otro nombre: chakra, energía, vitalidad, etc..."
Hubo un silencio de unos segundos.
"Pero, cuando extiendes tu mente a capacidades mucho más allá de esos límites, es porque alcanzaste un nuevo sentido: el séptimo sentido"
"¿Séptimo sentido?" preguntó Drago.
"Para ello se debe ir más allá del límite, aunque sea por un momento..."
"¿Eso es lo que haces cuando usas el dragón ardiente?"
"No solo yo: Cynder, Ray, Thorr y Edel también pueden. Con Spyro creo que también lo viste el día de ayer... no se llega a ser guardián con solo dominio del elemento, maniobras de vuelo y demás..."
"Woah..."
El sol ya casi estaba en lo alto.
"Ve y despierta a tus amigos, nos iremos en treinta minutos"
(Minutos después...)
Con Flame y Ash de vuelta en el templo. Todos se reunieron en una sala, preparados para partir.
"Listo, nos vamos" dijo Nina, lista para desplegar sus alas.
"Alto, Nina" le detuvo Spyro, "No pueden irse así nomás... Tenemos algo para ustedes..."
Jhonny caminó hacia una pared de la sala y empezó a tantear la superficie. De repente, una pared de la pared se hundió y reveló una habitación provista de armaduras como las que se usaron en la última guerra.
"Nunca pensé que se tendría que abrir esta habitación" comentó, "En fin... con los Oscuros sueltos sin saber cuándo ni dónde atacaran, debemos estar listos para lo que sea. Ahora, todos a armarse se ha dicho"
Como era de esperarse, los jóvenes dragones se probaron las armaduras: brazaletes, cascos y armaduras para la cola. Cada uno se puso una armadura que encajaba con sus colores: Nina una armadura oscura, Drago y Ash usaron armaduras con motivos dorados y naranjas, dando la impresión de fuego, Rayla una con motivos dorado-amarillos dando la impresión de rayos, Aurora usó una armadura de plata-celeste y Flint una con colores verde-marrón.
"No se confíen en que por tener una armadura son más fuertes" les recomendó Thorr, "Los Oscuros son impulsados por la oscuridad de su corazón, y la única forma de vencerlos es llegando más allá de donde su mente puede llegar"
Todos escucharon las palabras y, cambiando sus rostros alegres de recibir unas armaduras por unos de seriedad, se dispusieron a encaminarse hacia su próximo desafío: la Cueva del Reflejo debajo del congelador de Dante.
(Mientras tanto...)
Spyro, Cynder, Flame, Jhonny, Edel, Ray, Thorr volaban en dirección a Skycity para la reunión con el gran consejo. El templo del dragón había sido reforzado con un hechizo de alto nivel al que solo un guardián podía acceder, además de un par de centinelas.
"¿Crees que Nina estará bien, Spyro?" preguntó Cynder algo preocupada.
"Seguro que sí, Cynder" le contestó este, "Todos juntos pueden vencer a uno solo de los Oscuros. Debes tener confianza en ella"
"Sí es verdad. Lo siento, es solo que... nunca pensé que ella tuviera que estar en una guerra... no me parece nada bien que nuestra hija... Bueno, ya sabes..."
"Te juro Cynder, que esta vez acabaremos con Malefor de una vez y para siempre"
"Gracias, Spyro. Significa mucho para mi"
"¡Skycity a la vista!" gritó Ray.
Skycity (también conocida como ciudad de los cielos) era igual o incluso más grande que Warfang. Los edificios estaban construidos de mármol, piedra pulida, pilares de cuarzo y algunas partes de oro o piedras brillantes. Todas las casas, sin excepción, estaba elaboradas de los mismos materiales. Sin embargo, había habido un problema: una parte de la ciudad donde había escombros estaban siendo reparada.
"Otro ataque de los Oscuros" comentó Thorr, "Dios, ni siquiera tienen respeto por la ciudad del consejo"
"Bueno, sus corazones están repletos de oscuridad" explicó Jhonny, "Dudo que muestren respeto por algo..."
"Sí, es cierto..."
El lugar destinado para la reunión era la gran cúpula en el centro de la ciudad. Muchos dragones de diferentes ciudades o pueblos ya se estaban reuniendo. Una vez todos aterrizaron, los recibió un viejo topo.
"Bienvenidos" les dijo, "Maestros Spyro, Flame, Jhonny, Ray y Thorr; y también las maestras Cynder y Edel... los estábamos esperando, la reunión del gran consejo dará inicio en unos minutos"
"Muchas gracias, Tidus" le contestó Jhonny. Luego, se volvió hacia sus amigos, "Vamos, entremos"
El interior era más parecido a un palacio de mármol con un techo de cristal. A su alrededor, había varias piedras doradas que se iluminaban si era de noche. A medida que los siete avanzaban por el pasillo principal, podían ver varias estatuas de dragones que habían sido conocidos en el pasado. Una de ellas, para la sorpresa de Spyro, representaba a Ignitus. Frente a ellos, una gran puerta se alzaba frente a ellos.
A penas estar parado frente a ala puerta, esta se dividió a los lados como las puertas del templo. El interior era una sala redonda, en la cual varios asientos estaban dispuestos en filas de la misma forma, cada uno con un símbolo que representaba la ciudad a la que pertenecía, eso quería decir que había varios representantes por lugar. En el medio, era el lugar que ocupaban los dragones más ancianos. Cerca del centro, un lugar estaba dispuesto para Warfang: Cuatro lugares para los cuatro guardianes y otros tres a su lado para Spyro, Flame y Cynder.
Había que mencionar, que varios de los lugares estaban ya ocupados. Algunos ya eran conocidos por el grupo, pues habían venido allí en varias ocasiones. En representación a las Ice Islands, estaba Frost (quien les hizo una seña de saludo desde su posición), ya que había sido enviado por Cyril debido a que este estaba guiando a los jóvenes dragones en el congelador de Dante, y un par de dragones de hielo más. Otro conocido era Terrador.
"Terrador, que gusto es volver a verte" le saludó Spyro.
"A mi también me alegra de verlos" les dijo, "¿Cómo estás Cynder? ¿Nina está bien?"
"Sí" respondió ella, "Ha ido al congelador de Dante en este momento"
Antes de continuar, cuatro dragones ancianos entraron al salón. Entonces, sabiendo que la reunión iba a comenzar, todos se dirigieron a sus lugares. Una vez todos reunidos, se procedió a hablar del tema. Uno de los ancianos dragones (un dragón de fuego llamado Flavius), empezó a hablar:
"Gracias a todos por estar presentes en esta reunión sumamente importante. Especialmente a los héroes de la anterior guerra y los guardianes..."
Los siete de ellos hicieron una leve reverencia de agradecimiento.
"... lamentablemente, nos encontramos en una situación bastante comprometedora: la oscuridad se cierne nuevamente sobre los reinos. Ayer por la tarde nuestra hermosa ciudad ha sufrido un ataque violento de unas criaturas pertenecientes al ejército oscuro de la anterior guerra..."
Un murmullo se corrió entre los reunidos. Por un instante, varias miradas dudosas recayeron en Cynder, pues ella antes pertenecía al ejército oscuro, esto la hizo sentir un poco despreciada. Spyro iba a protestar, pero Jhonny le detuvo mientras le decía:
"Tranquilo, Flavius también confía en Cynder"
Spyro se calmó un poco. Para su tranquilidad, luego de el murmullo, Flavius continuó:
"Sé que muchos tienen dudas, pero los más ancianos tenemos confianza en nuestra invitada, Cynder. Pues colaboró con la derrota del Maestro Oscuro y la salvación del mundo... Sin embargo, quisiéramos conocer cuál es la amenaza actual..." se giró para mirar al grupo, "¿Maestros guardianes, nos pueden explicar mejor la situación?"
Como uno de ellos debía explicar, todos dispusieron a Jhonny. Al ser él el líder de los guardianes, debía tomar aquella responsabilidad (aunque en el fondo se sintiera un poco incómodo).
"Maestro Flavius, compañeros del consejo... En efecto, tenemos una amenaza: Malefor no está muerto..."
Luego de la explicación de todos los sucesos acontecidos hasta el momento, hubo un nuevo recorrido de murmullos entre los miembros del consejo. Después, otro de los dragones ancianos, Sephton, se levantó para preguntar:
"¿Cómo es posible que Malefor obtuviera nuevos aliados? ¿Quiénes son estos 'Oscuros'?"
"Por la información que hemos obtenido de uno de ellos" continuó Jhonny, "Son almas de otro mundo que han permitido que la oscuridad devore sus corazones. Sus emociones negativas los incitan y hacen crecer esa oscuridad, permitiendo que Malefor les haya dado poderes"
"De casualidad, ¿conocen de que mundo proceden?"
"Así es. De un mundo habitado por criaturas llamadas humanos"
Otro de los dragones ancianos, Salem, se levantó para preguntar:
"¿Cómo podemos asegurarnos que todo ese mundo no se ha puesto en disposición del Maestro Oscuro? Podría suponerse que la amenaza sea mucho mayor"
"Les aseguro, antiguos maestros, que solo son actos causados por algunos. No todos los habitantes de aquel mundo poseen oscuridad en sus corazones, también existen quienes portan luz para ayudarse entre ellos"
"Si es así, quisiéramos hablar con uno de los seres que habitan en ese mundo. Un ser de los que usted menciona, para tener una confirmación más clara de que no todos son así. De no ser así, no solo deberemos librar una guerra contra los oscuros, sino también contra los humanos"
Spyro, Cynder, Edel, Ray, Thorr, Flame, Terrador... todos miraban a su compañero esperando que no dijera nada sobre ello. Spyro intentó hablar:
"Con todo respeto, antiguos maestros..."
"No, Spyro..." le detuvo Jhonny, "Es cierto, necesitan saber... Está bien, antiguos maestros, deben saber... que están hablando con un habitante de eses mundo. Antes, fui un humano"
Varios murmullos recorrieron la sala, aún más fuertes que los anteriores. El grupo estaba preocupado por su compañero. Flavius, levantó una garra y se hizo de inmediato silencio.
"Guardián del fuego, Jhonny" dijo, "Si es cierto que viniste de este mundo, has guardado este secreto de tus compañeros del consejo y eso ameritaría un castigo... Sin embargo, debido a que también hemos tenido dudas con la señorita Cynder y también has demostrado ser un guardián muy eficiente y creativo para reconstruir un mundo que no es tu mundo natal, se te absuelve de esconder secretos y... se te nombrará a ti y tus compañeros como generales en esta guerra oscura"
Hubo un sonido de júbilo entre los presentes. Spyro y los demás se acercaron y también recibieron sus títulos de generales.
(1 hora más tarde, afuera de la catedral...)
"Oye, lo siento" dijo Thorr, "No debí dejar que hablaras todo ello ni revelaras tu secreto"
"Algo me dice que las cosas no volverán a ser como antes" inquirió Spyro.
"Tal vez, Spyro" le contestó Jhonny, "Pero si es cierto que tengo una parte dragón, no puedo vivir sin serle sincero a mis amigos y compañeros. Además de que, como guardián, ese es mi deber"
"Más que guardián, ahora eres general" dijo Edel, "Bueno, todos lo somos"
"Bien, entonces..." dijo Cynder, "¿Qué hacemos ahora?"
Jhonny pensó un momento y luego dijo:
"Reunamos a todos los ejércitos de las ciudades más cercanas, comenzando con Skycity. Si algunas dragonas o dragones desean proteger a los más jóvenes, que se enlisten en junto con un grupo hacia LunaVillage, uno de nosotros los protegerá para que lleguen a salvo"
Todos asintieron, responsabilizándose de sus nuevos deberes.
"Bien, si Maleforquiere una última guerra, se la daremos" dijo Spyro, bastante decidido
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