Capítulo 30: Vínculo inquebrantable
(Un poco antes...)
Edel y Cynder continuaban su lucha contra el maligno Darkcel y su ejército de generales no muertos. La lucha estaba empezándole a ser más complicada. Por un momento, Cynder pudo percibir grandes cantidades de maná de tierra y electricidad ser liberadas. Edel también lo percibió.
"Dos Oscuros han caído ya" le avisó Edel a Cynder, "Solo quedan tres"
"¡Cuidado!" gritó Cynder.
Skabb (o al menos, su resucitado) estaba a punto de cortarle el cuello a Edel, pero...
"¡Cuchilla congelante!"
Aurora llegó y defendió a su madre con su propia cola transformada en una cuchilla de hielo. Edel estaba a salvo y también muy feliz de ver a su hija. Sin embargo, solo había detenido la asestada de Skabb cuando Asther se le lanzó con su hacha.
Hubo un sonido del chocar del metal contra el metal... pero el último metal era un metal irradiado por luz: el hacha estaba clavada en la armadura blanca de Sam, pero por fortuna, esta última era bastante resistente.
"¿Este sujeto otra vez?" preguntó Sam reconociendo al simio resucitado, "¿No tuvo suficiente la primera?"
Al ver a los intrusos, Darkcel le ordenó tanto a Simian como a Galu que también atacaran. No obstante, los demás jóvenes dragones también llegaron y les hicieron retroceder.
"¡Colmillo relámpago!"
"¡Bombardero terrestre!"
"¡Cometa dragón!"
"¡Sombra dragón!"
Los cuatro golpes les dieron a los dos enemigos, pero no les hicieron daño aparente porque técnicamente ya estaba muertos.
"¡No podrán destruirlos!" se jacto Darkcel, "Y es más..."
Volviendo a emanar maná hacia la tierra, invocó a más criaturas resucitadas: Trolls, orcos, grublins... parecían ser como los que luchaban en esos momentos con el ejército, pero tenían el mismo aspecto horrible de los generales simios. Por su parte, Sam emanó maná y con un forcejeo, logró zafarse del arma de Asther.
"¡Extinción estelar!"
Los rayos de luz impactaron directamente en el simio resucitado. Al contacto, su cuerpo no solo recibió daño, sino que cada una de las partículas de su cuerpo comenzaron a arder y le hicieron gritar de dolor. Los demás vieron aquello y llegaron a una conclusión...
"¡Luz!" exclamó Aurora, "¡La luz los destruye! Bien hecho, Sam"
"Maldición..." dijo Darkcel y tomando vuelo tratando de escapar. Cynder voló tras él.
"Cynder y yo nos ocuparemos de él" dijo Edel, "Jovencitos, encárguense de los resucitados"
"Descuide maestra" contestó Nina.
Entonces, Edel acompañó a Cynder a través del campo de batalla persiguiendo a Darkcel. En más de una ocasión, estuvieron a punto de ser aplastadas por un troll, pero lograron salir con vida. Sin embargo, cuando el campo estaba despejado, Darkcel parecía haber huido.
"¡Ataúd infernal!"
Cynder empujó a Edel justo antes de ser encerrada en una caja negra y a su vez, fue cubierta de cadenas negras. Dentro, la dragona intentó utilizar su elemento de sombra para escapar, pero la caja no permitía el escape.
"¡Cynder!" gritó Edel al ver lo que había pasado. Intentó usar su cuchilla de hielo para liberarla, pero Darkcel la detuvo:
"Si lo haces, también la destruirás a ella" le advirtió.
Edel detuvo su ataque y volvió su vista hacia Darkcel., quien tenía el cuerpo rodeado de energía eléctrica oscura, lo que indicaba que estaba usando bastante poder. La guardiana no tenía otra opción: ahora era un uno contra uno e iba en enserio.
"No re dejaré que le hagas nada..." le dijo Edel.
Darkcel suspiró ante esas palabras y luego dijo: "Ya escuché eso antes... me lo dijo mi expareja..."
Edel no entendió, pero estaba atenta a cualquier movimiento del enemigo.
"Mi pareja iba como quiera y donde quiera sin mi autorización" continuó Darkcel, "Un día la vi con otro... me enojé y lo masacré... era su hermano en realidad y estuve en la cárcel por mucho tiempo. Pero luego la maté por culparme por lo sucedido: ya no creo en el amor, está tan muerto como ella y como estos seres que salen de la tierra"
"¡Estás loco!" le gritó Edel, "Estoy seguro que lo que demostrabas no era amor, sino unos celos estúpidos de alguien que solo quiere todo para él. Al no tenerlo, decidiste que nadie lo tendría más e hiciste tal crimen. Si realmente le hubieras amado, te hubieras alejado de ella"
"¿Y dejarla por lo que ella me hizo?" respondió Darkcel con los ojos brillantes de rojo odio y emitiendo un aura oscura, "Nunca perdonaré a los que me traicionan..."
La presencia cercana del maná oscuro de Darkcel era agobiante... era como estar a mucha altura y con poco oxígeno.
"¡Destino final!"
El maná se proyectó en diez cráneos espectrales que flotaban en el aire alrededor de ellos. Luego, de sus bocas salieron cadenas verdes que enredaron a Edel desde el cuello hasta la cola.
"Las mujeres creen que saben sobre el amor..." le dijo Darkcel, "Pero no saben nada... no saben lo que los hombres sentimos con dolor y cuando nos rechazan... es mejor dar muerte a lo que nunca se hará..."
"Te equivocas" le respondió Edel intentando liberarse.
"¡Cállate! ¡Descenso a la muerte!"
De los ojos de los cráneos, salieron fantasmas con las mismas formas, pero como fantasmas y la estaban encerrando en una nube verde de muerte.
(Por mientras...)
Nina, Aurora, Rayla, Ash, Flint y Sam habían acorralado a todos los resucitados y solo quedaba una cosa por hacer...
"Todo tuyo, compañero" le dijo Flint a Sam, mientras usaba su poder de tierra para retenerlos.
"¡Meteoros fulgor!"
La ráfaga de rayos de luz derribó a los resucitados con gran velocidad y se desvanecieron en el aire como una hoja haciéndose cenizas. Cuando pudieron respirar tranquilos, Aurora percibió un maná de fuego extremadamente potente en dirección este (tanto los dragones de hielo y fuego tenían la capacidad de sentir cambios repentinos en la temperatura), y por donde habían ido su madre y la de Nina, un maná de hielo siendo tragado por uno de oscuridad.
"¡Mamá!" gritó Aurora al darse cuenta. Sin perder tiempo, ella voló en su dirección. Los demás también le siguieron.
(Regresando...)
Las tinieblas cubrían a la guardiana del hielo, nublándole la vista. Edel tenía el terrible presentimiento que ella iba a morir y luego también Cynder...
(Flashback)
Hace años, cuando entrenaban, todo su grupo se habían separado para entrenar individualmente con maestros de los elementos: Thorr con Terrador, Ray con Volteer, Cynder con Cynthia y, por ser un caso especial, Spyro y Jhonny con Ignitus. Por su parte, Edel lo hacía con su padre Cyril pues él era el guardián del hielo en ese entonces. En un momento de descanso, ella observó la estatua de su madre con suma felicidad.
"¿Extrañas a alguien, hija?" preguntó Cyril, "¿Es acaso tu madre o tu joven amigo?"
Edel se sonrojó.
"A ambos. Cuando veo la estatua que le hiciste a mamá, me pongo a pensar en ese vínculo que me hablaste" respondió, "Si yo no me hubiera distraído, quizá Jhonny estuviera devuelta en su mundo... ¿se habría olvidado de mí?"
Cyril solo rió un poco.
"No lo creo" le respondió, "El amor es un don especial: la estatua que le hice a Eira no importa realmente. Si un calor extremo la derrite o si es destruida, como ya sucedió durante el cataclismo de la era anterior, se puede reconstruir. Pero el lazo que te une con el que más quieres viene del corazón y es más inquebrantable que el hielo más duro"
"¿Entonces crees que todo irá bien?"
"No necesito ser maestro para tener esa respuesta..."
(Fin del flashback)
Darkcel solo se reía mientras los espectros cubrían a Edel completamente. Mientras tanto, Cynder luchaba por salir del ataúd.
Pero de pronto, el ambiente comenzó a sentirse más frío y pequeños pero varios copos de nieve empezaban a caer. Darkcel no comprendió el cambio de clima repentino hasta que la nube de espectros se transformaba en nieve blanca y las cadenas en hielo. Ese mismo hielo se estaba expandiendo hasta los cráneos.
Finalmente, bajo una explosión de hielo y nieve, Edel se liberó descendiendo al suelo mientras su maná congelaba todo a su alrededor.
"No..." le dijo Darkcel, "¿Cómo escapaste...?"
"Tú eres el que cree saber que amar es tenerlo todo para ti" le contestó Edel, "Pero no eres más que un loco con un problema de celos muy grande. Para los dragones y otros seres que viven en este mundo, el amor es un vínculo inquebrantable que jamás se destruirá: no importa lo lejos que se esté o si se está vivo o muerto, siempre existirá"
"Pues no voy a demostrar nada de piedad... ¡Destino final!"
Pero Edel hizo crecer su maná congelando todo a su alrededor.
"¡Dragón gélido!"
Un remolino de viento de hielo y nieve envolvió a Darkcel elevándolo fugazmente hacia el cielo. Ese aire frío daba la sensación de congelar todo a su alrededor... Luego, cuando la víctima llegó hacia el ojo del huracán, este desapareció y en su lugar un enorme dragón de hielo apareció y se tragó al Oscuro, desapareciendo al segundo siguiente y dejando un bloque congelado en su lugar. Al segundo siguiente, este se hizo mil pedazos junto con lo que había en su interior.
Edel luego se dirigió hacia Cynder, quien había sido liberada casi inmediatamente: el ataúd desapareció entre cenizas de sombra. Eso indicaba que el doceavo Oscuro había sido derrotado.
"Uff menos mal..." dijo Cynder, "Ese lugar era incómodo y olía mal. Muchas gracias, Edel"
"No hay de qué" dijo ella cansada, "Necesito descansar un momento..."
"¡Mamá!" gritaron dos voces.
Edel y Cynder vieron con felicidad cómo sus hijas habían regresado junto con el resto de sus amigos.
"Este es Sam" le presentó Aurora a su madre, "Fue entrenado por Sybilla y también posee la esencia del maná. Quiere ayudarnos a derrotar a los Oscuros"
"Mucho gusto, jovencito" le saludó Edel, "Así que..."
Edel observó al nuevo Skylander junto a su hija y no hubo ninguna duda.
"¡Mamá!" gritó Aurora al darse cuenta.
"Tranquila, Aurora" se disculpó su madre, "Por cierto, ¿qué pasó con tu hermano?"
"Drago se quedó a ayudar al maestro Jhonny con otro Oscuro" explicó Nina, "Dijo que nos adelantásemos"
"Hace un momento, percibí una fuerte explosión de fuego..." dijo Ash.
"Es cierto, yo también lo sentí" apoyó Cynder, "Y también la desaparición de otro maná oscuro. Con este, ya van doce, nos queda uno. Y, si conozco a Malefor, ese último Oscuro debe estar... ¡rayos! ¡Spyro!"
(Cerca de la gran gema oscura...)
Spyro estaba observando a su oponente y el último oscuro: un dragón oscuro con poca armadura. Sus cuernos eran curvados hacia atrás. Su cola era inusualmente larga y terminaba en una cuchilla. En su cuello, traía frascos vacíos y otros con un extraño contenido... ¿era sangre?
Sin embargo, el ahora adulto dragón púrpura no debía tener miedo, de tal manera que le preguntó:
"¿Quién eres tú?"
"En mis vidas, he recibido muchos nombres..." le dijo el dragón, "Tu enemigo, Malefor, me puso el nombre de Hyperion. Sin embargo, mi verdadero nombre hace temblar a muchos... me llamo Mercenario"
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