Capítulo 23: Los simios oscuros

(En el pasado...)

Luego del día anterior, los jóvenes dragones y las dragonas guardianas del segundo grupo de los huevos de la fututa generación continuaron su vuelo. Cuando se tuvo bastante de viaje (no hay que olvidar de que llevaban seres no nacidos aún y eso costaba delicadeza y seguridad), Cynthia acompañó a Nina a pescar. La joven dragona hizo uso de sus habilidades con su elemento para pescar incluso sin ninguna gota de agua en su cuerpo.

"Eres muy talentosa..." le dijo Cynthia, "No recuerdo ver a nadie tan habilidosa como yo... ¿Quién te enseña?"

"Mi mamá..." le respondió Nina sin revelar nada sobre nombres, "Es mi mejor maestra si necesito ganar confianza con mis poderes"

"Debe estar orgullosa de la hija que tiene. Seguro que yo estaría igual de orgullosa con mi hija"

"No tienes idea..."

"¿Eh?"

"Es decir, seguro que no tienes idea con orgullosa podrías estar" se corrigió Nina.

(Por otra parte...)

Drago y Ash continuaban manteniendo los huevos a una temperatura constante. Flint y Rayla les ayudaba con las fogatas.

"Se siente extraño..." mencionó Ash.

"¿Qué sucede?" preguntó Rayla.

"El que Nina y yo estemos viendo y pasando tiempo con nuestra abuela Sybilla y sin poder decir tanto"

"Es cosa que tiene viajar al pasado" le recordó Flint, "No pueden ni deben decir nada porque el saber puede hacer que la historia no suceda como se le conoce"

"Yo también me siento igual" comentó Drago, "Nuestra abuela Eira falleció mucho antes de que nuestros padres se conocieran, también me gusta verla por fin, pero el no decir mucho es un poco... agobiante"

"Chicos, no deben olvidar que tenemos una misión" les dijo Rayla, "Se que puede ser sentimientos por la familia, pero recuerden que, en nuestro tiempo, las nuestras están luchando en una guerra"

"Sam parece que ser la opción rápida" comentó Ash, "Pero no progresa mucho, ¿no creen que...?"

"No pienses en dejarlo y buscar a alguien más" le dijo Drago, "No es que me guste molestar ahora a mi hermana, sino que... verán, cuando mi padre conoció a mi madre, era aún un novato, pero luego ella y sus amigos le dieron la fuerza para ser mejor, ¿no creen que deberíamos hacer lo mismo?"

Los demás pensaron un poco, era una opinión válida que nadie quería contradecir. Por otra parte, Drago solo agregó en su mente:

"Solo espero que pueda hacerlo rápido..."

(Mientras tanto...)

Aurora estaba hablando con Eira, pues ni ella ni Drago la conocieron nunca.

"Creo que tu madre cuida bastante tu apariencia..." le decía Eira, "¿Es tan bella como su hija?"

"Bueno, mi papá siempre me dice eso..." le respondió Aurora.

"Hay..." suspiró Eira, "El amor es tan interesante como actúa... y creo que veo un brillo en tus ojos por cierta lucecita por allí..."

Aurora se sonrojó mientras miraba en dirección hacia otra dirección.

(Por su parte...)

Sam continuaba entrenando con Sybilla. El objetivo era destruir una roca usando el maná de luz. No muy lejos de allí, Aurora continuaba observándolo a la distancia.

"Vamos, inténtalo de nuevo" repetía Sybilla al joven dragón.

Sam trató de concentrarse lo mejor que pudo; su maná era tan apacible al ser de luz, pero cuando cerró los ojos, recordaba a su madre y la última vez que la había visto.

(Flashback)

"No salgas, cuídate. Debes sobrevivir, ¿lo prometes?"

"Pero mamá..."

"Sé que algún día esta guerra acabará, pero no quiero que te pase nada, eres una luz de esperanza, ¿comprendes?"

Sam asintió con su cabeza mientras lloraba. Luego, la madre besó a su hijo y se marchó.

(Fin del flashback)

"¡Sam, despierta!" escuchó la voz de Aurora.

Sam se despertó: una gran cantidad de maná de luz se liberaba, pero era tan inestable que parecía sobresalir en todas las direcciones. Rendido, Sam solo golpeó el suelo con la pata mientras decía:

"No puedo..."

"Sam..." intentó calmarlo Aurora, "Date tiempo sé que lo podrás hacer..."

"Sé que quieren que lo haga... pero Aurora... ¿cuándo podré hacerlo igual que ustedes? Digo, quiero ayudarlos de verdad, pero ustedes no pueden esperar por un largo tiempo... Creo que sería mejor que busquen a alguien más..."

Sam estaba a punto de rendirse e irse, pero Aurora le detuvo.

"No, no sería lo mismo..." le dijo, "Es más que solo los sentimientos. No fue casualidad de que te encontráramos en le bosque. Mis padres me enseñaron que existe una muy delgada línea entre la casualidad y el destino, pero también que cada uno está escrito por nosotros y nuestras decisiones. Decidiste ayudarnos, ya has dado el primer paso para escribir tu destino"

Sam se quedó sus palabras al escuchar las de Aurora. Cunado reunió fuerzas para hablar, casi lo intenta, pero se percibió algo en el ambiente: una esencia de oscuridad en el bosque cercano. No era tan poderosa como los Oscuros, pero si era algo tétrica. Todos se pusieron en alerta máxima.

"Un enemigo viene por el bosque..." percibió Flint sintiendo el suelo bajo sus garras, "No... son dos..."

"¿Qué hacemos, Sybilla?" preguntó Cynthia algo preocupada.

"No te preocupes, Cynthia. Nos haremos cargo" respondió Nina, "¿Verdad, chicos?"

"Sí, pero por se acaso..." mencionó Drago, "Aurora, ¿tú y Sam pueden quedarse con las guardianas y los huevos? Necesitamos asegurarlos"

"De acuerdo" les dijo ella, "Nosotros nos quedamos"

Nina, Drago, Ash, Drago, Rayla y Flint volaron en dirección al bosque. A travesando unos cuantos árboles, los Skylanders llegaron a un claro bastante despejado... o mero dicho talado.

"Lo que sea que haya hecho esto..." dijo Flint viendo un talado limpio, sin ningún pedazo sobresaliente, "Tenía un poderoso filo... ¡Cuidado!"

Todos retrocedieron al ver los árboles del enfrente que se movían. Dos remolinos surgieron del borde del bosque derribando todo lo que se interponía en su camino... un ataque filoso. Luego, se detuvieron y de ellos salieron dos simios enormes con guadañas. Los jóvenes dragones se pusieron alerta.

"Venimos a por los huevos" les dijo uno de ellos, "Dénoslos y les perdonaremos la vida..."

"¡Jamás!" les gritó Nina.

"Bueno, si eso quieren, les responderán a nuestras guadañas" respondió el otro, "¿Listo, hermano?"

El otro simio asintió con una risa despiadada. Luego, ambos agitaron sus guadañas lanzando grandes ondas cortantes. Reaccionando instintivamente, todos se lanzaron al suelo, esquivando el ataque. Varios árboles, incluso una roca, terminaron cortados con suma facilidad.

"Woah..." exclamó Ash al ver ese poder, "Un centímetro más y nos hubiéramos convertido en picadillo"

"Eso veremos" dijo Rayla, emanando maná y lanzándose al frente, "¡Colmillo Relámpago!"

Rayla se trasformó en un poderoso tornado de electricidad y se lanzó hacia los simios, pero estos ya estaban preparados: juntando espaldas con espalada, ellos también empezaron a girar.

Remolino de Guadañas gemelas!"

Los simios gemelos se convirtieron en un poderoso tornado de viento cortante. Con tan solo sentir el aire, se podía sentir que se cortaba la respiración. Cuando los dos remolinos chocaron, el remolino sacó volando a Rayla. Por fortuna, Ash le rescató cuando el remolino cortante casi la mata.

Los demás también esquivaron el impacto del ataque en la tierra, y se

"¡Rayla!" le dijo Ash al ayudarla a estabilizarse, "¿Te encuentras bien?"

"Un poco... gracias Ash" le respondió jadeante, "Esos tipos son tan fuertes como un Oscuro"

Bombardero terrestre!" atacó Flint.

Pero los simios juntaron amabas guadañas y las hicieron girar en el aire, bloqueando el ataque de misiles de tierra de Flint.

"Yo iré por debajo e intentaré atacarlos por detrás" les musitó Nina a sus compañeros, "Necesito cobertura"

"Ash" le dijo Drago, "¿Qué te parece una combinación de fuego?"

"Muy buena idea" contestó este preparándose para atacar, "¡Cometa Dragón!"

Ash se lanzó como un cometa de fuego, al mismo tiempo que Nina se ocultaba por debajo del suelo con su poder de sombras. Los simios volvieron a repetir el ataque de las guadañas gemelas.

Dragón Ardiente!"

El cometa dragón de Ash fue cubierto por el dragón de fuego, de modo que el joven dragón apareció en la boca del mismo. Ambos ataques chocaron y se produjo una fuerte explosión.

(Por su parte...)

El sonido de la gran explosión de hace unos minutos no pasó por alto para Aurora, Sam, Cynthia, Eira y Rayla. Los huevos permanecían a salvo.

"¿Estarán bien?" preguntó Cynthia, algo preocupada por Nina.

"Hemos visto sus poderes en la ciudad" le respondió Sybilla, "Creo que eso solo era una parte, ellos pueden hacerlo"

Sam solo se sintió algo apenado por no poder ayudar.

"Tranquilo, muy pronto podrás ir a la batalla" le intentó consolar Aurora.

Sam intentó hablar con ella, pero detrás de ella otro ataque cortante se aproximaba. El joven de luz solo la hizo a un lado mientras gritaba:

"¡Cuidado!"

Al segundo siguiente, el golpe le dio de lleno, lastimándole medio cuerpo y dejándolo inconsciente.

"¡Sam!" gritó Aurora mientras se acercaba a él. Luego, se giró hacia el autor del ataque.

Un simio gigante salió de entre los arbustos, tenía armadura y llevaba una enorme hacha. En el grabado del arma, se podía apreciar tres serpientes. Sybilla, Eira y Cynthia se pusieron frente a él para detenerlo.

"¿Quién eres?" preguntó Eira.

"Soy el general simio, Asther" les respondió el simio, "Y vengo a por esos huevos..."

Asther levantó el hacha. Al instante, las serpientes cobraron vida y se lanzaron a los cuellos de las dragonas antes de que estas pudieran reaccionar. Se transformaron en collares de serpiente y al instante las inmovilizaron.

"No..." gritó Cynthia sintiéndose débil, "No puedo moverme..."

"¿Les gusta?" se burló Asther, "No podrán moverse ni tampoco usar sus poderes. Ahora, están indefensas"

Una ráfaga de viento helado se precipitó hacia el enemigo. Asther la vio y se protegió con su enorme hacha. Aurora aún no estaba vencida.

"¡Aún estoy aquí! ¡No te perdonaré por lastimar a mis amigos!" gritó la joven dragona.

"Aurora... ¡escapa!" le dijo Eira.

"Dudo que esta dragoncita quiera hacer eso" dijo Asther blandiendo su hacha hacia Aurora, "Lástima que ya no hay más serpientes... no importa, mi hacha tiene otras funciones..."

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