(Mientras tanto...)

Aurora estaba despertando luego del fuerte golpe que recibió de Arborik. Estaba segura de no querer pelear con el monstruo para prevenir alguna especie de cambio, pero... ese golpe le dolió bastante... ¿o no? el dolor se estaba empezando a desaparecer. Lentamente, abrió los ojos.

Se encontraba dentro de lo que parecía un árbol de la arboleda antigua, pero era muy diferente de lo que uno se vería por fuera: el espacio era bastante amplio y la mayoría de las paredes estaban cubiertas de enredaderas y decoradas con flores verdes y celestes. También pudo ver una cama de paja grande cerca de donde ella estaba echada y había un par de cuencos de madera (uno contenía algo de agua pura y los otro frutos y algunas setas). Una extraña luz blanca procedía de algún lugar. Enfocando la mirada, encontró a un dragón blanco emanando un cálido y puro maná hacia el costado de su cuerpo, donde había sido golpeada.

Sin embargo, la impresión la hizo asustarse y saltar hacia atrás. El dragón blanco también se percató de ello, pero solo se limitó a decir:

"Woah, lo siento. Sé que fue algo vulgar acercarme sin tu permiso, pero estabas lastimada"

"Un dragón de luz..." musitó Aurora sorprendida, "¿Me curaste?"

"Bueno, aún no completamente, pero si me dejas terminar, lo haré"

"Oh, sí... lo siento"

Aurora dejó que el dragón volviera a acercar sus garras a su cuerpo para que le terminara de curar. Mientras estaban en el proceso, la joven dragona notó que era más o menos de su misma edad: un joven dragón.

"Disculpa, ¿cómo te llamas?" preguntó.

"Oh! Que rudeza la mía..." se disculpó el joven dragón, "Me llamo Sam, ¿cómo te llamas tú?"

"Aurora"

"Aurora..." rió un poco Sam, "Lindo nombre"

"Gracias" se sonrojó un poco Aurora, a lo que Sam también lo hizo, "Así que es tu habilidad como dragón de luz... ¿sanar a los demás?"

"Bueno, eso me enseñó mi mamá... siempre que me lastimaba cuando me chocaba con un árbol o cuando esas criaturas del bosque me lastimaban, ella me curaba. Pero, es todo lo que aprendí de ella..."

Aurora vio la cara de tristeza en Sam y casi inmediatamente comprendió.

"¿Qué sucedió con ella?" preguntó con cuidado.

"Era pequeño cuando tuvimos que huir. Mis padres y yo estábamos siendo cazados por el ejército oscuro y entonces, mi papá se sacrificó para que mi mamá y yo escapáramos aquí..."

Hubo una pausa en la que se podía percibir un aire de dolor en el ambiente.

"Mi mamá y yo vivimos aquí por unos años. Luego, hace un año, los sabuesos muertos fueron amaestrados por los simios y buscaron por toda la arboleda. Mamá trató de llevarlos a un lugar seguro, pero se topó con ese gigantesco monstruo que te atacó..."

"Te refieres a Arborik, ¿verdad?"

"¿Esa cosa tiene nombre? bueno, mamá nunca me lo dijo. En fin, mamá fue alcanzada por un golpe de Arborik y luego... él la mató..."

"Oh... lo siento"

"Descuida, al menos... esta vez me alegra haber salvado a alguien atacado por ese monstruo... Mira, ya estas curada"

Aurora se dio cuenta de que el dolor había desaparecido.

"Muchas gracias" dijo.

"Descuida..."

Luego, al dar otro rápido vistazo a su alrededor, Aurora se dio cuenta: "¡Oh no! ¡mi hermano y los demás! ¿Los has visto?"

"¿El grupo de dragones que estaba contigo? Lo siento, pero no sé lo que les pasó luego que te salvé. Estabas inconsciente y pensé que necesitabas ayuda urgente"

"Sí bueno..." luego, recordó la misión, "Es verdad... Sam, necesitamos tu ayuda"

"Bueno, creo que ya la has recibido" respondió este, "Pero si necesitas algo más..."

"Sí, necesitamos que nos ayudes a acabar con el Maestro Oscuro. Puede que te resulte difícil de creer, pero yo vengo del futuro..."

Aurora se tomó su tiempo para explicarle a Sam la situación, la existencia del pergamino del tiempo y su necesidad de encontrar un dragón con el elemento de la luz. El nuevo joven dragón escuchó atentamente las palabras de la dragona teniendo varias dudas.

"Bueno, nunca creí que esa historia del pergamino del tiempo fuera verdad, pero creo que mamá me contaba algo sobre ella en un cuento" dijo, "Aunque me cuesta creer... ¿quieres decir que ya no hay dragones de luz en el futuro?"

"Así es. Es por eso que necesitamos ayuda de uno del pasado. Ayúdanos, por favor"

"Aurora, sé que necesitan ayuda, pero la verdad es... que no tengo la fuerza para..."

Justo entonces, el sonido de un batir de alas se llegó a oír y el resto de Skylanders entraron al árbol hueco. Por un minuto, no se lo creyeron, pero Aurora estaba con el tan buscado dragón de la luz.

"¡Aurora!" le dijo Drago, "¿Estás bien?"

"Sí, estoy bien, Drago" le contestó ella. Luego, se volvió hacia Sam, "Déjame presentártelos: él es mi hermano Drago, ella Nina, él Ash, él Flint y ella Rayla. Chicos, él es Sam"

"Gusto en conocerlos a todos" les dijo Sam.

"El gusto es nuestro" le contestó Nina, "Pues te hemos encontrado a ti: un dragón de luz. Necesitamos tu ayuda para..."

"Aurora ya me lo explicó..." le detuvo, "Y no puedo ayudarlos"

Todos se quedaron en silencio.

"¿Por qué no?" preguntó Drago.

"Mis padres dieron sus vidas para ponerme a salvo y no puedo arriesgar mi vida de esa manera" les explicó, "Además, no tengo habilidades más allá de la curación. No controlo bien mi maná"

"Sam..." intentó Aurora, "Sé lo que tus padres hicieron, pero si te quedas aquí tarde o temprano desaparecerás como dice la historia y... no nos gustaría que eso pasara"

"Sé que tienes miedo a morir" dijo Rayla, "Sí, sé lo que se siente: yo también lo sentí cuando nos enfrentamos a Malefor y gracias a nuestro espíritu de equipo salimos victoriosos"

"¿Se enfrentaron al maestro Oscuro y ganaron?" preguntó Sam incrédulo, "Vaya, no creo poder hacer algo así"

"No lo harías solo" le dijo Drago, "Lo haremos como la última vez: todos juntos. Solo que esta vez, habrá un séptimo Skylander"

Sam suspiró y pensó un poco. Luego, les dijo.

"Si quieren derrotar al maestro Oscuro de nuevo, me apunto. Pero como dije antes, mis poderes no van más allá de simplemente curar, no he tenido mucha educación en el maná desde que mis padres murieron"

"Podemos llevarte al futuro de nuevo y que los guardianes te enseñen" propuso Ash.

"Hay un inconveniente con ello, Ash" explicó Flint, "En el futuro, no existe ningún dragón de luz que puede enseñarle. No podemos llevar a Sam así, sería muy peligroso si lo lleváramos así"

"Mmm" pensó Nina.

"¿Se te ocurrió algo, Nina?" preguntó Drago.

"Estamos en el pasado, ¿cierto?" preguntó ella.

"Sí...

"Es una posibilidad... pero, ¿Qué les parece si buscamos a mi abuela, Sybilla? Ella podría instruir a Sam en el dominio completo del maná de luz"

Todos se miraron los unos a los otros: la idea era buena, pero tenía un inconveniente...

"Es una gran idea" dijo Rayla, "Pero no deben mencionar nada del futuro o decirles que tú o Ash son sus nietos. Si llegara a enterarse... quien sabe lo que podría pasar"

"Ya sabes Ash, nada de hablar de más..." le dijo Nina a su primo.

"Vale, lo capto" respondió él. Justo entonces, su estómago empezó a rugir, "Creo que escapar de Arborik da mucha más hambre que enfrentarnos a él"

"Tengo algo de comida por aquí" mencionó Sam, "Pero no me esperaba tantas visitas..."

"Descuida" dijo Nina mostrando todas las provisiones que habían traído consigo, "Hay suficiente para todos aquí"

Y entonces, todos serelajaron a comer algo antes de tomar vuelo hacia su próximo objetivo: eltemplo del dragón del pasado.