Nina, Ash, Drago, Aurora, Rayla y Flint daban vueltas todos juntos como en un ciclón hasta que finalmente, sintiendo suelo bajo sus patas, cayeron estrepitosamente en la hierba. El pergamino del tiempo dejó de brillar y cayó suavemente en el medio del círculo de jóvenes dragones.

"Ay... mi cabeza..." dijo Ash mientras se levantaba, "Eso fue peor que una pirueta aérea triple luego de cenar venado..."

"Ni que lo digas" le apoyó Rayla, "Casi vomito"

"Em, chicos... ¿dónde creen que estamos?" preguntó Nina mientras enrollaba el pergamino y lo ponían en la bolsa de provisiones que habían traído.

Miraron a su alrededor, se encontraban en el claro de un sombrío bosque en el cual se escuchaban sonidos extraños y volaban polillas blancas. Flint cerró sus ojos y clavó sus garras en la hierba y en la tierra para sentir todo a su alrededor (algo parecido a lo que había hecho Thorr anteriormente).

"Veo..." dijo tratando de visualizar el ambiente mediante el maná que fluía en la tierra, "Grutas profundas, árboles enormes, ríos venenosos y... criaturas grotescas"

"Ríos venenosos y criaturas grotescas..." repitió Aurora tratando de recordar dónde había escuchado eso antes, "Creo que estamos en la arboleda antigua"

"Podemos llegar a SilverScale en poco tiempo, tal vez" sugirió Ash, "Tal vez podamos hablar con alguien allí"

"Si es que está allí..." le respondió Drago, "Si ese pergamino funcionó y este lugar es como hace años atrás antes de que naciéramos, SilverScale no ha sido construida aún"

"Entonces, será mejor que salgamos de aquí antes de que..." sugirió Nina.

Un grito monstruoso y profundo resonó por todo el lugar y al instante todos se pusieron en alerta máxima. Era algo gigante.

"¿Qué fue eso?" preguntó Rayla una vez todo se hubo calmado.

"No es por ponerlos nerviosos, pero creo que ese era Arborik" respondió Aurora, "Estos eran sus territorios. Bueno, lo son hasta que el padre de Nina, es decir, el Sr. Spyro lo destruya"

"Si nos lo encontramos, también sufrirá el mismo destino" dijo Ash mostrando valentía.

"¿No has escuchado, Ash?" le recordó Nina, "Mi papá lo vencerá en unos años, no debemos hacerlo antes porque cambiaríamos la historia. Debemos concentrarnos en la misión: encontrar un dragón de la luz"

Todos estuvieron de acuerdo. Previniendo cualquier criatura que pudiera salir de los arbustos, se aventuraron buscando una salida del tétrico lugar. Si bien podrían salir volando, no era una opción pues los árboles tapaban casi todo el cielo. La arboleda parecía volverse más tétrica cada paso que daba. Luego, de la nada, el sonido de algo derrumbándose les asustó: detrás de ellos, dos trolls del pantano habían aparecido con sus mazos gigantes de ramas caídas.

"Al menos esto no se puede poner peor..." mencionó Ash.

Pero hablar demás también tiene su desventaja: seis bestias de cuatro patas parecidas a perros endemoniados aparecieron.

"Tenías que abrir la boca, Ash..." le dijo Nina.

"Sabuesos muertos" mencionó Aurora viendo el aspecto de las criaturas más pequeñas, "Se dedican a cazar dragones"

"Pelear con ellos no tiene nada que ver con alterar el futuro, ¿no es cierto?" preguntó Drago.

"No, no lo creo"

"Bien... entonces luchemos"

"Tengan cuidado de no quemar el lugar, Drago y Ash" les advirtió Flint, "Si no puede que sí cambiemos algo"

"En ese caso... Aurora y Nina" les dijo Drago, "Puede que sus habilidades nos ayuden con los trolls. Nosotros nos encargamos de la jauría"

Un sabueso atacó de improviso.

"¡Terra escudo!"

Flint los defendió con un escudo de tierra. El resto de la jauría atacó y no tuvieron más que separarse. Nina fue directo por el Troll de la derecha, quien intentó darle un golpe con su mazo, pero la dragona lo esquivó convirtiéndose en fantasma por un segundo. Luego, atravesó al troll por el centro de su cuerpo y se fue a su espalda.

"¡Sombra Dragón!"

El ataque le dio de lleno a la espalda del enemigo, haciéndole un gran agujero en su cuerpo. De inmediato, el troll cayó en el suelo y se hundió en la tierra. Por otro lado, Aurora también esquivó los dos golpes del troll y se fue directo a sus piernas, las que cortó con su cola que transformó en una cuchilla de hielo. El troll se derrumbó y ahora lo tenía en su merced.

"¡Tormenta Aurora!"

Aurora congeló al enemigo y creó un gran glaciar en medio del bosque.

"¡Bombardero terrestre!"

Flint derribó a varios de los sabuesos y Rayla, Ash y Drago se encargaron del resto. Al verse superados, las bestias salieron corriendo como un perro a quien acaban de azotar.

"Es más difícil cuando no usas los poderes..." dijo Ash algo cansado, "Necesitamos un descanso"

"Si esas criaturas viven por aquí, dudo que podamos tener tiempo para descansar" sugirió Rayla, "Antes de que aparezcan más, debemos salir de aquí"

Sin dudarlo, todos se aventuraron a seguir buscando la salida. Caminaron por un rato planeando y esquivando pantanos de agua venenosa y hierbiranas nocturnas (las cuales no significaron gran cosa debido a su evidente superioridad numérica.

"¡Eh chicos!" dijo Aurora de repente, "¡Hay algo por allí!"

Todos se giraron a ver en dirección por donde había señalado, pero no había nada.

"Yo no veo nada" dijo Drago, "¿Seguro que no fue tu imaginación?"

"Les juro que lo vi. Pude ver una cola"

"Tal vez sean más criaturas que viven en este bosque" sugirió Flint, "Pero déjame ver..."

Volviendo a concentrarse, Flint hundió sus garras en la tierra.

"Aurora tiene razón: puedo sentir una presencia cercana..." comentó mientras cerraba sus ojos, "Pero es extraño, no tiene el mismo maná de este bosque o de las criaturas que viven en él, pero tampoco puedo saber si es amigo... este lugar no es apto para la concentración"

"¿Sabes en qué dirección se fue?" preguntó Nina.

"Sí" respondió abriendo los ojos y señalando hacia la izquierda, donde la espesura y ramas caídas se encontraban, "Pero, ¡¿eh?! Se ha... esfumado"

"¿Cómo que se ha esfumado?"

"O ha desaparecido o simplemente no está pisando la tierra"

"Bueno, si es un amigo, sería mejor que le encontremos, tal vez nos pueda guiar fuera de aquí"

Corriendo en la dirección que habían señalado se dispusieron a buscar a esa extraña presencia a través de la espesa maleza. Una vez corrieron bastante, se encontraron en un claro enorme, donde un río de agua venenosa terminaba en una enorme cascada. En el medio del río, había una pequeña isla con un árbol deforme. No había nadie más que ellos.

"Este lugar parece el centro del bosque" dedujo Rayla, "Creo que en lugar de salir nos hemos adentrado más"

"Lo bueno es que se pueden ver vistas increíbles desde esa cascada" dijo Drago, "¡Eh! Creo que se ve el río de plata, podemos salir volando desde aquí y llegar hacia donde estaba la ciudad o al menos al templo"

"Oigan chicos, ¿y la presencia que estábamos siguiendo?" preguntó Aurora.

"Bueno, queríamos encontrar la salida, ¿no?"

"Hagamos una prueba antes de salir de aquí" sugirió Ash, "¿¡Hoooola!? ¿Hay alguien allí?"

Todos aguzaron los oídos, pero solo escucharon el sonido del agua venenosa caer por la cascada.

"Al parecer no..." empezó Flint. Pero de inmediato un temblor les sacudió a todos.

La pequeña isla del centro del río venenoso empezó a levantarse, y mostró una enorme y monstruosa cabeza de madera que además poseía dientes. Luego, le siguieron otros miembros de madera, enlazados entre ellos mediante lianas gruesas y fuertes. Era una enorme criatura que solo recordaban en una clase...

"¡Arborik!" dijeron todos.

El enorme Arborik detectó a los jóvenes dragones y arremetió contra ellos con un fuerte golpe hacia la tierra. A pesar de que los jóvenes lo esquivaron, la onda expansiva casi los manda a volar.

"¡Ahora verás!" gritó Drago, empezando a arder su maná, pero Aurora le detuvo.

"¡No, Drago!" le gritó, "No es nuestra responsabilidad matar a Arborik. Si lo hacemos, puede que el futuro cambie, será mejor que salgamos de aquí"

De mala gana, pues todos querían pelear, tomaron vuelo y, esquivando uno de los enormes puños de Arborik, salieron volando en dirección río abajo, evitando la cascada. Sin embargo, el gigante no tenía deseos de dejarlos escapar, pues se arrojó desde arriba de la cascada y cayó haciendo salpicar el agua venenosa por alrededor, la hierba se marchitaba con tan solo el contacto con el líquido.

"¿Seguros que no quieren enfrentarlo?" preguntó Ash mientras volaban lo más rápido que podían escapando de Arborik.

Arborik lanzó un puñetazo mientras extendía su brazo con sus lianas, por un centímetro, golpeó a Aurora y ella se precipitó en una caída al río venenoso.

"¡Aurora!" gritó su hermano mientras volaba de regreso antes de que cayera.

Pero, de improviso, otro dragón apareció por el extremo del río y la salvó. Casi no se lo creyeron cuando lo vieron: era un dragón con escamas blancas y cuernos amarillos de más o menos su edad. Luego, voló en dirección hacia el otro extremo del río y se perdió entre la maleza.

"¡Aurora!" volvió a gritar Drago.

"¡Drago, cuidado!" gritó Nina: el siguiente en ser golpeado iba a ser el joven dragón.

Drago se percató de eso y esquivó hábilmente el golpe de Arborik: estaba bastante molesto por lo ocurrido con su hermana y su fuego empezaba a arder de ira.

"Esta la me la pagas... ¡Cometa Dragón!"

Drago embistió la cabeza de Arborik mientras se rodeaba de una cantidad considerable de fuego. El gigante de madera gritó de dolor mientras todo su cuerpo se derrumbaba hacia el río venenoso. Por fortuna, no estaba muerto, pues se retorcía de dolor tratando de apagar el fuego que el joven dragón le había dejado.

"¡Eh, Drago!" le detuvo Nina, "Creo que ha sido suficiente. Recuerda: no debemos cambiar nada del pasado. Más bien, busquemos a Aurora"

Drago se dio cuenta de su error y pidió disculpas mientras se alejaban antes de que Arborik se volviera a levantar. Cuando se internaron al bosque tratando de encontrar a Aurora, Rayla interrumpió:

"¿Alguien más se dio cuenta de que el que salvó a Aurora era un dragón blanco?"

"Así parece..." contestó Flint.

"Pues entonces, ¡estamos de suerte!" exclamó Ash, "Encontramos a un dragón de luz y en cuanto hablemos con él, seguro que podemos regresar"

"Eso si lo encontramos a él y mi hermana" le detuvo Drago, "Le estoy agradecido que la salvara, pero, ¿por qué no se quedó?"

"Es difícil quedarse a luchar y sostener a alguien mientras luchas con alguien del tamaño de Arborik..."

"Flint, ¿puedes encontrar a Aurora?" preguntó Nina.

Flint volvió a concentrarse clavando sus garras en la tierra. Estuvo así unos segundos hasta que dijo:

"La encontré"