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(Un poco antes...)

Los jóvenes dragones dejaron atrás los fríos páramos y glaciares para volver a campos verdes y cascadas estrepitosas. Esta vez, volaban en dirección al valle de Avalar, conscientes de que la guerra estaba en curso en Skycity, IronTale y SilverScale. Sin embargo, por algún motivo las fuerzas oscuras se concentraban en Warfang... ¿por qué era costumbre atacar la capital del reino de los dragones? ¿había algo especial en ello o solo era capricho del maestro Oscuro? Se pudo sentir minutos previos fuertes energías oscuras en dirección a la Gran Presa, pero se habían desvanecido. Y, hace poco se sentía otra poderosa presencia en dirección a LunaVillage.

"Mamá..." pensó Aurora deteniéndose un minuto al percibir la oscuridad.

"Eh, Aurora" le clamó su hermano, "No debes preocuparte, mamá es una guardiana y no se dejará vencer tan fácilmente"

"¿Cómo estás tan seguro de eso?"

"Porque... se parece a ti"

Aurora se lo tomó como un cumplido, y reanudaron el vuelo con la esperanza que todo anduviera bien. Luego de un largo rato de vuelo (mirando en todas direcciones ya que no es prudente estar descuidado cuando hay una guerra), finalmente llegaron a un largo río cristalino que, a lo lejos, terminaba en una enorme cascada. Por encima de este, a larga distancia, se podía ver una gran aldea.

"¡Allí está la aldea de los gue...!" empezó a gritar Ash, pero Nina rápidamente le tapó el hocico y le hizo una señal para que se callara y bajaran.

Eso se les hizo extraño, pero le hicieron caso y bajaron al borde de la cascada para que esta cubriera el sonido del aletear de alas. Fue entonces que lo vieron:

La aldea no estaba exactamente en buenas condiciones: los muros de madera habían sido derribados y varios de los habitantes guepardos estaban apresados por cadenas negras. Estaban siendo transportados a balsas con jaulas y luego los llevaban a través de estas al final del río. Sus captores eran un grupo de piratas como los que controlaban Snite o Skabb, pero parece que habían sido revividos y ahora se veían exactamente como los simios espectrales con ropa pirata.

"¿Es que los enemigos no se pueden quedar muertos?" musitó Rayla una vez que los vio.

"Solo espero que no hayan revivido ninguno de los jefes anteriores..." dijo Nina.

"Al parecer no, tienen otra especie de líder..." explicó Flint señalando en un extremo.

Y, por qué no, era otro de los generales Oscuros: un dragón negro con seis cuernos y una especie de chakram negros con púas en los costados de sus hombros, como si lo usara de hombreras. Estaba dándoles órdenes a los piratas espectrales para saquear lo poco que tenían los guepardos (hay que recordar que ellos vivían como tribus nativas y no tenían necesidad de grandes construcciones, en comparación a los dragones o topos).

"¿A dónde los llevan?" preguntó Drago.

"No lo sé" respondió Nina, "Pero, por la forma que los llevan, los usarán como esclavos o algo así..."

El sonido de una cuerda tensándose les hizo alertarse y todos giraron para encontrarse con un guepardo de menor tamaño, parecía solo un niño.

"¿Quiénes son ustedes?" preguntó.

"Eh, tranquilízate" respondió Rayla dudando un poco, "Somos los Skylanders: el grupo de jóvenes dragones dirigido por los guardianes..."

"Cierto, los dragones y los guepardos tenemos una alianza de años" explicó Aurora.

El chico pareció dudar de sus palabras y tensó aún más la cuerda de su arco. Pero, justo a tiempo, otro guepardo (uno adulto) le hizo bajar el arco. No les tomó mucho para recordar una cara familiar.

"¡Cazador!" dijeron los jóvenes dragones al mismo tiempo.

"Saludos, mis jóvenes amigos" les saludó su viejo amigo, "Me alegra a verlos a todos de nuevo... ojalá fuera en mejores circunstancias. Tranquilo Leo, son aliados"

"Vaya, lo siento..." contestó el joven guepardo bajando el arco, "Me llamo Leo"

"Es el sobrino de Meadow" explicó Cazador, "Y un estudiante mío que quiere formar parte de los mejores rastreadores de Avalar. Pero ahora, hasta los mejores guerreros han sido capturados"

"¿Qué sucedió, Cazador?" preguntó Flint.

"Ese dragón oscuro vino reclamando obediencia. Dijo que las razas superiores siempre deben estar a las órdenes de los inferiores: no lo obedecimos y luchamos. Las armas que tiene en sus costados destruyeron todos los muros y luego los espectros invadieron. Ahora quieren llevarlos a una cueva de gemas espirituales río abajo"

"¡No puede hacer eso!" reclamó Nina furiosa, "¡Nadie tiene derecho a esclavizar a nadie! Además, las gemas espirituales no son minerales para hacer dinero, son regalos ancestrales"

"Lo sé, pero eso no le importa. Ya tiene trabajando a una docena de familias allí"

"Pues le haremos frente" propuso Drago, "¿Están de acuerdo, chicos?"

Los jóvenes dragones estuvieron totalmente de acuerdo.

"Gracias por la ayuda" les dijo Cazador, "La cueva rio abajo, en el lado oeste de una bifurcación, no creo que les resulte difícil encontrarla"

"Necesitamos separarnos" propuso Nina, "Aurora, Flint y Ash vayan y liberen al pueblo cautivo. Drago, Rayla, nosotros no encargaremos del Oscuro. Cazador, tú y Leo liberen a los que están cautivos aquí"

(Segundos luego...)

"Avancen, haraganes" gritaba el Oscuro (Vane) hacia los habitantes del pueblo de guepardos.

Uno de ellos, una mujer con un niño, tropezó y cayó de rodillas, pero su bebé estaba a salvo. Sin embargo, Vane no estaba nada contento de que se retrasaran: desenvainando una de sus armas, se dispuso a lanzárselos, pero antes de que pudiera alzarlo en su totalidad, una flecha encantada le lastimó su garra.

"¿Qué ser inferior se atreve?" gritó Vane.

Recorriendo con su mirada, sus ojos se fijaron en Cazador, quien rápidamente colocaba otra flecha en su arco.

El dragón sacó sus armas de los costados de su cuerpo y lanzó una con suma velocidad. Sin embargo, Cazador no contraatacó con una flecha, sino que disparó a la puerta de la jaula más cercana, liberando a su gente.

"¡Colmillo Relámpago!"

Rayla bloqueó el ataque de los Chakraam haciendo saltar chispas. Zigbar se impresionó un poco, pero rápidamente tomó compostura cuando Drago le atacó por la espalda.

"¡Dragón ardiente!"

El ataque de Drago fue bloqueado con el otro Chakram, que absorbió el fuego lanzado por Drago. El arma prendió de fuego, pero luego este se volvió púrpura oscuro.

"Tontos seres inferiores" dijo Vane jactándose de creerse superior, "¿Realmente creen que pueden vencerme? Los poderosos no podemos ser vencidos..."

"¿De que habla este loco?" preguntó Rayla, "Por si no lo sabías, tres de los tuyos han sido derrotados y creo que los guardianes ya han derrotado un par más..."

"¿Ellos? No eran más que solo la piedra angular de mi nación... pero si cumplo con mi parte, mi nación será restaurada..."

Con sus dos armas de vuelta en sus garras, las hizo arder como teas en ese fuego endemoniado. Luego, volvió ha arrojarlas. Los héroes lograron esquivar ambas, pero habían dejado una notoria marca de quemaduras: un solo golpe habría sido tremendamente doloroso.

Nina volvió a atacar.

"¡Sombra Dragón!"

Pero, de nuevo, sus armas bloquearon el ataque y absorbieron el maná contenido en este.

"Rayos, esas armas..." musitó Nina.

"Es hora de reducir este lugar ha cenizas..." dijo Zigbar mientras sus Chakram daban vuelta a su alrededor.

Una gran explosión de llamas púrpuras se extendió por media aldea. Afortunadamente, Drago al ser resistente al calor, se interpuso y creó un muro de su propio fuego para sus amigos lo que, en teoría, hizo que ambos se apagaran.

"Uff, eso estuvo cerca" dijo Cazador, "Has progresado bastante"

"Muchas gracias, pero no pude que se incendiase la aldea..." dijo Drago.

"No temas..." luego, se dirigió a Leo, "Debemos ayudar a pagar este fuego, ayúdame Leo"

"De acuerdo, maestro"

Zigbar intentó matarlos con sus armas, pero Rayla lo bloqueó de nuevo. Luego, Drago y Nina lo rodearon.

"Vosotros no me molesten" les dijo Vane, "Solo quiero suficientes gemas para que me regresen a mi mundo y me devuelvan mi nación, ese fue el trato que hice con ese ser, Malefor..."

"Él solo te engaña" le dijo Nina, "Además, no tienes ningún derecho a llevarte nada: las gemas son regalos ancestrales, y la forma en que las estás obteniendo es abusiva y cruel, los guepardos no son esclavos"

"Ya antes hubo gobiernos son esos pensamientos banales que se opusieron a nuestras ideologías..." le dijo, "Fue hace tiempo, y los míos cayeron, pero unos pocos sobrevivimos y tratamos de buscar la forma de regresar nuestra nación..."

"Esa nación tuya debe estar mal de la cabeza..." contestó Drago, "¿Esclavitud y superioridad? Todos vosotros son... o bueno, eran iguales, ¿por qué diferenciarse los unos a los otros? Eso solo trae confusión"

"Da igual lo que piensen, pero nuestra raza era la más poderosa, íbamos a cambiar el mundo a mejor..."

"O a un infierno" le espetó Nina, "Tal vez haya quienes tengan más poder que otros, pero no es una excusa para usarlo contra los débiles, sino a favor de ellos: a favor de que todos vivan mejor..."

"¡Silencio!" explotó Vane, "¡Llamas negras danzantes!"

Los Chakram volvieron a dar vuelta a su alrededor y expulsó tal cantidad que los hizo volar a todos... bueno, a casi todos ya que Drago estaba extremadamente acostumbrado al calor.

"Parece que eres muy resistente" le dijo Vane, "Bueno, veamos qué tienes... ¡Explosión doble!"

"¡Tornado Ígneo!"

Drago creó un remolino de llamas como medida de protección, pero cuando las armas impactaron causaron una gran explosión, mandándolo a volar.

"Todo son..." empezó a decir Vane, pero Nina lo volvió a interrumpir:

"Eso es la mentalidad de alguien que solo tiene miedo de ser inferior. Seguro que su nación solamente no quería ser tachada de débil, pero ustedes deben saber algo: no se es fuerte por las armas que poseas, sino por la fuerza que hay en tu interior..."

"¿Otra vez, tú?" le dijo Vane, "Ya estoy harto de tanta inmundicia, voy a matarlos a todos..."

Sus armas regresaron a él. Pero justo entonces, una flecha cargada con electricidad le golpeó en un costado. Leo había disparado y Rayla la había potenciado.

"Malditos..." gritó Vane intentado moverse. Ahora, Nina lo tenía atrapado.

"¡Sombra Dragón!"

El gran dragón negro expulsado por Nina engulló a Vane desde afuera como por dentro de su cuerpo: ese era el efecto especial de la técnica sombra. Con el cuerpo totalmente entumecido, Vane soltó los Chakram.

"¡Ahora!" gritó Nina a sus amigos.

Drago y Rayla atacaron.

"¡Dragón ardiente!"

"¡Trueno final!"

Un ataque de fuego y rayos combinados... un ataque que destruiría a cualquiera, y Vane no era la excepción. Rendido, cayó al suelo junto a sus armas, que ya se estaba esfumando en la oscuridad.

"¿Por qué...?" se preguntó Vane mientras también empezaba a desaparecer, "Se supone que soy superior..."

"Da igual lo que tu o tu gente piense" le dijo Cazador, "Pero incluso ellos, que son más jóvenes que tú, te han derrotado: no se es fuerte porque traten a los demás de una forma abusiva, se es fuerte por la unión que se tiene con tus semejantes y por el corazón que posees. Nadie tiene derecho a esclavizar a otros, pues solo demuestran su cobardía hacia ellos"

Vane solo dio una mirada confundida y algo asustada mientras se consumía en las sombras.

"Muchas gracias, Leo" le dijo Nina, "Realmente creo que puedes llegar a ser un experto rastreador"

"¿Realmente lo creen?" se ruborizó Leo, "Tuve algo de miedo al disparar"

"Pero diste en el blanco" le motivó Drago, "Y fue un tiro difícil"

"Es cierto" le apoyó Cazador, "Tu deseo por ayudar a tus amigos te dio la confianza suficiente para dar en el blanco. Has progresado bastante tú también"

"¡Eh! ¡Chicos!" dijo la voz de Ash.

Todos se dieron la vuelta: Ash, Flint y Aurora habían regresado de liberar al pueblo de los guepardos y ahora los traían rio arriba en las balas que jalaban con sogas. Una vez todos en Avalar, toda la población estaba agradeciéndole de puro corazón su ayuda.

"Muchas gracias, nueva generación de dragones" les dijo Meadow, "Les estamos eternamente agradecidos"

"Lamentamos no salvar gran parte de la aldea, jefe Meadow" le contestó Nina.

"Las cosas materiales pueden ser reemplazables, pero la vida de nuestra población no. Ustedes han hecho lo mejor que pudieron contra un enemigo ególatra y han salvado vidas, y es lo correcto"

"Eh, no se preocupen, somos aliados" le dijo Drago.

"Y también amigos" le apoyo Leo.

"Veo que has comprendido la unión que tenemos con los dragones, Leo" le dijo Meadow, "Creo que ya puedes ser un rastreador oficial"

"¡Muchas gracias, le prometo no defraudarlo!"

"Estoy seguro de que no lo harás"

"Esto... jefe Meadow" interrumpió Aurora, "Necesitamos el..."

"Estoy al tanto: necesitan el pergamino del tiempo. Con la ayuda que recibimos hoy, jamás podríamos negarnos. Pero primero, tengo esto... los guardianes nos encargaron de dárselos cuando lleguen"

Era una brillante gema espiritual de color dorado, una gema rara que nunca se había visto en el reino de los dragones. Nina lo tomó.

"Es una gema guía" explicó Meadow, "Solo existen dos. Mientras ambas están en el mismo espacio que la otra, ambas brillarán. Cuando usen el pergamino, la gema que tienen los guardianes dejará de brillar, indicando que ustedes se han ido. Y cuando regresen, volverán a brillar. De esa forma, ustedes y los guardianes estarán siempre en contacto"

"Muchas gracias... Es una gran idea"

"Así es" contestó Meadow, y luego se dirigió hacia Cazador y Leo, "Leo tu primera misión es ir con Cazador y los jóvenes dragones a la gruta detrás de la cascada y entregarles el pergamino del tiempo"

"A sus órdenes, jefe" dijo entusiasmado Leo.

Entonces, empacado un poco de provisiones y gemas espirituales que sacaron de la cueva donde tenían prisioneros a los guepardos, los jóvenes dragones se despidieron de los habitantes del valle de Avalar, y acompañaron a Leo y Cazador en una balsa con dirección río arriba, donde la torrencial cascada cubría una cueva oculta detrás de esta. La cueva estaba iluminada por algunas gemas y antorchas, pero parecía que nadie había estado allí en años, pues había crecido también musgo.

En el final de la cueva, una roca enorme estaba situada en el medio y Cazador le disparó. La flecha fue bastante poderosa o la roca era bastante débil, pero se rompió y quedó descubierto un cofre de plata. Drago y Nina lo abrieron, y encontraron en el interior un viejo pergamino en blanco.

"Debes indicarle cuanto tiempo queréis regresar" explicó Cazador, "El pergamino se llenará y los trasladará a ese tiempo. Pero sean precavidos, cambiar el pasado puede repercutir gravemente en el futuro"

"Sí, lo tenemos en cuenta, Cazador" le dijo Nina, "Hasta pronto"

"Buena suerte como nuevo rastreador, Leo" le dijo Rayla

"Tal vez cuando vuelvan ya me habré convertido en jefe" presumió Leo, "En fin, hasta entonces: buena suerte"

Teniendo todo listo, los seis jóvenes dragones se prepararon para el viaje más peligroso hasta ahora: todos juntos sostuvieron el pergamino abierto.

"Bien... Aurora" le dijo Nina, "¿Hace cuando ocurrió la guerra anterior?"

"Hace 50 años" contestó ella.

"Bien entonces, ¡50 años atrás!"

El pergamino pareció escuchar su petición y letras empezaron a escribirse instantáneamente, como reveladas por tinta invisible. Una vez todo estuvo escrito, las palabras se volvieron doradas y despidieron un brillo increíble que cubrió toda la cueva. Cuando terminó, Cazador y Leo miraron a su alrededor: los jóvenes dragones habían desaparecido.