Gracias a la idea de piter_griffin-- por el poder del Oscuro y a kionlove por la mentalidad del mismo.

(Mientras tanto...)

Edel y Ember junto con un grupo de dragones volaba en dirección hacia las montañas, en donde las nubes cubrían una buena porción de los terrenos, y un campo de energía cubría esa zona, impidiendo el acceso a cualquier criatura con intensiones malignas. El grupo estaba mayormente conformado por dragones escolta, dragonas con sus crías y otros con sus huevos y algunos ancianos que no podían combatir en la guerra.

La última vez, LunaVillage era el lugar más seguro del reino de los dragones, pero con temor que sean detectados, en caso de que brotara alguna nueva amenaza, se había crea un enorme túnel subterráneo por los terrenos cercanos que llevaba más cerca de la villa si se debía llevar a un grupo numeroso. Era allí donde específicamente se dirigían.

Ambas dragonas no estaban para nada calmadas: en determinadas ocasiones, se sentía él maná de alguien lanzando ataques y otras veces desapareciendo. Hace unas horas, Edel creyó haber sentido el maná de Thorr cerca de la presa y luego se desvaneció otro maná oscuro cerca de él, significando que otro de los Oscuros había caído.

Desde otra perspectiva había sentido el maná de otro enemigo crecer horriblemente en dirección al congelador de Dante. Ese último pensamiento de hizo sentir más incómoda un porque sabía que los jóvenes dragones todavía estarían allí en su entrenamiento.

"Aurora... Drago..." pensó, "Espero que estén bien"

A pesar de todas las interrupciones y de paradas ocasionales (algunas veces los más viejos se cansaban u otros dragones tenían hambre) lograron encontrar el túnel secreto que los llevaría directamente a LunaVillage. Mientras los escoltas dirigían la marcha, Ember le dijo a Edel:

"No debes temer, seguro que ellos están bien"

"Sí, es cierto" dijo ella, "Solo que ese maná oscuro cerca del congelador de Dante..."

Edel trató de sentirlo de nuevo, pero no había rastros de él. Por el contrario, por un momento, creyó sentir dos poderosos maná de fuego y de hielo.

"Tienes razón, creo que estarán bien" le contestó a Ember.

"Oye, creo que he estado pensando... Deberías regresar a la ciudad"

"Pero, los habitantes..."

"Estarán bien conmigo y con los escoltas. Cuando lleguemos, ninguna fuerza maligna podrá cruzar la barrera. A ti te necesitan en la ciudad, no será una batalla sencilla"

"Bueno, está bien. Pero cuídate mucho, ¿ok, amiga?"

"No tienes que ni pedirlo..."

Edel sabía que ella estaría bien, pues había sido su mejor amiga durante la anterior guerra. Y aunque se habían mudado del lugar, eso no había cambiado. Pero, una vez terminada la despedida de mejores amigas, la guardiana del hielo detectó un cambio en la atmósfera cercana: una oscuridad se acercaba.

"Siento que alguien se acerca" le dijo a su amiga, "Por ese maná... es un Oscuro. Apresúrense de entrar y sellar la puerta. Yo me encargaré de él"

Ember, tomando en cuenta de que no Edel ahora era una guardiana, no tuvo dudas en que lo haría. Avisando a los demás para que se apresuraran, se dio la vuelta y se despidió de su mejor amiga:

"Sé que ganarás. Hasta pronto"

"Buena suerte. Cuídalos, ¿vale?" le respondió ella. Luego, extendiendo sus alas, tomó vuelo hacia una de las montañas, de donde se percibía esa oscuridad.

Pasaron unos minutos en los que no se detectó ningún sentimiento o energía oscura. Por un momento, la dragona pensó que se lo había imaginado hasta que volvió a sentirlo, y aún más cerca.

"¡Sé que estás aquí!" gritó, "No tiene el caso esconderse, esa oscuridad te delata"

Se escuchó una risa con bastante de malicia. Entonces, a su espalada, un Oscuro apareció. Edel, al notar eso, se puso en guardia.

"No es normal que una mujer le hable así a un hombre..." dijo el Oscuro, "Me llamo actualmente Balaam. Tal vez puedas servirme: busco a un poderoso guardián, el guardián del hielo, específicamente"

"Pues ya lo encontraste" le reclamó la dragona, "Me llamo Edelwiss y soy la guardiana del hielo"

El Oscuro empezó a reírse sin ningún reparo, pareciera que lo que le había dicho Edel le causaba gracia. Por un momento, Edel notó que en el centro de su pecho llevaba una marca con la figura de un reloj de arena. Cuando la risa terminó, la dragona aún le miraba con un tono serio mientras que la gracia había desaparecido en Balaam y cambiaba aun tono serio.

"¡¿Es en serio?!" gritó, "¿Me están tomando el pelo? ¿Como rayos una mujer va a ser algo tan semejante como un dragón guardián? ¡Eso no tiene lógica!"

"¿Y tú que te crees?" le respondió ella, "Yo me gané justamente el derecho a ser guardiana y no tiene nada de malo"

"Lo siento, pardilla. Pero en mi mundo, no considero a las mujeres humanas de ningún supuesto honor, es más, ni me importa. Robarte el maná será más fácil de lo que pensaba"

"Eres algo que se llama... 'machista', ¿no es así?"

"Tal vez... no lo sé... ¿por qué?"

"Mi pareja me contó sobre ustedes: Humanos que consideran al sexo opuesto como inferior. Sin embargo, solo se dejan guiar por las apariencias. Y eso te lo demostraré"

"Ese novio tuyo debe ser un blandengue. Ni una chica puede conmigo..."

Diciendo ello, desapareció en un pestañeo. Edel se puso en alerta máxima sin saber por donde atacaría. De repente, apareció frente ella. La dragona, viendo ello intentó darle un garrazo, pero algo ocurrió: o él se movió muy rápido o ella se movió muy lento.

"Tu tiempo se te acaba..." musitó el Oscuro a sus espaldas, "Siempre creí que las mujeres eran muy lentas y esto lo demuestra"

Para cuando volteó, Balaam la agarró del cuello y empezó a drenar su maná. Fue entonces cuando Edel volvió a ver el símbolo de reloj de arena en su pecho para comprender su habilidad: el dominio del tiempo.

"Aún no me consideres acabada..." musitó Edel usando su fuerza.

El ambiente se volvió frío y copos de nieve flotaban alrededor, formando una especie de anillo blanco alrededor de ambos. Balaam, al notar ello, soltó a Edel e intentó moverse fuera del anillo, pero fue inútil.

"Es el anillo de hielo" explicó la guardiana, "Limita el movimiento. No te dejaré escapar"

Pero, por el contrario, Balaam empezó a reír.

"¿Realmente crees que este anillo me va a detener?" se burló, "Las mujeres también se creen muy listas..."

"Detención temporal"

Dando un simple giro, el anillo de hielo quedó paralizado en el tiempo. Sin embargo, Edel no estaba dispuesta a rendirse:

"¡Furia Helada!"

Una gran explosión de hielo congeló cada piedra a su paso y el aire se volvió extremadamente helado. Picos de hielo se formaron en el terreno y retuvieron cualquier cosa que estuviera a su paso. No obstante, Balaam había desaparecido.

"Me muevo contra el tiempo" le dijo Balaam apareciendo frente a ella, "Esquivé ese ataque a penas empecé a sentir el cambio de clima... no eres nada..."

Edel se molestó y empezó a exhalar bombas de hielo que Balaam esquivaba con facilidad. El poder del tiempo le facilitaba el movimiento ralentizándolo todo a su alrededor: todo lo que veía era en cámara lenta. Harto de jugar con la guardiana, procedió a contratacar.

"¡Cuchilla temporal!"

Volvió a ralentizar el tiempo en Edel. Luego, transformó su cola en una cuchilla de un color negro y le asestó el primer golpe. No pasó ni dos segundos en cuanto repitió el ataque y asestó cinco golpes más. Y en menos de tres, había atacado a la dragona con veinte cuchilladas.

Edel sintió el dolor a penas el tiempo retornó a su alrededor, pero antes de caer, se volvió a levantar.

"Ríndete y deja que me lleve tu maná" se burló Balaam, "No sé por qué las mujeres creen que pueden hacer gran cosa, pero siempre son una carga..."

"Ya te dije que no debes subestimarnos..." le respondió Edel, "Veremos quien pierde realmente. Claro, si es que aún puedes moverte..."

"Ja, palabras... pero si quieres que vuelva a repetir ese ataque, no me negaré..."

Pero no pudo ni moverse: su pata delantera estaba congelada., y no solo eso: también sus alas estaban congeladas y varias partes de su cuerpo también.

"Pero... ¿cómo...?" se preguntó.

"Eso te pasó por subestimarme" se burló esta vez Edel, "A comparación de Spyro, tu control del tiempo es más lento y tiene una menor duración. Además, mi hielo congela y retrasa aún más tus movimientos. No te percataste, pero ahora luchas en mi ambiente"

Era cierto: Edel había convertido el lugar en un gran campo de hielo y nieve con cada ataque fallido, el lugar ideal para hacer resbalar y retrasar a cualquiera que no estuviera acostumbrado al hielo.

"Me las pagarás..." intentó atacar Balaam, pero Edel fue más rápida:

"¡Tormenta congelante!"

Una gran ráfaga de viento y hielo se formó en un gran huracán y atrapó al dragón sin que este pudiera hacer nada. Luego de ello, quedó congelado en un iceberg de hielo.

"Ese es el problema de sujetos como tú" le dijo Edel, "Creyéndose superiores y vulnerando e insultando a las mujeres para sentirse mejor. Sin embargo, no debes subestimarnos pues algún día pueden arrepentirse de eso..."

Diciendo eso, convirtió su cola en una cuchilla de hielo y le dio un rápido y fino corte a la prisión congelada, que se despedazó junto al Oscuro que estaba atrapado. Sin embargo, el daño estaba hecho y Edel casi se derrumba del dolor. Justo entonces, sintió otra presencia... era también oscuridad, pero la conocía perfectamente...

"¡Edel!" dijo una voz algo lejana.

"¡Cynder!" contestó ella reconociendo a su amiga.

"¡Oh, dios mío!" dijo apenas llegó y la miró, "¿Te encuentras bien? Sentí una presencia oscura cuando llegaba, temía haber llegado tarde"

"Sí, un Oscuro... pero ahora es solo pedazos de hielo, ¿qué haces tú aquí?"

"Me separé de Spyro luego de ayudar en la Gran Presa" explicó, "Sentí la presencia de la oscuridad hacia aquí y decidí venir a ayudarles a Ember y a ti. Estás algo herida... será mejor que te llevemos a LunaVillage por ahora y luego regresaremos a Warfang"

"¿Cómo están los demás?"

"No lo sé..." le dijo ayudándole a incorporarse y volar hacia el túnel secreto, "Pero las presencias oscuras están desapareciendo..."

"¿Y nuestros hijos...?"

"Ni una noticia hastaahora, pero si han logrado superar la Cueva del reflejo, deberían estar caminoa Avalar..."