Capítulo 10: Batalla en la Gran Presa

Gracias a @kionlove  por la inspiración.

(En el reino de la oscuridad...)

La sombra de Malefor había ganado más fuerza.

"Rea y Talvot han fracasado" se dijo para sí mismo, "Pero no importa, con esa cantidad de energía oscura que emanaron durante sus combates, sumado al maná sobrante de los poderes de Spyro y el guardián del fuego, tengo suficiente poder para rehacer a mi ejército oscuro"

Con solo un movimiento, varias criaturas: grublins, gárgolas, Wyverns, Trolls, y demás aparecieron ante él. A diferencia de la última vez, eran una mayor cantidad.

"Interesante que tanta maldad pueden emanar un humano egoísta y otro abusivo..."

"Malefor" le dijo uno de sus generales oscuros (el llamado Blagden), "Dos ya han caído. Estos poderes que les han dado no sirven para nada"

"No es que no sirvan para nada" le contestó Malefor, "Vuestros poderes son únicos. Spyro y sus amigos estaban demasiado unidos en esos momentos. Ahora que iniciará la guerra, se han dispersado para tenerlo todo listo. Iniciemos antes de que ellos se reúnan de nuevo..."

"¿Cuál es el plan?"

"Tengo parte sobrante del maná Ether de Spyro y el maná Fuego de Jhonny. Necesito que alguien combata al guardián de la tierra, Thorr" explicó Malefor, "Si logras drenarle todo su maná, entonces mi resurrección estará aún más cerca. Si no pues... al menos lo intentaste y obtuviste una pequeña parte"

"¿Se supone que deba ayudarte si me dices algo así?" contestó Blagden molesto.

"Verás: no importa si combaten o no. La energía que despide cada batalla deja rastros. Solo combate un poco y extrae un poco del guardián de la tierra. Si lo extraes más, tu inversión será más grande"

Blagden pareció dudar. Sin embargo, para los planes de Malefor, tenía una forma de tentarlo:

"Mira esto" dijo a la vez que proyectaba una imagen. En ella, se veía la gran Presa del valle.

"Antes eras una especie de negociante, ¿verdad?" le dijo Malefor.

"Sí..." respondió este llevado por la tentación.

"Mira esta Presa... los dragones construyeron ese lugar y distribuyen con ella agua varios pueblos contiguos sin recibir nada a cambio... ¿tú que harías si fueras dueño del lugar?"

"¿Sin ganar nada a cambio? Bah, esos tontos... no saben la oportunidad de negocio que pierden... Aunque no puedo creer lo magnífico de esa arquitectura..."

"Es cierto... Si logras tu cometido y regresas vivo, te daré de esclavos a varios dragones para que trabajen en tu mundo. No te preocupes por las dimensiones, todo lo tengo arreglado..."

"De acuerdo, lo haré..."

Y Malefor, con otro movimiento lo hizo desaparecer.

"Blagden... dudo mucho que lo logres, pero tu codicia y ambición se convertirán en deliciosa energía oscura que podré aprovechar..." pensó Malefor.

(En la Gran Presa...)

Spyro y Cynder se había reunido con Thorr y un grupo en la Gran Presa, la cual estaba construida con una cabeza con forma de dragón, así como un par de estructuras con forma de alas y patas. Nada más llegar, el lugar les dio una gran nostalgia... aunque no era tan buena, pues aquel lugar había sido destruido para frenar al destructor en la guerra anterior.

"Hemos reforzado la Gran Presa luego de que se destruyera" comentó Thorr, "Ahora es más grande y podemos almacenar una mayor cantidad de agua. Si necesitamos usarla..."

"No creo que el destructor vuelva a surgir" dijo Spyro razonando un poco, "No al menos tan rápido. Malefor le dio poderes a los Oscuros, pero no tiene la suficiente energía para convocar y controlar algo tan grande. Al menos, hasta donde sabemos"

"Entonces, nuestra mayor amenaza sigue siendo los Oscuros" concluyó Cynder, "No podemos saber cuándo se..."

Pero en ese momento, las nubes negras se estaban extendiendo en el cielo.

"Algo me dice que será pronto" comentó Thorr.

Justo entonces, un relámpago púrpura oscuro cayó en una de las patas de la presa, haciéndola arder.

"Si destruyen la presa, inundarán el valle" gritó el guardián, "Hay que defenderla"

"Tenemos más problemas" señaló Cynder.

La guerra estaba dando inicio: en el cielo, varios Wyverns y gárgolas estaban volando en dos direcciones. Una de ellas volaba en dirección de Warfang y la otra en dirección hacia allí, la Gran Presa.

"¡Defended la Presa!" gritó Thorr dándole la orden a los otros dragones.

Todos los otros dragones emprendieron vuelo en dirección al ejército oscuro que se acercaba. Spyro, Cynder y Thorr no fueron la excepción: todos ellos también se dirigieron hacia los enemigos.

Los ejércitos chocaron con todas sus fuerzas, si bien el ejército oscuro era más numeroso, el ejército de los dragones tenías superioridad en fortaleza. De alguna forma, ambos ejércitos se mantenían equilibrados debido a este hecho.

Spyro había conseguido desprenderse de una horda de gárgolas por sí solo. Justo cuando acabó un Wyvern intentó golpearle por la espalda.

Sombra Dragón!" gritó Cynder.

La sombra de un enorme dragón atravesó al aire y se llevó a todos los Wyverns que Spyro no había previsto. Cynder le había ayudado.

"No te preocupes, te cubro" le dijo.

"Gracias" le respondió este.

Pero en ese momento, Cynder percibió un olor extraño el aire. Si bien no era alguien que tuviera oscuridad en su interior, ella tenía la capacidad de percibir la oscuridad.

"Un Oscuro!" gritó Cynder.

"¡Cynder! ¡Cuidado!" gritó Spyro.

Cynder se giró. Una ráfaga de lanzas negras impulsadas por aire se estaba acercando a toda velocidad.

Terra-Escudo!"

Thorr se interpuso y bloqueó el ataque con una semiesfera de rocas. Cuando las lanzas impactaron, se quedaron atascadas en la barrera.

"¿Se encuentran bien?" preguntó.

"Sí, gracias" le dijo Cynder.

"No por mucho, señores" les dijo una voz.

Descendiendo, un dragón oscuro se hizo presente. Tenía marcas en el cuerpo con símbolos de viento o de algún patrón extraño. A su alrededor, las mismas lanzas que habían atacado anteriormente volaban guiadas por poderosas ráfagas de viento.

"Permítanme presentarme" les dijo, "Mi nombre es Blagden, portador de las lanzas de viento. Lo siento, pero esa fue una advertencia de desalojo"

"¿Advertencia de desalojo?" preguntó Thorr, "No tienes ningún derecho a reclamar eso. Estas tierras no te pertenecen"

El dragón oscuro se rió.

"Es curioso" dijo, "Antes de venir aquí, escuché las mismas palabras de un viejo anciano de un pueblo aborigen. No me importó sacarlos a él y su familia. Esa zona era perfecta para la explotación"

"¿Los sacaste de su lugar de nacimiento?" gritó indignada Cynder (ella sabía lo que se sentía), "Eres un..."

Pero Thorr le detuvo.

"Spyro, Cynder" les dijo, "Por favor, protejan la Gran Presa, muchos dragones de tierra que puse a cargo se esforzaron por reponerla luego de su destrucción. No podemos dejar que alguien tan ambicioso como él nos quite el trabajo de nuestras vidas. Yo me encargo de él"

"Cynder" le dijo Spyro a su esposa, "Thorr tiene razón. Nosotros forzosamente tuvimos que destruir la presa y varios ayudaron a reconstruirla. Debemos colaborar para evitar que la destruya el enemigo"

Cynder, tomando conciencia, solo se limitó a decir:

"Thorr, dale una paliza de mi parte"

"Lo prometo" le contestó. Entonces, la pareja voló en dirección hacia el ejército que seguía intentando atacar la presa. Mientras tanto, el guardián de la tierra le plantaba cara al nuevo enemigo.

"Cynder tiene razón" le dijo Thorr, "Nadie, ni siquiera el más rico y adinerado, tiene el derecho de arrebatarle a nadie su hogar de nacimiento o sus tierras a otro"

El dragón oscuro pareció no estar listo para atacar... aún.

"Soy... o bueno era, un hombre de negocios" dijo, "No me interesan lo que los demás piensen o hagan de mí. En nuestro mundo, los hombres cada día nos multiplicamos y tenemos la necesidad de más lugares. Es por eso que alguien como yo, negocia. No vivimos sin hacerlo. Vendemos partes de selvas y bosques a los mejores precios para subsistir"

"Arrasando con ellos" le corrigió Thorr, "Un amigo mío me lo dijo. El enriquecimiento de unos cuantos individuos o grupos los empobrece a todos. Algunos lo hacen porque requieren de ellos, pero otros, más que por sus necesidades, lo hacen por sus ambiciones: contaminan y depredan ríos, lagos y mares, y al hacerlo acaban con aquello que anda, nada, vuela y repta. Si llamas a eso progreso, yo lo llamo progreso hacia la muerte"

Levantando una garra, una de las lanzas le apuntó. Sin embargo, el guardián no tenía miedo.

"Ese amigo tuyo debe ser el medio-humano" se burló Blagden, "Es una respuesta de alguien con moral por la naturaleza. Alguien sin visión no sobrevive mucho en nuestro mundo. Sin embargo, puedo hacerte una propuesta: Si vienen a trabajar para nosotros, podría ser que nuestro mundo mejore y no perturbaré vuestra naturaleza"

"No caeré en tus trucos" le contestó Thorr, "Sé que solo nos quieres como herramientas. Luego, alguien como ese Oscuro que era cazador venderá nuestra cabeza al que mejor puede pagarla. Y claro, por tus 'negocios', pagarás muy bien"

"Ja, Rea... Bien... si eso es lo que quieres... basta de hablar..."

Y, con otro movimiento, le lanzó la lanza. Por fortuna, Thorr fue bastante rápido y se cubrió con otro escudo. La lanza quedó clavada en él. Thorr contratacó con una ráfaga de rocas, pero Blagden, quien tenía no solo control de sus lanzas, sino también control completo del aire, provocó una ráfaga que le defendió del ataque.

Bombardero Terrestre!" gritó Thorr a la vez que usaba sus poderes.

Un gran misil de tierra salió disparado de su boca y se dividió en cinco, los cuales se volvieron a dividir formando diez misiles. Blagden se defendió de nuevo. Sin embargo, cada impacto de misil golpeó con una fuerte explosión cubriendo todo el aire de humo verde.

Parecía que Thorr había ganado la batalla, pero de la nada, una de las lanzas negras el impactó en el hombro. El dragón rugió de dolor.

"¿Te gustó eso?" preguntó Blagden en modo de burla, "Tus ataques de tierra no tiene igual con mis ataques de viento..."

Thorr sostuvo la lanza y luchó para quitársela. Pero en ese instante, Blagden clavó más de sus lanzas en él, haciéndole gritar más de dolor.

"Espero que no te mueras con esto..." se burló Blagden, "¡Danza de muerte, ráfaga de lanzas!"

Con decir ello, la esfera de aire que una vez lo protegió, rodeó esta vez al guardián. La alta velocidad del aire hacía difícil la respiración, pero luego se puso peor: una serie de lanzas pasaron a alta velocidad lastimando al dragón y causándole múltiples heridas.

Si eso no fuera poco, Blagden usó algo peor: sus lanzas se formaron, haciendo el dibujo de un dragón deforme. De su boca, salió disparada una potente ráfaga de viento negro que sacó volando al dragón como si fuera un pedazo de rama de árbol y lo hizo caer en los bosques. Al segundo siguiente, el dragón oscuro descendió un poco para terminar su trabajo.

"Te confiaste" se rió, "No tenías ninguna oportunidad de ganar"

Thorr con algunas lanzas aún incrustadas, se trataba de levantar. Podía sentir cómo esas lanzas le robaban maná.

"Espero que entiendas que solo son nego..."

Pero no continuó pues sus patas traseras no podían moverse. Al ver abajo, entendió el motivo: la tierra ahora le cubría las patas y, antes de que se diera cuenta, también las delanteras y no solo era tierra la que se movía, también raíces provenientes del subsuelo.

Tenía que llamar a sus lanzas nuevamente, pero se dio con la sorpresa de que Thorr estaba de nuevo levantado y las retenía.

"No es posible" dijo, "Deberías estar agonizando con tantas lanzas clavadas..."

"Tú eres el que te confiaste debes aprender que los dragones de tierra tenemos las escamas más duras de todos" dijo el guardián para su sorpresa, "Tienes razón, me especializo más en ataques terrestres. Y ahora... estas en mi elemento"

Y diciendo eso último, rompió las lanzas en frente de él. Ahora, no tenía nada con lo que atacar.

"Por cierto, espero que disfrutes el sentimiento de la naturaleza" continuó.

"Tú me hiciste esto..." reclamó Blagden tratando de librarse.

"Algo así. Los dragones de tierra poseemos una fuerte conexión con la naturaleza, cubrimos nuestros cuerpos con su poder, persistiendo en todo momento. Para nosotros la naturaleza nos da vida y nosotros se la damos a ella..."

"Ridiculeces, si no usas los recursos, solo eres alguien despreciándola..."

"Y gente como tú son quienes la destroza... Es mejor que realmente sientas el poder de la naturaleza en carne propia..."

Thorr empezó a brillar, liberando su maná interior.

"¡Ira de la naturaleza!"

Co su poder, aparecieron una serie de torbellinos junto a una lluvia de rocas que causaron una gran explosión en el terreno en el que estaban, arrasando con todo lo que había a su alrededor excepto Thorr. Una vez que las explosiones terminaron, quedó un agujero donde estaba el Oscuro, a punto de desaparecer entre las sombras.

"Me derrotaste..." le dijo agonizando, "Pero destruiste el bosque que tanto aprecias..."

"Eso es lo que tú crees" le recalcó Thorr.

Hundiendo garras en la tierra, el dragón empezó a compartir maná con el terreno, el cual en unos segundos volvió a crecer el césped y del espacio de los árboles caídos, empezaban a brotar y crecer a una velocidad sorprendente, como regeneración.

"La base del mundo está repleta de energía, llena de magia antigua y campos de maná natural" explicó, "Un dragón de Tierra entrenado en el apogeo de sus habilidades puede sacar fuerza de estos, y también puede brindársela a la tierra"

El enemigo se rió mientras la cuarta parte de su ser se desvanecía.

"Nosotros no somos como ustedes" dijo, "No podemos regenerar nuestro mundo así"

"No, no como nosotros, pero siempre existe la forma de hacerlo. La tierra es una forma fundada en los preceptos de la fuerza sobre la adversidad, la resolución obstinada y la determinación obstinada. Si la tierra puede darles esos valores, ¿acaso no pueden brindárselos para restaurarla?"

"No es tan sencillo, pero qué más da..."

Y diciendo eso, se desvaneció entre las sombras.

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