Epílogo: Un nuevo comienzo (Parte 3)

(1 hora después. Sala de entrenamiento del templo)

"Hola Spyro, me alegra verte amigo" dije al dragón púrpura adulto que estaba enfrente mí. A su costado, estaba una pequeña dragona de color negro, "Entonces, tú eres Nina, ¿verdad?"

"Sí, señor" me dijo tímidamente.

"No seas tímida, pequeña. Llámame solo Jhonny" le respondí, luego volteé hacia mi hijo "Drago, esta es tu compañera de equipo, Nina. Nina, este es mi hijo y tu compañero"

Drago y Nina se conocieron, pero parece que se llevaron muy bien.

"Mucho gusto, Nina" dijo mi pequeño, "Soy Drago"

"Un placer" dijo Nina.

Justo en ese momento, otro dragón rojo llegó con uno más pequeño, el cual era una copia exacta de su padre.

"¡Hola hermano!¡Hola Jhonny!" dijo Flame, "Me alegra haber llegado a tiempo. Este es mi pequeño, Ash"

Los tres dragones más pequeños se reunieron y Drago se presentó a Ash.

(1 hora después. Plataforma del templo)

Drago, Nina y Ash estaban volando ligeramente con los ojos cerrados. En ese estado, movían inconscientemente sus alas.

"¿Lo estoy haciendo bien?" preguntó Nina, aún con los ojos cerrados.

"¿Y cómo lo hago yo?" preguntó Ash.

Drago abrió los ojos y se dio cuenta que estaban volando ligeramente en el aire.

"Si han abierto los ojos" les dije, "No pierdan la concentración que te llevó hacia allí. Elevarse sin ver puede parecer sencillo, pero deben continuar con los ojos abiertos y mantenerse en el aire"

Ash y Nina abrieron los ojos. Luego, les enseñé como descender con delicadeza.

"Bien hecho" dije, "Bueno creo que ahora podríamos continuar con..."

En ese momento, Cyril (quien ya estaba un poco más viejo) se apareció en escena.

"Jhonny, tienes que venir enseguida, puedes traer a los más pequeños contigo, si deseas"

"¿Qué sucede Cyril?" le pregunté extrañado.

"Es tu huevo, va a nacer" explicó el dragón.

Todos regresamos al dormitorio del templo del dragón. Spyro, Cynder y Edel ya estaban allí: reunidos alrededor del huevo de color celeste.

"Jhonny, me alegra que hayas llegado a tiempo" dijo Edel. Luego, se giró hacia Drago y le dijo, "Va a nacer tu hermanito, Drago"

"Esto... Jhonny, Edel" dijo Spyro mirando al huevo, "¡El huevo está naciendo!"

Todos, incluidos los más pequeños, nos sentamos y miramos con emoción a medida que el huevo se quebró un poco más y luego una pata salió de la cáscara. Edel, Drago y yo nos acercamos para mirar mejor. Nos miramos los unos a los otros con entusiasmo mientras el huevo seguía quebrándose.

Pero de repente se detuvo y la pequeña pata volvió a entrar.

"¿Hum?" dije confundido y me acerqué cuidadosamente, pero luego se escuchó un fuerte estornudo y el huevo se rompió y una brisa helada me golpeó en la nariz.

"¡Aaaachú!" estornudé hacia otro lado soltando a la vez algo de fuego. Nina y Cynder trataron de contener la risa cuando vieron eso.

"Afortunadamente, no fue tan grave" dije ya repuesto, "pero ahora sé que se parece a su madre".

"Jajaja" se rió Edel.

"Mamá, papá" dijo Drago, "miren".

Lo que vimos fue a un pequeño dragón que nos miraba con sus grandes ojos mientras intentaba salir de lo quedaba de su huevo. Luego de unos segundos, lo logró, y Edel se acercó para inspeccionar mejor al recién nacido.

"Es una niña" declaró, "Acércate Drago, ven a conocer a tu nueva hermanita".

Definitivamente era igual a su madre, con los mismos hermosos ojos de Edel, y los colores de sus cuernos. Además, estaba claro que era del elemento del hielo, pues sus escamas brillaban como pequeños glaciares. La pequeña dragona olisqueó a Drago para captar su aroma y luego sonrió, al igual que con su madre y yo.

"Felicidades a los padres" dijo Terrador, entrando a la habitación, "me alegra ver el nacimiento de las nuevas generaciones".

"Gracias Terrador" le dije. Y Terrador se sentó con nosotros

"Me alegra ver que el linaje de los dragones de hielo vuelve a florecer" dijo Cyril, y luego miró a Drago y añadió: "no te preocupes Drago, tú también serás un poderoso dragón de fuego como tu padre".

Me enorgullecí de ese último comentario, al igual que mi hijo.

"¿Tiene algún nombre?" preguntó Spyro, mirando a la recién nacida.

"Bueno, como se parece más a su madre, le toca a ella decidir" dije.

"Umm, ¿qué te parece Aurora?" dijo Edel, "¿Como esas las luces invernales que vimos en nuestra segunda cita?"

"Aurora... me gusta" dijo Drago.

"A mí también" declaré.

"Pues queda decidido" declaró Cyril, "El nombre de la pequeña es Aurora".

"Bienvenida al mundo, Aurora" dijo Terrador. Nos quedamos mirando a la recién nacida durante lo que parecieron horas, pero solo fue unos segundos.

"Discúlpenme todos, pero ¿podrían salir para que Aurora pueda comer y descansar?" dijo Edel luego de un rato.

Todos asentimos y salimos de la habitación.

(Más tarde ese mismo día)

Spyro y yo estábamos hablando en la terraza del templo.

"Muchas gracias por cuidar y enseñar a Nina, Jhonny" él dijo, "Eres un excelente guardián"

"Aún te debo por hacerme creer que sí podía serlo" le respondí, "Soy yo el que te debe dar las gracias"

Spyro miró hacia el horizonte, el sol se iba a ocultar en solo una hora. Miré el rostro de Spyro, parecía preocupado.

"Estas preocupado por lo que ocurra dentro de nueve generaciones más, ¿no es cierto?" le dije.

"Sí" dijo él, "el próximo dragón púrpura nacerá y tengo miedo que sea como Malefor"

"Amigo mío, no tienes por qué temer. Ven mira"

Guié a Spyro hacia la sala de entrenamiento, donde Drago, Ash y Nina estaban jugando.

"Dime" le dije a Spyro, "¿Qué ves ahí?"

"A mi hija jugando con sus mejores amigos" respondió Spyro.

"¿A sí? Pues yo veo esperanza. La esperanza de que, si el futuro se ve oscuro, habrá una luz que siempre se oponga y luche contra esa oscuridad. Porque tú tienes confianza en Nina, ¿verdad?"

"Sí"

"Pues ella también tendrá confianza en las generaciones que vengan después de ella. Y eso da esperanza. Cada era tiene problemas, pero yo estoy seguro que lo resolverán juntos"

Spyro me miró por unos segundos y luego dijo:

"Y tú creíste que no eras sabio, ¿no?"

"No se trata de ser sabio, se trata de ser optimista, amigo" me reí, y luego, Spyro también se rió.

(Esa noche)

Edel y yo nos fuimos a dormir. Edel abrazaba a la pequeña Aurora y yo estaba abrazando a Drago. Todos juntos como una gran familia feliz.

En ese momento, mientras Edel y yo abrazábamos a nuestros hijos, una sensación de paz me invadió: Nunca había imaginado encontrar un hogar de verdad, ni sentirme completo. Pero ahora sé que, aunque el viaje sea incierto y largo, siempre existe un lugar en el que encajamos. Y, si tus acciones las guía tu corazón, sabes que estás en el lugar correcto. Solo debemos creer en su existencia... y estar dispuestos a buscarlo y vivir la vida que anhelamos tener.

https://youtu.be/E6kpPsK489w

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