Capítulo 4: Aceptación
"¡Sparx! Escuché un grito y reconocí tu voz. ¿Qué haces por aquí?" dijo Spyro mientras descendía con Cynder. No podía creerlo: eran ellos de verdad.
"¡Vaya, el héroe del día! ¿Por qué no me despertaste para salir de aventuras juntos? Te esperé todo el día de ayer, creí que éramos hermanos" Sparx le reclamó a su hermano.
"En realidad, fui yo quien le dije para salir sin ti Sparx" lo defendió Cynder, "además, no creo que hubieras querido venir a llevar cristales".
"¿Y necesitan todo un día para conseguir cristales? Seguro que se fueron a una cita."
Ambos dragones se miraron el uno al otro y se sonrojaron.
"Esto..."
"Bueno..."
Comprendía sus razones, ellos siempre han sido amigos y, al parecer ahora eran pareja. Si querían estar a solas, no es nada por lo que reclamarles a ninguna pareja. Decidí finalmente hablar:
"Eh, tranquilo Sparx. Si ellos quieren un tiempo a solas, no es motivo para ir reclamándoles o avergonzándolos. Después de todo, ellos merecen un descanso de vez en cuando."
Ellos me miraron y me miraron extrañados.
"Seguro porque soy nuevo por aquí" pensé.
"Hola, encantado de conocerte, me llamo Spyro y ella es Cynder" me dijo Spyro.
"Hola, mucho gusto. ¿Cómo te llamas?" dijo Cynder.
"Me llamo Jhonny, mucho gusto"
Ambos me miraron. Seguro fue por mí 'nombre raro'.
"Que nombre tan peculiar tienes..." dijo Spyro. Sus ojos parecían estar inspeccionándome desde los cuernos hasta la cola.
"Eh, no lo taches como si fuera enemigo, Spyro. Todo el mundo necesita una oportunidad" dijo Cynder.
"Tienes razón Cynder" dijo Spyro, y rápidamente su expresión cambió, "En cualquier caso, ¿cómo han llegado los dos aquí?"
"Bueno, como me dejaron fui a buscarlos" comenzó Sparx, "Luego me perdí un poco, me lo encontré a él y caminamos de vuelta juntos.
"Y luego gritaste, ¿verdad?" preguntó Cynder.
"Pues sí, es que esa hierbirana me tomó por sorpresa. ¡Pero mi nuevo amigo peleó muy bien y la devolvió al suelo de donde salió! Aunque dijo que jamás había peleado"
Hubiera deseado que Sparx no hubiera dicho eso, porque de nuevo Spyro y Cynder me miraron con extrema curiosidad.
"¿En serio? Así que nunca has peleado ¿De dónde vienes?" preguntó Spyro.
"Soy... de muy lejos de aquí..." no dije una mentira, solo una parte de la verdad. Pasaron unos segundos sin decir muchas palabras, hasta que alguien rompió el silencio.
"Creo que deberíamos regresar primero y luego hablar" propuso Cynder.
"Bueno, ya debemos estar cerca caminemos simplemente, nosotros ya hemos volado suficiente. Oye Jhonny, ¿quieres venir con nosotros? ¿o tienes un hogar?" me preguntó Spyro.
"La verdad es... que ahora estoy muy lejos de casa" respondí.
"Ya veo, entonces ven con nosotros, seguro que te conseguimos un lugar para dormir en la ciudad".
"¿En verdad? Muchas gracias, amigos" respondí. Sentí dentro de mí que tenía nuevos amigos.
"Entonces pongámonos en marcha" Cynder declaró.
Entonces continuamos el rumbo hacia Colmillo de guerra.
Luego de unos minutos, finalmente llegamos a la ciudad. "Bienvenido" dijo Spyro, "a la ciudad de los dragones: Colmillo de Guerra"
Era una hermosa y magnífica ciudad con edificios imponentes y fuertes, parecía que las reconstrucciones después de la guerra contra Malefor ya estaban casi terminadas. Miré a mi alrededor, había topos vistiendo trajes de ingenieros en su propia talla, y guepardos con trajes de pueblos nativos. Aunque raro, era fascinante estar en un mundo así. También había algunos dragones con trajes que ayudaban en las reconstrucciones: cargando objetos o ayudándoles a llegar a lugares elevados.
Un guepardo se acercó a nosotros, y recordé de haberlo visto en alguna parte...
"¡Hola Cazador, ya estamos de vuelta!" saludó Spyro.
"Y trajimos bastantes cristales para mañana" añadió Cynder.
"Lo han hecho bien, ambos. Sparx, me alegra que te hayan encontrado, pensé en iros a buscar a todos yo mismo".
"No te preocupes, puedo salir de varios problemas" dijo Sparx.
"¿Cómo las hierbiranas?" se rió Cynder.
"Jejeje, muy chistosa".
"Y díganme, ¿Quién es su nuevo amigo?" preguntó, mirándome.
"Me llamo Jhonny, un placer conocerte" respondí.
"El placer es todo mío, amigo. Me sorprende ver un dragón rojo después de unos días. Usualmente veo dragones de tierra ayudando"
"Sí, desde la muerte de Ignitus.... no hemos visto ninguno" dijo Spyro, parecía deprimido mientras decía eso, "en cualquier caso, vamos a ver a los demás guardianes".
"Están en ese edificio temporal" dijo, señalando una pequeña torre crema, "como terminaron sus labores, se fueron allí para conversar sobre ciertos asuntos".
"Gracias Cazador, nos vemos mañana" nos despedimos y nos dirigimos al edificio señalado.
Entramos. Era básicamente una gran sala con motivos y diseño muy parecidos a lo que antes era el templo del dragón: grandes columnas, bellos arcos, incluso unas cuantas estatuas de dragones.
En el centro de la sala se encontraban tres dragones que parecían estar teniendo una conversación: uno era de escamas verdes, con cuernos marrones claros que recordaba a un carnero, alas del mismo color y un extremo de cola marrón con púas, también poseía una barbilla parecida a la de un chivo. El segundo era de escamas amarillas, tenía un vientre azul escamoso, un par de alas azules, y cuernos del mismo color; también tenía espinas azules en la espalda, garras azules, un pico de cola y tres crestas azules en los hombros, una en cada uno de sus codos y tobillos. Finalmente, el tercero era de escamas celestes, tenía cuernos pálidos dentados, espinas dorsales, crestas de hombros y tobillos que se asemejan a fragmentos de hielo y alas de color pálido; asimismo, su vientre era color púrpura y la punta de su cola estaba rodeada de púas azul pálido.
Al vernos llegar, el más grande, el verde, se nos acercó a saludar:
"Spyro, Cynder; me alegra que hayan vuelto ya estaba a punto de sentirme preocupado. También por ti Sparx, cuando Cazador me dijo que fuiste por ellos..." se detuvo y me miró, "lo siento joven dragón, pero, ¿quién eres tú?"
Los otros dragones también se habían acercado por la curiosidad. Estaba algo nervioso al hablar:
"Jhonny" dije realmente nervioso: estaba frente a los tres guardianes, los maestros de Spyro. ¿Qué podía decir si me preguntaban de dónde venía? ¿Debo ser sincero?
"Pues, bienvenido a Colmillo de Guerra joven Jhonny" dijo, "Yo soy Terrador, el guardián de la tierra"
"Mucho gusto de finalmente conocer a otro joven aliado" dijo el dragón celeste "Yo soy Cyril, un miembro del linaje de los grandes dragones de hielo y también guardián del mismo".
"Es un gusto conocerte joven dragón, yo soy Volteer" dijo el tercero, el amarillo "soy guardián de la electricidad. No creí ver a otro joven dragón de fuego desde que éramos todos jóvenes. Esos tiempos fueron tan lejanos, maravillosos, distantes... er... um..."
"No te preocupes, te tomará un tiempo acostumbrarte a los comentarios de Volteer" me susurró Sparx.
Me reí levemente por ese comentario. Spyro habló:
"Jhonny rescató a Sparx de una hierbirana en el pantano. También necesita un lugar dónde quedarse"
"¿En serio? En ese caso, todos te recibiremos bien aquí en Colmillo de guerra, joven dragón" dijo Terrador "Pero primero, ¿qué les parece si cenamos? Debió ser un día duro para ustedes y necesitan reponer fuerzas".
"Ya estaba a punto de sugerir eso" dijo Cynder "ven Jhonny, por aquí".
"Bueno yo también me voy a comer algo, en vez de que me coman a mí. ¡Ahora vuelvo!" Sparx dijo y se dirigió a la salida.
Cynder, Spyro y los guardianes me guiaron a una sala tan grande como para una docena de dragones adultos. Había una gran chimenea en un lado. Los guardianes se fueron por un momento y luego regresaron con seis piezas de corderos muertos con ellos. Empezaron a comer.
Estaba con hambre, pero no estaba seguro de si podría llegar a comer como un animal carnívoro salvaje. Es decir, no estaba acostumbrado, y tampoco había una forma de cocinarlo...
"¿Qué pasa Jhonny, no te gusta el cordero?" Spyro había dejado de comer y se acercó a mí.
"No es eso Spyro, solo que... no estoy acostumbrado a comer carne cruda"
"Pero... si quieres puedes cocinarla. Eres un dragón de fuego, ¿no es así?
"Bueno... yo... aún no tengo la capacidad de exhalar fuego" respondí con sinceridad.
"Oh, entiendo... Bueno, si quieres luego te puedo enseñar, pero primero..." exhaló una ráfaga de fuego hacia el cordero, que rápidamente cocinó, "Aquí tienes, no encontrarás mejor cordero".
"Gracias Spyro"
Spyro volvió a su comida. No queriendo ser más extraño, me atreví a probar la mía. Al principio me sentí salvaje por el hecho de separar la carne a base de mordiscos y garras, sin mencionar el devorar lo que parecían sus órganos. Pero rápidamente eso quedó eclipsado por el sabor: realmente estaba delicioso.
Una vez terminada la cena y solo quedaron huesos, los guardianes limpiaron todo en un santiamén, y después todos volvimos a la sala anterior. Sparx ya regresó de su cacería de insectillos, y nos acompañó.
"Bueno, pues entonces joven Jhonny podrías decirnos, ¿de dónde eres?" preguntó Terrador.
Suspiré por un momento y luego comencé a hablar:
"Es difícil de explicar, porque es algo que no se escucharía a diario"
Todos me miraron por un buen rato, sentía miedo de que quizá me tomaran como enemigo o amenaza, realmente quería ser su amigo. Spyro se acercó:
"¿Te ocurrió algo de que no quieras hablar? No te preocupes, sea lo que sea no puedes ser alguien maligno. Seguro que solo no te gusta hablar del pasado".
"Cierto" comentó Cynder, "todos necesitan una oportunidad".
Los tres guardianes asintieron. Sabía a qué se refería Cynder: ella estuvo bajo el control de Malefor durante mucho tiempo e hizo cosas malas que nunca quiso hacer. Tenía que armarme de valor.
"No es mucho eso, no soy malvado, pero tampoco soy realmente..., no soy lo que ustedes piensan" me miraron extrañados, "La verdad es que... no soy de este mundo"
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