Capítulo 2: A través de un sueño
(Pov de ???)
En medio de mis reflexiones nocturnas, a menudo me encuentro perdido en preguntas que parecen no tener respuestas concretas. ¿Qué es la vida sino un enigma complicado, un laberinto de experiencias y emociones entrelazadas? Me pregunto si hay una razón específica para mi existencia, si en algún lugar se esconde el propósito que me ha eludido hasta ahora. ¿Será posible encontrar un destino que ilumine mi camino y le dé sentido a este viaje incierto?
Pues, como decía aquella obra: ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
A diferencia de aquellos que parecen tener todo delineado, yo soy como un lienzo en blanco en busca de colores y formas que pinten mi trayectoria... como una hoja que se lleva el viento... No sobresalgo en ninguna habilidad en particular, y a veces me pregunto en qué área podría destacar. No era un prodigio intelectual, ni un atleta destacado; mis miedos a las alturas me mantenían con los pies firmemente plantados en la tierra. Y sin embargo, mi mente vivía en un mundo de maravillas, donde los confines de la realidad se disuelven y la fantasía cobra vida. Es en mis juegos y mis escritos donde encontraba refugio, donde podía explorar terrenos inexplorados sin temor a la crítica.
Pero, ahí está el dilema. Mis pasiones chocaban con las expectativas de mi familia, quienes anhelan que me adhiera a un camino más convencional. Querían que persiguiera una educación formal, que me convirtiera en un profesional con un título y un trabajo estable. Sin embargo, ¿qué valor tiene una vida en la que sigo un sendero que no resuena en mi interior? Me preguntaba si debería atreverme a mostrarles mis verdaderos intereses, a enfrentar sus miradas de confusión y desaprobación.
Recientemente había tenido una discusión seria con mi madre, discutiendo sobre todas mis posibilidades para mi futuro y, aunque de mala gana las traté de aceptar, mi progenitora notó la falta de estímulo cuando yo respondía o intentaba hacer una traba para que lo olvidara. Eso originó una pequeña mala discusión que esperaba que se borrar en unos días. Desde ese momento, hablamos poco y de cosas habituales.
Una noche estaba solo en mi habitación, aún en el cruce de las incógnitas y las posibilidades, explorando las profundidades de mi ser en busca de respuestas. Tal vez, en mi constante cuestionamiento, en mis dudas y anhelos, encuentre finalmente la clave para desbloquear el potencial que yacía en mí. Aunque no tenía todas las respuestas ahora, estaba dispuesto a navegar por el misterio de la vida y descubrir qué destinos me aguardaban, incluso si eso significaba desviarme del camino esperado.
"¿Qué hago?¿cuál es mi sueño?" me puse a pensar, "No conozco el sentido de vivir, soy un inútil en casi todo. No sé porque estoy en el mundo, la verdad. Quisiera saber si soy algo más que un simple humano, si puedo realmente ser o hacer algo mejor".
Allí estaba yo: luego de haber terminado un fragmento de mis reflexiones, pasé ha escribirlo en mi computadora, con la esperanza de utilizarlo más tarde en alguna historia. Como me sentía un poco aburrido, decidí jugar uno de mis juegos favoritos: 'La leyenda de Spyro, la fuerza del dragón'. Luego de haber conseguido el final por tercera vez, me tomé mi tiempo para visualizar la bella ambientación de aquel nuevo mundo que se había creado:
Paraísos suspendidos en los cielos, islotes etéreos que parecían desafiar la gravedad misma. Cada isla era un jardín flotante de exuberante vegetación y asombrosa belleza. Los árboles parecían verdes, jóvenes y majestuosos, con sus ramas extendiéndose como brazos amigables hacia el cielo. Los ríos y lagos que serpenteaban entre las islas parecían cristalinos y frescos, como si nunca hubieran caído ningún desecho en él (en comparación del nuestro). Sus aguas reflejaban el cielo en tonos cambiantes, desde el azul pálido del amanecer hasta los tonos dorados y rosados del atardecer. Por último, cada rayo de sol era como un pincelazo que daba vida al mundo. Aquel mundo estaba renaciendo de nuevo, bañando todo con una luz que parece tocar incluso las almas de quienes lo presencian. Todo eso luego de casi enfrentaba su destrucción.
Y, entre todos los que habían sobrevivido, estaban Spyro, Cynder y sus amigos, a quienes no solo admiraba por ser criaturas fantásticas, sino también porque eran criaturas nobles, que defendían su mundo como nosotros defenderíamos al nuestro, con sabiduría y respeto, con esperanza a las nuevas generaciones. Por supuesto, Spyro era al que más admiraba, él era lo que yo nunca pensé que sería: un héroe.
"Y ellos vivirán felices en una nueva era, una de paz y aventuras" pensé mirando el final, "Rayos, cómo me gustaría saber qué sucederá después. Cómo me gustaría ver esa nueva era"
Pero si volvía a mi realidad, pensaba que eso sería imposible. Con el cansancio en mi cabeza luego de otro día de reflexiones y escritura, y con este último gramo de energía agotado por el corto tiempo de juego, abandoné el ordenador y recosté completamente en mi cama, sin dejar de pensar que ojalá la vida sea como las historias de héroes: con un buen final o uno lleno de esperanzas
No era mi caso. En nuestro mundo, los héroes no duran mucho, los difaman y, si se enteraban de quiénes eran, irían por sus seres queridos. Por mi parte, aunque trataba de hacer algo bueno... bien, ser podría decir que o tenía muy mala suerte o que era un inútil. Al final, con las críticas que me decían luego de haber metido la pata, me hacían pensar de que mejor no hubiera estado yo allí. Aunque uno pudiera decir que no dejara que esos comentarios negativos me afectaran, ya eran tan seguido que mi autoestima se arrastraba por el suelo.
Además, y a diferencia de otras personas (quizá de todas) yo tenía algo diferente: no tenía ninguna ambición. Esto, en el punto de vista de muchos, lo considerarían un problema, pues creen que no me proyectaba al futuro. Sin embargo, yo lo único que quería era ser libre de las expectativas de mi mundo, no teniendo que ganar dinero para sobrevivir como muchos otros apenas tenían...
"Deseo..." pensé mientras cerraba los ojos, "ver aquel otro mundo"
Mi madre a veces veía programas donde personas rezaban y obtenían un milagro. Aunque sabía que era parte de la 'magia de la televisión', también mucha gente creía en ellos. Por mi lado, yo también creía, pero lo veía como una especie de 'magia angelical' y que existía magia de distintos tipos. No era de esos que creían que el resto de magia era 'maligna', eso dependía de quién lo usaba y con qué fines... ¿por qué narro esto? Porque, para esas personas incrédulas, les resultará difícil creer lo que me pasó al relajar mi mente hacia el mundo de los sueños.
En mi sueño, flotaba en un vasto espacio iridiscente, libre de las expectativas mundanas que me aprisionaban en la vida cotidiana. Anhelaba romper las cadenas del mundo humano: el constante recordatorio de conseguir un trabajo, escoger una carrera, perseguir el dinero. Quería simplemente ser yo mismo, sin restricciones ni juicios, ayudando a otros, luchando con los malos... como los hacía Spyro... en aquel nuevo mundo. Y, sobre todo, vencer mi mayor miedo: la acrofobia.
De repente, percibí algo fuera de lo normal y, al abrir los ojos me di cuenta de que estaba durmiendo en una roca. Sin embargo, si no hubiera dado un vistazo a mi alrededor, hubiera pensado que era un sueño:
Me desperté en un mundo que desafiaba toda lógica y comprensión. La realidad se extendía ante mí como un lienzo cósmico sin fin, y a medida que mis ojos se ajustaban, me encontré en un lugar que recordaba al espacio exterior, pero con una belleza y extrañeza que eclipsaban cualquier definición terrenal.
El vacío que me rodeaba, en lugar de la oscuridad negra del espacio conocido por los humanos, estaba teñido de un azul profundo y misterioso. Este azul intenso parecía tener vida propia, danzando en un ballet etéreo que iluminaba el infinito. El resplandor etéreo emitido por este azul le confería una atmósfera surrealista y mágica.
A lo lejos, planetas gigantes y majestuosos colgaban en el horizonte, suspendidos en la vastedad del espacio azul. Sus superficies eran una mezcla de colores inusuales: matices de esmeralda, carmesí y zafiro brillaban en patrones imposibles de describir. Estos planetas, aunque distantes, parecían tan tangibles como si pudieras alcanzarlos simplemente extendiendo la mano. De otro lado, asteroides vagaban en trayectorias erráticas, creando senderos de luz mientras se desplazaban por este lienzo celeste. Parecían fragmentos de una creación artística cósmica, uniendo el espacio entre las islas flotantes en un baile armonioso y caótico a la vez.
Y luego estaban las islas flotantes. Desde donde estaba, podía ver grupos de plataformas suspendidas en el aire, como fragmentos de tierra arrancados de un mundo desconocido y colgados en el éter. Estas islas parecían fusionar la realidad con los sueños, su forma y tamaño desafiando cualquier expectativa.
El aire que llenaba mis pulmones era fresco y libre, a pesar de la falta de una explicación lógica de cómo podía respirar en este extraño espacio. Cada respiración era una confirmación tangible de que había sido arrancado de mi vida anterior y transportado a un lugar donde las leyes de la realidad eran fluidas y cambiantes.
Asomarme al borde de mi isla flotante provocó una mezcla de emociones. El abismo azul sin fin me llamaba, tanto atrayéndome como aterrando mi alma. Mi corazón latía más rápido mientras me asomaba al borde de la plataforma. Siempre había sentido miedo a las alturas, y el abismo sin fin ante mí me recordaba mi propia vulnerabilidad.
Retrocediendo, volví a ver sobre la isla flotante que me sostenía, dándome cuenta que, en su centro, había un círculo de piedra radiante, de donde emergía un rayo de luz amarilla que se perdía en el cielo infinito. Era como si este rayo conectara con los confines mismos del universo o, tal vez...
"¿Por qué tengo el presentimiento que es un portal?" me pregunté, "¿Y por qué siento de que me ha traído a este lugar?
Sin embargo, no estaba solo aquí. A lo lejos, otra isla flotante atrajo mi atención. Un círculo de piedra en su centro brillaba con un resplandor púrpura claro, y una curiosa intriga se apoderó de mí: mi curiosidad me llamaba a aquel lugar.
Y parecía que el destino me llamaba allí sin ninguna duda o explicación: de repente, un estruendo ensordecedor llenó el aire, y el mundo a mi alrededor pareció retorcerse y deformarse. Un asteroide impactó la isla con violencia, arrojando fragmentos de roca en todas direcciones. Me encontré siendo arrastrado por uno de esos fragmentos, y en un abrir y cerrar de ojos, me vi en la isla púrpura, mi corazón aún latiendo desbocado por la sorpresa.
Me enderecé, tratando de recuperar el aliento mientras mis ojos se posaban en el rayo de luz púrpura que se alzaba desde el círculo de piedra frente a mí. Era como si esta dimensión quisiera decirme algo, invitándome a explorar lo desconocido y abrazar el misterio que se extendía ante mí.
"Pero este es diferente" pensé mientras me acercaba aquel haz de luz , ¿si no es la salida?"
Entraban dudas, temores y toda clase de clase de pensamientos de inseguridad, pero estos quedaban eclipsados por una mezcla de curiosidad, emoción y una sensación de que el destino quisiera que los atravesara. Cerrando los ojos, dejándome llevar como hoja en el viento, eso hice. Cuando los abrí, me vi cayendo por un túnel totalmente oscuro y se respiraba un extraño aire, como si estuviera a mucha altura.
Temía que hubiera caído en aquel vacío y empecé a arrepentirme de no haber aprovechado mi vida. No obstante, cuando temía que aquel fuera mi final, sentí que me detenía, como sostenido por cuerdas invisibles. Frente a mí, a unos centímetros de donde hubiera caído a mi final, estaba un enorme cristal que me reflejaba como un espejo de tamaño completo. Me vi como era, un joven de 18 años, con ropa casual y algo afectado por el shock de haber caído de tan alto...
Pero, cuando creí que nada podía ponerse más extraño, el cristal empezó a brillar con mucha fuerza, a la vez que mi reflejo se movió, tomando otra forma. Por desgracia, el brillo era tan intenso que apenas pude ver una figura alada. Además, justo en aquel preciso momento, los hilos invisibles que me sostenían me soltaron.
Por un segundo, pensé que tocaría la superficie de ese duro mineral, pero en lugar de eso sentí casi como si me hubiera sumergido en agua, y el ambiente se tornó de oscuridad total a un brillo dorado y cálido como el primer sol del amanecer, sensación que iba en aumento exponencial, como si me estuvieran quemando vivo. Lo curioso era que... no me quemaba ni me consumía, como si aquel fuego solo me abrigara.
Mi cuerpo empezaba a sentirse extraño, pero no sabía si era producto del calor, si solo era por que era un sueño y me había quedado dormido en una posición incómoda o porque era real y algo extraño me pasaba. Finalmente, el túnel brillante terminó y pude visualizar la oscuridad normal de una noche de media luna. Sin embargo, eso era lo único que visualicé de reojo, pues me di cuenta que aún continuaba cayendo, en dirección hacia un bosque, sin ningún equipo o paracaídas que se debería llevar en estas situaciones.
"Ojalá sea un sueño" me dije mientras cerraba los ojos y percibía un dolor no tan fuerte de una caída. Si era real, había sobrevivido.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top