Prólogo: El Nuevo año del dragón

(Esta historia es una continuación de mi historia anterior: "La leyenda de Spyro, El Legado del Guardián". De modo que si no lo leíste, invito al lector a leerla.)

Después de la guerra y la derrota del último esbirro de Malefor por parte de Spyro y sus amigos, finalmente había paz en la tierra de los dragones. Varios de ellos se mudaron a la ciudad, pero varios también vivían en lugares muy lejanos, formando más ciudades y pueblos, aunque aún mantenían contacto con Colmillo de guerra.

Con lo que respecta a Spyro y Cynder, ambos se habían casado y formado su propia familia, al igual que Flame y Ember. Todos ellos vivían en la ciudad. Pero lo más feliz de ambas familias que dos nuevos integrantes iban a unírseles: sus propios hijos.

"Aún no puedo creer que vayamos a ser padres. ¿Cómo reaccionaste cuando te lo dijo Ember?" le preguntó Spyro a Flame un día que habían salido a caminar.

"Bueno, me sentí emocionado y entusiasmado" le respondió Flame, "Pero a la vez algo preocupado: puede que sea una niña y se parezca a su madre"

"Jajaja, tienes razón. Dos Ember serán mucho para ti"

"Y tú que pensaste, ¿será niño o niña?"

"No lo sé la verdad, pero estoy seguro que lo aceptaré sea lo que sea"

Flame miró a su hermano: Spyro le había contado a ella y su madre que había crecido apartado y criado por libélulas. Justo entonces pensó en Sparx.

"¿Ya se lo dijiste a Sparx por cierto?" dijo Flame, "Solo falta un día para el año del dragón. Debería saberlo antes de que nazca"

El año del dragón era la celebración en la que varios de los huevos de los dragones nacen juntos en un día muy especial. Aunque los huevos podían nacer en cualquier momento, si estaba sobre el la fecha de la celebración, nacía en ese momento. Sin embargo, para Spyro y Cynder, no era una fecha muy conocida pues ninguno de ellos tuvo la experiencia de nacer entre los suyos.

"No, no se lo he dicho..." dijo Spyro después de haberse quedado en sus pensamientos, "Tiene tiempo que no voy al pantano desde el fallecimiento de mi madre Nina..."

"Tuviste una buena madre" dijo Flame, "Aunque yo sí conocí a nuestra madre biológica, me gustó conocer a la tuya. A pesar de las diferencias, ambas eran bondadosas"

"Sí, bueno... y desde ese tiempo no he visto a Sparx... aunque desearía volver a verlo..."

"¡Deseo concedido!" dijo una vocecilla, y Sparx voló desde detrás de Spyro, causándole una gran impresión ambos dragones.

"Hola Sparx" dijo Flame.

"Hola hermano" dijo Spyro a Sparx, "¿Hace cuánto que has venido?"

"Hace un rato" dijo la libélula, "El camino estuvo difícil. Ya sabes: muchos bichos con lenguas"

"Sí, ya recuerdo" dijo Spyro, "Oye Sparx, te tengo una noticia: vas a ser tío"

Tal vez Spyro debió demorar un poco más de tiempo antes de darle la noticia a Sparx, pues apenas se lo dijo, este se desmayó. Cuando por fin lograron levantarlo, este dijo:

"Va ser un lío ser tío: tendré a un par de dragoncitos que me querrán usar como juguete de morder"

"Jajaja. No te preocupes, no tendrás que preocuparte" rió Flame, "Bueno, no al menos hasta que uno de ellos se acerque a ti con los colmillos listos"

"Hum" dijo Sparx, cruzando los brazos.

Al ver que ya atardecía, Spyro recordó que el camino al pantano era muy peligroso ya a esas horas. Entonces, le dijo a Sparx:

"Sparx, puedes quedarte en mi casa si quieres"

"¿Lo dices enserio?" le dijo este, "¡Me encantaría! Hace tiempo que no pasamos tiempo juntos"

"No estaremos tan 'juntos', Sparx. También está Cynder"

"Oh, vaya. Bueno, si no tengo más remedio..."

Entonces se despidieron de Flame y Spyro llevó a Sparx a su casa. Una vez dentro, se encontraron con Cynder. Ella había crecido a su forma adulta otra vez, pero esta vez con un corazón bueno y sincero: muy diferente al 'terror de los cielos'.

"Vaya, Sparx hace tiempo que no te veía. Dime, ¿qué tal van las hierbiranas?" bromeó Cynder.

"Y dale, ¿nunca dejarás de recordármelo?" dijo Sparx con los brazos juntos, "Cambiando de tema, ¿dónde está mi futuro sobrino?"

"Aun no nace" le respondió ella señalando un huevo envuelto en mantas dentro en una canasta en el centro de la habitación.

El huevo era de color negro con algunos tonos de morado, reflejando que era una mezcla de ambos padres. Sin embargo, sabían ya que el dragoncito que iba a nacer era negro, pues el dragón púrpura nunca nace de una línea genealógica y, además, aún faltaba nueve generaciones más para que naciera el siguiente.

"Venga, vamos a cenar algo y luego a dormir" dijo Spyro, "Nos espera un pequeño viaje mañana"

"¿Mañana? ¿No ibas a ver a mi sobrino nacer mañana?" le preguntó Sparx extrañado.

"Sí, por eso haremos ese viaje" explicó Cynder, "Verás, Spyro y yo lo hemos hablado... todos los demás dragones prefieren que sus hijos nazcan en sus casas. Pero nosotros queremos que el nuestro nazca en el templo del dragón"

"¿Allí?"

"Sí" dijo Spyro, "Originalmente, íbamos a nacer allí si no hubiera sido por Galu. Pero queremos que nuestro hijo tuviera esa oportunidad. Además, no será el único que nazca allí: dos de los guardianes también van a tener uno"

Sparx intentó recordar a los guardianes y dio en el clavo...

"Aaaa, esos dos. Llevan años juntos y también son padres" dijo, "¿Por qué seré yo el que no tiene familia propia?"

"No te preocupes Sparx, sé que serás un buen ejemplo de tío" dijo Cynder.

"Sí, seguro... y de seguro el vuestro será una niña" dijo él, pensando algo aterrorizado en la posibilidad de que los dragoncitos le clavaran los diente, "Bueno, al fin y al cabo no serán insectívoros..."

Spyro y Cynder se rieron increíblemente ante ese comentario.

(Al día siguiente...)

Spyro, Cynder y Sparx, salieron de la casa en la mañana. En las calles, la mayoría de habitantes están ansioso por ese día. Varios topos estaban en las calles, ayudando a los dragones a decorar sus casas. Desde la guerra, dragones y topos convivían con bastante amistad.

"Bueno, vamos" dijo Cynder, "Debemos volar mientras aún no haya comenzado"

Spyro asintió pues tenía ente sus fauces el asa de la canasta donde llevaba su huevo.

"De modo que ustedes van al templo" dijo una voz a sus espaldas: era Ember. Y, a su lado, estaba Flame, quien había puesto en el suelo una canasta que tenía su huevo: uno de color rojo con una mancha rosada a un lado.

"Sí amiga" respondió Cynder, "Este dragoncito merece el nacimiento que Spyro y yo queríamos..."

"Lo comprendemos" dijo Flame, "Solo asegúrenos que veremos a nuestro sobrino, para que pueda conocer a su primo"

Spyro asintió. Luego, él, Cynder y Sparx, tomaron vuelo hacia el templo del dragón.

Luego de un pequeño tiempo de viaje, el trío llegó al templo: estaba mucho más hermoso y bien detallado cuando lo vieron la última vez. Luego de la derrota de Simian, los topos obreros terminaron las reconstrucciones y se veía como el viejo templo en sus días de gloria.

"Vaya, este lugar está muy bien" dijo Sparx mientras entraban, "Digo, antes del ataque durante la noche eterna"

"Eso es porque este es el nuevo templo del dragón Sparx" dijo una voz, y un dragón rojo apareció por un pasillo, "¡Amigos míos, que gusto que hayan venido!"

"¡Vaya! ¡Y aquí está el novato convertido en maestro!" dijo Sparx, alegrándose de verlo.

"Hola Jhonny" dijo Spyro, dejando en el suelo la canasta, "Me alegra verte amigo"

"Hola Jhonny" dijo Cynder, "¿Cómo está Edel?"

"En el salón principal con mi suegro" dijo Jhonny, "Ambos están cuidando de nuestro pequeño hasta que llegue la hora. Y, hablando de eso, veo que ustedes también llevan al suyo"

"Sí, nosotros queríamos que..."

"No se preocupen, lo entiendo... Vengan, vamos todos"

Esta vez, Cynder recogió su huevo y Jhonny guió a sus amigos a través del pasillo, hacia el salón principal. Mientras estaban de camino, Sparx preguntó:

"Y, ¿dónde están los demás guardianes?"

"Es cierto, ¿dónde están Ray y Thorr?" preguntó Spyro a Jhonny.

"Thorr tiene un hermano en Cavescity y Ray tiene una hermana en Skycity" explicó este, "Ambos van a ser tíos, ¿sorprendente, verdad? Es por eso que ambos han ido a visitar a sus familias"

"Oh, ya veo" dijo Spyro.

"Llegamos" dijo Jhonny, parándose frente a una puerta. Esta se abrió instantáneamente. Dentro, estaba un dragón celeste (algo viejo) con crestas de hielo, y su hija, quien ya era toda una adulta. Frente a ellos, estaba una pequeña cama de mantas y hojas, donde descansaba un huevo rojo con un par de manchas negras.

"¡Spyro! ¡Cynder!" dijo Cyril al ver a la pareja recién llegada, "¡Y también Sparx! Me alegra volver a verlos a todos después de tanto tiempo"

"Hola Cyril, hola Edel" dijo Spyro, "Me alegro de verlos otra vez"

"Hola amigos" dijo Edel, cuando se acercaron, "¿Ustedes también traen al suyo? No se preocupen les conseguiremos una cama para él también"

"De eso me encargo yo, Edel" dijo Jhonny, "Quédate con nuestro huevo y nuestros invitados, tendré todo listo en unos minutos"

"Déjame ir contigo" se ofreció Sparx, "Me gustaría ver qué más cosas le han agregado a este lugar"

El dragón y la libélula salieron de la habitación.

"Vaya" dijo Cynder dejando su huevo al lado del de Edel, "Veo que es una tienes una buena pareja, Edel, se preocupa mucho por ustedes"

"Últimamente, con el nacimiento de nuestro hijo está un poco nervioso" contestó ella.

"Comparto se preocupación" dijo Spyro, "Seguro le cuesta imaginar su vida con un pequeño dragón a su lado"

"Vamos ustedes" explicó Cyril, "No deben estar preocupados ni nada por el estilo: es el ciclo natural de la vida. Y deben estar orgullosos porque sus familias serán la futura generación que dará luz al mundo"

"Entonces papá" dijo Edel, "¿Estás contento que tu nieto sea un dragón de fuego y no uno de hielo?"

"Hace tiempo que dejé ese orgullo atrás hija. No importa si no tienes una descendencia de nuestro legado, solamente me importa tener a mi nieto"

En ese momento, Jhonny regresó junto a Sparx, llevando consigo unas mantas y hojas para hacer otra cama cómoda para el huevo de Spyro y Cynder. Junto a Spyro, lograron armar otra pequeña cama y depositar el huevo allí. Luego, se pusieron a esperar.

Pasada casi una hora, todos se dieron cuenta de que ya era el tiempo más esperado del festival. Spyro miró los huevos y ninguno se movió. Sin embargo, apenas parpadeó, todos vieron que ambos habían empezado a agitarse.

"Es la hora" dijo Cyril, "Por fin, el nuevo año del dragón está a punto de recibir a la nueva generación"

Spyro y Cynder se acercaron a su huevo, al igual que Sparx; mientras tanto, Jhonny y Edel se acercaron al suyo, acompañados por Cyril.

El huevo negro de Spyro y Cynder se movió por unos segundos. Luego, se agrietó y un pedazo salió, dejando ver una pequeña garra blanca, de una pata negra clara. Finalmente, todo el huevo se rompió dejando ver a un dragón recién nacido: El pequeño era muy parecido a su madre en la cola y los colores de las escamas y de cuernos. Sin embargo, la forma de estos últimos, era igual a los de su padre, así como sus ojos púrpuras.

Cynder se acercó al pequeño dragón y lo examinó por todo su cuerpo. El pequeño se reía mientras Cynder hacía esto.

"Ganaste tu apuesta, Sparx" dijo Cynder finalmente, "Es una niña"

"¿En serio acerté?" dijo Sparx con una cara de sorpresa, "Vaya, debo tener un talento mágico"

Spyro se sintió muy conmovido: se acercó a su hija y la acarició con su nariz, diciéndole que la quería bastante. Seguramente, le recordaba mucho a su madre. Detrás de él, Sparx parecía que iba a llorar de felicidad.

*Sniff* sonó Sparx, "Lo siento, seguro se metió algo de tierra a mis ojos"

Inmediatamente, Spyro se acordó de sus amigos y dio la vuelta. Igual que con su hija, el hijo de Jhonny y Edel había nacido: era una copia a su padre debido a los colores y sus cuernos. Sin embargo, se podía notar que tenía los mismos ojos que Edel.

"Es un niño" le dijo Jhonny a Spyro al ver que este los miraba.

"Muchas felicidades" le dijo Spyro, "El nuestro es una niña"

"Igualmente, espero que sean felices con... Vaya, es verdad: sus nombres. Veamos..."

A Spyro también se le había olvidado por completo: la preocupación de su nacimiento y la idea de ser padres le había dejado tan absorto que se había olvidado de ello. Al volver a ver a su hija, trató de recordar un buen nombre y, justo entonces recordó las palabras de su madre adoptiva:

"Eres nuestro verdadero hijo, pero procedes de otro lugar..."

Entonces, Spyro tomó una decisión:

"Nina... se llamará Nina"

Sparx se quedó con la boca abierta ante ese nombre y preguntó:

"¿Nina? ¿por mamá?"

"Sí, hermano" respondió él.

"Nina..." repitió Cynder, "Me parece muy bonito y muy adecuado"

"Y ya tenemos el nombre para el nuestro" dijo Jhonny, "Se llamará Drago"

"¿Drago?" preguntó Spyro.

"Sí, veras... En mi mundo, hay una constelación que se llama 'dragón', es algo diferente a la que tenemos aquí" explicó, "Considero que, mi hijo es un orgullo de ambos mundos, juntos en esa palabra. 'Drago' es el nombre perfecto"

"Entiendo..." dijo Spyro, "En ese caso, creo que tienes razón: es el nombre perfecto"

"Me alegra ver a estos dos pequeños" dijo Cyril mirando a Nina y Drago, "Este ha sido el mejor año del Dragón de todos"

(Mientras tanto, en la sala del Cronista...)

El Cronista Ignitus estaba mirando y registrando en su libro el nacimiento de todos los nuevos dragones de ese año. Luego que terminó, se puso a releer los de sus hijos Spyro y Flame.

"De modo que Flame llamó a su hijo 'Ash (Ceniza)'. Mientras que Spyro le llamó 'Nina' a su hija" dijo. Luego, procedió a mirar el nombre de Drago "Me parece que Jhonny tuvo una razón para ponerle 'Drago' a su hijo, pero está bien"

Después, volvió a ver el nombre de Nina y echó una lectura a su libro.

"Nina, mi querida nieta" dijo, "Tu historia será tan importante como la de tus padres: te encargarás de traer el equilibrio a los reinos"

Este Prologo toma lugar entre la primera y segunda parte del epílogo de la historia ya mencionada. La siguiente parte será oficialmente la continuación.

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