Capítulo 1: Nuevos comienzos, nuevos amigos
(8 años después de los eventos del 3° Epílogo de 'La Leyenda de Spyro: El Legado del Guardián')
Nina se despertó por un zarandeo. Al abrir los ojos, vio a su madre Cynder, quien la había levantado.
"Hora de despertar dormilona" le dijo Cynder, "Es hora de volver a las clases"
"Buenos días, mamá" dijo Nina, mirando a su alrededor, "¿Y papá?"
"Preparándote el desayuno. Estírate un poco cielo. Luego, ven al comedor para desayunar"
Cynder salió de la habitación. Nina estiró sus patas delanteras y traseras lo más que pudo para sentirse mejor. Luego, procedió a estirar bastante sus alas y sintiéndolas mejor para un rato de vuelo. Había aprendido a volar solo cuando tenía dos años de edad; obviamente a esa edad solo se aprende lo básico. Pero luego, a los 5 años, luego de varias prácticas más, logró volar con gracia y estilo, aunque aún no estaba lista para una carrera.
Nina salió de su cuarto hacia la cocina. Dentro de ella, estaba su padre Spyro, exhalando algo de fuego en una hoguera.
"Buenos días papá" dijo Nina.
"Ah, buenos días Nina" dijo Spyro, dándose la vuelta mirando a su hija, "En un segundo estará el desayuno. ¿Quieres algo de té?"
"Sí, por favor"
Spyro le acercó un cuenco de porcelana con algo en su interior humeando. Nina probó el té, al mismo tiempo que Cynder entró en la cocina.
"Bien, ya que estamos todos, podemos desayunar" anunció Spyro.
Toda la familia se sentó alrededor de una mesa de madera y se dispusieron a comer el desayuno preparado por Spyro: té caliente, algo de pan y unas chuletas de carne de oveja. El desayuno completo de un dragón.
"Bueno, ¿lista para hacer más amigos?" dijo Cynder.
"Entonces, ¿es cierto que hoy se incorporan nuevos aprendices?" preguntó Nina.
"Así es. Ahora que los reinos del dragón están más unidos que nunca, varios dragones han decidido traer a sus descendientes a que aprendan en el templo. Aunque claro, hay otros que deciden aprender en casa"
"Ya, yo me siento mejor aprendiendo con mis amigos. Ya sabes: Ash, Drago, Aurora..."
"Y eso es bueno: por eso tienes buenos amigos"
"Gracias mamá... creo que se hace tarde. Debo apresurarme para llegar a tiempo"
"Tranquila, yo voy a ir contigo" dijo Spyro.
"Pero pensé que dijiste que ya tenía edad como para volar sola o con amigos"
"No es eso Nina" dijo Cynder, "Tu padre te acompañará porque es un invitado de honor el día de hoy"
"¿Invitado de honor?"
"Digamos que voy a formar parte de la enseñanza el día de hoy" explicó Spyro, "Los guardianes me han invitado para que de una buena impresión a los nuevos aprendices"
"Ah, bueno... entonces, ¿nos vamos?"
"Sí, antes de que lleguemos tarde" dijo su padre, y luego se giró hacia Cynder, "¿No vienes Cynder?"
"No" respondió Cynder, "Quería ir a visitar un rato a Ember y charlar. Nos veremos luego Nina, cuando vayamos por ti"
"Está bien, nos vemos mamá" dijo Nina.
Spyro y Nina salieron afuera de su casa, a la calle principal de la ciudad Colmillo de Guerra. Varios dragones caminaban por las calles en esos momentos, al igual que varios topos. Un joven dragón de la edad de Nina, con escamas rojas y cuernos amarillos, se acercó hacia ellos.
"Buenos días tío Spyro" dijo el joven dragón. Luego miró a Nina y dijo: "Buenos días prima"
"Buenos días Ash" dijo Spyro, "Déjame adivinar, estabas esperando a que saliéramos para acompañarnos al templo"
"Sí, bueno... es más divertido con Nina que con mamá: siempre quiere que me ponga uno de sus prendas que diseña para que 'me vea presentable'.... espera, ¿tú también vendrás?"
"Sí, es un invitado especial" dijo Nina, "Bueno, cambiando de tema, ¿nos vamos?"
"Muy cierto hija" dijo Spyro, extendiendo sus alas para despegar, "Síganme"
El dragón púrpura alzó el vuelo y los dos más pequeños le siguieron en el aire. Mientras volaban en dirección al templo del dragón, Nina le preguntó a su padre:
"¿Qué clase vas a dar papá?"
"Pues veras... como soy un dragón púrpura y controlo cuatro elementos básicos..." explicó Spyro, "Me consideran como alguien especial... ha habido historias sobre mi... y por eso los guardianes creen que los nuevos aprendices estarían más animados"
"¿Acaso eso no es dar fama?" preguntó Ash.
"En cierto modo, algo así. Pero la importancia de mi presencia es que los jóvenes se inspiren y aprendan de la lección que les daré"
"Woah, entonces creo que será más larga que los discursos del Sr. Volteer" dijo Nina imaginándose una larga y aburrida conferencia.
"No lo creo, me aseguraré que no lo sea. Oh, miren ya llegamos"
El templo del dragón estaba frente a sus ojos. Luego de la reconstrucción del mismo, había sido extendido aún más: el suficiente espacio para que los guardianes pudieran dormir, una biblioteca, una plataforma de aterrizaje extra, una sala de práctica más, y una sala para enseñar a los nuevos aprendices dragones.
Varios dragones mayores, así como sus jóvenes familiares estaba volando hacia allí. Algunos que pasaron cerca de los tres, le decían al dragón púrpura: "Buenos días, Spyro" o "Es un placer verte Spyro"
"¿Conoces a tantos dragones?" preguntó Nina.
"Tu mamá y yo hemos ido conociéndolos mientras ellos se iban integrando a la ciudad hace tiempo" explicó Spyro, "La verdad es que conocimos muy pocos cuando teníamos vuestra edad. Bueno, hora de bajar"
Spyro, su hija y su sobrino, aterrizaron en la plataforma cercana al templo. Una vez allí, se encontraron con varias que familias que se iban despidiendo y dejando a los más jóvenes a cargo de un par de dragones: uno eléctrico y otro de tierra.
"¡Ray! ¡Thorr!" saludó Spyro a los dragones. Estos, al escuchar sus nombres, se voltearon y reconocieron a su viejo amigo.
"¡Spyro!" dijo Ray, "Me alegra que hayas recibido nuestra invitación"
"Hola Spyro, viejo amigo" dijo Thorr mirando a los jóvenes dragones que lo acompañaban, "De modo que viniste con tu familia, ¿listos para seguir aprendiendo?"
"Sí" dijeron Nina y Ash.
"Pues que bueno oír eso" dijo Ray, "Ahora, ya que el invitado especial ha llegado, podemos dar inicio a la clase"
Una joven dragona del mismo color que Ray se había acercado y miraba al dragón púrpura y a los dos dragones que lo acompañaban.
"Tío Ray" dijo ella, "Él es..."
"El invitado especial y un querido amigo" dijo Ray. Luego se volvió a Spyro y su familia, "Ella es Rayla, mi sobrina. Rayla, él es Spyro y ellos son su hija Nina y su sobrino Ash"
"Un placer conocerte" dijo Spyro.
"Mucho gusto" dijeron Nina y Ash.
"Bueno, estamos retrasándonos un poco" dijo Thorr, "Vamos a dar inicio a la clase en la sala contigua. Seguro que mi sobrino también estará allí"
"De modo que todos tienen familia que estudiarán estos dos meses" dijo Spyro. Luego, miró a su alrededor, "¿Dónde están Jhonny y Edel?"
"Esperándonos con los demás estudiantes" explicó Ray, "Como ellos tienen además dos hijos, saben cómo llevarse mejor con los más pequeños"
Mientras caminaban, Rayla le preguntó a Nina y Ash:
"¿Quieren que seamos amigos?"
"Sí, mucho" dijo Nina, "Me encanta hacer nuevos amigos"
"Por supuesto" dijo Ash, "Eres muy bonita por cierto..."
Antes de que Rayla dijera algo respecto a ello, los tres dragones más grandes llegaron a una puerta de madera que se abrió con su sola presencia. Dentro había algo más de una veintena de jóvenes dragones aprendices de un lado y, al frente de ellos, estaban la guardiana del hielo y el guardián del fuego.
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