Especial #3: Día del Maestro
Era de mañana en la ciudad de Colmillo de guerra y todo estaba en calma y paz como lo últimos días luego de la derrota definitiva de Malefor. En la ciudad, varios dragones y topos daban un paseo mientras que los más jóvenes jugaban.
Un poco lejos de allí, cerca de un lago con una pequeña isla en el medio, estaban cuatro dragones: uno púrpura, un rojo adulto, un rojo joven y una negra joven. Los pequeños estaban en un entrenamiento en el medio del agua.
"Uff por poco" dijo Drago esquivando un ataque de sombra por parte de Nina, "Soy bastante rápido"
"Eso lo veremos" dijo Nina usando su poder de sombra y ocultándose en el agua.
Drago fijó su atención en cada onda que se movía en la superficie: si planeaba estar listo para el ataque, debía observar cada movimiento de donde su oponente se había ocultado. Poniendo su vista al máximo, logró ver una pequeña línea diferente en el agua...
"Allí" pensó y atacó con una bola de fuego en el agua, causando una explosión en la misma.
(P.V de Spyro)
"Ahora entiendo porqué decidiste que el entrenamiento sea acá" dijo Spyro al guardián, "Tu intención era una práctica en el aire libre evitando un incendio"
"Hace poco, le pedí a Thorr que nos ayudara con este ambiente" explicó Jhonny, "Su poder de tierra ayudó a crear un enorme agujero con un campo en el centro. Luego, Edel usó su poder para hacer una gran capa de hielo y finalmente yo lo calenté para que se hiciera un lago, formando este pequeño ambiente. Lo usan más que todos los dragones de fuego"
Los dragones volvieron a fija su vista en el combate de práctica: Drago no había encontrado aún el escondite de Nina y debía estar listo para cuando aparezca. Nina, por su parte, estaba al acecho, escondida en la sombra del agua.
"¿Crees que la encontrará?" preguntó Spyro todavía observando, "Sus poderes le permiten respirar bajo el agua en ese estado, así que será difícil encontrarla. Además, técnicamente no ha tocado el agua aún"
Jhonny rió, pero no dijo nada, pues sabía que todo iba a salir bien.
Drago descendió hacia la isla en el medio y cerró los ojos, esperando a su oponente. Pasado unos segundos, una sombra extra apareció junto a la de él. De ella, emergió Nina. Pero Drago estaba preparado: esquivó el ataque y sostuvo a su amiga entre sus brazos, llevándola con él a un buen chapuzón.
Riendo y jadeando, los combatientes se pararon: el lago tenía menos de un metro de profundidad.
"Eh, ¿por qué hiciste eso?" dijo Nina riéndose del acto de Drago, "La regla era no tocar el agua"
"Bueno, no quería perder" dijo su amigo, "Tampoco quería que tu perdieras. Así que, ¿por qué no dejarlo en empate?"
"Bueno, si tú lo dices..." dijo ella antes de salpicarle algo de agua en la cara, haciendo que empiece un pequeño juego entre ambos.
"Creo que debí saber que terminaría en empate" dijo Spyro a Jhonny, "¿Tu no?"
"Lo de la estrategia de Drago sí, lo del empate, yo también debí saberlo" respondió este.
"Ahora, ¿qué le has enseñado?"
"A confiar en sus instintos y percibir el ataque de su oponente. A Nina también se le enseñé hace un tiempo"
"Confiar en sus instintos... eso me recuerda..."
"¿A Ignitus?"
Spyro asintió un poco melancólico: aunque sabía exactamente que Ignitus estaba vivo, el que no lo puedan ver tan seguido era algo difícil de superar. Cada vez que veía a los jóvenes dragones entrenar, le recordaba cuando Ignitus y los anteriores guardianes le enseñaban. Aun estaba vagando en sus recuerdos cuando Nina le habló:
"¿Papá? ¿Estás bien?"
"Esto... sí" dijo él despertando y viendo a los jóvenes saliendo del agua, "Solo recordaba viejos tiempos, nada más"
"Sí, los viejos tiempos no se olvidan" dijo Jhonny apoyándolo, "Bueno, en cualquier caso, declaro la práctica de hoy terminada. Séquense y prepárense para volver, los demás estarán esperándonos"
"Sí papá" dijo Drago.
"Sí maestro" dijo Nina.
Spyro notó que su amigo había adquirido una expresión un tanto extraña... como si estuviera entre feliz y extrañado al mismo tiempo. Luego, Jhonny empezó a caminar un poco alrededor del lago mientras continuaba pensando.
Algo curioso por esa expresión, Spyro le siguió y le preguntó:
"¿Algún problema Jhonny? Has cambiado de actitud muy extrañamente, ¿Qué sucede? ¿malestar?"
"No, es solo que..." dijo él volviendo la vista donde estaban Nina y Drago, "Sé que Edel les dijo que no era necesario tanta formalidad hacia nosotros, y también estuve de acuerdo. Pero, cuando escucho que uno de los aprendices me llama 'maestro', me siento... extraño"
"¿Por qué no sentirse así?" le dijo Spyro con un rostro sonriente, "Eres el guardián del fuego y uno de los maestros del templo. Es más, según Nina, dijo que te consideran el mejor maestro"
Jhonny rió por lo bajo, pero rápidamente su expresión cambió a algo triste.
"No lo sé Spyro" dijo él, "Tu padre sí que era un gran maestro. Al igual que tú, yo aprendí de él a controlar el fuego. Pero siento... como si nunca estaría a su altura. A veces creo que Flame hubiera sido mejor. Y tú, eres un héroe que logró reconstruir el mundo, seguro serías un gran maestro"
"Gracias por el voto de confianza. Pero mi padre no te hubiera elegido a ti si no pudieras llevar su legado. Has sido digno de ser guardián y llevar a cabo esa tarea. No debes dudarlo"
Nina y Drago se acercaron ya secos y listos para volver.
"Bueno, volvamos" anunció Spyro. Jhonny asintió, y juntos regresaron a la ciudad.
(Esa noche...)
(P.V de Jhonny)
Jhonny tenía el sueño intranquilo, pero estaba sintiendo una sensación que le estaba resultando bastante familiar...
"Bienvenido de vuelta Jhonny" le dijo una voz, la cual el guardián recordó bastante bien.
Enfrente de él, estaba el Cronista Ignitus.
"Ignitus" dijo Jhonny al levantarse y ver de nuevo a su predecesor, "¿Sucede algo malo? Debe serlo para que me hayas llamado así cuando pudiste contactarnos por el cristal"
"Pues sí que sucede algo malo... pero es contigo" le dijo Ignitus.
"¿Conmigo?" preguntó extrañado Jhonny.
"Así es" le contestó el Cronista, "Tal vez el tiempo ha pasado y te convertiste en un excelente guardián, pero aún tienes dudas sobre la enseñanza, ¿no es así?"
Jhonny bajó la cabeza algo apenado de sí mismo.
"Supongo que has 'leído' la conversación que tuve con Spyro" dijo él comprendiendo todo, "Sí, tengo dudas aún... no sé si estoy haciendo lo correcto"
"Eso puedes comprenderlo con una la respuesta a una pregunta" le dijo Ignitus, "Para ti, ¿qué es un maestro?"
Jhonny trató de encontrar la respuesta a esa interrogante.
"En el pasado, cuando aún era un niño humano, creí que era el que enseña cosas que uno deberá aprender a lo largo de su vida" dijo él, "Luego, cuando crecí aprendí que es el que desempeña una labor de docencia... pero ahora... se supone que yo soy maestro y no sé qué es ser uno"
"Impresionante" respondió Ignitus, "Cada palabra que has dicho y has aprendido está casi mal. Creo que necesitas una lección más. Déjame mostrarte..."
Ignitus señaló a una pila de libros y un volumen salió volando directo hacia ellos, abriéndose en frente. Luego, el Cronista le mostró varias páginas de la historia de la tierra de los dragones.
"Durante generaciones, los guardianes han sido los protectores y maestros de las nuevas generaciones" explicó Ignitus, "La tarea de ser maestro no es solo de enseñar o educar... no, va más allá de lo que te han explicado. Lo que es el maestro... es más importante que lo que enseña..."
"Entonces supongo que nunca seré capaz de ser maestro..." dijo Jhonny apenado.
"...Un maestro es el que inspira al estudiante a dar lo mejor de sí para descubrir un conocimiento que ya tiene en su alma" continuó Ignitus, "Esa fue la lección que recayó en dos de mis estudiantes... ¿adivinas quiénes?"
"¿Spyro y Cynder?" preguntó Jhonny.
"Casi... Spyro y tú"
El dragón se quedó sin palabras ante esto.
"Ya tenías todo lo que necesitabas para ser guardián" continuó Ignitus, "Solamente necesitabas probártelo a ti mismo. Y, al hacerlo, te convertiste en maestro... Nina y el resto de sus amigos, así como tus hijos no estuvieran vivos luego de la batalla contra Malefor de no ser por tus enseñanzas y las de tus compañeros guardianes. No solo eres un dragón, no solo eres un guardián, eres un maestro"
Jhonny se sintió mejor con esas palabras, pero siguió sin pensar en qué podría decir.
"Por cierto... feliz día del maestro" le dijo Ignitus.
"¿Qué?" le preguntó Jhonny extrañado.
"Es el día que se celebra a los maestros de tu mundo, ¿no es así?"
"Vaya... así que hoy fue ese día"
"En realidad, empezará cuando despiertes horas más tarde"
Jhonny tardó un momento en pensar en esas palabras.
"Para ti también" le dijo a Ignitus, "Gracias por enseñarme tanto a mí... estoy orgulloso de haber sido tu estudiante. Te prometo ser un mejor maestro de hoy en adelante"
"Y ya lo eres" le respondió este, "Ahora, vuelve y has sentir a tus aprendices que ellos pueden lograr lo que parece imposible mientras crean en sí mismos"
"Así lo haré... pues, aprendí del mejor"
Jhonny le dio la mano a Ignitus y este le devolvió la despedida. Al instante, la sala del Cronista se agitó y el guardián supo que la conexión terminaba y volvía a su cama en el templo.
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