Especial de Año Nuevo: Un nuevo renacimiento.
— Fujin... — susurró nervioso Raijin entrando a la habitación que compartían ambos, la chica dejó de meditar para mirar a su amigo, curiosa por el libro que traía en sus manos — Verás... encontré este libro y bueno, me preguntaba si... ¿Podrías explicármelo? Todos huyen cuando leen las primeras páginas.
El chico recuerda cuando se lo mostró a Katsuragi y este huyó cuando alguien gritó su nombre pidiendo ayuda. Intento con algunas chicas, ellas solo se sonrojaron y le dijeron que no eran las indicadas para explicárselo. La anciana Chiyo también pareció avergonzarse y le aconsejó ir con Fujin, ya que la chica parecía no tener pelos en la lengua y gozaba de un amplio conocimiento para ser su maestra.
— ¿Es eso así? — ella lo invita a sentarse a su lado, con solo la portada lo entiende — Reproducción humana... — sonríe con preponderancia imaginando la reacción de los trabajadores, los humanos podrían ser muy apocados con temas así, supone porque es algo relacionado a su intimidad y privacidad. La chica empieza a hojear el libro, notando información básica, tanto como dibujos de humanos en posiciones extrañas, ¿eso no será incómodo? Se pregunta — ¿Qué es lo que no entiendes?
Raijin baja la cabeza avergonzado — Todo...
— Bien, empecemos con lo básico. Los seres humanos se dividen en dos géneros: hombres y mujeres — Fujin piensa en un ejemplo sencillo — Has convivido con los trabajadores, es fácil diferenciar a las mujeres de los hombres, ¿no?
— Sí, aunque hubieron algunas señoritas que te confundieron con un hombre cuando recién llegamos, ¿Por qué? — se animó a preguntar.
— Eso tiene que ver con las normas sociales de los humanos: su tipo de vestimenta, actuar, peinar, etc., usualmente las mujeres son las que tienen más reglas de conducta o vestimenta a comparación de los varones; por ende, cuando notan a alguien que no cumple estas reglas... ya sea por el comportamiento o lo que sea, cae en estas confusiones. Dejando eso en claro, continuemos, en el proceso de reproducción humana, participan dos tipos de células sexuales, o gametos. El gameto masculino, o espermatozoide, y el gameto femenino, u óvulo, se unen en el sistema reproductor femenino. Cuando un espermatozoide fertiliza (se une) a un óvulo, este óvulo fertilizado recibe el nombre de cigoto. — explica, nota la mirada fija de Raijin sobre ella, decide ignorarla, para seguir con su explicación — Mira, aquí hay unos dibujos sobres los órganos reproductores.
Fujin estuvo explicándole un rato sobre cada función de ellos.
— Si tales órganos cumplen funciones tan importantes; entonces, ¿por qué los utilizan para reproducirse de manera tan descuidada? — le preguntó Raijin curioso.
— Los humanos viven muy poco; así que, para compensar el hecho de que no son más que unos transeúntes en estas tierras, prueban todo tipo de estímulos y placeres. Son buscadores de una misión a la que llaman: "Darle un sentido a la vida". — hace comillas con sus manos al decir lo último para enfatizarlo — ¿quedó claro? — el chico asiente y ella piensa en como explicar lo siguiente, lo entendía y a la vez no. Ha visto un par de humanos reproduciéndose en medio bosque un par de veces. Su apetito sexual es tan nulo que no cree que exista, ¿Cómo ella podría explicarlo? — Nosotros los inmortales no necesitamos de estos estímulos, es innecesario. La decisión de reproducirse depende de cada inmortal, algunos solo lo hacen por mero placer, aunque nunca entendí por qué.
Raijin asiente y hojea un poco el libro para preguntar algo más — ¿Por qué en este dibujo la chica está comiendo el pene del chico?
— ¿Qué? — No se esperaba que hubiera canibalismo en un libro de reproducción humana, se acerca y piensa un poco, ¿debe decirle algo tan grotesco como eso? — Uh, verás Raijin, ellos... eh... — la mirada atenta y curiosa del chico la hace sentir culpable, recuerda la charla que tuvo con un Adeptus que había formado su propia familia una vez y decide decir lo mismo — ¡Están teniendo sexo porque...! ¡Porque...! ¡Cuando estás con alguien hay veces en las que quieres formar una familia con esa persona! ¡Sí! Entonces, como te dije anteriormente, los humanos experimentan con su sexualidad porque les da estímulos placenteros.
Se siente avergonzada por no poder responder coherentemente, pero su respuesta parece haber convencido al menor, suspira aliviada — Por cierto, Raijin, ¿de dónde sacaste ese libro?
— De uno de los trabajadores, tenía un montón de estas cosas en su habitación, ¿Quieres ver? — le pregunta él con una sonrisa, ella asiente, ambos se dirigen a la habitación del herrero. Cuando llegan, el hombre parece nervioso con la presencia de Fujin.
La pelinegra le pide prestados los libros para una clase que le dará a Raijin, ya que todos parecen lo suficientemente avergonzados de hablar de un tema así, el hombre accede y el dúo saca los libros, a Katsuragi casi le dio un infarto cuando vio la pila de libros que estaban cargando. Niwa prefirió no preguntar y silenciosamente salió de ahí.
— No sabía que había libros tan explícitos sobre la reproducción humana — dice después de leer que los cuerpos necesitan una estimulación previa antes del coito; también, una correcta dilatación. Pensativa mira a su amigo quien parece muy concentrado en su lectura, ríe a sus adentros y acaricia la cabeza del joven quien se sobresalta por su repentino tacto.
— ¡F-fujin! ¡No hagas eso! — reclama tímido Raijin.
— Oh, vamos. No te sientas avergonzado de algo así, ya es muy tarde — Fujin observa por la ventana, ¿son las 3 a.m? Vaya que se les fue la hora — ¿Vamos a bañarnos? — le pregunta directamente.
Raijin no lo piensa mucho y le sigue, terminaron con todos los libros en unas horas, había aprendido mucho, nunca hubiera aprendido tanto en tan poco tiempo si no fuera por su amiga, aunque... se sentía raro.
El chico entra con cuidado a las aguas termales, la última vez se resbaló y casi se terminó ahogando gracias a su descuido, Fujin tuvo que salvarlo. Ahora era más precavido, pero su amiga no, ella se lanzó con un clavado a la piscina. La toalla de la chica salió volando debido al impacto y a ella no pareció importarle, Raijin toma la toalla y cuando estaba por dársela, el cuerpo de la chica llamó su atención, tenía un montón de cicatrices por todo su cuerpo y un gran tatuaje de un color rojizo que se extendía por todo su brazo izquierdo. Unas cicatrices eran más grandes que otras, tal vez fue por impulso, pero no pudo evitar tocarla, exaltándola.
Azael se voltea a observarlo — ¿Qué sucede?
— ¿No te duelen? — le pregunta, últimamente se ha dado cuenta de algo, el dolor de Fujin se sentía como suyo. Azael se sorprende por la pregunta, pero tan imperceptible como siempre, su mirada cambia a una más comprensiva, como si la tristeza nunca hubiera estado ahí.
Ambos sienten algo, aunque no saben lo que es, pero es más que una simple amistad aquello que los une. Va más allá de sentirse agradecido porque ella lo rescató e incluso cuando le contó sobre sus orígenes, ella no cambió su forma de ser con él; por supuesto, sabe que esconde muchos secretos, secretos que seguro están relacionados con las cicatrices en su cuerpo.
A veces él mismo se cuestiona por qué es tan ingenuo, confío en Katsuragi y le contó sobre su pasado. Al principio creyó que él iba a aceptarlo al igual como lo hizo Fujin, pero sus ilusiones fueron rotas al notar la mirada aterrada de Katsuragi cada que se le acercaba. Fujin se lo advirtió y él no hizo caso. Raijin recarga su cabeza en el cuello de la chica mientras la abraza por la espalda al estar consumido por esos pensamientos.
Fujin no tarda mucho en entenderlo — Así que se lo dijiste a Katsuragi, ¿no?
El calor de su mano izquierda revolviendo sus cabellos con cariño hace que cierre los ojos lentamente, suavemente sujeta su mano derecha que era cubierta por un guante, uno que le llegaba hasta el hombro. Si ella pudiera verse en el espejo con sus ojos, está seguro que ella jamás volviera a recordar sobre sus complejos. Ambos son débiles cuando se trata del otro, no sabe siquiera si existe un nombre para lo que siente o lo que quiere formar con ella.
Solo está seguro de algo, no quiere dejarla ir.
— Sé cuándo Fujin está triste, sé cuándo ella me miente y sé que lo haces para que yo no me preocupe como siempre; pero, aun así, por una vez quise confiar en mi juicio... confíe en Katsuragi, pero él me terminó viendo como un monstruo... — susurra Raijin rompiendo en llanto, sus lágrimas terminan por romper el alma de Fujin; al verlo así, tan desconsolado.
Oh, pequeño niño, ¿Por qué debes de sufrir tanto?
— Aguantaré contigo lo que tu alma sola no pueda, yo estaré ahí para ti. Sé que no es justo que las personas te vean así, sus miedos carecen de sentido, pero así son los humanos. Son muy pocos los que no le temen a lo desconocido, no importa cuantas veces caigas o te tropieces en el camino, no me cansaré de consolarte. Te sostendré cuando el camino sea muy difícil para ti — le dijo.
Fujin secó sus lágrimas después de que se desahogó, ella se dedicó a tallar su espalda para terminar de bañarse, sonrío recordando a sus hermanos, fue divertido cuando trató de bañarse despreocupadamente junto a Xiao, aunque ella intentó explicar que en la guerra no tenían opción y ambos perdieron la vergüenza ya hace mucho tiempo. Indarias y Bonanus la obligaron a bañarse con ellas y los hombres por separado.
Estuvieron jugando en el agua por horas, sin duda fue divertido.
Cuando sus territorios se establecieron, Xiao y ella volvieron a la rutina de bañarse juntos, no miraban con morbo el cuerpo del otro, tal vez. Cuando se trataba de Xiao actuaba raro, quedaron muchas cosas sin decir, hay veces en las que piensa que hubiera pasado si el Karma no los hubiera consumido, ¿Ella y sus hermanos vivirían en una casa juntos? ¿Bosacius seguiría burlándose de ella? ¿Indarias se sumaría a sus paseos para investigar la vida que los rodeaba? ¿Se seguiría trepando a los árboles con Bonanus en pequeñas competencias en las que ambas quedarían en empate? ¿Seguiría teniendo largas charlas con Menogias?
— ¿En qué piensas? — le preguntó Raijin secando su cabello.
"¿En qué momento?" Se preguntó.
Azael suele perderse en sus pensamientos más tiempo del necesario — Perdón.
— ¿Por qué te disculpas?
— No lo sé... — confesó.
Raijin agarra su mano y le dice con una sonrisa — No pienses en nada más cuando yo estoy aquí, relájate. Estás conmigo, ahora estoy junto a ti.
Fujin lo miro perpleja, asintió con las mejillas sonrojadas, recordaría sus palabras — Lo tomaré en cuenta, muchas gracias Raijin.
Después de esa noche, pasaron días en las que Raijin se sentía extraño, su cuerpo se sentía extraño. De alguna manera, empezó a prestar más atención al cuerpo de su amiga y no entendía por qué. Ya sea cuando ella entrenaba y estaba llena de sudor o cuando hacía cosas como practicar herrería junto con ellos. Empezó a memorizar cada detalle de su rostro, como el lunar en su oreja derecha o uno que estaba oculto en su pierna izquierda, tan pequeño que apenas podrías notarlo. Su mirada se dirigía de manera inconsciente hacia sus labios, avergonzado se disculpaba dejando a su amiga confundida.
Hay veces donde se pregunta si conocerla fue una casualidad o si así ya estaba escrito.
Existieron ocasiones cuando con curiosidad memorizó su figura, está seguro que no era morbo, pero cuando posaba su cabeza en sus pechos para escuchar los latidos de su corazón se sentía apenado, porque era suave, cálido. Sin duda se sentía bien.
La única persona que podría entenderlo, era ella.
La única persona que puede tenerlo en su totalidad; sin duda, era ella.
¿De dónde provenían sus sentimientos si él no poseía un corazón? ¿Cómo se puede ser un humano si no se tiene un corazón?
Quien no tiene corazón apenas puede considerarse humano...
Raijin aprieta sus puños con fuerza al pensar en ello, estaba echado en el futón esperando a que Fujin llegará de su entrenamiento, sus cabellos índigos fueron revueltos debido a su confusión, angustiado por una respuesta a sus sentimientos.
Oh, ese pensamiento mórbido de tenerla solo para él, para que su atención estuviera solo en él, fue creciendo con el tiempo, absorbiéndolo sin piedad y sin opción a detenerse.
Sus pensamientos son interrumpidos cuando Fujin entra a la habitación azotando la puerta, a una velocidad sorprendente y sin tiempo a objetar, ella lo alza de manera nupcial y ambos salen de la habitación por la ventana, los saltos de Fujin eran tan altos que parecía que podrían volar en cualquier momento — ¡F-fujin! ¿Qué? ¡¿Dónde vamos?! — preguntó con perplejidad.
— Hoy es 5 de diciembre... — la escucha decir, la sonrisa de Fujin era tan real que él no pudo negarse, ¿Cuál es el secreto para poder poner una sonrisa en la cara de Fujin? — Ya una vez has visto a mi Fénix, ¿No? ¡Hoy es un día especial, Raijin! Voy a mostrarte algo sorprendente. Así que, ¡Agarra bien tu velo, princesa!
Sin duda esta escena se vería mejor si él no fuera la damisela en sus brazos...
Fujin baja a Raijin de sus brazos, el ave fénix que se veía tan majestuosa la primera vez que se vieron, ahora poseía pocas plumas y parecía estar en sus últimos momentos de vida, el chico miró angustiado a su amiga, ¿Qué quería enseñarle con esto? ¿La muerte?
La pelinegra al notar la mirada angustiada de su amigo, procede a explicarle — Te presento a mi mejor amigo: Bennu — ella suelta una pequeña risa, el nombre se lo dio cuando aún era bastante joven, cuando aún no conocía la maldad de este mundo y era tan ingenua como Raijin — Él es un ave fénix, actualmente es el único en su especie.
El Kabukimono le incita a continuar, curioso por el relato que vendrá.
— Esta ave es perteneciente a mi pueblo. Raijin, yo he vivido muchos años, esta ave me ha acompañado casi desde que llegué a este mundo, fueron un regalo... — Fujin inhalo un poco antes de continuar — Las aves fénixs son únicas, ¿sabes por qué?
Raijin negó, observó con tristeza al ave y con algo de temor, sujetó la mano de su amiga.
— Fueron mis creaciones exclusivas. Al morir, ellas arden y renacen de sus cenizas. Es un nuevo nacimiento, esto sucede cada 50 años, exactamente el 5 de diciembre... — Azael voltea a verlo, sus ojos azules carentes de brillo desde que la conoció; por un breve momento, resplandecieron tal como las estrellas. Raijin se quedó sin aliento, cautivado por ella — Observa con tus propios lo que es morir y volver a nacer de nuevo.
Azael alzó al ave dándole un último impulso, sus alas se alzaron y en cuestión de segundos fue consumida por sus propias llamas, en espectáculo digno de ver, sus cenizas danzaron con el viento antes de caer en las manos de su dueña — Es hora de despertar mi querido amigo, renace de tus cenizas y vuelve a mí, porque el lugar donde perteneces... es a mi lado.
Como si fuera un llamado, una cabeza se asomó entre las cenizas, Raijin miró fascinado todo, la ave salió de las cenizas y voló por los aires mostrando su magnificencia antes de posarse en el hombro de su dueña.
— Incluso nosotros... podemos renacer de nuestras cenizas y tener un nuevo comienzo.
Este especial es canónico. No es nada explícito pero, ¡Feliz Año Nuevooo! Al final, mi decencia le ganó a mis ganas de escribir Smut. Sí, esto iba a ser un Smut. Lo siento.
El tatuaje que posee Aniam en su brazo es de un ave fénix.
Dato: El ave fue hecha a partir de su sangre; así que, ella lo considera su único pariente de sangre.
Se despide:
"Mr_Swag95"
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