Capítulo XVIII: Reencuentro.
¡Prepárense csm, no se vengan que empezamos fuerte!
Tráiganse un cafecito, pónganse cómodos porque este capítulo es mucho más largo de lo normal...
[¡Cantidad de palabras excesivas!]
🚩+10.000 palabras🚩
- ¡"Skirk" significa que vine a ponerle la falda a todos ustedes!
Los miembros fatuis que venían con Dottore fallecieron a segundos de que el conocimiento prohibido fuera introducido en sus cuerpos, Caos sonrió cuando utilizó la técnica de Azael para teletransportarse detrás de ellos y antes de que todos sus cuerpos tocaran el suelo, su mano se estiró para alcanzarlos.
Azael creyó que amortiguaría sus caídas, no que ella se haría con sus almas en cuestión de segundos.
La pelinegra no daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo.
¿Cómo era posible que Caos pudiera tocar algo así?
Eran almas...
¿Acaso ella...?
La forma en la que ella agarró sus almas como si fueran nada, como si no significarán nada...
- Insignificantes - dijo Caos con una voz gélida.
Dottore retrocedió asustado al ver la magnitud de su poder.
La forma en la que ella solo miró aquellas almas con suma indiferencia y cierto cinismo, la forma en la que la mirada de Caos no mostraba arrepentimiento alguno, todo eso...
Todo eso le recordó a ella misma.
A su pasado como Yaksha.
Azael sabe que no tiene derecho alguno de reclamar, porque ella ha hecho cosas peores, es la menos indicada para hablar de moralidad, pero aun así... aun así ella...
Ella...
Ella no pudo evitar estirar su brazo para alcanzar a su hermana menor.
Oh, aquella palabra que había usado con otras personas en un pasado creyendo que no tenía familia alguna más allá de su propia descendencia, cobraba sentido.
Rompiendo las cadenas que la apresaban, tomando su mano entre las suyas, Azael solo dijo lo que su corazón debió haber dicho hace mucho tiempo atrás.
"- Por favor, para, no lo hagas..." - rogó por piedad al sostener su mano, palabras que debió haber dicho hace mucho tiempo, recién las está diciendo ahora. Qué irónico, no fue hasta que estuvo a punto de perderlo, que por fin pudo decirlo "- Detente, por favor, detente... Ya no sigas..."
Al subir su mirada y observar a Caos directamente a los ojos, se encontró a sí misma temblando.
¿Por qué estaba temblando?
¿Por qué está tan llena de pánico?
¿Por qué se aflige con este tipo de situación?
¿Por qué la está deteniendo en primer lugar?
"Nuestro deber consiste en matar, Azael" recordó las palabras de Menogias, como una forma de consuelo para sus corrompidas oficios, aceptando el hecho que desde el principio iban a morir de forma cruel ante las garras del Karma "No hay forma para salvar nuestras almas, así que esforcémonos todo lo que podamos, para no arrepentirnos después..."
Es mi culpa, lo admito.
Es culpa nuestra.
Todo esto es por mi culpa.
Todo este dolor infringido a los demás es por nuestra culpa.
Asumo mi responsabilidad como la principal responsable.
Mis disculpas jamás serán suficientes para todo el daño que he causado a través de los años.
Que todo el peso de mis crímenes caiga sobre mí porque no estoy dispuesta a hacer más mal.
Caos, tiene razón. Soy débil.
Mi moral se basa en la moral humana, he cambiado, para bien o para mal he cambiado.
¿Qué es lo correcto e incorrecto?
¿Necesariamente debo elegir entre el perdón o la venganza?
No importa qué decisión tome, solo yo sé lo que me hicieron y el cómo le hicieron sentir.
Es por eso que no puedo involucrar a nadie más en mis propias miserias.
"- Ya no sigas..." - Rogué -"Por favor, ya no sigas, no... Ya no más, paremos con esto, por favor..."
Caos observó con una mirada floja el agarre tembloroso de Azael sobre su muñeca.
"- ¿Qué haces?" - Le cuestionó con severidad.
Azael agachó la cabeza ante el tono empleado, su coraje estaba flaqueando...
La mirada de la menor vago un momento sobre Dottore, lo único que pensaba ella en este momento era en utilizarlo, ¿Cuántos secretos albergará el doctor que utilizó a tantas personas como sujetos de experimentos?
Caos tiene curiosidad por saberlo.
Si logra dar con su base, puede hacerse con sus investigaciones, puede ver sus resultados en primera persona, puede recrear los resultados en él.
¿Cuántos minutos durará un cuerpo humano expuesto a su poder?
¿Y si se lo da de beber a Dottore?
¿Y si ella...?
Ella podría hallar una forma bastante entretenida de descubrir los efectos de su poder en distintos seres vivos.
La verdad absoluta...
La razón detrás de todo...
Caos quiere tenerlo todo.
Quiere tener todo el rompecabezas para romperlo de una maldita vez.
Romper las reglas, volver a ser una misma aunque eso les cueste la vida. Ya está harta de jugar al gato y al ratón, ella quiere cazarse a sí misma para darle un fin a sus consciencias individuales.
"No creo en el hilo del destino ni ninguna de esas mierdas, todo es cuestión de posibilidad. Nada está destinado a ser" pensó.
Lo sabe, lo ha sentido hace tiempo. Dottore ha usado parte de su poder para saber los efectos de la corrosión en los humanos y vaya que le ha llamado la atención, al parecer confundieron su poder con los restos de antiguos dioses y lo llamaron: 'Residuo de Arconte'.
Hasta ahora nadie ha sobrevivido a tales experimentos, todos mueren dolorosamente sin poder resistir tal poder.
Son humanos después de todo, no pueden con tanto.
Dottore recluta en su mayoría niños y jóvenes, para utilizarlos de conejillos de indias, todo con la promesa de sanarlos del Eleazar, entre otras cosas.
Promesas falsas sin fundamento alguno.
"- Tienes suerte de que el tiempo en este plano sea diferente a dónde está Dottore, porque sino, serías un estorbo con tu repentina intervención" - hizo notar con algo de molestia en su mirar.
Ellas son dueñas de este lugar, tienen la capacidad absoluta de modificar cada mínima partícula de aquí, como lo es el tiempo.
Aquí no existe.
Los labios de Azael temblaron al decir "- Ya no te ensucies más las manos, 33... No lo vale..."
Caos abrió los ojos con sorpresa ante el nombre empleado, abrió y cerró la boca con duda "- ¿Lo recuerdas?" - La interrogó.
El vago asentimiento de su hermana mayor se lo confirmó.
Esta perra... Pensó.
"- ¿Entonces recuerdas cómo fue que me abandonaste?"
Azael bajó la mirada avergonzada ante la pregunta, hizo una mueca intentando hallar las palabras correctas para disculparse, solo saliendo incoherencias cuando trató hacerlo "- Nunca quise abandonarte, lo siento... ¡En ese entonces yo...!"
Por más que Azael trató de explicarlo, no fue escuchada, porque Caos explotó en ira.
"- ¡No! ¡No lo sientes! ¡No digas mentiras! ¡Tus disculpas no son más que una forma de estar en paz contigo misma! ¡Realmente no lo sientes! ¡Traidora!" - gritó quitando su agarre de su muñeca, Azael la miró dolida "- ¡No tienes idea del tiempo que te esperé! ¡No lo sabes! ¡No tienes la menor idea de cuánto sufrí por ti! ¡Prometiste volver y nunca lo hiciste!! ¡¿Sabes siquiera cómo se sintió?! ¡¿Tienes una mínima idea de todo lo que me dolió?!" - gritó exasperada "- ¡¿Qué sabes tú de ser abandonada por la única persona que representaba el mundo entero para ti?! ¡Siempre eres la que deja a los demás atrás!"
Ante el último grito, el piso se despedazó y volvió a repararse en cuestión de segundos debido al estruendo. Caos sujetó a Azael del cuello, alzándola lo suficiente como para que sus pies no tocaran el suelo, es entonces que teniéndola bajo su merced, le dijo:
"- Créeme que no tienes idea de nada, siempre he sido más fuerte que tú, tus poderes no son nada comparado a a los míos. Antes valías la pena 17, ahora la das."
Azael forcejeó intentando buscar algo de aire, sus manos se juntaron alrededor del brazo de Caos, intentando alejarla de su cuello.
Que afloje su agarre porque se estaba quedando sin aire.
No necesita respirar, pero cuando se trata de pelear consigo misma... Es diferente, no puede usar sus mismas artimañas porque ambas piensan igual.
La menor no tardó en estampar a la mayor contra el suelo e invocar su guadaña.
Azael se sorprendió al observar que esta poseía un arma.
¿Una guadaña?
Él único que poseía un arma así era... Bennu.
"- Te odio." - exclamó con una voz ronca y severa.
Caos clavó la guadaña a milímetros del rostro de Azael en señal de advertencia para que le prestara atención.
"- Estoy frente a ti, perra. ¿En qué estás pensando?"
La pelinegra observó toda la locura, el resentimiento y la ira que albergaban los ojos de la contraria.
Las palabras dolieron, atravesando como cuchillas a su consciencia.
"- ¡No sabes cuánto te odio!"
El arma fue clavada en el lugar donde estaría el corazón, la pelinegra gritó llena de dolor, sus ojos se cerraron debido al esfuerzo para acelerar su regeneración, Caos aprovechó esto para clavar continuamente diversas guadañas en su cuerpo, todo para descargarse con ella.
Caos iba enserio.
Caos estaba dispuesta a matarla.
"- ¡Yo no soy tú para andar perdonando a gente que no lo merece!!" - vociferó con enfado "- Quiero matarte, quiero vengarme, todo el dolor que me haz causado... quiero acabar con este dolor de una buena vez, ¿Por qué es tan difícil...? ¿es porque somos la misma persona?" - le preguntó mientras su mano derecha que tenía su guadaña comenzaba a temblar, a dudar.
Para Caos es tan fácil hablar sobre matar, porque es la primera palabra que escuchó y con la que ha estado conviviendo toda su vida.
"- Todas las horribles palabras que salen de tus labios, me están afectando..." - comunicó Azael como pudo, intentando que bajara la guardia con alguna de sus palabras.
"- ¿Te están afectando...?" - repitió con sorpresa la menor, no creyendo las incoherencias que salían de su boca.
¿Cómo pueden afectarle unas palabras tan simples?
¿Tan débil se ha vuelto conviviendo entre humanos?
"- Quiero que dejemos de sentirnos así..." - murmuró estirando su brazo para acariciar su rostro.
La sorpresa fue palpable, pues Caos no la apartó. Si la rubia pudiera respirar, entonces hubiera contenido el aliento por un momento, porque no se esperaba esa clase de contacto físico.
Una caricia...
"- ¿Lo dices porque nadie quiere escucharte?"
Un poco más.
Tan solo un poco más.
"- Estos pensamientos nos están matando... 33..."
"- No podemos morir, 17... ¿Qué estás diciendo?" - cuestionó Caos soltando una risa nerviosa.
El agarre de Caos se fue aflojando, dándole paso al oxígeno necesario como para que Azael diera un monólogo lo suficientemente largo y desconcertante como para que su contraparte la soltase.
Aprovecha cada oportunidad que puedas.
Incluso si mientes, si engañas o si eres falso, si es por sobrevivir, si es por cumplir una promesa, entonces debes hacerlo.
Porque si haces una promesa, debes cumplirla.
Si cometes un error, debes disculparte.
Y si le das un sueño a alguien, entonces lo proteges hasta el final.
Porque lo prometiste...
No puedes romper una promesa.
Y ella prometió volver a sus lados, incluso si se vuelve un estorbo, incluso si ya no la quieren, incluso si ellos hicieron sus vidas, ella prometió volver, aunque sea por un momento, ella debe hacerlo.
"- No tenemos rostro, ni nombre, todo lo que tenemos ahora fue otorgado por alguien más. Nada nos pertenece a la par que todo esto es nuestro. Todo lo que soy, te pertenece a ti, porque tú eres yo. Mis recuerdos, mis sueños, mis metas... todo lo que fui y lo que quiero llegar a ser, tú también lo tienes, no eres mi sombra, eres una parte de mí, al igual que yo soy una parte de ti. Dime 33, ¿Qué será de nosotras dos una vez que lleguemos a morir?"
Si todo en esta vida tiene un precio, ¿Cuál es el precio por ser felices?
"- No podemos morir..." - negó Caos no queriendo seguir escuchándola, luciendo incluso algo aterrada ante las palabras que soltaba con tanto descuido.
Azael aprovechó que Caos bajó la guardia para cambiar de lugares. Ahora era ella quién se encontraba encima de su hermana, devolviéndole los golpes anteriores, su pecho sangraba ensuciando la cara de la contraria quién ni se inmutó ante esto.
Solo observó impactada la manipulación exitosa de la mayor.
¿En qué momento bajó la guardia...?
"- Yo también me odio, no hace falta que me lo digas... Me odio... Cada día me aborrezco por estar viva..." - Se sinceró golpeándola, tal vez sea por la experiencia acumulada, pero a pesar de que efectivamente Azael era más débil que Caos, los golpes dolían más. Tal vez era la furia o la impotencia mezclada de por medio, un cúmulo de emociones reunidas en un solo punto en específico "- ¡No hace falta que me recuerdes todo lo que odio de mí misma! Me maldigo continuamente por seguir viviendo para expiar mis pecados... Me odio... ¡NO SABES CUÁNTO ME ODIO! ¡VIVO SIN NINGÚN PROPÓSITO EN CONCRETO! ¡MALDITA SEA! ¡SOLO SOY UN SACO DE CARNE QUE VIVE PORQUE NO PUEDE ESTAR MUERTA! ¡NO SOY MÁS QUE UNA CÁSCARA VACÍA! ¡LO ÚNICO QUE QUERÍA ANTES DE CONOCERLO ERA MORIRME DE UNA BUENA VEZ, PERO...! ¡PERO...! ¡SEGUÍ ADELANTE! ¡DEBÍA SEGUIR ADELANTE! ¡PORQUE NO PODÍA DEJARLO SOLO! ¡ME NEGUÉ A QUE ESTUVIERA IGUAL DE SOLO QUE YO! ¡ME NEGUÉ A QUE SU VIDA FUERA IGUAL DE LAMENTABLEMENTE QUE LA MÍA! ¡PORQUE Él ES MI MUNDO! ¡DARÍA MI VIDA POR ÉL! ¡AQUELLA VEZ NO QUERÍA SER SENSATA! ¡QUERÍA QUEDARME CON ÉL! ¡QUERÍA SER EGOÍSTA Y VERLO CRECER! ¡PERO YO JAMÁS...! ¡JAMÁS ME ATREVERÍA A HACERLE DAÑO ALGUNO! ¡JAMÁS HUBIERA DEJADO QUE FUERAN POR ÉL! ¡PRIMERO ME MATO ANTES DE TOCARLO QUERIENDO HERIRLO! ¡PREFIERO EL CASTIGO ETERNO ANTES DE HACERLE DAÑO! ¡PREFIERO MIL VECES RECIBIR YO EL CASTIGO EN SU LUGAR!! ¡PORQUE ÉL ES MI HIJO! ¡ÉL ES LA RAZÓN POR LA QUE ME LEVANTÉ TODOS LOS MALDITOS DÍAS INTENTANDO SER MEJOR! ¡MALDITA SEA! ¡QUERÍA QUE TUVIERA UNA INFANCIA FELIZ AL IGUAL QUE MIS OTROS NIÑOS! ¡QUERÍA QUE CRECIERA LLENO DE AMOR Y FELICIDAD! ¡QUERÍA VERLO CRECER JUNTO A SUS HERMANOS! ¡NO QUERÍA QUE NINGUNO FUERA CASTIGADO EN MI LUGAR! ¡SOLO QUERÍA QUE FUERAN LIBRES! ¡QUERÍA QUE HICIERAN SU PROPIO CAMINO! ¡QUERÍA QUE CUMPLIERAN TODOS SUS SUEÑOS! ¡QUERÍA TENERLOS A MI LADO POR TODA UNA ETERNIDAD! ¡50 AÑOS NO FUERON SUFICIENTE! ¡QUERÍA QUE...! ¡QUERÍA QUE...! ¡MALDICIÓN! ¡NI SIQUIERA LOS DEJARON CUMPLIR SUS SUEÑOS! ¡DIME 33! ¡RESPÓNDEME MALDITA PERRA! ¡¿POR QUÉ ME LOS QUITARON TAN CRUELMENTE?! ¡¿POR QUÉ ELLOS FUERON CASTIGADOS EN MI LUGAR?! ¡SOLO ERAN UNOS NIÑOS! ¡SOLO...! Solo eran unos niños..."
Azael gruñó antes la últimas palabras dichas, el plano de ensueño empezó a mostrar irregulaciones al demostrar las pesadas y largas cadenas que la apresaban, incluso si estás eran solo una manifestación de su estado mental, del como era presa de sí misma.
Caos guardó silencio al reconocerlo.
¿Tanto le había afectado la muerte de sus hijos...? Se preguntó.
Azael nunca habló de ello, tal vez porque nunca tuvo nadie con quién hacerlo, tal vez era la misma razón por la que no hablaba tanto de Bennu.
Intentaba protegerlos, tanto como intentaba protegerse a sí misma del dolor.
Caos lo sabe.
Son la misma persona después de todo.
Ha pasado tanto tiempo lejos de ella, que ya no la conoce.
Ya no se conoce a sí misma.
No se reconoce en lo absoluto, es otra persona.
"- ¡ME ODIO! ¡ME ODIO! ¡ME ODIO, CARAJO! ¡TE ODIO! ¡LAS ODIO! ¡ODIO A TODO EL MUNDO! ¡SOY UNA RESENTIDA DE MIERDA! ¡¿Y QUÉ?! ¡¿QUÉ TIENE QUE SOLO VIVA POR Y PARA LOS DEMÁS?! ¡DIJISTE QUE SOY LA HIJA ELEGIDA DE DIOS PERO...! ¡¿SABES CUÁNTA DESGRACIA ME TRAJO ESO?! ¡MÁS Y MÁS MISERIA! ¡NO SÉ POR QUÉ TODO EL MUNDO PIENSA QUE LA TENGO FÁCIL! ¡NO ES ASÍ! ¡LO ÚNICO QUE TENGO ES QUE SOY FUERTE Y YA! ¡NO TENGO NADA MÁS ALLÁ DE DESTACAR! ¡SOY INSIGNIFICANTE! ¡SOY DÉBIL! ¡SOY UN JODIDO MONSTRUO! ¡SALVO A LAS PERSONAS CONFORME A MI BENEFICIO! ¡NO HAGO NADA DE BUENA FE! ¡SOLO PIENSO EN SOBREVIVIR! ¡ES LA ÚNICA FORMA QUE HALLÉ PARA SEGUIR AQUÍ! ¡SI NO ERAN ELLOS, ERA YO! ¡Y ESO...! ¡ESO ES HORRIBLE DE MI PARTE! ¡ME QUEDÉ SOLA POR MIS PROPIAS DECISIONES! ¡MALDITA SEA! ¡PUEDO QUEJARME AÑOS DE CÓMO FUI ILUSIONADA CREYENDO QUE TENDRÍA UN PEQUEÑO LAPSO DE PAZ EN MI VIDA! ¡UNO QUE DESPUÉS SE ME FUE ARREBATADO CRUELMENTE POR USTEDES! ¡PORQUE YO NO MEREZCO SER FELIZ! ¡¿NO ES ASÍ?! ¡YO SOLO MEREZCO SUFRIR POR DESEAR UNA VIDA A SU LADO! ¡INCLUSO SI TRATÉ DE VOLVER A EMPEZAR...! ¡INCLUSO SI LO INTENTÉ CON TODAS MIS FUERZAS YO...! ¡YO NO CONSEGUÍ NADA! ¡SOY UNA BUENA PARA NADA! ¡NO MEREZCO NADA! ¡JODER, CAOS! ¡¿CUÁNTO MÁS DEBO SOPORTARLO?! ¡¿CUÁNDO SERÁ SUFICIENTE?!" - le reclamó zarandeándola "- ¡SOLO DEBO PAGAR POR MIS CRÍMENES POR TODA LA ETERNIDAD! ¡¿VERDAD?! ¡SI HAGO ESO...! ¡¿SI HAGO ESO LO DEJARÁN EN PAZ?! ¡NO TENGO ALGÚN OTRO PROPÓSITO QUE SER TU CONTRAPARTE QUE CREA UN BALANCE! ¡ACEPTARÉ SER SU SUJETO DE EXPERIMENTO PERO YA DÉJALOS EN PAZ! ¡NO LOS METAS A ELLOS!" - Azael guardó silencio por un momento antes de decir con total frialdad y total de carencia de emoción en su voz "- Esta vez no seré tan comprensiva, me cargaré a todo el mundo incluyéndolas de ser necesario, si vuelven a tocar algo que amo... Las mato" - sentenció dejando un último golpe en su rostro en señal de advertencia.
Caos sonrió con mofa cuando fue dejada bruscamente en el suelo.
Tenías miedo del futuro incierto, ¿Cierto?
¿Qué debo hacer para volver a recuperarte y que dejes de odiarme?
¿Qué debo hacer para que dejes de odiarte a ti misma?
¿A que más debo aferrarme para dejar de pensar en suicidarme?
Traición, decepción y culpa...
Eso nos marcó.
El plano de ensueño empezó a teñirse de rojo debido a la sangre derramada.
"- ¿Acaso es mi culpa que no hayas podido protegerlos...?" - ante el cuestionamiento, Azael la observó con rabia "- ¡¿POR QUÉ ME CULPAS POR ELLO?! ¡NO ES MI CULPA QUE SEAS UNA COBARDE! ¡NO ES MI CULPA QUE SEAS LA MÁS DEFECTUOSA! ¡¿ACASO ES MI CULPA QUE ESTÉS LLENA DE ODIO Y ESO ME TERMINE AFECTANDO?!"
Los gritos de Caos resonaban en el lugar, palabras cargadas de ira e impotencia por ser cruelmente abandonada por su hermana mayor.
Sin alguna explicación.
Sin respuesta a todas sus preguntas.
["¿Por qué?"]
["¿Por qué me dejaste?"]
["¿Por qué me abandonaste aquella séptima noche?"]
Caos invocó un sin fin de cadenas que la atravesaron, la pelinegra no tuvo tiempo a reaccionar cuando fue expuesta como una cruel criminal ante sí misma.
Blanco y Negro.
El Ying y el Yang.
Rubia y pelinegra.
Azael observaba sin decir nada los golpes proporcionados por su hermana, sus ataques sin sentido, está pelea de mierda que solo se extendía conforme a sus heridas corazones se revelaban.
Azael es inmortal.
Y justamente porque es inmortal es porque se deja dañar tanto.
Duele, por supuesto que cada herida duele, duele como la mismísima mierda, pero aprendió a soportarlo. Todo se trata de soportar, la vida es para ver quién dura más, quién es capaz de dar todo por sobrevivir.
Sobrevivir.
Aprendió a hacerse a un lado a sí misma para priorizar a los demás.
Siempre ha sido así.
"Puedo regenerarme, estaré bien" son cosas que se repetían una y otra vez en su cabeza conforme las batallas avanzaban.
"Estaré bien, yo puedo con esto y más..." Se repetía una y otra y otra vez, como un disco rayado.
Yo puedo con esto.
Estoy bien.
Estoy bien.
Siempre he estado bien.
No hace falta que nadie me salve, no necesito que nadie me salve.
Nadie me ha salvado...
Siempre he tenido que salvarme sola y estoy bien con eso.
Estoy bien.
Debido a mi independencia, debido a mi incapacidad de pedir ayuda a los demás esa es la razón por la que he llegado hasta este punto crítico.
Azael puede regenerarse cuántas veces quiera, ahora que ha dejado de intentar replicar el cuerpo humano, en un intento de ser uno de ellos, lo entiende.
Ha vuelto a recordarlo, quién es, de dónde viene y a dónde va.
Cuál fue la misión por la que nació.
¿Cómo pudo olvidarlo?
¿Cómo ha podido olvidar tanto?
Maldita sea, ¿Cómo ha caído tan bajo?
7 segundos.
Solo 7 segundos hicieron la diferencia en cuánto a quién fue la mayor entre ellas dos.
Cuando ambas nacieron, se encontraban echadas una frente a la otra, sujetas de las manos, rodeadas por la naturaleza de un joven Teyvat.
Si Caos y Azael nacieron es porque...
Es porque...
"- ¡CUANDO VOLVÍ A ENCONTRARTE...! ¡CUÁNDO LOGRÉ ENCONTRARTE DESPUÉS DE TANTOS AÑOS...! ¡TÚ...! ¡TÚ!"
El siguiente puñetazo que le proporcionó la tiró al suelo, Caos se subió encima de ella para seguir golpeando.
Siguió escuchando los regaños de 33.
Su verdadero nombre, no...
El nombre de su hermana es Caos, porque ella se lo dio.
33 es solo un nombre maldito que las ha atado a este tipo de destino, a esta misión eterna para crear un balance en el mundo.
Un experimento, no son nada más que eso.
Cuando Caos paró de golpearla, Azael por fin pudo ver su rostro, por primera vez la mayor observó algo que la sorprendió.
Por primera en toda su vida, Caos se encontró a sí misma llorando.
No entendía por qué salía agua de sus ojos.
Azael recuerda verse a sí misma encima de Caelum con la misma debilidad, el mismo reclamo, la misma situación, la misma incógnita.
[¿Por qué me abandonaste?]
"- Ya habías formado una familia... Me habías reemplazado... Nunca te acordaste de mí, ¿Verdad?" - un risa lastimera salió con la última frase, conforme al nudo que se formó en su garganta iba incrementando, su voz se quebró. El lugar retumbó, como si el solo suceso de que salieran lágrimas de ella fuera algo de vital importancia, algo inesperado y sorpresivo "- ¿Por qué me abandonaste...? ¿Por qué me dejaste sola aún cuando prometiste no hacerlo...? ¿Por qué 17? ¿Por qué me dejaste sola? ¿Por qué tuviste hijos aún cuando estaba prohibido? ¿Por qué me obligaste a hacerte todo esto? ¿Por qué a pesar de todas la prohibiciones decidiste amar a la humanidad? ¿Qué tienen que atrae tanto la atención? ¿Es por él?"
Azael en un intento por responder, tosió sangre.
Sentía que se ahogaba.
"- Yo... Nunca quise... Que las cosas terminarán así... Lo siento..."
La pelinegra murmuró como pudo, sus palabras hicieron el efecto contrario en la rubia, en vez de calmarse su ira incrementó más.
Azael seguía y seguía intentando desviar el tema.
"- ¡ME ABANDONASTE! ¡ME DEJASTE SOLA! ¡ME DEJASTE ATRÁS! ¡AÚN AUNQUE PROMETISTE QUE JAMÁS LO HARÍAS! ¡MENTISTE! ¡MALDITA MENTIROSA!!"
Caos lloró.
La rubia lloró y gritó hasta que algo se apagó.
Azael intentó alcanzarla, pero su cuerpo se mantuvo inmóvil, tirado en el suelo y sin energías.
La pelinegra pudo reconocer aquella expresión, cuando todo sentimiento parece apagarse para dar prioridad a la supervivencia, a algo mucho más importante que el desahogo de tus propios sentimientos.
Un desborde emocional.
"- 33..." - llamó con debilidad.
Caos se paró y se fue alejando.
"- Caos... No... Por favor... No te vayas... No me dejes..."
De nada sirvieron sus súplicas por detenerla, ella se marchó del plano de ensueño sin escucharla. Dándole la espalda sin ninguna compasión.
Al salir del plano de ensueño, Caos buscó a Dottore con la mirada, este no se encontraba muy lejos, trataba de huir para salvar su pellejo.
"Las personas no muestran su verdadero ser, hasta que se encuentran cara a cara con a muerte. Lo he visto miles de millones de veces, dicen no temerle a la muerte hasta que se encuentran con ella, es ahí cuando ruegan por un poco más de tiempo, por algo de piedad" pensó alistado una aguja con la condensación de su poder, solo bastará picarlo un vez para hacerse con él.
Dottore iba a ser su chivo expiatorio en los Fatuis.
- ¿Qué pasa, Dottore? Pensé que querrías hablar... - dice apareciendo a su lado, sonriendo cuando el Doctor saca un brazo mecánico intentando atacarla - Qué lindos juguetes tienes~ - halaga acercándose lo suficiente para inyectarlo con la pequeña muestra, tan minúscula que entre todo el forcejeo, Dottore no fue capaz de notarlo.
Había tenido éxito.
Mientras tanto en el plano de ensueño, Azael golpeó el suelo del lugar, maldiciendo por su lenta regeneración. Se sentía lo suficientemente cansada como para cerrar loso ojos, intentando sanarse más rápido.
Caos tenía razón, ella la superaba en poder, la muestra de ello era como quedó tendida en el piso.
La pelinegra no pudo ver como alguien apareció a su lado, tomando sin permiso su máscara de Yaksha para ponérsela en su rostro y proceder a curar sus heridas.
"- Aún no puedes dormir, mamá. Si no te levantas... Caos destruirá todo, debes detenerla, ella solo te escucha a ti..."
Dottore río al ser atrapado con la guardia baja - He de admitir que tú poder es monstruoso, alguien como yo no podría compararse a usted, pero...
Caos abrió los ojos con sorpresa cuando fue enterrada repentinamente en el suelo, distintos químicos fueron derramados a su alrededor impidiéndole ver, Dottore aprovechó el momento para extender su brazo robótico y golpear de lleno en el suelo provocando una reacción química potente.
- Te hace falta mucha experiencia~ - se burló huyendo.
Caos tosió confundida, intentando buscarlo entre todo el humo.
- ¡Ese hijo de puta...! - gruñó empezando a destruir el lugar.
Azael se levantó de golpe cuando escuchó esa voz, abrió los ojos no encontrando a nadie.
"- ¿Quién...?"
- ¿Lograste dar con su ubicación? - interrogó Scaramouche cuando Bennu apareció detrás de él para dar su informe.
- Los observaron saliendo de la ciudad, lo más probable es que hayan ido al Bosque Susurrante, debido a que allí no tendrían que lidiar con autoridades como Andrius - comunicó pensativo con la mirada en el suelo, buscando posibles rutas en toda la nación del viento.
El más joven no dejó pasar ese detalle por alto, es por ello que decidió bromear para levantarle los ánimos a su amigo.
- ¿Qué estás esperando, Don Fénix? ¿Acaso no quieres ver a tu mamá? - le preguntó con una sonrisa algo burlona ofreciéndole su mano para levantarse.
- No estamos del todo seguros de que sea ella, más allá de los rumores que han estado rondando por ahí. Soy consciente de que en un pasado ella tuvo el cabello rubio y largo, pero no lo recuerdo muy bien para serte honesto... - suspiró Bennu ignorando las burlas del Heraldo para tomar su mano - Más bien, ¿Qué hay de ti? ¿Estás bien con esto? Si quieres puedo ir yo solo...
- No me haré muchas ilusiones, no tienes que tomar la responsabilidad por mí - respondió Scaramouche con simpleza deteniendo sus palabras - Entre menos expectativas me haga, es mejor. No sería la primera vez en que nos llevamos una decepción, ¿no?
- Sí, supongo que sí... - el pelinegro sonrió con suavidad debajo de la máscara - Gracias, Raijin.
- ¿Por qué me agradeces? Estamos juntos en esto, ¿No? - lo codeó dándole una sonrisa más sincera ya que no tenían a nadie más a su alrededor. Scaramouche y Raijin eran personas a parte, el primero siendo un hijo de puta con medio mundo y el otro mostraba su verdadera personalidad solo con Bennu - Tu papá pone todo su esfuerzo en encontrar a mamá, haber mi niño, dame una sonrisa~
Bennu tuvo que contenerse para no golpearlo ahí mismo y olvidarse completamente de sus rangos o que eran amigos.
"Este enano con mommy issues..." Pensó con una vena marcándose en su cuello antes sus burlas.
- Estás loco si piensas que algún día te llamaré así, muñeco feo - gruñó el más alto pateándolo para que comenzara a avanzar para salir de la ciudad.
- ¿Y por qué no? No hace mucho lo hiciste, ¿Recuerdas? Estabas durmiendo y me llamaste "Papá", JAJAJAJAJAJAJA.
Insinuó entre risas algo escandalosas sin poder continuar del todo a pesar que de Bennu tapó su boca avergonzado, no tardó en lamer la mano contraria provocando que el pelinegro la quitara asqueado.
- ¡Puaj! ¡Qué asco! ¡No escucho! ¡No escucho! ¡Tengo orejas de pescado! ¡ESO FUE UNA EQUIVOCACIÓN! ¡TE CONFUNDÍ CON ALGUIEN MÁS! ¡No te escucho! ¡No te escucho! ¡LALALA! - gritó Bennu sonrojado al recordar la bochornosa situación, alejándose de él.
- ¡Solo admite que ya me aceptaste como tu papá y aquí se acaba! ¡No voy a molestarte más! - río apareciendo frente a él mientras se acomodaba su sombrero mofándose de él.
- ¡NUNCA! - gritó esquivándolo y hechándose a correr.
- ¡Vamos Bennu! ¡La vida nos hizo amigos, pero tu mamá nos hará familia! - insinuó.
- ¡LALALA! ¡NO ESCUCHO! ¡NO ESCUCHO! ¡Si te acercas juro que voy a golpearte, enano de mierda! - gritó Bennu tapándose los oídos.
Scaramouche río divertido, molestar a Bennu o devolverle sus bromas era uno de sus pasatiempos preferidos.
- ¡Espérame, hijo mío~!
- ¡NO ME LLAMES ASÍ! ¡ME DAS ASCO! ¡QUE TE CAIGA UN RAYO, RAIJIN!
- ¡SOLO ADMÍTELO Y TE DEJO DE MOLESTAR!
- ¡NUNCA!! - Bennu no pudo soportarlo más y empezó a correr con más fuerza dejando al Heraldo atrás, Scaramouche lo siguió sonriente.
Raijin no lo admitiría en voz alta pero, Bennu era una de las pocas personas que lo hacía actuar de esta manera, bromear y sonreír tan descuidadamente... A veces olvidaba que puede hacer cosas así, jugar un rato y solo correr. Divertirse.
Ser él mismo.
Ser genuino.
Comportarse de manera infantil sin ser juzgado.
"Me pregunto si aquella chica en verdad es Fujin..."
Mientras tanto con Bosacius y Venti, ambos se encontraron con el panorama del Heraldo corriendo para salvar su vida. La rubia se veía como un animal salvaje persiguiendo a su presa, sus garras atravesaban las piedras de las montañas, abriendo la boca creando bolas de energía elemental para dispararle al Doctor, intentando detener su paso.
"¡ESTÁ COMPLETAMENTE FUERA DE SÍ!" Pensó el bardo asustado al ver la destrucción del lugar.
- ¡Bosacius agárrala! - ordenó severo, sacando su arco para recargar su flecha con energía Anemo.
El Yaksha asintió y se lanzó a por ella, sus puños retumbaron junto a la montaña más cercana, desestabilizándola para dejar caer a "Azael", Caos gruñó ante su intervención - ¿Acaso están de su lado? ¡¿Por qué se entrometen?!
- ¡Matarlo no solucionará nada, Azael! - Dijo el Yaksha comenzando una pelea cuerpo a cuerpo.
- Matar al enemigo es forma de acabar el problema de raíz - gruñó recibiendo un izquierdazo, sus cejas se fruncieron ante el golpe, sus piernas no tardaron en enredarse en el cuello del más alto, enredándose como una serpiente para susurrar en su oído conforme la energía se reunía en sus dedos - Me estás molestando.
- ¡Bosacius aléjate de ella! - gritó Venti en advertencia con sus flechas recargadas al ver las intenciones de Azael.
La rubia estampó a Bosacius directo contra el suelo, provocando un cráter lo suficientemente grande como para saber que su hermana iba enserio.
Bosacius la sujetó de sus cabellos e hizo lo mismo con ella, estampó su rostro contra el suelo con una fuerza descomunal.
- Si piensas que no voy a defenderme, estás muy equivocada - vociferó molesto.
Caos gruñó, intentó zafarse de él pateándolo, Bosacius agarró su pie derecho y la elevó lo suficiente para estamparla contra el suelo varias veces.
Azael desde el plano de ensueño luchó por salir de ahí, sus brazos hicieron presión en la pared para intentar romperla. Este hecho, provocando que Caos no pudiera concentrarse en la batalla para evitar la separación de ambas.
- ¡Bosacius, tírala al aire! ¡Yo me encargo!
El Yaksha observó al Arconte para proceder a seguir sus órdenes, la tiró sin antes electrocutarla con su poder, lo suficientemente alto como para que la flecha preparada por el Arconte la absorbiera sin contratiempos.
Una tormenta se formó en el cielo debido al gran hoyo negro formado por el elemento Anemo.
Caos iba incrementando más y más su ira.
La estaban cabreando.
Si no era Azael, eran esos dos imbéciles que creían que podían hacerle daño alguno.
Gritó por el dolor de cabeza que se incrementó, la tormenta también se intensificó conforme a sus gritos avanzaban llenos de dolor.
- ¡AHHHH! ¡AHG! ¡AHHHHH!
Intentando zafarse del ataque, empezó a tirar energías descomunales destrozando todo a su paso, Venti hizo una mueca al oír los gritos y ver el daño causado en el lugar "Si la tormenta sigue incrementando, a este paso todos van a darse cuenta de nuestra presencia aquí, es posible que hasta los caballeros de Favonius se involucren en esto".
- ¿Por qué Azael...?
Bosacius no pudo terminar su pregunta cuando Venti lo interrumpió - Ella no es Azael, Bosacius.
- ¿Qué...?
- ¡Solo mírala, Bosacius! ¡¿Acaso Azael te haría daño?!
Bosacius mordió sus labios conmocionado, ¿Entonces quién era ella? ¿A quién estuvo todo este tiempo llamando "hermana"?
Azael sintió que alguien más salió con ella cuando salió del plano de ensueño.
Pero no le dio importancia, ya se encargaría de eso después.
Caos sintió como poco a poco perdía el control del cuerpo, cuando Azael salió, ambas salieron disparadas por la fuerza de la separación.
Azael pensó que al separarse, volvería a su forma original, no que conservaría el cuerpo de Caos y ella el suyo.
- Mierda, me duele la cabeza... - maldijo.
- ¡Azael! - gritaron Bosacius y Venti para identificar quién era, ambas giraron a verlos al mismo tiempo, creando una confusión en estos al no saber quién era quién. Contrario a Azael que intentó ponerse de pie sin importarle mucho su físico, Caos que se mantuvo absorta mirándose a sí misma.
Este no era su cuerpo...
La marca del fénix en el brazo izquierdo, ya no estaba. En cambio, su tatuaje de serpiente en su brazo derecho, permaneció ahí. El mechón azul también desapareció, en cambio, se tornó rojizo, porque aquella promesa no era suya.
¿Qué es esto...? Se preguntó con incredulidad.
La rubia levantó una mano en señal de que se mantuvieran alejado por el momento, era muy peligroso.
Venti quería suponer que ella era Azael pero, no sabía su confiar o no.
"¡Maldición! ¡¿Cómo puedo identificar quién es quién?!" Pensó abrumado.
- ¡Está loca si piensa que vamos a escucharla! - negó Bosacius alistándose para volver a la batalla.
Venti lo paró - Detente ahí, si nos lo está advirtiendo, es porque no conocemos al enemigo. No seamos imprudentes.
- Maldita sea, tampoco podemos quedarnos viendo... - masculló impotente.
No muy lejos de ellos, a tan solo unos metros....
- ¿Esa tormenta de allá no es muy rara? - cuestionó Bennu corriendo.
- Tienes razón, es más concentrada que las demás. Lo más probable es que el estruendo anterior provenga de allí.
"Fue una tortura deshacernos de los Fatuis que intentaron seguirnos" Pensó con molestia Scaramouche, algunas personas pueden llegar a pegarse a él como sanguijuelas.
Si tuviera un corazón, está seguro que estuviera latiendo frenéticamente por todo el nerviosismo que siente.
Mientras más se van acercando más siente su ansiedad incrementar.
Bennu para su caminar cuando observó a Dottore huyendo a toda velocidad del lugar, su cejas no tardaron en fruncirse al notar al Heraldo y pensar en que una situación de la última vez.
¿Y si volvió a suceder?
Scaramouche se giró a mirarlo cuando notó que no le estaba siguiendo el paso - ¿Qué sucede?
- El hijo de puta del Doctor está por allí... Corriendo... - enfatizó con una gran ira en sus ojos.
Scaramouche es consciente del desagrado del fénix por Dottore, en especial por el encuentro con su madre o por lo que a él le hizo pasar una vez con sus experimentos, cabe recalcar que resolvió la madriza de su vida por dejar que experimentaran con él.
Bennu invocó su guadaña, sorprendiendo al Heraldo que no pudo detenerlo, cuando esté se concentró para apuntar y no tardó mucho en lazar su arma en forma de cabreo y protesta hacia el Doctor.
- ¡¿Por qué huyes maldito hijo de perra?! ¡Vuelve aquí! - exclamó emputado.
Dottore pudo esquivar de a penas la guadaña que se dirigió hacia él.
Dottore no conoce a Bennu, pero vaya que Bennu lo conoce bien a él.
Scaramouche tuvo que poner una mano en su hombro para que se detuviera, podrían encargarse de Dottore en cualquier otro momento, no era momento para jugar al gato y al ratón.
- Bennu, vámonos de aquí, en otro momento podrás vengarte de él, concentrémonos en lo principal - pidió.
El pelinegro apretó los puños con rabia, aún observando como poco a poco ese imbécil se escapaba - Te hizo daño - enfatizó sin voltear a mirarlo, aún con la vista en dónde el Doctor se fue.
- Lo sé - respondió comprensivo.
Scaramouche debía ser el enojado porque Dottore experimentó con él aprovechándose que es una marioneta.
"Sobrevivirás" le prometió después de despedazarlo y repararlo una y otra vez.
Es amargo.
Él no quiere recordarlo, no ahora.
- Lo odio - dijo Bennu mirándolo esta vez.
- Lo sé.
- Quiero matarlo.
- Podrás hacerlo en otra ocasión, hay algo más importante en este momento, ¿Lo recuerdas? - palmeó su hombro en señal de confort, el pelinegro no tardó en suspirar para intentar tranquilizarse.
- Lo siento, prosigamos.
Al acercarse al lugar, Scaramouche pudo reconocer a cierto Yaksha electro que solo observó una vez tras rescatarlo hace muchos años atrás. No tardó en girar su vista hacia el mayor, observando como se había quedado algo pasmado por verlo vivo y de pie, a solo escasos centímetros de él.
- ¿Ese es Bosacius...? - murmuró Bennu.
A su lado yacía un bardo intentando frenar al Yaksha de interponerse en la pelea.
- ¿Qué está pasando? - se cuestionó a sí mismo al no entender la situación, no fue hasta que salió un poco más afuera que pudo verla.
Caos forcejeó intentando zafarse de las cadenas que le impedían moverse, sudó frío al ver a Azael acercarse hirviendo en ira. Llamas rodeaban el cuerpo de su contraparte, sus alas empezando a manifestarse poco a poco, los árboles sufriendo las consecuencia de estás, todo a su alrededor ardía en un fuego intenso en contraste con su rabia.
He de admitir, que verla así de enojada con su apariencia es extasiante.
Todo se estaba quemando.
Todo ardía junto a la ira de Azael.
"¡Maldita cadenas!" Pensó ya algo desesperada intentando romperlas para poder defenderse.
- ¡Caos...! - gritó Azael antes de abalanzarse hacia ella.
Un fénix y una serpiente negra gigantes se presentaron en el pavimento, ambos animales gruñeron provocando un ruido gutural e inhumano desde sus pechos, haciendo que todo aquel que lo escuche quedara momentáneamente sordo o escapara debido al tono amenazante de sus fuertes voces y gruñidos.
Ambos gigantes animales pelearon en la tierra, teletransportándose de vez en cuando al plano de ensueño por la velocidad que llegaban a alcanzar, todo esto hasta que el fénix fue apresado por la serpiente que intentaba envolverse a su cuerpo para asfixiarla, Azael se vio obligada a elevarse en los cielos para dejarse caer y estrellarse de lleno contra el pavimento.
Caos tosió por el impacto, pero no desistió de su tarea, sus colmillos crecieron al punto de morder la piel de la contraria e impregnarla en un veneno que aunque era mortal para todo ser fuera de ellas, para Azael sería un veneno momentáneo, dándole los segundos suficientes para ganar ventaja.
Azael luchó, la peligrosa forma en que aquellos colmillos perforaron su piel, la hizo gritar llena de dolor.
Gritó al cielo de forma desgarradora cuando sintió su piel despedazarse ante la mordida y la intrusión de aquel líquido en su cuerpo.
Espeso, doloroso.
Dolía.
Le dolía mucho.
Bennu y Scaramouche se taparon los oídos por el desgarrador y potente sonido que se escuchó, se les heló la sangre por un momento, el miedo de acercarse los invadió, Bennu exhaló intentando quitarse aquella pesadez, aquel dolor albergado en su pecho que lo hacía doblegarse en el suelo incapaz de mover algún músculo, aquel miedo de acercarse más al lugar de la pelea lo estaba envolviendo.
Cómo si la imponencia de aquellas criaturas le hiciera ponerse de rodillas en señal de respeto.
"¿Qué es esto?"
Venti y Bosacius notaron sus presencias cuando Scaramouche empezó a gritarle preocupado qué le estaba pasando.
- ¿Eso son...?
- ¿Nos siguieron? - murmuró Venti ya estresado por la situación.
"Nadie en su sano juicio se acercaría al lugar donde aquellos seres están peleando" Pensó Scaramouche asegurándose que su amigo que se mantenía pasmado y temblando estuviera bien.
Ir ahí era una muerte segura por como sus cuerpos de aquellos gigantes aplastaban el suelo.
No, gracias. Él no quiere morir aplastado.
- Bennu, respira - pidió con preocupación.
El pelinegro tembló, esa sensación...
Esa serpiente...
- Es mi madre... - dijo volteando a verlo perturbado.
- ¿Qué?
- La que está peleando ahí es mi madre - repitió señalando al imponente fénix que luchaba por zafarse de la serpiente - Es Fujin.
La revelación le cayó como un balde de agua fría a su consciencia.
Scaramouche no supo que decir en ese momento, debía concentrarse, pero es inevitable que algo en su interior no se remueva.
Aquella ilusión que poco a poco fue volviéndose un sueño demasiado lejano como para alcanzarlo ahora estaba delante de él.
Era demasiado repentino para ser real.
Pero aquel fénix que se golpeaba continuamente contra el suelo para detener la mordida de la serpiente se lo confirmaba.
En un pasado cuando le preguntó a Fujin si ella podía convertirse en fénix al igual que su hijo, ella hizo una leve mueca para empezar a desenvolver los ropajes que envolvían su brazo izquierdo, en el se apreciaba un tatuaje rojo y extenso, el de un fénix. Él sabía que era un fénix porque ha sido capaz de verlos en persona, pero alguien que no los conozca, es muy probable que no le halle forma al tatuaje.
Poco a poco, Fujin empezó a quitarse su hanfu del pecho, sonrojándolo y sorprendiéndolo en el proceso.
- ¡Fujin! ¡¿Q-qué haces...?! - exclamó intentando no ver, aún aunque la curiosidad lo estuviera matando por dentro.
La pelinegra lo miró algo curiosa por su reacción, no entendiendo el por qué de su repentino escándalo - Destápate los ojos - le pidió en cambio.
- ¡No! ¡No! ¡Yo te respeto mucho y esto no es de buena educación! - vociferó intentando ser fuerte ante la tentación.
Fujin tomó con suavidad sus manos para que pueda verla mejor, pero el joven Raijin empezó a negar desesperado intentando ser fuerte - ¡Si esto es una clase de prueba no pienso perder!
- No es una prueba, Raijin... Me preguntaste por mis alas, solo quiero mostrártelas... - comunicó soltando una suave risa al comprender mejor la situación y el por qué se negaba a verla.
Era tierno.
- ¿Me lo juras por el meñique? ¿No vas a robarte mi inocencia?
- ¿Por qué me robaría algo así? - le cuestionó Fujin alzando una ceja con diversión.
- No lo sé... Katsuragi dijo que tenga cuidado con que me la robes, dice que eres una mala influencia, que si me descuido te me lanzarás encima, aunque no entendí a qué se refirió con eso si no vamos a luchar... - murmuró pensativo bajando la guardia.
- Yo no robo, ¿Crees que soy una mala influencia, Raijin? - cuestionó haciendo una leve mueca al pensarlo mejor, ¿Enserio se veía como una tan mal persona?
Aunque pensando lo bien...
Ella no es una buena persona.
Puntos para Katsuragi.
- ¡No! ¡Me enseñas y me cuidas mucho! ¡Alguien así no puede ser malo! - aseguró abriendo levemente sus dedos para ver un poco la expresión de su rostro - ¿Estás triste porque no quiero ver tus alas?
Fujin guardó silencio.
Abrió la boca por un momento intentando responder antes de volverla a cerrar para pensar en otra respuesta - No es necesario que las veas, de todos modos son feas.
Fujin tomó su fanfu para largarse de ahí, hasta que Raijin la detuvo avergonzado - Lo siento, no quise hacerte sentir mal. Sí quiero verlas... - admitió - Háblame y te escucharé, incluso si no podemos estar de acuerdo en todo, dime lo que pasa por tu mente, déjame saber tus pensamientos y sentimientos más profundos, no los excluiré ni los descartaré, tampoco los haré de menos... Quiero entenderte, no voy a rechazarte... por favor, dime qué te molesta, ¿Qué te impulsa a querer mostrarme algo tan íntimo para ti como lo son tus alas? ¿Cuáles son tus motivaciones y ambiciones detrás de aquella acción? ¿Qué quieres de mí después de mostrarte tan vulnerable ante mí? Si es mi compañía lo que deseas, no tienes que pedírmelo, porque estaré para ti, en las buenas y en las malas. Todo el tiempo que permanezca en este mundo, yo estaré de tu lado.
Fujin se sonrojó ante sus palabras, se quedó muda, ¿Qué se supone que debes de decir cuando alguien te habla tan cálidamente como él? No quiere saber qué tipo de expresión está poniendo en este momento, tampoco quiere ver esos ojos amables y cálidos, porque si lo hace...
Tendría que admitir que ha caído por él y ella...
Ella no puede volver a caer.
No quiere que su corazón sea herido de nuevo.
¿Y si lo matan por su culpa?
¿Y si ella hace su vida tan miserable como la de él?
¿Y si cuando ella entregue todo de sí él deja de amarle?
"¿Y si él se compromete conmigo y al día siguiente me dice que se equivocó con esa decisión?"
¿Y si empieza a amar a alguien más?
¿Y si vuelve a pasar por lo mismo otra vez?
"¿Podré soportarlo?"
Fujin iba a zafarse del agarre con brusquedad para alejarse de él si no fuera porque notó como seguía teniendo su mano entrelazada con la suya, Raijin seguía tapando sus ojos de manera descuidada, sacudió la cabeza al reconocer su mal actuar.
No debe ser tan brusca con él.
No es su su culpa que ella esté llena de traumas.
- No te vayas, Fujin... - susurró triste él.
La pelinegra abrió su brazo derecho para sentarse sobre él y ocultar su rostro en su cuello.
- No me iré a ningún lado... No voy a desaparecer, no te preocupes... Aún sigo aquí. - susurró de vuelta en su oído.
Raijin no tardó en ponerse colorado al notar la situación en la que se encontraban.
¿Ella estaba encima de él?
¿Lo que sentía golpeando contra su pecho era...?
¡No, Raijin! ¡Piensa en cosas sanas! ¡No en como sus pechos se estaban tocando con ropa de por medio! ¡Es una situación seria!
Sus rostro se puso rojo, los nervios lo invadieron y sus ojos brillaron sin saber qué hacer.
Fujin no era exactamente pesada...
Bueno, si tomamos en cuenta de que aún si sus poderes están sellados, él es fuerte, pues... Mejor no nos centremos en eso. Solo quiere disfrutar el momento aunque sea un manojo de nervios.
- Eh... ¿Fujin?
- Sé que no quieres ver por respeto, pero quiero mostrártelo a ti, porque sé que no me juzgarás y comprenderás mi dolor mejor que nadie - se explicó, Raijin asintió comprensivo - La razón por la que ya no puedo volar, es porque mis alas están así...
Cuando Raijin fue destapando sus ojos, observó perturbado como dónde deberían ir unas alas, estás se notaron... Arrancadas.
Le dolía el solo verlo.
- ¿Quién...? ¿Quién te hizo esto? - preguntó conmocionado, tocando suavemente y con mucha delicadeza el lugar donde yacían restos de plumas secas y quemadas.
Duele.
El solo verlo duele.
- Cada que intentó transformarme en fénix... En el lugar dónde deberían estar mis alas, esto aparece en su lugar, es un recordatorio de que ya no puedo volar... Extraño volar, Raijin... Quiero volver a volar... - le confesó.
Raijin se llenó de ira ante la explicación - Apuesto a qué tus alas eran muy hermosas... - murmuró abrazándola, acariciando con suavidad sus heridas.
- Lo eran... - contó ahogando un sollozo para mantenerse fuerte - Eran grandes y majestuosas... Me llevaban hasta los lugares más altos del mundo... Me alegra haberte conocido, me alegra haber conocido a una persona tan buena como tú... Dime Raijin, ¿Soy digna de ello? ¿No es tedioso para ti escucharme? Porque escuchar a alguien como yo, sin duda debe ser agotador, es por ello que te haré una promesa...
Raijin escuchó sus palabras con atención, no queriendo interrumpirla.
- No importa en qué tipo de persona te conviertas en un futuro, no traicionaré tu confianza, estaré apoyándote, siempre que me necesites... Puedes decir mi nombre y ahí estaré.
Scaramouche sacudió la cabeza para intentar concentrarse en cuánto lo invadió ese recuerdo, sus manos temblaron, las mismas que alguna vez acariciaron la falta de esas alas y los ojos que ahora ven la magnificencia con la que ella le contó de estás.
"Tenías razón, son las alas más hermosas que jamás haya visto" Pensó al ver al fénix volando por los cielos para contraatacar.
- ¿Estás seguro?
Bennu conocía a Scaramouche, estaba teniendo una lucha interna, entre creer y no.
- Lo estoy - aseguró.
- Entonces con más razón hay que averiguar que está pasando ahí, podríamos empezar con esos dos de ahí - sonrió con malicia ayudándolo a recomponerse para apuntar al Bardo y al Yaksha que se sobresaltaron al notar que habían sido vistos por los Fatuis.
El Bardo levantó las manos en señal de redención y paz. No querían pelear y estaban dispuestos a hablar.
Genial.
Cuando Bennu observó a Bosacius, algo se removió en su interior. Bosacius algo dudoso levantó su mano en señal de saludo, no pensando que el pelinegro se desharía de su máscara y correría a sus brazos diciendo:
- ¡Tío Bosacius!
El Yaksha sujetó al esbelto hombre adulto que se lanzó a sus brazos sin pensarlo, haciendo un contraste con el pequeño niño revoltoso que hacía lo mismo, riendo y molestándolo cuando su mamá no estaba cerca.
No dudó en recibirlo con los brazos abiertos.
Scaramouche y Venti sonrieron ante el reencuentro, uno más disimulado que el otro, se alegraban por ambos.
- ¡Estás...! ¡Estás vivo! - exclamó con felicidad el fénix.
- Lamentablemente aún no me he muerto, niño - sonrió golpeando suavemente su frente con otro de sus brazos.
El reencuentro siendo interrumpido cuando una bola de energía se dirigió hacia ellos y todos tuvieron que dispersarse para esquivarla.
- ¡Bonito reencuentro y todo pero tenemos una situación por allí que necesito que me expliquen! - gritó Scaramouche mirándolos con seriedad en busca de respuestas.
Venti se rasco un poco su cabeza pensando si decirle a un Heraldo era buena idea o no.
- Un fénix y una serpiente se andan agarrando a madrazos - resumió.
Bosacius le dio una zape ante su pésima explicación.
- ¡Ay! ¡Oye! ¡Esa no es forma de tratar a un humilde bardo como yo! - gritó en protesta sobándose aquella zona.
Por poco y casi la caga diciendo que es un Arconte...
- No estamos para bromas, Venti - regañó el más alto de todos.
- Creo que me tienes mucha confianza - refunfuñó el bardo - Tampoco sabemos mucho, cuando llegamos estaban en esta situación, por cierto, antes que nada... ¿Tú eres "Raijin"?
Scaramouche abrió los ojos con sorpresa cuando el bardo preguntó por aquel nombre.
- ¿Cómo conoces ese nombre? - interrogó lo suficientemente amenazante para que el bardo no se fuera por los estribos otra vez.
- Fujin preguntó por ustedes - explicó algo nervioso vigilando de vez en cuando en que no vuelva a pasar lo de hace rato.
- Ese es mi nombre - se presentó Scaramouche para no irse con tantas rodeos, después de todo, por el momento estaban en el mismo bando.
- Bennu, ¿Conoces a Caos? - le cuestionó con severidad el Arconte tomándolo de imprevisto.
Bennu sudó con nerviosismo ante la pregunta, dudó en responder porque esa mujer lo estaba amenazando desde que la conoció, Caos le ofreció su mano prometiéndole poder y el mundo entero.
Aún recuerda lo que le dijo.
"- Si tomas mi mano, te aseguro que todo el mundo estará a tus pies".
Le sonrió sujetando su rostro, Bennu en aquel sueño se encontraba echado, sin poder moverse, solo viendo el rostro de aquella mujer que se parecía demasiado a su madre, o al menos, una que a penas recuerda.
"- ¿Por qué?"
Cuestionó no creyendo en sus palabras.
No puedes recibir nada sin dar algo a cambio.
Nada en este mundo es gratis.
Todo tiene un costo.
"- Por qué eres mi hijo, Bennu. Nadie puede decir lo contrario".
Cada que le decía que no, esa mujer se encargaba de mostrarle algo del pasado, como una forma de recordarle lo que ya no tenía y el cómo se había quedado solo.
- Sí, la conozco - afirmó.
Venti suspiró mentalmente ante ello, genial - Dinos lo que sepas de ella.
- En realidad no sé mucho más allá de de sus constantes amenazas y manipulaciones, nada exitosas he de aclarar. Solo aparecía cuando estaba dormido - contó, Scaramouche lo observó detenidamente ante sus palabras, él nunca le comentó nada, ¿No es lo mismo con él? Cómo si tuvieran una clase de sello que les impedía hablar libremente de ello, al menos hasta ahora, ¿Será porque en este momento ella está peleando?
¿Esa mujer tendrá que ver con las pesadillas de Bennu? Se cuestionó.
- Conocemos el plano de ensueño, ¿De dónde crees que salió Bosacius? - dijo Venti con obviedad.
Bennu elevó una ceja confuso ante el dato.
- Está bien, perdón por mentir. Ella iba y me visitaba ahí, tampoco hay mucho qué contar, me prometía el mundo entero con tal de ayudarla. Nunca acepté.
- Están en medio bosque, los árboles son grandes, pero no lo suficiente para ocultar criaturas de tales magnitudes. Tenemos cierto ventaja al ser más pequeños, pero no deja de ser riesgoso... - comentó Bosacius al notar que tampoco obtendrían muchas respuestas, solo les tocaba hacer un plan para intentar detenerlas.
Scaramouche asintió empezando a correr - Eso sería acertado si su tamaño les quitará velocidad, pero como podemos apreciar, no son sus casos...
Caos estampó a Azael en el suelo y sentó sobre ella sonriendo con cinismo para empezar a golpearla en su rostro, elevó ambas manos al cielo para estrellarla de lleno en su contrincante.
- Te doblo en poder 17, eres débil. Siempre has sido más débil que yo y eso nunca va a cambiar.
- Me doblarías el poder si fueras 34 y no 33 - escupió con burla antes de que Caos empezará a ahorcarla irritada.
- Así que se te da por ser comediante en momentos como estos, ¿Eh? Veamos cuánto te dura la risa - gritó estrellándola contra una montaña, pequeñas bolas de energía fueron tiradas hacia sus muñecas, tobillos y su cuello, impidiendo que se moviera. La ahora rubia forcejeó intentando salir de ahí, la pelinegra se acercó a ella y dándole un par de manotazos, le dijo: - Nuestro destino está maldito, Azael. Acéptalo.
Scaramouche observó como la forma de ambas mujeres cambiaba drásticamente a sus formas más animales y humanas, teletransportándose o peleando lo suficientemente rápido como para no ser vistas a simple vista y no hablemos de lo que hablaban, porque a esa distancia no se escuchaba nada.
En cierto momento de la pelea, Caos arrojó a Azael muy cerca de ellos.
Los hombres se sobresaltaron cuando la mujer de largos cabellos rubios se fue levantando, asombrados del cómo sus heridas iban sanando poco a poco. Ninguno se movió o si quiera respiró debido al miedo.
¿Cómo podrían estar seguros de quién era quién?
¿Cómo podría confirmar quién es Azael si ambas responden al mismo nombre?
Azael se limpió la comisura de sus labios y giró a ver detrás suyo al notar un par de presencias, sus ojos se abrieron debido a la impresión.
- ¿Ustedes son...? - murmuró conmocionada, no pudiendo procesar que ellos realmente estuvieran ahí, era como si estuviera viendo fantasmas. Bennu se veía más alto y con facciones más maduras, Bosacius y Venti también estaban con él, todos estaban a salvo y vivos...
Sus ojos vagaron al chico de cabellos índigos, le llamó la atención el llamativo sombrero que portaba, su belleza seguía siendo tan etérea como siempre, por un momento Fujin olvidó que estaba en medio de una batalla feroz, cuando sus labios se abrieron en un murmullo pronunciando su nombre, pero sin decirlo, Scaramouche no tardó mucho en correr a sus brazos, no importándole su reacción confundida, en un abrazo que anheló por años, muchas noches en vela, uno que había necesitado tanto tiempo, mierda, lo había necesitado toda su vida. Su sombrero tambaleó por la velocidad que alcanzó, él simplemente se dejó llevar.
Scaramouche no tiene que pensarlo mucho para reconocerla, para saber que es ella.
Esos ojos azules son inconfundibles.
Esos amables ojos que lo observan solo a él, le pertenecen a ella.
Solo ella puede mirarlo así.
Solo ella puede decirle con una simple mirada quién es.
Y es mágico, porque Scaramouche siente que está así de imprimado porque su amor por ella es incondicional, Fujin puede pedirle que deje los Fatuis y él sin dudarlo lo hará, él seguirá sus órdenes al pie de la letra.
Porque ese sentimiento es tan íntimo y profundo que se convirtió en su todo.
Todo su mundo es ella.
La dueña de sus suspiros, sus sueños más profundos, todo le pertenece a ella.
Scaramouche siempre pensó que su reencuentro con ella sería más especial, no que llegado el momento ambos se quedaran sin palabras al verse frente al otro. No le importaba, parecía un sueño, al fin puede tocarla sin que se desvanezca entre sus manos, enserio esto parecía un sueño.
Ella no iba a desaparecer, ¿Verdad?
- Mierda, ¡No sabes cuánto te extrañé! - sollozó apretándola más contra él.
Azael se quedó estática, su garganta se cerró y su vista se nubló cuando lo tuvo contra su cuerpo, la conmoción estando aún ahí, empezó a tantear su espalda con torpeza - P-por favor, dime que eres real... - susurró y el miedo fue tan palpable en su voz que, Scaramouche no pudo evitar acariciar la yema de sus dedos para tranquilizarla, ella sentía miedo, muchísimo miedo, al igual que él.
A Raijin le dolió en el alma, porque la forma en la que Fujin recitó esas palabras rogando por una respuesta que era más que obvia, porque sus manos, maldición, sus cuerpos estaban tocándose como prueba de que todo eso era real, pero enserio era tanto el miedo que todo eso fuera un sueño, un anhelo más de sus rotos corazones porque la vida fue tan cruel con ellos en su momento, separándolos cuando tenían tanto por dar, tantas aventuras y experiencias por vivir aún.
Era entendible.
- Soy real... Maldición, mírame, estoy justo frente a ti - le respondió en un sollozo.
Azael se aferró, se aferró tanto a aquel abrazo que deseó que no terminará nunca. Porque el lugar ni el momento eran adecuados, maldita sea, si fuera por ella lo besaría, no le importa nada más allá en este momento, pero es incorrecto, porque no sabe si el chico mantiene los mismos sentimientos hacia ella, pero está tentada.
"Pero no me importa"
Azael es egoísta, pues quiere tenerlo solo para ella.
¿Quién en su sano juicio compartiría a alguien como él?
Incluso con una cara o voz distinta, incluso con otro cuerpo, Raijin la reconoció.
Por primera vez, aquellos amargos recuerdos que la atormentan día y noche...
Aquellos que le impiden amarlo libremente...
Fujin sintió una tranquilidad tan pacífica cuando Raijin la rodeó con sus brazos que, ella enserio olvidó todo lo que pasaba a su alrededor, sintió como poco a poco el ruido de su cabeza cesó.
Azael le devolvió el abrazo llena de pavor, ambos se aferraron el uno al otro intentando mantenerse de pie.
Alivio.
Verlo vivo a pesar de todos los años que pasaron separados le produjo alivio.
"Si le digo que soy yo, si pronuncio su nombre... Sé que él sabrá que soy yo, sé que él me creerá, porque confía en mí, porque me conoce tan bien que... no puedo mentir"
Antes de que Azael pudiera formular una palabra más, Caos apareció detrás de ella, recargando su peso en su hombro, haciendo que Scaramouche se pusiera en alerta al verlas con las apariencias intercambiadas.
A ninguno de los presentes le dio tiempo a reaccionar cuando con una voz burlona y una pequeña, pero poderosa esfera de conocimiento prohibido se presentó en su mano. Amenazando con lanzárselas en cualquier momento, un paso en falso y estarían todos muertos.
- ¿Te quedaste viendo a estos seres inmundos? - le preguntó a Azael.
La ahora rubia la miró con recelo, afianzó su agarre en Scaramouche.
Caos levantó su mano, sobresaltando a todo el mundo.
Es ahí cuando Azael decidió soltarlo, lanzándolo a los brazos de Bosacius para intentar desviar la pelea a otro lugar - La cosa es conmigo, no los metas a ellos.
- Mmm, qué interesante grupo, ¿no lo crees? - la pelinegra miró a todos los presentes inspeccionándolos - El Arconte Anemo, el Yaksha electro, ¡Oh! ¡Hasta nuestro hijo está aquí! - dijo con una notable emoción falsa, cuando Caos observó a Scaramouche se hechó a reír como si le hubieran contado el mejor chiste del mundo, esos ojos índigos eran inconfundibles para ella - ¡Vaya que lo tenías bien escondido! ¿Eh? ¡INCLUSO RAIJIN ESTÁ AQUÍ! ¡Eres grandiosa! ¡Me lo sirves en bandeja de oro! ¡Así ya no tendré que buscarlo! ¡Gracias, Azael!
La notable cara de confusión en Bennu era palpable, el hecho de que tuviera la cara de su madre no ayudaba y, ¿A qué se refería con "nuestro"?
La risa que soltó Azael, desconcertó a todos - ¿"Nuestro"? No me hagas reír - dijo observando a Raijin de reojo cuando cayó en cuenta que Caos lo había reconocido, debe alejar a todos de aquí.
Lo más pronto posible.
Scaramouche no fue el único en darse cuenta que ella lo estaba observando.
- Es bastante obvio cuando lo observas, justo frente a mí... ¿Enserio creíste que no me daría cuenta? - preguntó la ahora pelinegra Caos invocando un par de guadañas que empezaron a girar sobre su propio eje creando una clase de cierras letales - 17 dime, si lo mato de nuevo, ¿Volverás conmigo? - le cuestionó, la pregunta tomó de sorpresa a Azael, quién no pudo responder y solo la observó expectante, esto hizo arder en rabia a Caos - ¡Te hice una pregunta! ¡Responde! - exigió.
- No tengo por qué responder - dijo invocando su lanza para iniciar otra batalla entre ambas.
Caos mordió sus labios molesta ante la respuesta, ella ha oído y ha visto tantas versiones de esta historia.
Ella conoce el final porque ella misma lo escribió.
Todos lo viven, todos lo sienten, todos los seres de este mundo sienten de distintas formas, en especial cuando se trata del amor. A todos los seres vivos, el amor les da una sensación de calidez, protección y seguridad; mientras a otros el amor solo significa: frialdad, dolor e inseguridad.
¿Cómo puede el amor que se dice que es hermoso tan agobiante?
¿Cómo puede alguien sentirse tan mal por el hecho de amar a alguien?
¿Se supone que el amor debe doler?
Es muy complejo, es una complejidad que sin duda pocos llegan a comprender.
Ambas armas hicieron fricción al chocar entre sí, luchando por la ventaja.
- Del talento que no se trabaja contra el esfuerzo duro... ¿Quién crees que ganará? - le preguntó Azael para cabrearla.
- Sin duda, no tú - respondió mandándola a volar.
Scaramouche se quedó pensando cuando escuchó esas palabras, ¿Matarlo de nuevo? ¿De qué estaba hablando esa mujer? Además que... ¿Cómo que Arconte Anemo?
Venti al darse cuenta que era observado con reproche, solo se rió - Jeje, ¿Qué pasa?
- Tienes muchas cosas qué explicar, Barbatos.
- Ay, no...
Bennu tuvo que agarrar a Scaramouche invocando sus alas para alejarlo del peligro, Venti también se elevó en los cielos junto a Bosacius - Estás pesado... - murmuró el bardo siendo regañado por el Yaksha.
El pelinegro observó emocionado la batalla, los golpes, las técnicas, todas ellas eran dignas de admirar y analizar.
"Ajax estaría más que emocionado por ver esto" Pensó "Es la pelea del siglo"
Caos destrozó la lanza de Azael - ¡Pelea sin armas, cobarde!
La rubia río - Si eso es lo que quieres...
La mayor apareció frente a ella intentando encajar un golpe, Caos la esquivó, dio una patada en su espalda, sorprendiéndose cuando Azael apareció encima de ella y la estrelló contra el suelo. La pelinegra no tardó en levantarse y lanzarse contra ella, ambas manos se unieron intentando doblegar a la otra, gruñeron empujándose para ver quién cedía primero, Caos se hartó y le dio un cabezazo que aturdió a la contraria, no le dio tregua, pues arremetió contra ella hasta tenerla sometida en el suelo.
- Ríndete, 17.
Azael no iba a rendirse ahí.
- ¡DALE MAMÁ! ¡PÉGALE! - gritó Bennu desde el cielo, llamando la atención de ambas.
Caos gruñó mirándolo feo - Qué molesto.
Azael solo se río mentalmente por la situación, un poco más motivada, puso todas sus fuerzas restantes en quitársela de encima.
No era hora de desistir.
- Yo soy tú y tú eres yo. Sé todos tus movimientos, como piensas incluso, es inútil pelear contra mí - dijo poniendo más fuerza en su pie, doblegando sus esfuerzos.
- No, tú no eres yo. Tú eres mía - se burló tomándola por sorpresa, Azael tomó el pie de Caos y la tiró al suelo - Que empiece el segundo round.
¿Qué les pareció el capítulo?
Usualmente los capítulos tienen 6k o menos, aquí me ganó la emoción.
Se despide:
"Mr_Swag95"
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