CAPÍTULO 35: TASMINA
Kakarot salió de la nave y lo primero que vio fue un suelo de roca blanca, muy bonito, era la pista de aterrizaje, Arcadis salió detrás suyo. Cuando ya todos hubieron bajado, una persona con una ropa blanca les saludó:
-Hola a todos, soy Ramón, Ragnarog ve a ver al rey, deprisa, yo me encargaré de todo.
Ragnarog obedeció y fue corriendo hacia un edificio situado en el centro de la enorme ciudad, mientras a los demás los guió Ramón, que era moreno y de pelo castaño y ojos marrones, era un humano, estaba claro y Arcadis no lo miraba muy bien, Kakarot se empezaba a hartar de esa actitud suya, al fin y al cabo él era también descendiente de uno.
Adoking estaba demasiado nervioso, al parecer le asustaban las grandes ciudades como esa.
Al final llegaron a una casa, más grande que las demás, al principio de dónde empezaban las casas de la ciudad. Kakarot miró a las demás casas y todas tenían el símbolo de la luz.
Además eran blancas.
La casa de Ramón era grande y espaciosa, tenía varias habitaciones con pupitres y casi todo estaba lleno de libros extraños, Ramón enseguida sacó algo de comer, era carne con patatas. Comieron a gusto después Arcadis y Kakarot se miraron se levantaron de la mesa y fueron a otra habitación:
-¿Estas nervioso?-preguntó la niña.
-Un poco, cuando venga Ragnarog te tendrás que ir y yo tendré que estudiar. –Anunció el niño.
-Ya bueno, estoy segura que harás todo a la perfección
De repente Ramón salió detrás de Kakarot:
-Lo siento por interrumpir, pero tenéis que venir conmigo, antes de que venga Ragnarog, os quiero explicar la historia de los guardianes.
Los dos niños siguieron a Ramón hasta una habitación con pupitres, los dos niños se sentaron:
-Os contaré la historia que sucedió después de que Luminex derrotara a Ydgrasill, antes de que André se comiera su cabeza. Veréis, Luminex se separó de sus amigos los sabios y decidió enseñar su sabiduría, sus primeros aprendices fuimos los guardianes os los cito:
Gladius, Fox, Mike, Bruno, Says, James, Jessica y yo.
-¿James?
-Ya le conoceréis, cuando acabéis aquí, supongo. Bueno fuimos sus primeros aprendices y cada uno se especializó en un elemento, técnica etc... Fuimos recorriendo el mundo salvando a los habitantes de éste de los demonios, aún existentes, Luminex siguió dando su saber a otros aprendices por ejemplo Flame, Adoking o André. Cuando André iba a segundo grado de aprendizaje este resucitó a Ydgrasill y su mal volvió por el mundo, André fingió estar de nuestro bando y cuando los guardianes, derrotaron a todos sus demonios y Luminex le cortó la cabeza. Unos días más tarde André desenterró a Ydgrasill y se comió su cabeza, adquiriendo poderes.
-Poco después, creó un planeta oscuro llamado Resat dónde habitaban los demonios, los Junkel, tus padres Kakarot, hicieron un sello al planeta con su alma y André pensó que si los mataba rompería el sello pero se equivocó, sólo lo reforzó y nadie puede salir ni entrar allí. Así que fuimos al planeta haciéndonos pasar por semidemonios y funcionó y cuando nos disponíamos a matar André este pronunció un hechizo prohibido que dio de lleno a Luminex y a Ragnarog a la vez. Ragnarog sobrevivió y Luminex se metió en el cuerpo de alguna persona para sobrevivir, eso es todo cuanto sabemos.
Cuando acabó esa explicación Ragnarog entró en el aula, miró a Arcadis y le ordenó:
-Recoge tus cosas nos vamos y Ramón explícaselo todo, menos lo que tu ya sabes, Scina Taus Minitex.
-De acuerdo Kakarot despídete y luego vuelve aquí, hoy te enseñaré la ciudad.
Kakarot asintió acompañó a Arcadis que cogió su bastón, Kakarot rebuscó en su bolsa de viaje sacó su espada y se la dio a Arcadis:
-Toma mi espada de hierro ya no me sirve tengo las cinco espadas elementales, te será de más ayuda.
-Gracias-Agradeció la niña, dándole un abrazo y un beso en la mejilla, Kakarot se puso rojo.
Arcadis cogió la espada con la vaina y se la guardó en la espalda junto con su bastón, Arcadis bajó junto con el niño y llegaron a la entrada de la casa, Oberá, Adoking y Ragnarog estaban ya preparados:
-Adiós Kakarot.-se despidieron los tres a la vez.
-Ojalá nos veamos pronto elegido.-se despidió Arcadis, cerraron al puerta a su paso y se fueron.
Kakarot subió a la habitación dónde estaba Ramón y este le miró:
-Tranquilo la volverás a ver si ese es tu deseo.
-Eso espero es una gran amiga.
-La amistad es más peligrosa de lo que te piensas.
-Bueno, me enseñas la ciudad, ¿no?
-Si ya voy, además compraremos la cena.
Kakarot y Ramón salieron por la puerta y fueron caminando, sin prisa, Kakarot pudo observar que las gentes del lugar iban muy ajetreadas, no era como en los pueblos.
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