CAPÍTULO 14: EL PILAR SAGRADO
A la mañana siguiente, Kakarot ya podía mover los dedos de los pies, además, el dolor de su cuerpo había desaparecido casi por completo. El chico, a pesar de su notable mejora, todavía no podía levantarse de la cama, Fany dormía aun plácidamente al lado suyo, por lo que el niño veía, estaban todavía solos.
Al poco rato la muchacha se despertó con un gran bostezo y dijo al niño:
-Buenos días.
-Buenos días.-contestó el niño educadamente.
-Has mejorado, dentro de una hora ya podrás mover las piernas, bueno te voy a preparar el desayuno, ¿te gustan las tortas con leche?
-No sé lo que son, tendría que probarlo.
Fany obedeció al niño y al cabo de poco rato la comida llegó. Fany se sentó en la cama con Kakarot para desayunar.
-No está mal, oye ¿Ragnarog y Links no van a venir?
-Si vinieron por la noche pero se han ido a recoger comida para la tarde, la vamos a pasar fuera.
-Vale, ¿qué haremos?
-No seas impaciente, chiquitín, ya lo verás.
Al cabo de una media hora, el niño, que ya podía mover las piernas, salió de la cama y andó con un poco de dificultad.
-Andas bien, bueno yo voy a cambiarme, yo que tu me ducharía, no te vendría nada mal.-Anunció la mujer.
La chica fue a una sala dentro de la habitación dónde se cambió mientras el niño se metía en la ducha y se pegaba un ligero remojón.
Llegó la hora de comer y Ragnarog y Links aparecieron con una comida que olía bastante bien. Eran filetes de Dragón Estaban buenísimos, después de comer el sabio anunció:
-Venga preparaos que nos vamos, tenemos la comida que hemos comprado esta mañana así que coger lo indispensable, a y tu Kakarot ve con Ragnarog quiere decirte algo.
Kakarot obedeció, Ragnarog le comunicó:
-Vamos a devolverle su estado natural a este cristal, he cogido tus armas, es decir tus dos espadas que están llenas con la sangre de Adoking, cuando lleguemos sólo mira y no hables, si todo sale bien la espada recuperara su cristal max y todo habrá salido bien.
-¿Es muy difícil?
-No, sólo hay que tener esperanza y todo saldrá bien, bueno vamos.
Los cuatro salieron de la posada, Ragnarog levaba las armas del niño en una caja de madera. Links tenía sus alas escondidas para no llamar la atención de los pueblerinos y Fany cargaba la mochila. Kakarot ya podía moverse con normalidad, no demasiado bien, ya que iba un poco lento, pero podía mover su cuerpo sin sufrir dolor.
Caminaban por verdes colinas, que se empinaban peligrosamente, además tenían rocas escarpadas que hacían la subida un poco difícil. Llegaron a lo alto de la colina. Allí había un bosque frondoso por el cual se internaron. Las ramas susurraban melodías que a cualquier músico le hubiesen encantado, pero a Kakarot no le gustaban ni lo más mínimo. En el bosque vieron varios Tontais, animales parecidos a los ciervos, pero con el pelaje negro y de mayor tamaño, y varios búhos amarillos de Luminor.
Al final llegaron al final del bosque donde había una cueva, hecha con las raíces de los árboles por la cual se metieron, dentro olía a húmedo. Llegaron al otro lado de la cueva y ante el asombro de Kakarot vieron una gran torre de color escarlata que se levantaba hasta unos 10 metros.
-Este es el pilar sagrado afirmó Ragnarog.
Por sus piedras entrelazadas entre sí se podía escuchar el murmullo de la magia.
-Bueno, Kakarot pon tu espada en lo alto del pilar, y no la limpies.-ordenó Ragnarog.
Kakarot dio la vuelta al pilar y vio unas escaleras que se podían escalar. Kakarot tardó un cuarto de hora para subir a la cima al final puso la espada llena de sangre de Adoking en una hendidura la clavó, pero nada sucedió entonces Links cogió el cristal oscuro y lo lanzó hasta donde Kakarot estaba situado. Kakarot asustado intentó coger el cristal para que no se cayera y se rompiera, pero no lo alcanzó y Kakarot ya se temía lo peor pero ante su asombro el cristal se quedó girando como si un planeta alrededor de su estrella.
Entonces Fany se arrodilló y recitó unas palabras en voz muy baja.
Entonces, y como consecuencia de las palabras de la muchacha, el cristal se volvió con un brillo verde y con un gran crujido, y después con una pequeña explosión expulsó el aura maligna del cristal que se incrustó en la espada.
Kakarot volvió a coger la espada como la vez en el templo y la misma luz amarilla le rodeó, y la misma voz que la otra vez habló, era la voz de Luminex:
-Has recuperado parte del brillo de mi espada pero todavía le falta, debes llegar a Tasmina, y abrir el templo de los sabios sólo así recuperará el brillo de la luz. Además con esta purificación has purificado el alma del cristal que se encontraba retenida, el alma de mi aprendiz. Has cumplido tu primera misión como descendiente mío que eres, ve y cumple con tu destino.
Tras desparecer la luz amarilla que rodeaba a Kakarot, se produjo un rayo de luz desde el centro del pilar Kakarot bajó como pudo del pilar. Cuando desapareció el brillo del rayo, Kakarot pudo ver una silueta en lo alto. Kakarot miró con asombro y vio lo que había sucedido:
-Lo has hecho muy bien, a parte de devolver el brillo a la espada, has hecho que el alma de Adoking sea purificada, y haya resucitado.
Efectivamente, allí en lo alto se encontraba la figura de Adoking, pero no iba con ropas negras sus ropas eran más bien de un color blanco con bordados amarillos.
Adoking parecía confundido, le había vuelto el color a la cara y sus ojos ya no eran como los de un demonio a las órdenes del perverso André.
Kakarot supo que ese no era el mismo Adoking con quien había luchado el que estaba en lo alto del pilar actuaba libremente.
Adoking bajó donde ellos se encontraban y tras mirar a Ragnarog que murmuró:
-Scina Taux Minitex.
-Ni André se había dado cuenta, amigo, me alegra volverte a ver. Siento tanto todo el mal que cause- se disculpó Adoking.
-Estabas bajo el domino de André, no era culpa tuya.-afirmó el ángel
-Debéis saber que André todavía no ha roto el sello de Resat, pero tiene monstruos por todas partes.
-Ya lo sabemos, hemos luchado con algunos.- contesto Ragnarog.
-Quiero unirme a vuestro viaje.
-A mí no me importa.- dijo el niño que se alegraba de salvar un inocente.
-Entonces puedes venir con nosotros, nuestra siguiente parada es la ciudad del fuego, pero partiremos pasado mañana, hoy, mientras tanto, los sabios y yo tenemos que hacer unas cuantas cosillas, ve con Kakarot a la posada y pasa la noche con Kakarot y mañana pasad el día juntos , tomáoslo como un descanso. –ordenó Ragnarog.
Y así fue como Adoking y el niño se hicieron amigos dándose la mano. , dejaron a Ragnarog, Links y Fany y fueron los dos a la posada.
Mientras caminaban hacia la posada Kakarot habló:
-André era tu maestro, ¿no?
-Sí, pero yo creía que era un amigo, pero ya ves lo que hizo, me controló como a una simple marioneta y me usó para no morir él.
-Ya, pero no temas ahora estas a salvo, a parte se nota que Ragnarog no tiene inconveniente en que nos acompañes.
-Se nota, se nota.
Al final llegaron a la posada había concluido un día bastante intenso y nada más cenar Kakarot se fue a dormir, estaba impaciente por saber que harían al día siguiente.
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