XXVIII
Raúl y Paola intercambiaron miradas durante un momento, como si quisieran ver en el interior del otro.
Sin previo aviso, Paola se lanza al ataque con una velocidad impresionante, haciendo que se formara una hoja afilada de energía desde su muñeca, con la intención de cortarle la cabeza al joven.
Raúl apenas logró cubrirse con su Katana, logrando percerbir el enorme poder sobrenatural de Paola. Ella sin dejar un momento de respiro, volvió atacar, pero esta vez, hacia su costado. Él solo podía cubrirse y retroceder varios pasos debido a la fuerza de Paola.
-Lento -dijo ella con un tono burlón, aunque su rostro mostraba qué se estaba tomando enserio la pelea. Ella continuaba atacando sin parar y sin dejar respirar a Raúl, el cuál se le hacía difícil mantener una posición -Débil -volvió a burlarse, pero esta vez dándole una patada a Raúl en el abdomen, y por la fuerza, este salió disparado varios metros hacia atrás.
Él intentaba recuperarse rápidamente y dando bocanadas de aire mientras se levantaba lo más rápido que podía. Paola, sin perder ningún segundo, volvió a lanzarse sobre el chico, dispuesta a dejar su cabeza clavada en el suelo. Pero Raúl logra levantarse rápido, justo cuando Paola iba a clavar su hoja en la cabeza del chico.
Raúl contraataca, intentando darle un corte por su costado. Pero Paola logra detener el ataque sin mayor dificultad -Predecible -dijo para luego mover su hoja y hacer que Raúl soltara su Katana y esta saliera volando varios metros -¡Estás muerto! -exclamó.
Raúl, cómo podía, esquiva los cortes de Paola, pero era muy complicado. Ella se movía a una gran velocidad y él apenas podía ver cómo se movía. Apesar de sus intentos, Raúl recibía algunos rasguños, no esquivaba los cortes sin salir ileso.
De tanto esquivar, Raúl se cae al suelo, y obviamente, Paola aprovecha para intentar atravesarlo con su hoja, pero el joven empieza a rodar en el suelo, evitando que ella lo atravesara -Idiota, pero hábil -comentó Paola.
Finalmente se safa de ella y se levanta corriendo y rápidamente se vuelve para ver de frente a Paola, quien ya estaba en camino para atacarlo nuevamente. Raúl logró ver a la distancia su Katana tirada en el suelo, pero entonces, Paola intenta hacerle un corte horizontal por su costado, pero antes de que lograra acertar el corte, Raúl se dobla hacia atrás, haciendo la mítica pose, y la espada cortandole un cabello de su pequeño fleco. Paola quedó confundida y el joven aprovechó para volver a levantarse y correr hacia su Katana a toda velocidad.
Paola no se lo iba a dejar tan fácil, y decide ir tras él e intentar alcanzarlo, lo cuál no representaba reto para ella. Raúl podía sentir como ella estaba cada vez más cerca, aumentando su desesperación. Por casi nada, logra llegar dónde estaba su Katana, la recoje y rápidamente bloquea el corte de Paola, pero al hacerlo, retrocede varios pasos. Paola vuelve a atacar -Me es fascinante cómo te aferras a esa esperanza de salir victorioso. Pero no haces más que engañarte a ti mismo -comentó mientras seguía atacando.
-¡Es lo que me da fuerzas para seguir luchando! -respondió Raúl mientras seguía bloqueando y retrocediendo.
-¿Luchar para qué? Ya no tienes nada por lo que luchar.
Raúl empezaba a perder fuerza, y sentía cómo su cuerpo por alguna razón empezaba a sentirse pesado y cansado. Algo que se notaba mucho en sus movimientos.
-¿Qué ocurre? ¿Ya te cansaste? -preguntó con tono burlón -¡Patético! -exclamó para luego darle una patada en su abdomen.
Raúl salió disparado nuevamente, esta vez más adolorido que la vez anterior. Paola vuelve aprovechar y da un gran salto, con la intención de atravesar a Raúl con su aterrizaje. El joven al ver esto, rueda a su izquierda, logrando esquivar el ataque de Paola una vez más.
La respiración de Raúl se volvió irregular, a la vez que podía sentir como su cuerpo se ponía cada vez más pesado -¿Qué ocurre? -se preguntaba en sus adentros, pues nunca había sentido una fatiga así de fuerte.
-Qué logres esquivar mis ataques, no significa que tengas oportunidad. Puedo sentir cómo tu cuerpo se debilita con el tiempo aquí -Se lanza contra Raúl nuevamente -Tu cuerpo no es apto para estar aquí. Rodeado de pura energía oscura -comentó mientras atacaba al chico.
Raúl solo volvía a bloquear y esquivar, no podía hacer nada más contra ella, además de que tenía razón. Su cuerpo reaccionaba negativamente al ambiente, lo cual lo ponía en una gran desventaja.
Paola, ya algo cansada de jugar con él, extiende su mano y lanza una onda expansiva qué lanza a Raúl lejos -Ya me cansé de ti. Ahora, ¡muere! -exclamó para correr directamente hacia Raúl e intentar darle el corte definitivo. El joven ya no podía más con la pesadez de su cuerpo, se sentía cansado y desesperado. Sin embargo, y apesar de la situación tan difícil, se puso de pie con dificultad, cerró los ojos y respiró profundamente, dejando su cuerpo se relaje y permitiendo así que finalmente... Aquella energía fluya con libertad por su cuerpo.
Raúl, logró cubrir el ataque a tiempo, y esta vez, no retrocedió ni un paso -¿Pero que...? -preguntó Paola, extrañada por las nuevas fuerzas del Neutro.
Raúl hizo un movimiento con su Katana, obligando a Paola a retoreceder. El chico la miró fijamente a los ojos, ahora con una mirada retadora -¿Te asusté? -preguntó con burla.
Paola se irrita un poco por su comentario, y de nuevo intenta cortarlo, pero el joven ya no solo bloquea, si no que también contraataca con habilidad y precisión -¡¿Cómo es esto posible?! ¡Eres solo un Neutro! -exclamó con ira.
Raúl seguía con su mirada fija en ella, su rostro era serio pero determinado, además de que podía sentir cómo su cuerpo ya no pesaba, incluso, lo sentía más ligero, ayudandolo a moverse con más velocidad. Paola empezaba a desesperarse al ver como aquel Neutro había logrado mejorar en un instante.
Tanta fue su desesperación, que ya nada más atacaba por atacar, y cuando el chico se percató de esto, con un movimiento rápido, le da una patada en la cara e intenta cortarla, pero falla y solo le hace una pequeña herida en el costado derecho, por su cintura. Paola se quejó debido al dolor de la herida y retrocede más, colocando su mano en su costado derecho.
Raúl no la volvió atacar, solo la miró fijamente. Paola cambio por unos instantes su expresión confiada a una de rabia. Pero pronto se recompone y su expresión se vuelve seria. Baja su mirada a su herida, viendo como brotaba algo de sangre. Su respiración se volvió agitada, y su desesperación aumentó considerablemente. Volvió a dirigir su mirada hacia Raúl, intercambiando miradas.
-Bien... Muy bien -Paola desaparece la hoja de su mano, sonriendo con malicia y solo intenta mantenerse derecha apesar del dolor insoportable en su costado -Nada mal para un Neutro... Pero no puedo permitir que sigas interfiriendo en mis planes, ¡te mataré aquí y ahora! -gritó con rabia.
Raúl solo se preparó para cualquier ataque que pudiera hacer ella, mientras que Paola concentró la energía que abundaba ahí en su interior. Entonces su cuerpo liberó un resplandor púrpura cegador, creando una fuerte corriente de aire. Raúl solo se cubrió el rostro e intentó mantenerse firme en su lugar, pero no pudo evitar retroceder un poco debido a la fuerza del aire.
Entrada al Santuario...
Kevin y los demás esperaban pacientemente a que sucediera algo, ya fuera que el chico saliera victorioso o que la criatura ganara. Pero entonces, un fuerte temblor empezó a sacudir el lugar fuertemente.
-¡¿Ahora qué?! -preguntó Santiago confundido.
Un resplandor púrpura empezó a brillar en lo alto del Santuario, y nuevamente se formó un vortice encima de este, el viento soplando fuerte. El temblor finalmente terminó.
Todos se preocuparon al ver el ambiente, más sombrío que nunca. Carolina miró fijamente al resplandor, poniendo mucha atención en él.
-¿Perdió la batalla? -preguntó Kevin.
-No... Apenas va a comenzar -respondió Carolina con un toque de preocupación en su voz.
De la tierra que ellos estaban pisando, empezaron a emerger cuerpos putrefactos -Ay no, ¿otra vez los zombies? -preguntó Santiago mientras extendía sus alas para empezar a luchar de ser necesario.
-No son Zombies, son almas errantes -comentó la reina.
-Lo mismo, pues.
Todos los guerrero Nauricos comenzaron a atacar a las almas, antes de que ellas pudieran tomar la ventaja. Sin embargo, cada vez aparecían más y más.
Kevin, antes de que pudiera actuar, sintió que una mano agarró su pie -No me harás lo mismo dos veces -dijo para luego dar una patada y sacar solo el brazo de dicha mano. Santiago se alzó al vuelo y con su cañón, le disparaba a los que podía. Carolina y la reina usaban sus poderes para acabar con las almas, pero no parecía tener efecto alguno.
Carolina le lanza un rayo de energía a una de las almas, pero solo logra que esta se fortalezca un poco, ya que comenzó a caminar más rápido y se veía más agresivo -Mierda -se quejó entre dientes al ver lo que estaba sucediendo.
Kevin golpeaba con fuerza a las almas, pero podía ver con claridad qué cada vez se volvían más rápidas y agresivas, haciendo que se le dificultara eliminarlas -¡Malditas cucarachas! -gritó con coraje al no tener el mismo efecto de antes.
Santiago, quien estaba atacando desde lo alto, vio como estas cosas se hacían más fuertes al ser atacadas con los poderes de los Nauricos -¡Esperen! ¡No los ataquen con energía! -gritó con desesperación.
-¡¿Estas loco?! -preguntó uno de los guerreros.
-¡El Pachengeke tiene razón! ¡Traten de atacar cuerpo a cuerpo! -ordenó Carolina, mientras golpeaba a las almas que intentaban hacerle daño.
Los guerreros no tuvieron más opción que hacer lo que ella había dicho, logrando controlar la situación parcialmente.
No dejaban de salir almas del suelo, y cada vez que salía una nueva, salía más robusto y fuerte qué el anterior, lo cual empezaba a preocupar a todos.
-¡¿Esto acaso no tiene fin?! -preguntó Kevin.
-¡La única forma de acabar con esto, es que ese chico se de prisa y resuelva esto! -respondió Carolina, cubriendose de los ataques.
Una de las tantas almas que emergían del suelo, salió con un garrote, y a partir de ahí, salían con espadas y lanzas -¡¿Pero que...?! -exclamó uno de los soldados, hasta que una de las almas le llega por la espalda y lo atraviesa con una espada, acabando con él en un abrir y cerrar de ojos.
-No. No, no, no no no -exclamaba la reina al ver como las almas empezaban a matar a los soldados con facilidad. Era la primera vez que experimentaba el terror, quedándose paralizada ante la situación.
Una alma con garrote se iba acercando a la reina, dispuesta a matarla. Levantó su garrote para golpearla, pero llega Santiago y detiene el garrote con un látigo que había en su traje -¡Así te quería agarrar! -dijo, para luego con su cañón disparar a la cabeza del alma y matarla al instante.
Carolina tuvo que acercarse a su madre, quien aún no se movía -¡Mamá, no te quedes quieta! -dijo Carolina con pánico, ya que su madre estaba totalmente ida.
De pronto, un alma llega a dónde estaba Carolina y la golpea fuertemente en la nuca, cayendo inconsciente frente a su madre. La reina, al ver a su hija tirada en el suelo, sintió como si el oxígeno le empezara a faltar, respirando agitadamente.
Kevin, al ver la situación de aquellas dos, rápidamente fue corriendo hacia ellas, golpeando y matando a la alma que se cruzara por el camino. La alma qué había noqueado a Carolina, ya estaba lista para matarlas, hasta que la reina decide intervenir e intenta alejar el alma con una onda expansiva, pero eso solo la fortaleció más. Afortunadamente, Kevin llega y le da un puñetazo en la cara al alma, haciéndolo retroceder.
-¡Majestad, le pido que no use sus poderes, o de lo contrario...! -dijo Kevin,, siendo interrumpido por la reina.
-Lo sé, lo sé. Pero los Náuticos no somos mucho de los ataques cuerpo a cuerpo -se agacha y se acerca a Carolina, quien aún está en el suelo inconsciente -Cubreme por un momento -ordenó la reina mientras usaba sus poderes para fortalecer a Carolina y se despertara pronto.
Entonces fue ahí cuando Kevin decidió ver a su alrededor, observando como los soldados caían y caían -Raúl... Date prisa -susurró con preocupación.
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