XVIII

Una enorme explosión derribó la entrada a la habitación prohibida, y una cortina de humo tapaba la visión al interior.

—¡Maldito desgraciado! ¡No creas que te irás así nada más! —gritó una voz con bastante furia.

Raúl y Lexa solo restrocedieron unos pasos al oír esas palabras y al sentir como el suelo retumbaba con cada paso que daba lo que fuera que estuviera acercándose. El humo se disipaba y de este, apareció un meca enorme, casi no cabía en la habitación dónde se encontraban todos, y este era controlado por la niña, Jackie.

—¡¿Tú no estabas en el armario?! —preguntó Raúl.

—¡Eres un idiota si creíste que así podrías detenerme! Ahora prepárate para sufrir... ¡LAS CONSECUENCIAS DE TU REBELDÍA! —gritó Jackie para luego, con uno de los brazos del meca, disparar sin piedad hacia Raúl y Lexa mientras se acercaba a ellos con pasos agigantados.

Los chicos no tenían a dónde moverse, solo intentaban cubrirse de los disparos, pero Jackie ya estaba muy cerca de ellos. Rápidamente, con el brazo derecho del meca los agarra a ambos y los acerca a ella.

—Dame el mapa, si sabes lo que te conviene —amenazó Jackie.

Raúl le escupe en la cara mientras intenta liberarse.

—Eres un verdadero imbécil —dijo Jackie mientras se limpiaba la cara, para luego, arrogarlos contra el muro donde estaba el elevador, pero los lanzó tan fuerte, que ellos terminaron por atravesarlo y caer por el gran abismo que había debajo.

Lexa, con su kusarigama, lanza la cadena y esta logra sujetarse en uno de los puentes qué había, luego intento agarrar a Raúl, pero este se le escapó de las manos. El chico movía desesperado los brazos para intentar aferrarse a algo. Varios metros más abajo, cayó boca abajo en uno de los puentes, quedando muy adolorido.

—¡Ay! No de nuevo... —se quejó Raúl mientras intentaba ponerse de pie.

Justo, el meca de Jackie salta y aterriza en el mismo puente donde cayó Raúl.

—¡Me darás ese mapa, vivo o muerto! —dijo Jackie mientras corría rápidamente hacía Raúl con su meca.

El meca logró agarrar a Raúl de la pierna y comenzó asotarlo una y otra vez contra el piso, haciendo que el puente comenzará a romperse de a poco. Finalmente se rompe y ambos caen, pero el meca coloca a Raúl debajo de él, aterrizando sobre este al llegar a otro puente.

—¡Raúl! —gritó Lexa al ver cómo su amigo era golpeado brutalmente, para luego soltar la cadena y caer en picada a dónde estos estaban.

El meca levanta al chico y lo acerca a Jackie —Dámelo ya —ordenó.

—Aún no lo muerdo... Mejor el viernes, ¿vale? —contestó Raúl, quien estaba muy aturdido por la cantidad de ataques que recibió.

Justo entonces, llega Lexa y aterriza detrás de la cabina dónde se encontraba Jackie, preparando un ataque con su Kusarigama. Pero Jackie activa el sistema de defensa del meca que termina dándole una descarga eléctrica a Lexa, haciendo caer a esta. El meca apunta a Lexa con la mano izquierda, dónde tenía una ametralladora.

Mientras tanto, de una de las plataformas inferiores, estaban cruzando el grupo de soldados dónde se encontraban Kevin y Avep, quienes enseguida levantaron la mirada al oír el tremendo caos y vieron como sus amigos estaban a punto de ser derrotados.

—Adelantate —ordenó Kevin para luego, empezar a golpear soldados y y aventarlos fuera de la plataforma para que cayeran y darles tiempo a Raúl y Lexa.

—Sí —dijo Avep para luego volar hacia dónde se encontraba Raúl.

El meca empezaba a cargar la ametralladora para dispararle a Lexa, quien estaba muy aturdida.

—¡Adiós, basura rebelde! —dijo Jackie para empezar a disparar, pero justo llega Avep y flashea a Jackie en los ojos —¡MIS OJOS! —gritó, para luego perder el control de la ametralladora y desviarla. Las balas estaban siendo impactadas en las paredes de la base, lo cual provocó que dichas paredes se hicieran inestables y se prendieran en llamas.

El meca empezó a perder el equilibrio y soltó a Raúl justo a un lado de Lexa, pero debido al caos, el puente comenzó a colapsar y volvieron a caer. Mientras caían, destruyeron más puentes y plataformas que había abajo, hasta que estaban llegando a la plataforma en dónde se encontraba Kevin. Fue entonces que este ve a Lexa caer y la toma del brazo y la mete dentro de la plataforma, para luego esquivar el meca que iba a caer encima de ellos y Raúl cayó en el centro de la plataforma.

Kevin fue el único que se puso de pie enseguida, ya que Raúl y Lexa estaban demasiado adoloridos. No pasó mucho tiempo en ser rodeados por los soldados y que estos comenzaran a preparar sus armas para atacar.

Parte más baja de la base, zona de mantenimiento del núcleo de energía...

Kiara seguía buscando a ese grupo de personas que había visto, pero aún no daba con ellas. Mientras las buscaba, aprovecho para eliminar guardias y liberar a los pachengekes qué estaban siendo esclavisados.

—Salgan lo más rápido de aquí, y si hay manera, liberen a sus compañeros —ordenó Lexa mientras ayudaba a varios esclavos a salir de una celda.

Mientras ayudaba, una vez más vio a lo lejos a la misma chica de cabello rubio, pero esta vez estaba sola con un soldado, y estos entraron a una habitación. Kiara, una vez que termino de sacar a los pachengekes, rápidamente se dirije al lugar dónde vio a la chica, que se encontraba dos pisos hacia arriba.

Subía por las escaleras con mucha cautela, la visión que tenía era muy poca debido a la poca iluminación, y su audición se veía afectada por las fugas qué liberaban vapor haciendo ruido en el proceso. Cuando iba subiendo hacia el segundo piso, se encontró de frente a dos soldados.

—¡Hey! —exclamó uno de ellos.

Kiara rápidamente golpea a uno en la cara, para luego dar un salto y con la ayuda de sus pies, aferrarse a la cabeza del otro soldado y tirarlo al suelo, para luego romperle el cuello. El otro soldado se recupera rápido y por el pánico intenta huir, pero Kiara saca su lanza y la arroga hacia este, atravesando su torso y acabando con él tan rápido como la lanza lo atravesó.

Kiara se acerca al cadáver, con el pie hace presión y saca su lanza, luego lo sacude un poco para quitar el exceso de sangre. Luego continuó por su camino, llegando finalmente a la habitación. Se acercó a la puerta e intentó escuchar lo que sucedía dentro.

—¡¿No te cansas de darme problemas, muchacha?! —se escucha que dan una bofetada —¡Te advertí qué sí volvías a sabotear el sistema, no tendría compasión contigo! —regañó una voz que parecía pertenecer a un hombre.

Kiara intentaba escuchar si la chica decía algo, pero el único que hablaba era aquel hombre, que no dejaba de quejarse de lo que se enteró, y unos cuantos golpes. Kiara no resistió más el coraje, se aparta un poco de la puerta y patea esta, rompiendo la puerta por completo. Fue entonces cuando preparó su lanza y entró a la habitación.

—¡Deja a la chica! —dijo Kiara con furia.

La chica de cabello rubio se sorprendió al ver a Kiara, y aquel hombre, que estaba vestido de general, también se sorprendió, pero no pudo evitar sentir algo de miedo.

—¡¿Tú?! —su voz se vuelve temblorosa y Kiara se acerca —Imposible, ¿como llegaste aquí? —preguntó el general mientras retrocedía hacia su escritorio.

—Tengo mis métodos —miro de reojo a la chica, quien está sonriendo alegremente, luego le hace una seña con la cabeza —Vete. El camino está libre —dijo Kiara.

La chica duda un poco, pero al final sale corriendo de ahí, dejando solos a Kiara y al general.

—Parece que se necesita más que raptar a tu familia para romper tu falsa esperanza, ¿cierto? —comentó el general.

—Esta vez no me confiaré —dijo Kiara para luego lanzar su arma al general, pero este desvía la lanza con una porra eléctrica qué agarró de su escritorio.

—Pues parece que cometiste el mismo error —Kiara intenta ir por su lanza, pero el general le da un rodillazo en el rostro, alejando más a esta de su arma —Estas en desventaja, debiste traer compañía —dijo el general.

Kiara prepara sus puños para lanzarse al ataque cuando fuera el momento. El general soltó una risita al ver la determinación de la mujer, para luego acercarse a ella peligrosamente con su porra eléctrica, y comenzó atacar. Kiara evadía los ataques, pero no podía golpear al general, hasta que este logró acertar un golpe en el brazo derecho de Kiara, dándole una pequeña descarga que le dejó el brazo adormecido, luego la pateó en el abdomen, haciéndola caer por los dos pisos.

Kiara intentó ponerse de pie lo más rápido posible, mientras que el general saltó desde el segundo piso y aterrizó detrás de ella. Kiara desesperada, agarra un tubo rotó qué encontró tirado y se puso en guardia mientras retrocedía.

—Si yo fuera tú, no usaría eso —comentó el general para luego atacar con su porra.

Kiara se cubrió con el tubo, pero este era de metal, lo cual hizo que la descarga de la porra se desplazara por todo el tubo hasta llegar a las manos de Kiara, haciendo que esta lo suelte de inmediato.

El general sigue atacando mientras se acerca, ambos estaban llegando a un pasillo con puras tuberías de vapor.

—Sabes perfectamente que no tienes oportunidad, ¡estas en mi territorio! —dijo el general para luego, golpear una de las tuberías y todas estas liberarán vapor en la cara de Kiara, lo cual hizo que esta perdiera un poco de visión.

El general la agarra del cabello y la azota contra los tubos que habían a su alrededor. Ya harta, Kiara da un salto y con sus piernas, abraza el brazo del general y lo tira al suelo junto con ella. Con un movimiento rápido, con sus piernas, además de inmovilizar su braso izquierdo, también está haciendo presión en su cuello, ahorcandolo. Desesperado, con su porra intenta atacar las piernas de Kiara, pero esta velozmente lo suelta y hace que este reciba su propio ataque.

—¡Maldita seas! —dijo el general con furia.

Kiara se puso de pie y seguiría atacando al general, pero tuvo una mejor idea en ese momento. Lo inteligente no sería seguir luchando contra él así en desventaja, lo mejor sería cambiar de escenario. Así que Kiara comenzó a correr a las profundidades de área.

—¡No huyas! ¡Esto no ha terminado! —dijo el general mientras se ponía de pie y también corría tras de Kiara.

Plataforma central de la base principal...

Los soldados seguían y seguían llegando, Kevin solo estaba en posición de guardia, no podía hacer nada más. Lexa y Raúl seguían en el suelo, bastante heridos, Avep al ver su estado, intentó acercarse a ellos para darles un poco de Dilomarita, pero varios soldados comenzaron a dispararle, indicándole que se quedará quieta, y como esta vez su existencia sí corría peligro, decidió no moverse.

El meca de Jackie empezó a moverse, y con mucho trabajo se levantó.

—Je je, no sé en que estaban pensando, pero no sirvió de nada. Fue un intento vano —dijo Jackie mientras sonreía maliciosamente.

Lexa apenas logra abrir sus ojos con dificultad. Un poco desorientada, se levanta poco a poco mientras mira a su alrededor, recordando todo lo que había pasado, pero su preocupación aumentó al ver al chico tirado en el suelo.

—¡Raúl! —exclamó Lexa mientras se acercaba al chico.

El meca apunta a Lexa —Será mejor que te alejes. Ahora es nuestro —dijo Jackie.

Lexa se quedó paralizada, quería acercarse a Raúl para asegurarse que no estuviera tan grave, pero si lo hacía, Jackie abría fuego. Pero si no hacía nada... No podía asegurar si el chico viviría.

—Creo que no entendiste. ¡Te dije que te alejaras! —.

—No la tientes, solo hazlo —susurró Kevin para que Lexa no cometiera una tontería.

La chica solo cerró los ojos, y sin más opción retrocedió.

—Buena chica. Ahora, quitenle el mapa a ese muchacho —ordenó Jackie.

Los soldados rápidamente se acercaron al cuerpo y comenzaron a examinarlo para encontrar el mapa.

Zona de ventilación del núcleo de energía...

Kiara seguía corriendo por su vida, acercándose cada vez más al núcleo, estaba segura de que su idea no podía fallar. El general le pisaba los talones, hasta que se cansó de la persecución y sacó un arma, apuntó a Kiara y le disparó en la pierna, haciendo que esta cayera al suelo. El general seguía disparando, pero ya no lograba darle, Kiara aprovechó y se metió entre los tubos que había en las paredes.

—¡Por que siempre lo tienen que hacer tan complicado! —se quejó el general para luego correr a dónde estuvo Kiara por última vez, logrando ver como esta saltó y cayó en el piso inferior, dónde se encontraba el núcleo de energía de TODA la base.

Sí dudarlo, el general salta también, terminando cara a cara una vez más. Como el núcleo estaba prácticamente a su lado, el calor era sofocante en el lugar.

—Perece que es aquí dónde se termina todo —comentó el general preparando su porra.

Kiara solo se puso en guardia —No puedo fallar ahora, es nuestra única forma de ganar —dijo Kiara en sus adentros.

Plataforma central de la base principal...

Los soldados ya habían encontrado el mapa, y se lo devolvieron a Jackie.

—Ja ja ja ja ja, ¡yo gané! —se burlaba la pequeña.

Los soldados se alejaron un poco del área, volviendo a dejar a los chicos rodeados. Raúl empezaba a recuperar la consciencia poco a poco, mientras intentaba levantarse, pero el dolor de su cuerpo era tanto, que solo logró arrodillarse.

De repente, llega Janette desde abajo, volando con sus alas, para luego aterrizar justo delante de Raúl. El chico solo la miro a los ojos sin decir nada.

—Esta vez no tendrás un golpe de suerte —dijo Janette para luego apuntar al muchacho con su cañon de mano —también eliminen a sus amigos —.

Los soldados cargaron sus armas y apuntaron a Kevin, Lexa y Avep que estaba volando fuera de la plataforma.

—Será un placer hacer pagar a estos miserables —dijo Jackie para luego, ella también apuntar a Kevin y Lexa.

Todos estaban listos para disparar, solo estaban esperando la orden para hacerlo.

—¿De verdad? ¿Este... Será el desenlace? —preguntó Lexa mientras sus ojos empezaban a soltar unas cuantas lágrimas, no solo por el miedo que sentía, si no también por la decepción que sentía de si misma.

—Parece que no hay un final alternativo. Pero jamás creí que... Fuera tan agrio —dijo Kevin resignado.

Raúl solo se limitaba ver a Janette a los ojos con coraje, también se sentía decepcionado de si mismo. Pero esa impotencia de querer hacer algo pero no poder hacerlo, era lo que más le dolía. Toda la esperanza que había, todo su esfuerzo, sus amigos, el apoyo... Todo, ¿fue en vano? ¿Jamás hubo manera de ganar? Era lo que se preguntaba dentro de su cabeza, hasta que decidió sonreír levemente.

—¿Qué es gracioso? —preguntó Janette.

—Nada, es solo que... Alguien me dijo una vez, que la esperanza se desvanece cuando el último creyente muere —dijo Raúl.

—Prescisamente por eso los mataré —.

—Recuerda que no somos los únicos que tienen esperanza, siempre habrá alguien más que estará dispuesto a todo por hacerla realidad —.

Janette se queda pensativa por un momento —Después de acabar contigo, los buscaré y me encargaré de erradicar cada gota de rebeldía qué exista. Al fin y al cabo, será una ayuda para que dejen de creer en una esperanza muerta —finalizó.

Zona del núcleo de energía...

El general tomó la iniciativa y atacó primero, pero Kiara solo se disponía a esquivar sus ataques con movimientos finos y rápidos. Cada vez que evadía un ataque, se movía al azar por la habitación. El general cada vez se desesperaba más y atacaba con mucha ira, descuidando dónde caían sus ataques, que normalmente impactaban en la pared del lugar. Destrozando cables y haciendo que los ventiladores y los ductos se cerrarán, haciendo que el lugar se calentara más.

Kiara seguía el mismo patrón de movimientos, parecía que su objetivo era que la zona se sobrecalentara. Una vez que toda el área estaba prácticamente destruida, se colocó frente la salida.

—¡Quédate quieta! —gritó el general, para luego atacar con todas sus fuerzas a Kiara.

Ella parece que le hizo caso, por que dejó que el ataque la impactara y la sacara volando de la habitación por la única salida que había, quedando muy aturdida.

—Por más que lo intentes no podrás ganarme, ¡Soy más fuerte que tú! —celebró el general.

Kiara se arrodilló y rápidamente presionó un botón que estaba a su derecha, el cual hizo que la salida se cerrara.

—Pero también eres muy estúpido —finalizó Kiara para luego salir corriendo de ahí, dejando solo al general y un núcleo muy sobrecalentado.

Cuando el general sintió como la temperatura aumentaba de una manera tan agresiva y sin control, fue que entendió cual fue la movida que hizo Kiara. Con los ductos cerrados, los ventiladores desactivados por culpa de los ataques del general y la puerta de la salida cerrada, el núcleo de energía no tenía por dónde respirar aire frío, y este daba energía a toda la base (6 edificios enormes en total), como todos sabemos, esto no terminó nada bien.

—Mierda —dijo el general como su última palabra.

Finalmente, el núcleo se sobrecalentó y terminó explotando, liberando una cantidad de energía y fuego descomunal, destruyendo todo a su paso y haciendo que se liberara una reacción en cadena por toda la base.

Kiara solo corría lo más rápido que podía, pero el fuego estaba por alcanzarla, así que rápidamente se metió a una habitación y se escondió, salvando su vida de la explosión, la cual dejó un gran caos a su paso.

Plataforma central de la base principal...

Todos los soldados, Jackie y Jenette, tenían sus armas listas para disparar.

—¡Fuego! —ordenó Janette.

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