XVI

Un nuevo día comenzaba. El sol empezaba a salir, iluminando la devastada ciudad de Yirdigan con sus primeros rayos de luz, pero apesar que era temprano, empezaba haber demasiado movimiento.

Un montón de cazas salían de la base, atentos a cualquier movimiento sospechoso que hubiera por la ciudad. Los soldados patrullan por toda la ciudad, entrando a casas y establecimientos para encontrar al pequeño grupo de rebeldes. Era un caos total.

Zona de aterrizaje, Base de operaciones...

Jackie y sus guardaespaldas llegaron, y un grupo de soldados se acercaron a ella.

-Señorita, ¿que hace aquí? -preguntó uno de los soldados.

-Escuché el rumor de que los Centinelas cayeron, y para nuestra fortuna, una gran soldado viene para acá -dijo Jackie.

Tal y como ella dijo, un helicóptero venía hacia la base, de este salió la persona que estaba esperando, era nada más y nada menos que Janette. Esta salto del helicóptero y empezó a caer en picada, para unos metros antes, despejar sus alas y aterrizar suavemente en la zona de aterrizaje. Luego, caminó hacia Jackie.

-Me encantan tus entradas, tienes que enseñarme hacerlas un día de estos -dijo Jackie alegremente.

-¿Lograste saber algo de los rebeldes? -preguntó Janette mientras se quitaba el casco.

-Sí, esos tontos me robaron el mapa de esta base -.

-¡¿Que?! -preguntó enojada.

-Tranquila, todo estará bien, acabo de mandar a buscar a esos cretinos y aumente la seguridad más allá del máximo. Y si pasa algo, lo tenemos a él -dijo Jackie para luego apuntar a la Deidad, quien seguía vigilando a toda la ciudad.

Janette suspira y entra en la base, Jackie igual mientras sus guardaespaldas la siguen.

Parte Noroeste de la Base de operaciones...

Raúl y los demás llegaron al lugar dónde Avep les había indicado, que era en lo alto de un edificio en uno de sus costados, este servía cómo reserva eléctrica. Era algo arriesgado entrar por ahí, pero era la única forma. Con ayuda de Santiago, quien podía volar, subieron sin ser detectados.

-Bien, ¿Que sigue? -preguntó Santiago exhausto.

-Ahora es cuando debemos entrar -dijo Kiara.

Kevin se acerca a la pequeña entrada que había, el problema es que es algo angosta -Esto es muy pequeño -comentó Kevin.

-Eso será un contratiempo -dijo Santiago.

Avep analiza el entorno para ver que puede ayudarlos, hasta que decide sacar el mapa y analizarlo detenidamente.

-Ok, hay una entrada justo al edificio de aquí al lado, el problema es que esta cerrado y es custodiado por lo que veo -dijo Avep.

-Por si no lo sabías, estamos intentando encontrar formas de entrar, no obstáculos -se quejó Santiago.

-Pon a atención, alguien lo suficientemente delgado debe entrar, llegar a un punto de control y activar la entrada de la sección 5C, que es la que necesitamos para entrar todos -dijo Avep.

-Eso es genial, ¿quien entrará? -preguntó Kevin.

Todos al mismo tiempo, miraron a Raúl, ya que es el más delgado y ágil de todos los presentes -Ok, ya entendí, entraré yo -dijo Raúl entendiendo la mirada de todos.

-No lo sé, no es lo suficientemente hábil en combate -comentó Santiago.

-Se trata de ser discretos, no matar a diestra y siniestra armando un escándalo -dijo Kiara.

-A lo que voy, es que no creo que le sea fácil llegar y hacer todo eso, es muy... Ya saben -opinó Santiago.

-No sé si ofenderme -comentó Raúl.

-Bueno, entonces ve y acompañalo -ordenó Kevin.

-¿Estas loco? Mi armadura arruinaría todo, estos usan una tecnología impresionante y pueden detectar mi armadura sin problema -dijo Santiago.

-Entonces yo... Lo acompaño -se ofreció Lexa.

-Me parece bien, no discutiré eso -dijo Santiago.

-Muy bien, tomen el mapa, y traten de llegar lo más rápido posible. Quien sabe cuanto tiempo podremos permanecer en las sombras -dijo Avep entregándole el mapa a Raúl.

El chico, con algo de temor, tomó el mapa y se dirigió a lo que parecía ser una ventilación. Antes de entrar, respira profundamente intentando relajarse un poco, hasta que decide entrar, pero apenas entró y dónde estaba pisando terminó rompiéndose, haciéndolo caer. Ya una vez dentro, Raúl cayó en un cuarto oscuro con muchos cables.

-¿Estas bien? -preguntó Kevin desde afuera.

-Eso creo -se pone de pie con dificultad, luego analiza el cuarto, dándose cuenta de que no hay nadie -Es seguro -anunció.

Sin aviso previo, Lexa entra y accidentalmente cae encima de Raúl y ambos caen al suelo.

-Perdona, creí que te habías movido -se disculpó Lexa mientras se ponía de pie.

-No te preocupes -dijo Raúl levantándose nuevamente -Ok, según el mapa estamos justo a... -revisa el mapa -un edificio y seis pisos de distancia. Podría ser peor -.

-Muy bien, avancemos -dijo Lexa mientras avanza por delante buscando una salida.

Luego de un rato, logra encontrar un pasillo en el que pueden continuar, pero estaba repleto de cables, así que cuidadosamente avanzaron por ahí, para finalmente llegar a un ducto de ventilación. Raúl cuidadosamente quita la rejilla y entra por el ducto y luego Lexa. Así continuaron por varios minutos, ya que el ducto parecía conectar con el otro edificio.

-Sé que no es el momento ni el lugar, pero me gustaría conocerte un poco más -dijo Lexa mientras avanzaba por el ducto.

-¿Enserio? Ah... Genial, supongo... ¿Que quieres hacer o de que quieres hablar? -preguntó Raúl.

-No sabía que eras Neutro, eso me parece algo muy interesante, ¿podrías contarme un poco sobre tus habilidades cómo Neutro? -.

-Bueno... No es la gran cosa, soy alguien simple con habilidades simples, pero mi raza era conocida por tener un gran conocimiento tecnológico. Algo que me falta mucho a mí -.

-No te preocupes, suele pasar. Yo... Tampoco tengo un gran conocimiento de ciencia, aunque ha sido algo difícil... Sería capaz de decir que no lo requiero mucho -.

-Eso ya es un alivio. Recuerdo que en mí ciudad y dentro de mi raza, era algo obligatorio, no podías llamarte Neutro y no saber nada de tecnología -.

-Eso suena horrible -.

-Así era de hecho. Antes de que Razay llegará y echara todo a perder... Tuve muchos problemas por mi falta de conocimiento -dijo Raúl mientras llegaba al final del ducto y tiraba la rejilla.

-Lamento mucho oír eso, ¿fueron duros contigo? -preguntó Lexa.

-Un poco, pero eso ya no importa -contestó Raúl mientras salía del ducto de manera discreta, para luego ayudar a Lexa salir.

Ambos, caminan por un pasillo oscuro y estrecho, llegando finalmente al otro edificio. Raúl saca el mapa para ver en dónde se encuentran.

-Vaya, al parecer ya llegamos, solo tenemos que subir 6 pisos -mira hacia el techo -¿Cómo se supone que haremos eso? La única manera es usar un elevador, y no creo que los soldados nos den permiso de usarlo -dijo Raúl tratando de pensar en algo mejor.

-La estructura de los edificios es un poco extraña, pero si notas, estamos justo antes de entrar a la base, estamos, por decirlo así, en la capa que la protege -comentó Lexa.

-Entonces, ¿estas diciendo que detrás de estas paredes...? -Lexa asiente -De repente sentí un escalofrío muy fuerte en mi espalda -comentó Raúl con nerviosismo.

-Sí, interesante, ¿no? Estamos en los tejidos del edificio. Y eso significa que podemos subir por una parte específica del techo. Dejame ver el mapa -Raúl saca el mapa y se lo muestra -Ok, unos pasos más a la derecha y podremos subir -sigue sus propias indicaciones y Raúl la sigue. Ambos se detienen bajo otra rejilla, Lexa saca su Kusarigama y rompe la rejilla que está arriba de ellos -Primero los hombres -dijo Lexa.

-¿Que no es al revés? -preguntó Raúl.

-¿Enserio? -preguntó Lexa con una sonrisa.

-¿De verdad tengo que subir primero? -Lexa levanta una ceja, manteniendo su sonrisa divertida -Muy bien, iré primero -accedió Raúl, para luego con un salto, aferrarse a la saliente y con esfuerzo, subir. Luego ayudó a Lexa a subir también, luego miro hacia arriba y vio que el lugar era altísimo.

-Hermoso, ¿no? -dijo Lexa admirando el espacio, además de que las luces le agregaba un toque más impresionante a los enormes muros.

Ambos se aferran a los pequeños huecos que hay en la pared y empiezan a escalar con cuidado, mientras una corriente de aire recorre todo el espacio, haciendo que Lexa y sobre todo Raúl, sintieran un escalofrío recorrer todo su cuerpo.

Fuera de la base...

-En lo que abren, deberíamos pensar en algún plan -opinó Kevin.

-Al fin, hasta que alguien habla al respecto -dijo Santiago.

-Tengo un pequeño plan en mente, pero es un poco... Arriesgado -dijo Kiara.

-Lo arriesgado es lo de menos, ya estamos con la soga en el cuello -comentó Santiago.

-Bueno, primero tendremos que acabar con el escuadrón que patrulla la entrada que tomaremos, nos pondremos sus armaduras y entramos. -dijo Kiara.

-Me gusta cómo suena eso. Siempre me pregunte cómo me vería con uno de esos -.

-Kiara, conozco esa clase de mirada. ¿Hay algo más que tengas en mente? -preguntó Kevin mientras observaba a Kiara.

Kiara solo intenta apartar la vista, pero finalmente decide hablar al respecto -Quiero acabar con todos y cada uno de ellos, para eso necesitaría ir a la raíz de la base y derrumbarlo todo -dijo Kiara.

-¿Y el maníaco soy yo? -dijo Santiago con tono burlón.

-Sé lo que sientes. Sin embargo, recuerda que lo primordial es el mapa, cuando acabemos con Razay todo se solucionará y de una manera más fácil -dijo Kevin.

-Tal vez tengas razón, pero conociendo a Raúl... Estoy segura de que terminaremos acabando con la base de aquí también -dijo Avep.

Kevin observó la torre mayor y a la Deidad que estaba delante del edificio, siempre vigilando -Solo espero que salgamos vivos de esta -.

-Oigan, me acabo de dar cuenta que será mejor ir y acabar con ese escuadrón ya. Quien sabe cuanto les falte a esos dos para abrir la entrada y necesitamos estar preparados a tiempo -opinó Santiago.

Al instante, rápidamente fueron a la entrada para tomar las armaduras y estar listos.

Dentro de la base...

Raúl y Lexa finalmente llegaron a lo más alto. Raúl saca el mapa para ver a dónde había que ir ahora.

-Según esto, estamos justo al lado del punto de control, y no sé si estoy listo para lo que viene -dijo Raúl.

Ambos se acercan a la pared que estaba a su izquierda y ven que una parte de la pared se puede quitar, así que lentamente la quitan, y dejando al descubierto varios cables, pero logrando ver por el otro lado. Por suerte, nadie se dio cuenta de su presencia.

-Son solo tres soldados. Que raro, esperaba ver más -comentó Lexa.

Lexa entra a la sala y con su Kusarigama, elimina a los tres soldados con facilidad cortando sus cuellos. Raúl sale impresionado por la habilidad de Lexa.

-Eres alguien bastante habilidosa -opinó Raúl.

-Me halagas -dijo Lexa poniendo sus manos en su rostro y sonreír levemente.

Ambos se acercan a la computadora y empiezan averiguar cómo abrirles la entrada a sus compañeros. Hasta que finalmente logran acertar el botón correcto y la computadora despliega un mensaje, indicando que la puerta se estaba abriendo.

-¿Deberíamos esperarlos? -preguntó Lexa.

-Eso creo, entre más apoyo haya, mejor. Supongo -contestó Raúl.

Fuera de la base...

El grupo rápidamente se ponen las armaduras de los soldados noqueados. A excepción de Santiago.

-¿Que esperás? Ponte la armadura -ordenó Kevin.

-No gracias, se me puede perder la mía y no quiero que pase eso, así que mejor seré su alternativa de escape. Regresaré y hablaré con Jonathan para estar listos, les deseo mucha suerte -dijo Santiago para luego irse volando.

-Maldito, espero no quiera hacer nada estúpido -dijo Kevin.

-Ten fe -dijo Avep.

Luego de un rato la puerta empieza abrirse. Al entrar, varios soldados que estaban patrullando la entrada desde adentro, pasaban por ahí, solo los saludaron y continuaron su camino. Kevin se sorprende al ver que funcionó.


-Muy bien, es hora de seguir -dijo Kevin mientras se ponía a la cabeza.

Avep y Kevin avanzan a excepción de Kiara, quien solo se quedó parada.

-¿No vendrás? -preguntó Avep frenando y observando a Kiara.

-Confío en que el chico podrá lograr conseguir el mapa, yo tengo que cumplir con mi otro deber. Acabar con este repugnante lugar -dijo Kiara girando en sentido contrario al grupo, estaba decidida.

-No deberías hacerlo sola, sin una guía se te será muy difícil -dijo Kevin.

-Lo sé, pero es algo que necesito hacer. Se lo prometí a alguien muy especial para mí y es mi deber cumplir esta promesa. Y no se preocupen, con esta armadura puedo pasearme sin ningún problema -dijo Kiara.

Kevin suspira -Esta bien, solo no explotes el lugar con nosotros dentro-pidió Kevin.

-Ten mucho cuidado Kiara -dijo Avep.

Kiara asintió y luego continuo con su camino por otro pasillo, decidida a buscar la forma de acabar con la base. Los demás continuaron por su lado, dirigiéndose hacia el punto de control dónde se encontraban Raúl y Lexa.

Sala de operaciones, Torre Mayor...

Janette se encontraba monitoreando cada cámara de seguridad de la ciudad y de la base, tratando de encontrar a su presa. Luego, Jackie se acerca a ella.

-¿Lograste encontrarlo? -preguntó.

-Aún no, y no entiendo por que debo buscarlo desde aquí -dijo Janette con molestia.

-Por que tu deber ahora, es protegerme, recuerda eso -dijo Jackie.

Janette solo suspiró pesadamente, cansada de aguantar a la niña, ya la tenía harta. De la nada, una alarma empezó a sonar en una de las computadoras, ambas se acercan para ver que sucede y se dan cuanta que alguien abrió la puerta de la sección 5C sin autorización.

-Vaya, veo que son tan tontos que han decidido venir -dijo Jackie.

Janette rápidamente se dirige a la salida para ir tras ellos.

-Janette, más te vale que los detengas a tiempo, no quiero verme obligada a tomar cartas en el asunto -ordenó Jackie, Janette simplemente se dio la vuelta y salió de la sala -Muy bien, ahora, mis queridos guardaespaldas, acompañenme a mi habitación necesito custodiar el mapa y tengo algo de sueño. Esos despreciables no me dejaron dormir-dijo Jackie para luego salir del lugar acompañada por sus dos guardaespaldas.

Punto de control del Sector 5C...

Raúl agarró una silla y se sentó mientras aún esperaban qué llegará Kevin y los demás. Luego de unos segundos Lexa hizo lo mismo, sentándose al lado del chico.

-Creo que este ha sido el momento más emocionante de mi vida. Jamás creí estar aquí, ayudando a derrotar al ejército más despreciable -comentó Lexa.

-A mi también me cuesta mucho creerlo -dijo Raúl.

-¿Puedo... Preguntarte algo? -preguntó Lexa y Raúl asintió -¿Cómo sobreviviste tanto tiempo? -.

-Solo... Me escondí en las ruinas de mi ciudad, jamás salí de ahí. Me aterraba la idea de salir y encontrarme con estos desgraciados, por eso me quedé todo este tiempo en la ciudad. O mejor dicho, en lo que quedaba de ella -.

-Es admirable la valentía qué tomaste para salir de ahí. Y... Me alegro que lo hayas hecho -dijo Lexa.

-Oye, después de que logremos derrotar a Razay, ¿tienes algún plan en mente? -.

-¡Millones de planes! Cómo por ejemplo, encontrar un hogar propio, disfrutar de los paisajes, hacer amigos... Y tal vez... No, olvida eso último -dijo Lexa mientras su entusiasmo se desvanecia.

-¿Ocurre algo? -.

-No, es solo que... No creo que eso se vaya a poder, es tan... Empalagoso que dudo mucho que se haga realidad -.

Raúl, comprendía ese sentimiento, así que puso su mano en el hombro de Lexa -Sé que a veces pueda ser que, lo que pensamos y lo que deseamos puede ser irreal o incluso estúpido. Pero créeme, la vida da sorpresas y ese deseo que tienes, puede llegar a cumplirse, uno nunca sabe. Así que no pierdas esperanza -dijo Raúl tratando de animar a Lexa, mientras chocaban sus miradas.

Lexa pudo sentir cómo su corazón empezó a latir con fuerza, "¿Estoy emocionada?", era lo que se preguntaba en ese momento, pero le gustó que Raúl intentará animarla, se le hizo algo lindo.

-Tienes razón. Jamás perderé esa esperanza -.

Raúl sonríe un poco al oír las palabras de Lexa, hasta que...

-Muy bonito y todo, pero ¿recuerdan que estan en base enemiga? -preguntó una voz, qué parecía pertenecer a Santiago por un comunicador.

-¿Santiago? -preguntó Raúl sorprendido.

-Sí, que loco, ¿no? Resulta que los que patrullan la ciudad tienen de estos comunicadores -Raúl toma el comunicador -Ahora, dejen de perder el tiempo con cosas cursis y vayan a por el mapa -.

-¿Quieren que nos adelantemos? -preguntó Lexa.

-Primeramente, no estoy con Kiara ni los demás, y segundo, ¿qué comes qué adivinas? Recuerda que entre más pronto robemos el mapa más rápido terminaremos esta pesadilla -dijo Santiago.

Al instante, comenzó a escucharse mucho movimiento, lo cual preocupó a Raúl demasiado.

Lexa, fue a la puerta para ver si venían hacia ellos, y cuando la abrió, había un soldado, esperando el momento oportuno. Lexa rápidamente al verlo, cerró la puerta y colocó seguros.

-¡Ya llegaron! -dijo Lexa para luego, tomar a Raúl de la mano y ambos salir por el pequeño espacio por el que habían entrado.

Los soldados no tardaron mucho en tirar la puerta, pero al entrar, solo vieron una sala vacía. Lexa y Raúl no se habían quedado a ver como los buscaban, rápidamente empezaron a moverse de lugar, escalando nuevamente la inmensa pared por la que habían subido antes.

-Bueno, ya no podemos cuestionar nada -dijo Raúl mientras escala.

-Debemos darnos prisa para encontrar el mapa, a ellos se les va a dificultar con el movimiento de seguridad que comenzó -comentó Lexa.

En alguna parte del Sector 5C...

Kevin y los demás se encontraban caminando por los pasillos, tratando de evitar cruzarse con los soldados, moviéndose con mucho sigilo. Al dar vuelta por un pasillo, se encontró con 4 soldados patrullando, por suerte estaban de espaldas y no lo lograron verlos.

-Perfecto -se quejó Kevin.

-Tranquilo, en mi memoria, logré capturar un poco el mapa, y si no mal recuerdo, lo indicado sería rodear este pasillo y caminar hacia el Este -dijo Avep.

Kevin rápidamente hizo caso a lo que Avep había dicho. Luego de rodear el área, entraron en un elevador, el cual no iba hacia arriba, sino de manera horizontal, llegando así, al edificio principal, dónde las cosas solo se pondrían más difíciles.

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