Prueba de Control
En el capítulo anterior nuestro protagonista peliazabache al fin pudo conocer el pasado oscuro de Serena, revelando su lucha interna después de la muerte de su padre y cómo esa perdida afectó tanto a su vida personal como a su carrera como luchadora. Gracias al apoyo de Ash, Serena entendió muchas cosas, y logró liberarse de todo ese peso acumulado por años. Ahora está decidida a volver a ser aquella guerrera que enorgullecía a su padre... El capítulo terminó con otro robo de un engranaje del tiempo, parece que ese ladrón desconocido sigue dispuesto a provocar el desastre y la incertidumbre en Kalos...
CAPITULO 10- PRUEBA DE CONTROL
Narra Serena:
El sol de Kalos brillaba con intensidad en lo alto de Ciudad Luminalia, iluminando las blancas montañas nevadas que ya podíamos ver muy cerca de nosotros. La brisa fría del Monte Escarcha ya empezaba a percibirse en el aire, indicando que pronto nos adentraremos en una de las zonas más peligrosas de Kalos.
El equipo C al completo estaba reunido en uno de los portales de salida de la ciudad, esperando las indicaciones de nuestra supervisora, cada equipo saldría desde un punto distinto hacia el Monte. Todos estábamos con nuestros abrigos rojos y azules que nos habían proporcionado esta mañana.
Me ajusté la capucha de mi abrigo, notando el peso de la tela sobre mis hombros. Suspiré levemente, hoy era el día en el que debemos empezar a funcionar como equipo. A mí alrededor, el silencio adornaba todo el grupo, las tensiones de las derrotas en la prueba deportiva aún estaban presentes... Pero está vez será diferente, estoy segura...
-Malva, ¿Podemos transformamos ya?- Korrina rompió el silencio con su voz impaciente y optimista.
-No, solo podrán transformarse si se encuentran con otro equipo y tienen que disputar una zona. Nada de usar sus poderes en otro contexto que no sea ese-
Malva habló con su habitual tono serio y franco. Advirtiendo del peligro de ser penalizados si usamos nuestros poderes cuando no es debido.
-Entendido...- Korrina bajó los hombros algo decepcionada.
Malva levantó un mapa digital, su holograma se proyectó frente a todos. Tres zonas que debíamos asegurar en la montaña estaban claramente marcadas, dos de ellas, agrupadas en las partes más altas y peligrosas del monte, resaltadas como puntos rojos. La tercera, más apartada y accesible, tenía una ruta mucho menos complicada y a menos altura.
-Divídanse en dos grupos de cuatro, uno tomará la ruta más accesible hacia la zona que está en menor altura. El otro se enfrentará a las otras dos en la parte de más altura y más peligro. Elijan con cuidado y a los más adecuados para cada ruta...-
Malva dio un paso atrás esperando nuestra decisión. Yo sentí un nudo en mi estómago, las dos zonas más difíciles significaban mucho frío, y un terreno muy traicionero... Pero también eran dos puntos si conseguíamos ambas.
El silencio adornó el grupo por unos segundos, parece que nadie quería tomar los mandos, hasta que Ash dio un paso frente con firmeza y una sonrisa de confianza.
-Serena, Korrina, Sawyer y yo iremos por la zona de más altura. Clemont, Barry, Sémola y Bulgur, ustedes asegurarán la zona más accesible-
Ash habló con seguridad mirando a todos. Yo sonreí admirando su capacidad para tomar decisiones rápidas en medio de la incertidumbre que rodeaba al equipo.
-¿Por qué nosotros tenemos que ir por el camino fácil?- Barry preguntó algo indignado- No lo entien...- Ash lo interrumpió rápidamente con un tono calmado.
-Barry, no subestimes esa zona. Que sea más accesible no quiere decir que sea fácil asegurarla, en ese camino solo habrá una oportunidad, los otros equipos tendrán eso en cuenta. Confío en vosotros, sé que lo haréis bien-
Las palabras de Ash disiparon cualquier sentimiento negativo en Barry, el rubio sonrió ligeramente al ver que confiaban en él para asegurar esa zona. Bulgur también parecía estar de acuerdo, y Sémola no dijo nada, solo se cruzó de brazos, pero tampoco parecía poner alguna pega.
-Bueno, si lo dices así... Está bien...- Respondió Barry con un tono más calmado.
Sonreí de nuevo ligeramente al ver como Ash alineó el equipo enseguida. Korrina se acercó a Sawyer y a mí y nos dio una palmada en nuestros hombros.
-¡Nos va a ir genial! ¡Ya lo veréis!- La rubia exclamó con entusiasmo. Yo le devolví el gesto.
Sawyer por otro lado, esbozó una ligera sonrisa tímida. Parecía algo más animado que el día de ayer cuando se fue a entrenar solo, aún me tenía preocupada ese hecho, pero creo que Ash tenía un plan con él, ver cómo le decía algo a Clemont en el oído y sus miradas de complicidad lo indicaban. Confiaba en el inventor para controlar y liderar al grupo de Sinnoh, y a su vez, él podrá ir con Sawyer.
Malva nos entregó un dispositivo con un mapa digital a cada grupo, y nos recordó que tuviéramos cuidado con las montañas, aunque no era invierno, el Monte Escarcha guardaba muchos peligros. También nos advirtió que en nuestros abrigos llevábamos un "chip" que detectaría el uso de poder fuera de confrontación contra otro equipo, a su vez, el chip también serviría como localizador en caso de que nos ocurra algo. Tragué saliva algo nerviosa, esto iba a ser todo un desafío.
-No olviden que el objetivo no es solo asegurar las zonas, sino llegar al Bosque Niebla mañana por la mañana. El tiempo es crucial- Malva nos dio el aviso final y nos indicó que nos prepararemos para salir.
Los grupos nos colocamos esperando la señal, Ash se acercó a mí justo antes de la señal de salida. Su sonrisa cálida y confiada hizo que sintiera una chispa de energía recorrer mi cuerpo.
-Esta vez vamos a sumar puntos, lo sé...- Dijo Ash en un tono de complicidad.
-Lo haremos, Ash. No tengo dudas- Respondí asintiendo con firmeza.
Malva confirmo por teléfono que todos los equipos estaban listos, y tras unos segundos dio la señal de salida. Ambos grupos del Equipo C salimos de Ciudad Luminalia rumbo al Monte Escarcha, nuestros caminos no tardaron en separarse a ritmo de un trote suave, sin correr en exceso para ahorrar energías.
No tardamos en sentir la zona rocosa de la montaña bajo nuestros pies mientras subíamos lentamente, la zona de nieve ya se podía apreciar muy cerca de nosotros, junto con el frío viento acariciando nuestros rostros...
Esto es solo el comienzo... Está vez vamos a ganar...
Pasado un rato, llegamos a la zona de nieve y avanzar se empezó a sentir más pesado. Habíamos dejado de trotar hace rato y ahora caminábamos en silencio, tratando de conservar las energías mientras ascendíamos. El aire se sentía cada vez más frío, y la montaña se alzaba ante nosotros como una muralla.
-¿Quieren que lleguemos mañana por la mañana?- Korrina rompió el silencio con una mezcla de sarcasmo y pesadez- Me encantan las bromas de Malva...-
Levanté la mirada, la pendiente que aún nos quedaba era interminable. La primera zona a asegurar aún se veía lejana, realmente Korrina tenía razón, llegar al Bosque Niebla mañana se veía algo complicado.
-Este sitio es enorme...- Sawyer murmuró desde atrás visiblemente preocupado.
Un suspiro involuntario se me escapó mientras analizaba la extensión blanca y sin fin frente a nosotros. Por suerte, Ash volvió a dar ese paso adelante que tanto le caracterizaba.
-¡Vamos, chicos! ¡Todo esto es parte del entrenamiento!- Ash exclamó con entusiasmo y con su sonrisa contagiosa- Si no bajamos el ritmo, llegaremos enseguida a la primera zona, ¡Vamos!-
La energía en su voz resonó como un eco cálido entre la nieve, disipando las dudas. Yo no pude evitar sonreír levemente, mientras Sawyer y Korrina intercambiaban miradas, todos comenzamos a seguir el ritmo marcado por Ash. Seguramente sin él estaríamos de capa caída, sentí una ola de agradecimiento mientras lo observaba.
-¿Siempre actúa con ese liderazgo tan natural?- Korrina me preguntó caminando a mi lado.
-Bueno... De lo poco que he visto, sí. Tiene un gran espíritu de líder, es algo que admiro de él...- Susurré mientras me sonrojaba ligeramente al reconocerlo. Su valentía... Su capacidad de hacer que los demás crean en si mismos... Era algo que empezaba a a adorar, un sentimiento que ya no era un simple pensamiento pasajero.
-Vaya, vaya...-
Me giré hacia Korrina al escucharla murmurar con un tono extraño. Al ver su rostro travieso no pude evitar sonrojarme más, captando el significado de su mirada. Aparté la vista de forma nerviosa intentando ocultar el calor en mi rostro.
-Con este paisaje blanco se te nota más...- Korrina comentó en tono burlón soltando una carcajada ligera.
-¡Korrina...!- Le susurré casi avergonzada. Ella se rio más, pero decidió dejarlo pasar.
-Está bien...- Esbozó una sonrisa cómplice- Por ahora...-
Eso último no me dejó tranquila, pero al fin pude resoplar aliviada. Sin embargo, Ash de repente se disminuyó su paso, lo que nos alertó de inmediato.
-¿Pasa algo, Ash?- Sawyer preguntó notando el cambio de ritmo de Ash, en una clara señal de precaución.
-Tengan sus piedras poder a mano...- Ash susurró en un tono que denotaba desconfianza.
Sentí un leve escalofrío recorrer mi espalda, y no por el frío precisamente. Miré de reojo a mi alrededor, pero no notaba nada raro. ¿Ash sí habría notado algo?
Korrina revisó el dispositivo digital con el mapa. El viento empezaba a sentirse cada vez más frío, la rubia levantó su abrigo hasta casi la nariz.
-Nos estamos acercando a la primera zona- Korrina informó en tono de alerta. Provocando una leve tensión en el grupo.
Avanzamos a paso lento, atentos a nuestros alrededores. El terreno se abrió en una zona más amplia. A nuestra derecha, el abismo se extendía como una caída hacia el vacío, ya estábamos a mucha altura. A nuestra izquierda, la montaña se elevaba en diferentes alturas, creando un entorno ideal para una emboscada, no pude evitar pensar eso último.
Ash se detuvo nuevamente, girándose hacia nosotros con una expresión seria.
-Iré al frente por si recibimos un ataque sorpresa. Korrina, cubre la retaguardia. Serena, irás en el centro cubriendo los flancos. Confío en tu Protección-
Tanto Korrina como yo asentimos algo tensas pero decididas. Ash en ese momento miró a Sawyer.
-Sawyer, quédate cerca mío. Ojos bien abiertos, ¿Vale?- Dijo Ash con un tono firme.
Sawyer asintió, tragando saliva y temblando ligeramente. No pude evitar notar ese ligero temblor, ¿Era el frío? Algo me decía que no, la presión que sentía el peliverde era notable, espero que Ash pueda lidiar con esto...
Antes de que pudiéramos seguir avanzando, una brillante luz roja estalló contra el suelo justo delante nuestro, era un ataque de fuego que levantó una nube de nieve bloqueando nuestra vista.
-¿¡Pero qué...?!- Ash exclamó alterado intentando enfocar su vista.
Levantamos la mirada y observamos como cuatro figuras emergían en las alturas, claramente reconocibles, era el Equipo A. No pude evitar sentir un nudo en mi estómago al reconocerlos.
Un chico de cabello rojo y alborotado, el cuál brillaba intensamente por sus poderes ígneos, dio un paso al frente con una sonrisa que reflejaba confianza pura, el chico extendió sus brazos al aire emocionado.
-No hacemos esto por fastidiar ni nada parecido, pero... ¿Por qué no hacemos esta prueba un poco entretenida?- El pelirojo comentaba con despreocupación y con el abrigo medio desabrochado, parece que el frio no le afectaba mucho- ¡Somos tan majos que os dejamos ver si estáis a la altura del reto! ¡Deberíais estarnos agradecidos!-
Fruncí el ceño ligeramente, notando como era una mezcla de provocación y verdadero deseo de enfrentamiento. Su voz irradiaba seguridad mientras algunas llamas salían de su alrededor en forma de chispas. Emitía un aura muy poderosa.
Otro chico dio un paso a su lado, tenía una mirada más calmada y un gesto contenido. Este emitía chispas de electricidad, algo que Ash notó al instante.
-Ignorad a Fausto, se emociona él solo...- El chico rubio comentó cruzándose de brazos- Pero ya que estamos aquí... Habrá que combatir, ¿no?-
Las palabras de este chico eran calmadas, pero noté ese deseo competitivo en su mirada, Ash también pareció notarlo. Creo que al ser tipo eléctrico como nosotros podíamos sentirlo perfectamente.
-Demasiado frío para estar quieta, nada mejor para entrar en calor que un buen combate...- Está vez era una chica la que dio un paso al frente, ajustándose sus guantes y haciendo leves estiramientos. Tenía el cabello rosa pero con ligeros toques naranjas. Korrina sonrió al ver ese detalle y pude ver como apretaba sus puños, la lucha era evidente entre ellas.
-Ash...- Susurré ligeramente emocionada y nerviosa hacia el peliazabache, él se giró hacia nosotros con determinación.
-¡Vamos a ganar y asegurar esa zona! ¡Vamos a mostrarles de que estamos hechos!- Ash exclamó levantando el puño hacia ellos.
Todos sentimos alivio al ver su confianza, pero el reto era más que evidente. Los cuatro alzamos nuestra piedra poder y nos transformamos.
-¡Eso es lo que quería escuchar! ¡Dejad que vea arder vuestro espíritu!- Fausto exclamó con emoción.
Fausto, junto a Lectro y Brega, se pusieron en posición de combate con la mirada fija en nosotros. La chica llamada Astrid, que había permanecido más atrás, también se puso a su lado.
Sentí mi corazón acelerarse, el aire parecía cortarse al sentir el aura de todos. Como si la montaña reconociera el poder reunido en este lugar.
Está era mi primera batalla oficial contra otro equipo usando mis poderes... Va a ser duro... Pero con Ash, Korrina y Sawyer a mi lado lo lograré...
Equipo A VS Equipo C - Batalla en el Monte Escarcha
-¡CUIDADO!-
Todos apenas tuvimos un segundo para reaccionar ante el aviso de Ash. Un látigo de fuego gigantesco descendió junto a Fausto desde lo alto, los cuatro logramos esquivarlo con un salto rápido, el látigo impactó contra el suelo levantando una nube de nieve derretida. Sentí el suelo temblar bajo mis pies, Fausto parecía increíblemente fuerte, su agresividad era palpable junto a su sonrisa feroz, esto parecía un simple calentamiento para él.
Lectro se lanzó a toda velocidad hacia nosotros, su cuerpo estaba envuelto en una carga eléctrica amenazante, era un Voltio Cruel. Mis compañeros estaban el aire y no tenían muchas opciones, así que mis instintos me hicieron reaccionar. Bajé al suelo golpeando este con un puñetazo que empezó a levantar unas rocas puntiagudas. La Roca Afilada bloqueó la embestida de Lectro lanzándolo hacia atrás.
Sentí alivio al ver que lo había logrado, la sonrisa de Ash y Korrina desde el aire fue un faro de confianza que me llenó de energía. Éramos un equipo y lo haríamos juntos, ambos usaron las rocas para saltar sobre ellas impulsándose, cerrando la distancia con nuestros oponentes.
Ash se lanzó hacia Astrid con un Corte, la rubia recibió el golpe con un Tajo Umbrío, los movimientos chocaron en el aire con una fuerza tremenda. Korrina, se lanzó contra Brega con un rodillazo que desprendía un aura notoria, pero la Patada Salto Alta fue bloqueada con una calma inquietante, la pelirosa usando un simple Golpe Kárate logró desviar el ataque de Korrina. Ambas se miraron ferozmente, parecía un primer choque personal.
El choque de poderes y la intensidad de los ataques retumbaba en mis oídos. Era como estar en medio de una tormenta de nieve, pero de energía pura. Pero había un detalle que no podía evitar notar, Sawyer no se había movido, parecía paralizado.
-¡Sawyer!- Le grité haciéndole reaccionar- ¡Te necesitamos!-
Sawyer asintió muy levemente ante mi grito, lanzando un Lluevehojas directo a Lectro. Sin embargo, el tipo eléctrico ni siquiera se inmutó, desplegó unas descargas eléctricas alrededor suyo que destruyeron las hojas como si fueran cenizas en el viento. Sawyer se quedó impactado al ver cómo ese Chispazo dejó en nada uno de sus movimientos más fuertes, su rostro lo decía todo...
Fausto pareció fijarse en eso, y con una sonrisa peligrosa corrió hacia él invocando unas llamas en su pierna derecha. Sawyer aún estaba asimilando lo anterior completamente ido.
Me preocupé al instante por esa Patada Ígnea, podría dejar a Sawyer en muy mal estado. Pero por suerte Ash reaccionó, con una velocidad asombrosa usando Ataque Rápido se lanzó hacia Sawyer empujándolo fuera del alcance de Fausto. Ash recibió el golpe de lleno, su cuerpo se estrelló contra una pared de nieve en medio de un grito de dolor.
-¡Ash!- Grité preocupada por él, se quedó en el suelo claramente adolorido, era la primera vez que lo veía tan afectado por un golpe, ni siquiera el Excavar de Clemont lo dejó tan tocado, ¿Cómo de fuertes eran los integrantes del Equipo A? Si ese golpe le hubiera dado a Sawyer... No quiero ni pensarlo...
Pero aquí no había tiempo para dudar, Astrid se lanzó hacia mi con un Tajo Umbrío, pude levantar una Protección a tiempo para defenderme. Mis manos temblaban ligeramente, pero no por el frío, sino por la tensión de la batalla, era completamente abrumadora.
-¡Sawyer!- Ash gritó con firmeza levantándose adolorido- Tienes que confiar en ti mismo, ¡Puedes luchar!-
-S... Sí... Lo siento...- Sawyer asintió nervioso mientras se colocaba al lado de Ash. Vi la tensión en sus hombros, parece que su confianza estaba colgando de un hilo, la tensión de la batalla estaba superándolo.
En ese momento, los caminos de ambos equipos se dividieron naturalmente. Korrina y Brega se separaron en su propio combate, Astrid no parecía tener intención de dejarme respirar, mientras que Ash y Sawyer fijaban sus miradas en Fausto y Lectro.
-Siempre quise tener un combate contra ti, Raikiri...- Sentí un pequeño escalofrío al escuchar como Astrid se refería a mí con mi antiguo apodo. Ese nombre que tanto había escuchado en boca de mis oponentes... ¿Cuántas veces mis rivales se alegraban de combatir contra mi? Era una sensación que había olvidado hasta ahora, ese brillo en los ojos de Astrid me lo indicaba, era ese brillo de alguien que sabía que se enfrentaba a alguien especial.
Astrid no dudó y lanzó un Pulso Umbrío directo hacia mi, el cuál contrarresté con un potente Rayo. El choque era intenso, pero poco a poco estaba siendo superada. Es más fuerte de lo que pensaba... Tuve que esquivar el ataque sintiendo como la ráfaga pasaba cerca mío. No podía dejarme intimidar, si no la puedo igualar en fuerza tendré que usar otras capacidades, recordé la noche anterior con Ash con una sonrisa, sabía lo que tenía que hacer.
Con un Ataque Rápido, desaparecí de su vista, dejando solo destellos a su alrededor. La escuché susurrar con tensión un: "Que rápida es..." Mientras lanzaba dos Psico Corte que esquivé con agilidad. En un movimiento rápido, la golpeé de lleno empujándola hacia atrás.
No le di tiempo para recuperarse, lancé una Bola Volvió que impactó en el suelo, levantando una capa de nieve que ocultó su visión. Astrid intentó despejar la capa enseguida con un Pulso Umbrío, pero aproveché para aparecer detrás suyo cargando la electricidad en mi puño. El golpe resonó en el aire mientras Astrid caía al suelo, mi Puño Trueno la dejó adolorida.
Sonreí ligeramente satisfecha, puede que esté fuera de forma, pero aún conservo ciertas cosas. No todo era fuerza bruta.
De repente un choque cercano atrajo mi atención, una Esfera Aural y una Onda Certera colisionaron en el aire haciendo vibrar la zona. Observé con algo de preocupación como Korrina se lanzaba con todo con una Patada Salto Alta, ella siempre confiaba en su fuerza física, pero Brega... Tragué saliva al ver cómo bloqueaba el rodillazo con sus brazos rodeándose de un aura naranja, era Corpulencia.
-¡No me subestimes!- Korrina gritó enfurecida atacándola con un Puño Incremento en el abdomen, haciéndola retroceder adolorida. Ambas chicas aumentaban sus estadísticas con sus movimientos, esta batalla iba a ser corta pero intensa...
-No es suficiente...- Brega mantuvo la postura, como si los golpes de Korrina fueran arañazos.
-¿Ah, sí? ¡A ver si puedes con esto! ¡Ataque Óseo!-
-¡Triple Patada!-
Korrina se lanzó con dos huesos los cuáles Brega bloqueó con ambas piernas. Ahí mi compañera se dio cuenta de la desventaja y abrió los ojos de golpe aturdida, la tercera patada llegó con un impacto tremendo. El cuerpo de Korrina rebotó en la nieve mientras Brega sonreía satisfecha.
-Eres fuerte físicamente, Korrina. Pero en lo mental te falta mucho, eres frágil-
Unas palabras que hicieron que Korrina apretase los dientes mientras se recuperaba. Estaba herida, pero se puso de pie enseguida, la furia le hacía sacar sus fuerzas más internas.
-¿Frágil...? No fastidies...- Korrina respiraba con dificultad con sus ojos enfocados en Brega. La observé con preocupación, Korrina siempre había sido una luchadora explosiva, pero también sabía bien que esa explosividad a veces le costaba caro.
Brega en cambio, cerró los ojos por un segundo y pareció comenzar a meditar. Se rodeó de una energía concentrada, reconocí el movimiento al instante...
-¡Korrina, cuidado! ¡Está aumentando más su ataque!- Le grité advirtiendo del peligro, sabía que mi amiga era experta en el cuerpo a cuerpo, pero esto podía ser demasiado.
Korrina estaba molesta consigo misma, pero reaccionó a mis palabras y lanzó una Esfera Aural desde la distancia. El ataque se dirigía directamente a Brega, pero la pelirosa literalmente partió la esfera por la mitad con un Golpe Kárate, creando una cortina de humo.
Korrina vio una oportunidad y sin dudarlo se lanzó con su Patada Salto Alta, ella no dudaba al ver una abertura. Brega no veía nada por el humo y parecía que iba a ser golpeada duramente, pero fue todo lo contrario...
Korrina pasó de largo a través de la cortina de humo, cuando se disipó pude ver como Brega se había agachado esquivando el ataque, como si lo hubiera estado esperando, era una trampa...
-¡Agh...!- Escuché el grito de dolor de mi amiga al golpearse contra el suelo. Sabía las consecuencias que tenía fallar ese ataque, mi compañera estaba en problemas...
Todo pasó en unos pocos segundos, Korrina se giró aterrorizada al ver a Brega lanzarse hacia ella aprovechando su situación. La pelirosa rodeó su puño derecho de un aura verde, era un Puño Drenaje, el cuál golpeó a Korrina de lleno.
La rubia no pudo reaccionar y su impacto contra el suelo nuevamente resonó por todo el lugar. Su energía había sido drenada por Brega la cuál parecía estar intacta ahora, recuperándose del daño recibido. Korrina se quedó tendida en el suelo claramente herida y jadeando. Sentí un nudo en mi estómago, no me quedaba otro remedio que librarme de Astrid cuanto antes y ayudarla.
Brega empezó a meditar otra vez, con una calma tremenda en medio de la tormenta, dispuesta a acabar la batalla pronto. Korrina por otro lado, se levantaba lentamente en medio de una frustración y enojo evidente, su cuerpo temblaba por la furia que la consumía. La falta de control que tanto temía podía verla...
Si recibe otro golpe así... Se acabará todo...
Narra Ash:
Podía sentir el peso del aire frío, cargado de tensión y energía, las chicas parecían envueltas en choques intensos, mientras que a mí lado Sawyer lanzaba otro Lluevehojas con toda la fuerza que podía reunir. Pero Lectro, con una calma desbordante, rodeó su puño de llamas intensas y destruyó las hojas con facilidad. Era un Puño Fuego.
-¿Cómo es posible que conozca un ataque de fuego...?- Sawyer susurró con cierto pánico que no pudo esconder.
-No es solo eso, el hecho de usar movimientos ofensivos como defensa es sorprendente...- Susurré con inquietud, el Equipo A era sin duda excepcional, ese Puño Fuego tuvo que nacer de entrenar con Fausto, se complementan muy bien, eran dos sujetos de otro nivel. Tendremos que sudar la gota gorda si queremos acercarnos a ellos...
Antes de que pudiera pensar más en ello, Fausto avanzó hacia mi con un Envite Ígneo. Reaccioné rápido bloqueando su avance con un Corte, mis navajas brillaban cuando el impacto resonó en el aire. Sentí como mis brazos temblaban por el esfuerzo, cada músculo de mi cuerpo estaba siendo exigido al límite para aguantar su carga, algo que Fausto parecía disfrutar.
-¡Tienes mucha fuerza de voluntad, puedo sentirlo!- Fausto gritó con entusiasmo al retroceder tras el choque. Asentí brevemente, pero mis ojos se movieron hacia Sawyer con una mirada fugaz que pareció entender.
Lancé un Rayo hacia Lectro, quién sin dudarlo, respondió con su propio Rayo. Los dos ataques chocaron creando una explosión de chispas. Aprovechando la distracción, Sawyer lanzó una Energibola que impactó en Lectro de lleno, sonreí levemente, nuestra pequeña estrategia había funcionado.
-¡Bien hecho!- Grité con entusiasmo a Sawyer. El peliverde pareció motivarse y sus ánimos volvieron, se lanzó con una Hoja Aguda hacia Lectro, el tipo eléctrico contrarrestó con un Puño Fuego, los dos ataques colisionaron pero la diferencia de nivel enseguida se hizo notar, Sawyer perdió el choque y quedó desprotegido en el aire. Yo apenas pude avisarle antes de ver a Fausto dar un salto hacia él.
-¡Ultrapuño!- El puño de Fausto fue tan rápido que Sawyer ni siquiera pudo verlo. Un puñetazo en el abdomen que hizo volar al peliverde contra la nieve. El grito de dolor que salió de su boca hizo que apretase mis puños, mi compañero estaba en problemas.
Intenté correr hacia él pero fui interceptado por un Puño Fuego de Lectro. Lo esquivé a duras penas dando volteretas hacia atrás, Lectro pareció sorprenderse por mi agilidad y aproveché en una voltereta para lanzar una Bola Voltio que impactó de lleno, pero algo no cuadraba...
-¿Eh...?- Murmuré al ver como Lectro no recibió ni un rasguño. Apenas unas chispas salían de su cuerpo.
Antes de que pudiera buscar respuestas, Fausto volvió a la carga con otro Envite Ígneo, esta vez tuve que lanzar un Rayo hacia el suelo para impulsarme y esquivarlo por los pelos, no estaba listo para otro choque frontal.
-Wow...- Sawyer desde su posición susurraba incrédulo por el hecho de que estaba lidiando con estos dos yo solo. Pero yo sabía que no era así, cada movimiento de ellos me empujaba al límite, sabía que si bajaba la guardia estaría acabado.
Dirigí mi Rayo hacia Lectro desde el aire con precisión. El ataque golpeó de nuevo pero el resultado fue el mismo, Lectro pareció absorber el golpe sin sufrir daño.
-¿Es inmune a los ataques eléctricos...? No entiendo...- Susurré confuso mientras aterrizaba al lado de Sawyer.
El peliverde tampoco parecía tener respuesta, su mirada estaba completamente nublada. Sabía lo que estaba pasando por su mente, la diferencia de nivel entre él y sus oponentes era notoria. Sawyer lo sentía con cada golpe recibido.
-Sawyer, si queremos ganar hay que ir con todo...- Le susurré con determinación. No había espacio para dudas. Sawyer me asintió algo tenso.
Los dos nos lanzamos invocando navajas en nuestras manos. Sin embargo, Lectro esquivó el Corte y la Hoja Aguda con una velocidad inusual, de repente se movía a un ritmo endiablado por nuestros alrededores, ¿¡Qué rayos!? Fausto sonrió satisfecho, algo que me alertó de inmediato.
-¡Sawyer, cuidado!- Grité al ver a Lectro invocar sus Puños Fuego. Intenté distraerlo con un Doble Equipo pero su objetivo no era yo...
Se lanzó directo hacia Sawyer, impactando en su cuerpo con la fuerza de un misil. Sawyer fue lanzado por los aires, chocando violentamente contra el suelo.
Intenté moverme para socorrerle, pero fui atrapado en mi pierna por el Látigo Ígneo de Fausto, el cuál lo levantó y me hizo girar sin control. Empecé a ver todo borroso por las vueltas hasta que fui lanzado contra una pared de nieve. Antes de que pudiera recuperarme, vi con horror como Fausto lanzaba el Látigo hacia Sawyer. El ataque impactó de lleno en el peliverde que recién se estaba levantando aturdido.
-¡Sawyer...!- Grité con desesperación, sentía las heridas en mi cuerpo pero aún podía resistir, aunque el peso de la situación me aplastaba. Sawyer acabó tirado en el suelo casi sin fuerzas, y nuestros rivales prácticamente intactos... Dominando la batalla... Esto estaba muy difícil...
-¡Serena, cuidado!- De repente escuché un grito de la zona de las chicas. Korrina gritó preocupada y mis ojos se deslizaron hacia Serena, la cual al parecer había ganado un choque a Astrid, pero posteriormente caía al suelo tras recibir un golpe de Puño Drenaje de Brega por su espalda. Mi corazón dio un vuelco al ver a mi compañero malherida en el suelo.
-¡Agh...! ¡Maldita sea!- La furia de Korrina era evidente, parecía fuera de control por sus heridas, ella se veía al límite.
-¡No, Korrina...!- La rubia se lanzó con una poderosa Patada Salto Alta, a pesar de que Serena le pedía que no lo hiciera.
Apenas pude reaccionar cuando vi a Brega recibir el golpe sin inmutarse, con una sonrisa que me alarmó profundamente, la pelirosa estaba rodeada de un aura muy peculiar... No era Corpulencia... Era... ¡No...!
Antes de poder advertirlo, Brega agarró a Korrina con una fuerza descomunal y con un giro rápido, la mandó a volar por los aires. Brega saltó hacia ella mientras Serena y yo veíamos la situación con horror.
-¡CONTRAATAQUE!- Brega gritó con fuerza. Un golpe seco y brutal, Korrina gritó de dolor y salió disparada contra la nieve, perdiendo su forma poder al impactar. No puedo creerlo...
-¡Korrina...!- Serena gritó con impotencia y desesperación, pero no tuvo tiempo de decir mucho más. Brega se dirigía hacia ella y Serena tuvo que defenderse usando Roca Afilada.
Brega literalmente destrozó cada roca que aparecía delante de ella usando Golpe Kárate, no tardó en llegar a Serena y golpearla en el abdomen dejándola casi sin fuerzas.
Apreté los dientes con fuerzas, Korrina había caído y tanto Sawyer como Serena están cerca...
No podemos ganar este combate...
-¡Sawyer, sube la montaña!- Buscando alguna situación desesperada le grité al peliverde mientras le lanzaba la pulsera identificadora. La zona a asegurar no estaba lejos y confiaba en Sawyer.
El peliverde agarró la pulsera con esfuerzo aún herido. Y comenzó a escalar la montaña usando Látigo Cepa. Fausto no tardó en seguirlo con su Látigo Ígneo.
Trabajé a gran velocidad para distraer a Brega y Lectro en lo que Sawyer escalaba, Serena se encargaba de Astrid con sus últimas fuerzas. Ambos animamos a nuestro compañero desde la distancia, tenía cierta ventaja, estaba poniendo todos sus esfuerzos para llegar a la zona.
Pero justo cuando creía que lo lograría, una flecha sombría atravesó el aire y golpeó a Sawyer de lleno...
Serena y yo miramos con horror como Sawyer empezaba a caer perdiendo su forma poder por ese ultimo impacto. Me lancé con todo con mi Ataque Rápido para salvarle de la caída. Logré atraparlo en el último segundo, aterrizando pesadamente en el suelo.
-¿¡Estáis bien!?- Serena se acercó preocupada, al llegar se agachó para comprobar el estado de Sawyer. Me fijé como su cuerpo portaba cierta aura morada muy sutil, ¿Qué rayos?
-Lo siento... Yo...- El peliverde se disculpaba apenas consciente, mientras sus ojos se entrecerraban.
-¿Qué demonios fue eso? ¿De donde vino esa flecha?- Serena preguntó confundida.
Miré a mis compañeros con impotencia y pena, podía ver cómo todos sentían ese peso de la derrota. La situación nos había sobrepasado, no había nada más que hacer...
-Nos vamos...- Tomé una decisión dolorosa, pero necesaria. Serena me miró algo sorprendida pero al ver mi mirada firme me entendió. Tanto ella como yo deshicimos nuestra forma poder. El gesto era claro para el Equipo A, nos habíamos rendido.
Los compañeros de Fausto al ver nuestra decisión no tardaron en seguirle, esa zona ya tenía su nombre. No nos quedaba de otra que apresurarnos hacia la segunda zona a asegurar. Serena ayudó a una derrotada Korrina a levantarse, y en medio de un silencio incómodo, nos alejamos del lugar y tomamos un rumbo distinto al del Equipo A.
Algo me carcomía por dentro... Esa flecha... No había venido del Equipo A...
¿De donde había salido? Un mal presentimiento me rodeó mientras avanzábamos...
Las horas pasaron mientras lideraba el grupo, avanzando en silencio y sumidos en una especie de nube pesada. Miré de reojo a Sawyer, quién caminaba cabizbajo, sin fuerzas ni ganas para levantar la mirada. A su lado, Korrina estaba completamente absorbida en sus pensamientos, durante este tiempo solo dirigió palabra para indicar mirando el mapa digital. Serena caminaba a mí lado también en silencio, aunque parecía conforme con su rendimiento en la batalla, quizás se preguntaba si pudo hacer más, sobre todo por su amiga.
Solté un suspiro, muy leve y casi inaudible. La derrota pesaba en cada paso que dábamos, y la sensación de impotencia era palpable.
El equipo A parecía tener perfectamente la jugada pensada, nos esperaron para tendernos esa emboscada justo antes de llegar a la primera zona, ¿Fue casualidad? No pude evitar pensar en la diferencia de nivel con algunos como Fausto y Lectro respecto a Sawyer, fueron a por él en la batalla en muchas ocasiones... Realmente creo que había un plan muy claro detrás...
Una incómoda duda me recorrió por dentro, ¿Cómo haremos para igualar ese nivel? ¿Puede realmente el trabajo en equipo igualar al talento? Cerré los ojos por un segundo, tratando de olvidarme de esa pregunta a la que por desgracia, ahora mismo no tenía respuesta. Korrina interrumpió mis pensamientos, indicando que estábamos cerca de la segunda zona.
-Vayamos con cuidado...- Les dije a todos, decidido pero cauteloso.
Subimos por una pendiente, hasta que nos asomamos por una pared de nieve, revelando el dispositivo de la segunda zona en medio de una explanada.
-Parece despejado, no perdamos tiempo- Korrina se disponía a correr para asegurarla. Pero la detuve enseguida.
-Espera, fíjate bien...-
La rubia observó bien la explanada, al cabo de unos segundos divisó tres figuras acercándose al dispositivo, eran Everett, Sara y Amelia, del Equipo B.
-Maldición...- Korrina susurró con rabia.
-Escondámonos aquí- Indiqué haciendo retroceder a todos, solo yo me quedé observando por el borde de la pared.
-¿Qué están haciendo, Ash...?- Sawyer preguntó algo tenso.
Escuché atentamente, Everett hablaba con frustración sobre el dispositivo, al parecer, la pulsera no les permitía asegurar la zona, debido a la presencia de otro equipo cerca.
-Eso significa que saben que estamos aquí...- Susurré apretando los dientes. El equipo B se transformó y se separó, cada uno buscando en una dirección distinta.
-¿Y ahora que hacemos?- Preguntó Serena, la preocupación en ella era evidente.
Sentí el peso de su pregunta sobre mis hombros. Korrina y Sawyer fueron derrotados antes y Serena no estaba en muy buenas condiciones... Ponerla en peligro no me hacía ninguna gracia, pero escapar y ceder otra zona... Maldita sea...
-¡Tenemos que luchar...!- Korrina rompió en silencio, aún bajo sus nervios, su determinación era clara. Pero yo seguía con muchas dudas, era una batalla en desventaja y no quería arriesgar a mis compañeros aún más.
-Ash...- Serena notó mi tensión y comentó en voz baja- Somos dos contra tres, solo tú y yo podemos pelear ahora...-
En ese momento una idea inquietante surcó mi mente, ese extraño presentimiento regresó más fuerte que antes. El equipo B debería tener cuatro miembros, ¿Dónde está el cuarto?
De repente, otra flecha sombría impactó frente a nosotros, abriendo una grieta en la nieve, todos retrocedimos de inmediato. Un leve escalofrío me recorrió cuando escuché una risa siniestra resonar cerca nuestro. Con un ágil salto, un sujeto apareció frente a nosotros.
-Al fin nos encontramos, Ash. Pensé que después de esa humillación no vendrías a esta segunda zona...- Era Kalm, el cuál habló con un tono engreído.
Sus palabras me quemaron en el pecho en medio del frío. Apreté mis puños con rabia, ¿Cómo nos encontró? Con una mirada fugaz a Serena le indiqué lo evidente, ambos alzamos nuestras piedras poder y nos colocamos frente a Korrina y Sawyer, listos para defenderlos.
-¿En serio? ¡Ja, ja, ja!- Kalm se rio de forma arrogante mientras creaba un arco fantasmal en su brazo derecho- ¿De verdad piensan que pueden ganar? ¡Puntada Sombría!-
Sin previo aviso, alzó su arco y lanzó una serie de flechas sombrías. Serena reaccionó al instante y las bloqueó con Protección, haciendo un gran esfuerzo debido a su cansancio. Aprovechando la oportunidad, cargué hacia Kalm con un Puño Hielo, decidido a ir con todo a por él. Pero un grito me hizo detenerme en seco...
Un Rayo Hielo y una Fuerza Lunar impactaron en Serena por la espalda, haciéndole gritar de dolor. Sentí una gran presión en mi pecho al ver como se desplomaba mientras perdía su forma poder. Korrina corrió rápidamente hacia ella, mientras que Sawyer miraba la escena impactado. Los demás miembros del Equipo B descendieron junto a Kalm tras acabar con Serena, me coloqué frente a mis compañeros enseguida, con una postura firme.
-¡Ja, ja, ja!- Kalm dejó escapar una carcajada llena de satisfacción- ¡Esto es maravilloso! Pensé que al menos aguantarían cinco minutos, pero veo que habéis llegado aquí a duras penas...-
-¿Cómo rayos nos encontraste...?- Susurré con una frustración que se acumulaba como un nudo dispuesto a ahogarme. Kalm sonrió de forma soberbia y chasqueó sus dedos, haciendo que una tenue aura purpura alrededor de Sawyer se disolviera lentamente. Sentí una mezcla de incredulidad y enojo, ¿Acaso todo este rato...?
-Mis Puntadas Sombrías son algo especiales... Marcan a mis rivales, me permiten ver y sentir cada paso que dan...-
Sentí un golpe de realidad que me dejó helado. Esa flecha de antes a Sawyer... Todo encajaba en mi mente de forma amarga... Habíamos estado localizados todo el tiempo...
-Eso es... Jugar muy sucio...- Serena susurró desde el suelo con esfuerzo.
-¿Sucio?- Kalm le lanzó una mirada de desprecio, como si Serena fuera un ser inferior, algo que encendió mi furia aún más- En la guerra y en el amor todo vale, querida...-
Dirigió su mirada hacia mi, alzando su arco y apuntando a mi cabeza. Mi ser me gritaba que lo enfrentara, pero sabía que no era el momento, solo lo hacía para provocarme, así que lo miré con una firmeza que contenía toda mi furia. Podía ver en sus pupilas moradas y fantasmales esa fuerza que anoche me intimidó... Podía ver su aura perfectamente, no eran solo palabras... Este tipo tenía mucha fuerza y astucia...
- ¿Y bien, Ash? ¿Vas a pelear? ¿O prefieres huir como un cobarde? Eso es lo que siempre hacen los débiles, ¿No?-
Sostuve la mirada sin ceder mientras acercaba más su arco. Sabía que él intentaba arrastrarme a su juego, y no iba a caer. Pero Korrina si lo hizo.
-¿¡Qué crees que estás haciendo!?- La rubia exclamó enfurecida, pero retrocedió en cuanto Kalm apuntó hacia ella. Yo la contuve, extendiendo mi brazo para empujarla ligeramente hacia atrás. Era imposible ganar esto, lo sabía bien.
-Esto no quedará aquí...- Susurré con firmeza sin dejar de mirarle, mientras deshacía mis poderes, ante su asquerosa mirada de satisfacción. Me di la vuelta dispuesto a retirarme, con mis compañeros siguiéndome preocupados, y sobre todo, rotos por otra derrota. Habíamos perdido otra zona, y a no ser que Clemont y los otros aseguren la suya, nos iremos del Monte Escarcha con un cero en el casillero...
Unas horas más tarde, la noche caía y la luna reflejaba un tenue reflejo en la cueva en la que nos habíamos instalado. Me encargué de buscar leña para encender el fuego mientras que Korrina y Sawyer preparaban algo de comer y Serena colocaba los sacos de dormir. Tras comer en pleno silencio, Sawyer y Serena se retiraron a su saco de dormir, pero la pelimiel es la que atraía mi atención, ya que parecía completamente agotada, algo normal después de disputar batallas tan intensas y caer derrotada después de tanto tiempo sin combatir. Desde que se retiró me quedé mirando el fuego con un leve gesto de preocupación, algo que Korrina notó.
-¿Te preocupa, no?-
-Sí...- Suspiré y asentí ante la pregunta de Korrina- Es por ella que estoy aquí. Si no me hubiera encontrado en aquella playa, quién sabe dónde estaría ahora... No quiero verla sufrir más, especialmente por mi culpa...-
Apreté mis puños, reviviendo ese momento en que vi a Serena caer derrotada. Esa imagen me llenaba de rabia e impotencia.
-Todos pudimos hacer mucho más hoy Ash, no debes echarte la culpa tú solo... Eres el menor de los culpables...- Korrina me miraba con un cierto reflejo de empatía en sus ojos, aunque también podía ver esa frustración acumulada.
-¿Qué fue lo que te ocurrió contra Brega? Esa chica parecía realmente fuerte- Pregunté curiosamente, Korrina había caído muy fácil en ese combate.
-Me dejé llevar por mis emociones...- La expresión de Korrina se volvió de tristeza mientras miraba el fuego, como si las llamas hubieran envuelto sus emociones durante la batalla- Con cada golpe que recibía me enfurecía más, no quiero defraudar esa promesa que hice...-
-¿Qué promesa?-
-Desde que recibí la invitación al proyecto, le hice la promesa a mi abuelo de que participaría en el próximo torneo de Kalos, cueste lo que cueste. Mi familia siempre ha tenido grandes guerreros de tipo lucha, y no quiero ser otra integrante más de ese elenco, quiero demostrar que puedo ser la mejor- La motivación de Korrina era fuerte, ella aspiraba muy alto, quería ser la mejor de la generación de su familia- Hoy, me perdí en esa presión, me duele más haber perdido la concentración que la derrota misma...-
La miré con sorpresa, dándome cuenta de que no era solo Serena la que llevaba una gran presión consigo. Todos llevaban cargas invisibles, unas cargas que en un combate podían pasar factura...
-Esa promesa debería impulsarte, Korrina, no frenarte. No deberías cargar sola con ello...-
-Lo sé, tendría que haberlo contado antes...- La rubia me miró rascándose la cabeza.
-Eres fuerte y te necesitamos, serás muy útil para el equipo, yo también te ayudaré, te lo prometo- Le sonreí con seguridad, estaba dispuesto a ayudarla a controlar sus emociones.
-Lo lograré, pase lo que pase- Korrina me sonrió levemente- ¿Y tú, Ash? ¿Tienes un sueño?-
-Un sueño...- Me quedé pensativo, ella también tenía uno. Todos tenían un sueño- No entiendo muy bien esa palabra aún, y no recordar nada de mi pasado tampoco ayuda. Pero sé que me gustan mucho las batallas, a pesar de que hoy no han sido muy agradable que digamos...- Korrina se rio suavemente y me dio un ligero empujón en el hombro.
-No te preocupes, algún día recuperarás tus sueños, y tus recuerdos. Estoy segura-
Le dediqué una sonrisa, en poco tiempo había conectado muy bien con gente como ella o Clemont, eran grandes personas.
Korrina se retiró a descansar, ya que mañana tendremos que madrugar para poder llegar a tiempo al Bosque Niebla. Yo me quedé un rato más junto al fuego.
Esas últimas palabras, un sueño... Me tenían sumido en varios intentos de poder recordar algo. Realmente no sé si tenía alguno, pero si de algo estoy seguro, es de que quiero ayudar a mis compañeros a poder levantar está situación. Sawyer, Korrina, Serena... Todos están lidiando con sus problemas propios, algo dentro de mí me pide ayudarlos a superarse, no quiero verlos derrotados y rotos como hoy...
Las situaciones de hoy han acabado llegando al punto de dejarnos exhaustos y asfixiados, el peso de esas emociones cargaba sobre mis hombros, sintiéndome el máximo responsable sin poder evitarlo.
Creía que con el trabajo en equipo bastaría para esta prueba, pero no se trata solo de eso, esto es más duro de lo que había imaginado... Si queremos ganar y estar a la par de los otros equipos, no podemos simplemente jugar limpio y esperar resultados...
Apreté mis puños y clavé mi mirada en las brasas del fuego, sintiendo como esas llamas se encendían en mi interior.
Le devolveré esta humillación a Kalm... Si quiero proteger a los demás y evitar que esto se repita... Habrá que hacer todo lo necesario, aunque ello implique jugar con sus mismas cartas...
Narración normal:
Ash se levantó mientras se estiraba, dispuesto a irse a reponer fuerzas también. Antes de dirigirse a su saco de dormir, se detuvo justo al lado de la persona que más le preocupaba ahora mismo.
Se arrodilló fijándose en su rostro, podía ver su expresión dormida, calmada pero llena de agotamiento, pero había algo más, algo en su gesto que no podía definir bien... No pudo evitar preguntarse si esta derrota de hoy le habría hecho revivir recuerdos dolorosos en sus sueños...
Le acarició el cabello con mucho cuidado, siempre le pareció muy lindo su color pelimiel, y ahora podía ver lo suave que era al tacto.
-Lo siento, Serena... No tendría que haber aceptado la confrontación con Kalm... No tendría que haberte puesto en esa presión y peligro...-
Se sentía muy culpable, después de que ella le confesara su pasado lo último que quería era verla derrotada y agotada, pero tenía muy claro lo que iba a hacer a partir de ahora.
-Esto no se quedará así, te lo prometo. Remontaremos esto y llegaremos a ese torneo, volverás a brillar como hacías hace años, no volverás a caer, no lo permitiré... -
Se levantó para irse a dormir, con la determinación de esa promesa, de no luchar solo por él, sino por Serena y sus compañeros. Ella había sido su ancla en este mundo desconocido, y él estaba dispuesto a ser el ancla de ella para que vuelva a ser la que era.
Lo que Ash no sabía, era que el rostro de Serena había cambiado sutilmente, ahora portando una leve sonrisa junto a un sonrojo casi imperceptible.
Sus palabras le habían llegado en medio de sus sueños, iluminando un rincón de su corazón que ella comenzaba a entender, y a amar como nunca lo había hecho en su vida...
Continuará...
Duras derrotas las que han sufrido los integrantes del Equipo C el día de hoy, una emboscada por parte del A donde se reflejó claramente la diferencia de nivel en algunos casos, y una trampa letal por parte del B liderados por Kalm, nuestros protagonistas no pudieron asegurar ninguna de las dos zonas del Monte Escarcha, ante la impotencia de Ash por ver a sus compañeros caer. ¿Tendrán la oportunidad de redimirse en el Bosque Niebla? ¿Cómo actuará Ash a partir de ahora?
Lo sabremos en próximos capítulos...
Prox Cap: CAPÍTULO 11- TRABAJO EN EQUIPO
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