Propuestas

En el capítulo anterior conocimos un poco a nuestros dos protagonistas. Serena, una chica de Pueblo Boceto con un pasado intrigante y un futuro incierto, y Ash, un chico que apareció desmayado en la playa sin recordar nada, pero parece que cuenta con unos poderes eléctricos bastante peculiares. Juntos, detuvieron a un ladrón misterioso de Pueblo Boceto y ahora parten rumbo a Ciudad Novarte. La pelimiel a reunirse con una vieja amiga, y el peliazabache a intentar descubrir que fue lo que le ocurrió...

CAPÍTULO 2- PROPUESTAS

Narra Ash:

Poco a poco dejábamos atrás Pueblo Boceto, ese sitio en el que desperté y me sentía un completo extraño. A pesar de ser un sitio bello y aparentemente bastante tranquilo, sin contar a ese ladrón claro es, una extraña sensación me recorrió cuando abrí mis ojos y sentí los rayos de sol sobre mi cuerpo, me ardían en exceso y me costó mucho enfocar mi vista con tanta luz. No sé cuánto tiempo estuve sin tomar el sol antes de llegar aquí, pero parece que no fue poco precisamente.

Iba mirando por la ventana del auto observando los paisajes de lo desconocido. Por mucho que intentase fijarme en cada detalle del camino, en cada árbol, en cada arbusto, no conseguía recordar absolutamente nada.

¿Quién soy? ¿Dónde estoy exactamente? Miles de preguntas recorrían mi mente y no me dejaban pensar con claridad, tenía que intentar pensar en otra cosa o acabaría volviéndome loco. De hecho, tuve mucha suerte que alguien me encontrara, no sé que sería de mi si hubiera aparecido en una montaña o en medio de un desierto. Y hablando de ese alguien...

-Es la primera vez que roban en Pueblo Boceto, ¿No?-

-Sí, jovencita. Ya lo que faltaba era que llegaran a nuestro pueblo alejado de todo, esos gamberros del Team Flare poco a poco van apareciendo en todos lados-

La amable señora que conducía el auto respondía indignada ante la pregunta de Serena, la chica pelimiel que me había encontrado ahora estaba sentada a mi lado, ella se vio preocupada ante la respuesta de la señora.

-¿El Team Flare? Ese chico no parecía pertenecer a esos criminales, suelen ir vestidos de rojo según me ha contado mi madre, se les ve bastante fácil- Serena respondió confundida, yo estaba bastante perdido con su conversación, ¿El Team Flare? ¿Era una banda de villanos o algo así?

-Las últimas noticias dicen que están contratando jóvenes en malas condiciones económicas, ya sabes que a raíz de lo de hace tres años muchas familias entraron en crisis. Les ofrecen una buena recompensa y les dan piedras poder para que hagan el trabajo sucio. Ellos no salen afectados y esos jóvenes consiguen un poco de aire económico-

-¿Pero la recompensa que reciben vale la pena para arriesgarse tanto? A ese chico posiblemente le espera mínimo un año entre rejas... Y los del Team Flare como rositas, ¡Es injusto!- La pelimiel contestaba molesta.

-Serena, mija. La desesperación es muy peligrosa cuando te ves ahogado con facturas y deudas. Ese chico y su familia posiblemente estaban en esa situación. Tu madre tuvo suerte contigo, tiene una hija maravillosa- Serena bajó la mirada tristemente tras eso último, yo no perdía detalle a la conversación, ¿Tan mal estaba la situación económica en este sitio?

-Disculpad... ¿Quiénes son esos del Team Flare?- Mi curiosidad no aguantó más y me hizo cuestionarme ese detalle, parecían unos tipos muy peligrosos.

-Son una organización criminal que surgió hace relativamente poco. Nadie sabe quién los dirige ni de donde salieron, se ocultan demasiado bien, a veces parecen fantasmas por los callejones de las ciudades. Este último año se han dedicado a robar dinero y especialmente piedras poder, aprovechando la penosa situación que atravesamos ahora mismo en Kalos- La señora me explicó amablemente. Yo me quedé aún más confundido, ¿Piedras poder? ¿Para que las querrían?

-El chico que derrotaste antes ya viste que no estaba muy acostumbrado a usar sus poderes, cuando te transformaste te tuvo mucho miedo, ¡Lo vi enseguida en su cara!- Serena soltó una leve carcajada recordando el suceso.

-Sí, es cierto que no parecía acostumbrado a usar sus poderes, no me costó nada derrotarlo...-

Lo que antes comentaron de que esos criminales reparten piedras poder para que les hagan el trabajo sucio ahora cobraba mucho sentido. Si ese chico hubiera estado acostumbrado a usar sus poderes no habría caído tan rápido sin duda.

-Llegaremos en nada a Ciudad Novarte, enseguida estarás en buenas manos, jovencito- La señora me dedicó una sonrisa a través del retrovisor central. Al menos era seguro que en ese centro hospitalario algunas de mis dudas serían resueltas. Espero que pueda recordar algo...

-Oye, A...Ash...- Me giré hacia Serena al escucharla, ella me miraba tímidamente como queriendo encontrar las fuerzas para decirme algo- ¿Cómo eres tan fuerte...?-

Nuevamente ella parecía impresionada por aquel suceso, me sentí un poco avergonzado y me rasqué la nariz nuevamente. Parece que era un gesto común en mí.

-Tampoco fue para tanto, además como dijiste ese chico no estaba acostumbrado a usar sus poderes. No fue nada especial- Le respondí sinceramente, tampoco quería ir de que había hecho una gran hazaña. Lo importante era haber ayudado a la señora.

-No sé, a mí me pareció increíble la fuerza y agilidad con la que lanzaste tus ataques...- Ella bajó la mirada con cierto semblante de tristeza y algo más que no lograba intuir...¿Acaso era nostalgia?- ¿Sabes? Yo también tengo una piedra trueno, pero no estoy nada cerca de tu nivel-

Ella abrió su bolso ligeramente y dentro pude ver una piedra poder igualita a la mía, una piedra eléctrica. La pelimiel miraba la piedra fijamente pero esta vez algo decepcionada. En ese momento no sabía si estaba delirando por haber estado a la deriva en altamar, o si realmente era algún sexto sentido activándose. Pero juraría que algo en esta chica me decía que no estaba siendo del todo sincera con lo último que dijo...

Aunque fijándome bien en su bolso...

-¿Tienes dos piedras poder?- Al lado de la piedra trueno había otra piedra que no lograba ver muy bien, aunque no era tan grande como la mencionada.

-No, eso no es una piedra poder. Fíjate- Serena sacó esa otra piedra para que poder observarla mejor, su rostro cambió totalmente al sacarla, ahora portaba una sonrisa- Es mi Reliquia de Piedra. Bueno, al menos así es como la llamo... Es muy valiosa para mí ya que nunca había visto nada igual. Si te fijas bien, tiene un símbolo raro y misterioso en el centro...- Me acerqué ligeramente ya que la piedra era bastante pequeña. Y tal y como me dijo, vi un símbolo extraño, parecía algún tipo de jeroglífico muy antiguo.

-Vaya, nunca había visto nada así, que extraño...- Volví a fijarme en su rostro y comprobé como miraba la piedra con cierta dicha.

-Esta pequeña reliquia es como mi tesoro personal, siento que tiene algún significado especial, la encontré cuando era solo una niña. Uno de mis sueños es averiguar su misterio, algún día lo conseguiré, estoy segura- Me impresionó mucho la determinación que desprendía ahora mismo, ella parecía una chica algo tímida e insegura. Pero ahora hablando de su "tesoro" estaba completamente decidida.

-¿Tener sueños es bonito, verdad?- No pude evitar cuestionarle ese detalle, el brillo que desprendía al hablar de su reliquia era muy significativo.

-¡Mucho! ¡Seguro que tú también tenías sueños! ¡Los recordarás pronto, Ash!- Me dedicó una muy tierna sonrisa dándome ánimos, eso me dejó pensativo...¿Un sueño? No logro recordar si tenía alguno.

-Entonces los dos sois tipo eléctrico, parece que el destino fue caprichoso contigo, Serena- La señora nos miraba de reojo a través del espejo central mientras se reía. ¿Qué quería decir? Me fijé en la pelimiel por última vez y desvió la mirada hacia su ventana, aunque esta vez parecía algo nerviosa- ¡Bueno, hemos llegado a Ciudad Novarte!-

Miré por la ventana para corroborar esas palabras y me sorprendí mucho con lo que vi. Podía ver una ciudad rodeada de una muralla de piedra y extensos árboles.

-Wow...- ¿Por qué me impresionaba tanto? No podía explicarlo pero una sensación de emoción me recorría por el cuerpo. ¿Tanto tiempo hacía que no veía una ciudad?

-Ciudad Novarte no es gran cosa, pero tiene su encanto, puede parecer rústica y algo despreocupada pero realmente es muy elegante- Serena me explicaba mientras nos adentrábamos en las calles de la ciudad. Las calles no eran muy grandes pero tenían muchos decorados con flores.

-¿Te dejo por aquí, Serena?- La señora detuvo el auto justo al lado de una pequeña plaza con una fuente en el centro.

-¡Sí! ¡Mil gracias por acercarme!- La pelimiel se desabrochaba el cinturón y agradecía a la señora.

-¡No es nada, mija! Dale saludos a Grace de mi parte- Serena asintió y se dispuso a bajarse del vehículo. No sin antes dirigirse hacia mi.

-Ash...- Nuevamente noté esa timidez en ella, parece que le pasaba con frecuencia- Estaré por la plaza de la ciudad por si necesitas algo, no dudes en avisarme- Le asentí con una leve sonrisa agradecido.

-Te debo una por encontrarme en la playa, ¡Estamos en deuda!- Ella se rio levemente.

-No es nada, ya verás que todo sale bien. Pronto tendrás tus recuerdos de vuelta, ¡Estoy segura!- Serena me dedicó una ultima sonrisa antes de salir del vehículo, no sé por qué pero ese último gesto se me hizo demasiado tierno. En general ella parecía muy agradable.

La pelimiel finalmente partió hacia su destino y la señora arrancó el auto de nuevo rumbo al centro hospitalario. No tardamos mucho más en llegar ya que quedaba cerca de la plaza.

Llegamos al centro, el cual era un establecimiento grande comparado con las pequeñas casas de la elegante Ciudad Novarte. La amable señora de Pueblo Boceto me acompañó y le explicó a la recepcionista mi caso, le agradecí eternamente ya que aún me daba algo de vergüenza expresarme. De hecho, desde que entré al centro las dudas volvían a apoderarse de mi, espero que aquí puedan ayudarme...

-Ya veo... ¿Ash, verdad?- La recepcionista se dirigió hacia mi, yo me acerqué algo tenso- ¿Dices que hasta ahora no has recordado nada más que tus ataques y tu piedra poder?- Yo asentí tristemente- Mmm... Puede que sea una amnesia temporal por un golpe que te hayas dado en el mar, lo más seguro es que vayas recordando poco a poco... Pero lo mejor es que te hagamos un análisis completo para indagar en ello- A pesar de que me animaron ligeramente sus palabras, bajé la mirada tristemente ante eso último.

-No te preocupes, Ash. Todo saldrá genial, ya verás- La señora puso su mano en mi hombro para intentar animarme. Le agradecí profundamente su ayuda y ella partió hacia Pueblo Boceto de nuevo, no sin antes decirme que tenía las puertas de su casa abiertas para lo que sea. Sin duda estaré eternamente agradecido a ella y a Serena.

La recepcionista me pasó hacia la sala de espera, una enfermera no tardó en recibirme amablemente. Tenía el pelo rosa y se llamaba Joy.

En todo momento me trató muy bien, me hizo un par de preguntas mientras apuntaba todo. Lo único que pude contestar era que tenía 18 años y que me llamaba Ash Ketchum. Al ver que las preguntas eran inútiles me dio una muda de ropa limpia y me dejó darme una ducha y comer algo.

Mientras el agua caía sobre mi cabeza me recordó ligeramente a mi fascinante experiencia en el mar, eran recuerdos muy borrosos y ligeras visiones, la imagen de enormes olas golpeándome en medio del mar rondaban por mi cabeza. Un escalofrío me recorrió y no pude evitar aterrorizarme con una idea horrible...

¿Y si resulta que jamás recordaré quién era? ¿Qué sería de mi en ese caso?

-¿Quién soy...?- Suspiré levemente intentando relajarme, no era bueno ponerme en la peor situación, solo me iba a hacer más daño. Hasta que no me vea bien la enfermera no me queda de otra que intentar ser positivo.

Narra Serena:

Miré la hora en mi teléfono algo extrañada, era la segunda vez que rodeaba la fuente de la plaza y no había ni rastro de ella.

-¿Se habrá equivocado de dirección...?- Habían pasado cinco minutos desde la hora acordada, según la carta el punto de encuentro era la plaza central. Era raro porque Aria no era precisamente impuntual.

-¡Serena! ¿¡Eres tú!?- Una voz me sacó de mis pensamientos, a lo lejos pude ver llegar algo apresurada a un rostro muy conocido para mí.

-¡Aria!- Recibí a mi querida amiga con un abrazo llena de alegría, hacía mucho tiempo que no podía verla y realmente tenía ganas. Ella también demostraba sus ganas por verme con ese fuerte abrazo.

-Lo siento, había un poco de cola de camino y mi manager estaba ajustando algunas cosas de mi atuendo...- Mi amiga suspiró algo cansada de correr.

-Veo que tus disfraces siguen siendo infalibles- La miré de arriba a abajo con una sonrisa pícara. Conocía bien este disfraz.

-¿Te convence? No es gran cosa pero nadie me ha reconocido hasta ahora siempre que salgo así, ¡Mis estilistas hicieron un gran trabajo!- La pelirosa sonrió orgullosa mientras daba una vuelta sobre si misma. Gracias a su "disfraz" ahora mismo no estábamos rodeados de decenas de fans incordiosos.

-He reservado sitio en la cafetería central. ¡No perdamos más tiempo! ¡Tenemos que ponernos al día!- Mi amiga me tomó de la mano y me empezó a arrastrar a la cafetería con más "caché" de la ciudad. Iba a quejarme por razones obvias pero mi amiga se me adelantó.

-No quiero ni una mala cara, es nuestro reencuentro después de mucho tiempo. Hoy invito yo y no quiero ni una pega- Aria tenía mucho carácter, sabía perfectamente que cuando se dirigía hacia mi de esa forma era complicado hacerle cambiar de idea. No me quedó más remedio que ser arrastrada hacia esa cafetería.

Dentro no había mucha afluencia de gente sino los más adinerados de la elegante Novarte. Entendí en parte su elección por este lugar, no podrían reconocerla fácilmente aquí dentro. Nos sentamos en la mesa reservada y nos atendieron enseguida. La pelirosa no se cortó en pedir los platos y el batido más sabroso de la cafetería a pesar de la incomodidad en mi rostro. Al contrario de ella, yo nunca supe adaptarme a este estilo de vida, no podría decir que le tenía odio pero si repudiaba mucho todos los "caprichos" digamos. Me recordaba a muchas cosas que odiaba recordar.

-Ya pasó el mal trago, relájate y disfruta. No te quiero ver con esa cara...- Aria me miró haciendo un puchero cuando el camarero se retiró.

-Pasan los años pero jamás me acostumbraré a tu estilo de vida...-

-Es el que me ha tocado, Serena. Al final no me ha quedado de otra y lo sabes...- Suspiré sabiendo que tenía razón, mi amiga era una de las caras más conocidas de la región- ¡Ha pasado tanto tiempo! ¡Seguro que tenemos muchas cosas que contarnos! ¡Hay que ponerse al día!-

Aria empezó a relatarme sus últimas anécdotas en su alterada vida de idol. Ahora entendía mucho mejor el por qué no habíamos podido tener más contacto últimamente.

-Como ya sabes, terminé mi último año escolar en el prestigioso Instituto de Ciudad Luminalia...- Mi amiga hacía un pequeño parón para darle un pequeño sorbo a su batido de fresa.

-Aún recuerdo la pena que te dio irte del Instituto Novarte. Fuiste demasiado dramática, mira lo bien que te ha ido...- Solté una risa al ver la cara molesta de mi amiga.

-¡No quería separarme de ti y de los demás! ¡Pero mis padres no pararon de insistir con ello! Todo porque ellos también tenían ofertas de trabajo superiores en Ciudad Luminalia...-

-¿Cómo se encuentran ellos?-

-No los puedo ver muy a menudo pero bastante bien. Sus negocios han subido como la espuma en los últimos meses a pesar de la situación actual de Kalos, han sabido reinventarse. Aunque no tienen tanto trabajo como yo...- Aria se recostó sobre el respaldo mientras miraba hacia el techo y suspiraba con pesadez. Ella se había vuelto una chica bastante independiente de sus padres debido a su trabajo y su agenda interminable.

-¿Tan soporíferas son las pasarelas y los conciertos?- Cuestioné con ironía.

-Es agradable hacer sonreír a las agencias de moda, pero cuando me explotan semanalmente deja de tener gracia. Sino fuera por mis managers controlando mi agenda me habría tirado por la Torre Luminalia hace meses...- No pude evitar reír ligeramente ante el drama de mi querida amiga.

-No puede ser tan malo... ¿La gran Aria, idol y modelo principal de Kalos odia a sus fans?- Le sonreí pícaramente mientras le daba un sorbo a mi batido de chocolate y crema. Intentaba imaginarme esa vida y definitivamente creo que ya me habría tirado por la torre.

-Adoro a mis fans y hacerlos felices es lo que me llena, lo sabes bien, Serena. Pero extraño mucho la vida que tenía hace años, éramos felices y nuestra única preocupación era llegar alto en los torneos...- Aria me miró con una sonrisa llena de cierta nostalgia. Ella se notaba que amaba su trabajo pero como todo lo bueno, siempre que tiene que haber algo malo.

-La vida por desgracia no es todo como el color de tu pelo...- Me sumergí en mis pensamientos levemente tras esa frase, yo más que nadie conocía bien esas palabras y mi amiga lo sabía bien.

-Bueno, ¿Qué tal te ha ido a ti? Tu graduación en el instituto Novarte fue hace ya un año, ¡Seguro que has hecho cosas interesantes desde entonces!- Aria cambió de tema rápidamente, cosa que agradecí profundamente. Sin embargo, no tenía respuesta a sus nuevas cuestiones, solo la miré nerviosa con una gotita azul en mi cabeza. Aria me miró con un gesto que pude descifrar perfectamente, su cara literalmente gritaba "¿En serio?"

-¿No has salido del pueblo, verdad?- Yo asentí con una sonrisa nerviosa. No quería decepcionarla pero tampoco quería mentirle.

-Serena, tenías muchos sueños por cumplir, ¿Crees que quedándote en ese pueblo alejada de todo solucionará algo?- El tono de la conversación cambió a uno serio. Creo que ya sabía por dónde quería llevar esto.

-Han sido tiempos muy complicados en la región, Aria. No es fácil tomar una decisión de la cuál luego me pueda arrepentir- Ella era de las pocas con la que podía expresarme y hablarle tal cuál me sentía, en parte quería verla por esto. Siento que debo desahogarme y contarle a alguien desde hace tiempo.

-Con solo tu nombre podrías entrar donde sea y lo sabes... Hasta podrías entrar en mi agencia. Siempre has sido una chica hermosa. Mis managers estarían encantadan de acogerte para modelar- Ella me miraba sin quitarme el ojo mientras comía su plato.

-Aún no me decido por algo en específico, mi madre sigue insistiendo con lo de ser atleta como ella. No es fácil...- Al contrario de ella, yo no despegaba la vista de mi plato, en ese momento mis dudas y mis inseguridades salían a flor de piel. Mi vista fue interrumpida porque uno de los camareros vino a llevarse un plato vacío. Fue una acción rápida ya que lo miré mal de reojo y creo que se dio cuenta, haciendo contraste con la sonrisa de agradecimiento que Aria le dedicó.

-No es que tengas dudas. Es que siempre has tenido un sueño y eso no lo vas a cambiar por nada, tu verdadera pasión no va a cambiar aunque intentes huir de ella. Es insustituible Sere...-

No la dejé acabar porque levanté la mirada por fin entendiendo a donde iba todo esto. Conocía bien a mi amiga y quería llevar la conversación a esto desde un principio.

-Déjate de rodeos, Aria. Sé perfectamente que no has venido solo para verme...- Ella esbozó una ligera sonrisa- ¿Tienes una propuesta, no?-

-Nunca puedo engañarte, eres muy perspicaz como siempre...- Ella sonrió orgullosa y sacó algo de su bolso. Era una pequeña carta- Por suerte, esta vez no soy yo sola quién tiene que insistir...-

Aria me extendió la carta para que pudiera leerla. No tenía un sello de corazón rosa así que no estaba escrita por ella. Con un poco de nervios e intriga abrí el sobre para leer el contenido.

Para Serena Gabena:

Queda usted formalmente invitada al Proyecto Espíritu de Kalos. Una iniciativa dedicada a intentar recuperar la esencia perdida en los combates y torneos tradicionales de nuestra región. Creemos firmemente que su participación y experiencia aportaría mucho al proyecto. La consideramos una pieza fundamental para ello.

Nos complace animarle a aceptar esta cordial invitación a unirse a nuestro proyecto en calidad de participante. La hora de la reunión de presentación será dentro de dos días en el Centro de Entrenamiento de Alto Rendimiento en Ciudad Luminalia.

Esperemos que considere está oportunidad para trabajar juntos y recuperar nuestra esencia, aquella que se perdió en ese fatídico accidente.

Atentamente
Presidente Lysson

-A...Aria...¿Qué...es esto...?- Levanté la mirada lentamente hacia mi amiga la cual se veía algo tensa porque me tomé mi tiempo para leer el contenido de esta carta- ¿¡CÓMO QUE UNA CARTA DEL PRESIDENTE..!?-

De la impresión me levanté de la silla para dirigirme hacia ella la cual me miraba con una sonrisa nerviosa. Media cafetería se me quedó mirando de forma extraña, rápidamente me volví a sentar pidiendo perdón de forma silenciosa.

-¿¡Quieres hacerme el favor de explicarte!?- Pregunté exaltada y confundida susurrándole. No entendía nada de esto, ¿Proyecto? ¿Acaso a esto se refería mi madre con las ultimas noticias del presidente?

-Es un proyecto impulsado por el mismo presidente. Tú serías una de las invitadas de honor...- Aria me explicaba como si nada mientras le daba sorbos a su batido. ¿¡Cómo podía estar así de tranquila!?

-¡No me digas! ¿¡Qué has hecho, Aria!? ¿¡Tuviste que ver, verdad!?- La conocía perfectamente y sabía que ella tenía algo que ver en todo esto.

-¿Lo dudas? Sabes que no dejaré de insistir nunca, querida amiga- Me recosté hacia detrás en la silla, la insistencia de Aria estaba entre los objetos más pesados del universo- De todas formas si tu pregunta es si fuiste recomendada por mi, no es así del todo. Si tuve que ver, pero tu principal valedora es otra persona-

-¿Quién...?-

-La ex-presidenta y Campeona de Kalos actual, Diantha-

En ese momento casi me caigo de la silla del shock.

-¿¡Dia...Diantha!? ¿¡Pero...!?- Eran demasiadas cosas para procesar en poco tiempo. Primero el presidente y ahora Diantha, mi mente se estaba dando cuenta de la magnitud de la situación y me estaba generando mucha confusión y ansiedad.

-Deberías sentirte honrada, ya sabes como es Diantha, no confía en cualquiera- La condenada de Aria estaba más tranquila que otra cosa ante mi cara desfigurada.

Una mezcla de emociones internas se apoderaban de mi lentamente, la campeona Diantha, aquella figura inspiradora que fue tan importante en mi vida me reclamaba de nuevo.

¡Señorita, Diantha! ¡Ya verá que la venceré cuando crezca y me enfrente a usted! ¡Me convertiré en campeona!

¡Jajaja, tienes muchas agallas, Serena! Pero tendrás que entrenar mucho para ello, ¿Serás capaz?

¡Claro que sí!

-¿De verdad tiene tantas expectativas puestas sobre mi...? ¿Después de todo aún confía en mi...?- Pregunté titubeando muy nerviosa. Mi amiga en ese momento me dirigió una mirada tranquilizadora y me tomó de la mano.

-La conoces bien, ella nunca dejará de confiar en ti, Serena- Bajé la mirada dubitativa, a pesar de que confiaba en las palabras de Aria no podía evitar cuestionarle eso- En este proyecto habrán muchas jóvenes promesas de Kalos y antiguos participantes de torneos...-

-¿Antiguos participantes también...?- Pregunté intrigada. No podía negar que la idea sonaba tentadora.

-Diantha ha logrado contactar con la campeona de Sinnoh, ella va a ayudar también a recuperar la esencia y los torneos en la región. Ya sabes que Sinnoh también se vio afectado por aquel incidente al perder a su campeón juvenil. Vendrán participantes de Sinnoh también- Aria me relataba pequeños detalles del proyecto, yo escuchaba atentamente.

-¿Cómo será el nivel de los participantes...?- Pregunté con cierto tono indeciso. Aria suspiró sabiendo que no iba a ser nada fácil convencerme.

-Es como te lo estás imaginando, algunos participantes son excepcionales con sus habilidades, incluso yo también estoy en ese proyecto, Serena...-

Una nueva mezcla de emociones me recorrió, aunque esta vez más positiva que la anterior. La primera carta de mi amiga fue lanzada, ella sabía bien que hace años adoraba combatir con ella, hubo un tiempo que incluso combatíamos a diario.

-Sabes jugar sucio, siempre has sabido hacerlo...- Ella sonrió satisfecha, sabía que la idea de volver a enfrentarla me emocionaba- Aún así, Aria. Sabes perfectamente que no seré capaz de volver a mi nivel por mucho que entre en ese proye...-

-¡Serena!- Ahora era su turno de levantar la voz, aunque no tanto como lo hice yo anteriormente- ¿Aún tienes esos complejos? Pensé que estar un tiempo alejada del foco te ayudaría a dejar atrás todo- No quería decepcionarla, yo también pensaba que mi estancia en Pueblo Boceto me ayudaría, pero por desgracia sigo en la casilla de salida...

-Yo... Solo... No quiero decepcionar a Diantha... Ni a ti...- Mis manos temblaban levemente mientras cerraba mis puños. Me daba mucha rabia y miedo no cumplir las expectativas que los demás ponían en mi.

-Todavía tienes esa manía de ponerte en la peor situación...- Aria suspiró con pesadez- ¿Sabes? Diantha ya está casi recuperada, y la única persona que ha recomendado para el proyecto has sido tú. Ha estado muy metida en el proyecto, y me ha dicho muchas veces que tú eres una parte fundamental para ello. Además hay otra razón, te necesita para otro detalle muy importante también, pero eso te lo contará ella si aceptas la invitación-

Una gotita azul salió de mi cabeza mientras miraba a Aria.

-¿Es necesario este chantaje también?-

-Absolutamente- Mi amiga afirmó con toda la calma del mundo mientras daba un último sorbo a su batido.

Aunque tenía un ligero toque de broma por parte de Aria, se nota ese deseo que tiene Diantha por tenerme de vuelta. Ahora mismo tenía muchos conflictos internos y sinceramente me sentía incapaz de tomar una decisión.

-¿Señoritas? ¿Me permitís?-

Una voz varonil nos interrumpió, un hombre alto y delgado se acercó a nosotras con una silla en sus manos. Su cabello era negro y portaba una camisa azul con una bata blanca.

-¡Ciprés! ¡Me alegro verle!- Aria enseguida se levantó a saludarle, yo me levanté también por educación.

-Usted...-

-Seguramente me recuerdes de verme en Ciudad Luminalia, antes pertenecía a la unidad científica liderada por el actual presidente Lysson- Ya decía yo que mi intuición no me equivocaba, vi a este hombre muchas veces presente en batallas- Imagino que Aria ya te habrá comentado la situación por encima- Los tres nos sentamos de nuevo en la mesa.

-Sí, más o menos ya entiendo por donde van los tiros...- Aria me miró algo mal por sonar un poco descortés. Ciprés parece que no tardó en darse cuenta de mis dudas, pero sin embargo sonrió ante ello.

-Verás Serena, yo soy uno de los principales supervisores del proyecto. Siempre me han apasionado la investigación de las piedras poder y este proyecto significaría traer de vuelta las batallas, la base del potencial de las piedras poder...- El pelinegro parecía muy apasionado por su trabajo, y por las piedras poder en específico. Tenía un brillo especial en sus ojos al hablar de ello.

-Ciprés se ha dedicado a reclutar jóvenes promesas por toda la región. Ha reunido realmente a grandes usuarios de poderes, la competencia estará bastante fuerte- Aria me explicaba emocionada intentando contagiarme de ella misma. Yo no podía evitar sentir esa emoción lentamente a pesar de mis deseos de no hacerlo.

-Este proyecto tiene un objetivo más profundo que recuperar los torneos. Tiene como objetivo restaurar el equilibrio en la región, desde aquel incidente no levantamos cabeza, y ahora con la aparición del Team Flare mucho menos... Serena, necesitamos esperanza, volver a creer y a ser lo que fuimos, y tú eres la imagen perfecta para ello- Ciprés me explicaba emocionado.

-¿Yo...?- Susurré algo incrédula por lo que escuchaba.

-Fuiste la inspiración para mucha gente hace años, Serena. Muchos, incluido yo, veíamos en ti a la siguiente cara internacional, la que representaría a Kalos por el mundo. Imagina recuperarte a ti y a nuestra esencia, Kalos volvería a brillar, saldríamos de esta crisis en la que caíste tú y mucha gente...- Ciprés también expresaba su admiración por mí y su deseo de tenerme en el proyecto.

-Serena... Te necesitamos... Queremos recuperarte...- Aria me tomo de la mano nuevamente y me miró con una cara de súplica.

-Yo...- Mis emociones se habían intensificaron a niveles que ni yo recordaba, algunas emociones que había permanecido dormidas durante mucho tiempo recién despertaban.

¿Estoy preparada para volver al mundo que una vez amé...?

Narra Ash:

El tiempo seguía pasando, yo esperaba impaciente sentado en la camilla de la sala médica. La enfermera analizaba datos delante del ordenador y no me quedaba de otra que quedarme esperando nervioso.

Me había hecho diversas pruebas sobre todo en mi cabeza, rayos x, chequeos de sangre y signos vitales, escaneo cerebral... Incluso un medición de energía con mis poderes eléctricos activados. Según ella, era para entender si había conexión directa entre mi amnesia y mis poderes eléctricos.

Llevaba un rato analizando, así que me dediqué a observar la sala. A parte de los múltiples aparatos y medicamentos típicos de enfermería, no pude evitar fijarme en la decoración, había un cuadro en concreto que me llamó mucho la atención...

En él se podía observar una especie de ser azul con detalles metálicos en su cuerpo, parecía una especie de ser mitológico o algo así. Alrededor de ese ser habían cinco figuras que parecían... ¿Engranajes? No entendí nada, cinco engranajes y ese ser azul... ¿Qué podría significar? Debajo del cuadro había una placa dorada que decía: Dialga, Guardián del tiempo. Que su serenidad cuide nuestro futuro.

Cuando me fijé mejor en ese ser azul una sensación de escalofrío recorrió mi cuerpo. ¿Pero qué rayos? Ese ser parecía majestuoso, ¿A qué viene ese escalofrío de miedo?

En ese momento algo sonó en mi cabeza de golpe, parecía como un rugido muy fuerte el cuál hizo que parpadeara de golpe por la impresión

-¿Qué...?- Sacudí mi cabeza para despejarme y que ese rugido se fuera. Parece que lo hice por puro instinto...

-¿Es hermoso, no? Es una imagen muy impactante a primera vista- La enfermera me escuchó y parece que me vio mirando hacia el cuadro.

-¿Qué significado tiene ese cuadro, enfermera?- Pregunté muy intrigado.

-Los engranajes del tiempo tienen una función muy importante en Kalos. Protegen el tiempo y son los encargados de que este no deje de fluir. En total hay cinco en la región según las leyendas, los sitúan en los lugares más recónditos que puedas imaginar. Por ejemplo, en lo más profundo de un frondoso bosque o en el interior de un volcán-

Me quedé sin palabras ante la explicación de la enfermera. No pensé que esos engranajes fueran tan importantes. Controlar el tiempo...Wow... Me fijé en el cuadro otra vez y efectivamente el número de engranajes eran cinco.

-¿Y que pasaría si se quitase un engranaje de su lugar?-

-Sinceramente no lo sé, Ash. Pero supongo que el tiempo dejaría de fluir en esa zona, nadie se ha atrevido nunca a investigar la ubicación de los engranajes, todos saben que algo así provocaría un desastre de consecuencias irreparables-

Volví a mirar al cuadro, ahora que entendía lo que eran, tomaba mucho significado. Los engranajes resaltaban mucho, brillaban con fuerza en la pintura. Demostrando lo importantes que son para este mundo.

Pero ese ser llamado Dialga...

-Es extraño...- La enfermera Joy susurró intrigada.

-¿Algo malo, enfermera?-

-No, Ash. Todo lo contrario. La verdad es que tu cerebro parece estar perfecto, no noto ningún daño ni nada que indique que te hayas dado un golpe fuerte... Es extrañísimo...-

Bajé la mirada tristemente, parece que seguiría sin obtener respuestas a esta extraña amnesia que tengo...

-Lo siento, Ash. Pero esa amnesia que tienes no parece que sea fácil de investigar, al menos con el material que tengo yo aquí. Enviaré tu caso Hospital de Luminalia. Ahí lo analizarán mejor, pero no te puedo prometer nada. Es demasiado inusual tu caso, nunca había visto nada igual...-

-No se preocupe, enfermera. Gracias por intentarlo-

Le agradecí de corazón a la enfermera por intentar ayudar y abandoné la sala para coger aire fuera. No voy a mentir que estaba muy preocupado con mi situación.

Le pedí permiso a la recepcionista para salir y caminé por la ciudad lentamente sumido en mis pensamientos.

La brisa era agradable y el sonido tranquilo, a simple vista parecía un día perfecto para andar por la calle pero mi rostro reflejaba todo menos paz.

¿Cómo es posible que no recuerde nada? Mi mente parece estar bien según la enfermera, pero no tengo recuerdos... ¿Qué me pasó realmente?

Alrededor mío podía a ver a personas hablar y pasear con tranquilidad, llevando una vida normal.

-Todas estas personas tienen una vida, recuerdos. Sin embargo, yo...-

Una mezcla de tristeza y frustración se apoderó de mi. Al ver la ciudad llena de vida y propósitos, yo soy todo lo contrario, ahora mismo estoy caminando sin rumbo.

Sin darme cuenta llegué a lo que parecía la plaza central de la ciudad, me fijé a mí alrededor y había muchas cafeterías. En una de ellas logré localizar un rostro conocido.

-Ahí está Serena, tal vez ella pueda ayudarme a entender mejor este mundo. Ahora mismo es mi única esperanza-

Me sentí aliviado al reconocer una cara amigable, así que decidí entrar en la cafetería para hablar con ella. Al entrar me fijé que no estaba sola, parecía estar con una chica y un señor de alta estatura.

Dudé un poco en acercarme ya que parecían estar hablando de algo importante. Serena se veía algo preocupada e inquieta.

-Serena... ¿Estás ocupada?- Saludé algo tímido mientras me acercaba a la pelimiel.

-¡Ash!- Ella se levantó rápidamente para ver cómo me encontraba- ¿Cómo te fue? ¿Recordaste algo?-

-Por desgracia no... La enfermera me hizo muchas pruebas pero se ve que tengo una amnesia muy extraña...- La pelimiel esbozó un gesto de tristeza al escucharme. Yo intentaba sonreír apenado pero por dentro esa tristeza también me acompañaba.

-Que mal... ¿De verdad no hay solución alguna de momento?- Ella preguntó con un ligero hilo de esperanza.

-Van a enviar mi caso a Ciudad Luminalia, de momento solo me queda esperar...- Suspiré con pesadez y Serena lo notó, aumentando la preocupación en su mirada.

-Disculpad... ¿A qué se refieren? ¿Una amnesia?- El señor se unió a la conversación intrigado y curioso. Serena me miró asintiendo confiada. Parece que me estaba animando a contar mi historia.

Aún me daba mucha vergüenza, pero sacando fuerzas de dentro de mí decidí contar mi problema abiertamente por primera vez. Les detallé mi despertar en la playa y cómo Serena me encontró, la chica pelirosa se veía bastante preocupada como Serena, mientras que el señor analizaba todo escuchando atentamente.

-Nunca había oído un caso así, es muy extraño...- Dijo el hombre pelinegro pensativo.

-Lo siento mucho, Ash. Ha tenido que ser una experiencia horrible...- La pelirosa se acercaba a mí mostrándome su apoyo- Ahora lo importante es que te sientas cómodo en esta región, seguro que te ayudará a empezar a recordar cosas- Sus palabras me animaron ligeramente. La chica parecía muy empática y agradable.

-¡Además, recuerda que tienes tus poderes! Es buen indicativo de que puedes ir recordando cosas poco a poco- Serena también me animaba y tenía razón, si recordé mis poderes podría recordar otras cosas de mi vida.

-¿Acaso posees una piedra poder, Ash?- El señor volvió a cuestionar pero esta vez se le veía algo emocionado.

Serena está vez fue la que procedió a explicar, para ahorrarme otro mal trago. Explicó la situación con el ladrón y como lo derroté con extrema facilidad.

-Vaya, así que tipo eléctrico como Serena...- Aria miró de forma extraña a la pelimiel y noté como ella se puso algo nerviosa y un ligero rubor coloreó sus mejillas.

-¿De verdad tienes esa facilidad y soltura con tus poderes?- El pelinegro preguntó intrigado- Creo que tengo una idea para tu nueva vida, Ash...-

-¿Eh...?- No sabía a qué se refería exactamente y parece que las dos chicas tampoco.

-¡Sawyer! ¡Ven aquí un momento!- El señor de nombre Ciprés llamó a un chico que estaba tomando algo en la barra con otros chicos de su edad. Era un joven peliverde de mediana estatura. Se le veía bastante feliz por alguna razón.

-¿Necesita algo, Ciprés?- El peliverde cuestionó con una sonrisa cuando llegó a nosotros.

-Chicos, este es Sawyer. Es uno de los participantes del proyecto, lo recluté hoy mismo en Ciudad Novarte. Es muy estudioso y aplicado, lo cuál aplica perfectamente a sus batallas- Ciprés presentaba al joven el cuál parecía un amante de los combates, noté a Serena cierta incomodidad ante la atenta mirada de la pelirrosa- Verás Sawyer, necesito que tengas un combate con Ash-

Tanto las chicas como yo nos sorprendimos mucho con eso último. ¿Un combate? ¿A cuento de qué?

-Pero Ciprés, ya estoy admitido en el proyecto, ¿Hacen falta más pruebas?- El peliverde cuestionaba preocupado.

-No tiene que ver con eso, tengo otras ideas en mente...- Ciprés sonrió confiado, sea lo que sea que esté pensando parecía convencido de ello- Ash, si eres tan fuerte como dijo Serena quiero que me lo demuestres. Si resulta cierto creo que tengo una idea que te proporcionará un nuevo rumbo en tu vida-

No estaba muy convencido de aceptar un combate así de repente, pero la mirada de Ciprés me suplicaba que aceptara. ¿Una idea? ¿Nuevo rumbo? Sea lo que sea sonaba interesante.

-¿¡En serio eres fuerte!? ¡Tengamos esa batalla entonces! ¡Me emociona mucho conocer a gente nueva con la que compartir combates!- El joven Sawyer me miraba desafiante y se acercó a mi también muy emocionado.

Una gotita azul cayó de mi cabeza mientras sonreía nervioso. Me sentía perdido hasta hace unos instantes pero esta invitación de combate despertó algo en mi interior... Una sensación de adrenalina y emoción poco a poco me rodeaba al ver la mirada desafiante de este joven. Sentía un fuego salir de mi corazón. Muy parecido a cuando usé mis poderes contra ese ladrón.

-¡Está bien! ¡Tengamos un combate!- Le devolví el desafío a mi contrincante el cuál aceptó encantado. Ciprés se veía satisfecho con mi respuesta, sin embargo vi como dirigió su mirada hacia Serena la cual se sobresaltó un poco. ¿Por qué sería? ¿Su idea también la involucra a ella? La pelirosa llamada Aria también parecía pendiente de la pelimiel.

Sea lo que sea ahora me encontraba ante mi primer combate en este mundo desconocido para mí. La ultima vez que usé mis poderes me sentí como nuevo y todas las dudas e inquietudes se fueron. Tener esta batalla seguramente me ayude a superar mi situación actual.

Y quién sabe... Tal vez podré descubrir algo más de mi antiguo yo...

Continuará...

Muchas emociones han surgido tras esta visita a Ciudad Novarte... Serena, en contra de su voluntad y deseos, ha sido invitada a un proyecto que parece que marcará un antes y un después en la región Kalos. Tanto el actual presidente Lysson, como la campeona Diantha y sus antiguos amigos como Aria quieren que la pelimiel vuelva a la que fue su vida y su sueño. En cuanto a Ash, parece que le acaban de ofrecer una oportunidad de tener un nuevo rumbo en su nueva vida llena de incertidumbre... ¿Podrá hacer un buen papel en ese combate contra la joven promesa Sawyer? ¿ Ese combate logrará convencer a Serena para que acepte la propuesta? Lo sabremos en los próximos capítulos...

Prox. Cap: CAPÍTULO 3- RESPUESTAS

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