Percy Jackson a Rick Riordan, así como de cualquier otro elemento de cualquier otra obra, creación que aparezca, créditos a quien corresponda.

—Pensamientos—

—Hablando—

—{Otro Idioma}—

<acción>

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—Este día no podría ser más incómodo— Pensó Percy Jackson mientras veía a las amazonas, los romanos y a los griegos sentados en un ambiente incómodo tras la llegada de los últimos, aunque no era culpa de ellos sino de diversas causas, empezando por el hecho de que hayan llegado al día siguiente de repeler el ataque de las fuerzas de los gigantes a la Legión romana, por lo que aún estaban intranquilos los romanos, y no ayudaba la molestia conocida como Octavian

Con los recién llegados siendo Annabeth Chase, hija de Atenea, Piper Mclean, hija de Afrodita, Leo Valdez, un hijo de Hefesto, y finalmente Jason Grace hijo de Júpiter, además de ser el hermano de Thalía.

Con el último siendo uno de los causantes de la incomodidad ya que al parecer estaba saliendo con Piper, solo para llegar a la legión y descubrir que había estado saliendo con Gwen, Percy y otros no sabían si mentía o no sobre no recordar a Gwen. Pero de cualquier manera la hija de Afrodita estaba herida y también Gwen, Leo estaba dividido entre intentar consolar y alegrar a su amiga, molestarse con su amigo o empatizar/sentir lastima con la situación de ambos. Mientras Jason estaba entre evitar a las dos chicas o tratar de arreglar el desastre en el que estaba metido.

Además, Percy podía ver que Hazel estaba incomoda con Leo, se había dado cuenta que cuando apareció el hijo de Hefesto hace rato y Hazel parecía que había visto un fantasma.

Sin mencionar que Annabeth estaba enamorada de Percy, quien se había negado a salir con ella casi un año atrás, porque sabía que no fue del todo honesta cuando se despidió de Castellan, se lo había dicho en el lago tras ganar contra los titanes, que si, ella le gustaba, pero sentía que debía resolver primero sus sentimientos entre él y el tipo que intento matarlos varias veces, junto que tras pensar que Kronos era mucho, mucho peor de que los dioses podían llegar a ser, por lo que no creía que Luke se haya sacrificado por hacer lo correcto, sino porque llego a odiar más a Kronos que a los dioses.

Eso la había molestado, discutieron esa noche, y habían hablado muy poco desde entonces, evitandose durante varios días mientras él estaba en el campamento. Pero la razón por la que llego a esa decisión respecto a la hija de Atenea, fue porque cuando estuvo con Calypso en su isla, sintió que ella solo quería estar con él por dos razones, su soledad en la isla, así como verlo como un reemplazo de Odiseo; que tras hablarlo con su madre, Sally le dijo que podía estar molesto o enojado por ello, ya que era dudoso que Calypso realmente lo quisiera, pero no podía culparla debido a su situación, además de que la hija de atlas necesitaba resolver su problemas primero y superarlos, antes de estar con alguien.

Pero en esa platica también hablo de Annabeth y el enamoramiento que tenía por Luke, aunque eso lo sabía debido a Grover, contándole lo que le dijo su mejor amigo sobre la ojigris, lo que le había llevado a darse cuenta gracias a su madre que estaba enamorado de Annabeth, ante lo cual estuvo en negación durante varios días después; pero su madre ante todo lo que le contó sobre Annabeth, también le dijo que ella necesitaba resolver sus sentimientos por Luke, los cuales Sally Jackson pensaba que debía ser más una mezcla de admiración hacia Luke, con lo que sabían sobre ambos, él estuvo para ella desde que era una niña hasta que después del incidente del rayo de Zeus, el crecer en el campamento donde tuvo una vida muy diferente a los mortales, así como los semidioses que viven con sus familias mortales, las hormonas de la adolescencia y un par de cosas más.

También fue la platica más incomoda de Percy, debido a otros temas que su madres hablo con él.

Pero volviendo al presente, pudo ver alivio y felicidad en Annabeth cuando lo vio, antes de que ella lo abrazara, antes de amenazarlo sobre si se atrevía a desaparecer de nuevo, pero ahora podía ver las miradas que Annabeth le lanzaba a Reyna y Kinzie desde que llegaron, pero no sabía si ella había resulto sus sentimientos o no, y considerando algunas cosas que pasaron los días anteriores, las cosas entre Annabeth y el podía ser desde incomodas hasta muy malas.

Ya que para rematar, las amazonas estaban también presentes con Hylla, su reina, con su asistente Kinzie, sentadas con ellos, lo cual era aun más incomodo para Percy ante las claras intenciones de Kinzie sobre él, las cuales le dijo directamente cuando él, Hazel y Frank conocieron, juntó con ayudar a las amazonas en el problema que tuvieron en cuanto el liderazgo, intenciones a las que Hylla se unió tras ayudarlas. 

Percy realmente no entendía como podían Hylla pasar de odiarlo a querer... convertirlo en uno de los hombres esclavo/mascota que las amazonas tienen, pero para exclusivamente para ella y Kinzie. Que para empeorar su suerte, ellas se hubieran ido en la mañana, sino fuera por como terminaron festejando Kinzie, Hylla, Reyna y él, mientras estaban bajo los efectos del alcohol que tomaron mientras la legión y las amazonas festejaban por repeler las fuerzas de los gigantes, recuperar el águila y tener a Percy como su nuevo Pretor... anoche... alcohol que la amazonas traían con ellas, estaba bastante seguro de que debieron tener algo más esas bebidas.

Percy no podía mirar a ninguna de las tres sin sonrojarse y recordar breves momentos de la noche anterior, espera no haber metido monumentalmente la pata anoche, aunque eso no lo sabría hasta dentro de algunos días o semanas, oraba porque no suceda.

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Reyna se encontraba en una situación similar a Percy, no podía evitar mirar a Percy, a su hermana o a Kinzie, sin sonrojarse y recordar breves momentos de lo que hicieron anoche bajo los efectos del alcohol, aunque le gustaría recordar mejor su primera vez que solo breves y borrosos destellos de memoria, además de que aun sentía algo de dolor en las piernas, que sino fuera por la ambrosia que aún les quedaba a Percy, Hazel y Frank, que recibieron de Iris, ambrosia que le pidió a Percy, quien discretamente busco en la mañana y trajo para ella, Hylla y Kinzie, sin ello probablemente no habían podido caminar sin levantar sospechas o atraer atención de la legión. 

O al menos eso esperaba, sin duda algunos legionarios habían visto a Percy sonrojarse al verlo a ella, a su hermana o a Kinzie, y ella hacía lo que podía para evitar sonrojarse, pero su hermana le dijo que no lo lograba, que un tenue sonrojo no lograba reprimir, pero solo lo verían si lo buscan.

No sabía que le había pasado ayer para beber... bajo demasiado la guardia, se relajó lo suficiente al poder convivir con su hermana otra vez después de unos años, así como convivir con Percy a quien la jerarquía y formalidad de la legión le importaba un comino y no la trataba como la pretora o una legionaria, solo como Reyna.

Sin embargo a diferencia de la pretora las dos amazonas pensaban diferente, pensaban en convencer a Percy de ser uno de los hombres que las amazonas tenían para su placer, aunque Hylla le preguntó horas antes a su hermana, para la incredulidad de está si no tendría problema en compartirlo con las amazonas o al menos con ella y Kinzie. Reyna evitó el tema y no le dio respuesta, no queriendo profundizar en ese tema.

Y ahora para más... trabajo de Reyna estaba la desconfianza de los romanos hacia los griegos, las molestia que causaba Octavian con sus comentarios, el que la legión quiera someter a votación quienes irán a las tierras ancestrales, queriendo quitarles su lugar en esa misión a los griegos, la situación de Jason con Gwen y la hija de Afrodita, las miradas que le lanzaba la hija de Atenea a ella y Percy, dándose cuanta de la razón de estas, etc., etc.

Reyna sentía un gran dolor de cabeza cuando un gritó atrajo la atención de todos

—¡¿Qué es eso?¡— gritó un legionario cuando una espesa niebla esta cubriendo Nueva Roma, cubriéndola por completo, entrando incluso al comedor

—¿Alguien puede ver algo?— preguntaron varios al ser incapaces de ver más allá de sus narices debido a la niebla

—¡Oh vamos esto no es justo!—Se quejo Leo, quien trató de usar su don con el fuego para desaparecer la niebla frente a él, al invocar una llama en sus manos, pero sin tener mucho exitó.

—¡Leo apaga tu fuego!— exclamo Piper sintiendo el calor de la llama de Leo, ya que estaba sentado a su lado, aunque la niebla no desaparecía. Pero su gritó atrajo la atención y curiosidad por sus palabras hacia donde provenía su voz.

Muchas más exclamaciones surgieron hasta que Reyna tomo el control

—¡Cálmense todos!— la pretora alzó la voz, consiguiendo su objetivo, a pesar de que no podían verla —¡Son legionarios, mantengan la calma, no se aver..— pero fue interrumpida por Percy

—Está retrocediendo— exclamo el hijo del mar, solo para percatarse que Reyna le enviaba una mirada —¿Qué?—

Reyna suspiro, mientras los romanos que podían verlos, los más cercanos, alzaron una ceja ante las acciones de Reyna de suspirar y dejarlo pasar, a nadie le permitía interrumpirla, incluso Octavian quien trataba de socavarla, no dejaba pasarlo así.

—¿Soy yo o ese camino no estaba antes?— dijo Leo que se acerco a la entrada del comedor viendo que un camino de varios metros hasta donde había más niebla, cuando estaba seguro que había otro edificio a la mitad del camino

Los demás se acercaron para ver, y confundiéndose ante lo que estaba pasando, consiguiendo que entraran en debate, ya que necesitaban encontrar al resto de los romanos y amazonas que no estaban en el comedor, llegando a que sea lo que estaba pasando quería que siguieran el camino que les estaban mostrando, aunque varios estaban renuentes a hacerlo, pensando diversas posibilidades de que sea una trampa.

Siguieron el camino que mientras más avanzaban más se mostraba, mientras el camino que ya habían recorrido desaparecía, para la preocupación de los mestizos. No podían ver los costados del camino debido a la niebla, pero podían distinguir vagamente lo que parecían ser edificios, pero ninguno parecía ser de Nueva Roma.

Pero la caminata fue molesta gracias a Octavian, con Percy, Reyna y las amazonas luchando contra las ganas de golpearlo cada vez que abría la boca

Se detuvieron al llegar frente a lo que parecía ser la entrada de un gran teatro o un viejo cine, pero había otros 3 caminos, que viendo por estos distinguieron lo que parecían ser las siluetas de personas viniendo por estos. Esperaron a que llegaran solo para sorprenderse al ver quienes eran.

De un lado llegaron Tritón, Rodas y Calipso.

Quienes se preguntaban quien logro transportarlos a ese peculiar camino cuando el primero estaba en Atlantis y las dos féminas en la isla con el mismo nombre de la diosa marina. Con Tritón teniendo que tomar su forma humana, ya que con su forma acuática le era difícil moverse con dos colas de pez.

—Tritón, Rodas, Calipso— Percy saludo alegremente a sus hermanos y amiga, con quienes estableció una relación semi-estable de hermanos, en las semanas que Poseidón lo invito a visitar Atlantis tras la guerra Titán, hasta que fue secuestrado, así como una semi-amistad con Calypso tras ser liberada y hablar con ella, verla llorar no fue para nada agradable; pero agradece a Rodas quien fue quien saco a la hija de Atlas de su isla, estuviera parada a unos metros durante esa platica e intervino calmándola, desde entonces Calypso pasaba más tiempo con Rodas, ya que era mejor para ella estar lejos del Olimpo, por lo cual vivía con la hija del dios del mar, quien la ayudaba a adaptarse al siglo XXI, viéndolas a ambas cuando Rodas estaba de visita en Atlantis al igual que él. 

Y a ninguno había visto desde que Hera lo secuestro.

En cuanto los romanos al reconocer el nombre del primer mencionado de inmediato se arrodillaron y estaban temerosos del dios marino. Además de que por dentro estaban sorprendidos y aterrados de la familiaridad con la que Percy se dirigió al trio.

De otra calle llego Atenea, que había recorrido el camino tras una visita de los destinos, solo para sentir enojo al ver a los romanos, tardando unos segundos al darse cuenta que no sentía la lucha entre sus dos aspectos. Tritón se acercó a ella mientras le daba una mirada, que ella entendía su significado, que dejara de lado su odio a los romanos, ya que tenían asuntos más importantes que su orgullo, ante lo cual frunció el rostro al dios mensajero de los mares, pero aceptando a regañadientes.

Del tercer camino llegaron Thalía, Malcolm y Rachel, que estaban confundidos ya que tan solo salieron de la cueva de Rachel, cuando la primera fue a buscarla para despedirse ya que la caza estaba por irse, aunque Malcolm también se dirigía a la cueva de Rachel; solo para encontrarse en el extraño camino que recorrieron, y ahora veían a al grupo frente de principalmente formado por romanos, antes de ver a su amigo que había estado desaparecido por meses

—Percy— dijeron ambas féminas mientras se acercaban al ojiverde, con la pelirroja dándole un abrazo, mientras la ojiazul le daba un puñetazo en el hombro

—No vuelvas a desaparecer— dijo Thalía

—Tratare de recordarlo— respondió antes de jalar a la hija de Zeus en un abrazó, al que se resistió por un momento antes de responder a este

Jason que se había levantado junto con el resto de los romanos, después de que Tritón les dijera que se levantaran, veía con atención a su hermana y a su primo.

Malcolm por su parte solo asintió con la cabeza a Percy como señal de saludo

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—No te duermas Reyna o te lo quitaran— dijo Hylla bromeando a su hermana tras reconocer a Thalía, ya que la caza llevaba chicas a las amazonas cuando estas no compartían su forma de pensar, y cuando lo hacían, las amazonas que se parecían más a las cazadoras pedían unirse en esas visitas. 

—¡Hylla!— exclamo la menciona en voz baja a su hermana

Rodas escucho a la pretora reclamarle a su hermana, solo para rodar los ojos ante la atención e interés que obtenía su hermano menor sin querer, antes de ver las miradas que le enviaba Atenea a Annabeth Chase y a Percy, soltando un suspiro decidió intervenir antes de que pase algo.

La diosa marina le envió una mirada a su hermano mayor de que este atento a Atenea, antes de hablar para que todos la escuchen

—Escuchen todos— todos voltearon a ver a la diosa marina, con los romanos estando tensos — descubramos por que estamos aquí, para regresar lo más rápido posible— tras hablar la diosa empezó a caminar para entrar al teatro/cine.

Calypso fue la primera en seguirla, con Tritón suspirando antes de seguirlas, junto con Atenea.

—Vamos, que esperamos— dijo Thalía llevando consigo a Annabeth

Percy tarda un momento en seguirlas, pero se detuvo antes de entrar, para girar hacia los demás

—¿Vienen o no?— dijo antes de entrar a todos los demás, que se miraron entre ellos antes de entrar

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