Percy Jackson a Rick Riordan, así como de cualquier otro elemento de cualquier otra obra, creación que aparezca, créditos a quien corresponda

—Pensamientos—

—Hablando—

—Otro Idioma—

<acción>

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Algunos intentaban darle sentido a lo que vieron, otros que era mejor ignorarlo, y fingir que nunca lo vieron y otros como el caso de Thalía y Percy, estaban tratando de entender como era posible que Nico fuera alguna especie de jardinero de plantas mutantes

—Pasabas mucho tiempo con Perséfone, ¿o qué?— preguntó Thalía a Nico quien la fulmino con la mirada.

—Creo que mejor continuamos con esto, mi señora— Reyna le dijo a Rodas, decidiendo dejar de lado lo que vieron y tratar de entenderlo

—Creo que es lo mejor— dijo Rodas, viendo la esfera de agua que parecía agitarse

La imagen que vieron todos fue de Annabeth y Percy en una cita, aunque parecian molestos por algo, la imagen de la cita molesto a Reyna, y en cierta medida a Calypso, en cuando Hylla y Kinzie, la primera le dijo algo en un susurro a su hermana, que termino fulminando a la reina amazona, pero si alguien prestaba atención podría notar un leve sonrojo en sus mejilla, en cuanto Kinzie estaba pensando en negociar con la griega. 

Y Thalía le dio algunas palmaditas en la espalda a su amiga.

"Joder", juró Percy, mirando el agua agitada de la Bahía de San Francisco. "Joder, debería haberlo pensado mejor antes de traernos aquí tan cerca del agua, pero hemos tenido esta reserva durante meses y pensé que estaría bien--"

"Percy", lo interrumpió Annabeth, colocando una mano sobre la suya donde estaba apretada sobre la mesa. "Relájate. Probablemente estará bien. Veamos qué quiere, y pronto estará en camino". A pesar de sus tranquilas palabras, los labios carmesí de Annabeth se apretaron con fuerza; ella estaba tan molesta como él por la interrupción.

Preguntas surgieron sobre la identidad de quien hablaban, aunque en algunos semidioses como Percy, Annabeth, Nico y algunos otros, pensaban que debía tratarse de alguna deidad, ya que tenían la costumbre de aparecerse en los momentos menos oportunos

Aunque en el caso de Annabeth, también sentía molestia de que su contraparte que logro tener una relación con Percy, a diferencia de ella.

Estaban en un restaurante frente al mar en San Francisco que Percy había elegido para celebrar su quinto aniversario. Ambos se habían relajado desde su viaje de aniversario a París y ahora preferían pasar los cumpleaños y aniversarios con sus amigos y familiares. Sin embargo esta noche decidieron hacer algo especial. Incluso hace apenas dos años, la idea de que Percy viviría hasta los veintiuno, de que su relación duraría cinco años, era inconcebible. Incluso ahora que Percy lo había vivido, a veces todavía se despertaba esperando que su vida hubiera sido un sueño.

La molestia de Annabeth, se volvió enojo al escuchar que interrumpieron su aniversario, pero también envidia hacia su contraparte, ya que rápidamente se dio cuenta de que su el ojiverde y la ojigris en pantalla empezaron a salir a los 16 gracias a la narración. Otras féminas por su parte miraron con molestia a la Chase, siendo Reyna la principal, Percy se dio cuenta de la mirada de Reyna a Annabeth, pero fingió no darse cuenta.

El cielo nocturno sin nubes estaba iluminado por la luna brillante, su resplandor solo desafiado por el gris brillante de los ojos de Annabeth. Su cabello largo y rizado estaba recogido en un moño elegante con mechones dorados ligeros como una pluma que recorrían su rostro y cuello, y su vestido azul medianoche reflejaba la luz de las velas del restaurante como las olas ondulantes reflejaban la luz de la luna.

Si Triton pensó que interrumpiría esta cita sin consecuencias, entonces se esperaba otra cosa

—¿Tritón?— Rodas dijo el nombre de su hermano, confundida sobre que se él quien interrumpa la cita, mientras la pantalla cambiaba de escenario

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Contrariamente a sus habituales interacciones escasas y algo heladas, hace unos meses, después de un encuentro en el Océano Pacífico, la relación de Percy y Triton finalmente se descongeló.

Después de vivir en Nueva Roma durante unos años, Percy había decidido aceptar la oferta anual de besos en el culo del Senado para recompensarlo por su papel en la salvación de Nueva Roma y en la guerra con Gea. 

La forma en que fue narrado molesto a los romanos, que los miembros del senado presentes, que eran pocos, a Octavian y los que pensaban con él, mientras los demás la molestia fue mucho menor.

Anteriormente se había negado cada vez, razonando que obtendría matrícula universitaria y alquiler gratis, pero este año Annabeth lo había convencido de que esto no era nada en comparación con Nueva Roma, y ​​que todos los legionarios que cumplieron su mandato recibieron lo mismo. Todavía algo amargado por el bote destartalado de su viaje a Alaska, Percy había solicitado que se agregara un barco nuevo y de última generación a la Armada de Nueva Roma (el único barco en la Armada), con la condición de que él podía usarlo cuando quisiera.

Percy hizo una mueca de molestia al recordar el barco, Hazel y Frank sus propias al recordar las quejas de Percy durante su búsqueda, aunque hayan sido breves.

Con una madera resistente que brillaba con una nueva capa de barniz y velas talladas en la piel de dos dragones, el barco, recientemente bautizado como el Rencor de Neptuno , superaba al Queen Anne's Revenge en todos los sentidos. Navegar por el Océano Pacífico se había convertido en la nueva forma favorita de Percy de relajarse durante el fin de semana y sacaba a Annabeth de vez en cuando cuando le apetecía. Si bien nunca disfrutó tanto como Percy, su sonrisa indulgente mientras lo observaba correr por la cubierta explicando lo que hacía cada parte fue tan reconfortante para él como la brisa marina acariciando su rostro.

—Ustedes dos, un fin de semana, completamente solos en un barco— Rachel le dijo a sus amigos mientras les sonreía con picardía, y movía las cejas de manera sugestiva, Annabeth entendió de inmediato haciendo que fulmine a su amiga, mientras Percy tardo unos segundos en entender y después defenderse de que se equivocaba... nadie creyó

—Mejor date prisa— Hylla le susurro a su hermana

—¡Hylla!—

—Hazlo o serán la griega con quien negociemos— Kinzie se unió a su reúna en "alentar" a la pretora, quien le gruño

Un fin de semana nublado, Percy sacó el Spite of Neptune solo y se divirtió conduciendo el barco sobre olas rocosas y vientos turbulentos. Sin embargo, supo que algo andaba mal cuando el día meramente nublado se convirtió en una capa de nubes oscuras y amenazantes. El viento comenzó a aullar y las olas moderadas se volvieron gigantescas. El cambio fue tan abrupto que tuvo que ser obra de un dios.

—Kym— dijo Rodas, identificando las acciones de su hermana de inmediato, antes de notar que su esfera de agua se agitaba mucho más fuerte

Percy y otros notaron que hizo aparecer unos extraños frascos y empezó a revolver sus contenidos en uno solo.

Los romanos por su parte sentían su miedo aumentar ante lo que estaban viendo.

Con la intención de sobrellevarlo sin confrontación, Percy dirigió su barco hacia la Nueva Roma, tomando las velas y controlando el barco únicamente con sus poderes. Sin embargo, no pudo evitar las maldiciones que salieron de su boca cuando una tromba de agua tocó tierra justo en frente de él, demasiada coincidencia para ser otra cosa que deliberada.

"¡Oye!" Gritó Percy, alejando la nave del tornado por pura fuerza de voluntad. "¡¿Qué te pasa?!"

Los rastros de agua se disolvieron como cintas cortadas en el aire y la tromba se partió de adentro hacia afuera. En su lugar había una diosa de seis metros de altura, su piel resplandeciente se destacaba contra el océano en sombras. Su hermana, Kymopoleia.

Algunos romanos empezaron a rezar, otros a jurar nunca enojar a esa diosa, Jason por su parte sentía miedo creciendo ya que recordó lo que la diosa le dijo ante su templo y figuras de acción.

Percy miro a Rodas, para preguntar sobre como era Kym, ya que era a la que menos conocía, cuando noto que había terminado de revolver los frascos en uno solo y ahora esta realizando canticos en voz baja, así como una neblina que surgía de su mano y envolvía el frasco

Sus brillantes ojos se encontraron con los de él y sonrió, menos fría que cuando Percy la conoció por primera vez, pero no reconfortante en lo más mínimo.

"Hermano", la voz de Kymopoleia resonó como el romper de las olas contra las rocas. "No me dijiste que habías empezado a navegar"

"Pensé que te habrías dado cuenta", respondió Percy, deseando que su rostro se mantuviera seco por el rocío de agua, pero las gotas aún eran irritantes.

"¿Cuándo me habría dado cuenta?" Kym frunció el ceño con petulancia. De alguna manera, incluso su puchero se las arregló para parecer nítido. "No dijiste nada al respecto en nuestra última observación de tormentas".

Los romanos empezaron a ver con más respeto al Jackson, así como temor y cuestionamiento de su cordura, aunque los últimos dos también estaban dirigidos a la diosa en pantalla.

—Esa vigilancia de la tormenta terminó hace cuatro meses, Kym —explicó Percy, acostumbrado a la forma en que su hermana perdía el tiempo después de no haber interactuado con los mortales durante siglos.

Rodas se detuvo en lo que hacía, para preguntarse si debería arrastrar a sus hermanos para convivir más con los humanos como lo hacía ella, al ser una de las deidades que más interactúa con los mortales, sin acostarse con ellos.

"¿Ah, de verdad? Qué extraño", respondió Kym como si no hubiera hecho esto cada pocos meses durante los últimos cuatro años. "¡De todos modos, esta es una ocasión trascendental, Perseo!" Ella lanzó sus manos en el aire con alegría.

—Necesita salir más— dijo Thalía ante la actitud de Kym

—Sin duda... pero también es... riesgoso— dijo Rodas, antes de volver a su trabajo al ver que la esfera estaba agitándose aún más

"¿Y por qué es eso?" preguntó Percy, sospechando de sus motivos. Es posible que hayan comenzado a llevarse bien, pero ella era demasiado caótica para que su alegría fuera otra cosa que siniestra.

"¡Porque ahora podemos correr!"

"¿Correr?"

"¡Correr!" La sonrisa de Kym se acentuó. "Comenzaré una tormenta y tú intentarás dejarme atrás".

Los romanos palidecieron de inmediato, las amazonas sorprendidas, al igual que los griegos ante el... momento de unión familiar

"No creo--" comenzó Percy.

"¡Vamos!" Kym interrumpió y reformó la tromba marina para que lo persiguiera como un misil que apunta a un objetivo.

Maldiciendo, Percy no tuvo más remedio que dar la vuelta y huir. Abriéndose camino a través de olas del tamaño de su edificio de apartamentos, Percy alzó la voz por encima del aullido del viento.

Los romanos se empezaron a desmayar ante lo que veían, pero jurando nuevamente no hacer enojar enojar a las deidades del mar justo antes de desmayarse

"¡Solo voy al faro de la costa!"

Percy esperaba que el cacareo de Kym fuera que estaba de acuerdo.

La imagen se oscureció por un momento antes de dejar ver a un cansado Percy tirado en la cubierta 

Afortunadamente, unas horas más tarde, la tormenta se convirtió en un mero huracán de categoría 1 y Percy se derrumbó exhausto sobre la cubierta mientras sostenía el bote justo después del mencionado faro.

—¡¿Horas?!— exclamaron los que estaban consientes ante la narración 

Kym apareció en un chorro de agua y se posó delicadamente en la barandilla. "Buen trabajo hermanito. La próxima vez, no seré tan fácil contigo"

—¡¿Fácil?!— dijeron los romanos con voz ahogada, en cuanto Nico, Thalía, Malcolm y Annabeth que habían visto lo que Percy podía hacer con y sin la maldición de Aquiles, se preguntaban si la versión mayor que estaban viendo, se preguntaban cuanto lo hizo esforzarse Kymopoleia para dejarlo así de exhausto, cuestión que les hizo preguntar sobre que tan poderosa era la diosa marina

"¿La próxima vez?" Percy gimió.

"La próxima vez", afirmó Kym. Casi imperceptiblemente, su sonrisa se volvió quebradiza por la incertidumbre. "Fue divertido, ¿verdad?"

Suspirando, Percy se levantó para encontrarse con los ojos de Kym y sonrió "Sí, fue muy divertido".

"¡Pero!" Percy intervino apresuradamente antes de que pudiera desaparecer: "Solo podemos hacer esto una vez al mes como máximo".

Rodas se quejo por dentro, viendo que ante lo que podría ser el posible futuro de su hermano menor, debería asegurarse de que este bien entrenado y sepa usar su dones adecuadamente, conocer sus limites

"Aww, son tan pocos", se quejó Kym.

"No puedo hacer esto cada vez que nos vemos. me desgastaré. Después de todo, sigo siendo un 'mortal insignificante, débil y habitante de la tierra'".

Kym resopló, divertida por la imitación de su forma favorita de insultarlo.

"Pero aún puedes aparecer incluso si no estamos jugando", dijo Percy. Por extraño que parezca, fuera de Tyson, Kym era su hermano más cercano por parte de su padre y Percy no quería poner esa relación en peligro.

Varias miradas recibió el Jackson ante lo narrado sobre su contraparte, cuestionando su cordura, aunque en el caso de Annabeth, Nico, Reyna, Malcolm, Rachel, Thalía, también hubo suspiros de resignación y... derrota

"Hmm", su hermana fingió una mirada considerada, pero Percy sabía que estaría de acuerdo con él por la forma en que las olas bailaban alegremente alrededor del bote. "Supongo que eso es aceptable. ¡Hasta la próxima, Perseo!"

"¡Es Percy!" Su grito se perdió en la tormenta, no se escuchó mientras ella desaparecía. Aún más que cansado de su carrera con Kym, Percy se zambulló sin gracia en el agua de abajo. Tomaría solo una siesta rápida bajo el agua para recuperar su energía antes de navegar de regreso a la costa. Annabeth estaría preocupada por lo tarde que llegaba, pero Percy se aseguraría de enviarle un mensaje instantáneo antes de salir.

Rodas había terminado lo que hacia con el frasco antes de agitar ligeramente su mano y Kymopoleia salió disparada de la esfera de agua, aterrizando en el asiento que antes había ocupado

—¡¿Qué?!— exclamo confundida la diosa antes de voltearse para reclamarle a su hermana, solo para ver que arrojaba un liquido brillante hacía la esfera de agua

Se hundió bajo las violentas olas para yacer en el peso tranquilo del fondo del mar, abrumadoramente pesado pero un consuelo familiar para Percy después de todos estos años. El descanso de Percy fue interrumpido momentos después por una gran figura que se acercaba a través de una profunda corriente oceánica. Abrió los ojos y vio un rostro verde brillante que se cernía sobre él.

Kym frunció el rostro antes de mirar hacía la esfera molesta, concentrándose para ver lo que sucedía dentro, ante lo cual adquirió una mirada de estupefacción

"Tritón", dijo Percy sentándose. "¿Qué estás haciendo aquí?" ¿Qué fue este día de reunión de hermanos?

Triton solo frunció el ceño, mirándolo con confusión en lugar de su habitual desaprobación. "Kymopoleia estaba justo aquí".

La mencionada no reacciono ante su nombre, seguía igual de sorprendida ante lo que ocurria en la esfera

"¿Sí?" ¿Qué tenía eso que ver con nada?

"Te tendió una emboscada con una tormenta y te obligó a huir por ella". El tono monótono de la voz de Tritón puso los pelos de punta a Percy.

"Solo estábamos jugando", escupió Percy a la defensiva, a pesar de que la situación era más o menos exactamente como Triton la había descrito.

"Ella creó un remolino más grande que un pequeño pueblo frente a ti". El ceño de Tritón se profundizó. "Casi volcaste y tu barco casi fue aplastado".

Los romanos que aún estaban consientes sentían el temor volviendo a crecer al imaginarse en esa situación, en cuanto a Percy sentía las miradas de las amazonas, las cuales lo incomodaban de sobremanera

"Solo necesitará algunas reparaciones menores y estará como nueva". Fue el turno de Percy de fruncir el ceño a Triton, más irritado por el segundo en esta conversación. "Si estás tan preocupado por eso, ¿por qué nos detuviste en lugar de aparecer ahora?"

Las colas de Tritón se agitaron en el agua como un gato irritado.

"Estaba preocupado", dijo Triton, su mueca mostrando dientes afilados. "Creía que te estaba acosando. Pero parece que me equivoqué, y en realidad disfrutaste la ola de medusas que arrojó a tu cubierta".

—Tienes una extraña definición de diversión— dijo Malcolm desde su lugar, haciendo que se quejara el Jackson

No, Percy, de hecho, no disfrutó eso. Pero estaría condenado si se quejaba de Kym con Triton, no con lo que había oído sobre su relación con su familia. Estaba a punto de atacar a Tritón cuando se dio cuenta de que el dios parecía extrañamente nervioso, incluso cuando puso una fachada de irritación.

Más romanos se desmayaron al escuchar que el Jackson por poco ataca a un dios del mar.

Rodas por su parte, suspiro antes de sacudir a su hermana, sacándola de su estupefacción

"Estás nervioso", dijo Percy, sorprendiendo a un estremecimiento del dios. "¿Por qué estás nervioso?"

"¡No estoy nervioso!" Tritón protestó.

"No es por mí", reflexionó Percy, haciendo caso omiso de las palabras de Triton. Al principio había sido difícil determinar las características inhumanas de Tritón, pero ahora Percy estaba seguro; su hermano estaba ansioso por algo. Si no fuera por él...

"¿Esto es sobre Kym?" Tritón revoloteó hacia atrás, agitado por la acusación, e interrumpió una escuela cercana de pececillos.

La diosa mencionada mira hacia la pantalla con atención al escuchar su nombre, pero perdida ante lo que estaba pasando

"¡No! ¿Por qué se trata de Kymopoleia? Percy entrecerró los ojos, ahora incluso más enojado que antes, aunque por una razón diferente.

"¡Lo es!" Percy gritó, señalando con el dedo a Triton. "¡Todos ustedes son hipócritas!"

—¡PERCY!— le gritaron varios al mencionado

—Otro mundo—

—¡LO HARÍAS IGUAL!—

"¡¿Perdóneme?!" Ahora, luciendo más ofendido que nada, Triton le mostró los dientes a Percy.

"¡Me escuchaste!" Percy no se dejaría disuadir. "Todos ustedes van por ahí cometiendo actos de ira y destrucción por capricho, pero ¿por alguna razón Kym es la que es rechazada por actuar en su naturaleza?"

Kymopoleia estaba sorprendida de que su medio hermano la defendiera de su otro hermano, molesto de como la trataban

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