Él estaba asustado vio mis ojos mieles y mis orejas.

-¡Ayuda!-grito.

Lo tome de la mano y lo metí a mi casa.

-¿Me vas a comer? Eres una bruja, ¡Atrás!-dijo Arvin.

-¡Arvin tranquilízate!-dije.

-DIME QUE ERES-grito Arvin tratando de golpearme.

De un momento a otro trataba de tirarme, sin embargo los kumihos somos más ágiles, el solo gritaba y se asustaba.

Una vez que lo estampe contra la pared, lo callé con mi cola.

-Te contare todo pero a su debido tiempo-dije y use uno de mis orbes haciendo que olvidara el incidente dejándolo dormir en mi sala.

...

Apenas salían los pequeños rayos del sol, había dejado a Arvin en su cama.

Iba ya de regreso a casa cuando escuche la voz de Lenora.

-Hola Ahri-dijo tranquila.

-Hola Lenora- sonreí algo nerviosa.

-Arvin sigue dormido, pero si gustas pasar a desayunar...-dijo la linda Lenora hasta que la interrumpió una señora ya mayor.

-¿Quién es Lenora?-pregunto la señora.

-Es la amiga de Arvin vive en la cabaña de los La Bouff-dijo Lenora al mirar a la señora-Abuela ¿puede quedarse a desayunar?

-Ah claro-

Me sonrojé y entre con las 2 mujeres.

-Sabes llegaste en un buen momento Arvin cumple años hoy y le haremos un pequeño festejo-susurro Lenora.

-Ya veo, veré si le puedo traer algo para esta noche-dije.

En eso veo que Arvin, se despertó y camino a la cocina donde ya estábamos nosotros...

-Abuela soñé que una cobija súper suavecita me cubría-dijo Arvin, en eso me vio y se sonrojó.

-Hola Ahri-

-Ooooh se llama Ahri, que bello nombre y que bella muchacha-dijo la señora-Me llamo Emma Russell y dime ¿Vas a la iglesia?

-No no hace tiempo que no me fio de la iglesia, me asustan y en una ocasión me culpaban de brujería, cuando no la practicó-dije.

-¿Por qué? ¿Acaso su predicador hacia caza de brujas?-pregunto Leonora.

-N...n...no el fraile Frère Geraldus me azotó con una soga que tenía sus fibras calientes-dije al recordar eso, en eso Lenora me abrazo y me dijo.

-Dios ya perdono todos tus pecados Ahri, él te ha traído con vida aquí, puedes si quieres esperar afuera de la iglesia como hace Arvin-la mire tenía sus ojos llenos de lágrimas.

Negué.

-Estaré bien señorita Lenora-dije-debo retirarme iré a comprar unas cosas al pueblo.

-Te llevo-grito Arvin.

Me siguió hasta la puerta y lo mire.

-Solo déjame en la pastelería no tardare mucho-sonreí.

-Claro señorita-salimos y me llevo la pastelería.

Suspiraba triste extrañaba a mi amado Damon, el murió en 1535, en mis brazos, los mortales duran muy poco y él me dijo que me volvería a buscar en la otra vida.

-Estas muy pensativa Ahri-dijo Arvin.

-Lo siento recordaba a un ángel que ahora cuida de mi-suspire y lo mire a él.

Una vez que estaciono el auto me sonrío había cierta malicia en su sonrisa.

-Sabes presiento que tu emanas una energía muy fuerte-dijo Arvin.

-Mmmm no lo creo-dije, baje y compre unos pastelillos finos y caros.

-Wow eso es muy caro ¿Segura que puedes costear esos pasteles?-pregunto Arvin.

-Sí, no te preocupes-dije al pagar.

Salí de la pastelería junto con Arvin, cuando sentí una mano en mi trasero.

-¡Hey!-grite molesta.

Arvin gruño.

-¡Tommy Matson!-

-Mira primor,por qué una muñeca de porcelana como tú se acercaría a un monstruo de tierra como el-dijo el tal Tommy.

Me quite el guante y saque mis garras, para darle una cachetada rasgando su cara completamente, haciendo que me soltara.

-Él es educado y tu un sucio animal que merece que lo castiguen múltiples veces-dije.

Tome la mano de Arvin y lo lleve a su camioneta, entramos y lo mire.

-No necesito que me defiendas Arvin se cuidarme-dije.

-Pero...-dijo Arvin, pero lo interrumpí con un pastelillo frente a él.

-Feliz cumpleaños, Lenora me dijo que era tu cumpleaños, así que decidí darte este dulce detalle-dije.

El me miro, tomo mi mano y empezó a comer el pastelito. Pero de una forma muy lujuriosa.

Suspire al mirarlo así, una vez que lo terminó, tomo mi dedo que tenía un poco de betún y lo chupo de manera dulce y a la vez sensual.

Esta tensión sexual era más interesante que la que tenía con Damon...