¿Agarrar la pala? No no, soy más de hacer huelgas sin sentido (2).
El puto Wattpad me quita los guiones largos; lo siento. Si ven que las faltas de ortografía son mucho más evidentes y más comunes es por el teléfono nuevo. El hijo de puta tiene un teclado más grande, y los dedos no se me acostumbran. También, el autocorrector no está acostumbrado a los verbos conjugados y palabras más raras. Sin más dilación... Corre fanfic.
:_.
Sabemos ya que a Kanon no le fue de maravilla, mucho menos. Ahora es parte de la rebelión exótica de Sumire... pero no es sólo una historia de Kanon.
Keke también se 'murió' junto a la otra. Llegó, de igual forma, a la dimensión vacía custodiada de Leah. La diferencia con Kanon fue que no le dio tanta bola y, Leah, porque le salió de los huevos, la mandó al mismo Isekai, la misma ciudad, y al mismo punto espacio-temporal exacto.
Más o menos despertaría en un momento parecido al de Kanon. Ella no caería en el error de creer que está en un Isekai medieval.
—Dios... me duele la cabeza.—Decía echada en el piso. Su vista daba a parar al cielo. Dada la zona donde apareció, el rastro de infinitos rascacielos era nulo.—Esa mujer extraña sí que fue muy específica. ¿Qué haré para derrotar al gobierno neo-no sé cuánto?
—¡Hola, completa desconocida!—.De repente, una niña de la misma edad de Keke se asomó por encima suyo mientras seguía tirada en el suelo.—¿Hablabas acaso de derrotar al gobierno neo-progresista?
—Sí... ¿En qué lugar estamos? Soy nueva aquí.
—Estamos en el basurero.
—¡¿Estamos en Love Live?!—Preguntó con toda la ilusión del mundo.
—Gracias a Dios... no. Estás en el 2069.—Le ofreció una ayuda para levantarse, Keke le tomó el brazo y se puso de pie.—Tú, ¿Me podrías decir tu nombre?
—Keke, pero en el anime me dicen Kuku.
—Qué raros.—La jaló de la muñeca y comenzó a llevársela.—Mi nombre es Kinako y voy a sacarte de éste bodrio de lugar.—Le dijo tranquilamente. Cabe recalcar que el jalón no es nada fuerte.
—Kinako...—Reflexionó en silencio un rato.—Tu nombre es muy olvidable.
—Ni que lo digas.
—Tú cara lo mismo.
—Ya sé...—Comenzaba a enfadarse.
—Pero...—Kinako se ilusionó, ¿Sería que hablarán algo bien de su persona?—No. No tienes nada.
—Puede que no sea ni la más destacada, ni la más importante, ni la más teto...
Repitió "ni la más" durante tres minutos, realmente no era la gran cosa.
—Ni la más carismática... pero.
—¡¿Pero qué?!—Se hartó de escuchar mamada tras mamada.
—Me quiero a mí misma, y es lo que importa.
—Te vas a morir.—Antes de que la sangre corriese por el vertedero, Kinako dijo un comentario de valor.
—¡Espera, vengo a proponerte una cosa!
—¡Habla antes de que tomé el fierro de allí y te lo clave en la frente!—Reacción normal de un ser vivo que perdió 3 minutos de su vida.
—Tengo unas amigas un poco apartadas de la sociedad, y ya no soportamos que el gobierno de mierda diga que hace algo por el pueblo y se quedan en eso: Palabras. Ya que apareciste en el basurero, supongo que eres muy pobre.—Sonrió.—Ven, te encantará el ambiente.
Keke dudó seriamente si aceptar la idea. Sabe que su objetivo; meterse con gobiernos autoritarios jamás es buen negocio, lo sabe de antemano, mas sin embargo, un pequeño sentimiento rebelde se apoderó de sus ideas. En éste mundo tendría la oportunidad de hacer aquello que en su realidad se pinta como un suicidio. "¡Estoy muerta en mi vida ordinaria! ¿Qué más da?
Segura de sí, daría su veredicto.
—Bien, les ayudaré en su...—No sabe ni qué quieren hacer.—¿Su qué?
—Rebelión de Estado.
—¡Me tienen dentro!—Se excitó con la rebelión.—¡A visitar a tus amigas!
Es una pena que la alegría le durase tan poco.
Unos momentos después de silencio incómodo, Kinako guio a su nueva amiga a una casa nada fuera de lo común en el barrio donde dio a parar Keke.
—¿Es tu casa?
—No sólo mía. Hay unas camaradas que viven conmigo.
Le abrió la puerta y gentilmente la hizo pasar.
Su primera impresión se resume en un "vaya cochinero". No era la basura, sino el desorden generalizado del recinto. Normal, 3 mujeres en 2 cuartos y una cocina es sinónimo de desastre. Entonces, la sorpresa que se llevó tras ver una computadora de mínimo 800 dólares de su universo.
—¿Tienen semejante PC en una casa de 3 cuartos?
Esperó la respuesta de Kinako, mas no esperó que una tercera voz hiciera acto de presencia.
—No comí en una semana por ella. Más respeto a la máquina de Dios.—Habló la tercera voz detrás de una puerta con un tono incómodamente neutro.
—¿Quién es?
—Mi nombre...—Abrió la puerta.—es Shiki. Un placer.—Estrecharon sus manos.—Como soy capaz de apreciar, conociste a Kinako: la que siempre pasa desapercibida.
—¿Y tú no?—Se ofendió Kinako.
—A mí no me importa. Yo trabajo mis 8 horas diarias como ciudadana de bien... tú... no trabajas.
Todo le comenzó a encajar a Keke. Era de esperar el estado de la casa más aún viendo que solo una trabaja.
—Peleas aparte, Shiki, ¿Cuál es tu trabajo?
—Me desempeño como científica en un laboratorio un poco genocida por ahí en la sierra. Hago pruebas con prisioneros de guerra. Me pagan bien para vivir sola, solo que mantener a Kinako y a la otra procrastinadora es muy caro.
La nueva se exaltó, ¿Otra procrastinadora? Pobre Shiki, que se rompe la espalda para que sus fondos se pierdan en 2 parásitos.
—¡¿Otra procrastinadora?! Trabajaría con todo gusto, de no ser porque me corrieron del trabajo.—Se oyó una voz bajo el suelo. Luego, un trozo de piso se abrió, de donde salió la cuarta persona de la casa.—Oh, ¿Visitas?
Keke saludó extrañada.
—Ya conoces al equipo completo. Ahora la segunda fase: Ver las instalaciones de la rebelión.—Kinako se tiró de una al agujero que quedó en el piso, seguida de Mei y Shiki.
—Se equivocan.—Habló Shiko en mitad del camino a la base secreta secretísima—Hubo otra integrante que no llegaste a conocer, su nombre era Natsumi. Se retiró de la rebelión porque consiguió un trabajito con salario digno. Cada 2x3 manda un telegrama. Se le extraña.
"Cuánto lore indescifrable" pensó la protagonista del capítulo.
Al avanzar lo suficiente, llegaron a "la mesa redonda" —según Mei—donde habían múltiples planos de 'operaciones secretas'. Todas tomaron haciendo separadas por la misma distancia, dando así, un efecto dramático.
En el lugar, Kinako explicaría a Keke un poco de la sociedad en la que viven, dado que Keke explicó que viene de otro mundo; todas le creyeron. En cierto punto, llegarían a la parte de las curiosas 'líderes de la nación'.
—¿Dos niñas de quince años se llevan la nación al hombro? Surrealista a mi parecer.
—Al de todos. Ganaron únicamente porque dijeron que iban a acabar con la corrupción... Que mira, lograron acabarla... a cambio de instaurar una duocracia con tintes de gobierno mundial.—Contestó Shiki la lista. Seguiría Mei.
—El problema con éste tipo de gobiernos es cuando trata de la transición al poder, la mano dura se impone a la libertad del pueblo.
—Dices puras mamadas Mei. El gobierno nunca pensó en dar la transición. Actualmente hacen cualquier estupidez 'progresista' para contentar al sector poderoso del país, mientras las personas de bien: el pueblo, se muere de hambre.
—Kinako, jamás has tocado la pala, cállate un rato.
Antes de que comenzara algún tipo de pelea, intervino la china.
—Ya no importa. Sabiendo todo esto, ¿Qué sigue?
—Shiki quiere entrar y matar a las dos. Rápido y fácil: Son como nosotras. Una vez muertas, la vuelta a la democracia será cuestión de tiempo. ¡Ahora salgamos a acabar con esta mierda!
Salieron.
—Pss... Keke.
—Mande, Kinako.
—Olvidé mencionarlo. Está prohibido hablar en un lenguaje que no sea el inclusivo; está penado de muerte.
—¿Cómo no morimos en el basurero?
—Tuvimos mucha suerte. Yendo al grano, ahora tienes que hablar inclusivamente, amigue.
—Todo bien, camarade.—"Me voy a matar si tengo que hablar así por más de 20 minutos" dijo mentalmente.
En lo que salían del barrio pobre de "La Rebelión", personas más importantes para el régimen tenían una plática de amigas con una completa desconocida. Aclarar que la desconocida está amarrada a una silla.
—¿Hablarás... o te gustaría seguir siendo torturada por ambas?—Una vieja conocida tomó su turno para hablar.
—Prefiero morir antes que decir una sola palabra...Dijo la pobre alma en pene—hay que ser inclusivos😉—.
—Mia, no sabes torturar chicas. Me toca.—Podemos intuir de quién es el diálogo.—Ay... Natsumi, qué pene me das. Morirás en una silla, sin tu familie ni a nadie que le importes. ¿Qué opinas al respecto?
—Que morí luchando por el bien... y por mis seres queridos.
—Es una pérdida de tiempo, ya le voy e mater, Mia.—Deslumbró a Mia con su espada de medio metro. De un solo tajo decapitó a la piba de la silla.—Llama a una de les sirvientes a limpiar.—Envainó el sable europeo y salió caminando épicamente a su cuarto.
—Pese a no sacarle información de valor, ahora sabemos que hay una rebelión en nuestra contra. Se pone interesante la cosa...—Mia saldría por el otro lado.
._:
Si pensaban que le daría minutos a Natsumi están bien tontos, de por sí ya es complicado hallar diálogos para Shiki, Mei y Kinako (personajes que a nadie les importa).
Capítulo corto —tan pequeño como la calidad del spin off de Yoshiko—. ¿Ustedes sabían que sacarán un Metroidvania de Yoshiko y sus amiguitas? Yo me enteré el otro domingo (13/8/23).
Adiós y hasta pronto :D
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