Capítulo 72 |Escape Final.


Rashta pidió a Arian con ojos llenos de lágrimas,

—El Barón Lant... Llama al Barón Lant. Por favor, ¡date prisa!

Arian dudo algunos segundos pero finalmente salió, minutos después el varón Lant ingreso.

—Tengo miedo. Tengo miedo, Barón Lant. Todos me culpan de sus propios errores. Exageran mis errores para tratar de salvarse. A este paso definitivamente me condenarán a muerte. No quiero morir. ¡No quiero morir! Por favor, ¡ayúdame a escapar!

El Barón Lant levantó las manos torpemente con una expresión complicada.

—No puedo ayudarte del todo, pero... te ayudaré a salir de la capital.

—¡Gracias! ¡Muchas Gracias!


—Debemos salir de aquí de inmediato.

—Pero los caballeros me impiden salir del Palacio del Oeste.

—Puedo distraer a los caballeros por un tiempo. No es fácil hacerlo muchas veces, pero una sola vez es suficiente para tener éxito, así que date prisa y toma todo tu dinero.

A Rashta no le quedaba mucho dinero. Esto debido a que cuando les pidió a los Vizcondes Isqua que se fueran de este lugar, les dio la mayoría de las joyas que tenía porque se sintió apenada.
Nunca tuvo acceso directo a los fondos de los que disponía la emperatriz, así que no podía utilizarlos.

—Espera unos minutos.

Aun así, Rashta comenzó a buscar en cada centímetro de la habitación. En un sitio donde no tendría conexiones, identidad ni parientes, lo único que podía ayudarla era el dinero. Así que decidió tomar todo lo que pudiera ser usado como dinero.

—Me adelantaré para hacer los preparativos...

El Barón Lant recordó el carruaje que había preparado para Rashta hace unos días, confirmó su reloj y dijo.

—En 30 minutos haré que los caballeros abandonen sus puestos en la puerta principal del Palacio del Oeste. Sal por ahí, dirígete al corredor y sigue en línea recta.

—De acuerdo.

—Vístete como lo harías normalmente hasta llegar a la puerta principal del Palacio del Oeste. Una vez afuera, ponte inmediatamente una capa para cubrir tu ropa y tu cara.

El Barón Lant salió de la habitación después de que le dio algunas explicaciones. Rashta todavía se movía afanosamente por la habitación, recogiendo joyas y objetos de valor. Al mismo tiempo, no se olvidaba de comprobar la hora.

Rashta dejó la habitación cuando faltaban 15 minutos. Consideró que sería mejor irse antes que quedarse sin tiempo.

Sin embargo, cuando pasó por el salón se encontró con Arian, que parecía estar esperándola. Rashta se detuvo sorprendida.

—¿No dijiste que... que ibas a lavar la ropa?"

Rashta tartamudeó y examinó a Arian. La expresión de Arian era firme, no su habitual expresión obediente e indiferente.

En cuanto Rashta vio esa expresión, supuso que Arian había tomado una decisión importante.

—Es evidente que quiere delatarme.

Rashta miró amenazadoramente a Arian mientras su rostro palidecía.

Arian le aconsejó como si estuviera preocupada.

—Su Majestad, huir solo empeoraría su situación. En vez de huir, es mejor enfrentarse a las acusaciones.

Pero a Rashta, estas palabras le sonaron falsas.

Incluso cuando las sirvientas dejaron de obedecerla, Arian, la más experimentada de las sirvientas, no las disuadió.

Si no hubiera sido por el artículo sobre que sustituía a sus sirvientas con demasiada frecuencia, Rashta habría asignado inmediatamente a Arian a otro lugar o simplemente la habría despedido.

Le resultaba sorprendente que ahora hablara así.

—Su Majestad, si ha hecho algo malo, debe pagar el precio, y si no es así, debe defenderse. Huir no es lo correcto.

Rashta sacó cautelosamente la daga que traía escondida y la sujetó con fuerza detrás de su espalda.

—Arian... muchas gracias.

Luego se acercó lentamente a Arian con lágrimas en los ojos.

En cuanto Rashta salió del Palacio del Oeste, se puso la capa holgada que había preparado de antemano y ocultó su rostro con la capucha.

Una vez que entró en el corredor cercano a la entrada del Palacio del Oeste, la luz del sol sobre su cabeza fue bloqueada y los alrededores se volvieron silenciosos en un instante.
Mientras caminaba en línea recta a un paso rápido, vio un pequeño carruaje estacionado al final del corredor.

—Por aquí.

El Barón Lant la llamó en voz baja desde el interior del carruaje. Rashta corrió rápidamente, abrió la puerta del carruaje y se sentó para recuperar el aliento.

Le temblaban las manos. La sensación de atravesar la carne aún permanecía en sus dedos.

—¿Su Majestad?

—¿Si? ¿Sí?

—Desprende un olor a sangre, ¿se encuentra bien?

—Me descubrieron de camino aquí, así que tuve una pequeña pelea...

Cuando Rashta habló con los labios temblorosos, el Barón Lant no hizo más preguntas. En cambio, quitó la cubierta del asiento de enfrente.

Rashta observó las acciones del Barón Lant mientras todo su cuerpo temblaba con los brazos envueltos alrededor suyo. En medio de esto, sintió un poco de curiosidad sobre por qué había quitado la cubierta del asiento.

—Su Majestad. Por favor, entre aquí.

—¿Aquí?

Cuando Rashta preguntó sorprendida, el Barón Lant respondió con un rápido "sí".


















Sovieshu se detuvo al final de la escalera de la torre. Ahí había una sólida puerta de hierro.

Sovieshu, que se acercó a la puerta, tocó en vez de abrirla.
Poco después, la puerta se abrió desde dentro y salió una mujer.
Era Delise.

—Su Majestad.

Ella lo saludó cortésmente, se veía delgada y demacrada. Aunque no parecía enferma, habló con la boca entrecerrada de forma poco natural.

—Sufriste mucho.

Sovieshu habló a Delise con voz compasiva. Luego hizo una señal a uno de los caballeros.

Al recibir la señal, el caballero extendió rápidamente la bolsa que sostenía a Delise.

—Esto es...

Delise se sobresaltó cuando tomó la bolsa y revisó su interior. Estaba llena de brillantes monedas de oro.
Cuando miró a Sovieshu con los ojos bien abiertos, él asintió,

—Ya no podrá hacerte daño. Llévate eso a casa.

Delise vaciló por un momento.

—Sí... Sí...

Pero pronto, Delise apretó la bolsa entre sus manos y se inclinó en agradecimiento con una expresión compleja.

—Gracias. Por salvarme. Por esconderme.

Delise descendió por la torre junto a Sovieshu con pasos tambaleantes.
Una vez afuera, Sovieshu trató de hacer que un caballero la acompañara, pero sacudió sus manos repetidamente y se marchó sola.

Mientras permanecía en la torre, incluso cuando daba un paseo por los alrededores al anochecer, un caballero de Sovieshu siempre estaba a su lado para protegerla.

Aunque estaba agradecida, también se sentía agobiada. Parecía querer estar sola para disfrutar de su libertad.
Sovieshu observó la espalda de Delise mientras se alejaba y ordenó a un caballero en voz baja,

—Asegúrate de que vuelva a casa a salvo, síguela desde la distancia para no molestarla... eso le hubiera gustado a Evely.

—Sí, Su Majestad.

El caballero, que a menudo tenía la tarea de escoltar a Delise, asintió y la siguió discretamente.

Una vez que los dos se alejaron por completo, Sovieshu volvió a su oficina.













































¿Cuánto tiempo he estado así? Su cuerpo dolía con cada golpeteo que daba el carruaje.

—¿Ya salimos de la capital?

El Barón Lant le informó en voz baja,

—Sí, hemos salido de la capital. Estamos a mitad de camino de nuestro destino. Puedes estar tranquila.

Rashta suspiró aliviada. Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas y mojaron el piso del carruaje.

—Cuando lleguemos al próximo pueblo, me aseguraré de encontrar un cochero que lleve a Su Majestad a otro país y volveré enseguida. Si permanezco demasiado tiempo fuera de mi puesto, levantaré sospechas.

Rashta se acurrucó aún más y agradeció al Barón Lant varias veces.

En ese momento, se oyó un repentino traqueteo y el carruaje se detuvo bruscamente.

—¿Qué está pasando?

Rashta se quedó en silencio con los ojos bien abiertos. Pero los latidos de su corazón eran tan fuertes que no podía oír lo que ocurría afuera. Aunque parezca absurdo, así es como se sentía Rashta.

Lentamente, las voces circundantes se volvieron claras. El nombre del 'Barón Lant' y el nombre del 'Duque Tuania' salieron a relucir en medio de la multitud de voces.

Sin embargo, había demasiado alboroto afuera como para quedarse en el carruaje.

—¡He dicho que no hay nadie dentro!

—¿No hay nadie? ¿Quieres decir que puedo atravesar todo el carruaje con una lanza?

—¡No puedes tocar el carruaje de otra persona sin su permiso!

—¿Desde cuándo se volvió tan ingenuo, Barón Lant? ¿Eh?

—¡No puedes hacerlo! ¡No puedes hacerlo!

—Te pagaré por el carruaje. ¡Soldados, atraviesen todo el carruaje con sus lanzas!

—¡Entendido!

Rashta trató nerviosamente de salir del espacio estrecho con ambas manos, pero seguía resbalándose.
Le temblaban las manos... entró en pánico.

En ese momento, la afilada punta de una lanza atravesó la parte superior del asiento con un sonido chirriante.

—¡Aaah!

Rashta gritó aterrorizada. No hubo la más mínima piedad en la lanza que atravesó el carruaje.

Tan pronto como esa lanza atravesara la parte inferior del asiento, estaba segura de que sería apuñalada.

Sin tiempo para calmar su asombro, varias lanzas atravesaron el carruaje desde diferentes direcciones con una fuerza similar.

—¡Sáquenme! ¡Sáquenme! ¡Hay alguien dentro! ¡Sáquenme!

Rashta gritó aterrorizada. Tan pronto como lo hizo, las lanzas que atravesaban el carruaje se detuvieron.

Rashta lloraba con la cara cubierta de lágrimas. Su cabeza estaba hecha un lío, no podía ni pensar en lo extraño que había sido que atravesaran el carruaje con sus lanzas, en vez de inspeccionar primero el interior del mismo.
Poco después, la puerta se abrió con un estruendo y varias manos grandes la sacaron del interior del asiento.
Cuando Rashta vio la situación afuera, todo su cuerpo se estremeció.
Soldados la rodeaban por todos lados.
El Barón Lant se encontraba tendido en el suelo. Por la forma en que se retorcía, parecía haber sido golpeado mientras intentaba detener a los soldados.

Pero el más llamativo de todos fue el Duque Tuania con una sonrisa cruel en su rostro.

—Perdí a mi esposa por tu culpa. He estado esperando el día en que pudiera vengarme desde que descubrí lo que hiciste, Rashta.

Rashta se puso pálida y retrocedió tambaleándose.

—Déjame ir... ¡Déjame ir!







































































1/2 ¿Quieren doble capitulo?

Estoy tan emocionada con terminar jajaja cuando termine estaré triste 😭😅


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