Capítulo 7


Navier ordenó que les trajeran el té mientras Misuk la miraba dar vueltas de un lado a otro, su rostro era serio pero Misuk sabía que por dentro Navier  decía mucho.

—Cuenteme lo que pasó princesa.

—Emperatriz, fui a tomar el té con su hermano -Navier la miro sorprendida— si regreso y nos encontramos en el pueblo y me invito a tomar el té -Murmuró y Navier asintió.— cuando regrese me quede en el jardín viendo las flores y Lady Rashta apareció y comenzó a reclamar me sobre las cartas.

—No debiste echarte la culpa.

—Usted y Heinley son mis amigos, no iba a dejar que estuvieran en chismes tontos -negó— así que le dije que dejará de decirme que había mentido y que se disculpara, luego le dije que la acusaria con el emperador y finalmente me dijo que si yo venía a ser su amante y luego me golpeo - bufo— un día esa mujer les traerá un problema grave.

—Lo se...

—En fin, si algo así sucede de nuevo la dejare sin brazo -Laura al fondo le grito un si.

—Alteza -llamo Navier —¿esta mi hermano bien? -Misuk se sonrojo y asintió.

















Jae-sang miro con enojo a Misuk, la marca de la mano de Rashta estaba en su mejilla y ni el maquillaje se lo quitaría.

—Ya lo dije yo - Mackenna se adelanto— la princesa me dará un infarto un día.

—¿Solo yo? -dijo ella.

—Bueno y Heinley- dijo de nuevo.

—Eso fue peligroso, ¿y si ese tonto no te creía? -Heinley la miro.

—¿Elgy esta aquí? - Mackenna asintió— bien, esto será divetido -los tres la vieron.

—Misuk ten cuidado con lo que haces, tengo miedo de que salgas herida - Heinley se acercó y la abrazo— eres mi hermana pequeña.

—Jae-sang esta celoso -dijo Mackenna

—Jamás.
























Misuk siguió hablando con Circe mientras esperaba a Navier, Heinley estaba al otro lado hablando con otro de los invitados y el duque Kaufman estaba solo, se alejo de Circe y se acercó al moreno con una sonrisa.

—¿Seguirá haciendo esto incómodo? -el duque negó y vieron bajar a Navier— acérquese a ella - penso y se alejo.

Finalmente Rashta no había ido al banquete y el ambiente aún que era algo serio no se sentía pesado. Gracias a los dioses, pensó la princesa y pronto un guardia se acercó a Sovieshu y se lo llevó.

—Ahora que lo pienso, el vizconde Lotteshu debía de aparecer ahora - penso y miro su copa — Debo de vigilarlo.

Pasado el problema de Rashta y Lotteshu, Misuk se dirigió a la habitación de Navier, su mente trataba de recordar que seguía luego de aquello, pero solo recordaba a Sovieshu siendo un completo imbécil con Navier.

—Un gran emperador, pero un muy mal esposo -susurro- maldito  -entro y se acercó a Laura— ¿la emperatriz?

—Aún no regresa Alteza, puede esperarla -Misuk asintió y suspiro pesado.

Todo ese asunto de Rashta, Lotteshu, Sovieshu y prontamente Kosair era cansado, debía de proteger a Kosair de Rashta, debía de evitar que este intentará envenenarla, debí de apresurar a Elgy con los asuntos de Rashta y debía de presenciar el divorcio.

Luego de que Navier se divorcie y se vaya deberá de hundir a Rashta lo más que pueda y sobre todo, deberá de evitar que se suicide.

—¿Pero qué hago? -penso, no sabía quién le había dado el veneno, tenía que dejar a Sovieshu hundido también, sabía que perdía la memoria y luego se retiraba, sabía que buscaban a Glorym.

Pero ella debía de darle otro final a ese mal esposo.

—¿Que hago? - susurro tocando su cabeza, Navier ingreso a sus aposentos y miro a Misuk, ambos se dieron una corta sonrisa y pudo ver los ojos triste de Navier.

¡Maldito Sovieshu y Maldita Rashta!- apretó los puños y pudo ver como Artina le llevaba gusanos a Navier.

—¿Para que es eso? -dijo Misuk y al escuchar Reina soltó un jadeo de sorpresa— Reina, disculpe, pero Reina no come insectos -nego Misuk— lo conozco desde que era un pollo y se que eso no le gusta - pobre Heinley, si veía aquello capaz y se desmaya.

—¿Entonces que puedo darle?

—Mmm ¿fruta? - Navier la miro y asintió.




















Luego de despedirse de Navier, Misuk se dirigió a la habitación de Heinley, había escuchado los rumores que decían que ella y Heinley pasaban las noches juntos y pudo jurar que aquello fue dicho por Rashta.

—Mackenna-llamo al peliazul— necesito un favor.

—No -nego repetidas veces — no hagas esos ojos - Misuk hizo aparecer sus colas e hizo un puchero.— No.

—Mackenna bebé  -tomo sus manos— llévale una carta a mi mejor amiga,por favor - Mackenna negó de nuevo pero los ojos brillantes de Misuk lo ablandaron— Mackenna te daré lo que quieras.

—Alteza, siempre me promete eso.

—¿Y no te lo doy?

—Bueno si, ¿qué quiere enviar? Nature queda lejos.

—Una carta para Eunha, ella forma para de mi plan  - Mackenna asintió.

—¿Que planeas exactamente? Tu y Heinley tienen unos planes tan extraños y destructivos.

—Bueno, me hice amiga de la emperatriz, y verla sufrir no es lindo, ¿qué pensarías si tu padre engaña a tu madre y la trata tan mal a como Sovieshu hace con Navier?

—Querría venganza.

—Exacto, se que esos dos idiotas acabaran mal y pienso verlo en primera fila - Mackenna asintió— ahora dame la patita -hizo voz aguda y Mackenna rodo los ojos, se transformó y se acercó al brazo de Misuk— que lindo eres Mackenna  -acarició su cabeza y le ato la carta— Suerte -se acercó a la ventana y lo dejó salir.

—Misuk -dijo Heinley—¿a donde lo enviaste?

—A Nature, ¿terminó tu visita? - el rubio asintió — Reina pensaba darte lombrices  - Heinley se puso pálido— agradeceme las frutas.

—Por suerte estabas ahí -suspiro— ese idiota volvió a insultarla.

—Paciencia Hein -tomo asiento— pronto vendrá la caballería.

—No me digas -Misuk asintió— Eunha hará un papel importante, Elgy el otro, los tres seremos su ruina, tu ocúpate de Reina y hazla feliz.

—No se como agaredecerte esto.

—Si sabes Heinley.

—Hacer feliz a Reina - Misuk asintió — ¿y tu?

—Yo también seré feliz  -sonrió.











































Pobre Mackenna, no tiene descanso jajaja

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