Capitulo 63|Favor y culpa
Ji-eun paso el perfume por la nariz de Evely, la joven trató de regresar la comida cuando las náuseas aumentaron, estaba pálida y sus manos temblaban.
—Deberías de decirle a su majestad - comento Ji-eun, Evely suspiro.
—No, no digan nada - negó —el tiene muchos problemas ahora, no quiero agregar uno más - Ga-eun asintió y la recosto.
Rashta había salido para verificar que su padre callera en una trampa que ella misma le había tendido, pero sus planess fueron por otro rumbo, alguien más se había llevado a su padre.
¿Qué sucedió? ¿Quién se llevó a mi padre? ¿Fue Su Majestad?’
Mientras reflexionaba, vislumbró un rayo de esperanza.
Sí. ¡Debe ser obra de Su Majestad! Definitivamente está interviniendo por mi bien y el de la princesa. A pesar de que su relación con la Emperatriz Navier en el baile de máscaras ya era distante, el Emperador Sovieshu se puso de su lado cuando asistió con un vestido casi idéntico. Porque ella era la Emperatriz. Incluso ahora que nuestra relación se volvió fría, siendo esta una situación crítica, naturalmente se pondrá de mi lado. Porque ahora Rashta es la Emperatriz.
Misuk dejó ir al ave y centro su atención en su esposo, Kosair la miraba fijamente y eso la ponía nerviosa.
—¿Qué? -toco sus mejillas.
—Nada - es solto una risa — solo me gustas.
—Lo se -se acercó a el y lo beso, Kosair la sentó en sus piernas y recosto la cabeza en su hombro. —¿Todo listo?
—Todo esta listo mi amor - Misuk asintió y beso nuevamente los labios de su esposo.
Ga-eun entró a los aposentos de Elgy y cerró las ventanas para hablar tranquilamente, el Duque la miro con una enorme sonrisa y la acercó un poco a el.
—Te extrañe -mencionó el recortando su cabeza en su hombro, Ga-eun acaricio ligeramente su mejilla.
—Yo también pero ahora no pueden vernos juntos - el asintió —Todo esta listo, solo debes hacer lo que se te pide.
—Bien, entonces no vengas por aquí en un tiempo, esa mujer ha hecho cosas muy graves y no quiero que te veas involucrada en nada - Ga-eun asintió y beso la mano de Elgy.
Cuando Rashta aceptó participar en la prueba de paternidad, las sospechas que se habían extendido como pólvora disminuyeron gradualmente y comenzaron a desvanecerse.
La gente creía que había una razón por la que Rashta se mostraba tan segura.
Por supuesto, aunque se demostrara que la princesa es hija del emperador, la imagen inocente de Rashta quedó completamente destruida porque había ocultado su pasado. Aun así, el rumor de que ‘la princesa no fuera una princesa’ era tan escandaloso que esto parecía relativamente enterrado.
No sólo los nobles, sino también los plebeyos prestaron atención a la prueba de paternidad. Sin embargo, contrariamente a las expectativas de todos, la prueba de paternidad se retrasó un poco.
Pronto sería el cumpleaños del Emperador Heinley e independientemente del resultado de la prueba, habría confusión durante un tiempo.
Si la familia imperial fuera a un lugar lleno de invitados distinguidos hecha un desastre, se convertiría en el hazmerreír, así que sería mejor acabar con este asunto vergonzoso después de que el evento extranjero terminara.
Fue un gran alivio para los Vizcondes Isqua. Ahora que tenían algo de tiempo, no necesitaban irse como si estuvieran huyendo.
Se quedarían el tiempo apropiado, y posteriormente se marcharían alegando un motivo razonable antes de que se realizara la prueba de paternidad.
Este tiempo también fue valioso y útil para Rashta.
Ella visitó al Duque Elgy a pesar de saber los comentarios absurdos que surgirían de nuevo.
Tenía algo muy importante que pedirle. Salvo el Duque Elgy, no tenía a nadie más a quien confiar esta tarea.
—¿Señorita Rashta?
El Duque Elgy levantó una ceja, como si estuviera sorprendido por la visita de Rashta.
—Pensé que no me visitarías por un tiempo.
—He venido a pedirte un favor.
Al escuchar esto, el Duque Elgy preguntó con una sonrisa sin mostrar ningún indicio de molestia.
—¿De qué se trata? Siendo una petición de Rashta, haré lo que sea necesario.
Rashta miró al duque con ojos temblorosos y abrió la boca con dificultad.
—Por favor… secuestra al hijo de Alan.
—¿Te refieres a tu primer hijo?
—¡Él no es hijo de Rashta! El hijo de Rashta está muerto. Pero su espíritu se aferra a la princesa y a Rashta. Si ese niño sigue aquí, estaremos perdidas.
El Duque Elgy miró a Rashta inexpresivamente por un momento, luego sonrió y preguntó,
—¿Qué quieres que haga después de secuestrarlo? ¿Quieres que lo mate?
Rashta sacudió la cabeza apresuradamente.
—No, eso no.
—¿Entonces qué?
—Déjalo en un hogar… un hogar que anhele un bebé. No en el Imperio Oriental. En un país lejano…
—¿Tengo que ir a un país lejano? -El Duque Elgy frunció el ceño ligeramente.
—Esta vez es una petición complicada.
—Haré lo que sea a cambio…
—Pero Rashta, ni siquiera me has dado el puerto que me prometiste. No te presionaré para que me pagues todo el dinero que te he prestado ni los muchos otros favores, ya que lo hice por amistad. Pero lo del puerto me decepcionó un poco.
Rashta se mordió el labio inferior nerviosamente.
—Definitivamente, definitivamente te lo daré. Pero como el Duque sabe, Rashta no está en condiciones de dar algo tan valioso ahora mismo.
—Lo sé, pero me preocupa un poco que Rashta sólo me utilice, y luego me deseche en cuanto ya no sea útil.
—¡Eso nunca sucederá!
—Yo también quiero creerlo, pero siempre hay personas que engañan.
El Duque Elgy asintió, se acercó a Rashta con una sonrisa diabólica y preguntó.
—Entonces, ¿podrías asegurarme por escrito que me entregarás el puerto cuando la situación se calme?
Sovieshu dejo de leer uno de sus documentos y miró al marquez Karl, traía un enviado del Imperio Occidental que traía una carta enviada por el emperador Heinley.
Después de leer la carta, su expresión se volvió aún peor.
¿Los Vizcondes Isqua intentaron hacer daño a Evely a través de uno de los enviados?
Era una deshonra para el Imperio Oriental que un enviado hiciera esto.
Además, Evely era la reina y estaba embarazada de su hijo.
— … Por lo que hizo pudo incluso ser castigado por el Imperio Occidental. Sin embargo, ¿no es uno de los enviados que vino a representar al Imperio Oriental? Si el enviado es castigado unilateralmente por el Imperio Occidental, podría afectar la imagen del Emperador Sovieshu, así que dejaré este asunto en manos del Imperio Oriental.
La carta enviada por Heinley desprendía burla en cada palabra.
El tema del atentado contra la reina era serio, pero incluso el se burlaba en momentos como ese.
Enfatizó que el culpable era un enviado del Imperio Oriental con la única intención de burlarse
La carta disfrazada de consideración era insultante. La única parte verdadera de esta carta fue la nota final.
— Por cierto, no es necesario tener compasión.
Tenía ganas de hacer añicos esta carta burlona y nefasta. Pero Sovieshu apretó los dientes para suprimir el impulso y ordenó llamar inmediatamente a los Vizcondes Isqua.
Los Vizcondes Isqua fueron traídos sin saber la razón. Antes de que pudieran saludar apropiadamente, Sovieshu preguntó con una voz grave y fría,
—¿Rashta les ordenó hacerlo?
—De qué está hablando…
—¿Rashta les ordenó hacer daño a Evely?
Ante la pregunta directa de Sovieshu, los Vizcondes Isqua exclamaron desconcertados.
—De ninguna manera.
—No sé de qué está hablando de repente, Su Majestad.
—Nosotros no le hicimos daño a esa chica, ni la Emperatriz dio tal orden.
Sovieshu se sentó cómodamente en un gran sillón, hablando sarcásticamente con una voz pausada, pero espeluznante.
—¿Será que el Emperador del Imperio Occidental está mintiendo para perjudicar a un par de nobles caídos que ni siquiera conoce?
La sangre se drenó de los rostros de los Vizcondes Isqua.
—El Emperador del Imperio Occidental descubrió que ustedes ordenaron destruir el carruaje de la delegación y lo denunció. Les repito, el Emperador del Imperio Occidental.
—Su Majestad…
—¡Evely es la reina! No esa chica, la reina, lleva a mi hijo en su vientre, incluso pueden ser ejecutados por eso. -enfatizo con molestia —Eso significa que por culpa de ustedes, que no son del Imperio Oriental, nuestro imperio fue objeto de burla por parte del imperio Occidental.
La ira contenida se filtraba en cada palabra de Sovieshu. Aunque la pareja se estremeció, se negó a responder. Sovieshu se levantó del sillón y se rió
—Bueno, no sirvió de nada preguntarles. No tengo otra alternativa que interrogar al culpable para averiguarlo.
Fue entonces cuando el Vizconde Isqua llamó urgentemente a Sovieshu para detenerlo, “¡Su Majestad!”
Sovieshu no volvió a sentarse en el sillón, sino que se quedó mirando a la pareja con frialdad. Parecía decir, ‘Si tienen algo que decir, díganlo. Ya decidiré después si creerles’.
La Vizcondesa Isqua confesó a regañadientes después de reflexionar,
—Fuimos nosotros, Su Majestad. Pero no teníamos intención de deshonrar al Imperio Oriental ni de hacer daño a nadie.
El Vizconde Isqua continuó rápidamente.
—Es cierto. Sólo intentábamos asustar a la Señorita Evely para que no volviera al Palacio Imperial.
Esto, por sí solo, era suficientemente grave, pero no tanto como ‘el delito de atreverse a tocar las posesiones del Emperador y dar al Imperio Occidental una razón para ridiculizar al Imperio Oriental’.
Aunque circulaban muchos rumores de que se trataba de la concubina del emperador, Evely en realidad no era una concubina oficial, sino una plebeya sin antecedentes. Los nobles no solían ser castigados por intimidar de esta manera a los plebeyos.
—Mienten hasta el final.
Pero Sovieshu no creyó en las palabras de la pareja.
La pareja procedía del mismo país que el Duque Elgy, que era un invitado problemático cuyo comportamiento resultaba sospechoso.
Ahora que Sovieshu y Rashta se habían peleado, no había forma de que Sovieshu creyera en las palabras de la pareja.
—Olvídenlo. Tendré que preguntárselo directamente al culpable.
Sovieshu los observó detenidamente, habló con frialdad, se acercó a la mesa, tocó la campana y ordenó.
—¡Traigan al hombre que el Emperador Heinley dice que es el culpable!
Al cabo de un rato, un funcionario con las manos atadas a la espalda fue arrastrado al salón por dos caballeros.
Los Vizcondes Isqua se horrorizaron al ver cómo sujetaban al funcionario de forma humillante.
Pero cuando el funcionario detenido testificó ante el Emperador Sovieshu que los Vizcondes Isqua lo convencieron para hacer daño a Evely destruyendo el carruaje, sus ojos se agrandaron y se sobresaltaron,
—¡Eso no es cierto!
—¡Te dijimos que asustaras a la reina Evely, no que destruyeras el carruaje ni nada de eso! -parecían realmente disgustados.
Sin embargo, el funcionario también se sorprendió tanto ante las palabras de los Vizcondes Isqua que gritó desesperado, olvidando que estaba frente al Emperador.
Los gritos de las tres personas hicieron que la silenciosa habitación se volviera bulliciosa.
Sovieshu se presionó las sienes con fuerza.
Se los dejaré fácil, si quieren ver el capitulo de la prueba de paternidad lo más pronto posible (hoy o mañana) deben de ayudarme a llegar a 1k en mi último video de tiktok (o los dos ultimos) más que todo en vistas.
Ya se le viene el fin del mundo a Rashta, sorpresas se vienen.
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