Capítulo 35 |Boda de Rashta|
Los días previos a la boda eran mero protocolo, fiestas de té, reuniones con los nobles y cosas que Misuk prefirió ignorar, su objetivo estaba en divertirse el día de la boda.
—Lo malo de esto es que durará dos semanas - dijo Cheol tirándose al sofá, Misuk lo miro mal.
—El sábado será la boda, luego de eso la fiesta y una semana llena de felicitación a la mujer esa -suspiro ella.
—Princesa, ya llegó la reina... -Hana no termino de decir aquello cuando Misuk ya estaba en la puerta, del otro lado estaban Navier y Heinley los cuales la recibieron con los brazo abierto.
—Te extrañe reina -dijo Misuk en sus brazos, Navier soltó una pequeña risa.
—Si yo también te extrañe Misuk -dijo Heinley fingiendo enfado, Misuk se lanzó a sus brazos. -¿Y el?
—Oh, el es el emperador del imperio de Yiang -dijo y Cheol se levanto para saludarlos.
—Misuk ha hablado mucho de ustedes - Heinley alzó una ceja.
—No lo veas así, ya me negué a el -dijo soltando una risa, Cheol fingió secarse una lágrima.
—Qué grosera -dijo y Misuk los invito a sentarse.
—¿Cómo les ha ido?
—Estamos muy bien -dijo Navier - ¿a ti? Te extrañamos mucho.
—Luego de quedarme un tiempo regrese a casa y me encontré con mi familia y con Cheol -dijo - y finalmente regrese a este lugar.
—Veo que nada ha cambiado contigo -dijo Heinley - ¿ya hablaste con mi cuñado? -ella negó.
—Se que lo esta haciendo bien - Navier asintió - pero me ire con ustedes para verlo -dijo.
—Eres bienvenida siempre, sabes que no necesitas pedir permiso -dijo Heinley.
—Ahora si siento envidia -dijo Cheol cerrando nuevamente los ojos.
—Oh, ahora que recuerdo -sonrió- Debes llevar un vestido no tan glamuroso -Navier la miro extraño - Yo se lo que te digo, de solo pensarlo me suelto a reír.
—¿Que sabes? -dijo curioso Heinley.
—La amante le dio un collar maldito y ella se las arreglo para devolver se lo -dijo Cheol, Misuk le lanzó una almohada.
—¿En donde consiguió eso? -dijo Navier.
—Solo debo decir que todo lo que hacen se devuelve, ya veras el final de esto -dijo Misuk.
Misuk camino al lado de Navier y de Cheol, los cuatro habían salido a dar una vuelta por el hermoso jardín del palacio, los cuatros iban hablando animadamente cuando una quinta persona se apareció para arruinar el ambiente.
—Veo que están disfrutando - Misuk suspiro sin que la vieran - ¿puedo hablar con ellas?.
—Lo siento majestad, pero mi esposa no puede estar a solas con otro hombre -dijo Heinley.
—Lo mismo digo, la princesa no puede estar a solas con el novio de otra mujer -dijo Cheol pegándose a Misuk - además tenemos que visitar a alguien -tomó su brazo con delicadeza y camino.
Sovieshu los vio irse a todos y sintió la rabia subir por su cuerpo, Navier no se iba a quedar sola con otro hombre, ella era su esposa.
Al pensar en ello Sovieshu tocó su cabeza y negó, ya no lo era, estaba mal.
—¿A donde irán? -dijo Navier.
—A visitar a mis suegros -dijo alzando sus cejas de forma divertida, Navier solto una risa.
—Supongo que podemos ir todos -dijo Heinley emocionado y las damas de Navier se acercaron.
—Laura, Condesa Jubert -sonrió la princesa y ambas la saludaron - es bueno verlas.
—Lo mismo decimos princesa -sonrieron las dos.
—Misuk, ellas son mis demás damas, Rose y Mastas - Misuk sonrió nuevamente pero su sonrisa se borro de inmediato, al ver a aquella chica que llevaba una lanza en su espalda recordó a la única mujer que se había mencionado al lado de Kosair.
Mastas era el nombre de aquella chica que estaba perdidamente enamorada de Kosair y que posiblemente podía llegar a ser su rival.
—Un gusto - dijo de forma amable y regreso su vista a Navier.
Aquella sensación la seguiría hasta ver nuevamente a su amado.
Finalmente llegó el día de la boda. Desde la mañana el ajetreo y el bullicio se hizo evidente.
Aunque estaba en el Palacio del Sur, el alboroto era igual.
Durante el día se llevaría a cabo la boda y el desfile. Por la noche la recepción de boda, los dos eventos que más le emocionaban estaban casi a la hora.
Debido a la apretada agenda y a la afluencia de invitados distinguidos de diversos países, todo el mundo parecía estar atareado preparándose.
Yo también empecé a prepararme desde temprano en la mañana, Hana al ser solo ella su única dama tenia el tiempo sumamente medido y corto.
—La odio -dijo Hana peinando su cabello - Debió traer a Lila.
—Me amas Hana, tienes ese aumento ganado - Los ojos de la dama brillaron y siguo con prisa su trabajo.
Finalmente luego de dos horas de preparación, Misuk terminó de preparase y se dirigió hacia el salón salón donde Cheol la esperaba, ahí estaban también Navier y Heinley junto a las damas de la primera.
—Es un buen día para liberar dopamina -dijo Misuk con evidente alegría, todos la vieron raro.
El salón de bodas estaba espléndidamente decorado, se notaba el esfuerzo de Sovieshu en todas partes.
Vivir aquello era mejor que leerlo, la adrenalina en en cuerpo estaba al máximo, deseaba ver el tan anhelado vestido, según le había dicho Ga-eun el vestido era hermoso, o lo era hasta que ella decidió decorarlo en exceso.
Me senté junto a Cheol y los próximos emperadores de Occidente en los asientos reservados para los invitados distinguidos, esperando que la boda se celebrara rápidamente.
Después de media hora, sonó la gran campana de plata colgada al frente del salón de bodas.
Entonces, el Sumo Sacerdote salió por una pequeña puerta junto a la plataforma.
Parecía más cansado que el día del divorcio, como si estuviera disgustado por las repetidas visitas al Imperio Oriental.
El salón quedó completamente en silencio cuando el sumo sacerdote salió.
Él desplegó el pergamino que sostenía y recitó, "Que entren los novios."
Entonces, la campana pequeña junto a la campana de plata sonó, seguidamente la 'Puerta del Novio' y la 'Puerta de la Novia' se abrieron simultáneamente.
Las dos puertas estaban en direcciones opuestas, los novios entrarían por caminos separados, los cuales se unirían en el medio para formar un único camino.
Esta era una formalidad que simbolizaba que los novios, quienes habían recorrido senderos distintos, ahora recorrerían el mismo sendero a través del matrimonio.
Sovieshu, que salió de la puerta del novio, se veía tan bien como siempre. Un hombre apuesto, imponente y digno.
—Ni pareciera el pendejo de siempre -dijo para ella misma.
Incluso en una situación absurda, se veía muy elegante. Estaba mirando fijamente a Rashta, sin voltear a mirarnos ni por un segundo.
—De aquí no veo bien, debe de estarse aguantando las ganas de llorar de la vergüenza -dijo muy bajo para que solo la escuchara Cheol. -Es muy hermosa, no lo niego, pero debo reírme de esto.
Sin embargo, en el momento que Rashta cruzó su camino y se puso al lado de Sovieshu. Su vestido, que había sido cubierto por las sillas e invitados, se reveló por completo.
—Un árbol de navidad -dijo Misuk muy bajo, Cheol mordió sus labios para no reír a carcajadas pero era imposible, había gente atrás riéndose de ella.
Al mirar de nuevo a Sovieshu, sus ojos se veían diferentes a los de hace un instante.
No era una expresión de felicidad para recibir a la novia. Era una expresión ligeramente enfadada con su mandíbula tensa.
Sovieshu no miró a Rashta emocionado, sino perplejo. Si el diseñador estuviera frente a él en este momento, probablemente le estaría reclamando por vestir a Rashta así.
Se podían escuchar risas tenues por todas partes. Los nobles arrogantes parecían burlarse del vestido de Rashta.
Rose también murmuró en voz baja.
—No puedo creer que esté usando algo tan cómico con esa cara. ¿Ella tenía originalmente ese tipo de gusto, Su Majestad?.
Misuk quiso contestarle pero si abría la boca posiblemente soltaría a reír.
Rashta siempre vestía de blanco o colores pasteles, parecía una encantadora flor silvestre, entre todas las flores extravagantes.
—Mira su cara - dijo Cheol y Misuk miro a Rashta, sonreía alegremente sin percatarse de que todos se reían de su vestido.
En medio de esta situación absurda, Rashta y Sovieshu caminaron juntos y se detuvieron frente al Sumo Sacerdote.
En ese momento, el Sumo Sacerdote preguntó mientras abría el libro sagrado.
—¿Acepta Sovieshu Vikt, Emperador del Imperio Oriental, casarse con Rashta Isqua?
—Acepto.
—¿Acepta Rashta Isqua casarse con el Emperador del Imperio Oriental, Sovieshu Vikt?
—Acepto.
—Firmen aquí.
Después de que Rashta y Sovieshu firmaron el acta de matrimonio, el Sumo Sacerdote guardó el papel dentro del libro sagrado, proclamando el nacimiento de una nueva pareja de emperadores en el Imperio Oriental.
Los presentes aplaudieron, y Sovieshu se dio la vuelta, mostrando una suave sonrisa. A pesar de que su vestido era ridículo, la sonrisa de Rashta era más brillante que nunca.
Los dos se veían muy contentos. Parecía una escena de cuento de hadas, si no fuera por ese hermoso vestido que estaba horriblemente decorado.
Dicen que menos es más.
Finalmente la boda de Rashta y Tontechu llegó.
El vestido fue completamente decorado por mi, la edición o vista previa completa están en mi instagram (publicaré el vestido con los detalles extras que agregue y sin detalles) queen
Hice un video alusivo para este momento, esta en mi tiktok QueenCleopatragraphics1 (dejen sus users para seguirlos)
Espero les haya encantado el vestido, me tomé mis horas para encontrar un vestido similar al vestido que usa en la novela (aún que no tengamos una vista completa de el) y también un poco al vestido del weebtoon (realmente no tiene nada de ese ya que a mi gusto no estaba lindo en nada y el de la novela si)
Comenten que tal les pareció el capítulo para tener el siguiente pronto.
Detalles del vestido (con mayor calidad en instagram)
Capítulo 36 sobre la boda en detalle será publicado en seis días o antes dependiendo como me vaya en esta semana.
Sin más que decir gracias.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top