Al siguiente día Misuk ingreso a la mansión Trovi en la cual los actuales duque la recibieron cariñosamente, una vez saludó a ambos se dirigió a la habitación del mayor el cual la miro con seriedad, Misuk lo abrazo y se quedaron así por algunos minutos.

—No quiero que te vayas -susurro bajo— pero es tu deber.

—Regresaré lo prometo -besa sus manos— en cambio, cuídate y hazle caso a mis hombres.

—¿Que quieres decir?

—Luego sabrás  -le sonrió— prometo que nos volveremos a ver.

—Suena como una despedida.

—No lo es -susurro —solo un hasta pronto.

—Misuk...

—Kosair  -nego ella y lo beso —Te lo prometo.

—Bien - ella lo abrazo nuevamente— pero promete que no saldrás lastimada.

—Lo prometo - ella lo beso nuevamente  y entre caricias Misuk perdió la noción del tiempo.

Rashta miró a ambos nobles con emoción, la princesa era un obstáculo en su camino y pronto desaparecería de él.

—¿Entonces se irá? - Rashta sonrió feliz, Ga-eun asintió viendo como el estado de ánimo de la peli plateada cambiaba repentinamente, una aura pesada se sintió pero la joven jamás dijo nada.

—Mira que oportunidad tienes, el emperador solo tendrá ojos para ti y tu bebé - dijo Elgy llevando la copa a sus labios, Rashta asintió nuevamente.

—Qué felicidad, deberíamos de brindar -dijo Ga-eun llamando a una de las damas de Rashta.

Mientras Rashta celebraba Sovieshu miraba la carta del emperador de Nature con tristeza, la joven tan pronto como llegó se volvió una pequeña parte de su luz y aunque sabía que no podía tenerla quería que ella estuviera a su lado.

Pero convertirla en su concubina solo sería un mal para su pequeña flor.

—Si no fueras la heredera... -recordó que su hermano no podía tener el trono y que ella algún día debía de tomarlo.— pero no dejó de sentirme vacío.

Recordó cada una de las facciones de la menor, el como sus ojos se cerraban al reír o de su escandalosa risa cuando alguien decía algo gracioso, tenía unos sentimientos extraños pero no sabía que eran.

Al regresar al palacio en la entrada la esperaba Sovieshu, este al verla sonrió feliz y le tendió la mano para ayudarla a bajar, la joven suspiro pesadamente y tomó su mano aceptando la ayuda, el peli negro la acompaño en su camina por el jardín y luego la llevó hasta su residencia en donde él emperador se puso cómodo.

Misuk quiso suspirar nuevamente pero se detuvo y se sentó lejos de él, acepto la taza y lo mira una vez se sentó, saco una caja pequeña y se la tendió a ella, Misuk la acepto a regañadientes y la abrió lentamente, un hermoso prendedor de piedras rojas y con forma de fénix se encontraba dentro, Misuk cerro la caja y miro a Sovieshu con mala cara.

—¿No te gusto?

—Majestad, ya hablamos de esto, no aceptare sus regalos, su amante es muy problemática.

—Este es mi regalo para desearle suerte, una guerra es algo delicado y de todo corazón deseo que la princesa regrese con bien -dijo tomando asiento a su lado, Misuk asintió y no le quedó de otra que aceptarlo, Sovieshu tomó sus manos y las acarició con una sonrisa en el rostro — Misuk, sabes lo que siento por ti... -ella alzó su mano y negó.

—Majestad deje de decir lo mismo una y otra vez, usted no tiene sentimientos ni por su esposa, ni por su amante y menos por mi -se puso de pié— y desde ahora le digo que tengo pareja y nos amamos, basta ya de sus tonterías -dejó la taza en la mesa y salió rápidamente.

Los días en el imperio de Oriente para Misuk fueron algo duro pero tratables, pero una guerra para ella era algo nuevo, debía de ir y enfrentar algo completamente nuevo y ahora no solo era ella... tenía un imperio que proteger.

En su anterior vida Eunji jamás pasó por algo como esto.

—Pero si actue en una serie de guerra -susurro para si misma y busco su cuaderno, comenzó a escribir lo poco que recordó de ellas, utilizar estrategias que había aprendido para un drama no era lo mejor, pero si buscaba los lados razonables de eso podría llegar a una buena estrategia con su gente.

—Hora de dormir -dijo Hana del otro lado— ha pasado horas ahí, pronto amanecera, prometió pasar con la emperatriz mañana -Misuk cerro el cuaderno y asintió.

Rashta miró todos los objetos con determinación, la vizcondeza Verdi la miro a lejos con curiosidad, no sabía lo que la joven concubina hacia y no le importaba mucho.

—¿Se decidió ya? -Rashta asintió y señaló el más llamativo.

—Envuelvelo muy bien y que se vea muy costoso y llamativo -aplaudió tomando asiento.

—¿A quién se lo enviará? -dijo la mujer con mucho interés, Rashta sonrió y negó.

—Dile a la princesa que tomaré el té con ella -la mujer asintió dudosa y salió rápidamente.

Misuk paso el día previo de su partida junto a Navier, ambas disfrutaban de la compañía de la otra y se extrañarían cuando se alejaran, pero Misuk sabía que pronto Navier tendría a su compañero predestinado.

—¿Iras a ver a mi hermano?- Misuk sonrió grandemente y asintió —¿Ya son pareja?

—Si

—Entonces te empezaré a llamar hermana - Misuk se lanzó a sus brazos causando impresión a Navier.

—Eso me haría muy feliz - sonrió la menor — Hermana.

—Eso me gusta -dijo Navier acariciando sus manos— te tengo un regalo -Laura de acercó con una caja alargada, Navier saco una espada con un hermoso grabado y mango de oro —Esta es para ti... pensé en darte un regalo más apropiado pero pensé que esta espada te protegería, espero no vayas al campo de batalla, pero espero que esta espada te proteja, fue echa especialmente para ti, su mando de oro y su grabado fue pensado en ti, tiene el nombre de la futura emperatriz de Nature y mi adorada hermana menor - Misuk la miro con ojos llorosos y la abrazo con cariño.

—Muchas gracias Navier... eres mi más preciada amiga y ahora eres mi hermana -susurro abrazándola nuevamente.

Al llegar a su habitación Misuk coloco cuidadosamente la espada en su cama, la admiro por largo rato hasta que su paz se vio interrumpida por la concubina de hermoso rostro, Misuk soltó un suspiro cansado y se giro a verla.

—Me enteré de que se irá -la traviesa sonrisa de Rahsta la irritó— es una lastima... Rashta queria charlar por más tiempo con la princesa.

—Es una pena -suspiro—¿Ha venido a despedirse?

—Dejemos las despedidas para mañana, le he traído un obsequio de despedida  -Misuk asintió y tomó la caja entre sus manos — espero le guste princesa y espero regrese viva...

Misuk alzó una ceja ante lo dicho y abrió la caja, los ojos de Misuk saltaron de par en par y sus manos temblaron con violencia, su tez se coloco pálida y su respiración se detuvo. Rashta quién miraba a Misuk fijamente soltó una traviesa risa y acarició su vientre con delicadeza.

—¿¡Que significa esto!? -dijo Misuk alzando la voz

La hermosa piedra azul-marino brillo aun más una vez que los ojos de Misuk la vieron nuevamente, aquella piedra significaba una muy mala premisa de el futuro.

No sabía cómo la había conseguido Rashta y menos quería confirmar que ella sabía su significado, pero aquella piedra, mejor dicho aquel collar significaba la muerte para ella.

El Diamante Hope (también conocido como Diamante Azul o Piedra maldita y Diamante de la esperanza)

Con el paso del tiempo, se ha vuelto legendario por la supuesta maldición que alcanza a sus respectivos poseedores. Numerosos rumores señalan que es el culpable de las desgracias que les ocurrieron a cada uno de sus dueños.

El 10 de noviembre de 1958, fue donado al Museo Nacional de Historia Natural de la Institución Smithsoniana por el joyero estadounidense Harry Winston, quien lo envió, en un sobre de papel de estraza, por medio del servicio postal nacional. A partir de entonces, forma parte de la colección nacional de gemas del museo. En el año 2005, el instituto publicó los resultados de una extensa investigación donde señala que, originalmente, el diamante había formado parte de la colección de joyas de la Corona de Francia hasta que fue robado, en 1792, cuando el "Tesoro Nacional" (Garde Meuble, en su término original) fue tomado por alborotadores que hurtaron algunas importantes joyas de la colección. Además, concluye que se obtuvo como resultado del corte de la joya Royal French Blue, llevado a cabo después de la desaparición de la misma.

En el siguiente Capítulo hablare de la maldición y sobre lo que significa para Misuk.

el regalo de Navier.