Al bajar del carruaje Misuk observó todo el lugar, era simplemente hermoso, pero todo el caos que se formaba aquí lo hacía ver simple.

Ambos ingresaron luego de ser anunciados, Misuk visibilizo a lo lejos a la emperatriz Navier y soltó un ruido de impresión.

—¿Es hermosa verdad? -Heinley le susurró y ella asintió con Euforia.

—Emperatriz Navier, es un honor conocerla -Misuk hizo una corta reverencia y le regalo una enorme sonrisa.

—Princesa Misuk -Navier le dio una corta sonrisa y miro a Heinley.

Ambos intercambiaron algunas palabras y luego Misuk fue llevada al otro lado en donde Sovieshu esperaba para el saludo.

—Emperador -Misuk fingió una dulsa sonrisa y lo miro directo a los ojos.

Era hermoso —pensó Misuk pero aquello se veía bloqueado por su horrible forma de ser con Navier.

—Espero su estancia aquí sea de su agrado.

—Lo será  -comento ella con una sonrisa brillante.

Salió del lugar luego de saludar a los demás invitados y se unió a Heinley y a Mckenna para ir a su habitación.

—¿Pasan a tomar el té?

—No es correcto -comento la dama que les había indicado sus dormitorios.

—Crecimos juntos -dijo Heinley entrando al dormitorio junto a Mckenna.

—No es correcto -imitó a la dama Misuk causando risa en ambos hombres—¿Reina? - Heinley soltó una corta risa y Mckenna les lanzó una mirada.

—No lo sabe -dijo el rubio con una risa. —¿Que planeas hacer?

—Planeo divertirme.

—Diversión paga ti es caos -  Mckenna soltó con pereza.

—Exactamente mi ave azul - Misuk sonrió— Planeo dejar mi huella y acabar con algunas ratas - Heinley la miro sin entender. —Luego sabrán, por ahora mantengan un perfil bajo.

Al siguente día Misuk decidió salir de dar un paseo para despejar su mente, su dama asignada la llevó al palacio en donde recidia la emperatriz pues ella tenía permiso para poder dar un paseo en los hermosos jardines.

Se quedo admirando una hermosas flores rojas, le recordaban a su marca de nacimiento y sonrió inconscientemente.

—Oiga ¿Que hace aquí? - Misuk cerró los ojos con molestia.

Esa voz, la voz causante de muchas desgracias en aquel imperio.

Aquel encuentro fue más rápido de lo que esperaba.

—¿Disculpa? - Misuk la molestaría un poco.

—Rashta te hizo una pregunta - Misuk rodo los ojos internamente y puso cara de confusión.

Rashta la observó más de cerca y su mirada viajo hacia su frente.

—Lo siento, es que soy nueva - Rashta  fingió ser amable.

—Si quieres Rashta te enseñara el lugar - Misuk quiso decirle que no, pero acepto para poder sacarla de sus casillas.

—Bien Lady Rashta, me presento formalmente, soy Park Misuk princesa del imperio de Nature - Rashta la miro con los ojos bien abiertos y un brillo paso por sus ojos.

—Nunca había visto una princesa de verdad - Misuk asintió con cansancio.

—¿Tú quien eres?

—Oh, Rashta es la concubina de su majestad el emperador  - Misuk asintió— Rashta no tiene amigos... todos me ignoran.

Y yo también lo haré —Pensó y le dio una rápida mirada.

—Bien Lady Rashta, debo.... -la voz de Rashta la interrumpió, la vio correr hacia el emperador. Su vista viajo a todos lados menos a ellos, la vista simplemente era terrible.

—Princesa - Sovieshu le dio una sonrisa la cual Rashta no paso desapercibido.

—Majestad -sonrió ella. Rashta los miro a ambos y quiso hablar pero se colgó del brazo de Sovieshu para llamar su padre. —Bueno los dejos, no debo dejar esperando a la Emperatriz mi amiga -miro a Rashta y paso por en medio de ambos.

No había mentido después de todo, la emperatriz había enviado una invitación para tomar el té junto a ella a primera hora.

—Majestad  -sonrio Misuk con alegría, Navier la invito a sentarse.

—¿Le gustó el jardín? Tengo entendido que en su país la naturaleza es bien apreciada y cuidada  - Misuk asintió.

—Tiene un jardín muy hermosa, le he traído un regalo - Navier la miro.

—No era necesario -ella negó.

— Si lo es, ahora que abriremos relaciones comerciales quiero hacerme amiga de su majestad, como futura emperatriz quiero seguir su ejemplo  - sabía que aquello le dolería un poco a Navier pero ella tenía razón, Navier era una estupenda emperatriz.

—Muchas gracias alteza, será mejor que yo -Misuk negó.

—Esta es una caja de los deseos, en mi cultura cuando una persona se siente perdida y cree que ya no hay esperanzas, escribe su deseo más anhelado y lo guarda en la caja y con el tiempo aquello que deseo será cumplido  - Misuk saco la caja, esta estaba finamente decorado con una enorme joya en forma de pluma de ave fénix, la misma que ella poseía en su frente.

—Este es un regalo muy hermoso Alteza -Navier le regalo una sonrisa sincera. — Yo no prepare nada

—Su amistad es suficiente majestad, de todo corazón deseo que sea feliz.

—Supongo que lo sabe ya -Misuk asintió.

—Tuve la mala suerte de encontrarla en el jardín, pretendía mostrarme todo como si fuera suyo - Navier suspiro cansada — y creo que cree que somos amigas, yo solo poseo amigos distinguidos y verdaderos  - Misuk soltó con rudeza, Laura al fondo soltó un grito de alegría y estuvo de acuerdo con ella.

—Bueno, espero verte seguido, eres una compañía agradable Misuk -la menor sonrió feliz.— y tienes permiso para andar por aquí, el jardín es tuyo durante tu estadía aquí.

—¿La puedo hacer mi emperatriz? -todas soltaron a reír y un golpe en la ventana las hizo voltear. Era Heinley —Me retiro majestad  -Navier se despidió de ella y dejo entrar al ave.

Segundo capítulo listo.