Capítulo 12


Misuk terminó de escribir la carta y miro a Mackenna con diversión, el peliazul soltó un largo suspiro se dio la vuelta avergonzado.

—Ya Kenna querido -solto una carcajada— ya te vi todo antes.

—¡Antes! -se sonrojo más y Misuk siguió riendo. —Ahora tienes novio.

—Aún no lo es.

—¿Es decir que pronto?- la miro.

—Cállate, ¿cuando te creció el trasero?

—¡Princesa! -se sonrojo más— Heinley estará triste por que las dos no irán.

—Lo se, pero aquí pronto habrá un escándalo y debo de presenciarlo.

—Te gusta el chisme.

—No es mi culpa que la información venga a mi.

—Pero si la escuchas  -ambos rieron.

—Ya puedes irte trasero lindo -Mackenna se sonrojo más.

—¡Princesa! - se sonrojo más y se transformó, Misuk le ato la carta a la pata y le dio una nalgada antes de dejarlo ir.

—Ve con cuidado Mackenna -murmuro tomando asiento y se toco la cabeza.

—Uh, si sir Kosair la viera se moriría -dijo Hana.

—¿Viste todo? -solto a reír Misuk y ella asintió.— Lo se, pero aun no me pide ser algo de él -se cruzo de brazos— y Mackenna es como mi hermano, ¿Tú me shippearias con Jae-sang? 

—Pero sir Jae-sang lleva su sangre y Mackenna no.

—No te preocupes Hana, algún día veras a tu Príncipe azul desnudo - Hana se quejo por lo dicho y salió corriendo.














Misuk tomo asiento junto a Navier y se llevó la tasa a su boca, las damas de compañía de Navier se sentaron al rededor y siguieron su platica con normalidad.

El tema del duque de Tuania y la duquesa de Tuania llegó rápidamente hacia ellos, Misuk observó todo con atención, sabía que pronto la noticia de el bebé de Rashta vendría y luego de eso el tan esperado divorcio.

—¿Tú que piensas Misuk?

—Yo pienso que ella hizo algo, pero no me importa mucho, Reina me debe una cena - se cruzo de brazos, Navier sonrió y asintió.

—Laura, prepara una deliciosa cena para mañana - Misuk aplaudió emocionada y luego dio por terminada la platica.

Al caer la noche se despojo de sus ropas y se transformó, llevaba tiempo sin hacerlo y aquello se sentía tan bien, miro a todos lados y se dejó caer por la ventana, corrió por todo el jardín riendo y jugando corrió por todo el lugar.

Aquella noche era tan hermosa a simple vista, pero adentro de el palacio donde estaba Rashta se llevaba acabo un altercado.

—Ojalá te hubieran herido de verdad -se dejó caer en el sofá que usaba Navier en su jardín especial— pero no todo es bueno.

Al siguiente día Misuk vio salir a Sovieshu de los aposentos de Navier, ambos se detuvieron y se vieron por unos momentos hasta que el se acercó a ella y tomó sus manos.

Misuk quiso soltarlas rápidamente pero las dejó ahí en espera a lo que el le diría.

—Tendré un bebé con Rashta  - Misuk no se movió —¿no dirás nada?

—¿Que quiere que diga? No puedo felicitarlo por que mis principios no me dejan -nego— y menos siendo la emperatriz mi amiga, es más, ni me alegra por usted majestad -se soltó— mi abuela los hubiera matado ya -siguio su camino dejando a Sovieshu con la palabra en la boca.

El pelinegro la miro irse y apretó sus puños con enojo.

—Seguro esta celosa -cambio su expresión por una sonrisa — Debo invitarla a salir nuevamente  -siguio caminando.



















—Navi -susurro Misuk entrando a su habitación, Reina estaba abrazando a Navier  con tristeza, ambos odiaban verla así.

—Pasa -fingio una sonrisa y Misuk negó.

—Me debe una cena -tomo sus mano— Reina regresa con tu amo, yo me haré cargo de ella - le guiño un ojo y Heinley la miro mal.

Ambas caminaron hasta el jardín en donde Misuk preparo una mesa con comida y bebidas, ambas platicaron sobre su niñez y de cómo había sido llevar el peso de la corona encima.

—Lo bueno es que tengo a reina para que me de consejos.

—Misuk lo hace bien sin mis consejos.

—Pero quiero ser como Reina  -exclamó haciendo una mueca graciosa, Navier solto a reír y asintió feliz o al menos eso era lo que aparentaba.










Los días pasaron y con ello las noticias sobre el golpe que le dio el gran duque a Sovieshu y la despedida de la duquesa a Navier, Misuk siguió viendo a Navier los días posteriores para no dejarla sola  y pata darle apoyo con lo de Rashta.

Ga-eun pasaba sus días apoyando a Rashta y ayudando a Elgy a ganarse más la confianza de Rashta, ambos hacían una dupla magnífica y sabían que Rashta caería en sus manos rápidamente.

—Rashta, siempre se organiza una fiesta por el embarazo de la amante -comento Ga-eun— ojalá sea tan grande como tu suerte  - Rashta sonrió alegre.

—Rashta tendrá la mejor fiesta -aseguro— pero Rashta tiene problemas.

—¿Es por el Vizconde? - ella asintió— solo dale lo que pide Rashta, por el momento el te está ayudando -tomo sus manos— cuando ya no nos sea útil nos deshaceremos de el y de su familia.

—Bien, confío en ti.

—¿No te preocupa que pase con tu bebé? - Rashta la miro fijamente— Bien, no preocupes tu cabecita con eso, nosotros nos haremos cargo - aseguro poniéndose de pié, pues aquellas eran las horas en las que Sovieshu pasaba con ella.

Al salir Ga-eun encontró a Elgy recargado en su puerta, ambos se dirigieron hacia el palacio donde los invitados se quedaban y se detuvieron en la entrada.

—¿Que sigue ahora? - ambos se dieron una mirada.

—Bueno duque -sonrió la menor— todo sigue igual, debo seguir siendo su amiga más intima.

—¿Y serás mi amiga más intima? -se acerco a su rostro, Ga-eun soltó una risa y se alejo.

—Tal vez el tiempo lo diga, ahora siga siendo el amigo íntimo de Rashta -le cerró la puerta en la cara y ambos rieron.
































Ya pero, vieron que cerca estamos de el divorcio?

Solo diré que los rumores serán fuertes en el siguiente capítulo.

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