Hoy es el primer día del resto de tu vida

—

Eunji dejo su café en su mano izquierda y con la derecha comenzó a leer la revista de chismes, ella pensaba que era tan gracioso ver que en cada artículo saliera un nuevo pretendiente en su vida.

Al parecer todos creían que ella salía con cada co- estrella con la que participaba en cada drama.

Eunji sabía que todo era falso, su último novio lo tuvo cuando tenía veintitrés, ahora tenía veintisiete y estaba felizmente comprometida con la actuación.

Siguió riendo con cada artículo que no se percato que a su alrededor todos corrían despavoridos, una bala cruzo su pecho y un dolor intenso se hizo presente.

Eunji miro sus manos empapadas en sangre y como todos gritaban sin parar a su alrededor, pudo jurar que pasaron horas, pero eran minutos altamente torturadores para ella.

Una ambulancia la llevo hasta un hospital y en su camino recordó todo lo bueno que había pasado en su vida.

Recuerdos.

—Y el ganador es... ¡Yo Eunji! -la pelinegra miro sorprendida a todos y se puso de pié para recibir su premio.

Aquél era entregado a la nueva promesa de la actuación, era su primer papel y sólo había aparecido en una temporada como la amiga de la protagonista.

Aquél papel le había abierto las puertas del mundo artístico.

Yo Eunji era la actriz mejor pagada de Corea, la más solicitada y la más elogiada por el público.

Había aprendido a muy temprana edad, inglés, chino y Japonés, había ganado una beca en una de las mejores universidades de actuación y había aprovechado casa logró con inteligencia.

Presente.

Había vivido la vida que había soñado y ahora se rendía a la muerte con sus metas ya cumplidas.

Un diecinueve de Agosto de dos mil veinte fallecía Yo Eunji, dejando luto y dolor en el mundo artístico de Corea.

Pero una vez cerró los ojos los volvió a abrir por una molesta luz que daba directo a su cara.

—Yo Eunji, veintisiete años, la mejor actriz hasta ahora - dijo una voz gruesa, la joven alzó la vista y mira a todos lados dudosa.

—¿Dónde estoy?

—Bienvenida al cielo Eunji -ella soltó una corta risa y negó— no lo creas, he revisado tu historial y solo experimentaste alegrías y victorias, ¿qué hay del amor?

—¿Quién eres? ¿En qué hospital estoy? -la voz soltó una risa y dejo ver sus piernas cubiertas por una enorme toga blanca.

—Soy Dios -Eunji quiso reír de nuevo pero una pantalla aprecio frente a ella y le mostró el momento en que la bala atravesaba su cuerpo. — ¿experimentaste amor? ¿El dolor de una pérdida? ¿La despecha y la malicia?

—No, ame mucho a alguien pero la chispa se acabo, y no he perdido a nadie que me importe, fui feliz hasta el último momento.

—Yo Eunji, te daré la oportunidad de experimentar infortunios, alegría y amor. Estas cosas que antes no habías experimentado te serán dadas con una nueva identidad, de ahora en adelantes eres Mi- suk, futura Emperatriz del imperio del bosque.

—¿De qué habla? ¿Está bromeando acaso?

—Yo Eunji, yo nunca bromeo, ¿conoces La Emperatriz divorciada? -ella asintió al recordar aquella historia en donde la justicia no llegó a como debía.

—Todos la conocen, ¿por qué?

—Te enviaré ahí, serás la princesa herdera Misuk, la futura emperatriz de los Kitsune, los famosos zorros de nueve colas, serás la mejor amiga del protagonista masculino y tratara de darle un giro justo a la trama, Eunji de ti depende regresar o quedarte a vivir una nueva vida ahí... ¿aceptas?

—¿Tengo opción?- se toco la cabeza tratando de saber lo que el tramaba, quería despertar de aquella pesadilla.

Queria despertar en su cada junto a su madre y amigos, quería regresar a su vida.

—No la tienes, esto es lo que ofrezco, de lo contrario tu alma irá al descansó eterno.

—¿Y es de verdad el descansó eterno?.

—La verdad no, harás trabajo forzoso  -el soltó una risa y ella lo vio mal —Suerte Yo Eunji.

Una fuerte luz la obligó a cerrar los ojos y cuando los abrió pudo distinguir que estaba en un lugar muy pequeño y que este se movía sin cesar.

—Al fin despiertas Misuk -una grave voz le dijo a su lado.

—¿mmm? -se percato que estaba apoyada en un hombro y al girar la cabeza se encontró con un rubio muy apuesto.

Misuk repitió y luego recordó el nombre que Dios había mencionado, era ella.

—Si -murmuro aun adormilada y flashback de ella llegaron a su mente.

Eunji pudo ver a una pequeña niña con una marca roja en la frente, luego vio a un grupo de zorros con muchas colas y luego se vio a ella y a él rubio reír.

No eran sus recuerdos si no los de Misuk, y por lo que pudo notar, Misuk era traviesa y solía meterse en muchos problemas.

¿En que se había metido?— pensó y miro al rubio a su lado. Heinley era el amor verdadero de la emperatriz Navier y el mejor amigo de Misuk.

—¿Estas bien? -Pregunto preocupado.

—Más que bien ¿ya llegamos? -por lo que pudo adivinar iban de camino al palacio del emperador Sovieshu.

La mente de Eunji comenzó a trabajar rápido, tenía vagos recuerdos sobre la historia y por lo que sabía, Rashta debía de estar ya en el palacio.

Que dolor de cabeza era pensar en ella y en sus intentos tontos por imitar a Navier.

—Ya casi pequeño zorro -ella rodo los ojos y golpeo su hombro con suavidad. —Escuche algunos rumores sobre los emperadores.

—Chismoso, por lo que se, tu mismo fuiste a ver esos rumores.

—Es inevitable Mimi -ella negó con una corta risa y el carruaje se detuvo.

La nueva historia estaba por comenzar.

Primer capítulo, espero les guste.

¿Que creen que pase?