La Explosión
Lucy
L
os rumores de que Lucy la asistente que había muerto en aquella explosión era un falsa y los habían engañados a todos, las pruebas en contra de ella y el lavado de dinero que Jaime le dio a las autoridades, los fanáticos furiosos buscando respuestas de ¿quien era la Karda?, ¿si Lucy la tenia secuestradas?, todo eso, sin contar el vídeo de la pelea donde no solo deja en estado de coma a Camilk sino que es llamada Lucy por Kai, los portales reseñan investigaciones del manejo de la sociality durante los últimos 6 meses, y el descontrol de su fama. Todo eso descontrolaba a Lucy, no sabía qué hacer, no quería estar cerca de las preguntas, de las cámaras, al parecer no era tan buena como la Karda para manejar la tensión, el escándalo de la entrevista de Skay y Roma fue un completo desastre, la habían acusado de usurpadora, un completo maldito desastre, Lucy iba de un lugar a otro en la mansión evitado las miradas de odio de Kai cuando se la cruzaba y el espanto de la señora de servicio, Colie cada momento que le pasaba de aquí a allá dándole ordenes a las demás sirvientas, todo acabaría en cualquier momento, la policía vendría por ella, por el lavado de dinero, o por Camilk, o quizás porque la Karda logro aparecer y hacer la denuncia, por cualquier cosa podría irse de cabeza a la carsel. Pero no podía evitar que todas posibilidades, entra Skay a la sala de la casa con los muebles rosa, la piscina era uno de los lugares que Lucy evito ir, ver, o escuchar desde aquella noche, Skay tiro su bolsa en el mueble y se tiro al lado de Lucym la mira fatigada.
— ¿Me van a meter presa? — Le pregunta histérica Lucy casi sollozando— Dime para irme y preparar todo, esta misma noche— Skay le aparta las manos y la mira molesta.
— ¡No seas tonta!, no iras a la cárcel por lo menos antes de que actuemos — Lucy queda espantada y se aleja mientras Skay la agarra de los hombros— recuerda que tengo un plan.
Roma
L
a notica de que las modelos Diana Rose y Cameron irían a Europa en busca de conquistar las pasarelas realzando el nombre de la agencia de Roma, pero lo que molestaba a Roma, era que estas dos decidieron irse a diferentes eventos separadas evitando el plan que les había sugerido sobre alimentar a la prensa con el rumor de su posible noviazgo, un romance mediatico entre ellas, lo cual le molestaba a Roma no era el incumplimiento de sus reglas sino que el posible rompimientos de las reglas les ha favorecido, poniendo un poco de picante entre ellas haciéndolas más famosas, rivalizando su trabajo, como hicieron alguna vez con la Karda y ella, deja de mirar su teléfono y las reseñas de las revistas europeas y ve a la Karda que al parecer todas esas rivalidades quedaron en el pasado y ahora eran amigas.
— ¿Qué sucede? — le pregunta la Karda mirándola extrañada desde su computadora espiando los movimientos diarios de la mansión rosa.
— ¿Qué vas hacer ahora? — se acomoda en el mueble al frente de la Karda— con Lucy, ¿vas actuar como debiste desde el principio? — Le pregunta seria.
— Esperar — dice la Karda.
— ¿Esperar que? — SE LEVANTA MOLESTA DE SU ASIENTO ROMA— ¿Esperar que esas dos salgan con alguna artimaña y arruinen tu oportunidad de ponerlas tras las rejas? — le grita, la Karda la mira sin decir nada arqueando la ceja, Roma suspira y recupera la postura y se sienta— ¡lo siento!
— No te preocupes — suspira la Kada— Chirstian dice que hoy pondremos la demanda — sonríe— yo también he ansiado este momento durante mucho tiempo, y no sabes lo bueno que es saber que encontrare justicia— Roma sonríe y pone su mano encima de la de la Karda.
— Vamos hacer que desearan no haberte conocido— sonríe la Karda— sobre todo esa mal nacida de Skay— la Karda borra su sonrisa se trataba de su hermana por más que fuese un monstruo no le enorgullecía eso y Roma logro entenderlo por l expresión de la Karda y se mordió la lengua.
— ¿Qué sabes de tu equipo en Europa? — le pregunta la Karda para evitar la conversación.
— Bueno tu hermana y Dubraska esas chicas son...— suspira.
— Un desastre— dice sonriendo la Karda.
— Una mina de oro— dice Roma sonriendo sin saber encontrar como agradecerle a la Karda por eso, cuando trataba de pensar en que decir llega Christian asomándose en la puerta de la oficina que era del niño.
— ¿Algo sucede? — pregunta la Karda.
— Nada por ahora— le saluda con un gesto con su cabeza— pero no olvides que esta tarde se acaba esto— todos asintiron, sabian que erá el fin para esas ratas.
— ¿Qué hay de Jaime, le encanta su nueva oficina? — pregunta Roma un tanto bromista.
— El parece adaptarse—Dice Christian mientras la Karda la mira como que rayos decía.
Kai
S
kay estaba pasando mucho tiempo con Lucy que parecía no pasar por el mejor momento, el almuerzo llego combinado de silencio y soledad para Kai quien aparte de tener que pedirle a Carmelita que la acompañara, perdió el apetito, mientras pensaba que debía hacer.
— ¿Le pasa algo?—Pregunta Carmelita comiendo.
— Solo que debo hacer algo...— Kai estaba vestida como para una reunión pero la verdad lo menos que quería era ver a sus amigas, cuando tenía a una hija en peligro y otra al borde de la muerte.
— No haga nada imprudente, es lo mejor si quiere ayudarle— Dice Carmelita para tranquilizarla pero no parece demasiado para Kai.
No podía estar en paz después de almorzar un poco de puré de patatas y algo de ensalada, pero no toco ni la carne cocinada con naranja y el arroz, dejaron el comedor cuando de repente llegan un equipo directo a revisar toda la mansión sin ni siquiera pedir permiso ni explicar qué rayos estaba pasando Kai miro a Carmelita.
— Vienen porque la señora Skay dice que van a revisar la casa— se acerca a Kai demasiado para no ser escuchadas— por lo de los videos, van a quitar las cámaras que yo coloque en la casa— casi en un susurro, Kai sabía que eso no traería nada bueno para Carmelita porque si esas dos planeaban algo no era quitar el problema sino que descubrir quien provoco el problema.
— Estamos en peligro— dice Kai a carmelita y juntas se van a escondidas a la cocina— No sabes lo peligroso que es esto, podrían matarte, debemos hacer algo.
— No quiero morir— dice Carmelita orándole a Dios.
— Tranquila— se acerca y la abraza— algo se me ocurrirá— luego se le ocurre algo y sale disparada de la cocina a la sala de estar donde estaban los técnicos y Skay.
— ¿Qué rayos pasa en esta casa? — dice mirando a Skay quien apenas la mira y arquea la ceja— ¿Por qué están quitando las cámaras de vigilancia que mande a poner en todos lados? — dice Kai mientras Skay le dice algo al técnico menor de 30 años, algo apenas audible porque Kai ni escucha nada, solo mostrándose lo mas extrañada, y Skay se acerca.
— ¿esas cámaras son tuyas? — dice Skay casi molesta.
— Por supuesto que son mías, Colie me ayudo a colocarlas la semana pasada — luego se pasa la mano por la cabeza y sacude de un lado a otro— lamento que no les haya avisado, pero con lo sucedido en estos últimos días, olvide decir que sería bueno para todos un reallity show de nuestras vidas — Skay la mira y levanta aun más la ceja.
— ¿Un reallity show? enserio— dice casi molesta casi histérica Skay— ¿Crees que con las ultimas circunstancias lo que nos favorece ahora es eso? — alza las manos al equipo técnico — pueden parar, y pueden irse— todos los técnicos empacan sus equipos y se van uno a uno.
— ¿Tan malo es? — Dice Kai sintiendo satisfecha.
— Esas cámaras pudieron haber puesto en peligro todo lo que por años he querido por toda mi vida madre— empezó a reírse— ahora estamos pasando por el peor momento— interrumpe Kai.
— No querida, esa perra de Lucy pasa el peor momento, su red de mentiras por fin se deteriora y estoy feliz con eso— decía llena de rabia Kai.
— No seas estúpida— le grita Skay a su madre— ella nos hundirá a todas, ¿crees que después que la atrapen no abrirá su boca? , estaremos todas juntas compartiendo cerdas — termina.
— La Karda no me dejara en la cárcel — dice Kai mientras Skay arquea la ceja.
— ¿Me estas traicionando madre? ¿Has hablado con ella? — le pregunta gritando Skay.
— No, pero yo lo sé— Skay intenta no explotar y se va, mientras Kai suspira mirando que viene Carmelita desde la cocina y la abraza. Mientras ven que Lucy sale con unas maletas y baja las escaleras rápido.
— ¿Escapando? — Preguntan Kai.
— No soy tan predecible como tu madre—dice Lucy riéndose, mientras viene detrás de nuevo Skay.
— Recuerda cada parte del discurso— Lucy asiente y se va.
— ¿Qué sucede en esta casa, primero los técnicos y ahora dejas escapar a ese demonio? — le pregunta Kai.
— Solo te diré que cuides tu lengua madre a partir — mira su reloj — 12 horas seré quien ponga las reglas en esta casa, si no te gusta te largas— dice desafiante a su madre.
— ¿Es así como tratas a tu madre?— dice Kai llorando en los brazos de Carmelita.
— Tranquila, podrás vender luego mi cabeza como lo hiciste con la Karda— Skay se va hiriendo por completo a su madre.
Camilk
P
erdió el conocimiento por algún momento, o algunos días solo recordaba que había sido ahogada por Lucy solo porque nunca en su vida había aprendido a nadar, luego estaba en una mesa con gente extraña pero no todos eran completos extraños para ella, Jaime era la única cara conocida en esa cena, le sonrie y el a ella, pero luego nadie habla y empiezan a comer, pero no quería probar nada se sentía llena o quizás con nauseas, luego ve la mano de Jaime y el lleva un anillo, ¿Estará casado? Luego Camilk miro a todas la chicas de la mesa, no eran muchas solo una linda rubia pero con una sonrisa muy sexy, pero en su mano no estaba el anillo, descartada, la otra morena tenia dientes relucientes pero sonreía a todos como buscando marido desesperada, y tampoco tenía el anillo en su mano, no se molesto en voltear a los hombres porque sabía de sobra que Jaime no era gay, la idea la hacía reírse de sí misma, luego intento levantar el cuchillo y el tenedor pero vio que el anillo estaba en su mano era igual al de Jaime solo que este tenía una hermosa roca reluciente y costosa, se sobre salto, de la emoción, luego despertó en un hospital no había nadie los doctores estaban alrededor de la cama y los aparatos que tilililaban, y hacían ruidos muy extraños parecidos a los de las series, o películas, sus palpados podían resistir su propio peso, se sentía entumecida y quizás con hambre, se relajo en un hospital no tenia que preocuparse de nada o solo que fuese un manicomio, pero no, los doctores con batas no tenían caras espeluznantes como en las películas, de seguro no eran loqueros, no, levanto la mano y se la paso en sus labios estaban resecos, ¿cuánto tiempo llevaba ahí?, pensó, pero no formulo la pregunta en voz alta, se aferro al sueño que tuvo con Jaime, los médicos le trajeron agua, luego jugo y de la nada vio como su mama entro por la puerta llorando con comida decente, pero por más que quisiera devorarla como dijo el médico si quería salir de ahí tenía que hacer caso poco a poco con los alimentos primero líquidos y después un poco sólidos para que el estomago se acostumbrara luego de tanto tiempo sin comer nada, no fueron muchos días solo 5 pero para Kai parecieron los peores días de sus vidas, y lo sabía, entonces recordé todo y me llene de rencor y pregunte.
— ¿Esta presa verdad? — Le pregunto a su madre esta miro al suelo y paso un mechón del cabello de Camilk detrás de la oreja, aparta la mano— Respóndeme madre, ¿dime que esta presa y que esa maldita está recibiendo su merecido? — Dijo molesta Camilk que parecía que su sueño había sido destruido por la realidad de las cosas, y la injusticia que estaba provocando la existencia de Lucy en sus vidas, pero Camilk pensaba que se encargaría ella misma de esa escoria.
— No se pudo hacer mucho con tu hermana ayudándola a despistar a la policía, pero la prensa ha sido el ataque más fuerte que ha recibido — Camilk sonreía confirmando que era su venganza. Recordaba "Bad Blood" de Taylor Swift ft Kendrick Lamar.
— Me voy a vengar de esa perra— dice Camilk y Kai le agarra la mano.
— Nos vamos a vengar— esta vez Kai llora mientras abraza a Camilk porque aun no puede creer que haya despertado.
Lucy
L
ucy entro en el aeropuerto, se registro, hizo todo para hacer parecer lo que le había dicho Skay, esto no podía fallar podría derramar todos los planes al mar, sin necesidad, en la sala de espera se encontró con una mujer, su doble, la había contratado Skay engañada de que fuese a cubrirla en una nueva serie que estaba planeada en Australia, la doble parecía encantada de esa tarea pero lo que contaba era que no tenía que montarse al avión, así que estaba agradecida con aquella mujer en arriesgar su pellejo por el de ella, le entrego la maleta y la saludo, ambas miraban a todos lados para ver si estaban siendo firmadas por cámaras, la miro luego vio que el vuelo estaba a punto de salir, llamando a los pasajeros del vuelo a Australia ya iba a salir, miro a la actriz y luego respiro profundo la mujer se parecía demasiado a la Karda, la verdad mucho más de lo que ella pudiera hacer con maquillaje y cirugías, pero era como matar de verdad a la Karda mirándola mientras entregaba el pasaporte de la Karda, la verdad era un tipo de asesina pero ahora estaba a punto no solo de desaparecer a una mujer haciéndola pasar por ella sino a un montón de personas para evitar que la enviaran a la cárcel, Lucy se alejo lo mas que pudo del aeropuerto y espero unos segundos para poder sacar el botón que activaría la bomba en el avión, empezó a llorar pero era mejor salvar su propio pellejo que el de muchas personas pensó, se seco las lagrimas y presiono el botón, la explosión se escucho muy fuerte, una nube de fuego y humo, pedazos del avión cayendo por el aeropuerto, el área de despegue y la ciudad, admiro por un momento el desastre que había desatado en el aire, saco su teléfono y llamo a Skay.
— El trabajo está hecho— Dice Lucy con la voz de un fantasma y quizás ya lo era porque para todos debía estar muerta, después de la explosión no solo estaría muerta sino en el infierno.
— Entonces ten cuidado y regresa a dónde hablamos— dice Skay, Lucy corta la llamada sabía que no podía sacar más su cara, ni como Lucy, ni como la Karda, ahora solo podría ser la sombra de Skay, lo cual era mucho peor.
Karda
S
e acercaba la hora de ir a la delegación y poner la denuncia, la Karda estaba dispuesta hacerse pruebas en la policía para que supieran quien era y quien era la impostora, aunque también tendría que acusar a su familia, era la única manera de que ellos entendieran como a Lucy se le hizo tan fácil hacerse pasar por ella, aunque era poco creíble, era la verdad, alguien toca la puerta llamando su atención.
— Adelante—dice la Karda, era Christian con una cara, que la Karda ya sabía que no se trataba de buenas noticias.
— ¿Qué pasa? — Le pregunta a su novio, él le muestra el teléfono y las noticias que habían recorrido el mundo entero, la explosión del avión donde no solo murieron un montón de personas, pero en especial reseñaron la famosa modelo y estilista Karda, que en realidad era Lucy, la Karda al leer todo tan rápido abre la boca y se sienta de golpe en la cama y luego lo mira.
— ¿Qué tan cierto es todo esto de su muerte? — Dice la Karda buscándole un lado positivo a la noticia—porque si es así tenemos todo más fácil ¿no? — dice.
— No tenemos certeza de que era ella, pero sí lo era, creo que perdiste la oportunidad de desenmascararla — dice Christian.
— Pero bueno, ahora solo queda buscar a mi madre— dice ella buscando su teléfono pero Christian la detiene.
— No creas que es tan fácil, primero hay que poner la denuncia y...— no termina.
— Y ¿Qué? — Grita la Karda.
— Que tu hermana también cuenta como un enemigo más, ¿no? — pregunta el.
— La cosas con mi hermana se pueden arreglar— dice ella, pero él no parece muy convencido, luego llamaron a Roma, después de ir a la delegación fue difícil demostrar que era ella de verdad, porque todos suponían que había muerto en la explosión pero las pruebas de Jaime, que ella era la Karda y que Lucy había fingido su muerte eran suficiente para creer en su palabra, le devolvieron su identidad, la prensa se hacía muchas preguntas, sobre sus hermanas que sabían de todos, y sobre que pasara ahora con la familia, si las metería a la cárcel, la Karda no respondió nada.
— Deberías dar declaraciones— dice Roma, pero era la ultimo que la Karda quería en ese momento, tener que darle explicaciones a la prensa de cosas que ni ella misma entendía, las autoridades dudaban de la muerte de Lucy, que ya no solo había fingido su muerte una vez, sino dos veces en la explosión de aviones, pero ahora nada podía ser tocado por ella con respecto al dinero de la familia antes del juicio y todo quedo en manos de Skay, lo cual para la Karda era un alivio.
— ¿Confías en ella? — le pregunta Roma a la cual no le respondió, al parecer ni Christian ni ella entendían que eran hermanas después de todo, ya no estaba Lucy quizás recapacite y encuentre que estaba actuando mal y fin del cuento volverían hacer las mismas de siempre. Iban a la mansión rosa, Roma miraba por la ventana como avanzaba el vehículo al lado de la Karda quien abrazo a Christian necesitaba de su apoyo ahora más que nunca, aunque a ninguno de ellos le pareciera correcto confiar en su hermana, aun sentía que había una esperanza.
— ¿Por qué esas caras? — pregunta la Karda mirando a Christian y luego a Roma quien arquea la ceja y la ve.
— No te parece demasiado fácil obtener todo esto de nuevo, viniendo de Lucy— dice Roma algo desconfiada de que las cosas malas habían pasado.
— Yo solo espero que todo salga bien cómo crees — dice Christian intentando no herir a la Karda.
— Chicos ya Lucy murió, ya recupere mi identidad, solo tengo que presentarme como la nunca debí dejar de ser en mi mansión, con mi familia y confiar en mi hermana de que ella esta de mi lado — dice la Karda molesta— Mi hermana debe estar de mi lado, ¿Por qué sino del cual? Lucy murió ¿no? — los mira a los dos, Roma alza los hombros.
— Quizás nunca hubo un bando y solo tomo el suyo y quizás no sea el tuyo— dice Roma y Christian la mira como que acaba de detonar una bomba— esas dos debieron planear algo y si ¿Lucy no está muerta? ¿Que planean? ¿darte todo así como así?, no Karda, creeme que esto huele mal, ni siquiera sabes de primera mano que esta de tu lado, si es que en algún momento lo ha estado, porque no lo olvides, ustedes dos se odian sin o con Lucy de por medio— Roma escupió todo eso.
— No tienes derecho hablar así de mi hermana — le grito la Karda— si no quieres seguir no tienes que venir, no creo que necesitemos de tu ayuda a estas altura.
— Karda...— trata de poner las cosas en calma Christian.
— No déjala— el vehículo se detiene— ella vera que su hermana es un demonio y que ella simplemente es una pieza en el juego de venganza de su hermana la frustrada.
— Solo vete— le grita la Karda, apuntando la puerta— no tienes que escupir tu veneno aquí, ya no lo necesito.
— Bien— dice Roma, sale del vehículo y se va caminando por el medio de una plaza en Miami y el vehículo se puso en marcha.
— ¿Qué hiciste? — dice Christian — aun la necesitamos.
— ¿Tú también? Si quieres te puedes ir a con ella —dice la Karda— ¿porque deberá gustarte tanto como para defenderla?— ruge la Karda.
— ¿De qué diablos hablas? — dice algo ruborizado con una sonrisa disfrutando que la Karda lo celara.
— He visto como te mira insinuándose ¿Te gusta? — le pregunta la Karda.
— No sé de qué me hablas, solo sé que ella tiene razones suficientes como cada uno de nosotros para desconfiar de tu hermana, recuerda que ellas estaban en esto juntas igual que tu familia, no es bueno acercarse— la Karda intento defenderse pero él no la dejo hablar— y si quieres hacer las cosas bien, necesitas escuchar porque al parecer no quieres que nadie te ayude, y tus aires de grandeza no están ayudando a que solucionemos esto juntos— dice el poniendo su mano en la cara de la Karda acariciándola.
— Lo siento— dice la Karda disculpándose.
— No tienes que disculparte conmigo— dice el riéndose— tendrás que pensar en cómo convencer a Roma de que te arrepentiste de verdad— ella asiente se acercaban a la mansión.
Christian
S
e estacionaron en el lugar, la Karda no podía respirar, quizás ella también estaba entrando en razón o solo estaba impresionada de que estaba de nuevo en su hogar, como solía ser antes de esta su pesadilla, el acompaña a la Karda y tocan la puerta, en eso abre la puerta Carmelita pero esta se espanta y se pone la mano en la boca.
— Actúa como si no nos conoces— dice Christian a Carmelita y esta siente aunque la Karda parece aun no entender que sucede, de la nada aparece Skay un poco limpia recién lavada y sin maquillaje, pero cuando ve a la Karda se espanta o finge estar espantada Christian la mira y aun no confía en esa mujer.
— ¡Hola hermana!— dice la Karda y mira toda la casa viendo que todo esté en su lugar y en el tono rosado adecuado.
— ¡Bienvenida de nuevo a casa!— dice Skay sin decir mas— pensé que ibas a venir en la noche, lejos de las cámaras.
— ¿Cómo puedes saber que ella vendría? — dice Christian sin entender nada aun.
— Karda aun no presentas a tu amigo...— dice Skay mirando a la Karda que sigue perdida en la casa como recordando viejos momentos.
— Si, Christian ella es mi hermana, el es mi novio— dice la Karda, ambos se estrechan la mano— ¿Dónde está mama? — pregunta la Karda.
— De seguro teniendo esperanzas de que.... Bueno ya sabes que Camilk despierte pero yo he perdido las esperanzas— dice algo llorando pero se seca las lágrimas pero Christian sabia que eso no podía ser real, o por lo menos lo de las lágrimas.
— ¿Quieren algo de tomar? — pregunta Carmelita a todos, mientras Skay mira a la Karda y Christian que niegan con la cabeza.
— No Colie, puedes irte— dice Skay corriendo a la pobre Carmelita que para todos era difícil verla de servidumbre.
— Entonces tienen gente en esta casa— dice la Karda— la última vez que vine aquí no había nadie en esta mansión, estaba tan sola como cuando nuestro padre nos, bueno murió— dice la Karda, pero estaba vez Skay no demostró ningún momento de compasión por la muerte de su padre con la Karda, eso era raro.
— Pues sí, ya sabes esa mujer se dio la tarea de hacer algunas modificaciones— y miro a Christian — pero ya estas de vuelta ¿no? ¿O pretendes quedar escondida por siempre? — dice Skay.
— Necesito que estés de acuerdo en que el poder absoluto de la fortuna de la familia y mi trabajo queden en mis manos después del juicio para Jaime Scott y Lucy— dice la Karda algo dudosa poniendo las manos acurrucadas en su rodillas, Skay la mira sus ojos luego sus manos como disfrutándolo solo le faltaba una sonrisa pero no lo hizo lo cual era raro para Christian, pero estaba esperando, el no quiero, o el no me vas a quitar lo que me pertenece, o quizás un, que yo gano si hago eso.
— Sí, claro como siempre quiso nuestro padre que fuese desde el principio— dice acercándose a la Karda y la abraza— Por supuesto que lo hare todo porque puedas estar de vuelta con nosotras— La Karda estaba llorando de la emoción quizás el no tenía razón sobre Skay, pero de algo que no podía dejar pasar por alto es que la chica era rara, ¿Por qué no salir huyendo después de que tu socia muere sin tener planeada la muerte?¿Por qué sabia que la Karda vendría en cualquier momento? ¿Por qué no le negaba a la Karda devolverle la fortuna de su familia la cual ha deseado por años? Esa era la pregunta del millón para ella. Skay hablo con la Karda cosas entre susurros con su hermana riéndose, hasta que Skay subió para vestirse e ir a buscar a su madre en el hospital para que la Karda viera a Camilk después de todo, se acerco a él.
— Todo salió mejor de lo que he podido imaginar— suspira— No puedo creerlo que dudamos de ella por algún momento.
— Aun mantengo mis dudas respecto a ella, pero sí, todo salió bien— dice Christian sincero.
— Solo no la conoces— dice ella para calmarlo y le da un golpe en el hombro y la mira donde ella lo golpeo, luego sonríe, la atrae a él y la besa.
— Sabes te amo— dice el ahogado en los besos de la Karda.
Roma
R
oma no podía creer lo grosera que podía llegar ser la Karda, la odiaba con todo su ser, le había brindado su apoyo, y dejado atrás sus diferencias para salvarle el pellejo, la trataba así, que horror, pensaba Roma que nunca debió de confiar en la Karda, luego se detuvo en la tienda de los televisores que nombraban una nueva notica, los portales de chismes eran una cosa que jamás los artistas podían detener aunque se proclamara una cacería de paparazis en esta década, nunca estarían seguros de ser atacados en algún momento de ellos y sus cámaras o sus pre-juiciosas mentiras para vender, vender y desprestigiar. El periodista hablaba de lo único que se podía hablar a estas horas, la muerte de la despreciable de la Lucy que de seguro era una falsa, una completa mentira que solo la Karda se podía creer, pero allá ella, luego pasaron los cargos que pudo haber enfrentado Lucy si aún seguía con vida, lo cual era sumamente misterioso, pues claro, fingir su muerte la libraba de las penas que la podían llevar a la cárcel, no cavia duda de que ese fue el plan de esas dos, porque Roma no tenía dudas en que Skay la ayuda, luego el sorprendente resumen de que las cosas no venían nada bien para la Karda, liberaron un rumor acerca de ella que al parecer había recuperado su identidad tras la muerte de Lucy quien creen que estaban juntas en el lavado de dinero entreteniendo al publico de sus presuntas ausencias y sus muertes fingidas para que todos obviaran el verdadero tapadero de crímenes que ambas venían haciendo con los delitos de lavado de dinero y el negocio de las drogas con el cartel del norte al sur de México, ligándose con el sicario Mike Hazzard, haciendo tratos de mando y trasporte de droga por todo Estados Unidos y por todo el mundo, utilizando la fama, el poder de su popularidad y el trabajo que ha estado teniendo éxito para escudar el dinero mal habido, pero lo que ellos no podían creer era quien era la informante y yo menos, nada más y nadie menos que Roma Banks quien había sido capaz de mostrar la verdadera cara de la supuesta celebrity Karda, así termino su reseña con palabra de lo asombroso que era escuchar todo eso y como ansiaban la reacción de la Karda a lo que dice Roma sobre ella.
Roma estaba más que segura que Lucy quiso hacerle responsable de todos sus malos juegos de chica sicaría a la Karda, no le estaba devolviendo su vida la estaba hundiendo, y la utilizaban para distraer a la Karda, hacerse con el dinero, pero a esta hora la Karda creerá cualquier cosa tomada como una venganza de ella por lo de hace un momento. ¿Qué iba hacer ahora? Sin querer estaba metida hasta el cuello con todo eso de la mentira de esas dos brujas, Roma se movió rápido entre las personas del centro la gente con sus teléfonos tomándole fotos a su paso, tenía que llamar a Christian, si la Karda ya sabía de toda esa falsa no le creería nada, saco su teléfono y llamo a Chirstian.
— ¡Alo Christian! Soy; Roma, primero antes de todo ¿estás con la Karda? — Christian mira a la Karda quien se alejo un poco.
— Si Rex ¿que dices!? no te escucho— alejo el teléfono y le hizo señas a la Karda de que se iba, tenía que atender, ella le dijo que fuera y se alejo de la Karda—Habla ¿Qué pasa? — le pregunta angustiado.
— No sé si aun no lo sabes, o si la Karda, pero yo no tengo nada que ver con todo eso que salió en las redes— dice Roma llorando.
— Si, si te creo pero de que hablas— dice el sin entender nada pero sabía que no era nada bueno.
— Esas brujas tejieron mentiras y se las dieron a la prensa diciendo que fui yo, pero te juro que yo no fui— termina llorando Roma.
— Pero ¿que dice la prensa?— pregunta el.
— Que la Karda y Lucy eran sicarios, hacían lavado de dinero y fingían sus muertes para entretener a la gente, para que no vieran la falsa que estaban montando, por eso le dieron a la Karda su identidad para hundirla, tienes que ayudarla — dice Roma.
— Claro, por eso están así con ella, para luego hundirla— dice Christian.
— Tienes que protegerla, la conozco y no querrá que la ayude más— dice ella.
— Hare lo que pueda— el corta la llamada.
Roma recibe un millón de mensajes, es tendencia en Twitter e Instagram todos la adoraban por haberles hecho entrar en razón y abrirles los ojos de que la Karda era una estúpida falsa y ella era la mejor de todas las modelos, lo que había deseado por tanto tiempo pero no de la forma que de verdad quería. Todo pasaba muy rápido los canales le hacían invitaciones a sus programas para que diera declaraciones, recibir ovaciones, o hablar mal de la Karda, las cuales ignoro, tenía que hacer algo, pero no sabía que, solo podía esperar.
Lucy
L
ucy esperaba en un apartamento a nombre de un tal Benjamín Levin uno de los amantes clandestinos de Skay algo que tenía en común con Lucy, solo que ella se quedaba con uno solo y Skay simplemente se buscaba un nuevo juguete cada vez que podía, pero lo que le preocupaba a Lucy no era si volvía este hombre, era que podía hacer Skay ahora que todo estaba en sus manos, ¿Traicionarla? ¿Dejarla lejos de todos y quizás matarla? Lucy no soportaba pensar que estaba en manos de la hermana mayor de la Karda, para nada, le hizo varias llamadas, no contesto, maldijo, camino de la habitación a la sala de estar del apartamento, que era pequeño, algo no muy acogedor, habían cuadros muy bonitos por todo el lugar, floreros, quizás algunas rosas frescas de esta mañana con agua nueva, ¿Quién era este tipo? Una especie de metrosexual, Lucy empezó a reírse y se acerco a la nevera, no había leche, ni mucho menos jugo de naranja, intento hacer una limonada con limones secos, pero apenas tenían sumo, un signo de que el hombre no vivía ya en este lugar, pero ¿porque Skay se lo ha mencionando?, odiaba tener preguntas sin respuestas, se sentó mirando las noticias que vendió a la prensa de la Karda, la critica la estaban despedazando, la amistad entre Roma y la Karda no dudaría mucho con eso de que Roma difundió el rumor que la Karda mantenía contacto y negocios con estos sicarios buscando por la interpol, empezó a sonreír, por lo menos el plan de Skay tenía algún sentido y le recordaba porque estaba escondida, ser la Karda en este momento no sería una buena idea. Espero, espero y espero pero Skay no aparecía no contestaba las llamadas y de nuevo el buzón, odiaba que le hiciesen eso. Abrieron la puerta y se levanto del pequeño intento de comedor de un sobre salto, tenía que ser ella, le iba a reclamar, pero no se trataba de Skay era un hombre menor de 30 años, llevaba una chaqueta negra y una blusa de color negra con el nombre de la banda Metallica en tonos metálicos y degradados rojos con una calavera de que sobre salía de color blanco, jean, y botas de cuero, su peinado era moderno y sus ojos verdes, quizás un modelo o un chico malo, quizás era gay o quizás era un actor porno pero sea lo que sea que fuese a Lucy le parecía atractivo.
— ¡Hola! ¿como estas?— dice amistosamente viendo como toma Lucy el cuchillo rápidamente de la cocina y lo apunta
— ¿Quién eres tú? — dice Lucy gritando.
— ¡Tranquila!— dice el apuntando el cuchillo para que lo bajase— soy; Benjamín, amigo de Skay el dueño de este apartamento— dice el casi asustado, Lucy lo mira estudiándolo de arriba abajo.
— Querrás decir de esta pocilga — dice Lucy señalando el apartamento a su alrededor.
— Lo siento, pero no puedo pagar uno mejor, a no ser que asalte un banco— dice el casi como broma pero Lucy no le parece gracioso— Si quieres quedarte aquí, tienes que aprender a ser más amigable y con ser más amigable estaría bien que bajes ese cuchillo de una vez— dice el, ella lo pone de nuevo en la cocina.
— Igual si intentas algo no tienes oportunidad contra mi— dice ella sentándose de golpe en la silla y el entra al apartamento seguro.
Jaime
L
a nueva vida de Jaime no solo se trataba de sobrevivir mientras los demás lidiaban con su enemiga número uno, era el blanco fácil de todos los delincuentes, ladrones, asesinos, violadores y sobre todos los policías quienes solían ser los peores, sus padre no asomaban sus culos de dos millones de dólares por un lugar tan espantoso para la gran sociedad, y menos por un hijo que acababa de ensuciar lo único que los mantenía en la gran sociedad, el apellido, era único hijo así que no tenia hermanos que pudieran venir a visitarlos, amigos, empezó a reírse, los banqueros, los abogados, los contadores solo podían tener amigos si sus trabajos se los permitían, sus cuerpos cansados de trabajo los fines de semana se los permitían, algunos se daban esos lujos, otros aprovechaban el poder de sus cargos para poder tener un poco de diversión, pero amigos no tenía tan cierto como que estaba solo en esto a no ser por su hermano Christian.
— Scott tienes visitas— Dice el vigilante.
— ¿Quién es? — Dice el arrugando la cara no esperaba a Christian, pero entra una mujer quizás la mujer más hermosa que jamás había visto en su vida, en una futura o en alguna pasada, era Camilk.
— ¡Estoy aquí!— Dijo Camilk, Jaime empezó a llorar de la emoción y se acerco tocándole la cara y la beso.
— ¡Despertaste! — Dice él en apenas un susurro ahogado por el llanto o la emoción.
— Ninguna perra va poder con nuestro amor— dice Camilk, y lo besa de nuevo.
— ¿Cómo supiste que estoy aquí? — Le pregunta el.
— Créeme eso de ti esta por todos lados, vine con mi madre está afuera — dice Camilk — solo quiero que sepas que estoy contigo, no te dejare en esto solo.
Lucy
L
ucy estaba en la cama con el sensual y dotado Benjamín jugando a decirse te amo y frotando sus manos para calentarse cada vez mas, mientras se acercaban las 08:00 P.M, mientras sonaba una canción de Ariana Grande "Bloodline" y "Bad Bitch de Bebe Rexha feat Ty Dolla $ing, estaban besándose, amándose debajo sus pieles, más de lo deseado, pero mas allá de lo apasionado e intenso Benjamín no solo era un buen amante parecía compartir esos gustos en el sexo salvaje, Lucy agradecía a Skay por la compañía, pero luego recobro la sobriedad de sus pensamientos y recordó que no sabía nada de ella.
— ¿Qué sabes de Skay? — Pregunta Lucy mientras el besa su cuello, pero no responde ni deja de besarla pero lo aleja— ¿Quiero que me digas que hiso? — Le grita parece ser la forma más fácil de dar al clavo con él, o la forma más fácil de lograr lo que quiere Lucy, y él se acuesta en la cama desnudo sin sabana que lo cubra mostrando su abdomen y sus brazos claramente formados, debía de ser uno de eso roedores del GYM, pero que se mantenían bien en movimiento los únicos músculos que a Lucy le importaba.
— Ella está tratando de convencer a su hermana que es totalmente inofensiva— dice el mientras le pasa un dedo por los pezones de Lucy.
— Eso le va a costar mucho— sonríe Lucy un poco divertida imaginándose como la Karda le hace la vida difícil a preguntas, sobre sus alianzas con su peor enemiga ósea ella. Se dejo besar, morder, y toda clase de cosas placenteras, nadie la encontraría por ahora, y manteniéndose en acción con ese chico lindo no sería un desperdicio para ella. Tuvieron relaciones sexuales hasta que se quedaron dormidos, soñaba Lucy como asesinaba con sus manos a la Karda y la enterraba en el jardín de la casa en Europa de rosas rosa, rojas, moradas y blancas pero un olor a humo la despertó de inmediato alarmando su cuerpo por completo, se dio cuenta que el apartamento estaba empezando a incendiarse, desde la cocina pero se acerco rápido Benjamín no estaba en la cama lo cual era sospechoso, se acerco y el aun estaba en el apartamento vistiéndose lo más rápido posible, y salió Lucy.
— ¿Querías quemarme viva e irte así como si nada? — dice ella agarrando el cuchillo de la cocina que ya estaba quemándose— dile a esa perra que le faltara mucho más que un chico y un poco de fuego para acabar conmigo— se acerco gritando pero el salió corriendo evitándola detrás de la mesa del comedor.
— Si que le daré el mensaje— dice el riéndose.
— Ahora que lo pensé mejor, no te dejare vivir para que se lo cuentes— el borro su sonrisa, Lucy se acerco y con el cuchillo forcejearon pero Benjamín se lo quito y lo tiro fuera de su alcance y se tiro encima de ella, el apartamento se estaba quemando lentamente.
— Vas a morir antes del incendio, no dejara nada de tu hermoso cuerpo, sabor a dulces agrios— dice el mientras no podía dejar de moverse, ni defenderse Lucy quien gritaba e intento rasguñarlo pero no lo logro este la golpeo fuertemente en la cara dejándola mas enfurecida más que nunca. El fuego exploto de la cocina, y Benjamín se aparto para cubrirse la cara Lucy se levanto y salió corriendo por el cuchillo, y se lo lanzo a Benjamín en el ojo izquierdo este hizo un grito profundo casi como el de un animal salvaje, mientras la sangre salía del ojo.
— Olvidaba que tenia buena puntería— dice Lucy y lo empuja al fuego mientras se va del apartamento, baja por la escalera las alarmas de incendios se activan por todo el edificio, todas las personas salían corriendo salió del edificio y se alejo lo mas que pudo cuando se detuvo por una explosión, quizás del piso 4 donde estaba con su querido pero peligroso chico, que Skay lo tome como una pequeña advertencia pensaba. Lucy estaba furiosa no iba a dejar que nadie se burlara de ella, así como lo obtuvo por primera vez lo podía volver hacer por segunda o por tercera si se le presentaba la oportunidad.
— Esta es la guerra Skay, vamos a ver si eres tan buena con competencia— toma un taxi Lucy al centro de la ciudad.
Skay
F
ueron al hospital pero no encontraron a su madre ni a Camilk por la gran sorpresa de que había despertado hoy, y nadie les había avisado, que no estuvieran en la mansión le causaba ruido a Skay, no es una de las mejores posiciones para engañar a la Karda por completo, si su madre cometía alguna de sus locuras, no podía sacar las garras, o por lo menos hasta que llegara el momento donde echara a la Karda a la cárcel y se quedara con todo.
— No puedo creer que nadie me haya avisado nada— dice Skay.
— Pero es bueno, Camilk está bien — dice llena de felicidad la Karda abrazando a Christian mientras Skay le sonríe y asiente, todo eso no significaba nada bueno, no estaba entre sus planes.
— Vamos a la mansión a ver si aparecen— Dice Skay
— Por supuesto, ¿Vienes con nosotras Christian? — Dice ella.
— ¡Oh no!, digo que sería un placer poder conocer tu familia pero tengo cosas que hacer, bueno mi trabajo— dice el.
— ¿Todo bien? — Pregunta la Karda.
— No si, solo trabajo, ¿puedes entenderlo verdad? — pregunta el.
— Claro— la besa, las acompaña al vehículo hasta que se van, Skay no confiaba en ese hombre para nada, quizás sea un completo problema después de todo, pensaba. Luego la llamaron atiende y eran informantes que le dicen lo del incendio y la muerte de Benjamín.
— Y esta ella ahí— Dice Skay si mencionar a Lucy porque la Karda esta enfrenté de ella.
— Pues ella no está muerta ni está aquí, se escapo— dice el director de asesinos encubiertos que contrato para engañar a Lucy y matarla pero la muy perra era demasiado peligrosa aun para un asesino serial, estaba en peligro nada saldría bien si no ponía a la Karda en el abismo como debe ser.
— ¿Pasa algo Skay? — Dice la Karda.
— No solo estoy nerviosa de que no sea nada malo lo que las haya hecho irse sin decir nada, ya sabes mi madre y sus operaciones— dice Skay tratando de sonar convincente.
— Ya la conoces— dice la Karda y ambas sonríen.
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