ʀɪᴄʜᴀʀᴅ

Hay varias cosas hermosas en este mundo, pero a partir de ahora tengo decidido que lo más hermoso es su sonrisa, su sonrisa su rostro con su rubio cabello moja alrededor, es simplemente perfecto, su risa una melodía que amor oír. Definitivamente esta chica me está volviendo todo un tonto.

Se que sueno como un estúpido pero no me molesta para nada, ya. No sé que siento por la rubia, pero se que la deseo, que me encanta y que su presencia hace que mi estancia en la isla no sea tan pesada. Sé que no es solo protección, hay algo más. También sé que no puede ser amor ¿o sí? Estoy demasiado confundido y abrumado por todo lo que despierta en mi, apenas llevamos días en la Isla y ya me ha hecho perder el control como nadie.

-¿En que piensas, Rick? . -Ella ríe como si estuviera borracha, creo que lo está pero de felicidad por haber encontrado agua dulce y poder bañarse en esta.

-En que me siento limpio. -Hacer el tonto es algo que no es normal en mi, así que no le contaré sobre como le siento, no estoy de ánimos para que me traten de loco.

Ella me salpica algo de agua, en sus marrones ojos se refleja la diversión y yo le sigo el juego,«menudos críos estamos hechos » así seguimos hasta que es casi el amanecer, jugando hablando, bromeando, como si de una cita rela se tratara, tengo la piel arrugada por las horas en el agua y se nota que ella está bastante cansada.

-Dato curioso -Sonríe con picardía mientras nada hacia mi deteniéndose a escasos centímetros. -¿Sabes que tienes el nombre del prota de las Pelis de la Laguna Azul? ¿No te resulta irónico estar aquí?

Tengo que morderme el labio para no reírme en su cara, la verdad es que se le ocurren cada cosa que me dejan totalmente escandalizado.

-Primero, no es el prota, son los portas, en las dos primeras historias son dos chicos diferentes, de hecho el segundo es hijo del primero. -Señalo haciéndome el listillo, he visto miles de veces esas películas gracias a mi amañada hermana «Nótese la ironía »-Segundo, no me parece irónico, ni nada por el estilo, no he sido criado en esta isla y no tienes ojos grises.

-¿Ojos grises?

-Te distes cuenta que el color de todas las protagonistas, incluyendo la de la bazofia de 2011, son iguales.

-A mi me gustó la de 2011.-Es lo único que dice. -¿Además por que me comparas con las portas? Tu rubia podría ser la mal educada de la playa.Esa si que tiene ojos grises. Yo no siquiera soy rubia natural.

Deja de mirarme a los ojos para mirar las negras piedras de la cueva y la sonrisa se extiende en todo mi rostros ¿Acaso estás celosa, Rubia?

Mmm interesante. Veré luego como actuó respecto a esa tan agradable información.

-Vamos, rubia, ya amaneció es hora de volver a la playa. -Digo cuando saliendo del estanque y ayudándola. Necesito pensar y pensar lejos de ella.

Joder, joder, joder, había olvidado que su ropa es blanca y se transparenta demasiado, puedo ver su perfecto vientre, pechos, ¡todo! además de que la ropa se le adhiere como una segunda piel y simplemente quiero arrancarsela y hacerla mía, ya.

«Bye bye autocontrol see You next time »

Su mirada cae en mi y veo la cristalina molestia desparecer, sus mejillas se sonrojan aún más de lo que lo estaban por culpa del castigador sol.

Ella también me mira con deseo, lo noto en sus pupilas dilatadas, en la forma en que me muerde su labio inferior mientras sus ojos luchan por no recorrerme entero «una batalla perdida» quiere comerme como yo quiero comérmela, solo falta que uno de el primer paso y soltemos todo esta tensión sexual que tenemos desde el primer día en esta isla.

Es sorprendente como el ambiente entre nosotros puede cambiar con una simple mirada, como pasamos de la burla a la molestia «bueno molesta solo estaba ella»al deseo puro y crudo, a la excitación y expectación, a que en lo único que pensemos sea en perdernos en el otro.

Esta rubia me va a volver loco.

«Ya lo hizo»

Estoy duro como una piedra y me muero por comprobar cuán húmeda está, porque sé que lo está.

Aún no sale completamente del agua, solo su parte superior está fuera, aprovecho mi altura para sujetar su rostro y observarla desde arriba

-El problema con Thalia -hago alusión a la otra rubia. -Es que con ella no quiero recrear las mejores escenas de La laguna azul, no me muero por verla totalmente desnuda sobre la maleza o sobre la arena de la playa, no me muero por estar dentro de ella.En cambio... -Sus dientes liberan su labio inferior y los abre ligeramente, las gotas de agua de mi cabello caen sobre ella, su respiración es un caos justo como la mía, pero en ningún momento separa nuestras miradas. -Bien te podría contar de otra rubia con la que deseo hacer todo lo que mencioné.

Pasa su legua sobre su labio superior y su mirada va a mis labios, lo sé se rindió, se rindió ante el aura eléctrica que nos envuelve, ante el deseo que corre por nuestras venas, me va a besar.

-¡Richard! -Nunca había odiado tanto mi nombre como ahora. Cuando escucho las voces del resto de los supervivientes arruinando el momento.

-¡Aquí! -Grita la rubia con la voz afectada, viendo que no soy capaz de responder. Me dedica una sonrisa culpable y termina de salir del agua.

«Joder eso fue demasiado intenso»

Caminamos hasta la salida de la cueva y ahí están Meredith, Thalia y Henry. Siento como mi rubia se tensa al ver a la otra, la de ojos grises inexpresivos, a mi me da igual su presencia, de hecho no, me molesta, me molesta la de todos, porque de no ser por ellos hubiese obtenido un buen beso, incluso más.

-Vinimos por ustedes. -Habla el hombre -Denisse no quiere que el grupo se separe. -Se justifica, como si yo fuese a pensar que se preocupa por mi.

-Entiendo. -Le doy la mano a Allison para ayudarla a salir de la cueva, aún está algo mojada y todos pueden admirar lo que yo hace algunos minutos y mi humor sigue empeorando.

Henry trata de ayudarla, pero la idea me desagrada, no quiero que nadie la toque, menos así mojada, así que la levanto del suelo cubriéndola en mi pecho, justifico mi acto con la herida de su pie y la llevo yo colina abajo.

-Dejame, necesitas descansar. -Susurra haciendo un vaho intento por bajarse.

-Tengo buena resistencia. -Es lo que le respondo.

-Creído.

...

Allison se encuentra durmiendo en nuestra cabaña, yo estoy comiéndome un coco junto a Denisse y Meredith.

-Tú y tu chica, nos dieron un susto de muerte. -Habla Denisse tras dejar a un lado su coco sin agua.

-Primero no es mi chica -Aunque me gustaría que lo fuera. -y segundo ¿Por qué susto?

-Los chicos dijeron que se quedaron discutiendo. -Habla la hermana menor. -Pensamos que se habían matado mutuamente. Crimen pasional. Como en esta isla no hay justicia, imaginaba que el superviviente nos mataría a todos uno por uno para que nunca el mundillo descubriera lo que hizo.

Enarco una ceja hacia la adolescente que se encoje de hombros ante la mirada aterrada de su hermana mayor.

¿En qué película vive esta niña?

-Soy incapaz de golpear a una mujer. -Me siento ofendido.

-Tranquilo mi hermana está mal de la cabeza, si nos asustamos, porque pensamos que con la lluvia algo les había pasado.

-Ya veo, pero gracias a eso encontramos la cueva y la fuente del agua dulce. -Tomo otro trozo. -Los chicos fueron a por agua.

-Si y solo la mitad, la otra se fue con Henry a ver si cazaban el jabalí. -Denisse suspira al pensar en su esposo, está enamorada como la mierda.

-Yo hubiera ido, pero no me avisaron. -Me recuesto más en el tronco.

-Es porque tienes que descansar. -Me dice la mujer embarazada.

-Oh gracias mamá. -Me burlo.

-Muy gracioso. -Deja de hablar y se lleva las manos a la barriga.

-¿Qué pasa? -Digo al ver la mueca que hace.

-Es mi sobrino que quiere decir hola. -Meredith lleva las manos al vientre de su hermana.

-Tocalo. -Denisse toma mi mano y la acerca a su vientre justo cuando del interior golpean.

No hay palabras para describir lo que se siente el recibir una patada de un bebé no nato, pero la de este me es más increíble aún. Su manera de decir estoy aquí, estoy vivo, su manera de recordarnos que aún no estamos perdidos, de que hay esperanza, de que si no morimos en ese avión, no moriremos aún, de que es hora de comenzar a prepararse para volver a casa.

Y he aquí mi promesa para el.

-Volveremos.