Capítulo 21 • Titanomaquia

Inicio un nuevo día en la Isla de los Perdidos, los periódicos de la Isla sólo hablaban de una cosa: la guerra entre líderes.

Para nadie era un secreto que Uma era la líder de los piratas y cualquiera que viviera en los muelles. Que Mal fuera dueña de parte terrestre de la Isla o que Los Leones gobernaban sobre todas las bestias de la Isla como: los cuervos, buitres, cocodrilos, tigres, hienas o loros malvados.

Hadie fue jalado de la camisa por Evie. Él se mostró confundido al principio, a ella realmente la conocía de casi nada.

— ¿Puedes ayudarnos?

— ¿A qué?

— Ven conmigo.

Sin esperar respuesta, Evie lo jaloneo del brazo hasta arrastrarlo para llegar a la guarida de Mal. Ella ahora estaba sentada en el sillón como si fuera un trono de oro, con Helmut de pie a su lado, ambos con sonrisas igualmente altaneras en sus rostros.

— Hadie, que gusto que te nos unas - dijo Mal con una voz aterciopelada. De inmediato Evie le lanzó un vaso de agua a la cara —. ¿¡Eh!?

— Mal, como tu mejor amiga es mi deber asegurar que tengas los pies bien clavados en la tierra.

— De hecho, nuestro trabajo como tus amigos es decirte que estas actuando como una idiota cuando actúes como una idiota y ahora mismo actúas como idiota - mencionó Jay.

— Así que ya lo saben - murmuró Hadie al grupo de Mal. Ellos asintieron.

— Enfrentarnos a nuestros padres es una locura - dijo Carlos —. Una cosa es apoyarte contra los piratas, pero otra muy distinta es creer que vamos a pelear contra nuestros padres.

— Ay mis niños - se rió Hades saliendo de las sombras como si fuera un fantasma —. Por eso jamás serán tan buenos villanos, no tienen ambición. No te preocupes cariño, una familia unida siempre es más fuerte - le dijo con una voz relajada, tomándola de los hombros. Hadie por primera sintió algo ante ver a su familia unida. Su corazón latió fuerte, pero no era como lo imagino. En realidad, su corazón estaba roto. Al fin tenía lo que tanto deseaba, una familia unida, pero no por amor sino por la ambición de cada uno.

Hades solo quería ver a Maléfica ser hundida, destruir su ego. A Mal le interesaba ser superior a su madre a través de cualquier medio y Helmut... Aún no sabía realmente cuáles eran sus intenciones, pero era obvia la manipulación que ejercía sobre Mal y Hades.

— Mal. Quiero que pienses en lo que te dije la otra vez ¿Sí? - por un instante la vio desviar la mirada pensativa, casi con remordimiento —. Los invito a comer algo en Bar Bazofias - le dijo a la pandilla. La ojiverde no se opuso, pero si permaneció pensativa. Pelear contra Maléfica y los villanos realmente era un combate difícil, una "titanomaquia" como Hadie lo llamo.

(***)

— Ni siquiera nos dio las gracias - se quejó Jay —. Me golpearon mucho ayer y ni siquiera me quiso dar su café de hoy.

Hadie bajó su taza de café antes de darle un sorbo y se la dio a Jay.

— Debiste nacer en Auradon - dijo el moreno —. Demasiado bueno.

— O demasiado tonto - continuo Evie —. Si no fueras hijo de Hades ya te habrían matado por ser tan amable.

— Espero ser un dios justo. Si logramos salir de esta isla quisiera limpiar la imagen que el mundo tiene de mí solo por ser hijo de quien soy.

— Todos queremos eso - susurro Carlos —. Tal vez la titanomaquia no sea tan mala... Sin nuestros padres cuidando nuestros pasos podríamos hacer lo que queramos. Lo que realmente queramos.

Quedaron en silencio después de eso. Ciertamente querían hacer cosas diferentes a lo que sus padres esperaban de ellos, pero no creían que una guerra fuera a solucionar eso.

— ¿Y si eso es lo que Helmut quiere? - pregunto Hadie mirando hacía la mesa y después hacía sus amigos —. ¿Y si quiere poner a Mal en el poder para quitárselo?

— ¿Eh? ¿Cómo haría eso?

— Sin Maléfica ni nuestros padres para interferir en el poder, solo Mal gobernaria, Helmut sería su mano derecha. Si algo le pasa a Mal...

— Helmut se convierte en rey.

— ¿Qué? Pero Hadie es mayor, tú le puedes quitar el poder si hace algo así.

— Tal vez, pero él es inteligente. Maldición, quizá el ya tenga un modo de deshacerse de mí. ¡¿Cómo no lo pensé antes?! - se llevó las manos a la cabeza y gruño.

— Pase lo que pase hay que evitar la titanomaquia. Helmut no puede tocar a Mal mientras Maléfica y Hades sigan en el juego - explicó Evie.

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