Extra: cuando son tres
Extra: cuando son tres
Andrew
Cinco meses
Hay un peso sobre mi estómago, no es tan pesado, pero definitivamente me despierta pese a que mantengo los ojos cerrados, aunque eso no dura mucho cuando siento una boca succionarme la barbilla dejándome un montón de baba y esa definitivamente no es mi esposa.
Apenas abro los ojos me encuentro con mejillas regordetas y sonrojadas demasiado cercas de mi rostro mientras que uno de los pares de ojos que cada día me roban el corazón me mira al morderme la barbilla, afortunadamente no tiene dientes.
—Oye, peculiar forma de despertarme —Le digo alejándola de mi barbilla y dando un rápido vistazo a su pulsera—. Buenos días, Allie.
Todo lo que hace es parpadearme y darme una sonrisa con los dedos metidos en la boca. Incorporándome con cuidado doy un vistazo a mi estómago en donde Camille parece demasiado curiosa por mi ombligo.
—Eso definitivamente es muy incómodo, cariño —Le hago saber y mi voz atrae su atención por lo que me sonríe antes de darme una palmada en el abdomen y reírse ante el sonido—. Humm, me falta una...
—Ocupada comiendo —Responde Leslie.
Y solo tengo que mirar a un lado para encontrarla con Bree pegada al pecho, agarrando posesivamente la cima mientras se alimenta.
Leslie se encuentra despeinada y con los ojos hinchados, pero me sonríe iluminándose como cada mañana. Trato de ser el apoyo que necesita y estar presente en cada momento, pero reconozco que ella hace mucho más y que hay cosas de las que solo puede encargarse ella. No sé cómo lo hace, siempre me impresiona.
Bostezo y me incorporo viendo que apenas son las seis y veinticinco de la mañana, pero ya es habitual levantarme incluso más temprano cuando tu horario depende de tres pequeñas personas.
Beso la mejilla de Allie y me levanto de la cama dejándola junto a su hermana mientras me estiro.
—Me cepillo los dientes y vuelvo a ayudarte con ellas.
—Ve tranquilo —dice Leslie levantándose de la silla para sentarte en la cama y vigilar que nuestras dos hijas no se caigan.
—¿Tienes mucho tiempo despierta?
—Solo una hora.
—Debiste despertarme.
—Lo tenía bajo control, es solo que luego estuvieron despiertas las tres y cuando te vieron en la cama quisieron ir por ti.
—Niñas de papá —digo con orgullo y ella rueda los ojos, pero sonríe.
Estoy por alejarme cuando un grito típico me hace voltear antes de que un llanto comience y cuando giro encuentro a Camille mirándome con un puchero mientras llora y estira sus brazos hacia mí.
—Solo se va por un par de minutos, no pasa nada, Love —La tranquiliza Leslie, pero ella solo llora mientras Allyson está más ocupada en aprovechar el pecho libre de su mamá.
Miro de la puerta del baño a la bebé que llora por mí, implorándome que la cargue y una vez más Leslie rueda los ojos sabiendo que estoy envuelto en pequeños dedos y que la bebé se saldrá con la suya.
—Débil —Se burla.
—¡Pero mírala! Sufre —Me defiendo tomando a una de mis bebés y besando su mejilla hasta que se calma recargando su mejilla de mi hombro—. Cuando seas una adolescente te recordaré la manera en la que llorabas por mí.
—Seguramente de adolescente te seguirá teniendo envuelto en sus dedos.
Esta vez soy quien ríe mientras me dirijo al baño, apoyando el trasero de Camille de mi antebrazo mientras con la otra mano me encargo de preparar mi cepillo de diente bajo su mirada curiosa.
—Cuando tengas dientes lo entenderás, pero debemos cepillarlos —Le hablo, me gusta hacerlo siempre para estimularlas y mantenerlas activas—. Es mentolado y hay canciones infantiles para que aprendas a hacerlo sola.
La pequeña boca de mi hija se abre mientras me mira cepillarme los dientes, por supuesto que intenta meter su mano, pero consigo esquivarlo mientras continúo y cuando termino de enjaguarme la boca con agua, le salpico con los dedos unas gotas y parpadea sobresaltándose antes de reír, lo que me tiene sonriendo antes de hacerlo de nuevo.
Su risa hace eco en el baño mientras me mira a la expectativa de que lo haga una vez más y se lo concedo antes de salir del baño, dejarla en la cama en donde ahora se encuentran también sus dos hermanas siendo entretenidas por Leslie y volver al baño a orinar.
Una vez que vuelvo de nuevo a la habitación me inclino sobre mi esposa dándole un beso en la boca.
—Buenos días, amor. ¿Lista para comenzar la mañana? Me encargo de nuestro desayuno.
—¿Puedes quedarte con las tres? Necesito una ducha en donde pueda lavarme el cabello bien sin tener que darme prisa.
Necesita tiempo para sí misma, así sean tan solo quince minutos.
—Puedo con ello.
Parece que le di el mejor regalo y me da un beso entusiasta antes de que tome a una de las bebés y yo tome a dos, para ir a la sala y dejarlas en los coches.
—Ve por tu eterna ducha y disfrútala, amor.
—Si me necesitas solo grita —Me dice besándome la mejilla y cuando se gira le doy una palmada en el culo haciéndola reír.
Traslado el coche múltiple a la cocina, dejándolo lo suficiente lejos en donde no corran peligro, pero en donde me vean mientras pongo música baja y les entrego juguetes, pero prefieren mirarme cocinar.
—Soy buen cocinero ¿Saben? Quizá no increíble como el tío E, pero sabe bien todo lo que cocino —Les hago saber y Bree se lleva la mano a la boca—. Y su mami también cocina muy bien, así que están en buenas manos.
»Estoy curioso de qué comidas serán sus favoritas ¿Habrá alguna vegana o vegetariana? —Las miro y Allie estira las manos hacia mí queriendo que la cargue—. Estoy cocinando, bebé, debes esperar un poco.
Comienzo a cantar mientras cocino y como siempre eso las entretiene. Camille se deja caer acostada dentro del coche mientras intenta chuparse el pie y en el proceso se saca el calcetín.
Hacen sonidos cuando quieren mi atención y cedo de tanto en tanto dándole besos o mismos antes de continuar, siempre hablándoles y cantándoles. Sabiendo que pronto se aburrirán, guardo el desayuno de Leslie y me siento en la silla alta del mesón para comer y estar disponible cuando ella se siente a desayunar, sin embargo, no he dado más que dos bocados a una de mis tostadas cuando un sonido inconfundible seguido de un olor terrible se adueña del lugar.
—¡Estoy comiendo! —digo con exageración y Allie se ríe.
Levantándome hago inspección de cuál es la responsable, pero no hay que buscar mucho cuando no tardo en notar que el body de Bree junto a parte de sus muslos se encuentra con mucha evidencia, incluido el coche.
—Pero ¿Cómo hiciste tanto? —mascullo, tomando el coche y dirigiéndome a su habitación.
Mi ceño se frunce cuando al sacarla me ensucio el antebrazo y no ayuda el que se mueva tanto mientras hago la limpieza y cambio de pañal. Sus hermanas comienzan a lloriquear en protesta viendo que cargo a una de ellas y mientras sostengo a la ahora bebé limpia, y tras limpiarme el brazo, me encargo de sacar la manta sucia del coche y reemplazarla.
Al volver a la cocina para continuar desayunando, ya están inquietas y molestas, por lo que termino comiendo de pie en la sala mientras las veo en sus gateos de principiantes y las persigo.
—Eso no se toca —reprendo alejando a Allie y de verdad puedo jurar que resopla cuando la hago gatear en otra dirección.
—¿Cómo vas? —pregunta Leslie en voz baja con una toalla envolviéndole el cabello.
Afortunadamente las niñas no la escucharon o irían tras de ella, así que me llevo el índice a los labios pidiéndole que no hable.
—Todo va bien, en el horno está tu desayuno, tómate tu tiempo.
Gesticula un "te amo" y va a la cocina mientras sigo detrás de toda la energía de nuestras hijas.
***
Siete meses
—Eso fue innecesario, Bree.
Ella se ríe mientras me quito con una mano el puré de papa del rostro y con la otra mano presiono la cuchara de los labios cerrados de Allie.
—Vamos, un bocado.
Airadamente ella voltea su rostro mientras Bree envía más puré de papa a mi rostro. Haciendo una pausa con la bebé rebelde que no quiere comer, intento que el agarre sorprendentemente fuerte de Allie sobre su cucharilla ceda y cuando lo consigo, grita en protesta mientras que alarmado, a tiempo, me doy cuenta de que Camille se ha quedado dormida y consigo evitar que su cara se estampe contra la comida.
—Eso estuvo cerca —respiro aliviado sacándola de la silla y acostándola contra mi brazo mientras vuelvo a intentar que Bree coma—. Vamos, el puré está muy rico.
Finjo dar un bocado para convencerla, pero vuelve a apretar los labios así que le doy otra cucharada a Allie manteniendo la cucharilla lejos de sus manos.
El sonido del timbre hace que Camille se sobresalte en mis brazos, pero luego se relaja y sigue durmiendo mientras básicamente troto hacia la puerta encontrándome con Ethan y Dexter.
—Termina de darle comida a Allie, es la de la camisa morada, pero no le dejes la cucharilla porque te ensuciará —Le digo a Dexter dándole empujones hacia las sillitas de bebés que gritan de alegría en cuanto lo ven—. Tú, toma.
Le doy a Ethan a la bebé dormida, él parpadea y la acomoda entre sus brazos viéndole la carita llena de comida.
—Está sucia.
—Sí, bueno, se durmió, límpiala con las toallitas que están en el sofá, pero si la despiertas se enojará.
—Tienes comida en el cabello —Me hace saber con un lento repaso de su mirada— y en toda tu camisa.
—Gracias por informarme, Ethan, pero no importa. Iré a prepararle un biberón a Bree que se niega a comer.
—Estás siendo dominado por tres pequeñas tiranas rubias —Se burla, acomodándose mejor a la bebé de sus brazos—. Tu casa huele a talco y a bebé.
—¿Eso es malo? —Arqueo una ceja.
—Solo es diferente.
—¡Oye, Andu bebé! Heaven también quiere comer ¿Le doy? —grita Dexter.
—¿Qué? —dejo a Ethan atrás y llego a las sillitas de bebés en donde Bree se ríe con los avioncitos de Dexter antes de abrir la boca y comer—. De acuerdo, eso me duele, hija.
—Supongo que ya no habrá biberón —dice Ethan tomando una toallita húmeda y sentándose para limpiar con cuidado el rostro de la bebé dormida.
—Oh, aquí viene un gran bocado, Moon ¿Preparada? —Le pregunta Dexter y ella hace un sonido agudo de emoción— ¡Aquí vamos!
La verdad no estoy enojado, de hecho, consigo mi teléfono y grabo un video de pocos segundos para enviárselo a Leslie que hoy fue reunirse con su amiga Risa, de Japón, que vino de vacaciones hace unos días. La conocí cuando nos visitó y es agradable, pero sabía que ellas necesitaban tiempo a solas.
—Tal vez deberías aprovechar de darte una ducha —Me sugiere Ethan.
—Sí, tenemos todo bajo control ¿Cierto? —Le pregunta Dexter a las bebés con voz aguda y ellas ríen.
No es un secreto que Dexter las vuelve locas. Se emocionan cuando lo ven, compiten por su atención y lloran cada vez que se va, y eso a él le da una gran satisfacción.
En general mis hijas aman a cada uno de los chicos, disfrutan de sus atenciones y ellos son increíbles con ella, mi familia es maravillosa.
—Deberías acostarla —Le hago saber a Ethan mirando a Camille.
—Si lo hago se despertará.
Cada vez que tiene a una de las bebés dormida dice exactamente lo mismo por lo que no insisto mientras voy por una ducha aprovechando la ayuda.
***
Ocho meses
—Mira, Allie, conoce a Chelsea —digo con voz suave inclinándola hacia la bebé que duerme en los brazos de Jeremy.
Mi hija la mira con curiosidad mientras me siento al lado de Jeremy quien le besa la mejilla y luego le sonríe.
—Chelsea, alguien muy especial vino a conocerte —dice con dulzura mirando a su hija que mantiene los ojos cerrados y duerme plácidamente como la mayoría de los recién nacidos—. ¿Quieres tocarla, Allie?
Tomo la mano de mi hija y con cuidado hago que acaricie la mano mucho más pequeña de Chelsea y me impresiona lo mucho que han crecido mis hijas. Hace unos meses eran incluso más pequeñas que Chelsea y ahora la diferencia es tan notoria. Tengo miedo a que crezcan demasiado rápido porque, aunque el cambio en mi vida ha sido enorme, la verdad es que me encanta tenerlas.
—¿En dónde dejaste a Cami y a Bree? —Me pregunta Jeremy.
—Leslie la llevó con ella y Elanese, Allie no quería despegarse de mí, así que hoy nos dividimos —respondo, mirando los rasgos suaves de la bebé que apenas tiene una semana de nacida.
No fue un parto fácil, debió ser inducido, pero Chelsea es una bebé preciosa y con unas mejillas llenas. Está demasiado pequeña para identificar cuáles serán sus rasgos, pero es tan bonita y amada.
—¿Cómo ha estado Naomi?
—Ella es maravillosa, siento que me he enamorado incluso más. Soy de que sea la mamá de mi hija. La amo —Ese amor se refleja en la mirada de Jeremy mientras me habla—. Está siendo todo un aprendizaje para nosotros, Chelsea se despierta mucho en la noche y aunque quiero ayudar, la realidad es que Naomi es quien puede alimentarla, pero ayudo en todo lo que puedo.
—¿Eso va mejor? Ya sabes, lo de amamantarla.
—Sí, Chelsea está bien alimentada, pero lloré con ella cuando se le lastimaron los pezones, fue muy rudo, pero ella nunca se detuvo.
—Nunca entenderemos todo lo que conlleva ser mamá —Sonrío sintiendo como Allie juega con mi anillo de bodas.
La siento entre Jeremy y yo antes de estirar las manos para cargar por primera vez a Chelsea quien se siente liviana debido a que me adapté al peso cambiante de mis hijas, ella apenas y bosteza, pero continúa durmiendo. Al verla en mis brazos, mi hija es mucho más curiosa y se inclina para mirarla mejor.
—Van a ser grandes amigas, Allie —Le hago saber y sus ojos azules me miran con curiosidad mientras Jeremy le peina el cabello rubio.
—Doug siempre está presumiendo de que ahora somos más rubios en el grupo —Se ríe Jeremy—, pero tengo la sospecha de que mi hija abandonó ese equipo, algo en mí me lo dice.
—Eso es porque sueñas que sea una mini Naomi.
—La amo de cualquier manera. Ni siquiera puedo creer que ella sea real ¿Cómo haces para vivir sabiendo que amas tanto a una pequeña persona que depende de ti? Me siento abrumado por todo este amor.
»He amado a Jeff desde que nació de una manera abismal, pero no pensé que amar a mi hija fuese tan infinito y abismal, tan grande, intimidante y aterrador.
—Nunca entenderás esa capacidad de amar, cada día te maravillarás incluso en los días difíciles, solo sabrás que siempre estarás allí para ella, queriendo darle el mundo y queriendo lo mejor para ella.
Él pasa su pulgar por la mejilla de Chelsea y ella hace ademan de abrir los ojos, pero le toma cuatro intentos conseguirlo.
—Te amaré toda mi vida e incluso más, hija —Le promete y le sonrío a Allie que me devuelve la sonrisa.
***
Nueve meses
—¿Quién es la mejor amiga más bonita e increíble? —pregunta Doug con voz infantil antes de acurrucar a la bebé contra su pecho.
—Pensé que esa era yo —Se queja Hilary sosteniendo a Allie contra su cadera.
—Princesa eres mi esposa y mejor amiga, Chelsea es mi sobrina y mejor amiga, hay una enorme diferencia.
—Una muy grande —bromea Leslie con Camille pegada a su pecho mientras que Bree gatea persiguiendo a Jeff.
—Oye, Jeff, Heaven no es un perro, deja de hacer que te persiga en busca de las galletas —Le hace saber Hilary al pequeño rubio que tiene a mi hija persiguiéndolo por toda la sala.
—¡Es linda! —asegura Jeff sonriendo y siempre me sorprende lo mucho que se parece a Doug—. Toma, bebé.
—El solo está jugando —Lo defiende Doug.
Bree se sienta y aplaude dando un grito de alegría que solo se vuelve más fuerte cuando Jeff aplaude con ella.
—Bebé, shhh —Leslie se lleva el índice a los labios—. Tío Jeremy y tía Naomi descansan.
Bree intenta imitar a su mamá llevándose el dedo al labio, pero no lo logra, sin embargo, es tan adorable que Doug no pierde tiempo en grabarla. Fácilmente él tiene más videos de mis hijas que yo.
—¡Papá! ¡Papá! ¡Papá! —grita Jeff viniendo hacia Doug y trepando por el sofá.
—Dime, hijo.
—Te amo —Le dice tomándole el rostro y Doug sonríe.
Puedo escuchar a Hilary y a Leslie suspirar, es muy adorable como siempre le está diciendo a sus padres que los ama en momentos inesperados.
—También te amo, mejor amigo.
—Papá.
—¿Si?
—Te amo mucho.
—También te amo mucho, Jeff.
—Papá, papá, papá —canturrea Jeff tomándole las mejillas a Doug.
—Ni pensar que antes era Douuu y ahora dice papá todo el tiempo —comento mientras el cantico de papá sigue.
Bree aprovecha el canto de Jeff para dejarse caer sentada en el suelo y moverse al ritmo de la canción porque aman bailar, también aplaude con emoción.
—Pa-pá —balbucea y me tenso mientras casi puedo jurar que me quedo sin respiración.
Casi creo que lo imaginé cuando mi mirada se cruza con la de Leslie que está casi igual de sorprendida.
—Pa-pá —repite Bree balanceándose.
De acuerdo, puede que tenga los ojos húmedos y el corazón acelerado mientras balbucea lo mismo una y otra vez.
No pierdo el tiempo yendo hacia ella y alzándola del suelo, besándole las mejillas sonrojadas y apretándola contra mí.
—Sí, bebé, soy tu papá —La alejo lo suficiente para mirarla con una gran sonrisa mientras siento las esquinas de mis ojos húmedas, ella me devuelve la sonrisa.
—Pa-pá.
—Te amo tanto a ti y a tus hermanas.
Nunca había sentido tanto amor. Pensé que estaba preparado para ser papá, pero la verdad es que nunca imaginé el alcance que tendría este amor que viene acompañado del miedo, ansiedad, felicidad y estrés.
Mis hijas y Leslie se han convertido en todo.
—Increíble. Las cargas meses en tu vientre, las alimentas y aun así papá viene primero que mamá —finge quejarse Leslie, pero cuando la veo sonríe con los ojos llenos de lágrimas.
Le guiño un ojo y sonrío antes de decirle dos palabras que no me canso de repetirle todos los días y mayormente más de una vez: te amo.
***
Once meses.
Estoy llorando.
Llorando de la risa mientras Allie frunce su pequeña boca en un puchero y entrecierra los ojos como si quisiera ir al baño en tanto intenta imitar la pose de Allen para las fotos, que ella llama, de modelo empoderada.
Es lo más gracioso y lo más bonito.
—Heaven le está tironeando el cabello a Heath, pero él es feliz —me dice Harry sosteniendo a Camille con la cabeza contra su pecho.
La trilliza menor, Camille, está demasiado cómodo acurrucada sobre su pecho mientras con una mano le acaricia la barba a Harry. Halle no hubiese permitido jamás este escenario, pero ella está demasiado ocupada en casa de April jugando con Zozo.
Miro hacia Bree que tironea del cabello de Heath, quien se ríe y espera el próximo tirón como si fuese un gran juego. Creo que Heath es el niño más feliz que he conocido, llora muy poco y constantemente cree que todo es un juego para hacerlo reír, siempre lo escucharás riéndose y lo verás sonriendo a la espera de cualquier gesto que lo haga feliz y particularmente, él disfruta demasiado ser el centro de los juegos demasiados bruscos de mis hijas.
—Bree —La llamo y de inmediato voltea a verme aun sentada en el suelo—. Deja de tirar del cabello de Heath.
Tiene la audacia de decirme que no con la cabeza en sacudidas bruscas y entrecierro mis ojos hacia ella.
—Heaven Bree —digo intentando sonar como Leslie, pero ella solo ladea la cabeza como si creyera que soy raro—. No tires de su cabello.
Y hace justo eso mientras Heath se ríe.
—Casi parece que te desafía —asegura Harry acomodándose mejor a mi lado en el sofá y Camille aprovecha para acurrucarse mejor—. ¿Estás cómoda, Love?
—Me siento invadido —hace saber Max entrando a su sala de estar tras terminar una llamada telefónica.
—Allen nos invitó —Le recuerdo.
—Para ser alguien que antes no sabía ni cómo cargar un bebé, ahora parece gustarle jugar con ellos —murmura mirándola con una sonrisa suave.
Al igual que todos, disfruto ver a Max enamorado. Sigue siendo nuestro Max, solo que ahora tiene una compañía que lo complementa de una manera increíble y que trae más felicidad a su vida y con honestidad, amamos a Allen, ella nació para ser parte de nuestra familia.
—¿Cómo consigues salir con las tres? —Me pregunta Harry jugando con el cabello de Camille que comienza a quedarse dormida.
—Soy un súper papá —aseguro sin perder la vista de Bree que afortunadamente deja de tironearle el cabello a Heath porque ahora se abrazan mientras ríen—, pero la verdad es que en el auto siempre se entretienen, lo difícil es cuando nos toca bajar y ayuda que cuando salgo solo con las tres es para visitar a alguien que eventualmente me ayudará a entretenerlas.
—Eres un buen papá, de lo contrario, Leslie no estaría tan tranquila dejándote irte por tantas horas con ellas.
—Ella también confía en ustedes... ¡Bree! Harás que ambos se caigan.
De nuevo mi hija me lanza una mirada despreocupada mientras básicamente se cuelga del cuello de Heath que la abraza.
—Ellas solo están aprovechando la ausencia de Halle para acaparar el amor de los Jefferson —Se ríe Harry consiguiendo tomarse una selfie con mi hija acurrucada en su pecho.
—Antes yo era todo su mundo, ahora parece que les gusta desafiarme —suspiro, pero sonrío porque sé que siguen siendo hijas de papi.
Siempre gatean detrás de mí, me persiguen o quieren dormir sobre mí, papá es la palabra que más dicen aparte de "no" y "abua." Mi vida es tan diferente a lo que era antes, pero me encanta.
Ahora la mayoría de mis planes las incluye a ellas y aunque aún Leslie y yo nos tomamos tiempo para tener citas o unas pocas veces disfrutar de alguna fiesta, paso más tiempo en casa o saliendo con ellas, comprometido a disfrutar de cada cambio y aprendizaje que ocurre, de maravillarme por la manera en la que descubren el mundo.
Me quedo un par de horas más en el apartamento de Max y Allen junto a Harry, tengo que escuchar el llanto de mis hijas cuando nos vamos y me cuesta despegar a Camille de la camisa de Harry, pero cuando vamos en el auto y las miro por el espejo retrovisor, mi sonrisa es enorme.
—¿Llamamos a mamá para decirle que ya estamos en camino?
Allie aplaude y Bree está demasiado ocupada tirándole la oreja a Camille que mordisquea el brazo de su peluche.
Llamo a Leslie y en cuanto su voz se reproduce por el auto, ellas se emocionan y comienzan a buscarla.
—Voy de camino a casa con tres niñas muy despiertas.
—Estoy con Eva, no traje auto ¿Pasas por mí?
—Claro, amor.
Camille grita enojada cuando se da cuenta de que por más que escuche a su mamá, no consigue encontrarla.
—De acuerdo, me daré prisa porque alguien parece enojada de no verte.
—¿Se portaron bien?
—Desafiantes, pero bastante bien. Cami deseaba quedarse en el pecho de Harry.
—Entendible, tiene buenos gustos.
—Leslie.
—Vale, no te enojes, papá celoso.
—Te veo en veinte minutos. Te amo.
—Aquí los espero, los amo.
Cuando finalizo la llamada y la voz de Leslie deja de sonar, las tres comienza a inquietarse, pero no dura demasiado debido a que comienzo a cantarles, algo que es muy nuestro y que disfrutan. Atentas me escuchan y cuando hago pausa se quejan hasta que retomo la canción.
—Gracias por hacerme feliz —Les digo incluso si ahora no lo entienden, pero me encargaré de repetírselo durante toda la vida para que nunca duden de lo mucho que cambiaron mi vida y lo feliz que me hace llamarla hijas.
***
Doce meses.
—¡Voy, voy! —grito.
El llanto incrementa mientras me tocan la puerta del baño y me lavo las manos.
—Deja a papá tener privacidad, Moon.
—¡Papá! —Grita Allie llorando mientras sus pequeños puños golpean la puerta.
Me seco las manos antes de abrir la puerta y encontrarla esperándome con grandes ojos azules y los brazos extendidos hacia mí.
—No pasa nada, papá está aquí.
—Es tan dramática —Se ríe Leslie acercándose a nosotros—. Love y Heaven aun duermen, Moon hoy parece luchar con el sueño. Suerte con eso.
Se pone de puntillas plantandome un beso en la boca y ambos reímos cuando de inmediato Allie pone su mejilla para que se la bese.
—Terminaré de escribir mi artículo —Me avisa dándome un sutil golpe en el trasero—. Luego quisiera tiempo a solas con mi esposo.
—Cuenta con ello —prometo guiñándole un ojo y viendo su cuerpo alejarse—. ¿Por qué tu mamá es tan hermosa, Allie?
Mi hija balbucea y luego lucha conmigo cuando intento acostarla en mis brazos para dormirla y ¡Mierda! Es lo suficiente terca para no rendirse y hacerme fruncir el ceño.
Me siento a hablarle mientras se aferra a mi camisa e intento mecerla, pero lucha contra el sueño pese a que sus ojos quieren cerrarse.
—¿Quieres que te cuente de nuevo cómo conocí a tu mamá? Todo comenzó con tu maravilloso hermano, quien era tan increíble que inició nuestra historia de la manera más dulce, dolorosa e inolvidable. Arthur, ese bello ángel viéndonos desde el cielo.
Esta vez me deja acunarla en mis brazos mientras comienzo a contarle una historia de la que no me canso. Me mira con grandes ojos azules hasta que finalmente se deja llevar por el sueño.
—Leer ese correo fue la mejor decisión de mi vida —Le susurro.
Holissss, este es un recuento muy breve de lo que han sido los meses de Andrew con sus bebés. En el futuro tendrá más profundidad cuando leamos sus perspectivas, pero no me aguante y quise compartir un poquito de toda la experiencia con ustedes.
Aprovechando que ya casi acaba el año, quiero agradecerles por haber sido parte de mi 2023 y por estar dispuestas a acompañarme en este 2024.
De corazón espero que este año nuevo sea mil veces mejor y que esté plegado de alegrías y buenos momentos.
Los ti amo mucho.
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Twitter: Darlis_Steff
Espero les guste.
Un beso.
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