Capítulo Once
Capítulo once.
Siete años, no puedo creer que mi bebé ya alcanzó tal cifra. Se siente cómo si hace poco fuese la llorona desesperada que no sabía cómo ser una mamá. Hace siete años era apenas una adolescente arrogante que en realidad no sabía mucho de la vida, ahora me gusta pensar que soy una adulta.
Una adulta preocupada.
Leo de nuevo el mensaje del doctor que hemos ido a ver luego de que la pediatra y otro doctor me dieran diagnósticos de Arthur que garantizaban que estaría bien luego de pocos días, pero aquí estamos. Mi hijo está cumpliendo siete años y milagrosamente hoy se siente un poco mejor, pero los demás días han sido angustiosos y dolorosos. No podía quedarme de brazos cruzados, así que sí, fui por una tercera opción y ahora él me está diciendo que necesita reunirse conmigo mañana para hablar sobre unos exámenes que desea se realice mi hijo.
Cuando pregunté: "¿Debo preocuparme?"
Su respuesta fue: "Lo hablamos mañana, señorita Anderson."
Eso no suena alentador ¿Verdad? Trato de no preocuparme porque Arthur la está pasando genial con seis amiguitos hoy en su día especial, pero mi cabeza es un caos de preocupaciones y angustias.
—Mami —su voz llega antes de que detrás de mí, brazos se enrosquen alrededor de mi cuello.
Me encuentro sentada en la puerta que da al pequeño jardín. Recarga su cabeza de mi hombro y me da besos continuos en la mejilla. Tal vez toda la diversión que está teniendo lo ayude a ignorar sus malestares, también está el hecho que Arthur es demasiado valiente pese a ser tan pequeño.
Riendo lo hago dar la vuelta hasta que se sienta sobre mi regazo. Con el pulgar acaricio su pómulo, notando cuán pálido se encuentra en estos días incluso diría que un poco...Amarillento, tiene círculos oscuros debajo de los ojos porque duerme poco y sus labios se resecan tanto que están un poco agrietados. Sigue siendo hermoso, pero algo no está bien.
Paso los dedos por su cabello y le devuelvo la sonrisa.
— ¿Te diviertes, cariño?
—Mucho —responde—. Quiero este día para siempre.
No puedo evitar reír y él hace una mueca levantándose de mi regazo. Me mira con grandes ojos azules y sé que algo está emocionándolo demasiado.
—Veamos a Andrew, mami.
— ¿Andrew?
—Andrew es el hombre, mamá ¡Recuerda! BG.5.
—Oh, claro, claro ¡El hombre! —Le sigo la corriente aun nada familiarizada con la banda.
—Vamos a verlo mami. Leah dice que tienen un concierto —Su ojos se abren más y hace un puchero—. Tal vez...Podríamos ver a Andrew y a Dexter...Y Harry...Doug...Ethan...
—En conclusión: a todos.
— ¡Sí! Exacto.
"Exacto" es su nueva palabra favorita. Me mira uniendo sus manos en suplicas y me lo pienso. Tengo ahorros y mis gastos no son tan apretados, razón por la cual creo que podría hacer algo con respecto si le pregunto a Leah...Pero Arthur es pequeño, llevarlo a un concierto tal vez sea demasiado. Tendría que consultarlo con papá y mis hermanas, además de internet, para saber qué tan bueno o no sería.
Si resulta que está bien, entonces le daré el mejor regalo a mi hijo.
—No puedo prometerlo, pero averiguaré sobre ello ¿Si?
—Exactamente eso es genial —asegura con emoción haciéndome reír.
—Ahora, entremos, es hora de soplar las velas.
—Wow mami, siete años es ser bastante viejo.
— ¿Qué? ¿Quién te dijo eso? —pregunto riendo mientras me pongo de pie.
—Tía Ela.
7 de febrero, 2016.
Leslie: adivina con quién me estoy reuniendo
Andrew: conmigo no es :(
Andrew: Me evitas porque tuvimos un beso increíblemente ardiente
Leslie: te evito porque tu representante se molestó de que estuvieras en todas las noticias de besucón
Leslie: ¿Recuerdas?
Andrew: ¿El beso? Sí
Leslie: hablo de lo que dijo Max
Andrew: "deja pasar unos días, evítense por un par de ellos y esperemos todo se calme" él me odia en este momento, lo sé
Andrew: pero vale la pena ser el besucón
No puedo evitar reír antes de dar un pequeño sorbo a mi té, le respondo un emoticon antes de retomar el tema principal.
Leslie: entonces, adivina con quién me estoy reuniendo
Andrew: pista
Leslie: dice ser el número uno en tu vida
No responde de inmediato y el tiempo que le toma es el mismo en el que veo a cierto castaño de ojos avellana acercarse a mí con paso lento y media sonrisa. Justo entonces un mensaje de Andrew llega.
Andrew: Tienes que estar bromeando ¿Estás reuniéndote con Ethan?
Le respondo un "sí" antes de dejar el teléfono sobre la mesa con la pantalla hacia abajo. Ethan me da un saludo rápido antes de tomar asiento y evaluar de inmediato uno de los menús.
—Creo que no llegué tarde ¿Verdad? —pregunta viendo todavía el menú.
—Llegué demasiado pronto.
—Y ya ordenaste —Entrecierra los ojos hacia mí y sonrío.
—Solo un té, la verdad es que no tengo hambre todavía.
— ¿Qué podría ser bueno aquí? Soy muy exigente sobre mi comida, pero da igual, pocas cosas están al nivel de mi exigencia.
— ¡Vaya! Bastante rudo —Bromeo haciéndolo reír mientras se encoge de hombros.
Un mesero se acerca y tras verlo unos pocos segundos anonadado, sacude su cabeza y toma la orden de Ethan: galletas y un café; sigo sin querer comer así que desestimo el querer algo más. Ambos vemos al chico irse y luego nos miramos.
—Este encuentro estará en internet —Sentencia Ethan—. En poco tiempo un par de fanáticos estarán afuera, pero no te preocupes, Stone y Kleaton están afuera.
— ¿Por qué no entran?
—Porque Stone es malhumorado y prefiere pasar frío —Se encoge de hombros—. Vi tus fotos en twitter...
Entrecierro los ojos hacia él y me devuelve la mirada con diversión. Su pedido es traído y hace una mueca al probar el café, sin embargo, no lo comenta.
—Hace un tiempo en esas fotos fuimos Grace y yo, odié cada segundo de ello. Y luego odié todavía más la solución ¿Y sabes de quién era la culpa? —No me da tiempo de responder— De Andrew.
— ¿Por qué? ¿Andrew te obligó a besar a Grace? —Me burlo y ahora es quien entrecierra los ojos.
—Bueno, no, pero la llevó a la fiesta a la que íbamos.
—Y luego, entonces, ¿Te obligó a besarla? —sigo presionando.
—No.
—Ah, ¿Cuál es la parte en la que es culpa de Andrew? —cuestiono con diversión.
Se muerde el labio antes de reír y dar otro sorbo a su café, aprovecho y hago lo mismo con mi té.
—Vale, así que no fue culpa de Andrew...Pero hay que admitir que fue una de sus tantas emboscadas para que me diera cuenta de que entre Grace y yo había algo especial.
— ¿Ya le diste las gracias? —prosigo y no soporto más la risa, así que la dejo escapar—. De acuerdo, es broma. Me alegro de que tuvieras un cupido.
—Andrew siempre ha sido una pieza clave en la banda y en la vida de todo el que lo conoce —Hace una pausa—. Así que ustedes...
— ¿Nos besamos? Sí.
—Te estás burlando de mí —Se ríe—. El beso es obvio viendo las fotos, aunque los fivers aún no sepan que eres tú.
—Mira, Ethan, Andrew y yo estamos ¿Explorando? Lo que sucede entre nosotros, no hay un título en este momento. Soy consciente de la persona increíble que es y créeme, me gusta cada cosa que descubro y conozco de él.
»Pero en este momento no puedo sentarme a darte respuestas de lo que sucede, porque la verdad es que no lo tenemos claro y en todo caso, tal vez, debas conversarlo con él. No sé qué tanto Andrew quiera compartir y respeto eso.
—Sabes que estaba de broma ¿Verdad? No era que te iba a interrogar —Se ríe—. Andrew es grande y sé que después de ese desastre de novia que tuvo, tiene más claro el romance. Solo quiero conocerte, le gustas mucho a Andrew y tengo curiosidad sobre ti.
»Grace dijo que pensaste que te odio —rueda sus ojos— y eso está lejos de la realidad. Me gusta que Andrew no está fingiendo ni está haciendo la mierda estúpida de moldearse en lo que quieres.
—Grace dijo que eres un anti Isla.
—Soy el presidente del club antifan —dice con seriedad y rio—. El punto de esta reunión es saber cómo te sientes sobre ser la segunda en la vida de Andrew.
—Uhm... —finjo pensarlo mientras bebo del té—. ¿Qué pasa si te vuelves el segundo?
—Ethan Jones nunca será el segundo.
— ¿Por qué Leslie Anderson debe ser la segunda? —Enarco una ceja—. No lo sé, Ethan, convénceme sobre por qué debo dejarte ser el primero en la vida romántica de Andrew.
—Soy sexy, atractivo, adinerado, cocino la mejor comida, compongo con él, llevamos años conociéndonos y soy el punto de deseo por el que Dexter y Andrew se pelean.
—Suenan cómo argumentos válidos. Pero pongámoslo de esta manera —Aguanto las ganas de reír y finjo seriedad—. ¿Qué pasa si soy la primera en la vida de Grace y tú el segundo? Parece un intercambio justo.
— ¿Eh? No encuentro lógica en ello.
— ¿No? Si se ve clarísimo —Ambos reímos—. Eres divertido, Ethan.
—Lo sé, pero muchos tardan en darse cuenta —sacude su mano restándole importancia—. También eres divertida y en realidad te dije sobre este café para despejar cualquier pensamiento que pudieras tener sobre que te odiara o me cayeras mal.
»Si te despreciara te darías cuenta. Ni siquiera te daría agua, créeme —Me sonríe—. Además, cómo amante número uno y amante número dos, debemos llevarnos bien.
—Pero por supuesto —Alzo la taza de té—. Brindo por los amantes uno y dos.
—Salud —golpea sin fuerza su taza de café y me guiña un ojo.
Sí, supongo que en ese aspecto si las cosas con Andrew avanzan, la familia BG.5 no me lo pondrá muy difícil ¿Qué hay de los fivers? Lo descubriré con el tiempo si llega a suceder.
Mi teléfono vibra y lo volteo viendo que se trata de Andrew de nuevo preguntando si estoy de broma. Veo a Ethan que le da un rápido vistazo a su teléfono.
— ¿Nos tomamos una foto? Es para Andrew —digo.
Su respuesta es ponerse de pie, agacharse a mi lado, activar la cámara frontal, sonreír junto a mí y capturar la foto.
— ¿Puedo escribir el texto? —pregunta pero ya lo está haciéndolo.
—Adelante.
Bebo lo que resta de mi té y llamo a mesero pidiéndole otro porque sigo teniendo frío. Con una sonrisa de suficiencia, Ethan me devuelve el teléfono y se sienta de nuevo en su silla. Leo el mensaje y enarco una ceja.
Leslie: reunión de amantes. ¿Ahora quién es la perra que se vuelve una idiota dominada?
La respuesta es inmediata.
Andrew: nunca me quejé de ello, ETHAN.
***
8 de febrero, 2016.
— ¿Te gusta algo? —pregunta Eva a Elanese.
—Uhm...Son muchos vestidos —Es su respuesta, parece abrumada—. ¿Cómo escojo uno entre tantos?
—Está de moda tener dos vestidos o hasta tres siempre que puedas permitírtelos —señalo pasando la página de la revista que miro—. ¡Vaya! No pensé que quisiera casarme, pero viendo vestidos me dan muchas ganas de vestir uno.
—Siempre puedes ser cómo Eva y lucir un vestido sin casarte —Se ríe Elanese y rápidamente una almohada da contra su rostro—. ¡Auch! —Se queja.
—Sí, creo que la razón por la que me entusiasmo con esta boda es porque sé sin lugar a dudas que va a realizarse —Miro a mi hermana mayor—. No te ofendas, Evie, pero tu boda solo me hacía asustarme.
»Dexter, sin embargo, ama cómo transcurrió ese día en la iglesia, le gusta recordarlo —digo con diversión.
Noto que Eva y Elanese comparten una rápida mirada antes de que miren a los lados, no es la primera vez que sucede cuando hablamos de ese día, así que por supuesto una vez más pregunto de qué se trata.
—Es de cuando huimos de la boda —Ríe Eva, pero el sonido no suena alegre—. Cosas que pasaron con Elanese.
— ¿Qué cosas?
—Tonterías, nosotras conversando y analizando mi locura de escapada.
Desplazo la vista de Eva y su media sonrisa a Elanese que se encuentra en silencio con la vista clavada en la revista. Es evidente que me ocultan algo y todavía sigo esperando que me lo digan cuando decidan compartirlo, pero comienzo a impacientarme ¿Qué demonios ocurre cada vez que hablamos de ese día?
Les sonrío fingiendo que el secretismo no comienza a picarme un poco y continuamos ojeando las múltiples revistas que una vez estuvieron destinadas a Eva, solo que ahora se trata de una boda esperada y la novia es nuestra hermana menor.
— ¿Te gusta vivir con Dexter? —pregunta Eva.
—Sí, la convivencia es buena y divertida, claro que tenemos algunas diferencia, pero nada grave —Sonríe dejando olvidado el gesto triste de minutos atrás— y Skylie es todo lo que está bien.
— ¿Cómo hacen para comer? —pregunto con curiosidad.
Elanese y Dexter llevan apenas casi tres semanas viviendo juntos, la verdad es que la veo muy feliz con ello. Durante mucho tiempo creo que se sintió perdida, juzgada y sin rumbo, pero finalmente parece segura sobre el lugar en el que se encuentra y la persona que es, no es que todo esto sea obra de Dexter. Si bien él ha ayudado mucho en su confianza, hay más elementos que han influido en todo este cambio positivo en mi hermanita. Me siento feliz por ella, Elanese se merece más que el cielo.
—Estamos aprendiendo juntos e igual Hannah parece que ama todos los domingos darnos muchísima comida para toda la semana...Harry también nos invita mucho a comer con ellos —Se encoge de hombros—. A Dexter solo le falta algo de confianza en la cocina, pero está aprendiendo, Sky y yo lo alentamos.
»Yo, sí creo que soy un caso más perdido. No me gusta cocinar y por más que me esfuerce los resultados no son tan buenos.
—Al menos eres honesta sobre ello —Me rio.
—Pero basta de hablar de mí —Ella sonríe con picardía hacia Eva—. Cuéntame de Alan, tú y esta casa sola mientras Leslie se comía la boca de Andrew en una fiesta.
—No era necesario mencionarme en tu pregunta —alego.
—Sí que lo era —Sacude la mano hacia mí restándole importancia a mis palabras—. Vamos, Evie. Cuéntalo todo.
Conozco mucho de la historia de esa noche en esta casa, tuve que sacarle las palabras y soltar información sobre mi noche para poder conseguir algo, pero estoy curiosa si revelará incluso más en este momento.
Eva suspira pasándose las manos por el rostro antes de dejarse caer de espalda sobre la enorme cama de su habitación en donde nos encontramos las tres, en una muy necesaria noche de hermanas.
—Me doy cuenta de que complico todo. Tengo el talento de hacer que incluso lo más sencillo resulte difícil —dice frunciendo el ceño— y con Alan, bueno...
—Sabes que siempre le gustaste ¿Verdad? —Pregunta Elanese—. Solía fastidiarlo sobre eso porque siempre veía tus fortalezas y admiraba la mujer empoderada que eres.
— ¿Y por qué no me lo dijiste?
—Pese a molestarlo, respeto a Alan y él pensaba que eras muy feliz con Elliot. Era su decisión no actuar sobre la atracción y no lo hubiese delatado, además, no llegué a pensar que realmente Alan y tú fueran una posibilidad hasta la despedida de soltera en donde...
—La tocó abajo —completo y luego mi teléfono vibra, me pongo de pie viendo el identificador de llamada—. Debo contestar, cuando vuelva me ponen al día sobre toda esta conversación.
Salgo de la habitación de Eva y camino hasta la mía mientras respondo y escucho un "hola, Leslie" saludo sencillo que aun así me hace sonreír.
—Adivina —Me dice y ríe cuando le hago saber que no tengo tal cualidad—. Max ya no está enojado con nosotros.
— ¿Nosotros? Me había hecho a la idea de que estaba enojado contigo, no conmigo.
—Dijiste que harías que me portara bien y en su lugar me hiciste caer, la buena noticia es que finalmente parece que nos perdona.
—Qué buena noticia, pero insisto en que solo estaba enojado contigo.
—Con nosotros —corrige una vez más haciéndome reír—. Así que le pregunté a papi Max si ya podíamos vernos y me dijo que si era discreto, no tendría que haber problema. Cabe destacar que lo dijo con ojos entrecerrados y una mirada de desconfianza.
—Entonces tal vez sí sigue enojado.
—Pero no tanto —Desestima—. Así qué...
— ¿Si?
—Te gusta hacerme decirlo —Se ríe— ¿Dejas ya de evitarme?
— ¿Te estaba evitando? No lo sabía, pensé que en realidad esperaba a que Max te dejara salir con la mujer mala que te besuqueó.
Su risa ahora es más alta y larga, sonrío mientras camino hacia la ventana de la habitación y la abro, de inmediato el frío acaricia mi piel, pero no me molesta porque hablar sobre el beso hace que mi piel y todo mi sistema se caliente.
—Bueno, Leslie, en este momento tengo tu carpeta en mis manos y una vez más digo: eres muy fértil.
—Oh, por favor —Siento que me sonrojo—. ¿Qué haces con la carpeta en este momento?
—Estaba revisando el candelario en mi teléfono y resulta que me di cuenta de algo muy importante.
— ¿Qué será eso?
—En cuatro días se cumple el mes —Silencio, silencio, más silencio—. ¿Leslie?
—Sí, sí, sigo aquí —aclaro mi garganta—. Solo... Wow...El tiempo... ¿Voló? —Risa, pausa, risa rara—. Un mes.
—Sí —Se ríe—, es lo que he dicho, un mes.
Pero ¿Cuándo pasó tanto tiempo? Pues claro, Leslie ¿Todas esas maravillosas citas? ¡Por supuesto que el tiempo estaba corriendo! Siento las palmas de las manos sudorosas y puedo garantizar que el corazón me late algo más rápido. Me siento nerviosa, ansiosa y con un nudo en el estómago.
—De acuerdo, estás asustándome, Leslie. ¿Todo bien?
—Solo estoy nerviosa.
— ¿De darme una respuesta? —respondo con una afirmación en voz baja—. Tranquila, si dices que "no" no voy a enojarme o gritarte. Incluso así, me gustaría salir contigo. Antes me gustabas, ahora además me fascinas, encantas, tientas y atrapas.
Ese lado pequeñito de cobardía que tengo en mí, me alienta a finalizar la llamada y esconderme los próximos días, la parte que suele analizarlo todo me dice "aléjate y dedícate los últimos cuatro días a pensar sobre qué es lo que quieres", pero me conozco lo suficiente así que no me toma por sorpresa lo que digo a continuación:
—Andrew, ¿Puedo responderte el quince? —Hay una larga pausa.
—Sí, claro...Está bien... ¿Quieres tiempo?
—Quiero ver a Arthur. El quince es su cumpleaños —me aclaro la garganta—. Llevaré flores, quiero que sea el primero que sepa sobre mi decisión, incluso si suena tonto.
—No es tonto, tonto es que lo llames tonto.
Su declaración me hace sonreír. Limpio la palma sudorosa del pantalón de pijama que estoy llevando. Ahora él es quien aclara su garganta.
— ¿Puedo ir? Quiero decir, no para espiar lo que dices, solo...No tuve antes la oportunidad, ya sabes, de visitarlo.
Me estrujo un ojo con la mano libre porque siento que en cualquier momento podrían escaparse algunas lágrimas, sin darnos cuentas hemos llevado esta conversación por un camino bastante emocional.
Siempre me sorprenderá la manera en la que Andrew percibe a Arthur, para él no fue solo un niño al que le cumplió un sueño, para él mi hijo fue mucho más en el transcurso de pequeñas visitas y pocas horas.
—Estaría bien —consigo decir—. Puedes venir.
— ¿Quieres que vayamos en mi auto?
— ¿Podré conducirlo? Igual el que tengo de Eva es bastante rápido, pero me gusta el tuyo.
—Oh, mujer de la velocidad, te dejaré conducirlo, pero estacionaré ¿Trato?
—Es un trato —suspiro—. ¿Andrew?
— ¿Si?
— ¿Podemos estos días solo hablar por teléfono? Creo que agradecería poder pensar todo...Bien. ¿Te molesta?
—Me pone un poco ansioso y nervioso, pero lo entiendo —Hay unos torpes segundos de silencio—. Así qué, háblame de este almuerzo de amantes con Ethan.
Rio, es su manera de que aligeremos el ambiente y lo logra. Hablamos durante largos minutos antes de que me desee una buena noche. Cuando finalizo la llamada suspiro.
—Un mes, de verdad pasó un mes.
Cierro la ventana y camino hasta la habitación de Eva. Encuentro a mis dos hermanas riendo sobre algo en el teléfono de Eva. Me recargo en el marco de la puerta y ambas me miran.
—De acuerdo, así que lo confieso —comienzo—. Andrew me ofreció ser el papá de mi bebé, Eva. El mes para pensarlo básicamente ha acabado.
—Creo que debemos ir con más lentitud en esta confesión —pide Eva con aparente calma y mirada desconcertada—. Ven ahora mismo y explícame la locura que acabo de escuchar.
Me acerco con lentitud a la cama y viajo a la fiesta de su cumpleaños enero, en dónde un atrevido Andrew llamó a sus espermatozoides nadadores y me los ofreció, atravieso la manera en la que no dormí pensando en ello y acepté reunirme con él. Paso por la conversación que tuvimos en una cafetería un doce de enero, en donde en un acto de fe y locura le di la carpeta de con mi expediente. Llego a cada cita que hemos tenido, conversaciones, coqueteos, risas y miradas. Cada encuentro en el que he reído y he conocido un poco más de él. Me detengo en la fiesta de cumpleaños de Grace contando cómo se sintió ese beso y finalizo en la llamada de hace unos minutos en donde acordamos visitar a Arthur.
Las tres nos mantenemos en silencio y me doy cuenta de cuán rápido me late el corazón nada más de haberlo contado todo. Luego de rememorar cada escalón que Andrew y yo hemos subido me doy cuenta que sí tiene sentido que, en efecto, haya pasado todo un mes sin que me diera cuenta.
Eva abre y cierra la boca, puedo ver que mi herma racional y analítica está colapsando, su cabeza está arrojando: "error, error, error" al procesar esta información. Mi vista se desplaza a Elanese.
—No sabía que era tan intenso todo, solo pensé en bebés guapos y rubios, no analice mucho sobre esto —confiesa—. ¿Qué le dirás?
Me lamo los labios y me cubro el rostro con las manos. Respiro hondo antes de decirle la probabilidad más grande de mi respuesta.
***
12 de febrero, 2016.
Andrew: ¡Hey!
Leslie: Hola...
Andrew: paso a decirte algo importante
Leslie: De acuerdo...
Andrew: feliz mesaniversario de las citas :p
Andrew: ten bonito día, Les.
Y es así cómo el plazo de un mes para pensarlo ha llegado a su fin. Sé cuál es mi decisión y no pienso cambiarla.
***
15 de febrero, 2016.
Un viaje por carretera de cuatro horas y medias, canciones y conversaciones. Un encuentro breve con mi papá que no dejaba de ver con curiosidad a Andrew, una canción con la guitarra acústica que Andrew trajo consigo, flores y lágrimas. Un susurro a Arthur sobre la respuesta a la propuesta de Andrew y ahora lo miro mientras abro la boca para dar mi respuesta.
Su mirada es paciente, sin presiones y luce sereno, me transmite un poco de su tranquilidad cuando finalmente hablo:
—Mi respuesta es no, Andrew.
Supongo que para entender mi respuesta es preciso volver al comienzo del día cuando Andrew pasó por mí y emprendimos este viaje a Preston.
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