Capítulo Cuarenta y Dos
Capítulo cuarenta y dos.
—William, pero... ¿No puedes venir? —Mascullo al teléfono.
—Lo siento, Leslie, pero alguien cometió un gran error en el trabajo y soy el único que puede solucionarlo. Odio este momento, pero lo importante es que tú estés. Consigue que alguien lo grabe, por favor.
»No quiero perderme su expresión de felicidad. Lo logramos, Leslie.
—Lo logramos —Sonrío con un nudo en la garganta—. Gracias por ser parte de esto, te quiero, Will.
—¡Vamos! No me hagas llorar antes de una importante reunión —Bromea haciéndome reír—. Lamento haber llegado tarde, pero agradezco que me dejes estar aquí. También te quiero, Les, eres la mejor mamá que podría tener mi hijo.
—Ahora eres quién me hará llorar, aunque posiblemente lloré mucho hoy.
—Pásenlo bien y disfruten mucho incluso no importa si logran grabarlo, lo que quiero es que él sea feliz.
—Lo será, Will.
Intercambiamos un par de palabras más y luego finalizo la llamada con una sonrisa en mi rostro.
Hoy es el día.
—Disculpa —Hay un leve toque en mi hombro—. ¿Sabes en donde está la habitación de Arthur Anderson?
Puedo prometer que un jadeo escapa de mí, que las manos me tiemblan y mi vista se empaña en lágrimas contenidas cuando con lentitud giro y me encuentro con un hombre rubio increíblemente alto, con cálidos ojos color miel y una sonrisa amable. Sus ojos se pasean por mi rostro no sé si midiendo mi reacción o solo un gesto que hace sin pensar y cuando su mirada conecta con la mía que ahora deja escapar una lágrima, hay un brillo de reconocimiento en sus ojos.
—¿Eres Leslie Anderson? —murmura en voz baja y con suavidad.
Todo lo que alcanzo a hacer es asentir y su sonrisa se vuelve tierna al extender una mano hacia mí.
Veo de su mano a su rostro, una lágrima se convierte en un par y luego simplemente dejo de contarlas cuando se hace evidente que no se detendrán.
Soy consciente de la manera en la que mi mano tiembla cuando es envuelta en la suya que se siente cálida, su sonrisa se vuelve más amplia y no me suelta la mano.
—Un gusto conocerte, Leslie, tienes la mano muy fría —Envuelve su otra mano a mi alrededor— y estás temblando ¿Estás bien?
—Eres...Eres Andrew —Consigo decir— y estás aquí.
—Dije que vendría.
—Esto es real, realmente estás aquí y eres Andrew —Me muerdo el labio inferior cuando comienza a temblarme.
—Tú también eres muy real, me alegra conocer a quien escribió tan bonita carta. Tus palabras siempre se quedarán conmigo.
No lo aguanto más, libero mi mano de las suyas y elimino la distancia, sin importarme si debía cumplir algún protocolo, pero envolviendo mis brazos a su alrededor mientras mojo su camisa con mis lágrimas. Está sorprendido por la exhalación que deja ir o tal vez lo abrazo demasiado fuerte, pero luego siento sus brazos alrededor y cómo su cuerpo se relaja.
—Está bien, Stone, no hay problema —Parece decirle a alguien.
—Gracias por estar aquí —digo con la emoción cruda en mi voz—. Eres un ángel y no quiero llorar, pero estás aquí.
—No te preocupes, las lágrimas no me asustan.
Creo que Andrew Wood no comprende cómo este simple instante, este momento, me cambia toda la vida.
8 de mayo, 2016.
Veo mi reflejo frente al espejo y tomo continuas respiraciones que me invitan a relajarme y a no sentarme en el suelo en posición fetal para llorar.
Pero no sería un llanto de tristeza.
Deslizo mi mirada por el cabello recogido de manera sencilla con algunos mechones sueltos y el maquillaje sutil cuyas pestañas destacan mis ojos brillantes. Me llevo una mano al vientre, sin sentir aún ninguna protuberancia, pero sabiendo que mis bebés se encuentran ahí. Últimamente los días han sido muy buenos, ya ni siquiera estoy prestando demasiada atención a lo que se publica en redes porque estoy demasiado ocupada en los cambios que están sucediendo en mi vida.
—Leslie —Toca la puerta Elanese—. Ya todos estamos listos para el almuerzo, estamos esperando por ti.
—¡Voy! —Respondo sonriendo a mi reflejo—. ¿Puedes decirle a papá que suba un momento? Necesito hablar con él, quiero explicarle por qué la primera fiesta de compromiso fue sin él.
—De acuerdo... ¿Y estás bien? Siento que llevas mucho rato en el baño.
—Es el bebé, me hace tener muchas nauseas y hay demasiados perfumes reunidos hoy.
—Oh, tiene sentido. ¿Necesitas algo?
—No, estoy bien, Ela.
Pregunta un par de veces más antes de alejarse. Abro la puerta del baño de la habitación que ha sido mía en la casa de Eva desde que volví de Japón y cierro la puerta para dejarme caer en la cama con un suspiro.
Tengo las manos sudorosas y una risita nerviosa escapando de mí de tanto en tanto. Cuando mi teléfono suena, no dudo en recuperarlo de la mesita de noche y sonreír al ver que se trata de Andrew.
Papá de 3: Estamos abajo esperando
Papá de 3: qué bonito es que todos lograron venir a nuestra fiesta de compromiso oficial
Papá de 3: están bien vestidos, dicen que hoy se tomarán las fotos oficiales que no hubo en nuestra emboscada. Por cierto mis padres y tu papá siguen algo ofendidos de la fiesta no oficial, pero esta oficial los cambiará
Papá de 3: mamá y papá están aquí, eso me hace feliz
Esto último también me hace feliz a mí porque en serio tenía miedo de que no aparecieran ya que el papá de Andrew está teniendo días buenos, poco a poco comienza a mejorar, pero aún es un poco reservado sobre ir a celebraciones, sin embargo supongo que el deseo de estar en la fiesta de compromiso de su hijo hoy fue la fuerza que lo motivó a salir.
Leslie: me hace feliz que estén aquí y que estés feliz
Leslie: dame cinco minutos y estaré ahí
Leslie: hablaré con papá
Papá de 3: aquí te espero siempre
Papá de 3: escuché a Kurt Johnson decir que somos una pareja de fiesteros porque celebramos mucho
Leslie: ¡Qué no se queje! Al menos consiguió estar en la fiesta de compromiso real
Hay un toque en la puerta y respiro hondo antes de decirle a papá que pase. Él entra y cierra la puerta detrás de él dándome una amplia sonrisa y viéndome con alegría, puede que finja resentimiento por no haber estado en la primera celebración – aunque él sabía de mi compromiso – pero está demasiado feliz de vivir este día a mi lado.
La verdad es que papá sí sabía que Andrew y yo nos habíamos comprometidos desde el día siguiente en que sucedió al igual que Alana y Evan Wood, pero hizo un poco de drama cuando supo que habíamos tenido la fiesta de compromiso improvisada, pero luego se rió cuando le dije que más que una fiesta de compromiso había sido una despedida de solteros de la que nadie sabía. Así que por supuesto que ayer condujo junto a Rosalie para estar aquí y la verdad es que sin él, no hubiese hecho esto. Que se perdiera la primera fiesta es aceptable, pero que no estuviese en la oficial me destrozaría.
Éste es el hombre que lo ha dado todo por nosotras, quien fue mi roca durante los momentos más duros y me ha acompañado paso a paso. El padre que jugó dos roles incluso cuando mi mamá vivía, quien siempre ha creído en mí y se sentó conmigo en el suelo cada vez que no encontré la fortaleza para ponerme de pie. No sé si los hijos escogemos a nuestros padres, pero si ese es el caso, me alegro de haber sido lo suficiente astuta para elegir a Loick Anderson y si no es así, agradezco esta casualidad que me dio a un padre tan increíble cómo él.
—Caden logró venir —Me dice caminando hacia mí, pero luego disminuye el paso cuando me ve—. Wow, hija, te ves...Elegante y hermosa.
»Todo este asunto de la fiesta de compromiso oficial parece algo grande y bonito, la decoración del jardín es increíble, creo que ni siquiera Eva reconoce su jardín. Estoy feliz por ustedes, se merecen una bonita celebración.
Le devuelvo la sonrisa poniéndome de pie y acorto la distancia entre nosotros para abrazarlo, de inmediato sus brazos me envuelven, siempre ha sido así.
—Gracias, papá, siempre has estado conmigo y me siento tan feliz de que estés aquí, no lo haría sin ti.
—Nada que agradecerme, tus hermanas, tú y yo siempre seremos un equipo —Se separa lo suficiente para tomarme el rostro entre las manos—, pero nada de llorar ¿Eh? Parece un maquillaje muy bonito para que lo arruines.
—Es a prueba de agua, pero tiene razón, nada de llorar por ahora —retrocedo y camino hacia el tocador para tomar lo que me falta para estar lista.
—¿Eso es parte del evento? —pregunta desconcertado.
—Sí —respondo con una amplia sonrisa—. ¿Conoces a alguna novia que se case sin un bouquet de flores?
Y ahí está la reacción de la primera víctima de la cuarta emboscada.
Papá me ve con ojos muy abiertos y luciendo desconcertado, lo que me pone nerviosa cuando parpadea una y otra vez viendo de los lirios a mí ¿Y si le da un ataque y terminamos en el hospital?
—¿Esta no es una fiesta de compromiso oficial? —tantea con cautela.
—No, papá, esta es mi boda.
—Tu boda —murmura asombrado y parece que me ve con nuevos ojos.
Repara en mi vestido de seda blanco que cae con suavidad sobre mi cuerpo hasta mis tobillos. Es una elección de la que me enamoré cuando fui de compras y estuve en vídeollamada con Risa para que lo viera. Es blanco, de seda y muy suave con un escote en V y de tirantes finos que deja mi espalda al descubierto, lo que le da un aspecto sexy además de elegante. Es sencillo, pero adecuado y lloré un poco cuando me lo probé.
No necesitaba grandes marcas o una diseñadora reconocida, todo lo que quería era ir a una tienda de vestido de novias, enamorarme de un vestido y llevarlo. Fue un reto esquivar a la prensa y algo de soborno para que la tienda no difundiera la información.
Mientras papá repara en mi vestido de novia, me acaricio el delicado collar de oro que hace unos cuántos cumpleaños Elanese y Eva me regalaron y que hoy hacen juego perfecto con mi vestido.
Es mi boda y siento que no puedo creerlo totalmente.
Hace unas semanas aceptaba la propuesta de Andrew, nos enterábamos de tres bebés y hace dos días le decíamos a nuestros amigos. Y hoy estamos aquí, en una boda sorpresa en la que todos creen que se encuentran en una fiesta oficial de compromiso en una amena mañana de un domingo. Es perfecto, es la sencillez, intimidad y cero estrés que Andrew y yo deseábamos, además fue divertido tener que hacer todo por nosotros mismos, nos tomó días conseguir el control sobre todo y creo que lo hemos logrado.
Estoy aterrada y nerviosa, pero creo que cualquier novia lo está incluso cuando está muy segura de sus sentimientos por el novio.
Papá finalmente sonríe y luego se está limpiando las lágrimas cuando comienzan a caer, lo que me tienen a mí con el duro reto de no llorar.
—No puedo creerlo —Se ríe y me toma una mano—, pero tiene sentido teniendo en cuenta que mi Leslie siempre fue impulsiva y me daba grandes sorpresas.
»Wow no puedo siquiera asimilarlo, pero hora lo entiendo, todos se estaban preguntando quién era el hombre con el que Andrew hablaba y a quien mantenía alejado ¿Es quién los casará?
—Sí —Me rio—, lamento que no dejamos de darles sorpresas, pero es cómo preferimos hacer las cosas.
—Son buenas sorpresas ¿Me estás diciendo que nadie en esta casa sabe lo que está sucediendo? —Su sonrisa es genuina y le ilumina todo el rostro
—Nadie y afuera tenemos una ambulancia por si alguien colapsa —bromeo aunque espero no suceda porque en realidad no hay ninguna ambulancia para prestar ayuda.
—Estoy feliz por ti, cariño. Tan orgulloso de tu fortaleza y de verte aquí de pie tan radiante. Sabemos que mi nieto estaría extasiado de este momento y tan agradecido de que avanzaras en busca de tu felicidad, lo mereces. Te amamos, Leslie y siempre sonreiremos contigo.
Una lágrima rebelde escapa y papá me ayuda a limpiarla para no arruinarme el maquillaje. Luego tomo mi teléfono y escribo un mensaje a Andrew.
Leslie: En camino.
Le extiendo el teléfono a mi papá pidiéndole que por ahora lo guarde por mí y luego soy muy consciente de mí misma cuando salimos de la habitación, caminamos el pasillo y después bajamos las escaleras. Andrew se ha encargado muy bien de mantenerlos a todos en el jardín y la verdad es que estoy riendo cuando una canción comienza a sonar a todo volumen.
—No puede ser —digo entre risas escuchando "Sugar" de Maroon 5 sonar.
Se supone que esa es mi marcha nupcial, pero estoy riendo lo suficiente para que mi papá me tome una foto, capturando este momento especial antes de que abra la puerta y tomándolo del brazo demos el primer paso, aun rio por lo bajo mientras todos voltean a vernos.
Y wow...Papá tenía razón, la decoración es muy bonita, la agencia independiente contratada hizo un gran trabajo para nuestro "almuerzo familiar" que en realidad es una boda. Dos extensas mesas se ubican en cada lado con mantelería blanca de bordados dorados y hermosas flores dándoles un aspecto cálido. Cada silla se encuentra ubicada por las personas que esperaban asistir a una fiesta de compromiso y no una boda.
Sus expresiones son de desconcierto pasando por la incredulidad y terminando con la conmoción mientras les sonrío y avanzo con papá.
—¡No me jodas! ¿Esta es una puta boda? —Alcanzo a escuchar a Dexter.
Volteo a verlo para guiñarle un ojo y literalmente tiene la boca abierta, pero vuelvo la vista al frente para enfocarme en lo más bonito de mi día, en lo más especial de mi año y la conexión más hermosa que me dejó mi hijo: Andrew Wood.
Andrew llevando un pantalón crema muy cercano a beige que hace a juego con la chaqueta que se debe de haber puesto hace menos de un minuto porque no quería levantar sospecha, su pajarita también es del mismo color mientras que su camisa blanca se encuentra perfectamente abotonada. Sin embargo, no es lo increíble que se ve con el traje lo que me cautiva, es su mirada y la sonrisa confiada llena de emoción y nervios lo que me desarma y me hace estar más segura de cada paso que doy hacia él.
Hay muchos murmullos de parte de nuestros impactados invitados, pero todo lo que escucho es el latir de mi corazón con cada paso que doy hasta que finalmente lo alcanzo y papá le entrega mi mano en la suya.
—Es de las mejores sorpresas que me han dado, Andrew. Hoy me traen mucha alegría —Le dice papá—. Sé que ella puede cuidarse sola, pero me alegra que ahora también te tenga a ti.
—Haré todo lo que esté en mis manos para que la felicidad nunca le falte —Garantiza Andrew conmovido antes de volver su atención a mí y besarme los nudillos—. Estás hermosa, amor, cómo siempre.
—Tú estás increíble, pronto esposo —murmuro.
—Emboscada número cuatro —Masculla con una sonrisa de complicidad antes de girarse hacia los invitados desde nuestro pequeño altar.
»Leslie y yo le damos la bienvenida a nuestra boda.
—Necesito aire —dice Ethan abanicándose con una mano el rostro y con los pómulos bastante sonrojados—. Sabía que no podía confiarme de esta reunión, pero baje la guardia y ¡Boom! Me estalló en la cara.
—Es que esto sí no lo esperaba, no sé qué decir —Escucho a Harry.
—Sabía que debía usar el otro vestido, se veía mejor para una boda —Se queja Kaethennis haciéndome reír.
—¿Él dijo boda? —pregunta Elanese a nadie en particular y yo respondo asintiendo—. Pero... ¿Qué carajos? ¿Cuándo...? ¡Dios mío! ¡Qué locura tan romántica! Pero ¡Qué locura!
—Podremos darles explicaciones después, pero no hay tiempo que perder, nuestra boda espera —Asiente hacia el hombre esperando para dar inicio—. Sin embargo necesitamos de nuestros padrinos y damas de honor.
»Y sí, lo del viernes además de una fiesta de compromiso, era nuestra despedida de solteros.
—Pero qué cabrones —grita Dexter.
—¡Dexter! —Lo reprende Hannah Jefferson.
—Mamá, pero es que mira que cabronazos, alguien podría haberse infartado.
—O desmayado —Agrega Hilary.
—Pero nunca vomitado —Se ríe Jeremy y Doug le frunce el ceño.
—Vomitar en una boda sería desagradable, al menos al inicio.
—También fue desagradable que lo hiciera al saber de su hijo —comenta Harry.
—¿Podemos concentrarnos en que Landrew nos tendió una trampa? Gracias —exige Doug.
—Eva, Ela, Grace, Hilary y Kaethennis —Las llamo y es casi graciosa la manera en la que se ponen de pie y caminan hacia nosotros aun dudosas e incrédulas—. Ustedes son mis damas de honor.
Ethan se pone de pie y sale detrás de la mesa luego de suspirar.
—No necesitas nombrarme, Andrew, sé que soy parte de esto —Es todo lo que dice caminando hacia nosotros y ubicándose a su lado.
—Bastante presuntuoso —Le hago saber y me sonríe.
—Conozco mi lugar y sé que no me dejarían sentado sin hacerme parte de esta locura. Además, Leslie, entiéndelo, siempre estaré en tu vida —Me asegura de forma engreída haciéndome reír.
Siguiendo su ejemplo, Harry, Dexter y Doug se acercan, éste último le deja su teléfono a Pet para que grabe por él mientras su mamá sostiene a Jeff que nos mira con expectativa.
—¿Qué esperas, papi Max? No te salvas de esto ¡Ven aquí! —Lo llama Andrew.
A Max le cuesta más que a los demás salir de su estupor y estoy casi segura de que Allen lo empuja para que se ponga de pie y se acerque.
—Te daré el sermón de tu vida después de este día —Le asegura a Andrew, pero sacude la cabeza y sonríe—. No puedo creerlo, podrían habérmelo dicho, estoy abrumado y un poco en shock.
—Sobrevivirás —asegura Andrew encogiéndose de hombros—, todos lo harán.
—Estamos listos —Le hago saber a quién nos espera.
Y suena loco e irreal decir esto, pero: nuestra boda inicia.
Es una ceremonia muy bonita y concisa, lo que agradezco porque no quería aburrirme en un momento tan especial. Me pierdo viendo a Andrew que me devuelve la mirada, pero después la desplazo por cada hombre de su lado y me parece tan de fantasía que cuando volteo a ver a mi lado y encuentro la sonrisa de Elanese, comienzo a llorar.
Y no son solo lágrimas, comienzo a sollozar y la boda se detiene mientras todos me miran. Podría avergonzarme de que mi llanto es un algo escandaloso, pero en este momento no me importa.
—¿Estás bien? —Me pregunta Andrew y básicamente me arrojo a sus brazos abrazándolo, agradecida con los zapatos de tacón que me permiten poder refugiar mi rostro en su cuello.
Hace unos años estaba destrozada, me sentía perdida sin saber que hacer tras la muerte de mi hijo. No encontraba las fuerzas y constantemente me sentía como si hubiese sido castigada y condenada a siempre sentirme vacía incluso cuando tenía el consuelo de que él estaba en un lugar mejor. Me levanté, tomé un vuelo a Japón y poco a poco encontré mi fortaleza, volviendo a sonreír, encontrando razones así fuesen pequeñas para celebrar mi vida y abrazando el hecho de que fui y soy la afortunada mamá de Arthur Anderson. Regresé a Inglaterra con miedo de desenterrar mi dolor, pero en lugar de ello terminé de sanar, rearmé mi vida y poco a poco volví a ser quien soy, reencontrándome con éste hombre increíble con el que nunca me quedaba a solas, pero que en uno de los primeros días de enero me hizo la propuesta más loca que cambió lo que iba a ser un método poco tradicional a un romance apasionado que no esperaba vivir.
Solo han sido meses que de alguna manera se sienten cómo menos y cómo más. He tenido un proceso de sanación individual, pero también he tenido el apoyo de muchas de las personas que se encuentran aquí hoy. En el pasado solo éramos papá, mis hermanas y yo y ahora somos tantos como para hacer que este gran jardín se sienta diminuto.
Aspiro el olor tan adictivo de Andrew y consigo alejarme lo suficiente para verlo al rostro. Con sus pulgares me limpia las lágrimas y confirmo que esto no es un error y si lo fuese, sería de los mejores errores de mi vida porque se siente increíble.
Hay cosas en la vida que no esperamos, imaginamos o consideramos que no son para nosotros y eso solía pensarlo sobre el matrimonio, pero aquí estamos. Veo hacia los invitados encontrando incluso a William, algo que no hubiese creído posible a mis dieciséis años, y me resulta abrumador sentirme tan feliz con algo que no pensé hacer.
Vuelvo la vista a Andrew y le sonrío.
—Estoy más que bien —Termino por responder antes de volvernos de nuevo y continuar con la ceremonia.
Finalmente llegamos a los votos matrimoniales y siento que todos están a la expectativa, pero la verdad es que Andrew y yo nos hemos dicho tantos en los últimos meses que creo que está bastante claro lo que sentimos, sobre todo él que incluso me escribió una canción.
Ubicados frente a frente nos sonreímos cuando me entregan el micrófono para decir la corta línea que murmuramos el uno a otro la noche anterior, la línea que cierra e inicia perfectamente tantas cosas que nos hemos dicho. Tomo el anillo que me ofrece que corresponde para él.
—Prometo estar contigo hoy, mañana y siempre. Prometo que seremos tú, Mr Smile, nuestras letras y yo —Deslizo la banda de oro sobre su dedo y no puedo evitar besarle el nudillo antes de liberarlo de mi agarre ya que es su turno.
—Prometo estar contigo hoy, mañana y siempre. Prometo que seremos tú, Mr Smile, nuestras letras y yo —murmura de regreso deslizando el anillo.
—¿Qué significa las letras? —Alcanzo a escuchar a Doug preguntarle a alguien.
—No lo sé, tal vez un jodido chiste interno.
Veo el anillo junto al de compromiso y después a Andrew que se encuentra sonriendo ampliamente y tiene las mejillas sonrojadas; espero Pet esté grabándolo todo porque ansío ver este momento una y otra vez en el futuro, tal vez en cada uno de nuestros aniversarios.
Palabras finales son dichas sobre el compromiso que amerita el matrimonio, pero luego todo está hecho, estamos casados y cuando dicen que Andrew puede besarme, sus dedos se deslizando por la parte baja de mi nuca inclinando mi rostro hacia el suyo y mantiene la sonrisa en tanto sus ojos brillan.
—Te amo —susurra contra mis labios y bueno, con hormonas o sin hormonas hay lágrimas derramándose.
—Siento mucho por ti —Le devuelvo— y también te amo.
Parece ideal que las dos palabras que no sabía cómo decir anteriormente salga de manera natural en este instante y de esta manera, aunque ambos estábamos muy conscientes de que ese sentimiento es parte de nosotros desde hace un tiempo.
Me besa y no hay nada dulce en su beso lleno de emoción y tanta pasión. Escucho los aplausos y gritos mientras me cuelgo de su cuello y le devuelvo el beso con todo lo que soy, con todo lo que tengo, con el amor que no esperaba que viviéramos y compartiéramos. Cuando finalmente separamos nuestros labios deja besos por mi mejilla haciéndome reír hasta llegar a mi oreja.
—Leslie...
—¿Si?
—¿Te casas conmigo? —pregunta.
—Estás legítimamente loco, porque ya lo he hecho.
—Cierto —Ríe por lo bajo y luego ambos nos enfrentamos a nuestros invitados que se acercan.
Hay muchísimos abrazos, bromas, reproches y gritos de sorpresa, también mucho llanto y un par de brazos me cargan en tanto todos celebran con nosotros esta boda sorpresa que representa uno de los momentos más bonitos de mi vida.
***
No hay nada más cursi que el primero baile de recién casados, pero también es cierto que es de lo más especial bailar con Andrew sonriendo cómo bobos y felices de que todo salió mejor de lo que esperábamos. Bailo con mi papá y posterior a ello me invade una calidez cuando Evan Wood se acerca a bailar conmigo. Él no habla demasiado, pero me da la bienvenida a su familia con una pequeña sonrisa y lo veo mucho más saludable que en oportunidades anteriores.
Bailar con cada miembro de BG.5 significa tener que lidiar con sus protestas y reproches sobre cómo Andrew y yo somos unos desalmados desconsiderados, pero también muchas bonitas palabras de por medio y Max va tan lejos como para decir que luego de este día me dará un regaño tan bueno como el que tiene para Andrew.
—¿Hay más sorpresas que nos oculten? —Me pregunta y parpadeo con inocencia.
—La verdad es que no, Max, creo que por ahora todo controlado.
Excepto que no es un bebé, son tres, pero ya han sido muchas sorpresas seguidas, esta esperara unos cuantos meses, así que me dedico a sonreírle antes de que William pida bailar conmigo.
—¿Qué? ¿Por qué sonríes así? —Le pregunto y él sacude la cabeza en negación.
—A los diecisiete pensé que me casaría con la chica que me hacía cometer locuras y seducía para hacer lo que ella quisiera, de hecho cuando lo insinúe te reíste de mí, lo que déjame decirte fue un poco cruel.
—No era así —Me rio—. Me reí porque pensé que bromeabas y no pensaba en matrimonios a futuro.
—Y cuando hicimos todo para conseguir que Arthur conociera a Andrew no imaginé que este sería el desenlace, pero se siente bien ver que nuestro hijo contribuyó a algo como esto —Su sonrisa envuelve diversión—, supongo que el pequeño era todo un visionario.
»Te ves feliz, Leslie y no sabes cuánto me gusta eso porque lo mereces todo, es bonito ser capaz de estar aquí y verte así de radiante.
—Tú también mereces ser feliz, Will.
—Algún día —Me promete antes de hacerme girar y terminar en brazos de Caden.
—¡Pero es que sigues creciendo! —Me quejo dándole un golpecito en el brazo.
—No lo creo, señorita Leslie.
Pasarán los años y lo primero que me dirá será "señorita Leslie" antes de decirme simplemente Leslie.
—Puedo imaginarlo ¿Sabes? Sonriendo en cualquier parte de este lugar mientras ve con emoción a su mami bailar con el hombre, que ahora es su esposo, y rodeada de BG.5 —La sonrisa de Caden se vuelve ladeada—. De alguna manera cuando Arthur y yo te hicimos una lista para que tuvieses novio, acertamos ¿Eh? Que sepas que Andrew era a lo que aspirábamos, era nuestra primera opción, la que se veía más difícil, pero la que deseábamos.
—No puedo creer que recuerdes eso —Me rio—. El doctor, William y Andrew. Pensé que todos estaban descartados, pero ahora estoy casada con uno de ellos.
—Te ves hermosa y me alegra ser parte de este día. Gracias por todo, Leslie, tú y tu familia fueron mi apoyo y fuerza en los momentos difíciles, fueron y son mi familia y siempre estaré agradecido por ello incluso si a veces me aíslo y no estoy tan presente cómo ustedes quisieran, siempre los recuerdo y siempre agradezco el día en el que un niño muy hablador se sentó a mi lado en la quimio haciéndome imposible leer mis comics.
—Estoy feliz de que coincidiéramos ese día incluso si la situación no era la más bonita. Espero seas consciente de que estamos muy orgullosos de ti, y mientras seas feliz y te sientas a gusto, estaremos bien con la persona que eres. Creciste bien, Caden y eres el milagro más bonito que he presenciado.
Cuando Arthur no mejoró, sé que Caden experimentó un sentimiento de culpa de ser quien sanara, no importa cuánto lo conversamos, siempre lo percibió de esa manera y a veces me duele pensar que no haya sanado del todo ese aspecto. Así que siempre le recuerdo lo feliz que estoy de que superará a ese horrible monstruo.
Bailo con mis hermanas y un par de personas más, pero en algún punto me canso y gracias al cielo Andrew me guía hacia nuestros lugares en unas de las mesas, en donde pronto se servirá el almuerzo, pero por supuesto que cuando llega la hora del brindis, Doug McQueen se levanta captando toda la atención.
—Quiero decir unas palabras cómo padrino que no sabía que era padrino —Anuncia y las personas ríen, incluyéndonos—. En serio, aun no me creo que fui padrino de la boda de Andrew ni siquiera me creo que estamos en la celebración de su boda. Creo que tenemos que agradecer que al menos nos tomaron en cuenta y no se fugaron cómo otros.
—¡Oye! Pero nosotros luego tuvimos una boda formal —Se defiende Jeremy.
—A la que te invitamos con tiempo —agrega a Naomi y Doug los desestima con una mano.
—Lo primero es felicitar a Leslie y Andrew porque lograron reunir una gran cantidad de rubios en su boda y eso implica buena suerte para el matrimonio.
—Pero ¿Quién dice eso? —Se ríe Elanese.
—Sé de lo que hablo, Ela, tú confía en mí, por suerte tú también tuviste más de un par de rubios en tu boda, te irá bien en tu matrimonio con Dexter.
—Gracias por darnos ese jodido alivio, rubia —Se burla Dexter.
—De nada —Doug se aclara la garganta para retomar su discurso improvisado—. La primera vez que supe que Andrew y Leslie tenían planes a futuro hice un honesto acuerdo con Santo Wood.
—Lo chantajeaste —Interrumpo recordando a la perfección cómo inició esa primera cita en su tienda de tatuajes.
—Fue un acuerdo ameno entre amigos, Leslie, pensé que lo tenías claro —Me guiña un ojo—. El asunto es que desde ese día yo inicié el apodo Landrew, de hecho yo lo dejé caer con la aprobación de ambos en las redes sociales cuando fue el momento adecuado.
—Solo Andrew aceptó —Vuelvo a interrumpir.
—El punto es que siempre vi las chispas, creo que todos lo hicimos. Leslie, dudo que sepas que durante mucho tiempo Andrew conservó tu vídeo con Arthur de cuando los conoció, de hecho Hilary y yo te conocimos a través de ello antes de ir al hospital.
—¿Es cierto? —Me giro hacia Andrew que asiente en respuesta—. En serio te amo —susurro y me da un suave beso en la boca.
—Creo que la princesa y yo pensamos que algo podía ocurrir, pero aun no era el momento, tendrían que pasar años para estar hoy aquí. Santo Wood siempre ha sido para cada uno de nosotros especial de alguna manera, dudo que exista alguien que lo odie y el pobre ha sido cupido más de una vez y se ha sentado en primera fila para dar consejos a cada despecho que hemos vivido, también ha estado en los momentos especiales así que yo no sé ustedes —Pasea la mirada por el lugar—, pero yo me siento realmente honrado de estar ahora en primera fila para ver a Andrew ser feliz, siento que es lo que faltaba para completar el cuadro.
»Y en cuanto a ti, Leslie, desde hace mucho te consideramos parte de la familia, pero una vez más te damos la bienvenida. Con nosotros nunca te sentirás sola, siempre que nos necesites aquí estaremos incluso para cambiarle los pañales apestosos al bebé Wood. Hubiese hecho un gran discurso, pero es que ustedes son una mierda que nos trajeron engañados, así que ¡Salud por Landrew!
—Yo si no tengo mucho qué decir —dice Elanese levantándose—. Sigo abrumada, pero estoy feliz por ustedes, siento que este momento es un sueño —Se le quiebra la voz—. Los amo. Siempre te he admirado Leslie y todo lo que deseo es que seas feliz y Andrew, me alegra que ahora seas mi hermano reforzado.
—Bienvenida a la familia, Leslie —Ethan no se pone de pie, pero alza la copa—. Lo conseguiste, ahora eres la número uno en la vida de Andrew, pero se siente bien cederte mi lugar.
»Andrew, hace mucho tiempo te dije que te merecías un amor que te lo entregara todo, que devolviera tanto cómo das, que te hiciera sonreír y sentirte libre y aunque hoy te echas la soga al cuello de una manera loca e inesperada, de igual manera se siente increíble ver y presenciar que finalmente consiguieras esa persona...Incluso si tu esposa es molesta y creo que me robara tu amor o el de mi novia.
—Te enseño a compartir —argumento.
—Gracias, pero lo necesito —Me sonríe de costado y alza la copa hacia mí—. Salud por ustedes, por las futuras peleas y grandiosas reconciliaciones.
—¡Y todo se queda jodidamente en familia! —Dexter se levanta— Somos un maldito cliché bastante bueno. Yo fui el chismoso que le contó algunas cosas a Andrew, pero ¡Joder! Sí que valió la pena porque no pensé en ese momento que así es cómo terminaría.
»Andu bebé es un ser humano espectacular y malditamente sorpresivo que he admirado desde que lo conocí, siempre ha estado para mí, es el tipo de persona que sueñas con tener en tu vida y verlo hoy casado, a meses de ser papá y feliz con una mujer increíble, cómo lo es Leslie Anderson, me hace creer que la vida no es tan mierda y que aunque nos jode unos días más que otro, a veces somos quienes la jodemos y domamos. Andrew y Leslie, hagan de la vida su perra porque ustedes merecen toda la maldita felicidad que el mundo pueda dar.
»La única razón por la que nadie los está quemando en una hoguera por esta emboscada, es porque los amamos y la felicidad es más grande que el sentimiento de traición. ¡Por ustedes y por toda la jodida felicidad que les espera para el resto de sus vidas!
—No me gusta presumir —dice Harry con una sonrisita—, pero fui quien grabó el vídeo de la petición de matrimonio, lo que Andrew no me advirtió es que sería tan rápido. Es gracioso ver que Andrew nunca nos mintió cuando decía que él no sería un idiota e iría por lo que quería cuando supiera que era la mujer de su vida y bueno, habrá que admitir que eso fue bastante rápido y con resultados muy buenos.
—No tuve dudas —dice Andrew pasando un brazo alrededor de mis hombros.
—Y es esa seguridad y el optimismo que siempre he admirado de ti. Nunca puse en duda tu capacidad de levantarte ante las adversidades y de verdad es que incluso me trae paz verte tan sonriente y a gusto, verte ser tú mismo frente a nosotros y la mujer que amas —prosigue Harry—. Ustedes son una gran pareja y no solo visualmente, hablo de lo que transmiten, de esas emociones casi palpables que lo rodean. Estoy feliz de que no dejaran escapar su oportunidad y que pese a que tienen serios problemas con lo de sorprendernos, nos permitieran compartir con ustedes este día que siempre recordaremos. Mi boda fue increíble y la de los otros dos monos también.
—Fueron muy, muy buenas ¡Hacemos las mejores bodas!—coincide Doug haciéndome reír.
—Pero creo que todos estamos de acuerdo en que esta será la más recordada porque fuimos sorprendidos por los novios. No sé muy bien que es la perfección, pero estoy seguro de que la manera en la que están viviendo este día lo es, porque al final del día lo que importa es que ambos se sientan ahí sonrientes y con esa mirada de no poder comprender cómo es que todo es real. Así que yo brindo por ustedes, por el pasado que los trajo hasta aquí, por este presente del que somos parte y por el futuro increíble que estoy seguro de que les espera.
—Estoy orgullo de ti, Andrew. Has sido durante años mi dolor de cabeza más fuerte, pero también de mis personas favoritas. No esperaba que esto sucediera tan pronto, pero es grandioso ser parte de esto porque te he visto crecer, hemos estado juntos en las buenas y no tan buenas —Max le sonríe—. Y creo que todos estamos agradecidos de que trajeras a otra loca peligrosa a la familia —Ríe por lo bajo—. Son una gran pareja y lo que más celebro y brindo es que lograran lo que creo que todos intuíamos podía suceder, siento que esto era lo que debía suceder. Así que les deseo toda la felicidad.
Alzo mi copa con jugo y brindo con ellos, conmovida por sus discursos improvisados, pero no podía esperar menos, después de todo son músicos y en el caso de Max, siempre ha tenido el don de la palabra.
—Yo quiero decir algo —anuncio sonriendo—. Lo primero es agradecerles por estar aquí. El día de la fiesta de compromiso que también era la despedida de solteros traté de ser sutil cuando le preguntaba a Kae si Ashton y Katherine volverían pronto.
—Y me alegro de que lo hiciéramos —dice Katherine recargando su cabeza del hombro de Ashton.
—Sería un sacrilegio perdernos una boda de esta familia —Se ríe Ashton.
—Y también le pregunté a April si Kurt realmente estaría en Londres para el día de hoy, porque se supone todos creían que hoy era la fiesta de compromiso oficial
—Y cómo tonta ni siquiera sospeché —dice ella—. Aunque qué malos, hoy además nos hacen enterarnos de que esa fue la despedida solteros.
—Gracias por pensar en mi asistencia a su boda, aunque me duele la despedida de solteros—Me guiña un ojo Kurt alzando su copa.
—También le aseguré a Allen que estaría para mi boda.
—No pensé que fuese tan pronto. Me encanta, nunca fui a una boda así —Me muestra el pulgar.
—Andrew y yo no hicimos esto con la intención de enloquecerlos aunque eso ha sido divertido, pero la verdad es que teníamos en claro que queríamos algo sencillo e íntimo, un momento para compartir con las personas más importantes de nuestras vidas. Todo ha sido rápido, pero tan increíble.
»Antes no soñé con este día, pero cuando el anillo estuvo en mi dedo y comencé a imaginar este día, creo que ninguna fantasía se acercó a esta realidad —Aprieto los labios para contener las lágrimas antes de poder continuar—. La verdad es que hace unos años me sentía perdida, triste e incierta sobre si algún día volvería a sentirme feliz y resulta que no se trata de un día, se trata de momentos.
»Momentos que me llenan de calidez y de los que me alegro que sean parte. Este día nunca lo olvidaré y siempre que lo recuerde voy a sonreír viendo cada uno de sus rostros y la manera en la que me han hecho sentir parte de la familia más bonita que pueda existir. Yo brindo por Andrew, por mí, por nosotros, pero también por ustedes quienes han sido parte de cada momento de esta historia que empezó hace tanto con un correo y una habitación de un hospital.
»Brindo por Arthur que fue nuestro comienzo, por todos los hijos que podrían venir en el futuro, por los miembros de nuestra familia que ya no están y por los que se unirán. Brindo por mi familia de sangre y la que no comparte vínculo sanguíneo conmigo, pero que hoy celebra con nosotros. Nunca soñé con tenerlos a cada uno de ustedes en mi vida, pero si lo hubiese hecho, nada se habría acercado a esta realidad.
»Y a ti, Andrew, a ti te amo mucho y te agradezco la paciencia que has tenido en todo este proceso de convencerme de que nosotros valíamos la pena, que me alentaras a tomar esta oportunidad. Gracias por tu locura y espontaneidad que hoy nos trajo aquí.
Se inclina hacia mí y me besa con dulzura, limpiándome con los pulgares las lágrimas. Y él no tiene que hablar, no tiene que dar un discurso porque luego de que almorcemos, tiene una guitarra y canta para mí lo que ha llamado mi canción y realmente me hace sentir cómo su inspiración.
Mi ángel, mi caja de sorpresas, mi esposo.
Algo así imagino el vestido de Leslie:
Holisss ¿A ustedes la boda los agarró en pijama?
Quiero decir que antes de terminar LDNEPD (creo que iba por la mitad) yo ya pensaba en esa escena Landrew, en la boda sorpresa, el momento y las emociones que transmite, salió mejor de lo que imaginaba y tal vez fue el hecho de que lo esperé por tanto tiempo lo que me hizo sentir satisfecha y sonreír mucho mientras lo escribía.
Ver a Andrew feliz me da un no sé qué, porque literal le ha tocado pasar sus altibajos a través de todos los libros anteriores y verlo así de feliz y estable me aprieta el corazón de hielo y me hace querer decirle: lo estás logrando, bebé.
El recuerdo es tan inédito que me encanta, nunca habíamos tenido oportundidad de saber exactamente cómo fue la primera vez que Landrew se vio en persona ni siquiera ellos nos hablaban con detalle de ello y finalmente comenzamos a vislumbrarlo (lo que también me emociona).
Creo que todo el capítulo me puso sensible JAJAJAJA me emocionó verlos a todos tan felices después que los he hecho llorar y sufrir sin compasión.
No olviden enviar sus buenos deseos a Landrew y regalos, que tienen a tres hijos que mantener en el futuro.
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Espero les guste.
Un beso.
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