Capítulo Catorce


Capítulo Catorce.

Sostengo su pequeña y suave mano en la mía, nuestros ojos se encuentran y nos sonreímos. Yo contengo las lágrimas, él parece ajeno viendo alrededor con curiosidad.

Nuestra primera quimioterapia, nunca imaginé que tendría siquiera que decir tal declaración en mi mente.

Arthur balancea sus pies en el sofá individual en el que se encuentra sentado mientras tararea una canción y absorbe del lugar tanto cómo puede, al final termina viendo al adolescente a su lado y el joven de tal vez catorce años, al sentir su mirada, deja de ver la revista para darle atención a mi hijo.

—Soy Arthur ¿Y tú?

El adolescente ve de mí a mi hijo y suspira antes de responder que se llama Caden y volver la vista a la revista, pero la mirada persistente de Arthur hace que lo vea una vez más.

—Tengo siete años ¿Y tú?

—Dieciséis —Oh, es más grande lo que creí.

—Ella es mi mami se llama Leslie ¿Y tu mamá?

—Trabaja, pasa buscándome cuando termine. Ya estamos acostumbrados.

— ¿De qué va tu monstruo? Me dijeron que el mío está en algo llamado panqueque que tengo adentro —Se señala la barriguita y Caden lo ve desconcertado.

— ¿Panqueques?

—Quiere decir páncreas, se dice páncreas, cielo.

—Ah, páncreas —Caden hace una mueca y me da una breve mirada antes de volver a mi hijo—. Mi monstruo está en el colon, amigo. Se fue un tiempo de vacaciones, pero volvió a saludarme.

—Wow qué monstruo más educado —Arthur se inclina hacia él—. ¿Qué pasó con tu cabello? Te ves gracioso sin pelo.

— ¡Arthur! Lo siento por eso —Me disculpo—. Es...Nuestra primera vez aquí.

—Nos estamos estrenando —dice Arthur sonriéndole—. Entonces ¿Tu cabello?

—Esta es una nueva moda, amigo ¿No has escuchado de ella? Algunos superhéroes nos raspamos el cabello para poder escuchar mejor el llamado de quienes nos necesitan con nuestro súper cerebro. No tener cabello me da mayor capacidad, deberías intentarlo en el futuro.

—Wow ¿Te dio poderes rasparte el cabello? ¡Qué increíble! Mi mami no me dejaría hacerlo, ella dice que ama mi cabello, pero lo pensaremos ¿Cierto, mami?

Me siento agradecida con este adolescente que sabiendo que dentro de poco Arthur perderá su cabello, le creó una ilusión que hará más tolerable la transición para él. Todo lo que hago es asentir y mi hijo murmura un "genial" mientras sigue haciéndole preguntas a Caden. De esa manera nuestra primera quimioterapia transcurre con Arthur distraído, riendo y haciendo preguntas tras otra a Caden.

El adolescente se rinde con la revista porque sabe que Arthur está en modo intenso y le da toda su atención mientras le responde y ríe con él.

— ¿Conoces a BG.5? —pregunta mi hijo, Caden asiente—. Ellos son geniales. Si te gustan podemos ser amigos.

— ¿Y si no me gustan?

—Tienen que gustarte, Caden. Leah dice que es una ley.

—Me gusta BG.5, Arthur. Tienen canciones geniales.

—Deberíamos verlos un día juntos, podemos decirle a mi mami que nos lleve.

—Deberíamos —concede Caden sonriéndole.

— ¡Hola, hola! ¿Quién llegó? —Volteo a la puerta encontrando a mi hermana menor con unos globos, la miro desconcertada.

— ¡La tía Ela! —Se entusiasma Arthur.

No entiendo mucho la cosa de los globos, pero a Arthur le encanta así que no molesto sobre ello. Elanese se presenta al nuevo amigo de Arthur que mira embobado a mi hermana y pronto los tres están conversando sobre dibujos animados y las golosinas más deliciosas del mundo.

Unas horas después, volvemos a casa y aunque en un principio todo parece normal, poco después los efectos secundarios comienzan a aparecer cuando Arthur comienza a vomitar y llorar. Es lamentable y duele demasiado tener que aceptar que este es solo el principio.


Andrew recarga la frente en la pared a un lado de mi rostro, lo cual me hace sentir su respiración contra el cuello. Libero una mano de su cabello y la bajo hasta mi pecho o eso pretendo, pero su agarre todavía se encuentra sobre mí por lo que termino por pasarla por encima de la suya. Poco a poco la adrenalina comienza a disminuir, pero no el deseo, sin embargo, puedo escuchar a papá y a Rosalie conversando porque nuevamente caminan por el pasillo y eso me hace estabilizar un poco las emociones y ansias que en este momento experimento.

Él de nuevo incorpora su rostro para verme, parece buscar algo en mi expresión, tal vez sea arrepentimiento, dudas o rechazo, pero todo lo que hago es darle una pequeña sonrisa mientras me mantengo todavía alucinada de lo que está sucediendo entre nosotros.

De dos silenciosas personas atraídas pasamos a dos locos considerando una propuesta seria y ahora salimos. Siempre me ha gustado decir que el tiempo no debería ser una excusa o escudo para que algo suceda y supongo que lo tomo muy literal teniendo en cuenta que apenas somos ¿Oficiales? Hace unas horas y él ya ha conseguido tocarme un pecho y un roce bastante excitante entre nosotros, pero no es algo que vaya alarmarme, en todo caso, es bastante emocionante ve el magnetismo y química sexual que manejamos.

La nariz de Andrew acaricia la mía en un gesto dulce que nada tiene que ver con el fuego que hemos construido, pero que me encanta de la misma manera. La mano que se posicionaba sobre mi pecho sube hasta acunarme una mejilla y acariciarme con el pulgar el pómulo.

—No se supone que fuera así —No espera por mi respuesta, continúa hablando—. Solo quería darte un beso de buenas noches.

Dejando un beso en la comisura de mi boca arrastra sus labios hasta mi oreja lo que trae consigo una piel erizada y cosquilleos en mi interior.

—Tengo un problema y es que me gusta tocarte —Me muerde el lóbulo de la oreja y luego siento la humedad de su lengua—. Suelo ser cariñoso y mimoso, pero tal vez me haces llevarlo a un nuevo nivel y apenas estamos empezando.

Atrae su boca de nuevo a la mía y me da un beso esta vez con suavidad y un toque de dulzura, pero eso no quita que sea igual de tentador y cautivante. Me besa durante cortos segundos que desearía que se alargaran más y cuando se aleja su vista se queda clavada en mi boca.

—Era honesto sobre no querer hacer la primera visita a tu casa incómoda para tu papá, pero estaba tan deseoso de besarte antes de ir a dormir que tal vez se me fue un poco de las manos.

— ¿Un poco? —Sonrío—. Me has manoseado.

—No del todo ¿Eh? Quedaron muchos lugares sin tocar y explorar.

Viéndome con fijeza me hace bajar sobre mis pies y ambos suspiramos al perder el candente contacto que tuvimos hace unos instantes. Sí, estoy excitada, pero en parte también agradecida de no haber saltado de inmediato. Es bastante obvio que en algún momento Andrew y yo terminaremos haciéndolo, pero supongo que ese día no será hoy.

—Le dije a papá que no profanaría la casa.

—Técnicamente no lo has hecho —Se ríe y aun manteniéndome con la espalda recargada de la pared se acerca a mí—. Me gustas mucho, aunque eso ya resulta bastante obvio.

—Oye, también me gustas mucho —susurro—. Me haces sentir toda rara emocionada, hormonal, ilusionada y loca.

Alzándome sobre las puntas de los pies paso los brazos alrededor de su cuello, encantada con nuestra diferencia de estatura. Sus brazos me rodean la cintura.

— ¿Sabes qué me gustaría y que no profana la casa? —susurro y niega con la cabeza—. Besos. Hace mucho no sé lo que es tontear y hacer algo tan inocente, pero emocionante cómo besarse con alguien hasta que el tiempo se desgaste. Besarse por el simple placer no querer dejar de hacerlo.

—Estoy a bordo con eso.

—Bien.

—Bien —Me imita haciéndome reír antes de que me cubra los labios con los suyos.

Me gusta la sensación de sus labios sobre los míos y mis dedos sobre la fina capa de vello creciendo sobre su rostro. También estoy fascinada con sus habilidades para besar, es realmente bueno en ello. Los labios de Andrew tienen un efecto particular en donde pese a iniciar con la única intención de besarnos, una vez más cosas se van calentando mientras presiona su frente contra mí y sus manos una vez más comienzan a deslizarse por mis costados yendo hacia atrás...

No llevamos muchos segundos en el beso cuando el sonido de un teléfono nos sobresalta. Alejando su boca de la mía, tantea en el bolsillo de su pantalón de algodón y entrecierra los ojos cuando lo saca y lee el identificador.

—Es una vídeollamada...De Doug —Mira hacia la cama—. ¿Te molesta si me siento?

—Uhm...Que te sientes en la cama parece menos invasivo que tener la lengua en la boca del otro —Mi respuesta lo hace reír mientras camina hasta ella y se sienta.

— ¡Adivina! —Es lo que se escucha apenas ubica el teléfono frente él—Casualmente Dexter y yo nos reunimos.

— ¿Qué es lo casual sobre ello? —cuestiona Andrew enarcando una ceja.

—Shhh, cállate —Lo corta la que reconozco cómo la voz de Dexter—. Descubrimos algo jodidamente asombroso.

—Espera ¿En dónde estás? Obviamente esa no es tu habitación, Andrew. ¿En dónde rayos estás? Habla, habla rápidamente.

Me siento extraña estando de pie con la espalda contra la pared mientras lo veo hablar, se siente cómo si lo espiara o me escondiera. Él de debe sentir mi mirada porque alza la vista, señalo a la cama y me mira desconcertado, ruedo los ojos y gesticulo que quiero acostarme o sentarme y se encoge de hombros en respuesta.

—No me digas que estás haciendo una jodida cosa estúpida cómo acudir a una llamada de emergencia de Isla.

— ¿Qué? ¡Prohibido! Le daremos una golpiza si sigue respondiendo a esas llamadas —asegura Doug—. ¿Estás con ella? Y si eres así de idiota y me decepcionas ¿Qué pasa con nuestro shipp?

— ¿Qué shipp? —Andrew parece desconcertado.

—El tuyo con Leslie —responde Doug cómo si fuese obvio—: Landrew.

» ¡Isla si me estás escuchando este hombre no es para ti! ¡Andrew no es para ti! Y no te queremos, no te queremos ni un poco. Ya no me caes bien.

Riendo Andrew me hace una seña con la mano para que me acerque en medio de las divagaciones de Doug y Dexter, cuando me dejo caer al lado de Andrew ambos se quedan en silencio.

—El cabello —Me señala Dexter.

—La boca —Secunda Doug.

—Los ojos dilatados...

—Piel enrojecida...

Ambos se ven con sonrisas cómplices antes de que Doug decida hablar:

— ¡Momento apasionado! —Se ríe—. Oh ¿Esa es tu habitación, Leslie? Por cierto: hola ¿Cómo estás?

—Hola y no, esta no es mi habitación.

— ¿La de un hotel tal vez?

—Ni siquiera le respondas, no le des municiones —Dice Andrew—. Les dije que vendría con Leslie, surgió algo y debimos quedarnos.

—Claro, surgió algo jodido que los obligó a quedarse juntos y tener el aspecto de "Uy, me eché un bocadito de pasión" no me vengas con esa mierda, Andu bebé ¡Te atrapamos! Eres una maldita criatura lujuriosa.

—Solo díganme por qué me llaman.

—Qué impaciente, tal vez quieres solo jodidamente evitar hablar de que estabas en modo travieso ¡Ja! Hacías cosas malditamente sucias.

—Cállate —Andrew no suena enfadado, más bien divertido.

— ¿Qué hacían, Leslie? —me pregunta mi cuñado.

— ¿Me dirás lo que haces con Ela?

—Apuesto a que ella en realidad te lo cuenta —Se ríe—. Así que no intentes hacerme sentir mal porque jodidamente no funciona.

—No te diremos nada —Le dice Andrew.

—Eso lo dice todo, Andu bebé.

—Bueno ¿Me dirán qué pasa o les cuelgo?

Doug suspira teatralmente antes de que ría y dé un largo trago de una cerveza.

—Dex y yo pensamos ¿Por qué no le damos una sorpresa a papi Max? Así que compramos unas cervezas y decidimos aparecer de sorpresa en su casa hace cómo una hora, creo.

—Un hora con treinta y siete minutos y trece segundos —precisa Dexter viendo en su reloj—. Íbamos con culpa luego de crear un rumor falso sobre él siendo visto con alguien, pero...

Hacen una pausa teatral en donde incluso yo quiero saber cuál es la noticia. Paso un brazo por el cuello de Andrew y recargo la mejilla de su hombro. Dexter y Doug hacen una expresión que me resulta bastante cómica mientras un coro de "No me jodas" "Mierda" "Lo hizo" "Jodidamente increíble" llueve.

—Gracias al cielo aposté al bando correcto —celebra Doug, Dexter maldice por lo bajo.

—Eso me pasa por dejarme manipular por Ethan y sus sentimientos. Perdí doscientas malditas libras.

— ¿Qué apuesta? —pregunto—. ¿De qué hablan?

—Cómo te decía Andrew, decidimos ir al apartamento de papi Max —Doug ignora mi pregunta—. Y que llegamos diciendo "¡Sorpresa!" ¿Y cuál es la sorpresa?

— ¡Qué papi Max no abrió la puerta! Lo hizo una mujer ¡Una mujer! —Dexter se acerca a la cámara luego de dar un trago a su cerveza—. Una mujer que llevaba una jodida camisa grande de hombre.

—No cualquier mujer, Andrew, no cualquiera.

— ¡Por Dios! Solo digan quién de una vez y dejen la intriga —pide Andrew riendo ante tanto dramatismo.

—Era nada más y nada menos que Meredith Allen Lynch ¡Una súper modelo en su mejor momento! —Explota Doug.

No me entiendo mucho con el mundo del espectáculo así que agradezco cuando Dexter acerca la pantalla de su teléfono y nos muestra a una mujer demasiado bonita, piel trigueña, cabello enrulado a la altura de los hombros, pecas alrededor de la nariz y brillantes ojos marrones. Ah... Ella, la he visto en muchas vallas publicitarias.

—Ella abrió la puerta, nos vio y dijo "oh, llegaron los refuerzos para la orgía" ¿Te puedes creer eso? Me quedé cómo ¡¿Qué jodidos está pasando?! Y Max nos vio cómo un siervo a instantes de ser malditamente aplastado —Se ríe—. Y ella nos sonreía incierta sin saber qué íbamos a hacer, pero sin parecer incómoda con la situación.

—Luego Max dijo algo muy típico "no es lo que parece" así que tras unos segundos de impacto nos fuimos con Max gritando nuestros nombres detrás de nosotros diciendo que podía explicarlo, que no asumiéramos lo errado ¿Errado? ¡Cielos! Nos abrió la puerta una modelo llevando una camisa suya ¿Cuál es el malentendido?

»Ahora no deja de llamarnos y enviar mensajes pidiendo que nos reunamos con él ¡Ja! Pues nos estamos haciendo los locos.

—Seguramente teme que inventen un chisme de esto.

— ¿Un chisme? ¡Lo vimos con nuestros malditos ojos! ¡Meredith Allen Lynch en su apartamento! Max es un jodido travieso que nos quiere dar excusas sobre lo obvio.

—Uhmm —digo captando la atención—. Creo que tal vez deberían escucharlo, suena cómo que fue un malentendido.

—Si dejamos que nos explique ya no será divertido —Rueda los ojos Doug—. Lo estamos ignorando y creo que eso lo está volviendo loco. Hay que dejarlo sufrir.

—Esta es información muy interesante —asegura Andrew.

Durante largos minutos hablan sobre posibilidades de por qué Max estaba con la modelo y sobre cuánto tiempo lo ignorarán para que él enloquezca queriendo contactarlos. Es divertido escucharlos, sin embargo, no puedo evitar bostezar un par de veces. Ha sido un día repleto de muchísimas emociones y escuchar a Doug y Dexter ha bajado la adrenalina de hace unos momentos.

En algún punto cierro los ojos recargando más cómodamente la mejilla del hombro de Andrew y despierto sobresaltada por un movimiento de su parte. Sonriéndome y en voz baja, me insta a que me acueste y rio un poco porque teatralmente me cubre con las mantas.

—Ten dulces sueños, Leslie —susurra dejando un beso en mi mejilla.

Se aleja, apaga las luces y sale de la habitación. Me duermo sonriendo y aunque seguramente cuando despierte no recordaré, tengo bonitos sueños.

***

19 de febrero, 2016.

— ¿Qué te parece este?

Wow es bastante increíble, Sky —halago y ella sonríe.

No tengo claro si es un perro o un escarabajo, pero ¿Quién soy yo para romperle las ilusiones? Ella mira mi dibujo típico de un día soleado con un sol de rayitas y nubes esponjosas, me halaga y asegura que lo estamos haciendo muy bien.

Hoy Skylie tuvo una cita médica, razón por la cual no fue llevada a la escuela y debido a compromisos laborales por parte de Dexter, tentativamente él me pregunto si tenía algún problema cuidándola por unas horas. Teniendo en cuenta que esta pequeña será o es mi sobrina, no me negué. Además, ella es adorable y tan dulce que me trae paz.

—Oye, Sky —La llamo mientras continúo coloreando.

— ¿Si?

— ¿Estás emocionada por la boda de tu papá con mi hermana?

—Sí, mucho. Creo que arrojaré flores —Me dice sonriendo—. Ela dijo que es mi familia, entonces, tú también lo eres ¿Cierto?

—Sí, considérame cómo tu tía —Le guiño un ojo.

— ¿Por qué?

—Porque soy la hermana de Elanese —respondo en automático.

Skylie ladea la cabeza de un lado a otro cómo si procesara mis palabras y luego entrecierra los ojos hacia mí cuando canturrea un largo "entonces", le doy toda mi atención dejando de colorear.

—Azul es mi tío por ser hermano de mi papi, tú eres mi tía por ser hermana de mi súper amiga Ela —Apoya las manos en la mesita en donde dibujamos y se inclina hacia adelante—. ¿Ela es mi mami?

Oh, mierda. Quiero gritar de forma emocionada "¡Sí!" pero es una conversación que no me corresponde, así que conteniéndome la emoción inexplicable, le sonrío muchísimo haciéndola reír.

—Eso es algo que debes preguntarle a mi hermana y tu papi —respondo—. ¿Tienes hambre? Porque yo sí.

Asiente emocionada y me sigue hacia la cocina. Alzándola para dejarla sentada sobre el mesón, le digo nuestras opciones y por supuesto que ella elige sándwiches de pollo con muchas papas. Mientras cocino me habla sobre la escuela, que entrará a clases de artes marciales porque su papi la dejó y sobre cómo su papi se esfuerza mucho en aprender a cocinar para que ellas no tengan hambre.

Me entretengo bastante con ella, escuchándole y hablándole. Me da ternura y alegría ver cuán diferente es su actitud tras tanto tiempo. Al principio cuando Elanese trabaja en su caso, mi hermana me hablaba de una niña silenciosa, tímida y cohibida, asustada sobre todo a su alrededor; ahora tengo conmigo a una niña extrovertida, curiosa y muy inteligente que no teme a hablar y ser escuchada.

Estamos comiendo cuando el golpeteo en la puerta de la casa comienza seguido de los reclamo de Elliot, le sonrío a Skylie que parece desconcertada y asustada.

—Tranquila. Es un vecino que juega a tocar las puertas y fingir estar molesto, pero no termina de entender que no queremos jugar con él.

—Oh, deberías explicarle mejor.

— ¿Tú crees, Sky? Ya le dije que no queremos jugar con él.

— ¡Abre la puerta! —grita Elliot.

Es difícil comer y conversar cuando tenemos que ignorar el griterío loco, pero luego de comer vamos a mi habitación y vemos buscando a Nemo, lo que hace que nos desconectemos de Elliot y para cuando el timbre de la casa suena, al ir a abrir y verificar por el mirador de quién se trata, sonrío viendo a Dexter y también a Andrew. No hay rastros de Elliot.

Abriendo la puerta veo detrás de ellos por si de repente un Elliot rabioso reaparece, pero parece que hoy no tuve que toparme con su terrible presencia. Vuelvo mi atención al dúo atractivo viéndome con extrañeza ante mi falta de saludo.

—Hola a ustedes dos —Les sonrío y aunque quiero ver a Andrew, me dirijo a Dexter— ¿No viste al ex de mi hermana mayor por aquí?

— ¿Al que abandonaron en la iglesia? No, no vi al idiota ¿Algún problema con él?

—Lo de siempre, sigue enojado. Gracias por preocuparte.

—Siempre —frunce sus labios y me arroja un beso—. ¿Me dejas pasar?

Me hago a un lado justo a tiempo cuando escucho el gritito feliz de "¡Papi!", supongo que Skylie está corriendo hacia él porque luego hay risas y emoción. Vuelvo mi atención a Andrew, quien tomándome de la mano tira de mi cuerpo contra el suyo, de inmediato me agarro de sus hombros para no desestabilizarme cuando me da un sorpresivo y cálido abrazo.

Tan rápido cómo llega el abrazo, termina. Me sonríe y mete las manos dentro de los bolsillos de su pantalón.

— ¿Estás enfadada? —Tardo en entender la razón de su pregunta.

— ¿Por las fotos? No, soy tan responsable de ellas cómo tú y sabía que en algún punto seríamos un chisme.

Hablamos acerca del hecho de que se filtraron fotos durante estos pocos días: nosotros desayunando o almorzando. Mi rostro no es una incógnita y no tardaron mucho en unir piezas y ver que soy la hermana de la prometida de Dexter. Los comentarios se dividen en positivos y negativos, no los leo, pero sé que en este momento soy una persona muy buscada ante la especulación de que el último BG.5 soltero podría estar saliendo de manera romántica con alguien.

No sé muy bien cómo sentirme sobre el hecho de que miles de personas estén sentadas en sus casas hablando sobre mí, cosas buenas o malas, personas diciendo que me aman o que me odian basadas en mi contacto con Andrew. Lo que sí sé, es que ambas salidas con Andrew fueron grandiosas y me sentí muy cómoda, incluso mientras nos fotografiaban fue fácil ignorarlo cuando nos concentramos únicamente en nosotros.

No sé cuál es el plan de Andrew o su representante, pero me apegaré a las indicciones de los profesionales. No estoy emocionada de gritar que estamos saliendo y tampoco estoy emocionada con fingir que no pasa nada, pero estaré de acuerdo con lo que sea conveniente, al menos por ahora.

— ¿Cuál es el plan? —pregunto recargando la espalda del marco de la puerta.

—La verdad es que Max quisiera reunirse con nosotros —Se rasca la barba creciéndole—. Le propuse una cena en mi apartamento, ya sabes, quería hacerlo parecer todo muy informal. Él quiere que lo actualicemos con lo que está sucediendo con nosotros.

»Así qué... ¿Quieres cenar con Max y conmigo? Ya sabes, para soltar todo lo que estamos planeando y que tan en serio vamos. Uhm...Entiendo si quieres ser reservada con otros, pero Max en verdad debe saberlo todo, de esa manera él puede cuidarnos la espalda.

—Está bien —digo tras respirar hondo y entendiendo que la conversación con su representante debe ser sincera—. ¿Cuándo es esta cena?

—Mañana —Su teléfono suena y se lo saca del bolsillo del pantalón—. ¿Te viene bien?

Mientras hace la pregunta su ceño se frunce y finaliza la llamada sin contestar, pero antes de que pueda responderle, suena una vez más y de nuevo la finaliza.

—Cena en tu apartamento mañana, de acuerdo —concedo, el teléfono suena de nuevo—. Creo que alguien de verdad quiere contactarte, no te preocupes por mí, responde.

—No es necesario hacerlo —finaliza la llamada y creo que lo pone en modo vibración—. No es alguien con quien tenga que hablar.

— ¿Seguro? Parecía muy insistente.

—Seguro —Hay unos breves segundos de silencio en donde la pantalla del teléfono alumbra y vibra—. ¿Paso por ti mañana?

—Iré en mi propio auto —respondo luchando contra las ganas de ver la pantalla del teléfono o apagar el teléfono que parece estarlo estresando.

Dexter se acerca detrás de mí trayendo cargada a Skylie, ella se estira para darme un abrazo y un beso sonoro en la mejilla. Se ve tan feliz y a gusto en los brazos de Dexter, es evidente que tienen un vínculo de padre e hija.

—Chao, tía Les.

— ¿Tía? —pregunta Dexter sonriendo, pero muy sorprendido.

—Oh, sí, mi tía. Tengo una pregunta sobre Ela que hacerte, papi.

—Suerte con esa conversación, Dexter —aliento palmeándole el hombro—. Me cuentas luego a que decisión llegan ustedes tres sobre ello.

—Por favor deja de llamarme, no hay nada de que hablar —dice Andrew.

Dexter y yo volteamos en automático a verlo cuando finaliza la llamada y dibuja en su rostro una expresión de seriedad. Dexter hace un sonido de explosión y se inclina hacia mí para susurrar:

—Parece que alguien hizo explotar el mal genio que muy pocas veces sale a saludar —Me besa la mejilla—. Gracias por cuidarla. Eres asombrosa y por eso no te preocupes, a Andu bebé se le irá el cabreo.

—Fue un placer cuidarla. Dale a mi hermana un gran abrazo de mi parte.

—Será un jodi...Placer —Se corta a tiempo cuando Skylie lo ve—. Te esperamos en el auto, Andu bebé.

—Papi, And no es un bebé.

—Lo sé, Lucecita, lo sabemos.

Ellos se alejan y Andrew me da una pequeña sonrisa, pero puedo ver la tensión en sus hombros, cómo también sé que si pregunto repetirá la cosa de "alguien con quien no deseo hablar", así que opto por pararme sobre las puntas de los pies y dejar un beso rápido sobre sus labios.

— ¿Harás la cena mañana?

—Eso planeo —Algo de la tensión escapa—. No pienses nada malo sobre la llamada, solo de verdad no quiero hablar con esa persona y está haciendo que yo vuelva todo esto incómodo.

—No pensaré nada malo de ello, pero deja ir esa tensión y mal genio. Ahora ve, Dexter te espera. Nos vemos mañana.

Esta vez baja el rostro y es quien me da un rápido beso mientras su pulgar me acaricia un pómulo, me regala una dulce sonrisa antes de girarse y alejarse. Supongo que esa cena de mañana será bastante interesante.

***

20 de febrero, 2016.

—Así que ahora tienes un novio —concluye Risa, mi amiga de Japón, a través del altavoz del teléfono mientras conduzco.

—Yo dije que éramos un algo, pero supongo que es algo cómo eso.

—Y planeas tener relaciones sexuales sin protección porque un bebé será muy bien recibido, nada de procesos clínicos cómo pensaste antes.

—Correcto.

—Y confirmas que no estás saliendo con Andrew solo porque quieras un bebé o que eso será lo único que los una.

—Confirmo —respondo desacelerando un poco al ver que sobrepaso el límite de velocidad—. Es más que tener un bebé. Es que Andrew...Él... ¡No sé cómo explicarlo! Pero es difícil no caer en su encanto y ni siquiera creo que sea un mujeriego o lo planee, es que así es él, Risa.

Ella ríe y sonrío porque por un momento se siente cómo tenerla al lado con su sonrisa risueña y la emoción que siempre parecía acompañarla. Tengo buenos recuerdos de Japón y Risa está en muchos de ellos.

—Estás saliendo con una superestrella, Les. Incluso aquí, BG.5 es muy famoso. Leí chismes sobre ti —Hago un sonido de protesta y ella ríe de nuevo—. Vi a muchas personas envidiando tus ojos y cabello.

»Hay quienes aman que seas la hermana de Elanese y salgas con Andrew y están quienes odian que no seas suficientemente buena para Andrew. Todos hablan de tu carácter y quien eres, pero sin conocerte ¡Eso es realmente loco!

—Aun no deducen que soy la mamá de Arthur, supongo que en algún momento llegarán ahí, pero me sentiré mal si proyectan algún sentimiento de lástima hacia mí.

—O si dicen que te aprovechaste de Andrew cumpliendo un deseo.

—Oye, no había pensado en esa posibilidad y ahora la pusiste en mi cabeza —giro a la derecha sabiendo que estoy cerca de llegar—. Trato de no preocuparme de lo que dirán, así que no entro a leer comentarios y mis cuentas en redes sociales se encuentran privadas.

—Cuánto drama traen consigo las superestrellas, espero y valga la pena, Les.

—Estoy segura de que lo vale, pero basta de hablar de mí, mejor dime cómo va todo con Hiroshi.

De inmediato ella suspira y su voz se vuelve vergonzosa con un toque suave y agudo cómo si le hablara a un bebé. Agradezco que llego a donde vive Andrew y estaciono en la zona de visitantes luego de registrarme, porque ella me anuncia con un grito que Hiroshi le pidió matrimonio hace dos días.

— ¡Oh, Dios mío! ¡Felicidades! Estoy tan feliz por los dos. Dime cuándo, dónde, cómo ¡Tengo que ir!

La escucho recitarme el romántico encuentro mientras bajo del auto y camino hacia el edificio que se lee con la letra que Andrew me indicó. No tengo que presionar el intercomunicador porque hay un vigilante que tras preguntar mi nombre, me verifica en una lista y abre la puerta para mí. Subo al ascensor dando pequeños saltos de alegría por toda la historia romántica que estoy escuchando.

—Espera, espera, perderé señal porque estoy en un ascensor —Marco el piso de Andrew.

Ella me responde, pero es entrecortado y le digo que la llamaré más tarde luego de la cena. Sonriendo, me guardo el teléfono en el bolsillo del abrigo aun sin creerme que mis amigos se van a casar, por supuesto que haré mi mejor esfuerzo por ir a la boda cuando suceda.

Ahora me concentro en el lugar en el que me encuentro, detallando cuán elegante es el ascensor, es obvio que esta es una residencia muy privada y exclusiva, pero tiene sentido teniendo en cuenta que Andrew necesita privacidad y un espacio que cuente con la seguridad adecuada.

Wow... —digo cuando salgo del ascensor y veo el amplio y bonito pasillo—. Incluso las alfombras son otra cosa... Esto es bastante bonito y elegante.

Andrew una vez mencionó que si tuviese un bebé no creía que su apartamento fuese apto y debería mudarse, pero todo lo que veo aquí es un edificio digno de alguna revista de lugares hermosos. Pese a que el pasillo es bastante amplio y extenso, solo se vislumbran cuatro puertas con muchísima separación, supongo que es una táctica de privacidad. Tras ver los números en dos de ellas, descubro que la del extremo izquierdo es la de Andrew.

Me detengo frente a la puerta y me paso las manos por el cabello verificando que no estoy despeinada, también saco el teléfono para revisar el maquillaje que sutilmente me puse y lo vuelvo a guardar. Tomo profundas respiraciones para calmar la adrenalina que me embarga ante el pensamiento de ver a Andrew y toco el timbre junto a la puerta.

Pasan muy pocos segundos, tal vez cinco, cuando la puerta es abierta por una rubia delgada, bonita y solo un poco más alta que yo. Me ve de pies a cabeza y me veo en la obligación de hacer lo mismo: bonitas zapatillas, pantalón blanco ajustado, camisa azul cielo con escote en forma de corazón en pechos notables, cuello elegante con un collar de oro y rostro bastante bonito con un maquillaje sutil. Se me hace vagamente familiar, cómo un rostro que me suena mucho, pero no lo ubico de inmediato.

Mirada condescendiente, sonrisa poco sincera, postura desafiante... No creo que ella quiera ser mi amiga y tampoco creo que sea una persona invitada a la cena de tres que Andrew y yo tendremos con Max.

—Eres Leslie —dice y asiento con lentitud, espera por algo más, pero me mantengo en silencio—. Soy Isla y Andrew está ocupado, no te puede atender.

Ah, ella es Isla, tiene sentido que me luciera familiar, hay un montón de fotos de ella con Andrew en internet de lo que fueron años de relación.

Tengo que admitirlo, la molestia de los celos aparece en mí, por un momento quiero ser caótica y un poco loca, pero asiento de nuevo con lentitud y proceso su "Andrew está ocupado, no te puede atender." No sé qué expresión ve en mi rostro, pero sonríe.

Ella. Sonríe.

—Oh, Andrew está ocupado contigo —digo en voz baja—...Yo no quiero saber lo que hacían —Parpadeo cómo si intentara no llorar—. Yo...No le digas que vine, por favor... ¿Ustedes...? No, solo...Solo me iré —Se me quiebra la voz.

»Esto es una mierda, dile que no quiero saber más de él, que se olvide de lo que estaba pasando entre nosotros... Y que ni se le ocurra buscarme ¡Pensé que eras el pasado!

Giro sobre mí misma y avanzo unos pocos pasos. Me detengo a una distancia no muy lejana y luego me giro para encontrarla viéndome retirar con una leve sonrisa.

— ¿Esa era la escena que esperabas? ¿Así se supone que debía irme?—Le digo enarcando una ceja y luego rio—. Admito que creo que exageré un poco con lo de la voz quebradiza, pero fue una buena actuación ¿Verdad?

Me ve con desconcierto mientras camino nuevamente hacia ella sin borrar mi sonrisa. Me detengo tan cerca que las puntas de nuestros zapatos se tocan.

—Andrew sí puede atenderme porque resulta que Andrew me invitó a cenar. Una cena de tres con él y Max, no mencionó que seríamos cuatro y no me gusta compartir, Isla.

Extiendo la mano y tomo la suya, la sacudo durante largos segundos mientras le sonrío.

—Un gusto conocerte, Isla. Soy Leslie Anderson ¿Te haces a un lado para dejarme pasar? Tengo una cita con el dueño del apartamento y odio llegar tarde.

—Isla es hora de que te vayas, fui claro sobre que... ¿Leslie? —Andrew aparece detrás de ella viéndose muy estresado.

Por un momento quiero enseñarle el dedo corazón e insultarlo un poco, pero escuchar que la corría y verlo estresado hace que me controle, además, estoy haciendo una buena actuación en este momento de mujer tranquila que mantiene todo bajo control ante la exnovia toxica de años de Andrew Wood.

Retrocedo para dejar de invadir el espacio personal de la ex y trato de mantener mi sonrisa mientras lo miro fijamente.

—No es lo que parece —dice alzando las manos y pasándoselas por el cabello.

—Parece que planeabas la cena, Isla llegó, te estresaste, algo más pasó para que no abrieras la puerta y ahora deduces que estoy pensando mal —digo.

—Correcto, entonces sí es lo que parece —dice desconcertado por mis palabras.

— ¿Isla? ¿Qué haces aquí? —pregunta una voz masculina.

Volteo y me encuentro con Max Greene... Y espera un momento, él se ve realmente enojado con la presencia de Isla. Andrew alza esta vez las manos cómo si se rindiera y le da una mirada suplicante.

—Max, no es lo que parece.

— ¿Qué se supone que parece, Andrew?

—Puedo explicarlo, de verdad puedo hacerlo.

Max mira de él a Isla y cada vez luce más enojado, luego me ve a mí y sacude la cabeza.

—Todos adentro, ahora —sisea.

Isla resopla y entra primero al apartamento, Andrew maldice algo por lo bajo mientras Max pasa y yo permanezco afuera.

—Parece que tu ex se pondrá muy cómoda —comento al pasar.

Me toma la muñeca deteniéndome, enarco una ceja hacia él en miles de preguntas silenciosas.

—No la invité.

—Ya ¿Y tampoco la corriste?

—Lo hice.

— ¿Y aun así no se fue? ¡Ufs! Qué descarada y qué poca vergüenza.

—Leslie...

— ¿Qué? Esta es una situación terriblemente incómoda y lo sabes, también sabes que se ve mal, pero tranquilo, parece que tardo demasiado en entrar en modo loca celosa.

—Andrew, ven aquí, ahora —ordena Max con seriedad y Andrew cierra los ojos durante unos segundos.

—Mierda, él realmente está enojado.

—Y apuesto que no es el único —quito su mano de mi muñeca y paso de él.

Parece que murmura algo detrás de mí y luego somos cuatro personas en una sala en donde se supone solo estaríamos tres. No hace falta decir quién sobra.

—Isla ¿Qué haces aquí? —pregunta Max cuando Andrew llega hasta la sala.

Sí, también quiero saber eso ¿Qué haces aquí, Isla?



Ah, bueno, el señorito Wood nos debe una explicación. Paso rapidito, les envío amor.

Cómo siempre, perdón si hay errores, prometo que algún día cuando edite, lo dejo más bonito❤

Redes sociales: Instagram: DarlisStefany / Twitter: Darlis_Steff / Páginas de facebook: Darlis Stefany y "Saga BG.5 de Darlis Stefany" /En vivos en YouNow: DarlisStefany

Espero les guste.

Un beso.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top