"La Inocencia Viste De Temor"

NOTAS: Aquí regreso con el capítulo número veinticinco...

Debo decir que deben preparar pañuelos para el fragmento del inicio, porque esta vez, no hay risas ni alegría :D

Finalmente, antes de comenzar a leer, debo decir un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi, Wattpad, Fanfiction.Net y AO3. También otorgue el permiso para una traducción al chino y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"...

https://aichidongxidepangfengye.lofter.com/

Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3

En fin, los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son hechas por su servidora.

Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/


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Habían muy pocas cosas que podían llegar a asustar a Ace hasta el punto de hacerlo temblar como un indefenso gatito. Y otras pocas cosas que jamás admitirá que le daban demasiado miedo al sentirse débil con ese solo pensamiento.

Y en esos justos momentos en solitario, Ace sentía temor por lo que le deparaba en el futuro.

Sabo había muerto y no sólo eso. Lo había dejado tan confundido, triste y, sobre todo, enojado.

Él había sido la primera persona que lo había aceptado por quien era y no lo había odiado cuando descubrió su linaje. Había sido su confidente y de vez en cuando <<por no decir casi siempre>> su consejero.

Sabo siendo el que más paciencia tenía y el más amable entre los dos, sabía siempre cómo debía actuar con Luffy. Él por otro lado, era un pésimo hermano mayor...

Ni siquiera tenía idea de cómo cuidarse a sí mismo en esos momentos de dolor para poder cuidar de Luffy y tratar de llenar el enorme huevo que había dejado Sabo.

"No debiste confiar en mí..."

Y después de un tiempo, esa sola frase tenía tanto sentido para él...

Sabo le había pedido una sola cosa y era que mantuviera a Luffy a salvo de cualquier peligro. Algo que no había hecho y ahora veía las consecuencias de su maldito orgullo y su absurda necedad.

Luffy y él se habían mantenido separados. Incluso habían formado unas pequeñas casuchas justo fuera de la cabaña de Dadan, todo para hacerse más fuertes.

Él como un tonto había querido estar solo, mientras que Luffy quería su compañía y por eso lo seguía en su absurdo juego.

Creyó tontamente que podría hacerse fuerte sin alguien a su lado, tanto que había alejado a su hermana pequeña.

Y ahora que corría apresurado con Luffy ensangrentada en su espalda, es cuando veía las terribles consecuencias de sus actos.

Siempre había creído que el miedo de Luffy era tan absurdo. Estar solo no duele en lo absoluto o al menos eso había creído, pero ahora que sentía su espalda completamente húmeda y pegajosa por la sangre de su inconsciente hermana pequeña, es cuando Ace entendía demasiado bien el miedo de Luffy.

Ella tenía toda la razón, estar solo duele demasiado, incluso más que cualquier herida.

Y ahora, temía que Luffy no logrará sobrevivir y que él se quedará completamente solo...

Porque estar solo duele más que cualquier herida y ese se había vuelto su más grande temor...


"La Inocencia Viste De Temor"

Había pasado una larga semana desde que Sabo repentinamente había caído desmayado justo frente a todos.

Las enfermeras habían hecho minuciosas pruebas, llegando a la conclusión de que probablemente había recobrado sus recuerdos de una manera demasiado abrupta. Nadie podía culparla, en especial después de semejante noticia. Y desde entonces, Ace no se había alejado de su lado.

Quería sentir rencor por Sabo, pero después de tener ya tres semanas pensando, Ace debía entender que no podía culpar a los demás por sus propios errores.

En sí, Sabo también había olvidado a Luffy, pero no había sido él quien rompió el código de hermanos al tener algo más que abrazos de hermanos con ella. Tampoco había sido Sabo el que lastimó a Luffy con palabras que ni siquiera debió de haber dicho.

Y por todo eso, es que no podía culpar a Sabo. Y pensándolo bien, si Luffy se hubiera encontrado con Sabo antes que, con él, su tonto hermano no hubiera dudado en seguir siendo el mismo hermano amable que Luffy tanto quería.

Pensar en Luffy lo hizo mirar el periódico en sus manos. Su Oyaji había dicho que irían directamente a Marineford, aun cuando él estaba totalmente en contra.

Si por él fuera, iría a Impel Down para rescatar a Luffy, pero como habían dicho su capitán y Marco, era más factible rescatar a Luffy en Marineford que en Impel Down. En especial en su estado.

Y luego recordaba que Luffy ya no estaba sola. Ella estaba en peligro, pero no sola, al menos no si llevaba en su interior a su hijo...

Y recordar que tontamente había embarazado a su hermana menor lo hacía sentir todavía peor de lo que ya se sentía...

"Vaya hermano mayor resulte ser..."

"Sinceramente, no hiciste un buen trabajo..."

Ace rápidamente miró hacia la cama, donde ahora Sabo estaba despierto y lo miraba con una debilitada versión de su sonrisa.

"Tú tampoco puedes opinar Sabo" respondió con falsa calma.

Sabo asintió. "Lo sé perfectamente. Le debo tanto a Luffy..."

Por unos buenos cinco minutos, ninguno de los dos dijo algo. Ambos sabían lo que el otro probablemente pensaba con respecto a lo que habían hecho a su hermana pequeña.

Ambos sabían que habían roto promesas que tontamente habían creído poder cumplir y ahora las consecuencias estaban en la situación delicada en la que Luffy estaba.

"Sabes Ace, aun con mi falta de memoria, todos veían mi actuar para mantener a Luffy a salvo. Koala incluso me tachaban de hermano mayor sobreprotector, pero tú rompiste el código de hermanos... No me molestaría, si no hubieras sido un imbécil al romperle el corazón a Luffy..."

Ace se sintió pésimo con sólo escuchar las palabras. De por sí tenía su conciencia arrastrándose por los suelos y ahora Sabo era quien le decía aquello.

"No tienes idea de cuánto lamento haber causado que Luffy quisiera alejarse".

Sabo simplemente lo vio con mirada analítica. "Sé que lo lamentas, solo basta con verte" respondió justo después de soltar un largo suspiró. "Pero no debes disculparte conmigo, debes hacerlo con Luffy y hablando del tema, ¿Cuándo iremos a Impel Down para rescatarla?"

Ace se crispó al oír la pregunta. "No iremos a Impel Down", respondió con pesadumbre. "Oyaji y Marco creen que es mejor atacar directamente en Marineford y hacer allí el rescate. Incluso han contactado a Monkey D. Dragon, quien estuvo de acuerdo con el plan y la unión para hacerlo como se debe" explicó nervioso.

Ace creyó que Sabo estaría de acuerdo con la estrategia de su capitán, después de todo, se suponía que Sabo era un estratega muy importante entre los revolucionarios o eso era lo que había mencionado la chica llamada Koala. También estaba el hecho de que Sabo siempre había sido el más listo entre los dos, aunque no le gustaba admitirlo, pero la reacción de su hermano recién recuperado, no fue la que Ace se hubiera esperado.

"¡De ninguna manera!"

Ace vio con sorpresa como Sabo se puso de pie con demasiado esfuerzo. Ni siquiera parecía poder caminar como debía, y considerando que había estado en cama durante una semana con fiebre alta, era lo más lógico.

Pero a Sabo poco o nada parecía interesarle su cuerpo y de alguna manera lo entendía. Después de todo, él no estaba del todo de acuerdo con esperar a que llevaran a Luffy a Marineford.

"No sé lo que harás tu Ace, pero yo no pienso esperar tanto" de manera temblorosa, llegó a su pipa, completamente dispuesto a ir directamente a esa horrible prisión y sacar a su hermana.

"Sabo, quiero ir a Impel Down y sacar a Luffy cuanto antes, pero en tu condición no es lo mejor" y no mentía, puesto que justo veía a Sabo demasiado mal como para irrumpir en la prisión que era conocida como imposible para huir con vida. "Además, si queremos sacarla de allí, ambos debemos estar cien por ciento estables, en especial en su estado..."

Sabo paró sus intenciones para mirar a Ace de manera inquisidora. "¿Estado? ¿Qué estado?" Cuestionó con el ceño fruncido.

Ace respiro hondo para decir lo único que Sabo no sabía." Luffy está embarazada".


Y después de decir aquello, Ace no pudo prever el puñetazo con haki de armamento que le dio de lleno en la cara. Él solamente miró a Sabo con enojo, mientras sonaba la mejilla afectada.

"¡Embarazaste a nuestra hermana!" Gritó furioso. "¡Te pedí que la cuidaras! ¡No que la dejaras embarazada!"

Ace se sintió muy tonto al oír aquello. Nuevamente su conciencia se sintió muy sintió por los suelos, o tal vez estaba peor ahora que antes. Sabo tenía buenas razones para reclamarle.

"Fui un idiota, pero Sabo, no puedes irte, así como así, al menos espera a recuperarte".

Sabo negó. "Estoy bien" respondió con dureza. "Iré a rescatar a mi hermana pequeña".

Pero Ace no estaba dispuesto a dejar que su hermano se fuera y se dejará matar. Se interpuso en el camino de Sabo, dispuesto a dejarlo inconsciente para mantenerlo quieto.

"No puedo creer que se invirtieran los papeles y tu te hayas vuelto el loco que salta a buscar pelea, mientras que yo trato de impedir que te maten", mencionó con ironía.

"Ace, quítate o te quito", le advirtió Sabo con enojo.

Ace negó. "No pienso dejar que te maten de verdad. Al menos recupérate y yo te acompañaré".

"¡No puedo esperar más tiempo! Ace, esa prisión es la peor de todas por algo. Torturan a sus prisioneros, eso sin contar que a Luffy no la pondrán en una celda en solitario y en su estado y seguramente con esposas de piedra marina estará completamente vulnerable".

Ace podía entender la preocupación de Sabo ¡Diablos! Él también tenía esa misma preocupación. Pero para su desgracia, ni todos sus argumentos habían logrado convencer a su capitán y Marco.

Y luego estaba lo que había mencionado el líder de los revolucionarios con respecto a Isla Dawn y su situación actual.

Luffy no iba a dejarse liberar si sabía lo que estaba pasando con Dadan, Makino y los demás...

"Sabo, quiero ayudarte, pero en estos momentos no estás pensando con claridad".

"Fueron siete años los que me perdí en su vida y solo recordé cuando vi su foto y el anuncio de su ejecución. Ace, le debo esto y más a mi hermana".

Ace asintió. "Lo entiendo, yo también me siento de la misma manera, pero como estas ahora no lograrás ni llegar a la puerta de la prisión".

Pero no importo lo que dijera, Sabo no estaba dispuesto a escuchar y en su lugar, dio un empujón a Ace para que se quitara de su camino.

"Ya tuve suficiente con ustedes dos".

Ni Ace y mucho menos Sabo pudieron evitar que la jefa de enfermeras los tomará por sorpresa e inyectará algo para dejarlos completamente inmóviles. Aunque ambos hermanos como pudieron, miraron a la mujer con enojo y reproche.

"Whisky, ¿Por qué...?"

"Porque ambos tenían intenciones muy estúpidas, además de que no han hablado como se debe realmente. Les di bastante tiempo, pero Sabo-kun siguió con esas intenciones de ir en tan pésimas condiciones a una misión suicida y tú no se la negaste, así que decidí intervenir. No sé van a dormir, puesto que les inyecte un paralizante, pero tendrán unas buenas cinco horas para hablar como se debe".

La enfermera simplemente llamó a alguien para colocar a ambos hermanos en camas cercanas y de manera que se pudieran ver el uno al otro, mientras observaba con fascinación su gran trabajo.

"¿Quién es esa mujer?" Cuestionó Sabo con trabajo.

"La jefa de enfermeras, Whisky. Es una completa loca que gusta de drogar a sus pacientes mal portados y aparentemente, nosotros dos somos de esos pacientes".

"¿Y sabe usar haki de armamento? Preguntó con asombro.

"Eso es lo que hace que todos en la tripulación le teman. Pero es peor cuando ella y Marco hacen equipo".

Sabo no tuvo de otra, más que reír. "Supongo que ahora tenemos mucho tiempo para aclarar las cosas".

Ace sonrió. "Supongo que ella no nos dejó otra opción".

Tal vez para Whisky haya sido una idea excelente dejarlos hablar como la gente, pero se olvidaba del detalle de la vigilancia.

Ambos hermanos no estaban de acuerdo en dejar a Luffy en esa horrible prisión, así que aparte de hablar entre ellos, también podrían buscar la manera de escapar del barco para llegar a Impel Down y sacar a Luffy sana y salva.

~..~

Había pasado las últimas dos semanas en el barco de Teach y su tripulación. Y durante ese tiempo, había tenido que aguantar los minuciosos chequeos de aquel doctor y las burlas y miradas raras de los hombres de aquella tripulación.

Aun así, Luffy no se dejó amedrentar y siempre siguió manteniendo su mirada llena de odio hacia Teach.

Así que cuando la entregaron a la Marina no dejó que la vieran intimidada ante su situación e incluso se atrevió a dar una enorme sonrisa ante la cámara.

Pero ahora que la estaban llevando al piso seis de aquella prisión, Luffy sentía temor...

Sabía que con las esposas de piedra marina estaba expuesta, pero era peor saber que si le hacían daño, también se lo harían a su bebé. Y ya bastante daño había recibido el bebé semanas atrás.

"Lamento las circunstancias en las que te encuentras, pero te aseguro que no recibirás el mismo trato que los prisioneros de este lugar".

Luffy miró al enorme hombre sin creerle en lo absoluto. Llevaban caminando bastante tiempo y ahora en el elevador, le decía aquello como si fuera algo reconfortante.

"¿Por qué creería tal cosa?" Preguntó con seriedad.

"Porque Monkey D. Garp es tu abuelo y le debo uno que otro favor a ese hombre. No pienso dejar que logres escapar de la prisión, puesto que esa es mi labor, pero tampoco pienso permitir que te reeduquen como a los demás prisioneros. Tampoco te pondré con gente que quiera hacerte daño, eso puedo asegurarlo".

Luffy no supo si debía creer o no en las palabras de aquel hombre, pero tampoco tuvo demasiado tiempo para pensarlo, debido a que el elevador había llegado a su destino.

Vio al hombre salir y esperarla, así que camino con más prisa para situarse a un lado.

Siguieron caminando por un sin fin de pasillos que no creía poder memorizar e ignoró los llamados de todos los demás prisioneros en ese piso, hasta llegar a la celda en la que estaría hasta el momento de su ejecución.

"Supongo que tu necedad sigue en pie, ¿No es así, Jimbe?"

Luffy vio a la persona que aparentemente sería su compañero de celda y se sorprendió de ver a un Gyojin encadenado y demasiado golpeado. Aun así, ella podía decir por su mirada que no habían doblegado su orgullo en lo absoluto.

"No pienso luchar en contra de los revolucionarios", sentenció con seriedad.

Magellan solamente negó, mientras abría la celda e instaba a la chica a pasar. "No importa si ya no estás en la guerra, igual se hará".

Jimbe miró completamente extrañado a la chica del sombrero de paja. Le sorprendía el trato de Magellan hacia la chica, pero no se dejaría intimidar por sus palabras.

Aunque si le intrigada. Normalmente los prisioneros no tenían el derecho de llevar objetos consigo, aún si eran sombreros que aparentemente eran inofensivos, pero a esta chica la habían dejado conservar su sombrero de paja.

Y luego estaba la manera en la que la habían dejado. Ni siquiera la habían encadenado a la pared, simplemente la hicieron pasar a la celda con esposas bien colocadas en sus muñecas.

No creía que Magellan se estuviera ablandado sólo por tener una cara bonita en frente. Y menos si esa chica estaba en el piso de los prisioneros más fuertes y peligrosos.

"Señorita Lucy, dentro de poco vendrá Monkey D. Garp a hacerle una visita. Seguramente como el abuelo desesperado que es tratará de ayudarla a escapar y probablemente usted querrá hacerlo, pero de una vez le informo que no debe hacerlo".

Luffy lo miró como si se hubiera vuelto loco. "Si tengo la oportunidad, ¿Por qué no lo haría?" Cuestionó. Ese hombre era demasiado raro, pero sentía que había algo más.

"Porque la Marina tiene bajo su custodia a toda la Isla Dawn. Incluyendo a sus habitantes".

Luffy lo miró con horror, mientras agarraba con fuerza los barrotes de la celda. "¿Qué quieres decir? ¿Qué ocurrió con todos en la isla?"

Le aterraba la idea de que les hubieran hecho daño a todos en Villa Foosha. Pero este hombre había admitido que no solvente eran Dadan, Makino y los demás, también estaban involucradas todas las personas y animales en la isla. Repentinamente sintió náuseas de sólo pensar que, por causa suya, había mucha gente inocente involucrada.

Magellan por su parte, no aprobaba la idea de los altos mandos de la Marina. Era un acto demasiado cobarde recurrir a esos métodos solamente para mantener a raya al héroe de la marina...

"Toda esa gente estará a salvo, mientras tú te mantengas tal y como estás", respondió con pesar. "Cómo dije antes, tu abuelo llegará dentro de poco y seguramente tratará de disuadir te a huir, pero si llegas a hacerlo, no sólo Garp perderá, también la gente en Isla Dawn".

Luffy sintió demasiado temor con lo que estaba escuchando. No tenía salida alguna de lo que le harían y ahora no solamente su abuelo estaba demasiado involucrado en el asunto, también toda la gente que quería en su amado hogar.

Ella no era de las personas que se rendían sin pelear, pero no quería que Dadan, Makino y toda la gente que la había cuidado y querido sufrieran por causa suya, así que solamente le quedaba rendirse...

"¡Y se supone que ustedes aplican la justicia! Magellan, en estos momentos no eres diferente a esos malditos marines corruptos de los que tanto te quejas".

Magellan miró con dureza al Gyojin. Pero no pudo decir nada para argumentar en contra, al menos no ahora que había matado todas las esperanzas de aquella chica.

Él solamente pudo apretar los puños con fuerza y rogar por perdón de manera silenciosa, mientras se retiraba de aquel lugar antes de cometer una locura.

"Supongo que tú eres la hija de Monkey D. Dragon, ¿no es así?"

Luffy asintió sin ganas. "Soy Lucy, pero desde ahora soy Luffy".

Jimbe asintió sin entender muy bien. "Soy Jimbe", respondió.

Luffy asintió, mientras se sentaba sin mirar al Gyojin. "¿Por qué te encerraron?" Preguntó con él ceño fruncido. "Escuché que era porque no quisiste pelear, ¿Solo es por eso?"

"Una amiga mía es parte de los revolucionarios. Si peleó en contra de ellos, estaría peleando en contra de una nakama", respondió con seriedad. "Aunque por lo visto, la guerra se dará aun así y temo que mi nakama salga herida".

Luffy asintió con tristeza, mientras pasaba sus temblorosas manos por su vientre. "Supongo que es mi culpa, así que me disculpo", mencionó.

Jimbe negó rápidamente. "Por lo que escuché, los culpables son los de la Marina" dijo con seriedad. "¿Te han golpeado en esa zona? No sé ni porqué pregunto, cuando seguramente lo hicieron, estas demasiado lastimada como para no pensar en esa posibilidad".

"Lo hicieron, pero no fueron los marines, fue el hombre que me entregó. Aunque no me duele en lo absoluto, me hace sentirme mejor si lo hago, después de todo, es mi bebé al que acarició".

Jimbe no pudo evitar ver a la chica con sorpresa y no sólo por saber que estuviera embarazada. Era por la mirada y la sonrisa que le daba, casi como si aún tuviera esperanza de salir con vida de esa situación.

Por alguna razón completamente desconocida, Jimbe comenzó a sentir admiración por ella. Pero eso era casi imposible...

"Eres demasiado extraña niña".

Luffy asintió. "Supongo que lo soy".

Tal vez en ese breve tiempo que les quedaba como compañeros de celda, Jimbe conocería más cosas sobre su nueva compañera.

Y tal vez, Luffy aprovecharía ese poco tiempo, para tratar de olvidarse del temor que ahora mismo estaba sintiendo...

~..~

Garp había estado furioso en el momento en el que al fin se había enterado de la situación de Isla Dawn y su gente. Aunque fue peor enterarse que Marshall D. Teach había conseguido el puesto de shichibukai con la oportunidad de elegir a quien quisiera de Impel Down como si fuera un día de compras. Y todo eso como un premio por haber capturado a su nieta, quien aparentemente estaba embarazada del hijo de Gol D. Roger...

Por supuesto, apenas se enteró, desvió de curso su barco y llamó a Sengoku para reclamarle.

"¿Sabías lo que tenían planeado y no me lo informaste?"

'Garp, sabes tan bien como yo que era imposible hacerlo. Esto iba a suceder tarde o temprano'.

Garp golpeó con fuerza el escritorio de su oficina, hasta el punto de partirlo en dos. Ni siquiera se preocupó de haberlo hecho.

"Sengoku, me pusiste trabajo excesivo y mantuviste vigilancia extrema para evitar que respondiera las llamadas de los habitantes de mi isla. Tomaste parte de esto, ¡Maldita sea!" Pudo escuchar un largo suspiró al otro lado de la línea.

'Y por eso es que no podía decirte nada. Aunque igual te ibas a enterar tarde o temprano', respondió. 'Garp, sabes que no puedo hacer nada para salvar a tu nieta. Incluso hay Preparativos más especiales en Marineford'.

Garp frunció el ceño. "¡Claro que lo sé! Esos malditos no quieren ejecutarla, quieren hacerla esclava de un maldito Dragón Celestial. Eso es mucho peor que matarla".

'Lo lamento Garp, pero así son las cosas'.

Garp apretó los puños al oír esa maldita respuesta. "Sengoku, si tu estuvieras en mi situación, no dirías lo mismo. Te recuerdo que tu hiciste lo imposible para mantener al margen a tu hijo y a tu nieto", y Garp supo que había tocado una fibra sensible en cuanto escuchó cosas caer de lo que suponía era cosas del escritorio de Sengoku.

'¡No puedes comparar a mi familia con la tuya Garp!' Espetó Sengoku. 'Hice lo que pude por la amistad que tenemos, pero sabes mejor que nadie que no puedo ir en contra del Gobierno Mundial, aunque así lo quisiera'.

"Si esas palabras te hacen sentir bien contigo mismo, entonces sigue repitiéndotelas Sengoku, pero no puedes pedirme comprensión alguna, porque jamás la tendrás", sentenció con furia.

'Garp, te lo advierto no hagas nada estúpido o gente inocente sufrirá las consecuencias'.

Garp solamente miró por la ventanilla la enorme prisión donde se encontraba su nieta. "Eso lo sé muy bien Sengoku... Pero debes tener algo muy en cuenta, a mi nieta le pasa algo y la marina tendrá que lidiar con las consecuencias que vendrán con ese daño..."

'¿Es eso una amenaza, Garp?' Cuestionó con seriedad.

"Tómalo como quieras Sengoku y si quieres, puedes informarlo, la verdad, me importa un bledo..."

Puede que haya escuchado algún que otro insulto, pero poco le interesó y en su lugar colgó la llamada, sin perder de vista aquella prisión...

Ahora, debía afrontar las consecuencias de sus actos y aguantar ver a su nieta en una celda a la que no pertenecía...

Debía soportar la cruda realidad de que no había sido un buen abuelo para Lucy...

Tampoco lo había sido para Ace y para Sabo...

Y aun con todo el temor que sentía en esos momentos, debía afrontar de frente las consecuencias...

Solo esperaba, poder aguantar lo suficiente para no derrumbarse frente a Lucy...

Continuará...

~°ɞ°~~°ɞ°~

NOTAS: Y eso ha sido todo por este capítulo. Si les gustó, les agradecería que me lo hicieran saber con sus lindos comentarios :3

Les aviso que vayan preparando sus memes de "Esto es Cine/literatura", para lo que se viene en el siguiente capítulo...

Debo admitir que una parte maquiavélica de mí, disfruta del sufrimiento que causo y la otra llora junto a ustedes :D

Próximo capítulo: "La Inocencia Viste De Prisión", donde Luffy habla con su abuelo sobre lo que le espera dentro de poco...

En fin, nos leemos pronto...

Chau chau (^3-)/

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