"La Inocencia Viste De Secuestro"

NOTAS: Creo que andaba algo emocionada con actualizar lo más pronto posible, así que...

Aquí andamos con el capítulo número dieciséis de esta no tan corta historia xD

Finalmente, antes de comenzar a leer, debo decir un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi, Wattpad, Fanfiction.Net y AO3. También otorgue el permiso para una traducción al chino y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"...

https://aichidongxidepangfengye.lofter.com/

Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3

En fin, los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son hechas por su servidora.

Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/

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Luffy veía con enojo a esos dos tontos que se habían sentido lo suficientemente valientes para lograr atraparla cuando ella y sus hermanos estaban buscando materiales para su casa del árbol...

Ella lo admitía, había estado más distraída por cualquier cosa, que en tratar de encontrar materiales como le habían dicho sus hermanos. Además de que se había separado de los dos, cuando Sabo había sido completamente claro en que no debía separarse de ellos.

"Muy bien mocoso tonto, será mejor que nos digas donde están tus malditos amiguitos o tendremos que tomar medidas más drásticas para hacerte hablar".

Luffy solamente miró hacía cualquier lugar que no fuera la fea cara de aquel estúpido, mientras negaba una y otra vez a esa tonta orden, que obviamente no estaba dispuesta a seguir.

"¡No lo haré!¡No les diré nada!" Gritó.

Eso solamente pareció hacer enojar todavía más a los dos hombres, pues ambos prepararon los mazos de metal que usaban como armas. Ella sabía que muy seguramente tratarían de golpearla para ejercer presión, pero eso no le causaría ningún tipo de daño, después de todo, era de goma.

Por supuesto, ninguno de esos hombres pudo hacer algo en su contra, considerando que Ace y Sabo derribaron la vieja puerta de madera de aquella casucha. Y ninguno de los dos parecía contento con lo que veían.

"¡Ace! ¡Sabo!"

"¡Son los mocosos de los que hablaba Bluejam!" Dijo uno de los hombres, mientras se preparaba para darles una buena lección a esos dos niños.

"Solo debemos derrotarlos para poder entregarlos a Bluejam y de paso, conseguir la recompensa que ofreció por los mocosos", hizo la mención el otro, mientras saboreaba el dinero que estaba a punto de ganar.

Pero contrario a lo que querían llegar, ninguno de los dos niños parecía asustado, de hecho, se podía sentir cierta presión hostil en el ambiente.

Luffy sabía que sus hermanos estaban furiosos, incluso ella podía sentirlo. Aunque ella no sabía que la razón de ese enojo era por los raspones sangrantes que ella tenía en sus brazos, piernas y una herida que le habían hecho en la frente.

Ace y Sabo tenían tantas ganas de golpear a esos dos que se habían atrevido a dañar a su hermana pequeña...

"Parece ser que estos imbéciles no conocen su lugar", le dijo Ace a Sabo. Todo mientras apretaba la pipa entre sus manos.

"Supongo que con todo gusto deberemos enseñarles" respondió Sabo igual o más furioso que su hermano.

Para cuando los dos hombres entendieron que no debieron guiarse por las apariencias, ya era demasiado tarde. Tal vez debieron seguir los consejos de todos los que les habían advertido sobre la terrible fuerza de aquel dúo de niños...

Ni siquiera entendían cómo es que dos niños que parecían tan enclenques podían dar golpes más fuertes de los que daba un adulto promedio. Sin duda alguna esos dos eran unos malditos diablos...

Pero aquello que dos insignificantes hombres creían, era totalmente erróneo. Esos dos no eran más que dos hermanos mayores, ejerciendo su poder para proteger a su hermana pequeña...

Y aunque al final del día, Luffy se sintió contenta de que sus hermanos llegarán a salvarla, para Ace y Sabo era completamente diferente. Ellos sentían que habían fallado al proteger a su hermana pequeña...

Tal vez era ahora, cuando debían poner lo máximo de ellos para mantener a Luffy a salvo, pero lo que aprendieron al conocerla, era que Luffy no era precisamente una niña a la que podían perder de vista...

Tal vez cuidar a Luffy, de alguna manera los haría más fuertes...

"La Inocencia Viste De Secuestro"

Por alguna razón completamente desconocida, el jefe o como le decían, 'hermano Franky' había aceptado la petición de aquella extraña chica con sombrero de paja. Aun así, le tenían respeto y cariño al hombre que les había brindado una oportunidad, cuando nadie más lo había hecho...

La familia Franky podría no tener a su líder en casa en un futuro, pero siempre serían parte de esa familia.

Por ahora, las dos mujeres que siempre se aseguraban de acompañar y adular las hazañas de Franky, habían decidido que ya era hora de ir buscando un empleo para ayudar. Sus compañeros habían decidido comenzar a trabajar para aportar algo de dinero, en lo que Franky trabajaba en el barco de aquella chica. Así que, mientras todos los que vivían en 'Franky house' trabajaban, ellas iban al bar de Blueno a pedir un trabajo.

Ya habían escuchado sobre la necesidad de camareras, así que aprovecharían la oportunidad de encontrar un empleo...

Vaya sorpresa que se encontraron ambas, cuando encontraron el bar cerrado. No, el bar no solamente estaba cerrado. El letrero en la puerta decía que estaba en venta.

"Esto es muy extraño..." Murmuró Mozu completamente extrañada.

Kiwi la miro con duda. "¿Por qué de pronto querría vender su local, si apenas hace unos días estaba buscando ayuda?" Preguntó sin creer lo que estaba sucediendo.

Ellas como principales seguidoras de su jefe, sabían que Blueno no era del tipo que hacía esa clase de cosas. De hecho, el hombre había sido tan amable con su jefe y ellas...

"A lo mejor le surgió alguna emergencia. Tal vez un familiar enfermo o algo así..."

Kiwi solamente suspiro con derrota al escuchar esa posibilidad. Tal vez Mozu tenía razón, así que tendrían que pensar en otro posible lugar para trabajar. Aunque francamente, aquel bar era una posibilidad para encontrar trabajo y de paso, estar cerca de su familia.

Ambas acordaron que lo mejor sería regresar a casa y pensar en otros posibles lugares, pero al querer irse, vieron salir de aquel bar a uno de sus compañeros. Lo más preocupante eran todas las heridas que tenía en todo su cuerpo...

"¡¿Qué te pasó?!"

Rápidamente, ambas chicas se acercaron a auxiliar al compañero herido, pero este solamente negó completamente nervioso, mientras veía de un lado a otro.

"No se preocupen por mí..."

Mozu negó rápidamente. "¡Por supuesto debemos preocuparnos!" Le dijo. "¿Qué te pasó? ¿Por qué estabas en el bar de Blueno-san?" Cuestionó preocupada.

"Ese hombre... Ese hombre no es quien dice ser".

"¿Qué quieres decir?" Kiwi lo miró confundida. "¿Qué ocurrió exactamente?"

"Todos en la familia Franky quieren ayudar en todo lo posible a nuestro jefe, ustedes de hecho, lo quieren hacer también, así que decidí venir a primera hora y pedir empleo a Blueno..."

Ambas mujeres asintieron, mientras se veían entre sí. Sabían que no era de extrañeza que uno que otro en la familia se levantará a primera hora para ir a donde quisieran, así que no veían nada raro que uno de ellos desapareciera y llegará casi al anochecer.

"¿Entonces alguien te atacó? ¿Por qué razón lo harían?"

El hombre rápidamente negó. "No fue alguien cualquiera y no fue por una simple razón", respondió dolorido. "El hombre que me atacó, fue el mismo Blueno y fue con intenciones de matarme... No sé que le hizo pensar que terminó el trabajo, pero al menos me dio una nueva oportunidad para advertir..."

"¿Advertir sobre qué...?"

"¡CP9!" respondió tembloroso. Pudo ver las miradas confundidas de ambas mujeres, pero debía darse prisa. "Cuando llegué al bar, estaba cerrado. Golpee la puerta, pero iba a irme en cuanto no hubo respuesta, hasta que escuche voces. Así que abrí la puerta e incluso llamé, pero lo que me encontré fue a Blueno hablando con la secretaria del alcalde Iceburg y hablaban de una misión totalmente diferente a la que les habían asignado antes... Chicas, deben advertir al jefe... Esa chica, la del sombrero de paja, no está a salvo... CP9 la busca por alguna razón..."

Mozu y Kiwi asintieron con una mirada seria y al mismo tiempo preocupada. "Le diremos ahora mismo" dijeron al mismo tiempo.

Él asintió débilmente. "También deben advertir sobre esos extraños capataces que tienen en el muelle número uno... Rob Lucci y Kaku... Ellos también forman parte de CP9..." Esperaba que eso fuera suficiente para que se supiera la verdad, y de paso, esperaba que eso fuera más que suficiente para que esos tres supieran de la situación. Lo único que lamentaba, era que no podría despedirse de ninguno de sus dos grupos...

Mozu y Kiwi solamente vieron con horror, como uno de los suyos caía muerto. Ellas ni siquiera habían notado el charco de sangre que se había estado formando debajo de su cuerpo. Pudieron detenerse y llorar, pero no había tiempo y menos cuando había usado lo último de su vida, para hacerles saber lo que había sucedido.

Después se encargarían de ir a buscar el cuerpo para darle un entierro digno. Ahora, solamente debían advertir a su jefe y de paso a los piratas de la tripulación de Barbablanca, antes de que sea demasiado tarde...

~..~

Lucy no tenía idea alguna de ¿Dónde estaba? O ¿Por qué estaba en ese lugar? Pero tenía muy claro que no había ido por su propia voluntad.

Lo último que recuerda, es a ella derrotando a ese extraño tipo que abría puertas en el aire. Incluso recuerda haber derrotado al otro tipo que parecía querer quitarse la vida siempre.

No es como si hubieran sido los tipos más complicados de derrotar, aunque si le dieron uno que otro problema, así como habían logrado causarle daño al pobre de Stefan, pero de allí en más, no recuerda mucho...

"¡¿Hay alguien allí?!"

Al no escuchar alguna respuesta, trato de moverse, pero sus manos estaban esposadas juntas, de manera que no pudiera ni ponerse de pie. Y después de haber experimentado tener piedra marina inmovilizándola, sabía que esas esposas estaban hechas de ese material tan molesto.

Trató de ver alguna manera de liberarse o incluso alguna manera de gritar y que alguien la escuchara, pero el lugar no parecía ser un sitio que la gente frecuentaba.

Ella ni siquiera presto atención a sus heridas, estaba más interesada en lograr salir y advertir a los demás sobre lo que aparentemente estaba ocurriendo, pero al moverse un poco, sintió el dolor en su estómago...

Lucy recordó aquella voz hablándole nuevamente durante su pelea. 'Protege tu vientre' eso era lo que le había dicho la voz y sin hacer mucho esfuerzo y para sorpresa de ella y de sus atacantes, logró usar haki de armamento para proteger su vientre de una patada. Aun así, tenía un tenue dolor que, por alguna razón, le preocupaba...

"Cuando logré salir, juro que los golpeare con demasiado gusto".

Y como lo haría usualmente, comenzó a jalar con insistencia la cadena. Tal vez las esposas estén hechas de piedra marina, pero podría ser que la cadena que la mantenía en el suelo, fuera una cadena de metal simple. Ella no iba a darse por vencida, debía lograr liberarse por su propia cuenta.

Ella sabía protegerse, así que debía demostrarlo con todas sus fuerzas.

~..~

Varias horas habían pasado desde que encontraron a Stefan herido, junto al viejo sombrero de paja de Lucy. Horas que eran demasiado valiosas para asegurar el bienestar de la chica, si es que en verdad CP9 estaba detrás de todo ese asunto.

Marco fue el primero en escuchar de aquello, cuando el sujeto al que Lucy le había entregado su dinero, llegó al muelle uno, junto a su séquito de extraños para advertir a Iceburg sobre lo que aparentemente estaba pasando. Pero el alcalde de Water Seven se había ido a su casa tiempo atrás a firmar papeles importantes con su secretaria siguiéndole los pasos.

Por supuesto que al escuchar aquello y que aparentemente sus sospechas eran verídicas, Marco fue directamente al Moby Three a buscar a esos dos hombres y exigir respuestas. Grande fue su sorpresa al ver que varios de los hombres, <<tanto de la Galley-La como de la tripulación>> completamente inconscientes.

Así que al ver lo que estaba pasando, se apresuró a dar órdenes, mientras se aseguraba de hacer la llamada urgente a su capitán y advertir de los movimientos de aquel grupo...

Y eso los traía a todos de vuelta al presente, donde los piratas de Barbablanca, junto a la familia Franky y la Galley-La, estaban tratando de encontrar a la chica secuestrada, junto al alcalde Iceburg, quien también había desaparecido...

"¿Por qué llevarse también a Iceburg? Solo es el alcalde de la isla y jefe de la Galley-La..."

Marco junto a Ace y Thatch se hacían aquella pregunta con tanta insistencia. Las cosas no estaban teniendo tanto sentido y el actuar del CP9 solamente los estaba dejando confundidos a todos.

Se suponía que el CP9 eran el grupo de asesinos de la Cipher Phol, pero justo ahora, habían actuado completamente diferente. Y ciertamente, dudaban que se hubieran tomado la molestia de secuestrar a Lucy, solamente para matarla después. Y luego estaba el secuestro de Iceburg que sólo los dejaba con más dudas que respuestas.

Algo pasaba y solamente los molestaba no saber que era...

"La respuesta a eso es sencilla... Porque Iceburg era el aprendiz de Tom-san, a quien mejor se le conoce como el carpintero que creó el barco del difunto rey pirata, el 'Oro Jackson'. Pero eso es lo que menos les importa a esos tipos".

Los tres comandantes miraron al tal Franky con sorpresa. El sujeto los había seguido, sin que se dieran cuenta, lo cual, decía cuán preocupados estaban por la chica.

"¿Qué tiene que ver eso con lo de ahora?" Preguntó Marco.

"Tom-san no sólo era conocido como el carpintero más talentoso que existió. Él tenía un legado se transmite de maestro a alumno. Él nos dio ese legado a Iceburg y a mí, pero yo renuncie a ese legado, hasta que claro, ese tonto me involucró" Franky miro con seriedad a esos tres piratas. "La razón por la que se llevaron a Iceburg, es porque Tom-san le dio los planos de una de las tres armas ancestrales: Plutón".

Ninguno de los comandantes podía creer lo que habían escuchado. Aunque ahora, podían entender las razones del CP9 para estar lo más cerca posible de Iceburg...

"Pero dijiste que te involucró, ¿Qué fue lo que hizo exactamente?" Cuestionó Thatch.

"Me dio los planos para construirlo", respondió Franky. "Hace unas semanas los tenía guardados donde nadie pudiera encontrarlos, pero esa chica: Lucy, me dijo repentinamente que debía destruirlos para evitarme problemas a futuro. Por alguna razón, sentí que no mentía y lo hice".

"¿Ella te advirtió?" Cuestionó Ace sorprendido.

Franky asintió. "Ella no paraba de insistir en que fuera su carpintero, cuando de la nada, me dio esa advertencia".

Marco, Ace y Thatch se miraron entre sí. Los tres estuvieron completamente de acuerdo en que Lucy y su extraño don probablemente habían salvado al mundo al evitar que el gobierno mundial obtuviera una de las armas ancestrales.

"¿Entonces creíste en su palabra así sin más?" Preguntó Thatch con sorpresa.

Franky asintió con orgullo. "Díganme loco, pero esa mocosa no irradia nada de desconfianza. De hecho, se nota que es demasiado inocente para todo lo que se le acusa", respondió. "Además, ella me advirtió sobre algo que solamente Iceburg y yo sabíamos, probablemente también el CP9, pero de ninguna manera podía saberlo ella o alguno de mis hermanos y hermanas".

Thatch y Ace vieron con pena a Marco. Era obvio que el comandante de la primera división se sentiría afligido y arrepentido por lo que escuchaba. No podían culparlo, después de todo, un perfecto extraño al que Lucy acababa de conocer, había creído en su palabra y él, junto con el resto de idiotas, habían dudado de Lucy...

Aun así, los tres sabían que no era momento de lamentos o arrepentimientos. Debían dar con el paradero de Lucy, antes de que sea demasiado tarde.

"¿Podría ser que ya los hayan sacado de la isla? Si es así, ¿Dónde los habrán llevado?" Preguntó Ace preocupado de que esa sea una posibilidad.

Franky negó rápidamente. "No creo que los hayan sacado de la isla. No pueden hacerlo; al menos no hoy", respondió Franky. "Ningún barco puede salir de la isla. Además, si hubieran usado el tren marítimo, Kokoro-san me hubiera informado, en especial si se llevaban a Iceburg con ellos".

"Ahora que recuerdo, en el muelle uno, querían terminar con el servicio de nuestros barcos antes de hoy" Marco miró con interés al ciborg. "¿Qué es lo que pasa?" Cuestionó con intriga.

"Sabrán que a Water Seven no se le conoce como la capital del agua por nada. Cada año va hundiéndose poco a poco, pero esa no es la razón por la que ningún barco puede zarpar. Cada cierto tiempo, una tormenta llega y causa desastres, en sí eso no es un problema, pero trae consigo olas enormes y erráticas. Por si no lo han notado, las personas que viven o tienen puestos abajo, están llevando todas sus pertenencias a las partes más altas de la isla, incluso el tren marítimo solo tiene un viaje y regresará hasta mañana, cuando la tormenta haya pasado".

Los tres comandantes, miraron a su alrededor solo para darse cuenta de que era verdad. Todos los habitantes de Water Seven estaban apresurándose a llevar todo lo de importancia a las partes más altas de la isla, incluso algunos de los hombres de Galley-La ayudaban en lo que podían.

"¿Dónde podríamos comenzar a buscar?" Se preguntó Thatch con temor de que le hicieran daño a Lucy. "Si lo que dices es cierto, probablemente Water Seven no sea un lugar para usuarios de frutas del diablo y esta isla es una de las más grandes del Grand Line".

No tenían mucho tiempo, pero con todo lo que estaba pasando en la isla, aún si tenían a toda la tripulación junta, tendrían problemas para encontrar a tiempo a Lucy.

"Lo mejor que podemos hacer es avisar a Oyaji para que mantenga gente en los muelles y el tren marítimo. Sólo así podremos impedir que el CP9 logré escapar con Lucy e Iceburg".

Ace y Thatch estuvieron de acuerdo con el plan de Marco. Así que mientras él se encargaba de hacer la llamada al capitán, Franky les daba un mapa de toda la isla, donde señalaba los posibles sitios donde podrían estar Lucy e Iceburg"

"¿Tú no irás con nosotros?" Preguntó Ace con interés.

Franky negó rápidamente. "No quiero que me mal entiendan, la chica me agrada, incluso puede que en un futuro ella logré convencerme de ser su carpintero, pero no puedo ir. Algo me dice que no debo ir, además, mis compañeros me necesitan, así como la gente de la isla".

Los tres comandantes asintieron a lo dicho por aquel extraño carpintero, solo para comenzar a correr hacía uno de los puntos señalados en el mapa. Franky por su parte, sonrió para después comenzar a correr de regreso para dar los puntos donde podrían estar Iceburg y la chica.

Por supuesto, ninguno se dio cuenta de la presencia entre las sombras. Dicha presencia tenía en su mano un Den Den Muchi bebé y no tenía una expresión amigable al saber de la situación.

"¿Encontraste a la chica?"

La voz del otro lado de la línea solamente soltó un suspiro cansado. El hombre podía sentir que su compañero probablemente estaba teniendo problemas en donde sea que estuviera.

'Sé dónde la tienen, así como también, sé que la tienen justo cerca de Iceburg'

"¿Y el problema es...?"

'No puedo entrar al lugar. Al menos no, si no quiero que se derrumbe encima de la chica'.

El hombre asintió preocupado. "Si logras encontrar una apertura, entra lo más rápido que puedas. Le informaré a Sabo-san y los demás sobre el asunto", le informó. "Y más vale que no mueras Midori o está misión habrá sido en vano", el caracol sonrió como lo haría la persona del otro lado de la línea.

'¿Morir yo? Eso deberías decirlo por ti. Más te vale que sobrevivas o de lo contrario, el sacrificio de Fred habrá sido en vano'.

Ambos tendrían en sus recuerdos a su compañero caído, pero ese no era momento para lamentos. Debían salvar a la hija de su jefe o su lucha por libertad e igualdad estaría perdida...

~..~

Lucy pudo ver como esos dos hombres entraban, donde la tenían encerrada y con ellos venía el mismo tipo al que había visto cuando llegó a la isla. Pero el trato que le daban no era precisamente uno que debería tener un alcalde.

El hombre estaba esposado y lo lanzaron a sí sin más al duró suelo. Por supuesto, ella reclamó por lo que habían hecho.

"¿Quiénes son ustedes? ¿Qué es lo que quieren de nosotros?" Exigió saber.

"Así que está es la chica que puede lograr que Dragon el revolucionario se entregue".

Para sorpresa de Lucy, un nuevo hombre entró al lugar. Aparentemente era el líder de aquel grupo, considerando que los otros dos le dieron espacio suficiente para que ahora lo tuviera justo frente a ella.

Por supuesto, obtuvo su respuesta, aún si no a ella era a quien hablaba. Pero, aun así, le hizo enojar que nuevamente estaba metida en problemas por culpa de su supuesto padre.

"Si es por ese hombre que me capturaron, ni siquiera lo conozco" dijo con seriedad. "Aun así, a ustedes no puedo perdonarlos, por haber lastimado a Stefan", mencionó con rencor y una mirada amenazante. Aún recuerda cómo ese par se atrevió a lastimar al pobre perrito que solamente había tratado de defenderla y eso no podía perdonarlo.

Contrario a lo que ella deseaba causar, el hombre simplemente comenzó a reír como un desquiciado, solo para que justo un momento después, le diera una fuerte bofetada que la hizo caer al suelo.

"Niña tonta, ¿Crees que sólo por eso te dejaremos ir? Tu sola existencia ya es una amenaza para el mundo. Simplemente te usaremos como carnada para que tu maldito padre se rinda y podamos ejecutarlos a ambos".

Lucy lo miró con enojo. "¡Entonces tu eres un maldito cobarde!" Espetó.

"No me importa lo que digas, estúpida niña" respondió con simpleza, mientras se acercaba a Iceburg. "En cuanto a ti... Será mejor que hables sobre los planos de Plutón o de lo contrario, tendremos que eliminarte".

Iceburg simplemente negó, mientras veía a la chica. "No haré tal cosa", respondió. "Esa arma no es para que esté en las manos equivocadas y con todo lo que han hecho, es más que obvio que ustedes no deberían tenerla bajo su poder".

Esa respuesta, solo le valió una serie de patadas consecutivas. Iceburg ni siquiera podía defenderse y Lucy sólo podía ver con impotencia, aunque nada le impedía tratar de liberarse para darle una paliza al cobarde aquel.

"Regresaré más tarde Iceburg y más te vale darme una respuesta satisfactoria".

Una vez dicho esto, los tres hombres salieron a paso calmado, solo para cerrar nuevamente aquella puerta metálica.

Lucy no entendía muy bien lo que querían del alcalde de la isla, aunque de cierta manera, le recordó la advertencia que le había dado a Franky.

"¿Qué son exactamente esos planos de los que hablan?" Preguntó mientras miraba con insistencia al alcalde.

Iceburg cómo pudo, se sentó para poder ver a la chica. "Son los planos de un arma capaz de destruir una isla entera", respondió. "Mi maestro me los dejó para que cuidara, justo antes de que se lo llevaran injustamente. Ese hombre que se acaba de ir, fue el causante de su encierro y trabaja para el gobierno mundial".

"¿Y quiere esos planos para el gobierno mundial?" Cuestionó Lucy con enojo. "¿Por eso te capturaron? ¿Para qué se los dieras?"

Iceburg asintió con pesar. "Fui descuidado, aun cuando sabía que me vigilaban, dejé que se infiltraran en la Galley-La y a causa de eso, gente inocente puede morir. Escuché que habían eliminado a uno de los hombres de Franky..."

Lucy pudo ver arrepentimiento en la mirada del hombre. Así que nuevamente, como llevaba haciendo desde que despertó, comenzó a tratar de liberarse.

No le importaba si lastimaba más sus manos, ella debía liberarse y salir cuanto antes.

"No podrás romper esas esposas. Están hechas de piedra marina", informó Iceburg con pesar. "Además, es demasiado seguro que los piratas de Barbablanca ya están movilizándose por toda la isla. Barbablanca no es un pirata que deje a la deriva a uno de los suyos".

"No soy parte de la tripulación del capitán Pops", respondió Lucy, sin dejar de lado sus intenciones. "Y no quiero romper las estúpidas esposas, de hecho, no podría, aunque quisiera. Estoy tratando de soltar la cadena que me mantiene unida al suelo... Solo necesito jalar un poco más y estaré libre..."

Y tal como la chica había dicho, logró soltar la cadena del suelo. Claro, ella hubiera querido liberarse de la cadena, pero al menos había logrado liberarse a medias.

"Ahora faltas tú".

Iceburg asintió calmadamente, mientras veía como la chica comenzaba a jalar la cadena que lo mantenía sujetado al suelo. Comenzó a aplicar su propia fuerza, no dispuesto a dejarle todo el trabajo a la chica y en poco tiempo, lograron que la cadena soltara sus esposas.

"Ahora solo falta la puerta y podremos irnos", mencionó Lucy con orgullo.

"No creo que sea así de sencillo" murmuró Iceburg. No es que quisiera ser pesimista, pero aun si lograban abrir la puerta, era demasiado probable que hubiera gente custodiando el lugar.

Aunque Iceburg supo que seguramente ese era el menor de sus problemas. Pudo escuchar el eco del viento y parecía que había comenzado a llover afuera.

Debían apresurarse y salir o de lo contrario, terminarían por hundirse con la tormenta de esa noche...

~..~

El capitán Barbablanca veía desde la comodidad de su asiento, como cada uno de sus muchos hijos corrían en busca de la desaparecida Lucy. Podía ver a sus hijas justo al lado de su silla, todas con expresiones preocupadas, mientras que Tato se aseguraba de mantener lo más cómodo posible a Stefan, quien se encontraba acostado en su camita, justo al otro lado de su asiento. Mientras tanto, los pocos hombres que se habían quedado en el barco, veían por los alrededores

Aun cuando él no había salido del Moby Dick, se encontraba en completa alerta, por si se requería de su ayuda, pero confiaba plenamente en que sus hijos lograrían mantener a la gente de Water Seven a salvo y encontrarían a tiempo a Lucy e Iceburg. Pero aun con todo eso, él no podía evitar apretar su naginata con demasiada fuerza. Siempre tratando de mantener bajo control su enojo.

El solo hecho de recordar cómo habían encontrado a Stefan, completamente herido y olfateando como podía el sombrero de paja que Lucy no había podido mantener en su cabeza, le hacía burbujear rabia e ira hacía los causantes.

"Así que Barbablanca y su tripulación están moviéndose rápidamente".

Las enfermeras y los pocos hombres que se quedaron al cuidado del Moby Dick y su capitán, miraron al recién llegado. Todos, incluidas las enfermeras, se pusieron en guardia, mientras apuntaban preparados a atacar al intruso.

Barbablanca se puso de pie para encarar al extraño joven, dejando a sus hijos e hijas detrás de él. Por supuesto, se sintió extrañado al ver que el joven, ni siquiera se inmutaba, de hecho, no dejaba de sonreír.

"¿Quién eres mocoso?" Preguntó con exigencia.

"Soy parte de los revolucionarios. Sabo es mi nombre".

Barbablanca asintió. "¿Sabes lo que está pasando? ¿No es así?"

Sabo asintió con expresión seria. "Teníamos tres informantes en la isla, debido a una petición de un conocido. Aparentemente, el gobierno mundial estaba detrás del alcalde de Water Seven: Iceburg, quien en el pasado fue aprendiz del hermano de nuestro conocido. Debido a eso, nuestro jefe envió a esas tres personas. Uno de ellos estaba infiltrado entre la gente de Cutty Flam mejor conocido como Franky, mientras que otro estaba entre la gente del muelle uno de la Galley-La. El otro informante estaba infiltrado como un vendedor en una reconocida tienda de ropa y accesorios".

"Eso significa que el hombre que murió, era parte de los revolucionarios, ¿No es así?"

Sabo asintió. "Tengo entendido que se encontró con dos sujetos del CP9, y apenas tuvo tiempo de lograr hablar con sus dos compañeros y de paso, advertir a la familia Franky", respondió. "Dragon-san había tenido un mal presentimiento sobre todo esto cuando supo que su siguiente parada era Water Seven, por eso nos envió a esta isla".

"Entiendo" murmuró en respuesta. "Aun así, eso no explica tus razones para venir a mi barco".

"Uno de los informantes sabe dónde está la chica, pero debemos movernos con cuidado. Esta gente no dejará ir tan fácilmente al alcalde Iceburg".

"¿Es por los planos del arma ancestral?" Preguntó seriamente.

Sabo asintió nuevamente. "Spandam es el nombre del líder de la operación. Está obsesionado con obtener esos planos para subir de rango", respondió. "Sé supone que esa misión se había dejado de lado, incluso Rob Lucci, Kaku y Kalifa, quienes estaban infiltrados en la Galley-La, han sido relevados de la misión y enviados a otro sitio, aún si su líder sigue aquí".

"Porque quiere que Iceburg le entregue los planos y de paso entregar a Lucy al gobierno mundial" mencionó Barbablanca. "Si alguien así llega a hacer esos logros, subiría a un rango mucho mayor del que espera".

"Así es" respondió Sabo, mientras apretaba sus puños con fuerza.

"¿Y qué planes tienes exactamente, niño?"

A decir verdad, Sabo no tenía idea de lo que podrían hacer. Por alguna razón sentía furia al saber que la hija de su jefe había sido capturada, incluso ahora, admitía que había sido apresurado al ir directamente al Moby Dick, cuando Koala le había dicho que lo mejor era pasar inadvertidos.

Sin duda alguna, Sabo estaba actuando con demasiada imprudencia.

"Lo mejor que se puede hacer, es que ustedes recuperen a la chica y se la lleven cuanto antes de Water Seven. Mientras tanto, nosotros nos encargaremos de Spandam y los otros dos del CP9".

Barbablanca frunció el ceño ante ese plan. "¿Por qué hacer eso?" Cuestionó.

"Porque hay algo sumamente extraño en la manera en la que ellos supieron sobre la chica. Usted también lo sabe, el rostro de ella no ha sido revelado. Dragon-san también se dio cuenta de que algo está pasando y la Marina por alguna razón, no tiene intenciones de revelarlo".

"Comprendo" murmuró con los ojos cerrados. "Daré aviso a mis hombres para que dejen este trabajo en manos de los comandantes y apenas Lucy esté de regreso, nos iremos cuanto antes".

Sabía que sería arriesgado irse, así sin más con aquella tormenta, pero por alguna razón, sentía que, de no tomar el riesgo, algo malo pasaría en la isla.

Por el momento, era mejor no tomar ningún riesgo innecesario.

"Entonces, regresaré con mis compañeros".

Barbablanca no tuvo oportunidad para preguntar más, cuando Sabo desapareció, así como llegó. Aunque agradeció que le dejara, un papel con las coordenadas donde seguramente tenían a Lucy.

Por ahora, llamaría para informar sobre los nuevos planes, mientras los que aún estaban en el barco, se preparaban para zarpar nuevamente.

~..~

Koala y Hack habían llegado al lugar donde Midori esperaba, aunque al verlo, solamente pudo negar ante la pregunta que seguramente estaba a punto de hacerles.

Koala ya quería comenzar a regañar a Sabo por haberse separado tan repentinamente. Aún si sabía que había ido personalmente con Barbablanca para advertir lo que estaba pasando.

"Las cosas sí que están complicadas" mencionó Midori, mientras le daba un largo sorbo a su elegante taza de té.

"Aún me preguntó cómo puedes seguir tomando té, mientras estamos en una misión de riesgo", comentó Koala. "Aunque respondiendo a tu comentario: Si, todo esto se nos complicó demasiado".

"Sabo-kun incluso, se separó por alguna razón. Sabemos que fue con Barbablanca, pero fue tan repentina su reacción" agregó Hack.

Midori asintió con calma, mientras dirigía su mirada hacia la entrada de aquel lugar. "No tenemos mucho tiempo, considerando que la tormenta ya está demasiado cerca. Incluso puedo afirmar, que este lugar terminará por hundirse, aún sin la tormenta".

"Así que por eso no entraste y causaste alboroto", mencionó Koala.

"Podría haberlo hecho, pero hubiera arriesgado a la hija del jefe" mencionó.

Koala asintió, mientras veía con ojo crítico el lugar. Estaba justo del otro lado, de donde se encontraban los barcos de la tripulación de Barbablanca, pero al mismo tiempo, era un lugar algo escondido para cualquiera. Y ciertamente, no creía que alguien sospechara de aquel lugar, como para ocultar gente secuestrada.

Ella pudo ver incluso, que Midori tenía razón; aquel lugar terminaría por hundirse con o sin tormenta. Podía ver que la humedad ya estaba haciendo de las suyas y que probablemente, esa fuera una de las razones por las que no veía signos de que hubiera gente viviendo en los alrededores.

"¿Qué más puedes decirnos de este lugar, Midori?" Preguntó Koala con seriedad. Si alguien sabía algo acerca de investigaciones, era Midori.

"Cómo buen recolector de información y amante de la historia, sé que esta parte de la isla tuvo bastante fama en sus años de apogeo. Puedes mirar los alrededores, hubo gente viviendo y muchos puestos de comercio, pero este sitio en específico, era un viejo banco, aunque se especula que antes de eso era una cárcel, incluso se dice que hay un pasadizo que lleva más abajo, justo donde hay celdas hechas por completo de piedra. Mucha gente dice que es un viejo rumor, pero leí tantos libros junto con los pocos periódicos viejos que pude encontrar y todos dicen lo mismo".

Koala detallo con más escudriño el lugar. "Una fachada perfecta para ocultar a alguien. Ninguna persona que no sepa lo que hubo y sobre los dos desaparecidos, podría imaginar la situación" murmuró seriamente.

Midori asintió, al mismo tiempo que daba otro sorbo a su taza. "En cuanto supe lo ocurrido con Fred y el caos que se había formado entre los miembros de la Galley-La, la familia Franky y la tripulación de Barbablanca, comencé a pensar en todos los posibles lugares donde tendrían a la chica e Iceburg y llegué a la conclusión de que este era el sitio indicado. Cuando llegue, pude ver a Spandam entrar y lo confirme".

"Así que ese tipo está involucrado en todo este asunto" dijo Hack. "No le bastó con mandar a Tom a prisión, ahora quiere hacer lo mismo con nuestro jefe y su hija".

Koala miró rápidamente a Midori. "¿Cuántos hombres hay dentro?" Preguntó rápidamente.

"Solo tiene a dos sujetos fuertes a su lado, los demás son hombres simples que fácilmente se pueden derrotar. Raymond logró recopilar información sobre eso y tal parece que Spandam está tentando a su suerte. Está misión no es oficial, de hecho, Rob Lucci, Kaku y Kalifa fueron enviados de regreso a su base de operaciones".

"Eso podría deberse a que Cutty Flam quemó los planos del arma ancestral".

Los tres miraron al recién llegado Raymond. El hombre ya vestía de manera elegante como le gustaba, mientras en sus manos tenía listas sus dos armas: unos revólveres plateados con las iniciales de su nombre.

"¿Los quemó?" Cuestionó Koala completamente sorprendida.

"Fred me lo dijo, días antes de que todo esto ocurriera. Al parecer, Monkey D. Lucy le advirtió que algo malo sucedería y si preguntan sobre cómo lo supo, parece que ni ella lo sabía".

"Digna hija de nuestro jefe, supongo" mencionó Midori.

"Supongo que, si no hay tantos hombres, es mejor entrar y sacar a ese par de allí".

Ante lo dicho por la única mujer en el grupo, los demás asintieron, más que listos para sacar de ese problema a la chica.

Por supuesto, ninguno tenía idea que Monkey D. Lucy no era precisamente una damisela en peligro y que muy probablemente, los problemas siempre iban de la mano con ella.

Pudieron escuchar alboroto en el interior del lugar, junto con una serie de gritos y maldiciones.

"Será mejor darnos prisa"

Dicho esto, los cuatro se apresuraron para dar su ayuda a la chica, que seguramente, había logrado liberarse para dar pelea.

~..~

No había pasado mucho tiempo desde que todos los miembros de la tripulación recibieron la llamada de su capitán con órdenes explícitas.

Así que, por medidas de seguridad, solamente el grupo de Marco, Thatch, Ace y Jozu, <<quién se les unió justo antes de la llamada>> irían por Lucy al ser los más cercanos al punto donde se suponía estaba la chica. Mientras los demás, debían regresar a los barcos y prepararse para zarpar cuanto antes. También tenían el permiso de pelear o ayudar a las personas en caso de ser necesario, fuera de eso, tenían que regresar cuanto antes.

Nadie podía refutar a las órdenes del capitán, pero ninguno negaría que no estaban un tanto confundidos al saber que apenas Lucy estuviera a salvo, zarparían así sin más. Aunque la breve explicación de su capitán, fue que los revolucionarios también estaban en la isla y ya bastantes problemas tenía la gente como para sumar una pelea innecesaria entre la marina, los revolucionarios y los piratas de Barbablanca.

"Así que los revolucionarios se unieron a la fiesta", comentó Thatch.

Marco lo miró sin dejar de correr. "Al parecer ya estaban en la isla, junto al CP9 y la verdad, no es de extrañarse, considerando que hay un arma ancestral involucrada en todo esto".

Jozu estuvo de acuerdo con lo dicho por Marco. Ya estaba al tanto de la situación con respecto a los revolucionarios, los infiltrados y por supuesto, los planos del arma ancestral. Así que, por ahora, podría hacer caso a las sugerencias de los revolucionarios.

Thatch no tenía razones por el momento para desconfiar de los revolucionarios. Aunque tenía unas dos o tres cosas que decirles por no haber respondido antes a la petición de ayuda de Garp.

Ace por otro lado, no estaba tan de acuerdo. Aun recordaba lo que había dicho su Oyaji durante una de sus juntas. Monkey D. Dragon había tardado demasiado en responder a la petición de ayuda de Garp, y aunque el viejo marine no era de su entero agrado, Lucy por supuesto que lo era.

"Yo no confío ni un poco en el maldito de Dragon", espetó Ace con enojo.

Antes de que alguno de los otros pudiera decir o hacer algo, Ace tuvo que concentrarse en esquivar el repentino ataque de lo que él podía asegurar que era un futuro cadáver. Claro que el ataque tan repentino, llamó la atención de los otros tres comandantes, que miraron al recién llegado como una amenaza a la cual destruir.

"Será mejor que el señor puño de fuego controle su lengua".

Ace encendió fuego en ambas manos, mientras veía furioso al revolucionario con aires de grandeza. "¿Por qué debería? No dije algo que fuera mentira", respondió con burla.

Marco intervino justo a tiempo para impedir lo que seguramente sería una pelea innecesaria que tomaría bastante tiempo. Miró a Ace con severidad, mirada que supo que funcionó cuando lo vio apagar el fuego de sus manos. Luego desvió su mirada al chico revolucionario, quien, bajo su pipa, aun cuando no dejaba de ver con furia a Ace.

"Sabo, supongo" Marco no desvío su mirada llena de advertencia del revolucionario, esperando que realmente se calamar y desistiera en atacar a uno de sus hermanos de tripulación.

Sabo asintió con seriedad. "Me disculpo por mi repentino comportamiento" murmuró, sin dejar de mirar con enojo a Ace. "Supongo que su capitán les dijo de lo que hable con él".

Marco asintió. "Lo hizo. Aunque algunos no están de acuerdo en dejarles sin advertencia a los del CP9 por meterse con Lucy", por supuesto, Marco era uno de los que quería ir y dejarle a esos imbéciles en claro que Lucy no estaba sola.

Sabo sintió alivio al escuchar que la hija de su jefe tenía apoyo en los piratas. "Me alegro que la chica no esté sola en todo esto. Dragon-san tardó demasiado en responder al vicealmirante Garp, pero en cuanto supo la situación de su hija, me pidió investigar a detalle todo lo que la involucrará" agregó con dureza, mientras miraba a Ace.

Marco tomó de los hombros a un explosivo Ace, justo a tiempo para impedir nuevamente que esos dos se pelearán.

"Ya aclarado esto, lo mejor es ir por Lucy", mencionó con severidad.

Thatch y Jozu entendieron que debían comenzar a correr nuevamente, mientras que Ace samente le daba una última mirada al revolucionario, para después comenzar a correr con más prisa.

Marco decidió que era momento de seguir, aunque se sorprendió de no ver al chico revolucionario a su lado. Eso solamente lo hizo fruncir el ceño con cierto enojo al saber que 'Sabo' solamente había revelado su presencia para defender a Monkey D. Dragon. Aún si eso implicaba lastimar a Ace.

"Mocosos imprudentes tenían que ser".

No es como si él fuera un anciano, pero justo ahora, Marco podría decir que la juventud de ahora, era totalmente imprudente y fácil de hacer enojar. La verdad, no esperaba tener que parar a esos dos nuevamente, porque estaba seguro de que ambos chicos pararon esa pelea, debido a la situación de Lucy.

Tal vez si Lucy no estuviera en peligro de muerte, esos dos podrían seguir su pelea por días o incluso semanas. Y pensar en esa posibilidad, sólo le daba dolor de cabeza.

Probablemente ese dolor se haría más fuerte, considerando que podía escuchar caos justo del lugar donde tenían a Lucy...

~..~

Iceburg creía haberlo visto todo. Es decir, pudo ver a ese latoso que podría decirse, era un hermano menor muy molesto hacer tanto desastre por donde quiera que pasara, tanto en el pasado como en el presente.

Aún ahora, Franky hacia tantas tonterías con su grupo de locos seguidores, así que se supone, que nada de eso podía sorprenderlo ya...

O al menos eso, era lo que hubiera seguido pensando, si no hubiera conocido a la chica problemática frente a él.

Lucy cumplió su palabra de liberarlo de la celda, aunque de una manera poco ortodoxa. Ella literalmente había derribado a golpes la puerta que un humano normal no podría ni mover en las condiciones en las que estaban. Pero vamos, ella no era un humano normal. Al menos no podía serlo, si estaba con los piratas de Barbablanca.

Claro que, al derribar la puerta, atrajo la atención de todos los que estaban allí y por supuesto, Spandam y sus dos guardias personales no podían faltar.

Iceburg sintió preocupación por la chica, pero ella parecía no dejarse amedrentar con facilidad. De hecho, Lucy estaba más que dispuesta a dar una buena pelea, antes de dejarse atrapar sin haber hecho algo.

"¡CUIDADO!" Gritó Iceburg al ver a Blueno aparecer justo a un lado de la chica.

Lucy no podría esquivar a tiempo el ataque, pero por alguna razón, no tuvo que hacerlo.

Blueno sintió el golpe de una pequeña pelota en su mano. Pero al ver la pelota de color negro, pegarse sin tener las intenciones de dejarlo, por inercia trato de quitársela. Por supuesto, la pelota pasó a su otra mano, mientras comenzaba a multiplicarse por todo su cuerpo. Aquello fue suficiente para que perdiera el control de sus poderes y terminará en el suelo completamente atrapado en lo que parecía una especie de masa negra que poco a poco lo iba cubriendo.

"Justo a tiempo".

Blueno miró al recién llegado con ojo analítico. Reconocía la voz, después de todo, llevaba varios años infiltrado en la isla.

"¿Alphonse? ¿El de la tienda de accesorios?"

Era algo complicado reconocerlo, considerando que ahora, portaba una peluca con peinado extraño, junto con ese terrible gusto por el color verde. Pero podía reconocer la voz y ese extraño vicio por llevar a todos lados una taza de té.

"En realidad, soy un revolucionario. Aunque usted tampoco puede juzgar a otros, considerando que es un miembro del grupo CP9" mencionó Midori, mientras lanzaba una pelota roja, hacia el imprudente Spandam.

Spandam había tratado de capturar nuevamente a la hija de Dragon, pero en su lugar, una pelota le golpeó el rostro, solo para explotar casi de inmediato y mandarlo demasiado lejos y completamente herido.

Midori sonrió conforme con lo que había hecho, incluso pudo escuchar gritar a la chica con emoción.

"¡Tus poderes son geniales!" Gritó con ojos brillantes.

Midori asintió divertido de esa reacción tan rara. "Por ahora señorita Lucy, será mejor que la escolte afuera, para que puedan encontrarla con más facilidad".

Lucy estuvo a punto de protestar, pero por alguna razón, el lugar comenzó a temblar y de paso, comenzó a inundarse.

"Esto solo va a empeorar" mencionó Iceburg. "Debemos salir cuanto antes".

Midori le dio la razón con expresión seria. "La tormenta ya está atacando la isla. Y este lugar no es muy estable, así que propongo que vayamos afuera cuanto antes o terminaremos aplastados o ahogados, lo que suceda primero".

Y antes de que Lucy dijera algo al respecto, pudo sentir como la levantaban y comenzaban a correr. Pudo ver que iba en el hombro de un extraño hombre de vestimenta elegante y a los lados pudo ver a Iceburg junto al extraño hombre que lanzaba pelotas. También pudo ver a un hombre pez y a una chica que aparentemente sabía pelear de la misma manera que el hombre pez. La verdad, ahora todo era más confuso para Lucy, pero suponía que de nada le serviría quejarse, aunque nada le impedía hacerlo.

"¡¿Quiénes son ustedes?!"

"Creí haberlo dicho señorita. Somos revolucionarios, su padre nos mandó a esta isla para ayudarla", le explicó Midori, lanzando a los guardias varias esferas negras.

"Si lo piensas bien, nosotros estábamos desde antes para impedir que el CP9 obtuviera los planos del arma ancestral" agregó Raymond, mientras disparaba varios proyectiles a los que se habían acercado lo suficiente a su posición. "Por cierto, no deberías moverte, niña. Estamos tratando de mantenerte a salvo".

Lucy lo vio con enojo. "¡Yo no pedí su ayuda!" Espetó. "El abuelo se la había pedido a ese hombre justo antes de pensar en llevarme con la tripulación del capitán Pops, pero ni siquiera se molestó en responder la llamada. Y ahora, me persiguen por crímenes que no cometí, por un hombre que nunca he visto. No soy la clase de persona que guarda rencor fácilmente, pero me molesta muchísimo no tener una recompensa por mis propias aventuras".

"¡La revolución es importante!" Bramó un enojado Raymond.

"Será mejor que midas tus palabras Raymond-san".

Raymond no pudo decir nada, no cuando Koala había dejado en claro que no debía retar a la hija de su líder y menos de la manera en la que lo estaba haciendo.

"Siento decirlo, pero este no es el mejor momento para estar hablando".

No es como si minimizaran la tensión que había entre Lucy y Raymond, pero el alcalde Iceburg tenía toda la razón. Spandam y sus hombres no estaban cediendo y al parecer tampoco estaban contentos con los ataques de Midori.

Siguieron corriendo hasta que pudieron ver la entrada a esa zona. Y una vez llegaron, comenzaron a subir por las escaleras de piedra fría que parecían interminables. Como Midori les había dicho antes de entrar, ese lugar había sido sin duda alguna una prisión que seguramente en su tiempo, debió ser difícil de eludir.

Dejaron de lado la admiración de lo que seguramente sería para un historiador, la cueva de las maravillas, para poder respirar aliviados al ver que habían logrado salir del lugar. Aunque ver el panorama que había afuera del viejo y desgastado banco, no era algo que hubieran querido.

"Muy bien niña, es hora de que vayas corriendo con tus cuidadores".

Una vez estuvieron afuera, bajo el cielo y clima tormentoso, Raymond bajó a la enojada Lucy de su hombro, mientras veía a los hombres de Spandam que poco a poco salían de la prisión de piedra.

Lucy por supuesto, estuvo a punto de reclamar. Ella aún tenía asuntos pendientes con esos hombres.

"Lucy-san, trata de entendernos, por favor".

Lucy miró a la única chica de aquel grupo, esperando que le diera una buena razón para dejar de lado su pelea. Pero Koala solamente sonrió comprensiva, tratando de aminorar, aunque sea un poco, el enojo de la hija de su jefe.

"Sé que está molesta y no sólo por el actuar de Dragon-san ante la situación, también de la manera en la que fue atrapada, pero en serio, si tú eres atrapada, nuestra lucha habrá sido en vano. Te lo digo como alguien a quien el gobierno mundial le quitó demasiado".

Una vez dijo lo último, pudo sentir la mirada perpleja de Lucy. Era casi como si la chica la estuviera analizando o viendo a través de su alma. Sea lo que fuera, se sentía expuesta ante esa mirada, pero al mismo tiempo, se sentía aliviada.

"¡Oh! Supongo que está bien", respondió una sonriente Lucy.

"Gracias por entender" soltó con alivio. "Esos piratas seguramente están cerca, deberías ir con ellos cuanto antes, para evitar un enfrentamiento con la marina".

Koala pudo ver a Lucy asentir con la cabeza, mientras comenzaba a correr hacia donde suponía estaba Ace. Podía ver un muro de fuego desde donde estaba, y escuchar voces gritando. Ella reconocía esas voces, así que no era tan complicado.

Pero repentinamente paró su carrera, para volver hacia una confundida Koala.

"¿Podrían hacerme un favor?"

Koala asintió algo insegura. "Lo que necesites y claro, si es que está en nuestras posibilidades", respondió.

Lucy asintió. "Una nakama mía está en Arabasta. Quisiera que la protegieran y entrenarán de ser necesario. También quisiera que le dijeran que, en dos años, pienso regresar por ella y no aceptó un no, después de todo, le prometí que sería parte de mi tripulación en un futuro" dijo orgullosa de poder cumplir su promesa. "Su nombre es Nico Robin y que quede bien claro, que ella es MI nakama".

Los revolucionarios quedaron completamente sorprendidos de escuchar aquella petición, en especial porque ningún revolucionario se había encontrado antes con Nico Robin, pero la hija de su jefe lo había hecho sin buscarla siquiera.

Por supuesto, Koala sonrió mientras asentía una y otra vez a la petición.

"Te aseguro que la encontraremos y le daremos tu mensaje, así que no te preocupes, que volverás a ver a tu nakama".

Lucy sonrió enormemente. "Gracias".

Y una vez dicho esto, Lucy comenzó a correr nuevamente hacia Ace y los demás. Seguramente Thatchy estaba al borde de un infarto y francamente, a ella no le gustaba preocupar a ninguno de los miembros de aquella tripulación. En especial a Ace y Thatchy.

"No puedo creer que esa niña hubiera encontrado a Nico Robin", mencionó Raymond.

"Supongo que ella es una persona con mucha suerte o ese era su destino", le dijo Midori.

"La sorpresa que Sabo-kun se llevará", murmuró Hack mientras veía a Koala. "¿Qué opinas?"

Koala sonrió, mientras se preparaba para seguir luchando. "Opino que debemos salir de aquí cuanto antes, para encontrar a Nico Robin", respondió decidida. "Alcalde Iceburg, será mejor que usted se vaya de aquí cuanto antes. Puede que lo involucren con nosotros si sigue más tiempo aquí".

Iceburg por supuesto, no pudo oponerse a la petición. Agradeció y comenzó a correr hacia donde estarían su gente.

Quisiera quedarse, pero los revolucionarios tenían razón. Además, no deseaba meter en problemas peores a la gente de la isla. Después de todo, él era el alcalde.

"¡Tontos! ¡No dejen que escape!" Ordenó Spandam completamente furioso.

El grupo de revolucionarios estaba preparado para detener a los hombres de ese hombre, pero no tuvieron que hacer mucho, cuando el recién llegado Sabo, hizo lo suyo en cuestión de segundos.

"¡Sabo-kun, eres un tonto!" Koala señaló acusadoramente al recién llegado. "Tardaste mucho. Como siempre".

Sabo simplemente rió nerviosamente. "Lo lamento, tuve uno que otro contratiempo", respondió con falsa pena, solo para después, cambiar su mirada bromista a una sería y llena de frialdad dirigida al líder del CP9. "Cómo un miembro de alto rango, deberías hacer mejor tu trabajo. Iceburg tenía oculto, el plano del arma ancestral".

Spandam pudo ver como aquel rubio sacaba los planos de su elegante chaqueta azul. "¿Cómo los obtuviste?" Exigió saber con furia.

Sabo sonrió con arrogancia. "También teníamos gente infiltrada. El hombre que tus hombres asesinaron, era un revolucionario y él había encontrado los planos. Si hubieran inspeccionado mejor su cuerpo, probablemente tendrían estos planos en su poder".

Spandam estuvo a punto de exigir que le dieran los planos, cuando de la nada, el rubio sacó un encendedor de su ropa, solamente para quemar los planos de un arma ancestral, como si fuera nada.

"¡MALDITO! ¡¿QUÉ FUE LO QUE HICISTE?!"

"Quemé los planos de un arma que no debe estar en manos equivocadas. Tal vez los revolucionarios podríamos haberles ganado, pero muchas vidas inocentes se hubieran perdido y nuestra lucha es para proteger esas vidas", respondió como si nada. "Aunque justo ahora, somos el menor de tus problemas Spandam, porque escuché que Rob Lucci regresó a la isla siguiendo órdenes explícitas de llevarte de regreso a su base. Al parecer hiciste algo que enojó a los miembros del Cipher Pol".

Spandam sintió que aquel revolucionario no mentía. Claro que tenía que ser así, considerando que le habían dado una orden y no la siguió. Pero había estado tan cerca de obtener esos planos y ahora no tenía nada y probablemente lo relevarían de su cargo.

Ni siquiera pudo seguir peleando, debido a que ese maldito bebedor de té, lanzó varias esas esferas de color gris, que, al explotar, hicieron una cortina de humo.

Para, cuando el humo se había disipado, los revolucionarios ya se habían ido del lugar. En su lugar, Rob Lucci había llegado y se encontraba frente a él.

Por la expresión y el aura llena de autoridad, supo que las cosas no estarían de su lado. Solo entonces, maldijo a Tom y su legado...

~..~

Lucy pudo ver a Ace, Thatch, Marco e incluso al hombre de diamante terminando de pelear con hombres bajo el mando de aquel imbécil. Así que apresuró el paso, para poder irse de aquella isla.

"¿Esa no es Lucy?"

Todos miraron hacia el lugar donde apuntaba Marco y comenzaron a correr hacia la sonriente Lucy con expresiones preocupadas. Era obvio que esas esposas que mantenían las manos de la chica imposibilitadas, estaba hechas de piedra marina y a juzgar por la apariencia, ella había tenido una mala experiencia en combate como lo había hecho Stefan.

"¿Estás bien?" Ace fue el primero en llegar, analizando qué su novia no tuviera alguna herida grave.

"Lo estoy" respondió Lucy. "Aunque tengo mucha hambre".

"Entonces debemos apresurarnos a regresar al barco, para poder alimentarte", mencionó Thatch.

Para los que conocían al chef, sabían que estaba verdaderamente furioso por ver el estado de Lucy, aunque no era el único. Ace, Marco y Jozu estaban igual de enojados, en especial cuando no podrían regresar por donde Lucy había llegado para dar sus respectivos agradecimientos por el trato que le habían dado a la chica.

Por ahora, lo mejor sería regresar al barco para irse de inmediato.

Los otros dos barcos no habían terminado con el servicio, pero tendrían que hacerlo los carpinteros de su tripulación en otro sitio. Ahora mismo, Water Seven no era un lugar seguro para nadie.

"Supongo que te divertiste, pero ahora, debemos irnos Lucy".

Ace rápidamente cargo a la sorprendida chica en su hombro, para después, comenzar a correr de regreso al Moby Dick. Sabía que no era manera de cargarla, pero por ahora, necesitaba, aunque sea una mano para defenderse en caso de ser necesario.

Los otros tres estuvieron de acuerdo y sin decir algo más, comenzaron a correr justo detrás de Ace. Claro, Marco en lo que corría, informaba de la situación al capitán, para que estuvieran listos para zarpar apenas estuvieran en el barco.

~..~

Una vez que zarparon a toda velocidad de Water Seven y de que estuvieran completamente seguros de que nada ni nadie los seguía, Barbablanca ordenó que Lucy fuera llevada a la enfermería para un chequeo minucioso. Por supuesto, ella terminó por salirse con la suya al no tener que lidiar con Whiskey.

La jefa de enfermeras y las demás, aún eran desconocidas para ella, además de que Tato y las otras la habían apoyado y cuidado desde el momento en el que fue puesta en la enfermería.

"¿Cómo te sientes Lucy-chan? ¿Algún dolor del que debamos saber?" Cuestionó amablemente Tato, mientras colocaba un parche a la mejilla afectada de la más joven.

Lucy solamente negó con una sonrisa. "Había tenido dolores en la espalda, pero desaparecieron en seguida. Ahora lo que quiero es comer, porque en verdad tengo mucha hambre".

"Tal vez debería hacerte un chequeo más a fondo", mencionó, mientras se preparaba para examinar a Lucy.

Lucy negó rápidamente. "¡No quiero!" Gritó. "Ya estoy bien, me curaste y vendaste, ahora solamente quiero comer".

Tato pudo escuchar las risas para nada discretas de sus compañeras, así que, con una sonrisa llena de rendición, decidió hacer caso a las exigencias de la más joven del grupo. Especialmente, cuando Lucy jugaba sucio y hacía esas expresiones tan adorables junto a sus ojitos de cachorro.

"Te dejaré ir, pero debes prometerme que vendrás a verme si sientes dolor nuevamente" le advirtió con gesto serio.

"¡Prometo hacerlo!"

Ni bien dijo aquello, salió ansiosa por probar comida. Sentía que no había comido en semanas, lo cual era algo exagerado si lo pensaba mejor.

~..~

Sabo pensaba seriamente en todo lo ocurrido en Water Seven. Pero por alguna razón, no podía quitar de su mente al grosero y para nada educado, Puño de fuego Ace. Tal vez algún día le cobré por haber hablado mal de Dragon, aunque por alguna razón demasiado desconocida, sentía que esa no era la verdadera razón para ponerlo en su lugar.

"¿Entonces, destruiste los planos del arma ancestral?"

Sabo miró a Koala y al resto de sus compañeros. Dejó de lado sus pensamientos, solamente para sonreír y mirar con diversión a sus compañeros.

"Esos planos eran de un barco, pero no del arma ancestral", respondió divertido. "Se los robe a la Galley-La justo a tiempo para decir una mentirita piadosa. Aunque no mentí sobre Rob Lucci, él en verdad llegó a Water Seven por Spandam".

"Así que Spandam recibirá su merecido después de todo", comentó Midori con diversión. "Era un viejo feo y soberbio, es obvio que terminaría por perder tarde o temprano el poder que creía tener".

"Al final, nuestro buen Fred tendrá su revancha después de todo" mencionó Raymond con tristeza.

"Al menos la chica está a salvo y esos planos están más que destruidos" agregó Koala con calma. "Ahora, debemos reportarnos con Dragon-san y..."

"Sabo-kun tiene rato que se fue a dormir" mencionó Hack, mientras señalaba al rubio profundamente dormido.

"Juro que hablaré seriamente con ese tonto. Aun nos la debe por habernos abandonado y llegar justo en el último momento" murmuró con voz amenazante.

Era bien sabido que, si Koala decía algo, lo iba a cumplir. Así que Hack y Raymond decidieron acercarse a la mesa de postres que Midori había preparado desde que zarparon para salir de la isla.

Sabo por su parte, decidió seguir pensando en esos sentimientos para nada acordes en él. Esperaba poder calmarse con la nueva misión, pero por ahora, debería sentirse agradecido de que la hija de su jefe estuviera a salvo y querida...

~..~

Iceburg no pensó en ver tan rápido a un agente de alto rango del Cipher Pol. Aunque agradecía que no fuera para seguir pidiendo algo que ya no existía.

Un acuerdo, era lo mejor para mantener las cosas bajo control. La marina y la nobleza necesitaban de los carpinteros de Water Seven y ellos necesitaban saber que estarían a salvo de algún posible ataque por represalias.

"Espero que pueda aceptar el trato, Iceburg-san. Dejaremos pasar todo lo ocurrido, si se promete no contar absolutamente nada de lo que aquí ha pasado".

Iceburg asintió con seriedad. "Ningún civil se enteró de lo ocurrido, y mi compañía ya sabe nuestra situación. Nadie hablará de lo que ocurrió en este sitio, aunque no quisiera volver a lidiar con Spandam-san"

Iceburg no estaba del todo seguro si el agente estaba molesto o conforme con su petición y francamente, le importaba muy poco.

Él ya no quería seguir lidiando con Spandam ni ahora y mucho menos en un futuro. Ya bastante lo había soportado, mientras mantenía su porte sereno, aun si no era de su agrado.

"No se preocupe, Iceburg-san. Spandam ya no tiene poder ni autoridad para decidir libremente lo que hará" dijo con voz calmada. "Le aseguró, que el gobierno mundial y la marina, no harán absolutamente nada que afecte a esta isla y sus habitantes. Esperemos que su compañía siga dando sus excelentes servicios, como siempre".

Solo bastaron esas palabras y un asentimiento de su parte, para que el agente se fuera. Solo así, Iceburg pudo respirar tranquilo.

Ahora, solo debía pensar en cómo hablaría sobre el asunto con Franky. Aunque sabía que por muy tonto que aparentará ser, entendería lo que era mejor para la isla y su gente.

~..~

Lucy disfrutaba de la vista del mar con Stefan a su lado. El perrito como siempre, se encontraba con la cabeza acomodada en su estómago, mientras ella le acariciaba las orejas.

"¿Cómo te encuentras?"

Lucy vio con una enorme sonrisa a Ace. Palmeo a un lado de ella, para que su pareja tomará asiento y viera el mar con ella.

Ace lo entendió y claro que estaba dispuesto a sentarse. Solamente había un problema y ese era el gran perro que lo había mirado, mientras soltaba gruñidos de advertencia.

"¿Qué te sucede Stefan? Puedo sentarme con ella, porque es mi novia".

Ace creyó que eso sería suficiente para que el perro entendiera, pero en su lugar, Stefan se levantó a retarlo, mientras soltaba fuertes ladridos que llamaron la atención de todos los curiosos.

"Parece que Stefan ya decidió que Lucy no puede estar con el hermano menor", comentó con burla Haruta.

Ace lo miro con enojo. "No es nada gracioso lo que dices" le dijo en tono de advertencia.

Haruta solamente rió con diversión. "Si lo es para mí".

Lucy por su parte, abrazó al perro con fuerza, quien nuevamente actuó como si fuera un cachorrito indefenso. "Stiffy es adorable, seguramente fue una confusión", mencionó sin entender.

Todos los que pasaban, miraban con pena a Ace y con miedo a Stefan. En especial porque el perro sabía cómo actuar, para que Lucy siguiera creyéndolo un angelito. Cuando ellos sabían bien, que ese perro podría destrozar a un enemigo, si se lo proponía, no por nada, Lucy no había salido tan mal en la pelea contra el CP9.

Pero pensándolo bien, tal vez con el tiempo, Ace podría recuperar a su novia, aunque al ver las intenciones de Stefan, era poco probable que eso sucediera.

Por ahora, solo debían buscar un lugar para terminar con el servicio a los otros dos barcos y de paso, pensar en lo que harían de ahora en adelante. Y mientras para los demás era diversión y entretenimiento ver a Ace discutir con un perro, el propio Ace, repentinamente recordó al chico revolucionario, y con ese recuerdo, otro dolor de cabeza le llego. Decidió dejarle a Stefan la victoria por ahora, para dejar una pobre excusa e ir directamente a esconderse.

Ese chico no era nadie especial, o al menos no para él. Además, si lo hubiera conocido, también lo hubiera reconocido o eso era lo que pensaba Ace. Ciertamente, esperaba ya no tener que pensar más sobre ese asunto...

Continuará...

~°ɞ°~~°ɞ°~

NOTAS: Y eso ha sido todo por este capítulo. Si les gustó, les agradecería que me lo hicieran saber con sus lindos comentarios :3

Hubo encuentro, pero ningunos de los ASL se dio cuenta de eso...

Por cierto, una personita en Fanfiction.net mencionó su gusto por mi personaje "Midori", decidí incluirlo en este capítulo. La verdad, ese personaje me gustó mucho cuando lo pensé para mi otra historia y su pasado es algo triste...

Próximo capítulo: "La Inocencia Viste De Euforia", donde Lucy al fin encuentra a su muy necesario músico...

Por cierto, veo que últimamente actualizo semanalmente. Así que, si logró terminar el capítulo, se los dejaré la próxima semana, sino, entonces como se supone que es, en la quincena xD

En fin, nos leemos pronto...

Chau chau (^3-)/

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